Hace días que la lluvia y el mal tiempo se posaban sobre el pueblo de karmaland, las personas salia solo para trabajar o dirigirse a su casa, hasta incluso temiendo de que llegue a desbordarse el río que pasaba por allí, sin embargo los héroes que protegían este pueblo se encargaban de todo, nada les detenía, hacían todo lo posible para que la vida de los aldeanos fuera tranquila y feliz. Cada uno de los héroes tenia caracteristicas diferentes y venían de diferentes lugares, aunque llevo tiempo el que llegaran a conocerse y llevarse bien unos con otros, nada impidió que la amistad floreciera y en algunos el amor. Por así decirlo formaban una curiosa familia entre todos, había discusiones, peleas, risas, un poco de todo y eso hacia que la sonrisa de cada uno siguiera allí, pero uno de ellos descubre algo mas allá en una de sus misiones.

En esa misión, tuvo que irse a un bosque algo diferente a lo que había visto, se puede llegar a sentir la magia fluyendo por ese lugar, los arboles eran frondosos y de un color algo azulado, debido al elemento cerca de este, en este caso el agua, su misión trataba de recolectar los cuatro elementos, estos se encontraban en distintos puntos y cada uno por su poderosa magia llego a cambiar el lugar donde habitaban, nuestro héroe llego por el portal que le había promovido el clan de los lobos, el cual el pertenecía en secreto, cuando llego noto enseguida que se encontraba en la parte donde el elemento del agua dominaba, no era dificil darse cuenta debido a los peces de colores que volaban por el lugar y sobre todo las plantas que brindaban un ligero aroma al mar, desde el lugar donde estaba pudo ver unos monumentos grises que contenían cristales del color característico de nuestro querido héroe, el color morado, era sutil y algo brillante, seguramente los dioses los habian colocado allí para guiarlo a los dioses de cada elemento.

Nuestro querido héroe se sentía por alguna razon desconocida, nervioso, por primera vez sintió algo en su corazón algo distinto, pero dejó de lado esa impresión y se encaminó a triunfar en su misión, la diosa del agua no fue fácil de encontrar debido a que se escondía en el agua cristalina y llegaba a desaparecer en este, para que nadie la viera, la lucha no duro mucho y pronto consiguió el primer elemento, era una mineral de colores blancos y azulados y en el centro tenia un el símbolo de una gota de lluvia, la guardo en una de sus mochilas y siguió su camino hacia el siguiente elemento, cuando se alejo del territorio del agua, el lugar cambio completamente, los colores de los arboles era de tonos rojizos y el cielo cambio a un bello atardecer, los animales tenian incrustados algunas piedras de obsidiana, quiero para que pudieran vivir en este ambiente cálido y que pudieran ser capaces de beber del río de lava.

¿Como es posible estar en un lugar como este? Es como un cuento...o una leyenda...

Siguió el río de lava mientras miraba a su alrededor por si acaso llegaban a haber enemigos escondidos, pero nada...un lugar demasiado pacífico, lo único peligroso en si eran los dioses con los que tenia que luchar. Otra vez ese sentimiento apareció de repente, era algo raro y decidió mirar alrededor otra vez, miró dándose cuenta que no habia nadie solo animales haciendo sus vidas, pero había algo distinto, una flor de color azulado se hayaba cerca de él y a su lado otra de color anaranjado, a su alrededor había un brillo como de hadas, a si que se acerco a ellas y se agacho para verlas mejor.

¿Por que estarían juntas si una de ellas no pertenece a este lugar?

Su curiosidad le gano y como si un impulso se apoderara de él, se llevo a ambas flores sin hacerlas daño y con un poco de tierra de ese lugar las coloco en unas macetas que traia, cuando volviera a su casa se encargaría de investigarlas. Cuando llego a donde se encontraba el dios del fuego, en el centro del volcán rodeado de lava ardiente. Nuestro héroe volvio a luchar con valentía, dejando ver su destreza con el arco y derrotando al dios, de esta lucha acabo con ambas personas heridas, quemaduras aparecieron en su brazo izquierdo debido a las llamas que no logro esquivar.

Las curare cuando llegue a Karmaland, no quiero atrasar esta misión...soy fuerte...lo soy

Las últimas palabras las dijo con un tono bajo y así mismo, parecía que no se las creía, pero aún así quería que los demás contaran con él, no quería quedarse solo de nuevo. Un miedo bastante común, llegando a ser como una mancha que no puede quitarse y en ocasiones llega a extenderse. Dejando eso de lado siguió su camino hasta el siguiente lugar, la niebla se presento no mas entro al territorio del aire, no lograba ver mas allá de lo que podia ver su vista, flores blancas y grisáceas y animales con una mirada roja e intimidante, no se esperaba que el dios del aire fuera a su encuentro sus ojos reflejaban algo distinto a los demás dioses.

Tranquilo no te haré daño...yo no estoy con-controla....quiero..entregarte mi elemento...y el del dios de la tierra...el tristemente no puede estar aquí.

Se notaba que le costaba hablar y parecía que no le permitían decir alguna que otro secreto, aun con dudas el héroe acepto los elementos y junto a ellos otra vez las flores, esta vez de un color blanco como la nieve y la otra de un color anaranjado con tonos amarillos. El dios se las acercó y las colocó en otras macetas con algo de la tierra de allí, el héroe estaba confundido tanto por el comportamiento del dios como por las extrañas flores que ahora poseía. El dios del aire le sonrió de una manera tierna y sincera y acaricio la mejilla del menor haciendo un movimiento suave como si limpiara sus lágrimas.

Eres el único que puede entendernos...ayudanos con esta tragedia..por favor mi querido Vegetta..

Después de decir esas palabras, el dios desapareció de su vista, cuando se dio cuenta volvió a estar en el inicio junto al portal, tan solo se preguntaba la razón de lo que había pasado, miró en sus manos los cuatro elementos ahora en su posesión y se adentro al portal guardando las piedras en su mochila, sin saber que algo en él también había cambiado.

--------------------------

Las flores que se encontró son la campanilla de invierno, la caléndula, el pensamiento azul y la rododendro.

La campanilla de invierno: esperanza

La caléndula: pasión, crueldad, creatividad, celos y felicidad

El pensamiento azul: "confió en tu amor"

La rododendro: peligro