—Mi padre me odiaba por el simple de hecho de querer ser músico. ¡Imagínate como se pondrá el viejo si se entera de que soy bisexual! —ChanYeol dice, exasperado, dejándose caer en la cama de JongIn.
—Tiene razón, su padre lo odiará.
JongIn frunce el ceño y desvía su mirada hacia el chico arropado en la cama de ChanYeol. ¡KyungSoo es tan tierno! Pero sus palabras no están ayudando.
—Soo, dijiste que estabas cansado. —JongIn quiso llamarle "cariño", pero aún está nervioso por la presencia de ChanYeol y que éste los haya visto besándose, incluso si el beso fue de lo más inofensivo.
—Pero ustedes no dejan de parlotear. —Se excusa, removiéndose en la cama.
—Ves, JongIn, mejor nos callamos y todos ganamos.
El moreno frunce el ceño. —Noooo, tenemos que hablar de esto. —Coge las manos de ChanYeol, evitando que éste se levantara. —Entiendo lo de tu padre, pero ¿y yo?
—No puedes exigirme que te lo diga. —ChanYeol se defiende. —Es decir, confío en ti, eres mi mejor amigo y te quiero... Pero no siempre conocemos bien a las personas. Qué tal si hipotéticamente hablando, yo te lo decía hace años, quizá te sorprenderías por un momento o quizá nuestra relación se hubiera tornado extraña. Y eso es lo que quería evitar, ¡somos mejores amigos! Estaba asustado de perder tu amistad.
Bien, eso tiene sentido para JongIn. Incluso, él, cuando sus sentimientos por KyungSoo eran semillitas había dudado en decirle a ChanYeol. Bueno, incluso cuando sus sentimientos germinaron tampoco se lo había dicho. Si SeHun y ChanYeol no hubieran visto como KyungSoo le daba un piquito, está seguro que él no se los hubiera mencionado.
—Comprendo. —JongIn le sonríe dulcemente, muy dulcemente para el gusto de ChanYeol. —Ahora, cuéntame cómo terminaste liándote con SeHun, o sea, tuvieron coito anal, ¿cómo es eso?
—JongIn, no seas chismoso. —ChanYeol le da un empujón en el hombro. —Espera, ¿¡cómo sabes eso!?
KyungSoo suelta una risita desde debajo de las colchas.
JongIn huye de su propia cama, yéndose a la cama donde está KyungSoo, quien había elegido la cama de ChanYeol porque está cerca de la ventana. Así que, prácticamente, por esa noche, Kim y Park habían intercambiado cama.
KyungSoo ahora es su... novio.
¡Oh, por Dios! ¡KyungSoo ahora es algo como su novio!
Algo no es el término adecuado, pero ¿qué son?
Se dieron un besito en el invernadero, eso significa que ambos se gustan, ¿no?
Y le llamó "cariño" y KyungSoo dijo que estaba bien que utilizara el apodo.
Pero no habían hecho su relación oficial. Es decir, no habían sido explícitos en cuanto a lo que ahora tenían. ¡Muchas personas se besan diariamente y no son nada! A veces, besos para reforzar la amistad, un choque y fuga, inclusive ¡amantes! JongIn se está carcomiendo la cabeza, pensando en el término adecuado que describía su situación actual con KyungSoo.
—Soo, ¿no te incomoda que duerma contigo?
El mayor niega con la cabeza y jala las colchas para dejar que JongIn se meta.
KyungSoo es el primero en quedar dormido, dándole la espalda a JongIn. KyungSoo está cansado no solo por bailar, sino que discutir con su hermano se ha llevado todas sus buenas energías. No es la primera vez que pelean. Normalmente, volverían a la normalidad con el paso de los días porque ¡son hermanos! Y no pueden pasarse toda la vida enojados con el otro. Sobre todo, porque vivían juntos. Se encontrarían, tarde o temprano, en la casa. Incluso, si trataban de evitarse, sucedía que se chocaban en las escaleras, querían ir al baño al mismo tiempo o se encontraban en la cocina. SeHun murmuraría disculpas y KyungSoo asentiría con la cabeza. Su discusión sería olvidada, sus tratos serían torpes hasta que el tiempo les hiciera olvidar el motivo de su enojo. KyungSoo está harto de ello. El susurrar disculpas y aceptarlas, no se sentía como una verdadera reconciliación, era una estúpida rutina. Pero, ¿cuál era la forma correcta de disculparse y perdonar? No conocían otra manera porque eso es lo que aprendieron de su padre y de su madre.
ChanYeol es el segundo en dormirse, sus ronquidos se escuchan por toda la habitación, provocando que JongIn gimotee. Park está teniendo un sueño placentero porque decirle a su mejor amigo que es bisexual, se había sentido como quitarse un peso de encima. Siempre tuvo esa espinita de decirle a JongIn acerca de su orientación sexual, pero el miedo era mucho más grande. Las personas pueden ser crueles y Yeol no les tenía miedo en cuanto a las agresiones físicas, él es bastante capaz de defenderse. Pero un insulto de parte de su mejor amigo le hubiera dolido muchísimo. Prácticamente, por el cariño que le tiene a JongIn. Y si bien JongIn luce como alguien incapaz de matar a una mosca, al igual que cualquier otra persona, al enterarse de algo nuevo, puede cambiar. Las personas constantemente cambian. Quizá JongIn cambiaría y no para bien. Así que, prefirió no arriesgarse. Al parecer su elección no había sido mala. Después de todo, había terminado encontrándose a JongIn besando a otro hombre. Esa fue la oportunidad ideal para hablar, incluso si al inicio la charla fue incómoda.
JongIn logra conciliar el sueño luego de varios minutos de divagación en su mente. Pensó en su madre, en sus sentimientos por KyungSoo y, brevemente, en ChanYeol y su relación amorosa o sexual con SeHun. Muchas cosas han sucedido en una sola noche y ha tratado de comprender todas. Se giró hacia KyungSoo y solamente pudo verle el cabello negro, el chico tenía las colchas hasta el cuello como si se muriera de frío. Su madre aceptaría a KyungSoo, ¿verdad? Ella siempre le había apoyado, ¿por qué dejaría de hacerlo? Uhm, ahora que se ponía a pensar en ella, recordó que desde que llegó a la ROFAK, ha hablado escasamente con ella. Anteriormente, ella le había comentado que adoptaría un cachorro, ¿ya lo habría hecho? ¿O, quizá, cambió de opinión y adoptó un gato? No, probablemente a ella no le gusten los gatos, es un poco supersticiosa. Le daría un patatús si le regala un gato negro. ¿A KyungSoo le gustarían los gatos negros? Y así, su mente se llenó de preguntas, involucrando a su madre y a KyungSoo hasta que, en algún momento, dejó de reflexionar porque se quedó dormido.
Mientras que a ellos tres el sueño les venció, otro chico, solo en su habitación, lucha contra su insomnio porque no está su hermano para sus charlas nocturnas. Pero, la noche siguiente, KyungSoo estaría de regreso, ¿no? Y volverían hablar de flores, de chistes extraños y de por qué ese premio sería suyo, incluso si habían tenido un accidente. Sus vidas estuvieron llenas de accidentes y seguían vivos, ¿no? Siempre podían salir adelante, entonces, ¿por qué no lo harían ahora?
***
Al día siguiente, todo ha vuelto a la normalidad. Los cocineros de la cafetería preparan un riquísimo desayuno, el personal de limpieza deja todo implacable, los tenientes caminan de un lado a otro, conversando entre ellos, la profesora Nayeon lee los apuntes de su clase mientras se encamina al salón. Todo, a simple vista, luce común y corriente. Y es que, sí, hubo un accidente, pero todo debe continuar. Después de todo, los dos chicos están sanos y salvos, listos para volver a volar. Aunque, eso será la próxima semana, pues lo único que sí cambió fue el hecho de que no volarán aviones de caza hasta que los revisarán todos. Lógicamente, deben evitar nuevos accidentes. Así que, ahora son puras clases teóricas, las cuales son detestadas por Park y Kim, pero amadas por el menor de los Do. Aunque, hablando de KyungSoo...
—¿En serio vas a dejarlo? —ChanYeol pregunta mientras coge su pan y le unta mantequilla.
Es su cuarto pan.
Pero qué más da, está rico.
—Sí, iré a la oficina del capitán general. Le comunicaré que me voy de la ROFAK y que dejaré de volar aviones de caza. —KyungSoo responde y procede a comer la última fresa que hay en su bandeja.
—Vaya, ¿a dónde irás después? —Park le da una mordida a su pan mientras ve como JongIn le da sus fresas a KyungSoo.
Do realmente las ama.
—No dije que haría eso hoy... —Murmura. —Debo encontrar donde hospedarme y en qué trabajaré. Mi padre seguro que no me querrá en casa... Además, —KyungSoo mira hacia una mesa lejana. —SeHun iría a buscarme ahí y no me lo quiero encontrar.
—Creo que deberías hablar con tu hermano. —JongIn sugiere. —No se han hablado desde la discusión de ayer. Y hoy se sentó súper lejos de ti...
—Es mejor así. —KyungSoo coge una fresa y la muerde. —Están deliciosas.
Su atención se ha perdido, concentrándose en las fresas. ChanYeol y JongIn hablan acerca de lo que es ser hermanos, que los problemas deben hablarse, que no hay que dejar que una discusión los separe y blablablá. Sus palabras son música desagradable para KyungSoo, él solo quiere comer en paz. No soporta las quejas, preguntas y sugerencias de esos dos. Está siendo sobrecargado con información que sus interlocutores le dicen. ¡Ellos no saben cuántas veces esto ha pasado! Y lo aburrido y agotador que es repetirlo una y otra vez. Él jamás le dijo cosas crueles a SeHun —y si lo hizo, probablemente fue cuando era un niño y no sabía expresarse adecuadamente, su hermano debería entenderle. Pero SeHun sabe expresarse. Además, debe ser consciente de que no le gusta que se refieran a él de esa manera. SeHun lleva haciéndolo año tras año. No solo sus palabras son crueles, sino también sus acciones.
—Ten una fresa. —KyungSoo le da una a ChanYeol. —Y para ti también. —Le da otra a JongIn.
Los mejores amigos se miran entre ellos, pues han sido interrumpidos de su excelente discurso de reconciliación con un par de fresas.
—¿Gracias? —ChanYeol dice para después morder la fresa, confundido.
—De nada, aunque solo lo hago para que se callen.
Auch.
JongIn mira a su... uhm, ¿novio?, ¿pareja?, ¿cariño? Sí, por ahora, KyungSoo será "cariño". JongIn mira a su cariño, dolido por sus palabras. KyungSoo es muy directo y, sus palabras pueden sonar graciosas o, en el peor de los casos, rudas e inoportunas. Justo como ahora.
—Podrías solo decir que hagamos silencio. —ChanYeol comenta, calmadamente. —Al final, podrías agregar "por favor".
—¿Te hice sentir incómodo? —KyungSoo inquiere.
—Un poco.
—Lo haré la próxima vez. —Concluye. —Iré por más fresas. —Se levanta de la mesa y se dirige a poner ojitos de cachorrito a la persona encargada.
ChanYeol y JongIn se miran, otra vez.
—¿Crees que él tenga alguna clase de retraso mental? —Park pregunta, girando a ver a KyungSoo.
—Oye.
ChanYeol mira a su amigo. —¿Qué? No tendría nada malo si tuviera una discapacidad intelectual... —Se detiene al ver la expresión de JongIn. —Por favor, es obvio que algo en él es distinto a los demás y eso-
—Lo haces sonar como si fuera algo malo. —JongIn interrumpe. —Tus palabras tratan de ser compresivas, pero el tono que usas es... extraño. —Hace una mueca con la boca y continua. — Como si sintieras que KyungSoo es raro y eso fuera, inmediatamente, algo malo.
—SeHun me lo dijo ayer. —ChanYeol se para de su asiento y se sienta al lado de JongIn, ocupando el asiento en el que antes estuvo KyungSoo. —Me dijo que KyungSoo la pasó muy mal cuando eran niños, incluso el padre de ellos, lo golpeó. Le dije que creía que KyungSoo tenía Tourette, pero me respondió que los movimientos que suele hacer con sus hombros son porque los tiene tensos. —Deja escapar una risita que muere por la expresión fría del moreno. —Entonces, eso, sin duda, no es. Pero hay algo en la forma en la que habla y en la que se relaciona con todos los demás que le hace diferente. SeHun me confesó que siempre tuvo que cuidarlo porque se metía en problemas por no cuidar sus palabras... Vamos, lo acabamos de escuchar, si una persona normal dijera eso sería considerada cruel. Pero dudo que él lo dijera con crueldad. Simplemente, parece que no lo sabe.
JongIn suspira y se levanta de la mesa con su bandeja. —"Si una persona normal dijera eso sería considerada cruel". —Repite. —Entonces, ¿es un anormal?
—Eso no fue..., no quise decirlo de esa manera.
—Nos vemos después, supongo... —JongIn se despide, desanimado.
ChanYeol se mantiene callado, viendo como su mejor amigo se aleja. Se prepara su quinto pan con mantequilla mientras JongIn invita a KyungSoo a sentarse con él, dándole de su bandeja. Probablemente, le haya dicho que no se acercara a recoger su propia bandeja. ChanYeol se siente mal. No quiso sonar como si se refiriera a KyungSoo de forma despectiva. En realidad, no sabe cómo decirlo, pero sí está seguro que KyungSoo es distinto. En un inicio creyó que era tímido porque salió huyendo cuando le preguntaron su nombre. Después, se dio cuenta de la obsesión que tenía el chico con usar su gorra, incluso en interiores. Supuso que era porque cuida demasiado su piel. Luego, cuando KyungSoo cogió confianza y empezó a hablar de plantas, pensó que éstas solo le gustaban, pero más bien, le apasionan. Comenzó a suponer que KyungSoo es distinto a los demás por cómo se expresa ante el teniente Jung, mientras que todos le tenían miedo, el chico le respondía sin titubear. En el rostro del teniente Jung se veía la sorpresa, pero no lucía disgustado. Y no solo eso, KyungSoo es, exageradamente, una persona literal. Los chistes y bromas que se dicen entre todos mientras esperan que la profesora Nayeon ingresara, no le causan gracia al menor de los Do. Luego, vio unos tics, pero SeHun le ha dicho que eran comunes en su hermano.
ChanYeol no sabe qué creer.
Se está complicando la vida en formarse una idea acerca de Do KyungSoo.
Muerde con enojo su pan y sus ojos van hacia SeHun. Debería intentar hablar con él. Después de todo, SeHun no está enojado con él, ¿verdad? El problema es con su hermano menor —y quizá con JongIn. Park no tiene nada que ver en ese asunto. Además, la noche anterior le había prometido a SeHun, escucharle cada vez que deseara desahogarse. Y lo decía en serio. Quería ser una clase de soporte emocional para el mayor. Así que, coge su pan con los dientes, se para con su bandeja y se iba a dirigir hacia SeHun. Sin embargo, en ese instante suena la campana que anuncia el fin del desayuno. El teniente Jung no se demora en aparecer y pedirles que formen en una fila. ChanYeol resopla, terminando con rapidez su pan y dejando la bandeja junto a las demás para después formarse.
Camina detrás de JongIn y KyungSoo, a sabiendas de que el moreno está molesto con él. No obstante, es como si su cuerpo se sintiera atraído a estar cerca de su mejor amigo. Está acostumbrado a estar cerca de él. Además, para él es un hecho que arreglarían la pequeña discusión después de las aburridas clases teóricas. Al bajar la vista, nota la mano morena y la blanquecina, rozándose tímidamente. Lo primero que se le cruza por la cabeza es que JongIn parece un adolescente enamorado. Uno poco hormonal, por cierto. Lo cual le resulta curioso. JongIn puede ser imprudente volando, pero su forma de ser en tierra es muy distinta. Desde que lo conoció sabe que el moreno aprecia muchísimo a su madre y que admira a su padre. No fue mal alumno, pero tampoco destacó. Se unió a la milicia para probar si le gustaba y, aunque al inicio lo odió, terminó amándolo. Además, JongIn le había pedido ayuda para realizar ciertos ejercicios. ¡Ah, esos viejos tiempos! JongIn es muy sincero y usualmente busca hablar todo, como si no le gustara dejar los asuntos en el aire.
Como buen chismoso, Park vuelve a bajar la mirada. Ahora, los dedos meñiques están entrelazados.
¡Qué adorables!
Aunque, esa acción también le sorprende. Cada vez que SeHun tocaba a KyungSoo, éste le pedía que parara. Y SeHun es su hermano, así que deberían tener mayor confianza. Así que, Park supuso que KyungSoo no se dejaría tocar por los demás, casi como si odiara el contacto físico. O, al menos, lo evitaba. Pero ahí estaba, Kim JongIn enlazando su meñique con el meñique de Do KyungSoo. El mayor no parece incómodo o fastidiado por la muestra de afecto.
ChanYeol siente una punzada de culpabilidad por haberle dicho anormal, indirectamente. ¡La palabra es horrible! Sin duda, pudo usar otro término. Al menos su boca tiene un filtro y no terminó diciendo cosas peores porque, sinceramente, sí tiene una opinión... ¿Peor? Duda que su juicio sea taaan negativo. Es que, KyungSoo no parece una persona de relaciones —y no se refiere solo a las románticas. ChanYeol podría haber estado los últimos meses, pensando en tocar la guitarra y en escabullirse de un lado a otro con SeHun, pero es un hombre observador. Ha notado que KyungSoo es quien menos se relaciona con los demás. Supuso que era tímido, pero hasta JongIn es un poco tímido y aun así había hablado con todos sus compañeros. Aunque, reflexionándolo bien y sabiendo que KyungSoo sufrió de acoso escolar, podría eso estar relacionado con su negación a socializar. O, quizá ChanYeol está concentrándose demasiado en algo que no le compete.
Resopla cuando entra al aula. Recién es la mañana y ya se encuentra cansado.
Se iba a sentar en su asiento habitual: al lado de JongIn. Pero, oh sorpresa, éste ya está ocupado. Eso no es un problema. El salón es para, al menos, veinte personas, y ellos solo son diez. Hay varios espacios libres y no le incomoda sentarse solo. Pero el foquito en su cabecita se prende. Mira hacia SeHun, quien está sentado en la misma silla de siempre. A su costado, está el asiento de vacío, usualmente ocupado por KyungSoo. Ni lento ni perezoso, ChanYeol se encamina hacia allá. SeHun hace garabatos en una hoja, matando el par de minutos que Nayeon se demora en llegar y ordenar sus archivos. Park tose, pero Do le ignora. Le resulta extraño. Acaso el mayor está... ¿Enojado con él? ¡Él no ha hecho nada! ¡Alguien llamé a un abogado! ¡Esto es una injuria!
Jala la silla hacia atrás sin provocar un ápice de ruido y se sienta en silencio, esperando a que el comportamiento de SeHun cambie. Sí, en cualquier momento el chico girará, le sonreirá y le dirá "caíste" porque es una broma.
Eso no sucede.
Nayeon ingresa en el salón y ChanYeol entiende que algo raro sucede con SeHun.
—Pssttt.
No obtiene respuesta.
—Heyyyyy.
La voz de Nayeon se escucha, ella está saludando.
—SeHun.
No le mira, ¡ni de reojo!
—¿Estás molesto conmigo?
—¿No deberías prestar atención a la clase?
¡Acaba de responderle!
Aunque, usó un tono duro y pareció un ataque directo para que se callara.
—Solo quería que supieras que puedes contar conmigo para lo que necesites. —Susurra, cubriendo su boca con su mano, como si estuviera bostezando, para que la profesora no se diera cuenta de que no está concentrado en la clase.
SeHun sigue garabateando, sin responder. Pero termina pasándole su hoja a ChanYeol, quien se alegra porque quizá el mayor no está molesto con él, sino que no le presta atención por estar en hora de estudio. Contiene una sonrisa y lee rápidamente.
Eres mi saliente de turno, ¿no lo escuchaste ayer de KyungSoo?
Le duele.
¿Alguien escuchó eso?
Es el corazón de ChanYeol rompiéndose.
Park se queda quieto en su nuevo sitio. No anota nada, ni siquiera está seguro de haber escuchado la clase. Después de haber leído el papel, se desconecta. Y regresa a la realidad cuando el fuerte timbre de almuerzo suena. ¿Cuántas horas ha pasado en ese letargo?
A la mierda.
Está triste.
Está enojado.
Quiere más pan con mantequilla.
Y también necesita vaciar su vejiga.
Se levanta y directamente va al baño. Ignora a todos a su alrededor hasta llegar baño de varones.
Se para delante del urinario, baja el cierre de su pantalón y siente una gran tranquilidad.
Pero no dura mucho.
Al mirar hacia la derecha se encuentra con unos grandes ojos, mirándole. Bueno, no a él, exactamente. KyungSoo no mira a la gente al rostro.
—¿Hola? —Pregunta, viendo como los ojos de KyungSoo se pasean por el suelo. O, al menos, ahí es donde ChanYeol desea que apunten.
—Hola, ChanYeol. —Le responde. —Me ha surgido una duda. Y la formularé ahora mismo: ¿estás enamorado de SeHun o por qué tenían coi-? —Do no puede terminar su espectacular pregunta porque la gran mano de ChanYeol le tapa la boca.
—Esa clase de preguntas no se hacen en un baño, KyungSoo. —Recrimina, mirando hacia todas partes para asegurarse de que no hubiera nadie más por ahí. —Ve a la habitación y espérame, resolveré tu duda... Creo.
KyungSoo asiente con la cabeza, usando bastante fuerza. Camina hacia el lavamanos y se tira un montón de agua a la boca.
—La próxima vez solo dime que me detenga, no es necesario que me toques con tus manos llenas de gérmenes. —Dice, cierra el grifo de agua y sale.
ChanYeol se queda desconcertado.
Pero no falla a su palabra. Va a la habitación en busca de KyungSoo.
—Ayer besé a JongIn. —El menor cuenta y el mayor asiente. Ambos están sentados en la cama de ChanYeol. —Y ahora él actúa extraño.
—¿Qué cosas hace?
—Siempre está agarrando mi mano, sonriéndome, sonrojándose y no ha dejado de decirme cumplidos. ¿Está enfermo?
—Enfermo de amor. —Park bromea.
—¿Tiene cura? —Do pregunta, sonando preocupado.
—Es un chiste.
—Tienes un pésimo sentido del humor.
ChanYeol deja escapar una risita. Es imposible que se enoje con KyungSoo, ¡el chico es todo un personaje!
Aunque, siente que su teoría de que "KyungSoo no sabe relacionarse con los demás" es cierta.
—Él está enamorado de ti, por eso, se comporta de esa manera. —Aclara de forma sencilla. —¿Sabes qué es estar enamorado, KyungSoo?
—Sí.
—¿Sí?
—Sí, tengo sentimientos, ChanYeol...
Algo en la manera en que lo dijo, tal vez el tono o la postura que optó (su espalda se puso recta y le miró fugazmente a los ojos, frunciendo el ceño), hizo que ChanYeol volviera a sentirse mal. Era como si estuviera infravalorando a KyungSoo, dándose cuenta solo cuando alguien se lo dice explícitamente o implícitamente. Tal como lo hizo JongIn en la mañana o como lo acababa de hacer el mismo KyungSoo.
—Antes de JongIn, no he tenido pareja. Exactamente, ¿qué tengo que hacer?
ChanYeol suspira. Él ni siquiera ha tenido esa clase de charla con su padre o con su madre.
—Sabes qué es estar enamorado, tienes sentimientos, pero no sabes qué hacer. —Recapitula.
KyungSoo alza sus hombros. —Hay cosas que no puedo entender.
—¿Te ha gustado alguien aparte de JongIn?
KyungSoo mira hacia la ventana, recordando. ¿Antes de JongIn hubo alguien más?
Sí, hubo alguien.
Fue una chica. Ella era linda y le gustaban las flores, al igual que a él. También, ella fue amable cuando nadie más lo fue. No obstante, ella se alejó.
—Sí, me gustó alguien.
ChanYeol está genuinamente sorprendido. Tanto así que su boca se abre en asombro. Sin duda, ha prejuzgado a KyungSoo.
—Te gustó alguien, ¿fueron pareja?
KyungSoo niega.
—¿Le dijiste que te gustaba?
—Sí.
—¿Y qué pasó?
—Dijo que solo era mi amiga y que la había malinterpretado.
—Entonces, te gustó una mujer.
—Solo las niñas se acercaban a mí. —KyungSoo confiesa sin sentirse apenado. —Además, los niños me daban miedo. Excepto, claro, SeHun.
Cierto, a KyungSoo lo acosaban. Y uniendo cables en su cabecita, Yeol llega a la conclusión de que, KyungSoo podría tener una inclinación a juntarse con mujeres por el hecho de tenerle miedo a sus acosadores, la mayoría de ellos, varones. Tiene su lógica.
—¿Y qué hay de JongIn? Él es un hombre, ¿no te da miedo?
ChanYeol considera importante que KyungSoo conozca su orientación sexual. O, que al menos, aclare sus pensamientos en torno a las relaciones sociales.
—No, ambos somos maricones.
ChanYeol estalla en carcajadas, dejándose caer de espaldas al colchón. Se sacude como un gusano, sintiendo lágrimas aparecer en sus ojos. Estuvo así un buen rato hasta que logra calmarse.
—Amigo, eres graciosísimo. —Vuelve a sentarse, suspira y ve al menor. —Si te gusta un hombre eres gay, si te gustan hombres y mujeres eres bisexual, ¿entiendes? Pero, eso no es relevante ahora. —Sacude su mano de un lado a otro. —El asunto principal es: ¿estás seguro de que JongIn te gusta?
—Sí.
—¿Por qué?
ChanYeol toma esta conversación como una oportunidad para no solo entender a KyungSoo, sino también para asegurarse de que el chico no esté confundido. Quizá, JongIn le gusta por ser atractivo. Y quién sabe, años después, era probable que ni siquiera se acordara del moreno. O que lo recordara como "un chico guapo que conocí". No necesita que KyungSoo le dé un testamento con mil razones por las cuales JongIn le gusta, pero es necesario saber qué es lo que realmente piensa acerca de su amigo. Ambos se están arriesgando por el otro. Muchas personas no les entendería si es que descubrían que gustaban del otro. ¿KyungSoo sabría el riesgo que eso conlleva? Te pueden mirar con disgusto, dirigir frases hirientes, golpearte. Incluso, amenazarte de muerte y despedirte del trabajo (te afectará económicamente y, tal vez, socialmente). Tristemente, arriesgarte a amar es caminar encima de carbón ardiendo.
—Porque JongIn me entiende... Y nadie más lo hace. —KyungSoo responde sin dudar. —Además, me recuerda a los tulipanes. ¿Sabías que, debido a la hibridación interespecífica, la nomenclatura del tulipán cultivado es complicada porque ninguno de los cultivares actuales, los que presentan gran diversidad de tamaños, colores y forma de las flores, así como de épocas de floración, puede identificarse con el nombre de ninguno de los taxones silvestres del género?
ChanYeol inclina su cabeza.
—Me ha quedado clarísimo.
ChanYeol estira sus brazos, tocando con sus manos los brazos contrarios porque nota que KyungSoo iba a seguir hablando de flores. KyungSoo se remueve incómodo por su tacto, ChanYeol lo suelta.
—Después me hablas de tulipanes. Ahora, ¿qué pasaría si encuentras a otra persona que te comprenda? ¿SeHun?
KyungSoo rueda los ojos ante la mención de su hermano. ChanYeol se sorprende, es la primera vez que lo ve hacer ese gesto.
—SeHun está descartado. —Afirma. —Y yo no creo que alguien más lo haga... JongIn pregunta si puede tocarme y abrazarme. No me apura cuando me hace una pregunta y yo no respondo. Él es paciente conmigo. Y yo me siento cómodo a su lado... Asimismo, mi madre y yo plantamos tulipanes en el jardín. —Recuerda, fueron tulipanes blancos. Eran bellísimos.
El tulipán hecho de nubes también era hermoso. Un poco deforme, pero atrayente.
ChanYeol comprende lo último porque SeHun le había contado que KyungSoo era muy cercano a su mamá.
La respuesta de KyungSoo se mantiene incompleta porque le da temor terminarla. Ha acudido a ChanYeol porque no conoce a nadie más. Con SeHun está enojado, así que, no iría a preguntarle. Además, su hermano tuvo muchas parejas en poco tiempo. KyungSoo no puede entender eso. Si amas a alguien, ¿por qué lo dejas tan fácilmente? Él no dejaría a JongIn. Él está dispuesto a jurarle fidelidad... porque KyungSoo sabe lo que es eso. Él sabe muchas cosas, pero las personas asumen que no, solo porque tiene complicaciones para entender gestos. ¿A caso las personas no pueden ser explícitas verbalmente? ¿Por qué es tan difícil para los demás decir lo que piensan? ¡Así, nos comprenderíamos mejor!
—Me parece una respuesta sensata. —ChanYeol examina la postura de KyungSoo, nunca se veía relajado, pero tampoco rígido. Pero en esta ocasión, parece temeroso. —Solo te lo pregunté porque quiero cuidar de mi amigo.
—Eres un buen amigo, ChanYeol.
Park sonríe. KyungSoo, quien siempre es sincero, le ha dicho que es un buen amigo para JongIn. Se siente feliz de escucharlo. Realmente debe disculparse con JongIn por lo sucedido en la mañana. Y no solo con él.
—Ahora lo sabes, JongIn actúa de esa manera porque está enamorado. Tú también lo estás, pero te expresas de otra manera... Por ejemplo, hace un rato lo comparaste con una flor y a ti te encantan las flores, eso fue lindo.
Aunque no te entendí, piensa Park.
—El amor hacia otra persona puede expresarse de distintas maneras. —Continúa el mayor. —Si JongIn hace algo que te incomoda, entonces, le dices. Trata de ser gentil.
—Gracias, ChanYeol. —KyungSoo se levanta de la cama y se dirige hacia la salida.
—KyungSoo. —Lo llama, aun sentado en la cama. El menor se detiene. —Ya sabías que JongIn está enamorado de ti, ¿no?
—Tenía miedo de malinterpretarlo. —Abre la puerta y sale.
Cuando se enamoró de esa chica que le ayudaba en el colegio, ella le explicó que solo era amable y que no estaba enamorada de él. KyungSoo se sintió mal. Las personas eran tan complicadas. Aun así, le agradeció por no burlarse de él y, decírselo con honestidad.
KyungSoo había creído que, si SeHun podía tener miles de parejas de un día a otro, él también podría. Aunque, él no quería varias parejas. Solo quería... a una persona. Se sentía solo desde que su madre falleció. Así que, quería un amigo o una pareja. Sin embargo, con el pasar del tiempo, la idea quedó olvidada. Aprendió a estar solo la mayor parte del tiempo. Algunas veces se las pasaba junto a SeHun, pero su hermano era fastidioso. Además, KyungSoo era consciente de que SeHun quería hacer otras cosas, lejos de él. Sin embargo, el mayor se rehusaba a alejarse de él. Eso, también le incomodaba a KyungSoo. Eso, también le incomodaba a KyungSoo. No es un niño, es un adulto. No necesita que su hermano lo persiga. Además, se sintió mal cuando SeHun en vez de ir a la universidad fue al ejército con él. Luego, fueron a la fuerza área. ¡Y SeHun creía que KyungSoo no sabía que era infeliz!
KyungSoo está harto de que todos pensaran que es estúpido. No, no lo es.
Camina hacia la cafetería, todavía le quedan un par de minutos para almorzar. Literalmente, había perseguido a ChanYeol, a penas lo vio salir del salón. Claro que antes, le dijo a JongIn que hablaría con Park a solas. JongIn le dijo que se encontraran en la cafetería para comer juntos. JongIn no le hizo tantas preguntas como SeHun. Su hermano lo habría bombardeado con preguntas, incluso lo hubiera perseguido descaradamente.
Cuando llega a la cafetería, encuentra a un par de personas dentro. Ninguna de ellas es JongIn. Tampoco está SeHun. ¿Mal augurio?
***
JongIn se quedó sentado, ordenado sus apuntes de clase. Era la primera vez que entendía algo que saliera de la boca de la profesora Nayeon. No era culpa de ella. En realidad, él siempre fue malo con la teoría. Más aún, teniendo un compañero que se ríe hasta por respirar. Con ChanYeol a su costado era imposible prestar atención. Lo peor de todo, es que el mayor podía estar en la luna, hablando con extraterrestres, pero cuando fuera el examen, respondería todo acertadamente. Era un brujo.
En esta ocasión tuvo de compañero a KyungSoo, su cariño. El chico era tranquilo, ordenado y muy curioso. Es esa clase de persona que siempre hace preguntas para profundizar en el tema. JongIn, le pidió ayuda, aprovechando la oportunidad. KyungSoo le explicó todo lo que estuvieron viendo por meses en un par de minutos. Sorprendentemente, usó palabras sencillas y oraciones cortas. Y funcionó. JongIn logró entender. La cabeza de JongIn pensó inmediatamente: otro brujo.
Se preguntó que le preguntaría KyungSoo a ChanYeol. Esperaba que no fuera algo malo. ¿KyungSoo se habría dado cuenta de que estaba molesto con Park? ¿Querría saber que ocurrió? ¿Debería seguirlos para asegurarse de que no pasara nada malo?
Uhm, no.
ChanYeol podía haber hablado imprudentemente, pero no es una mala persona. Lo conoce de varios años y puede estar seguro de que ChanYeol no le hará daño físico o verbal a KyungSoo. Además, considera que KyungSoo puede regresarle el insulto. Tal vez, con el nombre de una flor. ¿Habrá flores con significados negativos? JongIn se asombra porque está pensando en flores. Eso es interesarse por alguien, ¿no? Sus gustos terminan llamándote la atención. Y no es necesario que los entendieras a complejidad o que los amaras con la misma intensidad. Es suficiente con prestar atención y aprender de a pocos.
JongIn suspira, totalmente enamorado. Pero su burbujita explota cuando escucha a alguien maldecir. Se gira y ve a SeHun, peleándose con la pared. Al parecer el chico caminó sin prestar atención hacia donde iba y terminó chocándose con la pared. ¿Qué culpa tiene la pared? JongIn se ríe bajito. Observa a SeHun salir del salón. Él también debería ir a la cafetería, le prometió a KyungSoo comer juntos. Se levanta de su asiento y deja sus apuntes y su lápiz ordenado encima de la mesa. Luego, regresaría para otra clase. Mientras camina por el pasillo, SeHun va por delante. Al parecer van en la misma dirección. JongIn iba a ignorarlo porque no está seguro si debería intervenir en el asunto. En primer lugar, no entendía el enojo de SeHun. ¿Se debía al beso o a las palabras de KyungSoo? En segundo lugar, ¿le corresponde a él involucrarse o era mejor esperar? No conocía el temperamento del mayor. Podría hacerlo enojar aún más... O podría resolver las cosas de una vez.
Antes de que SeHun diera un paso dentro de la cafetería, JongIn lo toma del hombro, deteniéndolo.
—Hola, SeHun. ¿Me permites un momento?
SeHun resopla. —No.
—Espera. —JongIn lo agarra de los hombros. —Por favor, hablemos.
El mayor se gira con su ceño fruncido. —¿Para qué?
—Hablar ayuda a resolver los conflictos. —Murmura, miedoso. Parece que a SeHun le saldrían rayos láser de los ojos y lo haría chicharrón. —Al menos, escúchame.
—Aquí no. —SeHun mira hacia ambos lados del pasillo. —Vayamos al patio, dudo que haya más gente que acá.
JongIn sigue a SeHun en silencio, pensado en qué dirá. ¿Debería pedir perdón? Él no besó a KyungSoo, ¡KyungSoo le besó! Y fue un beso bastante tierno... que le gustaría repetir.
¡Concéntrate, JongIn!
SeHun toma asiento, JongIn se queda parado a un lado.
—¿Necesitas una invitación formal para poner tu culo sobre la madera?
Oh, por Dios, este tipo es muy vulgar, JongIn piensa.
Se sienta, dejando el mayor espacio posible entre SeHun y él.
—Estoy enamorado de tu hermano. —Dice y se alaba mentalmente por no haber tartamudeado. —Él y yo nunca nos habíamos besado antes, si es que eso te preocupa... En realidad, todavía no hablamos explícitamente de nuestra relación, pero lo haremos y-
—¿Relación? —SeHun interrumpe. —KyungSoo no ha tenido ni siquiera una "buena relación" con su familia, ¿y la tendrá contigo?
JongIn arquea una ceja. —¿Qué intentas decir?
—A él no le gustas, hombre. —SeHun mira al frente, ignorando la mueca de molestia en el rostro moreno. —KyungSoo no sabe querer a las personas. Estás perdiendo tu tiempo con él.
—¿Lo dice el chico que tuvo mil novios?
Uy.
JongIn quiere darse una cachetada. Lo dijo sin pensar y se está arrepintiendo.
—A ti no te interesa lo que haga yo con mi vida. —Responde el mayor, parándose. —KyungSoo no te ama. Él no ama a nadie. El tipo no tiene sentimientos.
—¿Cómo puedes decir algo así de tu hermano?
—¡Por lo mismo que soy su hermano! —Mueve sus manos, alterándose. —Viví con él toda mi vida, ¿crees que no lo conozco? KyungSoo no entiende las emociones, ni siquiera te mirará al rostro.
—Él me miró... —JongIn susurra.
—Créeme, fue suerte. —SeHun coloca su mano sobre el hombro de JongIn, dándole palmaditas. —KyungSoo practica sus gestos faciales frente un espejo. Él ni siquiera puede expresar sus emociones, ¿cómo entenderá las emociones y los sentimientos de otras personas?
JongIn agarra el brazo de SeHun y lo aleja de su hombro.
—Te equivocas. KyungSoo puede darse cuenta de cómo se sienten los demás. En la mañana le preguntó a ChanYeol si lo hizo sentir incómodo. —Opta por pararse con seguridad. —Has vivido con él en la misma casa, pero ¿realmente cuánto lo conoces?
SeHun abre sus ojos ante la insinuación de no ser un buen hermano.
—¿Vas a cuestionarme? —Gruñe. —Seré directo contigo: KyungSoo no es una persona normal. Él no te amará como lo haría una persona normal. KyungSoo está obsesionado con las plantas, el resto de cosas no le interesa.
JongIn niega con su cabeza.
—¿Por qué insistes en qué no es "normal"? ¿Qué es "normal" para ti, SeHun? Muchos creen que un hombre bese a otro hombre no es normal. ¿Lo distinto es necesariamente malo?
—¡KyungSoo es un maldito fenómeno! —Grita. —Todo gira a su alrededor. Estoy harto de él. ¡Pasa un día completo con él, te enloquecerá! Te hará sentir mal con sus palabras, no te dirá ninguna palabra de apoyo, ¡él te ignorará! Es cruel. Siempre fue un niño cruel y sin sentimientos. —SeHun deja escapar una risa sin gracia. —La única vez que lo vi llorar fue cuando nuestro padre destrozó el jardín trasero. ¿Ves? ¡Plantas! ¡Es el chico plantas!
—No puedo creer que te expreses así de tu hermano.
—Me he sacrificado por él toda mi vida. Es mi deber cuidarlo. Tengo derecho a enojarme porque jamás pude hacer algo que quisiera. ¡Tenía que cuidar al idiota de KyungSoo! ¿¡Por qué no responde cuando le hacen una pregunta tan sencilla!? ¿¡Por qué debe faltarle el respeto a los mayores!? ¿¡Por qué se quejaba cada segundo de la luz!? ¡Estábamos en interiores! ¿Sabes que tuve que hacer? ¡Cambiar los focos! KyungSoo es quisquilloso, débil e inexpresivo... ¿Por qué no puede ser normal? Y, aun así, —SeHun camina de espaldas, alejándose de JongIn. —KyungSoo siempre logra lo que quiere. Es un maldito suertudo.
SeHun no se molesta en esperar una respuesta de JongIn. Da media vuelta y se dirige hacia la cafetería. Ahora, tiene más apetito. O quizá solo quiere comer para dejar de pensar en su hermano y en sus traumas del pasado.
JongIn también entra al edificio, pero no va hacia la cafetería. Había planeado en su cabecita una pequeña y simple conversación, en la cual confesaría estar enamorado de KyungSoo. Además, esperaba que SeHun lo aceptase como posible pareja de su hermano menor. Pero, en algún punto, la conversación se desvió y todo terminó fatal. Quedó sorprendido por las palabras del mayor, pues siempre creyó que cuidaba a KyungSoo por amor, pero con lo que le había dicho parecía que lo protegía por obligación. Como si atender a KyungSoo fuera un punto más en una lista de tareas. No puede comprender el enojo de SeHun porque no conoce su historia, ni los problemas que ha tenido con KyungSoo. Así que, se siente fastidiado. No había necesidad de que SeHun se expresara de esa manera. El chico se cerró en su idea, en su única historia.
JongIn se dirige a su habitación, suponiendo que ahí se encontrará a KyungSoo junto a ChanYeol. Durante el camino debate consigo mismo si es buena idea contarle a KyungSoo lo sucedido con SeHun. Quizá podría omitir los insultos, o mejor aún, solamente mencionar que el mayor se había enojado también con él. Uhm, eso no suena correcto. Coge la manija de su habitación, deseando que lo sucedido con el mayor de los Do fuese una mala broma. Abre la puerta, pero hay nadie dentro. Eso le resulta extraño. ¿Se habrían cruzado y él no se había dado cuenta? Pasó delante de la cafetería, fue por los pasillos del primer piso, subió las escaleras y llegó al pabellón donde se instalaban todos los alumnos de la ROFAK. No, es casi imposible que se hubieran cruzado sin que ninguno de los tres implicados se diera cuenta. Ingresa a su habitación, cierra la puerta e instintivamente se acerca a la ventana. Ve hacia el jardín y sonríe al recordar como KyungSoo y él pasearon por ahí. Entonces, la ilusión de ver a KyungSoo caminando entre las flores deja de serlo y se materializa. A su lado se encuentra ChanYeol. Al parecer el bajito había convencido al alto de ir.
JongIn olvida momentáneamente su enojo, ve la cara de confusión que ChanYeol pone a las palabras de KyungSoo. Indudablemente, le está hablando de flores. KyungSoo las señala y ChanYeol frunce el entrecejo, acercándose a mirarlas. Casi como la escena que JongIn había vivido con KyungSoo la noche anterior. Ante ello, las palabras de SeHun hacen eco en su mente. "KyungSoo no te ama" es la oración que resuena con más fuerza. Sus dedos se deslizan por el borde inferior de la ventana, tentándose a abrirla y llamarlos. No porque quiera saludarlos, sino porque quiere evitar que sigan acercándose. Las dudas inundan su cabeza. Es la primera vez que se enamora de un hombre. Por lo cual, tiene tantas dudas e inseguridades.
Abre la ventana y se inclina para llamarlos.
JongIn observa como ChanYeol mueve su diestra rápidamente, quitándole a KyungSoo su gorro. El menor se cubre con sus brazos, probablemente, pidiéndole al mayor que se le regresara.
Y con tan solo esa acción tan estúpida de parte de su mejor amigo, JongIn puede darse cuenta de que la dinámica entre ChanYeol y KyungSoo es muy diferente a la suya con KyungSoo. Empezando con que él no le quitaría la gorra de un momento a otro. Además, cuando estuvieron en el invernadero, KyungSoo se veía receptivo, sus gestos eran sueltos y su postura era cómoda. KyungSoo se sentía a gusto con él, siendo capaz de bailar. Pero con ChanYeol muestra cierta desconfianza. Como están agachados, KyungSoo parece una bolita ante la imponente figura de ChanYeol.
—¡Hey, Park! —JongIn exclama, riendo, cuando su amigo pega un brinco en su lugar. —¡Devuélveselo!
No solo ChanYeol le está viendo, KyungSoo también le dirige una mirada. Luce genuinamente sorprendido. Además, le regala una pequeña sonrisa. Así, JongIn descarta las palabras maliciosas de SeHun. ¿KyungSoo no tiene emociones? ¡Por supuesto que las tiene! A menos que seas un actor, es difícil que finjas una emoción que no sientes. KyungSoo no fuerza su cálida sonrisa ni su mirada sorprendida. KyungSoo es sincero y es SeHun quien no entiende a su hermano.
—¿¡Comieron!?
Los chicos en el jardín niegan.
—¡Todavía hay tiempo! ¡Encontrémonos en la cafetería!
Los chicos en el jardín aceptan.
JongIn cierra la ventana y se encamina hacia la cafetería, suponiendo que para ese momento SeHun ya ha terminado de comer, de caso contrario será incómodo estar en el mismo espacio. Más inquietante sería cuando charlaran para arreglar sus problemas... Porque los hablarían, ¿no? No podían seguir de ese modo. La próxima semana volverían a volar los aviones de caza. Para ese momento, SeHun y KyungSoo deberían tener sus problemas solucionados. Así, no afectarían su confianza durante el vuelo. Además, aún faltaban dos meses para que acabara el entrenamiento en la ROFAK, tendrían que verse las caras a diario. Ignorarse sería terrible. Lo preferible sería solucionar lo que sea que haya originado el malestar de SeHun.
Pensar tanto, dándole una y mil vueltas a todo el asunto, hace que la cabeza de JongIn duela.
Así que, reemplaza sus pensamientos negativos con el menú de hoy: pollo frito. Y JongIn es un verdadero amante del pollo frito.
Mientras Kim se dirige a la cafetería con la mente llena de un riquísimo pollo frito, Park y Do salen del jardín con disimulo. Al parecer, hacer cosas prohibidas es la actividad favorita de KyungSoo, quien siempre termina metiéndose en el jardín.
Luego de haber colocado la gorra robada en la cabeza del dueño, ChanYeol pidió disculpas. Lo había hecho porque hablar de plantas le aburría y quería jugar un poco con el menor. No pensó que JongIn lo estaría espiando desde la ventana de su habitación. Al menos el moreno no le había hecho un drama de noviecitos porque ya tenía suficiente con sus propios dramas.
Camina al lado del menor hacia la cafetería. KyungSoo es silencioso, si no se moviera creería que está muerto. ChanYeol sacude su cabeza, tratando de alejar esa clase de pensamientos. Tal vez, KyungSoo es tímido y con JongIn se desenvuelve mejor porque le tiene más confianza.
—Oye, KyungSoo.
El menor no responde y el mayor cree que le está ignorando.
—Te estoy escuchando... —Responde cuando nota que Park no continúa.
—Perdón.
—Ya te habías disculpado por quitarme mi gorra.
KyungSoo camina por delante, liderando el camino. ChanYeol fija sus ojos en la figura.
No se está disculpando por el incidente de la gorra, sino por haberlo prejuzgado. El problema es que no sabía cómo hacerlo. Más bien, no quería ser explícito. "Perdón por pensar que eras extraño, en realidad, me caes bien". ¡No! No puede decir algo como eso. No solo sonaba mal, sino que podía hacer sentir mal a KyungSoo. Y no quiere herirlo.
—Perdón. —Repite. —Eres una buena persona.
KyungSoo detiene sus pasos y se gira. No le mira al rostro, pero mira el pecho del mayor.
—Sé que SeHun te dijo que soy anormal, yo lo escuché. ¿Es por eso que te disculpas? ¿O qué más has hecho...? —Lo último lo dijo en un hilito de voz y ChanYeol siente que alguien le clava una estaca en el corazón.
—Sí, SeHun me dijo eso. Le creí. —Admite. —Pero, incluso antes te me hacías alguien curiosito... —Dice, dudoso. —A lo que voy, es que no debí juzgarte sin conocerte. No has hecho nada malo, a menos que hablar de plantas sea un delito.
—La marihuana puede meterte a la cárcel. Bueno, no la planta, sino la droga. Pero la droga se hace a base de la planta y-
—¿Tú tienes marihuana?
KyungSoo niega.
—Entonces, no irás preso, amigo. —Le da palmaditas en el hombro y reanuda su andar.
KyungSoo le sigue, le costó llegar al costado de ChanYeol porque el chico da pasos enormes con sus largas piernas.
—Gracias por ser sincero... Yo también quiero sincerarme. Me gustan tus glúteos de acero.
—¡Al fin alguien lo nota! ¡No sabes cuanto he trabajado en ellos! —ChanYeol exclama, sus ojos brillan y una gran sonrisa aparece en su rostro. Atrapa a KyungSoo es un fuerte abrazo.
KyungSoo chilla como un juguete cuando es apretujado por los fuertes brazos.
—¡Ya no te disculpo! —KyungSoo se queja, moviéndose en el abrazo.
—Oye, nadie se ha quejado de mis abrazos antes.
KyungSoo frunce el ceño, aunque ChanYeol no puede notarlo por la gorra.
—No me gustan los abrazos. —KyungSoo se defiende.
—Perdóóón.
—No, para que te perdone debes darme tu ración de fresas de mañana.
—Eres un pequeño chantajista. —Dice, sorprendido. No esperó ser amenazado por el menor. —Está bien, te las daré.
Salen del jardín, caminan por el patio principal y entran por las puertas del edificio principal, aquel en el que se encuentra la cafetería.
Dan un paso dentro y ChanYeol siente una vibra rara. Son ideas suyas. ¿Qué podía pasar en un centro aéreo? No mucho, sobre todo, porque no pueden ni volar esa semana. Además, ¿no todos son adultos? Duda que tengan tiempo para armarse dramas entre ellos. En realidad, si hay drama. ChanYeol hace una mueca cuando recuerda su pelea con SeHun. Una pelea que no tenía nada de pelea. ¡Él no ha hecho nada! Fue llamado "saliente de turno" por el mismo SeHun. Es él quien debería estar molesto y esperando una disculpa. ¿Será que SeHun está cerca y por eso el ambiente se siente pesado? Mira a su alrededor, pero no encuentra al mayor de los Do.
—¿Qué crees que tenga?
—No lo sé, solo es un rarito.
—Su propio hermano lo dijo.
—Era obvio desde que salió corriendo en la primera clase.
—Jamás lo he escuchado hablar.
—¿Será mudo?
—Ha de ser una carga para su hermano.
—Pobre, tiene que lidiar con un fenómeno.
Alguien ha escuchado la discusión de SeHun y JongIn. Aunque, esa persona, solo logró escuchar el final, aquel en el que SeHun no dejaba de quejarse de su hermano menor.
KyungSoo los escucha e inmediatamente saben que se refieren a él. No los mira, ni de reojo. No es como si fuera la primera vez que hablan mal de él. Debe enfocarse en ir a la cafetería y comer, seguir con su rumbo. No obstante, los murmullos pasan a ser ofensas directas. Es inevitable recordar su infancia, los insultos y los golpes.
Unos pies se detienen delante de él, rodeándolo.
Al igual que en la escuela. Los chicos se reúnen para molestarle. Al parecer les genera confianza atacar en manada.
—¿Qué quieren?
Esa es la voz de ChanYeol, quien le ha tomado del brazo.
¿Quería protegerlo?
—No lo toques, Park. —Alguien suelta de mala gana. —Se te va a pegar lo raro.
Se escuchan risas.
KyungSoo se cohíbe en su posición.
Incluso cuando huía, los matones le perseguían. No importaba que tan bien se escondiera, ellos aparecerían con grandes sonrisas en sus caras. Sus risas serían más altas que su llanto. Nadie iría por él. Ni siquiera SeHun porque su hermano estaba distraído, jugando.
—No sé de qué hablas, Hyunsik. —ChanYeol, intenta avanzar, pero los otros siguen caminando cerca de ellos.
—Creo que no te has enterado. —Otra voz se suma a la conversación.
—Sí, el mismo SeHun estuvo quejándose del bicho raro de su hermano.
—No solo es raro, ¿has visto sus ojos? Son tan grandes, como los de un horrible sapo.
KyungSoo se impacienta. Odia escuchar a las personas hablar mal de él. Sabe que no le agrada a SeHun y que están peleados, pero ¿por qué su hermano tenía que ir a hablar mal de él con unos desconocidos?
—Hey, KyungSoo, estás muy pálido, ¿qué tal algo de luz?
KyungSoo reacciona muy tarde. Cuando lleva sus manos a su cabeza, su gorra ha desaparecido. La verdad es que no solo odia la luz, sino también su rostro. La gorra le ayuda a cubrirlo. Además, puede excusarse con el hecho de que la luz le fastidia.
—Dame mi gorro. —Se queja.
—¡Oh, sí hablas!
KyungSoo forma puños con sus manos. Ante estas situaciones de acoso, su cuerpo se inunda de temor y permanece callado. Incluso si el insulto de "idiota" está en la punta de su lengua, jamás lo pronuncia. Quiere defenderse, sabe que debe actuar. Su madre se lo dijo mientras le secaba las lágrimas, no debía dejar que nadie lo maltratara. Pero, ¿cómo ella podía decir eso cuando también estaba llorando asustada? Ella podía gritarle a cualquiera que se metiera con él a excepción de su propio esposo. La situación es igual para KyungSoo. Jamás pudo defenderse de su padre. Jamás pudo hacerles frente a sus acosadores escolares. Pocas veces fueron las que trató de defenderse, pero entendió que siempre perdería. Ellos eran más en cantidad y eran mucho más fuertes. No tenía oportunidad de ganar. ¿Por qué seguir intentándolo?
—Pensé que el ratón se había comido tu lengua.
KyungSoo sigue mirando el suelo, esperando a que acaben con los insultos.
—Quizá él no te habla porque eres un imbécil. —ChanYeol lo defiende.
—Hombre, relájate.
—Sí, ¿por qué lo defiendes?
—Ja, ¿no me digas que acaso te gusta el rarito?
A ChanYeol Las palabras de Minhyuk lo desconciertan, pero no se permite flaquear. Gruñe y empuja al sujeto hacia un costado para poder pasar, jalando consigo a KyungSoo.
—¡Oh, por Dios, a ChanYeol le gusta el rarito!
—No me digas, ¿eres un maricón?
KyungSoo recuerda cuando su padre usaba esa palabra contra él. Una y otra vez. Durante su infancia, su adolescencia e incluso su adultez. No puede seguir fingiendo ser fuerte, no puede mantener más tiempo su rostro estoico. La garganta al igual que los ojos le arden, las lágrimas se forman en las esquinas de sus ojos. De su cabeza no sale la imagen de su padre, gritándole diariamente.
—A los maricones deberían matarlos.
Su brazo es liberado. No observa cuando ChanYeol golpea al sujeto en la nariz, pero puede escuchar el gemido de dolor. Asimismo, los pies que le rodeaban se desplazan a otro lado, todos se acercan a ver y a alentar la pelea física. KyungSoo es incapaz de girarse a ver. ¿Por qué siempre que alguien le defendía todo resultaba tan mal?
Su corazón late con rapidez, sintiendo como si se le fuera a salir del pecho. Su cuerpo tiembla y es incapaz de controlarlo. Las lágrimas caen por sus mejillas, al estar su cabeza inclinada, algunas lágrimas van directo al suelo. Puede ver los pequeños charquitos en el suelo. Ni los quejidos de dolor, ni los sonidos de golpes, ni los vítores le inmutan. No quiere ver lo que sucede a sus espaldas. La última vez que alguien había dicho esa frase, su madre había muerto. Está aterrado. La imagen del momento se repite en su mente. A pesar de que las noticias anunciaran que la ciudadana Do Soohee murió por una bala perdida, KyungSoo sabe que ella había muerto a manos de Do Baekho, quien le había disparado. Habían estado discutiendo sobre los constantes insultos hacia KyungSoo. Ella, por primera vez, se había armado de valor para enfrentar a su marido. Él, reaccionó con ira, levantando su pistola y disparándole. Era un policía después de todo. No fue difícil que le cubrieran el delito.
KyungSoo jamás dijo algo al respecto porque está muy asustado para hablar.
Cuando la imagen del cuerpo de su madre, cayendo al suelo delante de sus ojos, se reprodujo en su memoria, comienza a hiperventilar. Todo se vuelve borroso y la bulla se escucha lejana y distorsionada. No puede dar ni un paso, sus pies están pegados al suelo. Se abraza a sí mismo, esperando que la pelea se detenga o que, al menos, no se fijaran en él de repente. Si podían neutralizar a ChanYeol que era un hombre enorme, podrían acabar fácilmente con él.
El alboroto atrae a personas curiosas. Algunas miran desde lejos y otras intervienen. KyungSoo escucha la voz firme del teniente Jung, seguido del sonido de sus botas contra el suelo, corriendo hacia los dos jóvenes que no dejan de agredirse. Las piernas de KyungSoo flaquean, incapaz de mantenerse parado por más tiempo, dobla las rodillas y las apoya en el piso. Se hace una bolita, dándole la espalda al escándalo que sucede a un par de metros de él.
—¡KyungSoo!
El nombrado no se inmuta cuando sintió las manos de SeHun, rodeándole.
El mayor trata de levantarlo del suelo, pero el menor no colabora.
—KyungSoo, vamos a nuestra habitación.
—Me odias.
SeHun paraliza sus intentos de alzar a su hermano, pero mantiene sus brazos alrededor de él.
—Perdón.
—No. —KyungSoo lloriquea, removiéndose de los brazos del mayor. —Estoy cansado de tu actitud. Eres igual a los demás. Pero eres mi hermano y no deberías insultarme, no cuando sabes que me lastimas.
—KyungSoo, perdóname.
—Tú y tu temperamento... Recuerdo lo que dijiste ayer en la noche.
SeHun ladea la cabeza, comenzado a acariciar la espalda de KyungSoo.
—Y sé que sabes lo que haces conmigo. Sabes que me dañas. —KyungSoo le mira al rostro y SeHun no duda en secarle las lágrimas. —Cuando éramos niños dijiste que me odiabas, aún lo haces, aunque usas otras palabras... ¿Por qué?
—Vamos a la habitación. —Insiste. No soporta ver a su hermano menor llorando y queriendo alejarse de él. —KyungSoo, obedéceme.
—¡No! —KyungSoo se sacude, cayendo completamente al suelo, pues antes solamente estaba arrodillado. —Estoy cansado de tus razones, ¿cuánto tiempo hemos hecho esto? Ya no creo en tus disculpas.
—No era mi intención lastimarte. Yo... —Alza sus manos, queriendo tocar a KyungSoo, pero unas manos morenas se interponen, dándole un manotazo.
—KyungSoo. —JongIn murmura, agachándose, abrazándole por la espalda y levantándolo con facilidad.
Sin decir una palabra más, ambos jóvenes se van. SeHun se queda sentado en medio del pasillo, viendo como su hermano se aleja con otro hombre. Puede escuchar los regaños del teniente Jung hacia el grupo que había amedrentado a su hermano, pero no le importa. No tiene fuerzas para levantarse y darle un golpe a todos esos idiotas por hacer llorar a su hermano. Siente que le han arrebatado algo de él. Como si KyungSoo fuera parte de él. Porque siempre cuidó al muchacho, pero éste ahora no le necesitaba más. Y es tan extraño no sentirse necesitado por alguien. Jamás creyó que ese momento llegaría, incluso si lo había estado añorando. Es libre de la presencia de KyungSoo. Soñó con eso durante tanto tiempo, pero ahora que se ha vuelto realidad está espantado. ¿Su hermano está listo para el mundo? ¿Qué hará sin él? ¿Qué rumbo debe seguir? Tuvo planes en el pasado que fueron frustrados y le echó la culpa de KyungSoo. Tal vez, no era culpa de KyungSoo. Tal vez, él estaba asustado de seguir sus propios sueños, de salir de su zona de confort —que, al mismo tiempo, le lastimaba. Prefirió seguir a KyungSoo porque era todo lo que conocía. Claro, su mundo había girado en torno a él por años. KyungSoo es el sol y él lo necesitaba para vivir.
(...)
JongIn camina con rapidez a través de los pasillos, sus brazos rodean con fuerza a KyungSoo, quien no se queja por la acción. Puede sentir a KyungSoo temblando y también puede escucharlo sollozando. JongIn se siente terrible. Como la persona sensible y empática que es, quiere ponerse a llorar junto a KyungSoo. No obstante, eso no solucionará nada. Así que, trata de serenarse mientras suben las escaleras hacia el pabellón de sus habitaciones. Al llegar, no duda en ingresar a la suya. Tampoco, vacila en ir directo hacia la cama de ChanYeol. Sabe que es la preferida de KyungSoo porque desde ahí se ve el jardín. Toma asiento, jalando consigo a KyungSoo, quien cae a un costado suyo. Sus cuerpos se rozan, es lo más cercano que han estado.
Algunos cabellos negros caen sobre el rostro de KyungSoo, JongIn los mueve para observarle el rostro. Preguntaría por la gorra, pero puede darse una idea de dónde se encuentra. No tenía la menor idea de cómo había empezado esa pelea. Escuchó ruido desde su sitio en la cafetería y dejó de comer el pollo frito para ir a ver. Se sorprendió cuando lo primero que vio fue a ChanYeol encima de Hyunsik. Park no es una persona violenta. Aun así, estaba golpeando el rostro del chico con su puño. El teniente Jung lo jalaba desde la cintura, tratando de alejarlo, pero era inútil. ChanYeol es uno de los hombres más altos y fuertes del lugar. Lo segundo en llamar su atención fue SeHun en cuclillas, abrazando a alguien. Notó con rapidez que era KyungSoo. Además, el menor de los Do trataba de alejarse de su hermano. En ese momento decidió intervenir.
—¿Puedes darme un abrazo? —Una voz bajita y débil pregunta.
Sus brazos morenos se mueven inmediatamente, rodeando el pequeño cuerpo.
JongIn está inseguro en preguntar acerca de lo sucedido. Probablemente, KyungSoo no desea hablar de eso. Tampoco sabe si debe tratar de animarlo. ¿Debe quedarse callado abrazándole?
Se fue por la opción más segura.
KyungSoo le ha pedido un abrazo, si quiere algo más, seguro que se lo pedirá. Si quiere hablar, dará un indicio. JongIn sube sus piernas a la cama, KyungSoo lo imita. Ambos se acurrucan en posición de cucharita. KyungSoo mira hacia la pared en la que está situada la ventana, pero es imposible ver el jardín —a menos que estirara el cuello hacia arriba. Su cuerpo ya no tiembla tanto como antes, ahora solo son pequeños espasmos productos de los sollozos. Se siente cómodo con el cuerpo de JongIn tan cerca al suyo. El calor corporal lo relaja al igual que la suave respiración en su nuca.
JongIn se alza un poco para observar el rostro del mayor. Ha transcurrido casi media hora desde que se echaron en esa posición. La pelea, seguramente, ha terminado. Deben estar castigando a ChanYeol y a Hyunsik. JongIn creyó que, en ese lapso de tiempo, KyungSoo habría caído dormido, pero al ver su rostro, lo encuentra despierta. Eso o KyungSoo duerme con los ojos abiertos, lo cual sería aterrador. JongIn se percata que el mayor luce más pálido de lo usual. Además, sus ojos y su nariz están rojizos.
—¿No serás como los demás, JongIn? —KyungSoo murmura y JongIn se estremece, regresa a su antigua posición, detrás del mayor.
—¿Uhmm?
—¿No serás bueno conmigo y después serás cruel cuando no estoy presente?
—No, yo no haré eso.
KyungSoo se remueve entre sus brazos, no para alejarse, sino para girarse. KyungSoo esconde su rostro un par de segundos en el pecho del moreno, luego deja ver su rostro. Le mira fugazmente y a JongIn le resulta adorable. KyungSoo enreda sus piernas con las de Kim. JongIn se sorprende por la atrevida acción. Y sus mejillas se tiñen de rojo cuando siente las manos blanquecinas, apoyándose suavemente en su pecho.
—Las personas creen que no tengo sentimientos... Pero sí, los tengo. —Sus manos están quietecitas sobre el pecho de JongIn.
—¿Ellos te fastidiaron por eso?
—¿Morirías por mí?
KyungSoo ignora la pregunta de JongIn para formular otra. Pero ni siquiera le da tiempo a Kim para responder.
—No deberías. Tu vida es valiosa, JongIn-ah.
JongIn nota que KyungSoo está divagando porque éste continúa hablando acerca de la vida y la muerte. Después, habla de flores y sus significados bonitos. También, le da información curiosa acerca de las plantas. KyungSoo habla. Y JongIn sabe que su presencia le hace sentirse cómodo. Todos pueden pensar que KyungSoo es callado, la verdad es que no lo es. Le gusta hablar por largo rato en susurros acerca de todo. JongIn se dedica a escucharlo, acariciándole la espalda. Siguen así hasta que, lentamente, sus párpados pesan demasiado, se cierran y duermen.
JongIn despierta al sentir unas manos sacudiéndolo. Lo primero que ve es el rostro serio y magullado de ChanYeol.
—Despierta a tu novio, el capitán general quiere hablar con él.
Ni bien despierta y parece que ya va a enfrentar otro problema. No se refiere a levantar a KyungSoo, sino al hecho de que el capitán general, Sukho, quiere hablar con KyungSoo. No suena como algo bueno, pero no tiene motivos para adelantarse a los hechos. KyungSoo es la víctima de las agresiones y debe ser defendido. Decide ser optimista. Ejecuta con su diestra ligeros movimientos en el hombro de KyungSoo hasta que éste abre los ojos.
—Debes ir a la oficina del capitán. —Avisa, tratando de usar un tono dulce para no alterar al mayor.
—No sé dónde está su oficina.
JongIn suelta una risita. KyungSoo luce mucho mejor que la última vez que lo vio, lo cual fue hace un par de horas. Su rostro ha recobrado su color, su nariz y ojos ya no están rojos. Su voz tampoco suena frágil.
—Te acompaño. —Sugiere. —Estuve ahí un par de veces.
Luego de que el capitán general le reveló que su padre fue dado de baja. JongIn pasó tiempo en la oficina de él para sacarle más información. Lo hizo de la manera más sutil posible. Tan sutil que no descubrió nada. ¡El capitán es tan intimidante! Terminaban hablando acerca de las misiones en las que intervino el capitán y su padre, las reacciones que ambos tenían y sus formas de actuar. No descubrió nada relevante. Su padre era igual que él en el sentido de tomar decisiones controversiales. Era un hombre valiente.
KyungSoo asiente a sus palabras.
Ambos se levantan de la cama. KyungSoo camina directamente hacia la puerta mientras que JongIn se estira.
—¿Te dijeron algo? ¿Algún castigo? —Kim inquiere, viendo a Park caminar inquieto por la habitación.
—Te contaré cuando regreses.
JongIn arrastra los pies por la habitación, aun adormilado.
Luego de salir de la habitación y cerrar la puerta, KyungSoo comenta:
—Tienes los pelos parados, parece que te has electrocutado.
JongIn lleva sus manos a su cabeza, tratando de aplanar su cabello.
—Te ves bonito, JongIn-ah. —Ríe.
JongIn detiene los movimientos de sus manos. Si KyungSoo dice que se ve bonito, entonces, se ve bonito (pero, en realidad, sí está bastante despeinado). JongIn sonríe, animadamente, y dirige el camino. El trayecto es silencioso. JongIn gira de vez en cuando hacia atrás para ver a KyungSoo, quien, por algún motivo, camina más lento. O quizá JongIn está caminando más rápido porque está desesperado por saber que va a pasar. En fin, van uno detrás del otro por los pasillos y por las escaleras. Llegan al mismo nivel cuando están frente a la puerta. JongIn es quien la toca. Esperan un par de segundos y reciben por respuesta: "un momento".
—JongIn-ah. —Su voz sale más fuerte de lo usual, como si el miedo hubiera abandonado su cuerpo.
El nombrado gira hacia la izquierda y mira al mayor con atención.
—No quiero seguir aquí. —Confiesa. —Lo estuve pensando mientras caminábamos hacia acá. No tengo una fortuna, pero podré encontrar donde vivir con tranquilidad. —Su mirada fija en el piso, asciende con lentitud hasta el rostro de JongIn. —Pero no estoy seguro si nos volveríamos a encontrar. Podríamos llamarnos, pero ¿sería lo mismo a estar juntos? O yo podría irme muy lejos y sería casi imposible vernos... —Su mirada vuelve a perderse.
—Yo te apoyaré en la decisión que tomes. —Susurra, su mano se balancea hacia la blanquecina, la roza sutilmente. —Aunque, no me gusta la idea que te alejes cuando estamos empezando algo.
—Una relación romántica. —KyungSoo dice, sin titubear, su mirada está centrada en el letrero con el nombre del capitán general pegado en la puerta.
—Sí, una relación romántica.
El meñique moreno se entrelaza con el meñique blanquecino.
JongIn mira también el cartel con el nombre de Lee Sukho. Recuerda que el hombre fue compañero de su padre y... ¡Su madre!
—Podrías quedarte con mi mamá. —JongIn sugiere a penas el pensamiento cruza su cabecita. —La última vez que hablé con ella dijo que adoptaría un perro para sentirse menos sola.
—Pero yo no soy un perro.
Kim ríe. —Lo sé. Me refiero a que puedes hacerle compañía.
—¿Ella querrá eso?
—Podemos averiguarlo...
KyungSoo piensa en esa opción menos tiempo del que le hubiera gustado. La puerta se abre, Hyunsik sale de la oficina. El hombre frunce su ceño ante KyungSoo, trata de verse rudo, pero falla. Hacer muecas le resulta doloroso por todos los golpes que se llevó de Park ChanYeol. Así que, pasa de largo, sin decir ni hacer nada más. Después, por la puerta, se asoma el teniente Jung, quien invita a KyungSoo a ingresar. También, le dice a JongIn que espere afuera.
KyungSoo ingresa, la puerta se cierra y JongIn está a punto de desfallecer en medio del pasillo. Se muerde las uñas de la desesperación de no saber qué está pasando ahí dentro. Se dice a sí mismo que debe tener más confianza en KyungSoo, en el teniente y en el capitán general. De todas formas, KyungSoo entró ahí listo para renunciar no solo a la ROFAK, sino a volar aviones de caza.
Adentro de la oficina hay alguien decidido y dos personas que tratan hacerle cambiar de parecer.
—Eres un excelente aviador, KyungSoo. —El teniente Jung interviene. —Si te vas será una gran pérdida para el equipo.
El menor niega con la cabeza.
—Eso no es verdad. Pronto conseguirán a alguien mejor que yo.
—Si esto es por el Hyunsik, —el capitán general habla, colocando sus codos sobre su escritorio, en un intento de verse como el hombre a mando. —debo avisarte que él ha sido expulsado. No toleramos esa clase de comportamientos.
—Su compañero, Minhyuk, también fue expulsado, ya que él fue partícipe de la agresión.
—Me parece estupendo que reaccionen de esa manera ante la violencia. —KyungSoo habla bajo la atenta mirada de los otros dos hombres. —Aun así, eso no cambia mi decisión.
—¿Es por el fallo del avión de caza? ¿Tienes miedo a volar? —El teniente Jung trata de ser más comprensivo y se acerca al menor. —Los aviones están siendo inspeccionados para que no ocurran más fallas.
—No le tengo un miedo paralizante a volar. He decidido hacer algo que quiera.
El capitán gruñe, notoriamente enojado. —¿¡Y tu hermano!? Si no estás, él se quedará sin compañero. También, tendrá que irse.
KyungSoo iba a comentar que no le interesa lo que suceda con SeHun, pero el teniente Jung fue más rápido.
—De hecho, señor, con la baja Park ChanYeol y, suponiendo, la baja de Do KyungSoo, habría dos equipos incompletos. Entonces, Kim JongIn y Do SeHun deberían unirse si quieren culminar su entrenamiento especial en la ROFAK.
KyungSoo se sorprende ante la noticia de que ChanYeol también fue dado de baja.
—¿Por qué? ¿Por qué ChanYeol ya no...?
—No toleramos ningún tipo de agresión. —El capitán repite. —Somos muy estrictos con eso.
—Pero él intentó defenderme, él no hizo nada malo.
—Él golpeó a Hyunsik. ¿Le viste la cara? Está hecho mierda. —El capitán suelta, su postura se relaja a pesar de lo tensa de la situación. Nunca antes había sucedido esto. Peleas, sí. Pero dar de baja a tanta gente el mismo día, es una locura.
—JongIn es mejor piloto que yo. Si no me voy, él tendría que irse, ¿no?
Los otros dos hombres se miran entre ellos, aunque ninguno asiente o da indicio de afirmación.
—No solo es mejor volando, sino que quiere quedarse. El hecho de querer permanecer en la ROFAK debería tener mayor peso. Si yo me quedo aquí, trabajaré monótonamente, sin ganas, mientras que JongIn buscará ser mejor.
—KyungSoo tiene un buen punto, señor. —El teniente Jung habla. —Tampoco podemos obligarlo a quedarse.
Con un suspiro, el capitán general accede a que KyungSoo deje la ROFAK ese mismo día, al igual que los otros tres implicados en la pelea. Por un lado, Hyunsik y Minhyuk son los primeros en irse de las instalaciones de la ROFAK. Sus superiores han sido notificados de sus malas acciones. Serán castigados en sus unidades. Por otro lado, ChanYeol y KyungSoo parten más tarde. El primero, es decir, ChanYeol no quería irse, él está realmente triste por cómo se desarrollaron los hechos. Incluso, si él decía que no pasaba nada y que volvería a defender a KyungSoo sin importarle las consecuencias... La verdad era otra. ChanYeol no iba a golpear a Hyunsik hasta que ese sujeto tocó un tema sensible para él. El hecho de insultarle y desearle la muerte, de forma implícita, fue lo que hizo perder la paciencia. Y por ese imbécil no solo había perdido la oportunidad de estar en la mejor academia de aviación de Sur Corea, sino que sería regañado por su jefe de unidad, Choi Hawoo. Cabía la posibilidad de que el hombre lo echará definitivamente, lo cual terminaría con una pelea con su padre. El señor Park estaría totalmente disgustado. El segundo, es decir, KyungSoo, estaba celebrando internamente su salida de la ROFAK. Cuando salió de la oficina del capitán general, saltó a los brazos de JongIn, dejándose llevar por la felicidad. No había odiado el ser aviador, pero sin duda no era algo que disfrutara al máximo. Después de todo, lo hizo porque era lo que su padre dictaminó para él. Lamentablemente, había terminado arrastrado a su desgracia a su hermano mayor, quien, si antes estaba disgustado con él, ahora, sin duda, lo odiaba. KyungSoo siempre estuvo consciente de que ese no era ni de cerca el sueño que SeHun tenía en la secundaria. Aunque dijera algo, SeHun le ignoraría y seguiría detrás de él. Al parecer, eso había terminado y de la peor manera posible.
Luego de haber saltado a los brazos morenos, caminó con entusiasmo hacia su habitación, abrió la puerta y empacó. SeHun estaba presente, echado en su cama, pero no emitió ni una sola palabra. KyungSoo cogió su maleta lista y la dejó junto a la puerta, iba a abrirla e irse en silencio, pero prefirió despedirse. Un simple "me voy de la ROFAK, SeHun" fue lo que dijo. Su hermano mayor no respondió. Salió de la habitación y pasó largo rato en el cuarto Kim-Park, pues los amigos sí se estaban despidiendo. En algún punto, ChanYeol comenzó a llorar y KyungSoo se sintió culpable porque, en su cabecita, era su culpa que expulsaran a ChanYeol.
Varios minutos después, se encuentran los tres ante las rejas de la ROFAK, las cuales están siendo abiertas. Al lado derecho de KyungSoo está ChanYeol y al lado izquierdo está JongIn. El moreno es el único que está ahí para despedirse. KyungSoo mira un par de veces hacia atrás, deseando que su hermano aparezca en último momento. Y eso lo confunde. Está molesto con SeHun, ¿por qué quiere verlo?
No hay momento para pensar más en ello. Las puertas están abiertas. ChanYeol se ofrece a llevar la maleta de Do, KyungSoo acepta. La ROFAK no los llevará de vuelta a sus casas o a sus respectivas bases, las cuales han sido informados sobre lo sucedido. Ellos deben decidir a donde ir. Hace varios minutos, cuando estuvieron en la habitación, JongIn comentó que KyungSoo iría a su casa, bueno, a la casa de su madre. A ChanYeol se le antojó irse a esconder a la casa de la mamá de JongIn. Escuchar a KyungSoo hablando acerca de sus sueños, dispuesto a empezar de cero, le dio el impulso de desear lo mismo. Pero todavía estaba asustado. Podría irse, visitar a su familia y regresar a su unidad sin su mejor amigo, esperando a que éste volviera de la ROFAK. O podría irse y empezar de cero, al igual que KyungSoo.
—Adiós, ChanYeol. —JongIn dice, estira sus brazos y los envuelve alrededor de su mejor amigo. —Te extrañaré.
—Hey, no debes hacerme llorar otra vez. La lloradita en la habitación fue suficiente. —Park murmura mientras sus brazos corresponden al abrazo.
El abrazo termina cuando ChanYeol atrapa a KyungSoo, viéndolos. Park retrocede, mira a los tortolos y decide darles su espacio.
—Te esperaré afuera, KyungSoo.
Kim y Do observan como Park sale de la ROFAK.
—Entonces... —JongIn susurra. —Si logras convencer a mi madre de dejarte vivir con ella, espero asistas a mi graduación.
—Lo haré, incluso si no vivo con ella. Yo quiero volver a verte, JongIn. —KyungSoo confiesa.
—¿Te gusto? —Su pregunta es directa, aunque lo disimula con sus ojos fijos en el suelo. No son las únicas personas ahí. Otros trabajadores de la ROFAK están caminando cerca.
JongIn sabe la respuesta. KyungSoo dijo que están en una relación romántica. Pero necesita oírlo una vez más.
KyungSoo alza la cabeza y busca la mirada de JongIn. El moreno lo nota, se llena de valor y levanta el rostro. Sus miradas chocan y se ríen nerviosamente.
—No soy capaz de ver a las personas a los ojos, incluso con SeHun me cuesta. —KyungSoo admite. —Pero no me incomoda verte a ti. Eres el hombre más guapo que he visto, JongIn-ah.
JongIn sonríe, tiene ganas de coger las mejillas de KyungSoo entre sus manos, acariciarlas y besarlas. Pero sabe dónde está parado. Así que, se contiene. La sonrisa resulta insuficiente para expresar su alegría. Incluso, las palabras no alcanzan, pues JongIn no sabe qué responder.
—Ya deberías irte. Mientras más tarde es, más difícil es conseguir transporte. —La persona al lado de la reja habla fuertemente.
KyungSoo asiente a sus palabras y antes de dar un paso más, se gira hacia JongIn.
—Te veré en dos meses.
JongIn mira como KyungSoo camina hacia ChanYeol. Ve que se alejan, tienen mucho que caminar hasta llegar a un paradero. Las rejas se cierran. Y él permanece ahí parado. En su mente se repite el momento de KyungSoo diciéndole que le cuesta ver a las personas a los ojos, menos a él. Eso lo convierte en alguien especial. Alguien que consiguió que el mayor se sintiera cómodo. Pero la alegría se ve opacada por el momento triste que le rodea. KyungSoo admitió que gusta de él y dos segundos después se marchó.
¿En dos meses seguirían queriéndose?
El viento frío hace que tiemble en su sitio. Envuelve sus brazos alrededor de su abdomen y va hacia su habitación. Sin embargo, una vez que está parado frente a su puerta, se queda mirando la puerta de los hermanos Do que, ahora, pertenece únicamente a SeHun. Cuando habló con KyungSoo cuando éste salió de la oficina del capitán general, se llevó la sorpresa de que, con la baja de ChanYeol, debía formar dúo con SeHun. Eso será incómodo.
Camina hacia la puerta de SeHun y la abre sin tocar. El mayor le mira con indiferencia.
—Tu hermano se ha ido.
—Lo sé.
La frialdad con la que lo dijo hace que JongIn se sienta aún más enojado que antes.
—ChanYeol también tuvo que irse. Tú y yo seremos compañeros.
SeHun, quien estaba echado en su cama, se sienta y se estira hacia los costados, sacándose conejos.
—KyungSoo volverá.
JongIn chista.
—Creo que aún no lo entiendes. Él no solo se ha ido de la ROFAK, sino también de tu vida. Él ni siquiera piensa en ir a su casa.
Por un segundo, JongIn jura haber visto preocupación en los ojos de SeHun.
—No te pido que seamos amigos, pero debemos llevarnos lo mejor posible si es que vamos a volar juntos.
SeHun no responde.
JongIn no está realmente esperando una respuesta. Así que, sale de la habitación y cierra la puerta. Deja escapar un suspiro, hablar con SeHun le da un poco de miedo. Cuando lo intentó en la tarde todo terminó en una discusión. Camina hacia su habitación, exhausto. ¿Cómo es posible que todavía no sea de noche? Él ya tiene ganas de acostarse y dormir.
Gruñe y se mentaliza acabar bien no solo ese día, sino todos los siguientes hasta finalizar el entrenamiento. KyungSoo aseguró que vendría a la ceremonia de finalización del entrenamiento, a la cual no solo invitan a sus jefes de unidades, sino también a sus familias. Su madre y KyungSoo estarían ahí. JongIn está dispuesto a esforzarse al máximo para que cuando ambos vinieran, vieran que él se ganó ese puesto en la placa, la misma en la que está su padre. Ese momento también podría ser apropiado para preguntar por su progenitor. JongIn creyó que el hombre había muerto como un héroe, en pleno combate, pero el capitán general, Lee Sukho, afirmó que su padre se había retirado y regresado a su hogar. No quería quedarse con la duda de lo que le había sucedido.
Escucha el timbre que anuncia el inicio de una nueva clase. Sale de la habitación y en el pasillo ve a SeHun caminando. El mayor está dirigiéndose a clase como si su hermano no acabara de irse.
JongIn no entiende las peleas familiares y desea jamás entenderlas.
En pleno pasillo, JongIn se percata que KyungSoo le halagó. Le dijo que es el hombre más guapo que ha visto.
Oh, por Dios.
JongIn se tropieza con su propio pie. Se sonroja cuando atrae las miradas curiosas de sus compañeros. Pero sigue andando feliz como una lombriz. Porque él es el más guapo, incluso despeinado.
Continuará...
holi
Los glúteos de acero de ChanYeol:
¿Cómo reaccionará la señora Kim? :o
¿SeHun y JongIn se matarán entre ellos?
Lo descubriremos mañana👀
🐻¡Gracias por leer!🐧
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