CAPÍTULO CUATRO:
DURMIENDO CON VAMPIROS.

                    Jasmine Uley se encontraba en la habitación con Bella, Edward, Rosalie y Emmett. De repente, los vampiros presentes se pusieron alerta y ella los miró con curiosidad.

      —Es Jacob—, informó Edward y se levantó antes de mirar a la morena —. Puede que quieras venir.

      La morena suspiró al levantarse y seguir al vampiro —. Va a matarme.

      Cuando Jasmine siguió a Edward fuera y posó su mirada sobre Jacob, quien estaba en el patio de la residencia Cullen, ella notó el rostro del chico transformarse. Unos pasos detrás de él se encontraba Seth, ella se mordió el labio, pudo haber adivinado que él lo seguiría.

      —Ella ya les dijo, ¿no es así?—, susurró Jacob y Edward asintió.

      Jasmine frunció el ceño cuando vio al vampiro asentir —. ¿Qué está diciendo?

      Jacob bufó —. ¿Puedes pedirle que baje?

      Edward se giró a la chica —. Pregunta si puedes bajar.

      —Está bien—, balbuceó antes de retomar su camino hacia la puerta de la casa. Ella reprimió sus deseos de pedirle que la acompañe, puesto que sabía que Jacob iba a matarla dos veces si traía al vampiro con ella.

      —No va a matarte.

      Cierto, lee mentes.

      —Hola, chicos—, saludó Jasmine con una sonrisa inocente una vez que los alcanzó —. ¿Cómo están?

      —Te dije que volvieras a tu casa—, gruñó Jacob.

      La morena pestañeó antes de mirar a Seth —. Él es un alfa ahora, ¿no?

      Seth asintió detrás de Jacob —. Aunque es sólo una manada de dos.

      —Qué suerte que soy humana y no me afecta—, comentó Jasmine —. Buena suerte, Seth. La necesitaras.

      — ¿Crees que esto es una broma? Vuelve a tu casa—, pidió Jacob.

      Jasmine frunció el ceño —. ¿Por qué debería hacerte caso? ¿Sabes? Eres demasiado testarudo como para ser un alfa.

      — ¿Yo soy el testarudo? Jas, no sé si te das cuenta, pero acabas de entrar a una casa llena de vampiros siendo humana—, señaló Jacob.

      —Seth me dijo que son vegetarianos.

      Jacob miró a Seth de reojo antes de volver a mirar a Jasmine —. Estás bromeando, ¿no? Les toma control hacerlo y tú vas y--.

      —Bella está con ellos y sigue viva.

      —No crees que es porque.., oh, no lo sé, ¿porque es la novia de Edward?—, exclamó el azabache y Jasmine rodó los ojos.

      —Jake, estás siendo demasiado sobreprotector, ¿no te parece?

      —Cielos, puedo olerlos desde aquí afuera—, soltó Leah al llegar.

      Jacob se giró hacia ella —. ¿Qué diablos haces tú aquí?

      —No permitiré que mi hermanito se mate.

      — ¡Sé cuidarme solo, Leah!—, se quejó Seth.

      Leah miró a su hermano —. Que creas eso demuestra que necesitas una niñera.

      — ¿Quieren callarse los dos?—, irrumpió Jacob antes de mirar a Leah —. ¿Te envió Sam?

      —Sam ni siquiera sabe que me fui—, negó Leah antes que los aullidos resonaran.

      Jasmine se acercó a Jacob, sintiendo como si los lobos los rodearan. El azabache la miró y pasó su brazo sobre sus hombros, haciéndola sentir más segura.

      —Creo que acaba de darse cuenta—, señaló Seth.

      —Jake—, llamó Leah —. Sé cuál es su plan.

                    Jacob Black y Jasmine Uley volvieron a ingresar a la mansión de los Cullen para contar la nueva información que había proveído Leah. Todos los vampiros se encontraban en la habitación, escuchando atentos, mientras Jacob y Jasmine compartían un sofá.

      —Sam perdió el elemento sorpresa y no quiere atacarlos en desventaja numérica—, advirtió Jacob —. Así que no vendrá directamente.

      Emmett sonrió a Jasmine —. Tenías razón.

      La morena le sonrió de vuelta —. Es mi hermano, lo conozco.

      —Tiene el lugar rodeado y esperará una oportunidad.

      —No la tendrá sin luchar—, negó Emmett y Jasmine se tensó notablemente. Jacob la miró de reojo y acarició su brazo con la intención de calmarla.

      Carlisle miró a su hijo adoptivo —. Sin peleas. Nosotros no romperemos el tratado.

      —El tratado es nulo, por lo menos en la mente de Sam.

      Esme negó —. No en la nuestra.

      —Carlisle—, se acercó Emmett —. Nadie ha cazado en semanas.

      —Lo haremos funcionar—, contestó Esme.

      —Yo puedo ayudar con eso—, intervino Jasmine —. Sé cómo cazar.

      —Odias cazar—, señaló Jacob.

      —Pero esto es necesario—, contestó antes de volver a mirar a los vampiros —. Puedo ir al bosque y traerles cuánto necesiten. Los lobos no me van a hacer daño a mí. Además, soy humana, no estoy realmente involucrada en esto.

      —No puedes entrar al bosque—, negó Jacob —. Si entras, ellos van a tomarte.

      —No lo harán. Saben que me volveré a escapar tarde o temprano. Además, no hace ninguna diferencia y ellos lo saben, no es como si tuviera valor para pelear.

      —No pero ellos que saben que si tú--.

      — ¿Si yo qué?—, inquirió Jasmine —. Admite que no tienes ningún pero, Jake. Quiero ayudar.

      Jacob miró a Edward. Sabía que el vampiro probablemente ya había leído su mente, por lo que le advirtió con la mirada que no dijera nada. 

      —Jasmine—, llamó Edward —. En realidad eres de suma importancia. ¿Qué tipo de sangre tienes?

      Jasmine frunció el ceño —. A positivo.

      — ¿Qué mierda estás diciendo?—, gruñó Jacob.

      —Tranquilo, no estaba pensando en eso—, miró el vampiro a Jacob antes de volver a mirar a la morena —. Bella tiene el mismo tipo de sangre. Si ella necesita una transfusión, lo mejor sería que estés aquí.

      La morena tragó saliva y asintió. Se sentía incómoda hablando de su sangre en una habitación llena de vampiros, los cuáles habían aclamado estar hambrientos.

      —Gracias—, murmuró Jacob y sólo los vampiros lo escucharon. Edward asintió de vuelta.

      —Han sido de gran ayuda. Gracias—, habló Carlisle, mirando a los dos ajenos al lugar.

      Esme se levantó y le sonrió a Jasmine —. Me aseguraré de prepararte una habitación, ¿sí?

      — ¿Qué?—, balbuceó Jasmine.

      —Para dormir—, respondió la vampira antes de irse en un pestañeo.

      La morena miró alrededor antes de volver a mirar a Carlisle —. Agradezco el gesto pero, prefiero quedarme con ellos.

      — ¿En el bosque?—, inquirió Carlisle.

      —Sí—, asintió Jasmine, mordiéndose el labio al percatarse de lo estúpido que sonaba. Aún así, ella prefería quedarse en el bosque con sus amigos que en aquel lugar —. Gracias, pero--.

      —Ella dormirá aquí—, asintió Jacob a Carlisle.

      — ¿Disculpa?—, miró la morena a su amigo.

      — ¿Realmente crees que voy a dejar que duermas en el suelo con el frío que hace? Vas a enfermarte, Jas.

      Jasmine jadeó, queriendo reír —. Pero ustedes sí pueden hacerlo.

      —Eres humana, Jas. ¿Cuándo lo vas a entender?

      —Jake--.

      —Puedes dormir aquí, si quieres—, intervino Bella —. Me gustaría compañía de alguien.., humano.

      Jasmine miró a la chica y dejó sus hombros caer. Bella lucía tan frágil y le dedicaba una mirada de súplica que le resultaba imposible rechazar —. Está bien.