Al regresar de la misión dejo las piedras de los cuatro elementos al cuidado del clan del lobo, no contó a nadie sobre su conversación con el dios del viento y tampoco sobre las flores que le habían entregado, después de dejar atrás la guarida del clan se dirigió a su mansión, no fue a caballo ni en chocobo, tan solo en ese momento quiso caminar para procesar todo lo que había pasado ese día, ahora el sol iba poco a poco descendiendo del cielo dando paso a la luna y a sus compañeras las estrellas, los monstruos todavía no se presentaban, así que pensó que quiere le daría tiempo volver a casa.

Y como no, cuando se encontraba enfrente de su puerta, esta se encontraba destrozada podía ver los rastros de pólvora cerca y algunas minas escondidas, tal vez para volverla a explotar cuando él no se encontrara cerca, suspiro algo agotado y recogió las minas para guardarlas, daba igual cuantas veces les dijo a sus compañeros las cosas que no ponen hacer porque eran ilegales, sin embargo les daba igual y hacian todo lo posible para hacer lo contrario, con las minas ya desactivadas guardadas en su mochila subiendo las escaleras de piedra hasta llegar a su ascensor, subia lentamente mientras veía el paisaje por los cristales de color morado. Después de unos minutos llego a la cima donde le esperaba su muralla y detrás de ella su paraíso, fue hacia el detector facial y con tranquilidad se abrio la puerta para dejarle pasar, camino por el camino que había hecho y abrió la puerta de su hogar siendo recibido por una mujer un poco mas alta que él y de la especie de los elfos, tenia los cabellos dorados y los ojos de un color similar a los de nuestro héroe, llevaba puesta su túnica blanca con un cinturón dorado,su nombre era Akira la "esposa" de Vegetta, o eso es lo que creían los demás, ya que ambos llevaban anillos similares a los de una pareja.

Me alegro mucho de verte, pense que te llevaría mas tiempo regresar.

Dijo con un tono aliviado y tranquilo, se acerco a abrazarle y darle un beso en su frente, Vegeta correspondió el abrazo, en verdad sentir que la misión habla sido demasiado larga, y el sentimiento de anhelo crecía en él, finalizando el abrazo ambos se sonrieron y se fueron a sentar al gran sofá del salón, para poder hablar de las cosas que nuestro héroe habla visto. A ella seria dificil esconderle algo y tal vez sabría mas sobre las flores que tenia en su poder, debido a que ella antes estudio todo sobre las plantas.

El lugar era hermoso Akira, era como estar en un mundo distinto al nuestro, parecía que allí no importaba que fueras, de donde venias, eran bien recibidos por todos. Tuve que conseguir los cuatro elementos y vi como eran sus hábitats, eran tan diferentes y a la vez iguales...pero algo paso.

La rubia le miraba con atención a cada una de las palabras que decía nuestro héroe, mientras este se quito de los hombros su mochila y la coloco en medio de ambos para sacar una a una las flores que tenia, pudieron notar como cada maceta se adapto a la flor que tenia, decidió dejarlas en la mesa para que ambos la observarán bien, en ese momento Akira se acerco para mirarlas bien, los pétalos no tenia ninguna daño, a pesar de su imagen frágil, las hojas seguian siendo jóvenes y parecían recién nacidas de la madre tierra.

¿Recuerdas que nos enseñaron del significado de las flores? ¿Quien te las dio?

Vegeta pensó por unos segundos hasta que una pequeña imagen paso por su mente, en ella se encontraba mirando a una persona mayor, tenia los ojos igual a él y le hablaba con una dulce voz, a su alrededor un montón de flores de distintos colores y formas. Asintió después de recordar ese momento saco de su mochila una foto antigua donde se encontraban ambos de pequeños y una anciana a su lado, todos sonreían mientras se abrazaban

Las dos primeras me las encontré y las otras dos me las dio uno de los dioses, no le he dicho a nadie mas que a ti sobre esto, no quiero meter a nadie en esto hasta que este seguro que no habrá peligro.

Akira vio como la determinación de su compañero estaba creciendo y río levemente al recordar su infancia con él, tan solo agarro su mano para darle ánimos y agarro la foto que tenia para ver la bella imagen, unas lágrimas resbalaron por sus mejillas, sin embargo el pelinegro con un pañuelo seco sus lágrimas, quería ver una sonrisa en ella.

No te es fuerces mucho, sabes que estoy a tu lado, la jerarquía que nos pusieron no importa, da igual lo que paso en el pasado sigues siendo la persona mas importante en mi vida.

Vegetta sonrió y acerco a su compañera para abrazarla, sabia a lo que se referia, las cosas no hablan sido fáciles, sus amigos no tenian de las cosas que ocultaban de su pasado y a pesar de su amistad no confiaban tanto como ellos creían, tal vez el miedo al rechazo o algo mas oscuro, la jerarquía que controlaba mas o menos este mundo llego a ser cruel, los Alfas eran personas demasiado importantes, los Betas eran los mas comunes en el mundo y los Omegas llegaron a ser la clase inferior, debido a su debil cuerpo, aunque la única cosa que supero eso fue la elección de héroes, ellos fueron elegidos sin que nadie supiera a donde pertenecian y hasta la actualidad nadie sabe la verdad, mas bien todas las personas del pueblo pensaban que los héroes eran Alfas.

Vegetta... ¿Cuando dejaremos de mentir? Llegara el día en que todo se rebele, incluso el hecho que no somos un matrimonio, sino... Que somos hermanos. Las flores expresan el futuro oscuro...me preocupa el peligro que podemos correr.

Nuestro héroe se separo de Akira y dejo de lado su mochila para levantarse del sofá, cogió dos de las macetas y la rubia cargo las otras dos, ambos fueron al jardín oculto atrás de la mansión y plantaron las cuatro flores junto a las demás, un jardín solo lleno de flores y mariposas, aún esperando una respuesta que al menos aliviara el peso de su corazón regaron las flores mientras cantaban una canción antigua y en otro idioma, un idioma que pocos llegaban a entender, el idioma de los elfos, la canción hacia que las flores comenzaran a danzar como si la brisa las moviera al son de la música, las cuatro flores ahora plantadas brillaban dejando un leve aroma en las flores de su color, un aroma suave que implantaba calma al lugar.

Buscare el momento para arreglar todo, cada unos lucha por el bien del pueblo a su manera. Ahora preparemos las pociones, no queremos que vuelva a haber un surgimiento de Hanahaki.