Epílogo
«Primera Luna»
Elizabeth sonríe dulcemente observando como nuestro pequeño hijo corre por la pradera, ya es primavera y él ha ya cumplido cuatro años. Cuatro años en los cuales las cosas han cambiado considerablemente en Sahel, me he convertido en padre y en el Rey del pueblo.
—Papi.
Sonrío al ver a mi pequeño castaño colgarse de mi pantalón, Elizabeth viene detrás de él llena de flores en la cabeza y me doy cuenta de que la felicidad es inmensa para mí.
—¿Qué sucede?— le pregunto.
Mi pequeño sonríe estirando su manita para darme un girasol, el campo está ahora lleno de estás magníficas flores. —Para ti.
—Muchas gracias— me inclino tomando la flor y finalmente Elizabeth llega tomando la mano de nuestro hijo. —Esta hermosa, Jin.
SeokJin; Elizabeth y yo decidimos otorgarle el nombre de mi hermano menor para tenerlo presente cada día. Yoongi y el padre Park dijeron que era un detalle hermoso pero también doloroso porque no podríamos dejar ir nunca el recuerdo de Jin. Sin embargo lo pensé una y otra vez cuando Elizabeth me confesó estar embarazada.
Siempre fui un hombre terco, era orgulloso y creía odiar a mi propio hermano pero en realidad nunca lo deteste, él no tenía la culpa de la manera en la cual el Rey hizo a un lado a mi madre por la reina Sayuri.
De cómo las obligo a convivir teniendo las a ambas como esposas.
—¿Amor?
Elizabeth me mira preocupada y parpadeo confundido cuando coloca su mano sobre mi mejilla. —¿Pasa algo?. Te quedaste mirando a la nada.
—No es nada, solo pensaba en algo del pasado— le respondo con una sonrisa débil, SeokJin se ha dormido en mis brazos y Elizabeth frunce el ceño alejando su mano. —De verdad, Eli.
Ella asiente y seguimos caminando, su mano busca entrelazarse con la mía lentamente. —No me gusta cuando haces ese tipo de expresión.
—Perdón— con una sonrisa me disculpo y finalmente llegamos al castillo. Ahí podemos ver a Jungkook entrenar con varios jóvenes que después de cumplir los dieciocho le rogaron aprender sus tecticas con la espada además de querer ser parte de los caballeros reales.
Jungkook, él corazón de este solitario caballero real poco a poco va saliendo de la depresión silenciosa en la que se estancó el día en el cual perdió al niño de sus ojos. Porque a pesar de nunca admitirlo en voz alta, sabía perfectamente lo que sus sentimientos hacia SeokJin significaban y aunque ahora quizás una personita nueva intenta sanar su dolor, sabe que el príncipe siempre será importante y especial en su vida.
—Jungkook.
Él detiene sus movimientos con la espada y voltea encontrándose con los bonitos ojos de Jung Hoseok, el lobito arisco que conoció hace cuatro años atrás. —Pensé que estabas enojado conmigo.
—¡Lo estoy!— exclama Hoseok, ahora un poco más alto e incluso Jeon podía admitir que más atractivo. —Pero como tú orgullo jamás te hará pedirme disculpas, vine yo.
Él hecha sus cabellos mojados debido al sudor hacia atrás y sonríe. —Me conoces bastante bien además si supiera que tuve la culpa, me disculparía. Pero tú me atacaste.
La cara del lobo queda totalmente roja y Jungkook sonríe enternecido, le gusta molestar a Hoseok y no dirá que también le gusta verlo hacer ese tipo de expresión, tampoco dirá que el beso robado que el pelirrojo le dió y que fue causa de su pequeña discusión, no le disgustó en lo absoluto más bien podría decir que le agrado lo suficiente como para ser el quién lo hiciera de nuevo.
—¿Porque me miras así?— se queja Hoseok molesto e irritado, odia la sonrisa triunfadora de este hombre pero lo que más odia es quererlo tanto como lo hace.
De pronto las campanas de la iglesia los hace dejar de discutir, todos y cada uno de los Aldeanos deja de hacer lo que este haciendo para escuchar el sonido armonizante que crean las enormes campanas de la iglesia todos los días, justamente a media día el padre Park hace sonar.
Unos dicen que se debe a qué es la manera de decir “Este pueblo al fin es libre de expresarse como desee”.
Otros dicen que lo hace solamente porque el padre está loco. Y aunque digan lo que digan, Jungkook ha dicho algo que quizás sea lo correcto.
Él intenta hacer recordar a SeokJin, que siempre a medio día solía leer para los niños del pueblo y que a últimas fechas salía junto a Taehyung a visitar cada casa de la Aldea buscando ayudar en algo. Park Jimin llama a esta hora sagrada y quiénes sabemos el verdadero destino de los amantes trágicos agradecemos eternamente en su honor.
Por ellos es que el día de hoy podemos seguir adelante.
—Oh, es Yoongi.
Hoseok voltea hacia donde el médico del pueblo va sobre Colín, el caballo de Jungkook, seguramente a curar a alguna persona. El no sabe exactamente la historia de ese hombre pero Jungkook le ha dicho que es de admirar y él está seguro de que así es.
Yoongi ha comenzado a usar remedios naturales como SeokJin le enseñó, y también le gusta enseñarle a cada aldeano que atiende la manera de usarlas; Últimamente cada pesadilla sobre su familia va desapareciendo cada vez más y aunque los extraña mucho, se siente agradecido de convivir con los Lobos como a su padre le hubiese gustado hacerlo porque él siempre le decía:
“Quizás algún día el Rey descubra lo que hacemos y nos tome como traidores pero no hacemos nada malo, cualquier vida es sagrada para un médico, nunca lo olvides”
Ahora puede sonreír al recordar esas palabras y no sentirse herido. Su familia murió ayudando a personas que lo necesitan y eso es suficiente. Incluso ahora es libre cualquier sentimiento retorcido gracias a SeokJin quien le enseñó lo bondadoso que el ser humano puede llegar a ser. Y gracias a Taehyung quien fue capaz de morir por amor, entendió lo valioso que es el poder perdonar.
Incluso ahora después de cuatro años el médico se pregunta si realmente Sahel perdió a esas dos personas tan valiosas.
Y lo más sorprendente para estás personas que habían sido marcadas por el Príncipe y el Lobo que se amaron, fue encontrar unos meses después todo un camino lleno de Flores de Luna crecer a entradas del Reino de Sahel, convirtiéndose así en el primer pueblo verlas crecer más allá de leyendas y rumores.
Y el Rey Kim Namjoon decidió llamar a este hermoso jardín, “TaeJin: en dónde los sueños son capaces de cumplirse”
—Son hermosas— Elizabeth se agacha oliendo una de ellas. Su hijo corretea del otro lado junto a Hoseok.
Jungkook, Yoongi, el padre Park y Namjoon también se encuentran ahí, cada llegada del invierno se reúnen a mirar juntos las Flores de Luna, sintiendo como si tanto SeokJin como Taehyung estuviesen con ellos, sonriendo y jugando tal y como lo hacen ellos ahora.
—La última flor al fin nació— el Padre Park señala el pequeño lugar en donde aún no habían flores pero que ahora lentamente se asoman unas.
—Es cierto— menciona Namjoon con una sonrisa. —Ahora si es totalmente un jardín lleno de ellas.
Y en aquel camino, en donde él sol se encuentra ocultándose lentamente y una Luna llena está ligeramente asomándose, se logra ver la silueta de dos personas, ellos van de la mano y caminan hacia donde todos se encuentran, nadie puede articular palabra alguna pero esa cabellera plateada y aquella cabellera negra son inconfundibles.
—Cuenta la layenda que cuando la última flor nace, y la Luna está en su máximo esplendor— el padre Park hace una pausa mostrando una sonrisa de lado. —Los amantes volverían del más allá.
Flor de Luna: Epílogo Fin.
🌕🥀
Ahora sí finalmente le digo adiós a Flor de Luna, después de meses pude darles un final digno según yo, espero hayan disfrutado de la historia y nos leamos en otra ocasión, ¡gracias por sus votos y lindos comentarios! ❤️🥺😔
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro