Sus ojos pesaban bastante, la luz tan fuerte hacía que fuera muy dificultoso abrirlos en su totalidad y enfocar en donde se encontraba, no obstante tras un tiempo pudo ver que se trataba de la luz natural de la ventana de la casa que hace indefinido tiempo no había estado. Su cabeza dolía, todavía su cuerpo despertaba de un trance, movía poco a poco sus manos, tratando de tomar el control de su anatomía.

Todavía le costaba despertar, después de todo lo que había vivido en otro mundo, la realidad era muy distorsionada, llevaba varios días salido de su ensueño, pero no se recuperaba del todo, debía sus fuerzas reponer por estar desnutrido, no había mucha forma de alimentarlo cuando estuvo en un estado casi inerte.

— ¿Te pesa bastante el cuerpo?

La llegada de un castaño le hizo arrugar el rostro para concentrarse, al cabo de segundos pudo esbozar una pequeña sonrisa, a veces sentía que podría llegar otra persona por esa puerta, pero no sabría quién, todo era muy difuso.

— Un poco... —Gesticuló, empero fue ayudado para sentarse y recibir su desayuno, ya podía empezar con probar algunos alimentos sólidos.

— Hice el pan que te gusta, cien por ciento trigo. —Guiñó el contrario, acariciando la cabellera rubia del enfermo, se le acercó y un beso en su frente le depositó— También un poco de jugo, si necesitas algo solo toca la campanilla, no puedes forzar tu voz.

— Gracias... hermano.

El mayor le sonrió fraternalmente y se retiró por la puerta, el rubio se arregló el cabello y probó el pan, pero al llevar su mano al vaso de zumo, vio en el mueble un sobre, frunció el ceño y con cuidado tomó la carta, iba dirigida hacia él.

"Gracias por cumplir tu papel de elegido, tu guardián está ansioso por verte. Atentamente, líder de la revolución, Dream."

Incontrolablemente, su cabeza dio un pequeño punzo, se acarició una sien aturdido, había sido una extraña sensación que no se detuvo, su mano por reflejo arrugó la hoja, llevándose ésta al pecho respirando agitadamente.

— Outer...