En el balcón de una de las habitaciones de un castillo, un hombre de mirada meditabunda se encontraba parado con la mira fija en el hermoso jardín del lugar, de repente ante su mirada apareció en medio de las flores que el miraba fijamente, una bella jovencita de piel blanca cual porcelana, delicados rasgos y cabello negro.

Milk, mi bella niña, pronunció el hombre, mientras observaba con detenimiento a la nombrada. Cuanto has crecido, aún recuerdo la primera vez que te tuve entre mis brazos, eras tan bella a pesar de ser tan pequeñita, pero a ves te veías tan frágil e indefensa, que a partir de ese día te convertiste en el nuevo motor de mi vida, haciendo que aquel dolor no esperado se haga menor, si menor, agrego el hombre, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

En un pasillo que daba a una habitación, un gigantesco hombre de mirada entristecida, esperaba alguna noticia sobre su esposa y su futuro hijo, si hijo, el hijo que él tanto anhelaba, su sucesor, su heredero, el futuro rey de su reino; de repente, vio a una mujer salir de la habitación.

Aún nada, dijo el hombre.

No su alteza, respondió la mujer.

¿Cómo está mi esposa?, agrego el rey, en tono preocupado.

Muy débil, el médico dijo que tendrán que inducir el parto como ya se lo comento antes, contesto la mujer.

Luego de ello la mujer volvió a entrar a la habitación, mientras la mirada del hombre entristecía más, al tiempo que pensaba: "Milka, no nos dejes, lucha"

El pensamiento del rey, fue interrumpido por el sonido de su celular, este inmediatamente contesto el mismo.

¿Compadre ya nació mi futuro yerno?, escucho.

Aún no, respondió el gigantesco hombre, con nostalgia.

¿Qué te pasa Ox?, te noto melancólico desde hace algunos días, y no comprendo la razón, hoy nace tu primogénito, tu heredero, tu sucesor, escucho.

El parto se complicó debido a la enfermedad que padece Milka, el médico me dijo que si no puede tener a nuestro hijo por parto natural la inducirán, y parece que ello hará, ella está muy débil es probable no resista, acoto el rey, con melancolía.

No pierdas la fé Ox, Milka es muy valiente, ella vivirá para que juntos vean crecer a su hijo, escucho.

Tras unos minutos más de platica, el señor Ox, dio por culminada la llamada, al tiempo que un llanto inundo el pasillo.

Mi hijo, mi hijo ha nacido, pensó el rey.

De repente salió la habitación la misma mujer que minutos antes había hablado con él.

Su alteza, el médico dice que pase, pronunció la mujer en tono un tanto nostálgico.

El rey inmediatamente entro a la habitación, al hacerlos el médico poso su mirada en él, mientras agregaba: Se hizo todo lo posible, pero como ya se lo había dicho antes, era un embarazo de riesgo, y por ende el parto también lo fue, la reina ha fallecido, pero se fue viendo el rostro de su hija.

Aquellas palabras parecieron calar en lo más profundo del corazón del gigantesco rey, quién camino hacia la cama donde aún yacía el cuerpo inerte de su esposa, la tomo de la mano, la lleno de besos, al tiempo que unas lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas, solo el llanto desgarrador de un bebé, pudo hacerlo reaccionar.

Ella es su heredera, la princesa de Fripan, la reina nos dijo que quisiera que se llame Milk, pronunció el médico, haciendo que el gigantesco hombre pose su mirada en aquel pequeño bultito cubierto de mantas que una enfermera sostenía y que lo acercaba a él.

Su majestad, mírela, es una hermosura, y necesita de usted, dijo la enfermera.

A pesar del dolor del momento, el rey con sus manos temblorosas y su rostro bañado en lágrimas, tomo a la niña. Una vez que la tuvo en sus brazos, poso su mirada en ella, en verdad se veía muy frágil y tierna, pero además bella muy bella.

Una niña, pronunció el rey.

Sí, una bella niña, dijeron el médico y la enfermera.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Desde ese día, te convertiste en mi todo, y tú retribuyes todo lo que hago por ti siendo una buena hija y una excelente princesa para tu reino, si eres una excelente princesa, todos te aman en el reino; ni pensar que quería que fueras niño, hasta quería comprometerte con la hija de mi compadre, pero fuiste niña, mi bella niña, tan bella que los príncipes de otros reinos vienen con cualquier pretexto al castillo solo para tener alguna opción de tratarte u obtener alguna cita contigo, pero tú siempre los evades diciéndoles que para que tu salgas con ellos, tienen que vencerte en el deporte que te apasiona y que practicas desde muy pequeña "Las artes marciales". Las artes marciales el deporte que practique yo también cuando era joven y que tu decidiste seguir, bueno debes llevarlo en la sangre el amor por ellas, como alguna vez me lo dijo mi maestro, quién también es el tuyo ahora; las artes marciales son tu excusa perfecta para evadir cualquier cita posible, ya que hasta ahora ningún príncipe de los pocos que se atreven a retarte han podido vencerte, y digo de los pocos, pues no son muchos los príncipes que practican este deporte, es más algunos de ellos se pusieron a practicarlo en cuanto supieron que ello era la condición para obtener una cita contigo, y que decir de las princesas, nadie practica artes marciales solo tu mi niña, solo tú, pensaba el gigantesco hombre, cuando en eso, la puerta de su habitación empezó a sonar interrumpiendo sus pensamientos.

Toc toc toc

Adelante, dijo el rey, sin despegar su mirada del balcón.

Tiene una llamada, es de la Capital Sur, pronunciaba una uniformada.

Bien, la tomare aquí, respondió el rey, alejándose del balcón.

Tras algunos minutos, el gigantesco rey tomo el fono del teléfono, al tiempo que agregaba: Habla Ox Satán.

Compadre...., se escucho.

En tanto:

Un apuesto joven de cabello alborotado se encontraba bebiendo unos refrescos junto a sus amigos, mientras platicaban entre ellos.

Entonces, será tu último día de trabajo, decía un joven.

Sí, respondió con una bella sonrisa el apuesto joven de cabello alborotado.

Se te extrañará, contesto otro de los jóvenes, haciendo una pausa para acotar: ¿Y a dónde irás?, ¿a poco decidiste ya no trabajar porque aceptaste la propuesta de algunas de las nenas que andan tras tus huesitos?

¿Qué propuesta?, pronunció un joven de pañoleta blanca en tono curioso.

Esa de darle vida de rico, es decir tener una vida tranquila sin trabajar, solo a cambio de su compañía, agrego otro joven sonriendo.

Ese es el beneficio de ser tan apuesto, dijo sonriendo un calvo.

Oye no digas eso, además yo no pienso aceptar esas propuestas tan descabelladas, yo iré a Fripan, a visitar a mi abuelo, respondió el joven de cabello alborotado, haciendo una pausa para agregar: Desde hace 8 años que no lo veo, solo me he mantenido en contacto con él por vía telefónica, pero ahora ya puedo volver, ya terminé mis estudios, y si bien aún no he optado por seguir alguna carrera, puedo trabajar como lo vengo haciendo desde hace algún tiempo, ¿no?, la idea es estar cerca de mi abuelo. Y de ella, pensó.

Pero te falta una novia, pero de verdad, ya que las chicas con las que has salido no cuentan, pues no has pasado más de 3 días con ninguna de ellas, pronunció un calvo sonriendo.

Si, ello es cierto, respondieron los demás jóvenes.

Es que soy difícil de cazar, además ellas solo han sido entrenamiento, contesto Gokú sonriendo.

¿Entrenamiento?, dijo uno de los jóvenes sonriendo.

Sí, para cuando la vuelva a ver, respondió el apuesto joven suspirando.

La vuelvas a ver, ¿a quién?, contesto el calvo intrigado.

A mi chica, a la chica de mis sueños, dijo Gokú.

Entonces si existe una chica, pronunció otro de los jóvenes.

Yo pensé que solo era excusa para no tomar en serio a ninguna de las nenas con las que salías, agrego otro joven.

Pues no, yo ya tengo una chica a quien amar, contesto el joven de cabello alborotado, con una amplia sonrisa en su rostro.

Ahora si comprendo tu rechazo a todas esas hermosuras, pero si despreciaste a tantas bellezas, esa chica debe ser.....

Es la más bella de todas las niñas que he conocido, y aunque solo la recuerdo de niña, estoy seguro que ella se ha vuelto mucho más bella, pero además...., decía Gokú, mientras un recuerdo vino a su mente.

-.Recuerdo.-

Un adorable anciano hablaba con calidez con un hermoso niño de cabello alborotado, mientras esperaban la llegada de alguien.

Entendiste, ¿verdad?, decía el hombre.

Sí abuelito, contesto el niño.

Bien, entonces en cuanto el rey y la princesa lleguen, tú te vas hacer tus tareas, acoto el hombre mayor.

Como mande abuelito, dijo el niño.

Luego de algunos minutos de espera el rey junto a una bella niña llegaron al lugar donde estaba el hombre mayor y su nieto.

Su alteza, ¡buen día! pronunció el niño posando su mirada en la niña que estaba junto al gigantesco rey muy entretenida mirando a un osito de peluche que tenía en sus manos. Parece una muñeca, pensó el niño.

Ve hacer tus tareas hijo, dijo el adorable anciano.

Sí, respondió Gokú.

-.Fin del recuerdo: Tiempo actual.-

Ese día fue la primera vez que te vi, aunque tú ni notaste mi presencia. Yo desde entonces me las ingeniaba para verla escondidas, sin que el rey, mi abuelo o ella lo supieran, así fue durante 4 años, hasta que un día, mi abuelo me dijo que debería volver al lugar donde nací, a Paoz, que mis padres después tantos años fuera del país, habían retornado del extranjero, para emprender un negocio en el pueblo y que yo debería regresar con ellos y mi hermano mayor, al ser solo un niño, no pude oponerme a la decisión de mis padres, y tuve que regresar con ellos, pero ya no soy un niño, hace poco cumplí 18 años, y hace más de un año que trabajo por mi propia cuenta y vivo solo, así lo decidí, pues quería demostrarme a mí mismo que si soy digno de ella, pensaba el apuesto jovencito.

Gokú, ¿es cierto que Krilín te acompañará a visitar a tu abuelo?, escucho.

Sí, pero él solo se va por unos días, ya que luego tiene que volver por el trabajo, dijo Gokú.

Y por mi chica, no me la vayan a quitar, con lo difícil que se me hizo conquistarla, pronunció Krilín, haciendo sonreír a sus amigos.

Reino de Fripan: "Castillo Ox"

Se lo comentare a mi hija, decía el señor Ox.

Bien compadre, como te dije, todo está garantizado, además es una buena oportunidad para que Milk haga más amistades, y que mejor que gente de realeza como nosotros, escucho.

Ello es cierto, respondió el señor Ox.

Bueno voy cortando, que mi mujer y mi hija acaban de llegar, escucho.

Dale mis saludos a mi comadre y a mi ahijada, acoto el señor Ox.

Así lo haré, escucho.

Una vez que dio por culminada la llamada, el rey Ox camino nuevamente hacia el balcón, y allí en medio de los rosales, vio a su bella hija, jugueteando entre los rosales, haciendo sobrevolar su hermoso cabello negro.

Milk, mi bella niña, dijo el señor Ox.

Horas después:

El gigantesco hombre junto a su bella hija cenaba en una larga mesa, en la cual cada uno ocupaba uno de los extremos de la misma.

¡Una fiesta! decía Milk, mientras llevaba un trozo de carne a sus labios.

Sí, en la Capital Central, también irá Cirys, respondió el gigantesco hombre.

Sería la primera vez que salga del pueblo, y para ir a una fiesta, decía la bella jovencita.

Así es hija, es una fiesta solo para príncipes y princesas, mi compadre y yo creemos que es una buena oportunidad para que nuestras hijas puedan formar lazos de amistad con gente como nosotros, acoto el rey.

Comprendo, pronunció Milk.

Si no deseas ir, no hay problema hija, añadió el gigantesco hombre.

En la Capital Central, hay muchas tiendas, ¿verdad padre?, dijo una emocionada Milk.

Si mi niña, ¿por qué?, ¿acaso deseas comprar ropa?, pensé que tenías mucha....

Si padre tengo muchos vestidos de fiesta y hasta trajes para estar en casa, pero lo que necesito es trajes de entrenamiento, los que ya tengo están muy desgastados y además algunos accesorios para mi entrenamiento...., agregaba una emocionada pelinegra, mientras su padre la miraba con ternura.

Mi niña, a pesar de que ya eres una jovencita, sigues siendo tan tierna como una pequeña niña, pensó el gigantesco rey.