Llegan mis padres y Julián a la sala nuevamente, beso a mi novio cuando llega a mi lado.

—¿Todo bien? —le pregunto y me sonríe.

—Sí, florecita —besa mi cabeza.

—Ya es hora de irnos, fue un gusto conocerte Alexander —el señor se pone en pie.

—La próxima corre por nuestra cuenta —dice papá y se dan la mano.

—Será un gusto, Esteban, que sea pronto. Pasamos una tarde agradable —sonríe Alexander.

—La verdad es que sí —dice Sam y se pone en pie también.

Julián y yo hacemos lo mismo. Tomo su mano y junto con su padre nos acompañan a la salida.

—¿Paso por ti mañana? —pregunta.

—No es necesario, amor. Me gusta conducir —hace una mueca.

—Con ciudado, me das miedo cuando tocas un volante —me rio.

—Te quiero —beso sus labios y pongo mis manos alrededor de su cintura.

Él acaricia mi rostro y nos separamos.

—Te quiero —responde y sonríe.

—Ya tendrás más tiempo con tu novio, Jazmín, vamos —escucho decir a Sam y suspiro.

—¿Dice lo primero que viene a su cabeza? —asiento.

—Toda la vida ha sido así, es demasiado sincera, aunque esa sinceridad sea cruel —él se ríe.

Me despido de Alexander y me subo al auto. Papá arranca.

* * *

—A dormir, bonita —Primrose se echa en su cama y la acaricio —. Eres la perrita más obediente —beso su cabeza y me subo en mi cama.

Hoy fue un buen día, pero me agoté mucho. Mi cabeza me duele, pero creo que es por el resfriado.

La puerta de mi habitación se abre y por ella entra Sam.

—Te ves cansada —bostezo.

—Lo estoy, me disponía a dormir cuando llegaste —me acomodo en la cama y ella se sienta a un lado.

—Esa chica Adela, muy simpática, pero le interesa Julián.

—Lo sé, a ella le gusta, yo también lo noté —mi hermana alza una ceja.

—¿Y no te importa? —niego con la cabeza.

—Julián me quiere a mí, si quisiera tener algo con ella ya lo hubiese tenido, vive en su casa.

—Buen punto, de todos modos no parece el tipo de chica que le roba el novio a otra —niego con la cabeza.

Recibo un mensaje y tomo.mi celular.

Enfermera (Dr. Riquelme)

Buenas noches Jazmín, tu disculpa la hora, pero fue de improvisto. El doctor adelantó tus quimioterapias, mañana en la tarde tienes la primera, por favor confirmame si puedes venir. Que tengas buena noche.

Yo: Yo voy a la consulta, pero no puedo recibir el tratamiento, creo que estoy resfriada o algo así.

Enfermera (Dr. Riquelme): yo le comunico, te espero mañana para que te revise y se asegure que sea algo leve.

Yo: Está bien, muchas gracias.

—¿Pasó algo? —suspiro.

—Mañana tengo cita, adelantaron la quimio, pero yo creo que no me la puedo hacer si estoy resfriada —hago una mueca.

—Es lo más seguro, ¿quieres que vaya contigo?

—No es necesario, estoy segura de que Julián va a querer ir conmigo —alza una ceja.

—Ah ya, compañía de novio mata a compañía de hermana, me voy —me dice con indigno y sonrío.

—Te amo, Sammy —le lanzo un beso y entrecierra sus ojos.

Odia que la llame así.

—Sí sí, hasta mañana, Jazzy.

Sabe que no me gusta que me diga así. Ruedo los ojos y sale de la habitación.

* * *

—Buenos días —beso la mejilla de mamá.

—Hala, cariño, ¿cómo te sientes? —me siento a comer.

Sam baja las escaleras y saluda, hace lo mismo que yo.

—Bien, tengo cita con el doctor, hoy era la quimio, pero estoy resfriada —ella me mira.

—En la cita de hace unas semanas, ¿qué pasó realmente? —me pregunta.

—Lo que te dije, todo va bien —suspira.

—¿Por qué me mientes?

—No lo hago —rueda los ojos.

—Llamé al doctor, Jazmín y me dijo la verdad —frunzo el ceño.

—¿No confías en lo que te digo?

—Tienes la mala costumbre de no decirme las cosas relacionadas con lo que te pasa para que yo no sufra, por eso me gusta acompañarte. Que sea la última vez que esto pasa —suspiro.

—Lo siento.

—Saber que todo no va tan bien me duele, pero es peor que no lo sepa, soy tu mamá y me preocupo mucho —hace una mueca y la abrazo.

—Todo va a estar bien —ella suspira.

—Siempre tan positiva, cariño. Hoy te voy a acompañar y no hay peros. Sam y tú son lo más importante que tengo, aparte de tu padre —mi hermana sonríe.

—Eres una cursi —dice mi hermana divertida para aliviar el ambiente y me rio.

—Y tú una persona sin filtro, pensé que eso cambiaría cuando crecieras —se cruza de brazos.

—¿Para qué? Eso es propio de mi personalidad, no va a cambiar —mamá suspira.

—Es igual a ti —le digo y me mira mal.

Sabe que es la verdad.

—Tú cállate y come, se te hace tarde —Sam se ríe.

Niego con la cabeza divertida. Amo a mi familia.