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Capitulo Único.

El torneo Inter espacial de futbol entre planetas sin dudas fue algo que recordar, pudieron haber varios motivos de aquello, desde lo inesperado que fue hasta su grandioso final explotando un hoyo negro con un balón de futbol enorme. Pero no estoy aquí para hablar en ámbitos generales sobre aquella competencia, nos adentraremos aún más, al equipo ganador, el Earth Eleven.

Aquel gran equipo que surgió prácticamente de la nada y con una condición horrorosa había resultado victorioso y ganador de la más grande presea. Pero, logros aparte, su papel en esta historia se ubicaría en lo último visto, una vez de vuelta en la tierra y ya habiendo todos celebrado su triunfo con sus familiares y escuelas respectivas.

La prestigiosa escuela Raimon organizó un campamento conmemorativo junto con los jugadores del Earth Eleven. Es entonces donde se ubicará lo que hoy relataré.

El campamento tuvo lugar un día viernes, y finalizaría el día domingo, vale decir que los jugadores disfrutarían de un fin de semana completo juntos.

No había mucho problema puesto a que la mayoría ya se llevaba bien para aquel entonces.

Pero hay algo que no les he relatado, y es quizás lo más importante de lo que ocurrirá a continuación.

Como mucho sabrán, el "Dios de la batuta" Shindou Takuto tuvo una gran cantidad de problemas con el equipo en general, pero no duró mucho, sin embargo, hubo un compañero que logró hacerlo enfadar en más de una ocasión, logrando tener su atención por completo y al menos hasta la mitad de aquel torneo, su total repudio.

Munemasa Ibuki en general era una persona de bajo perfil, no llamaba la atención salvo cuando era necesario hablar, aunque era más por pasotismo que por introversión, dicho esto, tenía un defecto particular, el cual al mismo tiempo era una gran virtud: Una enorme confianza en sí mismo y perseverancia.

Dos particularidades que no resultaban especialmente satisfactorias para Takuto considerando su precario desempeño durante inicios y mediados del campeonato. Ahora bien ¿A qué viene todo esto? Pues es sencillo, durante aquella primera mitad del FFI, el "Dios de la batuta" conversó con su en ese entonces pareja, Ranmaru Kirino. El estratega le comentaba por medio de mensajes de texto su descontento con el equipo y en especial, con el portero de cabellos plateados. El pelirosa no tardó en pronunciarse al respecto, le comentó su empatía a su novio y más temprano que tarde, dio con el número del portero para reclamarle que dejase de causarle problemas a Shindou, la reacción no fue la esperada por Kirino, Ibuki fue osado, se burló del defensa aludiendo a que no era un tema de su incumbencia para después ignorarlo; La molestia de Kirino fue justificada, el chico que estaba causándole problemas a su novio había sido irrespetuoso con el también, esto no se quedaría así.

El tiempo pasó y ocurrió lo inesperado, la relación entre Ibuki y Shindou fue mejorando poco a poco, el portero mejoró y arregló sus falencias en cuanto al juego y Shindou dejó de lado su orgullo para comenzar a verlo como un amigo, o... Quizás algo más que solo eso.

Las cosas no pasaron a mayores por un tiempo, pero la enemistad que a la larga acabó convirtiéndose en amistad había hecho un hueco en el corazón de ambos, ya no se llevaban mal, entrenaban juntos y hasta podían pasar el tiempo de forma tranquila. La evolución en su relación jamás fue informada por parte de Shindou hacia su novio, por lo que Kirino desde el minuto 1 hasta el final, pensó que Ibuki era un patán ¿Fallo de Shindou? Si, sin embargo, para este punto poco importaba, aunque tomaría relevancia más adelante.

Los planetas y los partidos fueron pasando, hasta llegar al momento más importante de la relación de ambos hasta ahora, el planeta Magmavís. Ya conocemos todos los sucedidos ahí, Shindou e Ibuki se perdieron, fueron rescatados por unas aves ancianas y llevadas a un gran templo, donde comieron y durmieron. Shindou fue el primero en despertar, y no solo despertó el, sino que hace tiempo unos fuertes sentimientos hacia el portero se habían instalado en su corazón, por lo que, notando que Ibuki seguía dormido, no lo dudó y depositó un tierno y corto beso en los labios del peliplata.

No sería nada malo si no fuera por dos factores, el primero es que Shindou no tardó en arrepentirse al recordar que seguía de novio con Kirino, y segundo y aún más importante, Ibuki había tenido una pésima noche, le había costado dormir por el frío, por lo que sintió al estratega levantarse y peor aún, estaba consciente cuando sintió el beso, prefirió no dar cuenta de nada por el momento para no arruinar las cosas, pero para cuando el torneo dio fin, Ibuki le confesó el secreto a Shindou, quien ya gracias a la confianza que había entre ambos solo atinó a aceptar su error y dar una suerte de disculpas que para el portero sonaron más como una declaración de amor.

Las cosas no pasaron a mayores por lo menos durante ese tiempo, pero es pasado, vamos a enfocarnos en el presente, vale decir, el campamento entre el earth eleven y el Raimon.

Todo fue organizado de la mejor manera por Goenji, estaba seguro de que sería una experiencia recreativa y divertida para todos, además de entrenarse y lo cierto es que razón no le faltaba.

Como narrador, podría estar explicando todo el día lo que ocurrió, desde que varios jugadores del earth eleven llegaron sorprendentemente tarde, hasta el alboroto que hubo en el bus porque Kariya no dejaba de jugarle bromas a los mundialistas.

De entre todos, el que peor la pasaba sin duda era el pelirosa, lo cierto es que él estaba esperando pasar el día con Shindou, se supone que eran novios, y si, se sentaron juntos en el autobús. ¿el problema? Que Ibuki se sentó atrás de ellos junto a Tetsukado y entre ambos no solo hacían bastante ruido, sino que también hablaban con Shindou, el pobre Kirino se sentía totalmente fuera de lugar, a pesar de estar sentado junto a su novio, sin embargo, tenía un plan.

Vigilaría a Ibuki, aun cuando todo parecía ir bien entre el centrocampista y el portero, había algo que inquietaba al defensa, no solo era la apariencia de Ibuki, o su mirada amenazadora, o el hecho de que en aquella ocasión le haya respondido de forma tan osada y sagaz.

Kirino no tenía un buen presentimiento, es como cuando conoció a Kariya, debía estar alerta a cualquier cosa.

El viaje en el bus duró lo que tuvo que durar y el ambiente no cambió mucho al bajar del mismo, había desorden, si, pero no el suficiente como para que todo fuera un infierno. Kidou y Endou fueron los encargados de acompañar a los muchachos en aquel campamento, a pesar de que el delantero de fuego lo organizó, su trabajo como dirigente de la asociación de futbol no le permitía darse un fin de semana libre, al menos no el día viernes, pero los siguientes días intentaría aparecer para disfrutar un poco.

Eran las 2 de la tarde y lo primero que hicieron todos fue empacar sus cosas en las cabañas para 4. Para maximizar la convivencia entre las escuadras, la regla consistía en que debía haber 2 miembros de cada equipo por cabaña, y finalmente los que sobraran o no tuvieran cabaña, la compartirían con los entrenadores.

No nos interesa mucho quienes compartieron habitación con quienes, salvo a nuestros protagonistas. Curiosamente pero muy lógicamente, los 3 compartieron cabaña. Kirino y Shindou obviamente estarían juntos, claro, eran pareja, sin embargo, fue Shindou quien invitó a Ibuki a quedarse con ellos, aún bajo el reclamo del pelirosa. Tetsukado se sentía un poco demás en aquella habitación, pero no le dio mucha importancia, Ibuki era su amigo, seguro pasarían el tiempo juntos, además él no tenía planes de quedarse haciendo cosas en la noche, dormiría sus horas de sueño correspondientes.

Una vez todos guardaron sus cosas en sus cabañas, ya instalados, fueron llamados para el almuerzo grupal. Había una gran mesa larga donde todos se sentaron para almorzar, como ya no es ninguna sorpresa, Shindou y Kirino se sentaron juntos, acompañados de Ibuki a un lado de Shindou. Kirino no lo podía soportar, ya no estaba conforme con el como estaban ocurriendo las cosas y no tenía idea como expresarlo, sin embargo, debía mantener la calma, esperaría a que Ibuki estuviera solo por un tiempo y lo iría a confrontar.

El almuerzo fue agradable para la gran mayoría, la comida tenía un buen equilibrio entre carne y vegetales, acompañado por jugo y agua para quienes quisieran elegir su comida, todo en orden.

Porsteriormente y luego del almuerzo los chicos tendrían un tiempo libre antes de comenzar las actividades del campamento.

El día transcurrió sin ningún inconveniente, iba todo tranquilo y las actividades resultaron ser muy interesantes: Competencias de salto en saco, peleas con bolsas con los ojos cubiertos, montar a caballo y finalmente un mini partido antes del descanso.

Para ese punto eran las 7 de la tarde y todos estaban esparcidos por la zona del campamento, Kirino estaba alerta, había pasado bastante del día con Kariya, quien no había podido evitar molestarlo por su increíble perspicacia al estudiar cada movimiento de Ibuki, estaba claro que no confiaba.

Fue entonces que su momento de actuar llegó. Ibuki se separó del resto de sus amigos del Earth Eleven y se aproximó al baño, Kirino lo siguió cautelosamente antes de que Ibuki entrara a una de las cabinas, entonces el pelirrosa lo esperaría. No tardó mucho y al salir, finalmente ambos se vieron las caras, frente a frente.

El pelirosa estaba de brazos cruzados, reprochando con la mirada al portero, el cual se encontraba confundido pues no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.

- ¿Pasa algo?

Preguntó el portero.

-Tú, deja de causarle problemas a Shindou.

Respondió de forma cortante Ranmaru.

-¿Qué?

Ibuki se mostró completamente descolocado, no entendía a que se refería Kirino, de hecho, ni siquiera recordaba haber interactuado personalmente con él, pero algo le atraía.

-Lo que dije, deja de causarle problemas a Shindou o te las verás conmigo.

Ibuki dio unos segundos de silencio al escuchar esas palabras antes de reaccionar. El portero no pudo evitar reírse del defensa, pocas veces había recibido una amenaza ridícula y tan de la nada, por lo que prefirió no decir nada con palabras.

-¿Qué es tan divertido? Idiota.

En un brusco movimiento, Ibuki se acercó a Kirino, quedando ambos frente a frente y a la misma altura, pues el portero se encorvó un poco, poniendo sus manos en sus bolsillos, en una postura típica de criminal escolar japonés.

En esa intimidante acción, Kirino no pudo evitar echarse para atrás, chocando contra la pared del baño, para su desgracia. Ibuki, ni corto ni perezoso, acorraló al defensa contra la pared, dejándolo sin opciones gracias a su diferencia de altura y fuerza física.

-¡¿Qué demonios crees que haces idiota?! Sal de mi camino.

El pelirosa clamaba porque Ibuki lo dejara, a pesar de que apenas estuvieran teniendo contacto físico. Sin embargo, había algo que lo hacía no irse, sentía algo, Ibuki, a pesar de ser un tonto a sus ojos tenía cierto atractivo, ese temple agresivo, siendo alto e intimidante era algo que al defensa le podía, y mucho.

Sintió como sus mejillas se ruborizaban, detalle que el peliplata rápidamente notó, momento perfecto para avanzar.

-Escucha "niño bonito", no tengo idea quién eres ni qué relación tienes con Shindou, pero si a día de hoy no tengo ningún problema con él, tampoco me interesa tenerlos contigo ¿Entiendes?

El portero fue al grano con sus palabras, luego de darle ese ligero cumplido al defensa que, para este último, fue como una daga en su corazón. Hubo un ligero silencio incomodo en el ambiente, el de coletas se sentía como un idiota en ese momento, haberla pasado mal durante todo el día por espiar a Ibuki no había merecido la pena, había pasado vergüenza y rabia, se sentía como un tonto.

El silencio sirvió para que, en un acto malicioso, Ibuki decidiera acercarse aún más a Kirino, cerrando los ojos, simbolizando un intento de beso, la escena se había vuelto tensa y la cara de Kirino estaba roja como tomate, su corazón latía con rapidez, no sabía que hacer ¿Estaría siendo infiel? No lo sabía, no era su intención, él no quería ¿O tal vez sí? ¿O tal vez no era que no confiase en Ibuki, sino que algo en él le atraía y por eso no aparto su mirada del? ¿Quizás fuese eso, pero si fuese el caso... ¿Que pasaría con Shindou?

Kirino no podía pensar, su corazón no se lo permitía y solo quería una cosa en ese momento... El pelirosa cerró los ojos, estaba dispuesto a dejarse besar, pero...

-Pero tú estás saliendo con Shindou, no puedo interferir.

Ibuki no dio el beso, y aunque quería salir sin decir absolutamente nada y dejar a Kirino con las ganas únicamente, algo como eso podría arruinar su relación de amistad con Shindou, aunque el portero sintiera más que eso por el estratega.

-Nos veremos más tarde "chico lindo"

Dicho esto, Ibuki salió del baño, dejando al pelirosa solo, cansado, confundido e increíblemente insatisfecho.

Kirino, luego de unos minutos, salió del baño, luego de lavarse la cara con agua fría, necesitaba digerir todo lo que acababa de pasar, él no se lo esperaba para nada, sin embargo, ocurrió, ese chico alto, corpulento y de mirada intimidante lo había dejado loco durante un tiempo. No podía con sus pensamientos, necesitaba desahogarlo de alguna manera...

Las horas pasaron y estaban a nada de cenar entre todos los del equipo, Kirino llevaba toda la tarde con aquella vivencia en la cabeza, no podía evitar mirar a Ibuki cada tanto y en alguna de aquellas oportunidades notaba como el peliplata le devolvía la mirada.

Antes de comer llamó a Shindou, ambos se juntaron en su cabaña aprovechando que tanto Ibuki como Tetsukado estarían fuera ayudando a hacer los preparativos para la cena.

Entonces Kirino soltó la bomba, la primera impresión del castaño fue quedarse atonito frente a lo ocurrido, no se lo esperaba en ningún momento y no sabía que sentir, era su novio, si, pero Ibuki no lo sabía... El no tenía la culpa, además no lo besó. Pero...

Finalmente, luego de una increíble cantidad de coincidencias y no molestarse por el hecho de que ambos sintieran algo por el mismo chico, pactaron un plan.

Podía salir bien, podía salir terrible, no había un punto medio puesto a que ninguno de los 2 conocía ese lado del portero y pues, impredecible era cuanto menos.

¿Qué iban a hacer? Es sencillo, luego de la cena y antes de la fogata con música y marshmellows, ellos 2 asaltarían a Ibuki, lo buscarían solo y le pedirían un momento a solas con él, pues tenían que hablar de un tema importante.

Francamente ninguno de los 2 planeaba mentir, para este punto solo quedaba decir la verdad y esperar una respuesta favorable de Ibuki, intentarían seducirlo de manera que resultara bien, ponerlo nervioso para ves si le interesaba y finalmente ofrecerle un noviazgo de a 3, algo poliamoroso claramente, y era la parte más complicada.

Pero... El que no arriesga no gana.

Las horas pasaron, la cena transcurrió con su ritmo normal, y tanto Kirino como Shindou se sentaron ambos a un lado del portero, este ultimo no pudo evitar extrañarse puesto a que no sintió la mirada del pelirosa presionándolo o juzgándolo en ningún momento, lo que permitió que se relajara pues, aunque de por si no le importaba mucho llevarse mal con él, nunca es algo grato darse cuenta de que hay una persona que te está revisando constantemente.

La cena era un rico buffet, los chicos podían elegir sus comidas favoritas y servírselas para luego sentarse en la mesa y disfrutar, no había más, son los beneficios de que Kidou y Goenji patrocinaran el campamento a los salvadores de la tierra y el universo.

Indiferente de esto, en la mente de Kirino y Shindou no estaba la comida, mucho menos la socialización, al menos no para la primera noche, lo que sus cabezas aguardaban eran simplemente unos pocos minutos después.

Al finalizar la ceremonia de la cena, muchos muchachos fueron a sus habitaciones a prepararse antes de la fogata de final de día que conmemoraría la primera jornada de campamento, había sido un día espectacular. Sin embargo, para nuestros dos protagonistas el termino pasado en la anterior frase no correspondía puesto a que su día aún no había terminado, y si cabía, sería la noche la que no tendría fin con Ibuki si es que sus planes resultaban beneficiosos.

Ibuki no demoró mucho en salir del casino de comidas, buscaba algo de tranquilidad después de la notoria falta de este durante todo el día, la había pasado bien, eso es correcto, sin embargo la soledad no es tanto un detalle como si una necesidad en la vida del hombre, y tal hecho se representaba perfectamente en la mentalidad del portero, puesto a que en complemento de su buenaventura durante gran parte del día y su encontronazo ocasional con quien el llamó "niño bonito" la jornada fue gratificante, pero poco saludable en tanto lo que Ibuki buscaba era algo de tranquilidad para consigo mismo.

Todo lo anterior fue tirado al bote de basura cuando, en una caminata necesaria y en solitario se aproximó a un extremo del campamento para apreciar el cielo, ya se había memorizado el camino de regreso, pero por lo antes notado, alguien lo seguía.

Los arbustos hicieron ruido antes de que 2 siluetas de igual complexión y figura salieran de estos, eran Shindou Takuto y Kirino Ranmaru.

-¿Ustedes?

Preguntó el portero, evidentemente descolocado.

-Nosotros.

Comentó Kirino, al lado de su actual pareja se sentía mucho más seguro después de haberse desahogado por lo anteriormente ocurrido con el peliplata.

-¿Qué quieren?

Preguntó nuevamente el portero, siendo tajante como de costumbre.

-Necesitamos algo de ti, grandulón...

Respondió el pelirosa nuevamente, a la par que ambos se acercaban a Ibuki, bastante cerca los unos de los otros, ya podían sentir su presencia.

-¿Ah?

Ibuki no tenía idea de nada, solo sabía que tenía a 2 chicos acercándose cautelosamente a él, con expresiones cuando menos lascivas.

-Verás, Ibuki... Takuto y yo estábamos pensando...

Comentó Ranmaru.

-En que quizás... Te gustaría pasar un rato agradable con nosotros...

Finalizó Takuto, por otro lado, Ibuki no tenía idea si lo que estaba pasando era verdad o se trataba de un sueño meramente.

-¡Que diablos! Pero ustedes son pareja ¿No?

Ibuki necesitaba estar seguro de lo que estaba aceptando, perfectamente podría ser una broma de pésimo gusto para burlarse de él, de ser ese el caso seguramente se iría de ahí y no volvería a dirigirles la palabra,

-Claro, eso es cierto, pero... Ibuki ¿Te gustaría acompañarnos?

El castaño fue quien inició la propuesta, y como buen novio, Kirino lo siguió.

-Iremos al grano, nos gustas, mucho.

Por la cabeza del portero ahora mismo estaban pasando mil cosas, entre ellas, muchísimas dudas.

-Entonces... Quisiéramos saber si te gustaría estar con nosotros 2, juntos...

Todo lo dicho por la pareja no solo sonaba de manera increíblemente lasciva y sensual, sino que las palabras venían acompañadas por ligeros toques al torso de Ibuki, el cual no pudo evitar excitarse y sonrojarse por lo que le estaba ocurriendo.

-Yo...

El portero no podía articular palabra alguna, situación que los contrarios comprendieron totalmente.

-No tienes que decir nada aún, deja que Ranmaru y yo te demos una pequeña probada de todo lo que podemos vivir nosotros 3 juntos...

Dicho esto, Kirino y Shindou tomaron las manos de Ibuki y se lo llevaron al cuarto de la cabaña, sabían que todos estarían por la fogata, disfrutando de los malvaviscos y la música.

El trío peligroso y calenturiento entró a la habitación, Ibuki se sentía bastante seguro al notar que la propuesta no había sido una broma, por lo que podría desenvolverse con total naturalidad.

El momento comenzó leve, Kirino se llevó a la cama al portero y comenzó a darle besos en la cara, para posteriormente, aprovechando que Ibuki estaba sentado en la cama, hacer lo propio sentándose en una de sus piernas, Shindou hizo el mismo cometido, y ocupó pierna desocupada de Ibuki para sentarse en ella.

La escena era de ensueño, el peliplata tenía a 2 chicos hermosos sentados en su regazo, viendo como lentamente entre ellos comenzaban a besarse, en un claro intento por cautivar al portero.

Intento que salió a la perfección, puesto a que mientras la pareja se besaba, uno de los dos se encargó de acariciar desde la entrepierna al pecho de Ibuki, logrando prenderlo absolutamente.

El portero no tardó mucho en tomar a Shindou entre sus brazos y comenzar a besarlo, mientras sentía como los labios de Kirino tocaban sus mejillas. Entre caricias y besos el tiempo pasaba, Ibuki era el rey del lugar y la persona más suertuda del planeta pues tenía a dos de los chicos más lindos del mundo sobre su regazo besándolo,

Todo parecía que iban a tener sexo, pero no se iban a arriesgar, estaban solos en la cabaña, si, no obstante, su compañero Tetsukado, o cualquier otro amigo del campamento podría llegar a la habitación y de esa manera descubrirlos.

No era que importase mucho, entre los 3 tenían la suficiente poca vergüenza como para que no les importase en absoluto que los miraran besándose o algo más profundo incluso, pero sabían que sería incomodo tanto para Tetsukado como para cualquier otro.

Indiferente de lo anterior durante un rato, la acción continuó, entre medio para que Ibuki pudiera dar finalmente su respuesta a aquella propuesta.

-Sobre... Lo anterior...

Intentó decir, antes de que Shindou y Kirino dejaran los besos.

-Acepto, quiero estar con ustedes.

Respondió finalmente el portero ante la atenta mirada de la pareja, que ahora era un trío.

-Era lo que sabíamos que responderías.

Respondió Kirino lleno de confianza, para posteriormente besar en la boca a Ibuki y hacer que se desplomara de espaldas en la cama, perfecto para que uno de los dos se subiera en su entrepierna y mientras se movía, el otro besaba al más alto.

Y así permanecieron un buen rato hasta que sintieron los pasos y voces de personas alrededor de la cabaña, miraron el reloj, la fogata había terminado y ya era hora de volver a la normalidad y salir de esa escena larga pero hermosa de los 3 compartiendo algo de amor y cariño, a la par que sensualidad y mucha calentura.

Al abrir la puerta, lo que Tetsukado encontró fue a Kirino y Shindou acostados ambos en una sola cama, coqueteándose entre ellos como solían hacer en su intimidad, y por el otro lado le sorprendió encontrar a Ibuki semidesnudo por la parte superior, leyendo un comic con un parlante a su lado al ritmo de C.R.E.A.M. de Wu-Tang Clan.

La primera escena no le sorprendió en absoluto, el boxeador sabía que Shindou y Kirino eran pareja, durante su estancia en el espacio exterior, el estratega reconoció que había alguien en la tierra a quien extrañaba más que a nadie, supuso que se trataba del pelirosado del Raimon, actual capitán y defensa estrella del equipo.

-¿Qué pasa? Tetsu.

Preguntó Ibuki, disimulando haber notado por casualidad la presencia del boxeador moreno, claramente siendo aceptada dicha disimulación por los otros 2 de la habitación.

-¿No se aburrieron aquí? La fogata estuvo increíble, las anécdotas del entrenador Kidou eran divertidas.

Preguntó el recién llegado.

-Un poco, pero nuestro ego y vergüenza fueron demasiado grandes como para permitirnos ir con la cabeza agachá a la fogata después de reusarnos a ir en primer lugar.

Respondió Shindou.

-Cuéntanos como fue la fogata.

Propuso Ibuki, en un tono agradable.

-Oh, ¡Claro! Pero... ¿Quieren jugar carioca?

Propuso el de dreadlocks, sacando un mazo de naipes de su bolsillo.

Los demás asintieron a su proposición y asi pasaron la noche.

El pobre Tetsukado jamás habría imaginado lo que ese trio revoltoso estaba haciendo en su ausencia, aunque poco importaba para ese punto, lo importante realmente era que luego de su llegada, los 4 se divirtieron jugando durante la noche, aunque no descuidando su horario de sueño, puesto a que al día siguiente habría más actividades, esto recién comenzaba.

Y ahora ustedes se estarán preguntando ¿Y al final tuvieron sexo o qué? Bueno, mis queridos lectores, eso es una historia para otro día...

Pero si, si tuvieron sexo y el pobre Ibuki casi muere luego del tercer orgasmo, Shindou al siguiente día no pudo sentarse, ¿Y Kirino? El ya estaba acostumbrado, era el único que tuvo coraje para una segunda vuelta la noche siguiente.

Mil agradecimientos a @Sander235

Por la hermosa portada y por apoyarme y estar conmigo en este proyecto largo, de verdad lo aprecio. Este fic va dedicado a todos aquellos que lo siguieron en tuiter como y como iba tomando forma, estoy agradecido con todos ustedes también.

Saben que no suelo hacer despedidas, pero realmente estoy contento de haber podido terminar esto <3

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