⁷
Isabela rápidamente se posicionó frente a la cómoda en una pose extraña tratando de cubrir la visión ensamblada. La cara de su padre era de sorpresa total.
----- He-hey... ¡Papá! –exclamo nerviosa mientras Casita movía la cómoda para ayudar a la chica–
----- Isa... ¿Que es eso? –cuestiona con la mandíbula caída, apartando a la chica con cuidado–
Isabela miro a todos lados buscando una excusa, su padre la tomó del hombro con angustia en su mirada.
----- No me digas que es una visión de Bruno... –pidio, la mirada nerviosa de Isabela le respondió– explica
----- Me metí a la torre del tío Bruno buscando el misterio de porque la magia se está debilitando por un consejo que me dió Camilo, lo que sucede es que viendo la visión puede que sea por mi... ¿Culpa? –hablo muy rápido, que bueno que su padre logro comprender–
----- Estoy es malo, muy, muy malo –paso una mano por su frente con angustia–
----- ¿Que sucede? ¿Porqué estás tan angustiado? –pregunta algo confundida por la actitud de su padre–
----- Tu madre podría ponerse ansiosa con saber que has encontrado algo de Bruno, y-y Pepa podría generar un tornado –relato los sucesos que podrían pasar, pasando a agarrar a su hija nuevamente por los hombros– nadie, y recalcó, NADIE debe saberlo Isa, será nuestro secreto.
La puerta se abrió dejando ver a Dolores con su boca abierta por el asombro de lo que acaba de escuchar. Ambos miraron a la de moño con ansiedad.
----- Yo sé... ¡Mmhm! –solto para salir corriendo de allí y dirigirse a la sala–
----- Miércoles... –dijeron padre e hija–
Agustín procedió a guardar todos los pedazos de la visión en sus bolsillos con rapidez, le había dicho a Julieta que ayudarían con la cena de esta noche. Ambos bajaron las escaleras, con una sonrisa nerviosa y se dirigieron a la cocina.
----- Ay, Agustín, que bueno que llegan –exclamo Julieta aliviada– necesito que vayas a conseguirme estás hierbas de tu huerto hija –le dió un papel con el nombre de bastantes hierbas– y tú Agustín, ayúdame a amasar
----- Enseguida –el padre se arremango la camisa y se aproximó a un cuenco, mientras que Isabela se aproximaba a la salida de la cocina–
----- Isabela, puedo hablar contigo –pidio, o mejor dicho: ordeno, la matriarca con el seño ligeramente fruncido–
(¿Ahora que hice?) Se cuestiona Isabela para aproximarse a su abuela.
----- ¿Que sucede abuela?
----- ¿Dónde estuviste?
----- Por... Ahí –se excusó–
----- Tu amiga dice que te llenaste de tierra –dijo–
----- En el bosque, si, en el bosque –dijo no tan segura de su respuesta–
----- Isabela Madrigal, quiero la verdad –sentencio–
La mirada de Isabela reflejaba miedo, si contaba la verdad sería castigada y vista como la oveja negra, un símbolo de desgracia y vergüenza para la familia.
Para su suerte, Julieta tenía prisa con terminar la comida y poderse arreglar quizás un poco.
----- ¡Isabela! ¡Ve por las hierbas por favor! –grito desde la cocina, la mencionada miro a su abuela esperando aprobación para irse–
----- Bien, ve por las hierbas, pero no quiero que arruines la propuesta como casi arruinas la ceremonia de Antonio –sentencio, y se retiro de allí–
----- No pasará abuela... Lo prometo –sonrio triste para salir rápidamente de Casita, debía darse prisa por las hierbas–
𖣘❀❁𑁍᪥⁂𖣘
Hora de la cena para la propuesta, los Rivera llegaron un poco temprano por lo que pidieron ayudar a acomodar las cosas para la cena, por ese acto Alma se la paso elogiando a Miguel e ignorando la prescencia de Marco, el hermano gemelo de Miguel.
----- Me alegro que aceptarán nuestra invitación a la cena Imelda –la otra señora, de vista igual de vieja que Alma, sonrió levemente–
----- Bueno, Miguel quería venir a terminar de conocer a su futura esposa –contesto la abuela, y actual tutora, de los gemelos–
----- No sabes el bien que tú hijo tan propio podría hacerle al milagro y a la familia misma –comento Alma sonriendo, dos mujeres de carácter fuerte en una misma mesa, de temer señores–
----- Oh gracias Alma, a Miguel tambien le emociona está boda, ¿No es así Migue?
----- Oh, claro que sí mamá Imelda –sonrio, obviamente con falsedad pero sus sonrisas parecían tan reales apresar de ser falsas. Camilo veía a Miguel con tristeza, pero trataba de mantenerse positivo, su prima tiene un buen hombre.–
Por otro lado, Isabela y Dolores parecían tener una guerra de miradas, la sonrisa casi permanente de Dolores seguía allí pero sus ojos reflejaban la incomodidad por la mirada constante de la de lila.
----- Isabela, pásame las papas por favor –pidio la abuela, Isabela le pasó el cuenco con el puré de papas a su abuela, en ese segundo que se distrae Dolores le contó a Camilo lo que escucho–
----- Oh no... –sus pupilas se achicaron en miedo–
Camilo al escuchar lo que Dolores dijo se ahogo con su bebida comenzando a cambiar constantemente de forma, Félix se le quedó viendo raro. Al terminar de toser quedó con una forma deforme, un ojo más largo que otro y caído mientras que su mandíbula estaba fuera de lugar; él de amarillo miro a su prima con cierto miedo, en este punto debía decidir si hablar o callar.
----- Am... Camilo –Marco llamo la atención de Camilo– ¿Estás bien? –el nombrado volteo a ver a Isabela nuevamente–
La mirada de Camilo se tranquilizó un poco, sonrió un poco a su prima y luego volteo a Marco.
----- Si, solamente estoy emocionado por la propuesta de Miguel –levanto su mano derecha junto a una copa con jugo de uva fingiendo emoción–
Felix sabía que su hijo mentía, era conciente de eso, Camilo a pesar de ser buen actor era malo para mentir, la cuestión es que el miente cuando lo ve necesario y no quería presionarlo a hablar.
El de ruana azul asintio tranquilo, Mirabel y Marco habían compartido muchas miradas, la única persona que lo notó fue Dolores, no estaba feliz con eso, ninguno de los jóvenes estaba feliz: Camilo estaba triste sediendo a su amado para que la abuela esté feliz; Mirabel sedera su felicidad y su futuro solamente para mantener el milagro; los gemelos Rivera están haciendo la misma tontería que su hermano y su prima. Seder su felicidad por el "bien mayor". Miro a su hermanito suplicando por perdón, miro a Isabela, quien se encontraba más tranquila y ya no la miraba así que procedió a hacer su ruin jugada.
----- Oye Toñito~ –canturreo en voz baja tratando de sonar juguetona, el pequeño sabía que Dolores tenía un chisme nuevo cuando usaba ese tono–
----- ¿Si?
----- ¿Quieres saber lo que un pajarito me dijo? –pregunto, en el futuro se arrepentirá de esto–
Procedió a acercarse al pequeño para susurrarle lo de la visión, Isabela voltea a dónde Antonio y Dolores notando que está le estaba contando algo. Miedo. La mirada del menor se llenó de angustia y colocó sus manos sobre su boca en un gesto dramático de silencio, Antonio no es tan bueno guardando secretos, pero la segunda mejor persona en guardar secretos es su padre. El pequeño se aproximó al sureño con intenciones de explicarle lo que Dolores le contó, no quiere tener eso en mente.
----- ¡Dolly! –susurro entre dientes viendo a la de moño, quien ignoro su mirada ya empezando a desesperarse–
Cuando Antonio dejo de hablar Félix escupió su agua, mojando a Miguel. El adulto sonrió nervioso y se disculpo, el chico le resto importancia; la antorcha del chisme paso a Pepa, quien creo una nube negra sobre todos. El estrés de que su abuela se entere se aproxima.
----- Pepa la nube –hablo con una sonrisa forzada y entre dientes–
----- ¿Se encuentra bien señora? –pregunto Miguel, Imelda miro a Pepa analizando la–
----- ¡Está muy emocionada por tu propuesta! Al igual que Camilo –hablo el padre de Isabela–
----- La cual deberías hacer, justo ahora –dice la de lila moviendo y empujando a Miguel de su silla–
Mirabel fulmino con la mirada a su hermana menor.
----- Me alegro que te emociones por esto querida hermana –sonrio, queriendo olvidar el posible coraje que le guardaría–
----- Disculpe señorita Isabela, pero yo pensaba hacer un pequeño espectáculo antes de la propuesta. –aclaro el Rivera–
----- La tradición dicta cenar y luego cantar –informo Isabela–
----- Soleado, soleado, soleado –murmuraba Pepa mientras peinana su trenza, se aproximó a Julieta a contarle lo que hizo su hija–
----- Creo que deberíamos irnos chicos –dijo Imelda algo desconcertada–
----- No es necesario Imelda, no pasa nada –Julieta, quien acaba de enterarse de lo sucedido, se lo cuenta a su madre, su sonrisa incómoda paso a ser una nerviosa–
----- Yo creo que sí Alma –sentencio la señora de vestido púrpura–
La nube de tormenta de Pepa comenzó a ponerse más agresiva, los animales de Antonio comenzaron a volar sin control, Camilo cambiaba aleatoriamente de forma y Dolores podía escuchar todo y nada al mismo tiempo. Las ilusiones de Mirabel se volvieron tangibles, una golpeó bruscamente la nariz de Marco mientras que Miguel recibió unos cortes en su ropa.
----- ¡¡Con permiso o sin permiso!! –exclamo Imelda furiosa y toda empapada– ¡Nosotros nos retiramos! ¡Primero habla con tu familia y luego casas a tu nieta!
Imelda salió de allí molesta y jalando a sus nietos, miro con pesar a Marco, quien tenía la nariz rota.
----- Mira como te dejaron la nariz... –dijo Imelda mientras se alejaba con ambos–
Alma miro a la salida del comedor tratando de detenerlos, ya algo tarde, así que volteo a su familia con una mirada molesta.
----- ¿¡Que diablos está pasando?! –pregunta ahora furiosa. Isabela perseguía a dos animales que tenían los fragmentos de la visión–
----- ¡Isabela encontró la visión de Bruno, ella aparece destruyendo la magia y estamos perdidos!! –grita Camilo sin poder contenerlo más–
La bandeja que contenía los trozos de visión armados fue lanzada hacia Alma, dejando ver la figura de Isabela frente a Casita llena de grietas. Grietas grandes y pequeñas comenzaban a expandirse por todo el comedor, la más crítica detrás de la de lentes.
La puerta detrás del comedor se abrió rebelando al pueblo con un cartel que decía "Felicidades", celebrando un matrimonio que no ocurrió.
Los dones de todos se descontrolaban, la tormenta paso a ser por todo Encanto, Dolores había dejado de escuchar todo, no oía nada y derrepente escuchaba hasta a un insecto caminar; Camilo ya había dejado de transformarse, dando a entender que perdió su don; los animales y creaciones de Toñito y Mirabel estaban fuera de control. Esto preocupó a los pueblerinos. Todos salieron de la cocina a prisa.
----- ¡¡He perdido mi don!! –salio corriendo de allí, siendo seguido por su padre angustiado por el–
----- ¡Cam! Espera
----- ¡¡Mira lo que hiciste!! –grito Mirabel a su hermana con molestia, dirigiéndose a su habitación–
----- ¡Lo logré! –grito Dolores algo feliz, pero igual estresada–
----- ¡¡Pero yo no hice nada!! Fue la visión de Bruno –exclamo buscando que eso la excusara–
En el suelo múltiples ratas corrían con trozos de la visión, creyendo que fueron mandadas por Antonio decidió perseguirlas, llegando a una pintura.
𖣘❀❁𑁍᪥⁂𖣘
----- Señora... ¿A todos nos preocupa la familia? ¿Se encuentra todos bien? –pregunta un pueblerino con angustia en su voz–
----- Absolutamente –respondio– la magia está fuerte, la familia está bien. ¡Somos los Madrigal!
La anciana entro a su hogar, pues se encontraba afuera con los demás. Gritando con furia el nombre de su nieta.
𖣘❀❁𑁍᪥⁂𖣘
¿Que si me gusta alterar las escenas tanto que no parecen de la misma película?
En efecto, eso siento que le da su toque a esta mamada.
En fin, ¡Casi dos mil palabras en este capítulo!
Eso es un logro... Supongo
Cómo sea, espero que les esté gustando esto, me tardo en actualizar por: Nose, simplemente me tardo.
Siguiente historia que tiene su siguiente capítulo casi acabado: Última lágrima que dar y ¿Un que? ¡Soy un Potter!
En fin, ¡¡Nos vemos!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro