Amo todo lo que es de ti.

Tal y como la primera vez.

Sin perder ningún detalle.

Ni la fecha, ni la hora.

Solo sé que te amo, a ti y a tus locuras

Y solo sé que te amo,a ti y a tus cualidades

Los días se hacían cada vez más fríos y tal parece que le afectaba de más, porque ya no podía pensar con claridad, estaba a punto de salir de casa, buscara ese par de locos sinvergüenza y mandarlos a china en una caja para que así no los molestaran más, pero siendo sinceros, ese tipo de cosas no era posible, daba vueltas en el recibidor bajo la mirada de su pareja quien estaba aguantando la risa, nunca en su vida había visto a Ángelo de esa manera y aunque preocupado, esa escena se le hacía muy cómica.

—Si no paras, harás un hoyo en el suelo — aquel acento sueco le sacó de sus pensamientos.

—Eso lo sé — respondió suspirando pesadamente. — Necesito una solución — paso de estar como un león enjaulado a sentarse o más bien, a recostarse en el sofá con la cabeza apoyada en las piernas de Afrodita.

Le vio ahí, tan apuesto como siempre, como si fuese la primera vez, porque tal parecía que el tiempo se había detenido para él, ni el calor del verano ni el frio de invierno hacían estragos en su piel de porcelana, era igual que aquellas flores, no se marchitaban, solo dormían hasta que el invierno se anunciaba con la primera nevada, florecían con el primer roce del viento gélido y él... él parecía ser igual, florecía solo con sus caricias, con sus sonrisas, con sus besos, con ese toque de sus manos y que vivía, solo del latido de su rojo corazón y he aquí que ambos se habían perdido entre la mirada del contario, sin percatarse que muy pronto, el destino les emboscaría de una terrible manera. 

Aquellos finos dedos se enredaban en los albinos cabellos con suavidad, con ternura, con todo ese amor que se tienen y que a cada segundo aumenta, ama con todo su ser a ese hombre que ahora le ve sin despegar la vista de él, algunos le decían que Ángelo era afortunado de tener a alguien como él, pero la verdad era que la situación se sentía al revés y se preguntaba como seria su vida si Ángelo no hubiese aparecido ese día, y siempre llegaba a la misma conclusión, su vida se resumiría en una sola palabra: desgracia.

A menudo y de hecho, ya por costumbre, se perdía en esa mirada, y de nueva cuenta se volvía a enamorar, era como si su mente le llevase a la velocidad de la luz al día en que sus ojos se toparon por primera vez con su figura, era como si su mente multiplicase por mil sus latidos cada vez que estaba a su lado y eso... eso no debía acabar, no permitiría que el miedo se apoderase de Afrodita ni que ese par le pusiera un dedo encima, entones, como si fuese la única opción, se levantó de un salto de donde estaba y se dispuso a hacer lo único que podía ayudarle. 

"Está bien, estaré ahí mañana" escuchó.

—Te lo agradezco — suspiró aliviado, era su única opción y había aceptado.

"No me lo agradezcas, de todos modos te debo una, nos vemos, Ángelo" negó con la cabeza y sonrió a la par que escuchaba como la llamada se cortaba.

Volvió la mirada, ahí con rostro de confusión estaba su pareja, viéndolo con una ceja arqueada y los brazos cruzados, solo pudo robarle un beso y salir corriendo a la cocina, el reloj encima de la chimenea no paraba de hacer su tan molesto "tic tac", uno de esos días lo tiraría al fuego sin que Afrodita se diese cuenta y despues le inventaría que se había descompuesto y que era mejor comprar uno nuevo, sus manos se movían con destreza e iba de aquí para allá buscando en la alacena un poco de harina, despues de todo y sobre aquella preocupación, hoy era un día importante.

Claramente algo aquí les hace pensar en un sinfín de cosas, pero al parecer están en lo cierto, el día especial era nada más y nada menos que su aniversario, exactamente el día en el que se conocieron y el día en el que, un año despues le pediría noviazgo y el día en el que..., bueno, ya sabremos qué pasará despues, pero en este momento solo importa el hecho de que Afrodita está apoyado en el marco de la puerta viendo a su pareja cocinar para él, gusta de ver como lo que ha preparado ha sido puesto con rapidez en el horno y como busca en aquella vitrina la botella de vino que ha estado guardando desde hace un par de meses. 

Un par de horas pasan y lo que yace en el horno está listo al igual que aquellos amantes que ahora están vestidos con traje, uno rosa palo con una hermosa camisa de seda blanca y una corbata rosa pastel, con el cabello atado en una coleta alta contrastando con los colores pero haciendo un juego excepcional con aquella inmarcesible belleza, mientras el color negro está presente en el otro, ese saco de satín hace juego con la camisa blanca de algodón y con aquella oscura corbata que combina a la perfección con los rebeldes cabellos albinos y que contrasta con aquel par de ojos rojos; las copas se llenan y en el centro de la mesa La torta di rose* reposa expectante de aquel cuchillo.

— ¡Feliz aniversario, il mio bel fiore d'inverno*! — le sonríe y le besa.

— ¡Feliz aniversario, min kärlek*! — responde y vuelve a besarle, como adora que sus apodos amorosos estén en el idioma natal de su pareja.

La noche pasa, el reloj marca las 12 de la noche y el calendario dice: 04 de diciembre, nada fuera de lo normal, nada más allá de otro año que están juntos, la mitad de la botella de vino ya no está, y no dejan de verse, de tomar la mano del contrario, de besar sus labios, de sonreír, todo se ha vuelto silencioso y una rodilla de Ángelo ha ido a parar al suelo, la destellante estrella que ha bajado del cielo provoca un par de lágrimas en su amado y lo único que escucha es un "si" seguido de un abrazo y un beso apasionado que le ha robado el alma tal y como la primera vez. 

🦀🌹
les juro que lo iba a subir ayer pero las cosas escaparon de mis manos, pero aquí esta, espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.

torta di rose, es un postre muy común en Italia y si, tiene forma de rosa.

il mio bel fiore d'inverno, del Italiano: Mi bella flor de invierno

min kärlek, del sueco: mi amor.

Dan R