«Décima Novena Flor»

—Lo siento.

Un golpe en mi mejilla me hace retroceder agarrándome del gran trono que yace allí, Bon Hwa baja la mano revolviendo sus cabellos con frustración y enciende el ridículo poro en su boca, —¡Eres la Reina, tienes que ordenar con firmeza!. Si no lo haces, todos pasarán por sobre ti.

Llevo mi mano a mi mejilla que se ha puesto caliente y tan solo me limito a asentir, el Rey me ha golpeado porque está mañana reunió a ambos príncipes y ninguno a llegado por lo que la culpa me la hechado a mí por no estar pendiente y no ordenar como una Reina debe hacerlo.

Pego un pequeño brinco cuando me jala de la muñeca para envolverme en sus brazos, asqueada me mantengo inmóvil, «esta es su manera tan peculiar de demostrarme amor, me golpea y luego intenta agregarlo».

—No quisiera nunca tener que tratarte así— murmura deslizando su mano por mi espalda, —Pero sabes muy bien que quien se porta mal debe recibir un castigo.

—Así es... siempre todo contigo— respondo titubeante y su mano se detiene en mi cintura apretando con fuerza, jadeo debido al dolor y el solo ríe en mi oreja.

De pronto las puertas se abren con fuerza y uno de los tantos cazadores entra totalmente nervioso, parpadeo confundida ante la seña que le hace al Rey, —Elizabeth, déjanos solos.

—S-si— respondo rápidamente y salgo cerrando la puerta pero me quedo detrás de ella intentando escuchar.

—El caballo de Jeon Jungkook fue hallado en las afueras del bosque.

A penas escucho eso tomo la punta de mi vestido para intentar correr hacia la habitación del caballero real, ¿acaso él se infiltró en el bosque?, ¿y dónde estaba SeokJin?. Temerosa llego hasta el lugar intentando abrir la puerta pero al notar que debe estar cerrada, uso las llaves que cargo conmigo solo para ver qué la ventana está abierta de par en par y ni Jungkook ni SeokJin se encuentran ahí, —Dios mío...

Salgo a toda prisa de la habitación pero al hacerlo choco con alguien. Namjoon me mira con el ceño fruncido, —¿A dónde vas con tanta prisa?

—Necesito encontrarlos— respondo alterada y nerviosa.

Pero Namjoon me toma por los hombros haciendo que me tranquilice, —¿A quienes?. Eli, ¿A quienes necesitas encontrar?

El que haya usado el apodo que solía usar en el pasado me hace calmar un poco, —A SeokJin y a Jungkook, Colín ha sido encontrado a las afueras del bosque, si ellos están ahí...el Rey no dudará en dar la orden de fusilamiento...

Namjoon no dice nada, solo me suelta y se va a toda prisa, ¿él va a ayudarlos?, ¿Dejará su adversion por SeokJin a un lado e irá al bosque?,
—Por favor...que no suceda nada malo.

Con angustia vuelvo hacia donde Bon Hwa está, él se encuentra mirando el cuadro de su padre (el segundo Rey) mientras golpea su mano con su fusta, —¿Q-que ha pasado?

—Los cazadores me han informado que el caballo de Jeon fue encontrado afuera del bosque— él hace una pausa y voltea a verme, —Di la orden de traerlo con vida si en efecto es hallado ahí dentro, y a quien este con él.

Tragó en seco ante lo dicho, —¿Y que harás?

—Mi querida muñeca— él sonríe tomando mis rizos entre sus dedos,
—Muy bien sabes que le pasa a las personas que rompen las reglas.

Me alejo suavemente y me retiro hacia la entrada del castillo, un grupo de cazadores se encuentran saliendo del Reino con armas en mano. Mi cuerpo entero comienza a temblar al pensar en lo peor.

—¡SeokJin!

Exasperado grito una y otra vez el nombre del Príncipe pero el bosque es tan grande que no logro dar con él. De pronto caigo dentro de un pequeño barranco hasta dar con el suelo, frente a mí una cueva se asoma, retomando mis pasos me levanto hasta caminar dentro de la cueva y para mí sorpresa, SeokJin se encuentra entre los brazos de Taehyung, ambos dormidos. Mi boca se seca ante la imagen frente a mí, «ellos pasaron la noche juntos».

—P-príncipe...— mi voz sale en un susurro y es que ni mi mente ni mi corazón aceptan lo que veo. Ellos...

Un disparo resuena por todo el bosque haciendo volar a todos los pájaros y tanto SeokJin como Taehyung se levantan alterados,
—Jungkook...— murmura el príncipe mirándome angustiado.

Pero lo hago callar con mi mano, Taehyung se levanta como entendiendo que algo no anda bien allá afuera, —Será mejor no salir, pueden ser los cazadores.

Dejo caer mi mano cuando SeokJin me aparta para refugiarse entre los brazos del no tan extraño joven para él, aunque para mí lo sea, —Tengo miedo...— el príncipe se ve tan vulnerable y temeroso pero no me atrevo a darle consuelo, la opresión en mi pecho está por estallar y no quisiera romper mi postura.

—No lo tengas SeokJin, mientras esté a tu lado mi vida será tu escudo— le susurra Taehyung calmando así el temblor de SeokJin, quien de inmediato acaricia la mejilla contraria negando con la cabeza.

—Protegernos mutuamente, ¿Recuerdas?— le dice.

Y como si se entendieran sin decir palabra absoluta, ambos sonríen. Sintiéndome como la parte sobrante carraspeó la garganta llamando la atención de ambos.

—Si los cazadores nos encuentran aquí no dudarán en disparar— les digo acomodando me los guantes y extiendo mi mano hacia SeokJin,
—No discutiré con usted el porqué de su rebeldía pero pudo haberme dicho que vendría.

—No me hubieses dejado— murmura tal cual niño caprichoso. Y sonrío, porque lo sé, no lo hubiese dejado salir porque aunque me duela aceptarlo, su seguridad está en el castillo, no lejos de el.

Taehyung ríe levemente y de nuevo la opresión aparece a verlos tomarse de las manos, —Los ayudaré a salir de aquí, conozco un atajo.

—De acuerdo— respondo. Y no quisiera tener que confiarle la vida del Príncipe pero si SeokJin confía en él, no estaría mal que yo también lo haga.

Corriendo entre los grandes árboles y charcos recientes por la lluvia nos aseguramos de mantenernos con bien pero junto al crujido de las hojas al ser pisadas, una bala roza mi pierna haciéndome caer. SeokJin se detiene haciendo que Taehyung también lo haga, —¡Jungkook!— exclama arrodillándose ante mí.

—¡Sigan!, ¡No sé detengan por mí!— les gritó golpeando su mano cuando intenta tocarme. Pero ni SeokJin ni Taehyung continúan hasta que el peligris me sube a sus hombros con facilidad, —¿Q-qué?

—Saldremos de aquí los tres juntos— dice SeokJin seriamente mientras corre a nuestro lado. Ha vuelto a ser ese príncipe valiente y amable que tanto admiro.

De pronto alrededor de diez hombres nos rodean y nisiquiera lo pienso dos veces antes de empujar por el barranco a SeokJin para que no vean su rostro, Taehyung gruñe ante eso pero solo me da una sonrisa vaga antes de dejarme caer al suelo y tomar la forma de un Lobo enorme blanco, toda la lógica que mi mente mantenía se va al caño al verlo de esa forma, porque se supone solo eran leyendas pero no, el muchacho que segundos atrás me cargaba en su hombro es ahora una criatura enorme de filosos dientes blancos.

A penas y puedo seguir manteniendo mis ojos abiertos ante su lucha, he perdido bastante sangre y no creo que me vaya muy bien... Solo por favor que mi preciado SeokJin llegué a salvo  al castillo y que esto el día de mañana sea tan solo un mal recuerdo.