6. Maldita Margarita
Algo estaba mal con él.
—Wow Ryoga que lindo girasol ¿Fue la chica misteriosa nuevamente?
Ryoga estaba completamente rojo y con una sonrisa tonta en su rostro.
—A-al parecer si... —contestó sosteniendo en su mano una nota de color amarillo con dibujos como las anteriores.
"Eres alegre y optimista como un girasol"
La nota era corta pero le dibujaba una sonrisa de oreja a oreja.
—Ya sé había tardado —dijo Kasumi sonriendo con dulzura.
Definitivamente algo andaba mal con Ramma.
—Tenemos que cambiar el agua del florero o se marchitarán —comentó la mayor de las hermanas Tendo.
—¿Y qué van a hacer con las pistas que tienen? —preguntó Akane quién recordaba cómo ambos chicos habían llegado ayer por la noche. Ranma estaba con el tobillo vendado y Ryoga lo cargaba en su espalda, a decir verdad, fue una escena sorprendente de ver.
—La anciana queda descartada —dijo Ryoga—. Debo encontrar a la chica de cabello marrón largo, vestido azul, tez pálida y baja estatura —dijo decidido. Nada de lo que le pudiera decir Ranma está vez me haría sentir que su búsqueda era un sin sentido.
Por parte del chico de la trenza, tenía ojeras y parecía cansado.
—¿Qué sucede Ranma? Pareces enfermo —notó Akane alzando una ceja. Algo era extraño ¿Ranma ofreciéndose a ayudar a Ryoga? Y no solo eso, su actitud tan extraña era simplemente impropia de él.
Algo tenía entre manos y lo descubriría.
—Ranma ¿Vienes conmi...
—No.
Su respuesta tomó por sorpresa a Ryoga quien realmente esperaba que ambos salieran en búsqueda de la castaña.
—No le hagas caso, está celoso de que tienes una chica que te quiere y no está loca como sus otras prometidas —dijo Akane— ¡Yo te acompañaré! Ya verás como la encontraremos.
Ryoga se sonrojó. Iría con Akane a buscar a la chica misteriosa... no podía evitar sentirse nervioso.
—¡Si! —contestó Ryoga.
—La verdad es que será difícil encontrar a la chica con esas características —dedujo Akane— Ranma ¿Tú has visto a la chica, verdad?
Ranma tembló.
—Dime una característica para comenzar a buscarla.
—No lo di... —. Un golpe en la cabeza lo calló.
—¿Qué decías? —dijo Akane mientras lo miraba amenazadora con la mirada.
—Tres lunares en forma de triangulo en la mejilla derecha.
—¿Estas seguro?
—Claro que si. Además llevaba un collar con un corazón azul.
—Bien, supongo que algo es algo...
Ryoga suspiró, esa busqueda sería difícil aun más si Ranma se negaba a cooperar. De igual manera, no admitiría que se sentía algo desilusionado por la negativa del chico, una parte de él pensó que podían pasar tiempo como amigos.
—Más te vale no intentar nada con Akane cerdo —amenazó Ranma viendolo fijamente.
Y Ryoga palideció.
_________________________________________
—Bien Ryoga, el parque es un lugar bastante concurrido, pero también iremos a lugares de comida, la pista de hielo y las preparatorias más conocidas —expresó Akane con una sonrisa mientras comenzaban a caminar.
—Gra-gracias Akane... yo no sé que haría sin tu ayuda.
—No es nada Ryoga, eres mi amigo —dijo agarrandolo de un dedo para que no se perdiera.
Ryoga miró la acción con detenimiento y luego se concentró en su verdadero propósito: encontrar a la chica misteriosa de una vez por todas.
_________________________________________
—¿Qué sucede Ranma? Pareces preocupado —dijo Kasumi notando como el chico se perdía en un punto cualquiera.
—¿Eh? ¿Yo? ¿Yo preocupado? Ja ja ja pero que cosas dices Kasumi —respondió Ranma intentando fingir, pero reconocía que era una de sus peores actuaciones.
—Mmm... si tú lo dices —dijo sin creerle.
—Agh... no estoy preocupado es que... últimamente tengo la cabeza en otra parte, es como si por instantes viviera en otro mundo —confesó—. Y eso no es bueno.
—¿Por qué no es bueno?
—¡Porque debo pensar en las cosas que importan! En mi compromiso con Akane, en mi entrenamiento, en mi maldición y no... en estupideces sin sentido.
Al llegar al dojo su vista no dejaba de centrarse en Ryoga. Era tan obvio hasta para él que ni quiera podía negarlo. Desde su interior no paraba de resonar la idea de darle un girasol. ¿Por qué seguía con ello? ¿Por qué no paraba con lo de la chica anónima? ¿Qué era lo que le impulsaba a seguir con ello? Estaba mal... simplemente debía parar o esa mentira se haría cada vez más y más grande.
Pero, a pesar de que su mente le decía que debía parar, la pelirroja se encontraba nuevamente allí, comprándole un girasol al cerdo idiota, arrancando otro papel amarillo con dibujos y escribiéndole como si sus palabras, las de Ranma Saotome, pudieran llegarle de alguna manera.
—¿A tí te importa todo ello?
—Debe importarme ¿No?
—No lo sé. Cuando viniste por primera vez al dojo estabas en contra de todo lo que tío Genma dictaba para tí. Eras rebelde y te oponían con firmeza —dijo—. Luego, te adaptaste a esta vida y dejaste de luchar. Inclusive creí que querías la vida que habían elegido para tí.
"La vida que eligieron... para mi" repitió internamente Ranma.
—Yo... no me había dado cuenta de ello. Siempre creí que decidía mi destino pero supongo que me dejé llevar por este estilo de vida y lo que mi padre me impuso que no noté cuando me convertí... en esto —habló.
—Ranma ¿Eres tú el que le da flores a Ryoga?
El mundo de Ranma se paralizó.
—¿¡Qué!? ¿Y-yo? Ja ja ja ¡Qué buena broma Kasumi! Esta vez si me hiciste reír. Mira si yo... si yo... —. Si cara estaba roja y su orgullo quebrado en pedazos.
—Te ví cuando dejaste la flor de loto, aún seguía despierta y vi como la dejabas en la mochila de Ryoga —aclaró—. Solo para que sepas, tienes mi apoyo.
—¿Qué? ¿Apoyo? No entiendo a que te refieres.
—¿Eh? ¿Acaso no hacías todo esto por que te gusta Ryoga?
"Te gusta Ryoga" esa frase se hizo un eco en la cabeza de Ranma.
No, el no gustaba de Ryoga es decir solo le daba flores y notas no es como si él sintiera algo así por ese idiota. Kasumi estaba mal de tan solo... pensarlo.
—N-no es lo que crees y-yo, yo solo, es que es difícil de explicar pero no por nada del mundo yo sería capaz de gustar de alguien como él —. Su rostro estaba rojo como tomate y agradecía que eran los únicos en el dojo.
—¿Por qué sería una locura? Ryoga es un chico muy apuesto, gentil y noble. Además, tú primer beso fue con un hombre ¿Verdad? —recordó la chica mientras se sentaba en la mesa junto al chico.
—¡¡Eso no fue consentido!! Ese maldito de Mikado lo hizo cuando bajé la guardia. Es un cretino —. De solo recordarlo le hervía la sangre.
—¿Reaccionarías así si hubiese sido Ryoga?
Ranma sentía que su corazón se aceleraba y de solo pensarlo su cabeza se volvía un caos ¿Si hubiese sido Ryoga? ¿Qué era esa pregunta? Era obvio que hubiese sido peor.
—¡Si hubiera sido Ryoga le hubiera partido la cara de un golpe! —alzó la voz, alterado.
Kasumi sonrió.
—Bien, entonces supongo que no tienes celos de que esté con Akane ahora buscando completamente solos, casi como si fuera una cita, a la chica misteriosa que en realidad no existe —dijo la castaña—. Supongo que tampoco tienes miedo de que quizás encuentren alguna pista sobre...
Ranma no estaba y Kasumí rió, ese chico era un libro de misterios, diversion y mucho drama.
_________________________________________
Estaba allí por Akane, era obvio que estaba por ella, se repetía el chico de la trenza buscándolos por todos lados.
—¿Donde se habrán metido? —su voz estaba cargada de duda y algo de desperdicion. Ya habían pasado varias horas desde que se habían ido del dojo.
Decidido a volver al dojo porque estaba anocheciendo los encontró. Akane estaba afuera de una florería y Ryoga estaba...
Corrió lo más rápido que pudo hasta llegar hasta ella.
—¿¡Donde esta Ryoga!?
—¿Qué te sucede? ¿Acaso nos espiabas?
—¡No, por supuesto que no! Akane, contesta, ¿Donde está Ryoga?
—Adentro, esta hablando con la chica hace ya un tiempo ¿Por qué estás tan alterado?
Ranma iba a abrir el picaporte pero Ryoga lo hizo primero.
Tenia en sus manos una flor.
—¡Que linda margarita Ryoga! Ya cuénta que pasó —dijo Akane sorprendida y feliz por su amigo.
Ranma no salía de su asombro ¿Qué estaba pasando?
—Creo que... encontré a la chica.
La sonrisa bobalicona se clavó como una daga en el pecho de Ranma. Un mar de dudas azotó con fuerza su cabeza y por un momento la espantosa idea de que él pudiera sentir cualquier tipo de sentimiento hacia Ryoga no se hizo ni tan extraña ni tan irreal.
Ranma comenzaba a creer que las cosas se volverían más caóticas de lo que ya eran y lo presentía al ver esa maldita margarita sobre las manos de su rival.
_________________________________________
—La margarita significa algo lindo y tierno —dijo—. Y ella me la dio a mi.
Ranma no podía creer lo que estaba escuchando. Ni en ese ni en mil mundos se hubiera imaginado la situación en la que estaban sumergidos.
¿Qué tantas posibilidades había de que Ryoga ingresara a la florería y la chica que trabaja allí cumpliera, justo ese día, todas las características que buscaban junto a las que Ranma había inventado.
Por lo visto, y aunque sonaba imposible, no lo era porque ese cerdo tenía una suerte digna de admirar.
—¿Estás seguro que es ella? —preguntó Kasumi y Ranma tembló.
—Si, debe ser ella, cumple todas las características y me dio una flor —dijo—. Además ellas tiene las notas amarillas con dibujos.
Ryoga estaba seguro que era ella ¿Qué otra persona podía ser? La chica era muy bonita y parecía ser muy amable y dulce.
—¿Pero por qué iría a comprar una flor de loto a otra florería? —preguntó Akane.
—Quién sabe, quizás justo pasó por allí y decidió comprarla —dijo Ryoga.
Ranma se perdió entre las risas y comentarios que hacían sobre la supuesta chica misteriosa. Algo se removia en su interior y le molestaba. Toda esa situación era extraña y las palabras de Kasumi cuestionando la razón por la que había decidido comenzar toda esa mentira lo atormentaba.
¿Por qué le había dado flores y notas a Ryoga? Desde un inicio supo que estaba mal pero aún así seguía con ello. Su mano escribía por si sola cuando Ryoga venía a su cabeza.
"Todo se trata de distraer a Ryoga para que se olvide de Akane" pensó en un inicio pero ¿Por qué había dejado a ambos ir en búsqueda de la chica misteriosa cuando se supone que debería estar celoso de la peliazul? Es decir, era lo habitual ¿Por qué cambiarían las cosas? Siempre había evitado que esos dos estén juntos en una cita o en lo que fuese y ahora actuaba de esa manera...
—¿Y qué harás ahora?
La pregunta de Nabiki lo sacó de sus pensamientos.
—Y-yo vol-volveré a la flo-florería ¡Debo hablar con ella! —habló decidido mientras se sonrojada de solo pensar que volvería a hablar con la chica.
Ryoga sentía que esa era una nueva oportunidad de conocer a alguien que parecía quererlo de forma genuina. La chica misteriosa... su palabras eran sinceras y algo familiares, simplemente quería conocerla.
—Ranma ¿Te encuentras bien? —preguntó Akane.
—¿Eh? Si, si, solo estoy algo cansado —su rostro no podía ocultar el desconcierto. Toda esa situación le dejaba un mal sabor de boca.
—Por cierto, ¿Por qué buscabas a Ryoga tan desesperadamente? —preguntó la peliazul y el chico de la trenza palideció.
—¿A mi? —preguntó Ryoga viendo al chico. Lo notaba algo disperso, como si estuviera en su propio mundo.
—No era nada importante. Imagínate que ya me olvidé ja ja ja —fingió esperando a que volvieran a cambiar de tema.
Y así sucedió. Todos allí siguieron hablando de la chica misteriosa y su relación con Ryoga. Este último, sonrojado, tartamudeaba y vacilaba avergonzado.
—Qué tontería —susurró para si mismo Ranma intentando restarle importancia pero sus ojos no dejaban de buscar a una única persona dentro de la habitación.
Quizás si Ryoga se enamoraba de la chica y ella del cerdo, todo sería mejor.
_________________________________________
—¿Qué te ocurre? Actúas extraño. No me digas que estas celoso —dijo Ryoga bromeado mientras ingresaban a la habitación dispuesto a dormir.
—¿Celoso? ¿Yo? ¿De quién? No querrás insinuar que yo estoy celoso de ti ¿verdad? Por que eso es completamente imposible y asqueroso y...—fue interrumpido.
—Era una broma, relájate ¿Y por qué estarías celoso de mi? Hablaba de la situación. Quizás encontré una prometida con la que logré casarme antes que tú con Akane. A este paso ambos van a envejecer peleando —río.
—Y-yo...
¿Qué estupideces estaba diciendo? ¿Celoso de Ryoga? ¡Era una locura! ¿Por qué siquiera lo había pensado?
—Ya, en serio, te noté extraño en la cena ¿Qué sucede? —preguntó con naturalidad.
Ryoga no sabía como había llegado a ese punto de poder hablar con tranquilidad y sin una pelea de por medio pero le gustaba. Hablar con Ranma era divertido e interesante. Quizás por primera vez se abría a la idea de que él contrario podía ser un buen amigo.
—¿Qué me sucede algo? ¿Por qué pensarías eso? Estoy bien, es decir, ¡Estoy perfecto, mírame! Ja ja ja todo está... bien —. Mentira tras mentira cuando la verdad era una.
Él era quien le escribía notas a Ryoga, eran sus palabras, no la de la chica de la florería y no le gustaba pensar qur alguien más se estaba apoderando de ellas.
—Es que has estado metido en tu mundo y no has peleado con tu padre ni con Akane, no has hecho comentarios sobre P-chan y has estado más tranquilo que lo usual —explicó—. Tú no eres de lo que no se hacen notar en una cena o conversación.
—¿Eh?
—Siempre sobresalen por alguna razón, pero hoy parecías apagado.
—Ya te dije, solo estoy cansado es eso.
—Wow el gran artista marcial Ranma Saotome cansado, quien lo diría —bromeó—. Tuvimos que tener un combate hoy y quizás te ganaba.
—Ni creas que pudiste haber ganado un combate, sigo siendo igual de fuerte P-chan. Además tú no puedes ni ganarle a una mosca —. Una sonrisa desafiante se dibujó en su rostro.
—¡Que no me digas P-chan! —dijo empujándolo.
—¡P-chan es un lindo cerdito! —canturreó riendo y Ryoga se detuvo por unos segundo a ver al chico adelante suyo.
Había algo cautivante en cómo el chico reía ante sus propias bromas. Ranma era...
¡¿Queeeee?!
—¡¡Qué no me digas P-chan!! —reaccionando bruscamente lo empujó con más fuerza de la que hubiera imaginado y Ranma perdió el equilibrio. Antes de caer intentó sujetarse de cualquier cosa a su alcance y eso fue el brazo de Ryoga.
Ryoga había caído arriba de Ranma con todo su peso y este estaba siendo asfixiado.
—Ry-Ryoga me aplastas —comentó Ranma sintiendo el peso del colmilludo.
—¡Lo-Lo siento no fu-fue mi intención! Yo...
Ryoga se apartó aún estando arriba suyo. Diez, cinco o no sabían cuantos segundos se quedaron en esa posición pero ninguno de los dos reaccionó hasta que Ranma sintió sus mejillas arder.
—¡¿Qué esperas para levantarte!?
—¡S-si yo... es que... yo... ! —. Ryoga no entendía porque su corazón latía de forma irregular.
Quizás lo espantó la cercanía con Ranma y se había asustado tanto que su ritmo cardíaco se había acelerado del miedo. Si... debía ser eso.
—Bueno, yo debo dormir ¡Qué tengas buenas noches! —. Le deseó Ranma de forma apurada y dándole la espalda una vez acostado en el futón.
—Qué ten-tengas bu-buenas noches —. El calor aún no se iba de sus mejillas.
—Ryoga... —escuchó.
—¿Qué ocurre?
—¿Realmente te has enamorado de la chica? —. La pregunta salió casi de forma impulsiva como si ni siquiera hubiera pensado en si era correcto o no preguntar algo así ¿A él por qué le importaría saber algo así? Si el cerdo se enamoraba o no no era tema suyo. Además, conociéndolo ya había caído ante ella.
—Yo... no lo sé —. Se sinceró.
La respuesta sorprendió al pelinegro.
—¿Y tú Ranma? ¿Estas enamorado de Akane? —. El Hibiki se reprochó ¿Por qué le preguntaba algo como eso? Él sabía que ambos eran prometidos y que su amor parecía ser correspondido. Inclusive cuando se apareció en la florería diciendo que lo buscaba a él, sabía que era una mentira y que seguro estaba celoso de la chica. Ryoga se imaginó la posibilidad de que Ranma los haya espiado toda la tarde.
Y no había nada más alejado que ello.
—Yo... tampoco lo sé —contestó con honestidad.
Ryoga se sorprendió.
—¿Y qué harás con...? —dijeron al unísono.
Ambos dejaron de darse la espalda y voltearon a verse.
—Primero tú —. Fue Ryoga quien le indicó que hablara primero.
—No sé que hacer con la situación. Es una chica linda, algo bruta, terca y boba, pero de buen corazón. Ella sería una gran prometida pero...
—¿Pero?
—Pero hay algo. Algo que no me permite decir que esto es amor. No lo sé... yo simplemente estoy confundido —confesó.
Un día peleaban a muerte ¿Y al otro hablaban sus sentimientos? Esa situación era extraña pero por alguna razón no se sentía mala por haberle confesado sus sentimientos por la peliazul.
—Crei que...
—¿Qué estaba perdidamente enamorado?
—Pues... si, es decir, no me mal intérpretes pero de todas tus prometidas es con la que más cosas tienes en común —dijo—. Con ella puedes permitirte ser vulnerable.
Permitirse ser vulnerable... ¿A qué se refería Ryoga? Él evitaba a toda costa mostrase de esa manera.
—Como te dije, no es una cuestión de lógica Ryoga. Solo... no es el momento —reflexionó.
Ryoga miraba a Ranma, como sus mechones negros caían sobre la almohada y su mano se estiraba fuera del futón.
—¿Y tú? Supongo que debes estar feliz de haber encontrado a la chica.
Ryoga salió de sus pensamientos. Desvió la vista del chico y decidió contestar.
—Quiero conocerla y saber la razón por la que escribió todo ello —admitió—. Cada flor, cada nota.. cada palabra, siento que ella me conoce, como si fuera familiar.
Ranma buscó sus ojos pero no los encontró. En cambio, vio la sonrisa bobalicona del chico y su mirada soñadora.
Algo que siempre le había parecido sorprendente era la capacidad de soñar que tenía Ryoga. Imaginaba escenarios de todo tipo y parecían jamás acabar.
—Ryoga... ¿Estás seguro que es ella la chica misteriosa?
Un silencio los invadió hasta que Ryoga habló.
—¿De nuevo intentado desmotivarme? Ya te dije que... —fue interrumpido.
—No, no es eso —aclaró rápidamente–. Es solo que estas tan convencido y... ¿Le has preguntado?
Ryoga volvió a mirar al prlinegro y, para su sorpresa se chocó con sus ojos.
—Estoy seguro que es ella —afirmó mirando los orbes celestes del contrario.
Ranma dio una sonrisa fingida.
—Me alegra que lo sepas.
Cada palabra que decía era una mentira. No estaba feliz ni mucho menos aliviado. Sus sentimientos estaban en un enorme conflicto el cual estaba negado a aceptar.
Todo sería mejor si Ryoga salía con ella. Todo sería mejor si no lo descubría jamás. Esa era una oportunidad perfecta para olvidarse de todo eso y el no debería desparobecharla.
—Ranma... solo para que lo sepas, todo irá bien con Akane, solo debes... esperar —Ranma lo miró por última vez y le dio la espalda.
—Si, supongo que solo debo... esperar.
Ambos volvieron a darse la espalda para dormir y no volvieron a emitir ningún comentario pero, por alguna razón, ambos tenían un sentimiento de intranquilidad.
Ryoga al cerrar los ojos recordó a la chica de la florería dándole la margarita pero la escena cambió, ahora ya no era la bella chica quien le miraba sino los orbes celestes de Ranma debajo de su cuerpo. Un pequeño sonrojo casi imperceptible aparecía en sus mejillas y él no hacía nada por irse de allí.
Rápidamente abrió los ojos asustado por su sueño o, mejor dicho, pesadilla.
¿Qué carajos estaba pensando? Una mirada se dirigió al cuerpo del contrario quien dormía plácidamente. Lo miró de arriba a abajo hasta llegar a su rostro. Se le dibujó una sonrisa al ver como se le caía la baba por dormir pero rápidamente volvió a darle la espalda.
Se sentía... estúpido.
Mañana volvería a la florería, hablaría con la chica, le pediría una cita y todo marcharía a la perfección. Solo debía no pensar en cosas absurdas y sin sentido.
Mañana por fin hablaría nuevamente con la bella chica misteriosa.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
¡Hola! ¿Cómo están? ¿Cómo los trata la vida? :D
Chan chan chan... ustedes ya saben que amo el drama ¿Qué creen que pasará? >:D
Yo sé que no tiene NADA QUE VER pero ustedes de donde son?? Yo soy de Argentina :D por eso si a veces notan algo medio fuera de lugar como tratar de "vos" CRÉANME que lo estoy intentando mejorar jskdjjsjs.
En fin, los quiero mucho!! Y no saben como estoy amando el remake. A penas pueda adaptarme a la personalidad más tierna y gentil del nuevo Ranma les prometo que se viene historia nueva Ranma x Ryoga ♡
—Lio <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro