el chico de namjoon
Taehyung intentaba mantenerse relajado, pero tener miradas puestas en él con tanta curiosidad le volvían los pasos pesados e inseguros; no le gustaba tener la atención tan firmemente, mucho menos porque seguramente ahora todos lo señalarían, porque claro, ¿quién acusaría al capitán del equipo? él sólo se lavó las manos, dejándolo a él con todo el problema.
Y estaba también sorprendido de como Namjoon lograba ignorarlos o por lo menos aparentar que lo hacía. El hecho era agradable hasta cierto punto, hasta el punto en el que empezaba a preocuparse por lo que los demás dirán.
- ¡Eh, Kim! - Namjoon volvió su cabeza para asegurarse de si lo llamaban a él, y efectivamente, uno de los miembros del equipo de basquet, alto y atractivo, le llamaba desde lejos. Namjoon lo reconoció al momento, era el hermano mayor de Yoora -Yoongi quiere verte... - el chico dedicó una mirada furtiva a Taehyung, inspeccionándolo entero.
-Bien, dile a Yoongi que espere - Namjoon se encogió de hombros, sintiendo la incomodidad que trasmitió Taehyung al sentirse un poco intimidado por la situación. La mirada del chico alto era despectiva, pero eso no hizo ningún efecto en Namjoon, y tuvo que dejar una suave caricia con su dedo pulgar sobre la mano del menor, sólo para que supiera que no tenía de qué preocuparse con él estando a su lado.
-Es el capitán y puede ser algo importante. Deja de consolar niños enamoradizos y atiende tus obligaciones como miembro del equipo - el chico miró a Taehyung al momento de referirse a él con su definición, y el menor tuvo miedo de que Namjoon accediera antes sus palabras.
Taehyung sintió su estómago apretarse de incomodidad. Dio unos pasos hacia atrás, alejándose de la situación, aflojando el agarre que Namjoon tenía entre sus manos, sólo porque de nuevo se sentía juzgado y no deseaba volver a ello. Namjoon lo miró de reojo, y no dudo en volver a acercarlo de un tirón a su lado
-Ciertamente no es algo que te deba importar. Haré lo que quiera, y si quiero consolar a niños enamoradizos, que no te sorprenda que también quiera golpear a idiotas como Yoongi - Namjoon declaró despectivo, un poco molesto por el hecho de que Yoongi lo estuviera buscando. Los rumores corren rápido, era un hecho. Los ojos de Taehyung se abrieron con sorpresa, pero se mantuvo callado y con la mirada baja a causa de la impresión -puedes decírselo, gracias.
Namjoon abandonó y dio por terminada la conversación. Miró a Taehyung y con un asentimiento de cabeza leve le sugirió que continuaran su caminad, Taehyung asintió sin pensarlo mucho, con su corazón latiendo por una adrenalina viajera que no le permitía negarse a algo que Namjoon le ordenara. Cuando llegaron a los casilleros, lejos del tumulto de personas que andaba hacia la gaceteros, Taehyung no pudo evitar sentirse mal.
-Perdón - se disculpó con la mirada baja. Namjoon dejó de intentar abrir la puerta de su casillero y miró a Taehyung un poco curioso. Se sintió extraño, ¿por qué era él el que se disculpaba si eran todos los demás quienes debían hacerlo?
- ¿De qué te disculpas? - preguntó mirándolo con simpleza, abandonando su atención del candado para buscar la mirada del menor.
-Tendrás problemas por mi culpa en el equipo - Taehyung contestó sincero, y lo miró serio también. Sí eso pasaba, él sólo se sentiría peor.
-Ah, ¿eso?... - Namjoon le dedicó una sonrisa bonita, una en la que sus hoyuelos se marcaron con simpatía y sus ojos se encendieron de una luz de compresión - ¿qué no los has visto antes? demostraron que no son más que un grupo de idiotas alborotadores incapaces de tener sus propios ideales desenlazados de los de un tipo egocéntrico y desleal que se hace llamar capitán del equipo, capitán cobarde le sienta más ¿no crees?... - Taehyung tuvo que reír flojo de la nada, sólo porque eso era lo que Namjoon buscaba y no quería negarse -no te preocupes por eso, ¿bien? ya no es importante para mi.
El menor se sintió increíblemente sorprendido, increíblemente afortunado, e increíblemente agradecido. De repente había aparecido alguien que había decidido apoyarlo y abandonar todo sin motivo alguno, que le sonreía amable y le invitaba a comer, que lo defendía y le escuchaba sin juzgar, que tenía una sonrisa bonita y su ramo de flores pisoteadas entre las manos, cuidándolas como si fuese su propio corazón.
-Muchas gracias, hyung - Taehyung esta vez se permitió sonreírle ampliamente. Toda la desocupación que antes había sentido, sí, estaba allí, pero ahora, sentía que podría soportarla si Namjoon le ayudaba de esa forma, siendo amable con él mientras todos se burlan. Tomó el ramo de flores que Namjoon aún sostenía -voy a deshacerme de esto...
Y lo desechó, dispuesto a no sentirse triste por alguien que sólo sintió indiferencia por él. Estaba bien, él ya no necesitaba esas flores. No quería ser por más tiempo el chico de las flores, del que todos se burlaron por ser sincero y buscar algo que creyó, merecía.
Levantó la mirada y sonrió sinceramente cuando se encontró con los ojos amables del mayor. Estaba seguro de que las cosas serían mejor ahora que tenía a Namjoon.
✿
Taehyung cerró sus ojos por instinto al sentir las manos de Namjoon tomarlo de la cadera, para evitar que huyera una vez más, y apresarlo contra su cuerpo en un abrazo firme. Él sólo quería ir a ponerle agua a las flores, y Namjoon se miraba muy entretenido interfiriendo en sus planes.
-Hyung, espera a que riegue las flores... - se excusó, entreabriendo sus ojos un poco sólo para deleitarse con la bonita sonrisa socarrona que Namjoon tenía puesta en sus labios.
-No, primero tiene que besarme... - Namjoon lo sostenía de la cintura con un abrazo que lo hacía sentir bien, simplemente protegido. Recargaba sus frentes y lo miraba como si fuese lo más hermoso del mundo, le sonreía y luego lo besaba como si lo quisiera a su lado para toda la vida. Con Namjoon era feliz.
Habían pasado dos años desde que Taehyung dejó de ser el chico de las flores, para convertirse en el chico de Namjoon. Y no había día que no se sintiera agradecido por todo lo que había pasado entre ellos desde entonces.
Ahora tenía un jardín con flores que Namjoon y él habían plantado y cuidado, crecían hermosas y sanas como su amor, no estaban pisoteadas y eran testigo de lo que sentían el uno por el otro.
fin.
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