Capitulo XXXV
"Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!"
El Cuervo - Edgar allan Poe.
Capitulo XXXV
Estación de policía, División K, Ontario, Canada.
2:15 pm.
Agente Foster
—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!— golpeé la pared con toda mi rabia y frustración acumulada. No podía creerlo, no podía creer esta mierda, —¿Alguien me quiere explicar como pasó esto?
Los cuatro agentes solo compartieron una mirada sin decir nada así que mi mirada cayó sobre el agente Ferguson quien, aunque tenia la nariz fracturada con una banda sobre la misma, se veía calmado, masticando chicle, eliminé las formalidades y le hablé directamente, —Pierce, ¿Qué carajos pasó?
Él se encogió de hombros, —Jefe, yo les había advertido sobre Mason, ¿O no?
El agente Miller se pasó la mano por la cara, —Nunca tuvimos razones o pruebas para sospechar de él, tenia una coartada confirmada para la noche del asesinato, ¿Qué se supone que debíamos hacer?
Pierce se inclinó hacia atrás en la silla, —Debieron confiar en mí.
Le lanzó una mirada incredula, —¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
Miller volteó los ojos, —¿De verdad acaba de preguntarle eso?
Suspiré, —¿Alguien me quiere decir como es que un asesino estuvo ahí todo este tiempo en nuestras narices planeando todo esta mierda y no nos dimos cuenta?
Miller miró a Pierce, —Preguntále al encubierto.
Pierce le devolvió la mirada, —Yo se los advertí y ustedes decidieron ignorarlo, les dije claramente de las características psicopatas violentas que observé en Mason y, ¿Qué fue lo que ustedes respondieron?— se puso la mano en el mentón como si pensara, —Que solo era que yo estaba celoso y que tenia rencor en contra de él porque lo conocí en un psiquiátrico hace años.
—¿Lo conociste en un psiquiátrico hace años?— Miller alzó una ceja, —Le fracturaste 3 costillas y le rompiste la nariz.
Pierce sonríe, —Ah si, eso también.
—Pierce tiene razón, él nos advirtió de él muchas veces y lo atribuimos a que tenía una mala historia con Mason así que no es su culpa.— expliqué, —Aún así, de verdad no entiendo como estas tan tranquilo, asesinó a más de 10 personas y se llevó a la chica, se que era solo tu trabajo pero algo de cariño debiste tomarle, podría estar muerta mientras hablamos.
Pierce apretó su mandíbula, —Él no va a matarla.
—¿Por qué estas tan seguro?
Pierce se levantó, poniéndose una chaqueta, —Si él quisiera matarla, ya lo hubiera hecho, tuvo muchas oportunidades.
Miller intervino, —Tal vez quería crear el ambiente perfecto para asesinarla, no se, algún tipo de lugar como la cabaña de la familia de Fleur.
Pierce meneó la cabeza, —No, él de verdad cree que tiene sentimientos por ella, que ella es su salvación, no va a matarla.
Mi cabeza ató cabos, —¿Quieres decir que nunca estuvo en sus planes asesinarle aquella noche cuando mató a su familia?
Pierce asintió, —Exactamente, y estoy seguro de que él nunca dejó que ella viera su rostro, sino no se hubiera acercado a ella tan descaradamente aquí.
Abrí mi boca para decir algo más cuando observé como Pierce hacia una mueca de dolor, sosteniendo sus costillas, —¿Estas bien?
—Estoy genial, esto no es nada.— respondió, con una sonrisa de boca cerrada. Pierce había estado durmiendo cuando fue atacado, golpeado y esposado a una silla de metal. Cuando lo encontramos, sangre rodaba por sus muñecas de tanto que había luchado por liberarse.
El oficial de policía de la zona entró, su voz seria, —El conteo no es muy bueno: 11 personas asesinadas, entre ellos 6 enfermeras y cinco guardias. Hay dos guardias desaparecidos y tres pacientes: Mason Stevens, Dana Jackson y Fleur Dupont.
Pierce arrugó sus cejas, —Estoy seguro que Dana no fue parte de su plan así que a estas alturas debe estar muerta.
—Pierce.— le regañé, —Se que la sensibilidad no es tu fuerte pero inténtalo.
Pierce me dio una mirada cansada, el oficial de policía siguió su reporte, —Se encontró una fosa recién abierta a un lado del psiquiátrico, había restos de pólvora, lo que creemos que sugiere que él asesino tenia las armas escondidas ahí.
—Bastardo inteligente.— murmuré, —¿Alguna noticia del auto que se llevó?
El oficial me pasó una carpeta, lo abrí viendo una foto del auto, —El auto fue encontrado, abandonado a 60 millas del lugar, habían dos cadaveres en él, no se ha confirmando sus identidades aún pero al parecer son los guardias desaparecidos, los están llevando a la estación central para analizarlo mientras hablamos.
Me agarró el puente de la nariz, necesitando enfocarme, —Bien, hora de trabajar, Miller, quiero todo de Mason Stevens, propiedades, historial, antecedentes, reportes médicos, todo, necesitamos crear un perfil ahora que sabemos su identidad. Baker,— él oficial moreno me miró, —Ve allá afuera y monitorea todos los interrogatorios, recuerda que los primeros interrogatorios son los más importantes, por si alguien cambia su historia en el segundo interrogatorio sabremos quien miente y podría haber ayudado al asesino.
El agente Hudson habló por primera vez, —No creo que haya trabajado con alguien, es un asesino solitario, y si alguien lo ayudó, estoy seguro que no lo dejaría con vida.
Pierce asintió, —Estoy de acuerdo con él.
Hojeé el archivo confidencial que nos dio la directora del psiquiátrico, —Mason Stevens, 23 años,— tuve que hacer una pausa, tan joven y tan destructor de vidas, —Internado por promover conductas violentas y de auto-lesión,— pausé, —El psiquiatra puso en sus apuntes en su ultima sesión con él: Mentiroso patológico, manipulador, con tendencias psicopatas violentas.
Miller torció los labios, —¿Promover conductas violentas y de auto-lesión?
Pierce explicó, —Manipula a las personas para que utilicen la violencia o se hagan daño ellas mismas, lo internaron porque una chica se suicidó y lo acusaron de manipularla para que lo hiciera, no había evidencia suficiente así que solo lo internaron en el psiquiátrico.
—Pero pudo salir de restricción gracias a tu temperamento.— le acusé.
—Se merecía cada golpe que le di.— Pierce replicó.
—De igual forma, lo de la chica pareció ser planeando para ser traído aquí, de todos los psiquiátricos del estado, ¿Cómo es que terminó en este?
—Recomendación de su abogado,— Pierce respondió.
—Bueno, necesitamos interrogar a ese abogado.
Miller meneó la cabeza, —Di la orden pero cuando llamé a la central me informaron que dicho abogado tomó un vuelo a Rusia hace dos días, sin pasaje de retorno.
—¡Mierda!— gruñí, —¿Y su coartada de la noche del asesinato de la familia?
—La misma historia pero se fue a Grecia.
Solté una risa llena de ironía, —El bastardo lo planeó todo muy bien, ¿Enviaron a alguien a revisar la cabaña del crimen?
Hudson respondió, —Si, no hay nada, y no creo que se acerque a ese lugar.
El sonido de una notificación hizo eco por mi oficina, Pierce revisó una tablet que tenia sobre su regazo, —Tenemos que movernos, él esta cerca de la frontera con Estados Unidos.— Pierce habló con seguridad.
Le di una mirada incrédula, —Pierce, siento que hay algo que no nos estas diciendo.
Pierce levantó la tablet, —Aunque no lo sabe, ella lleva puesto un rastreador, no había emitido nada de señal hasta ahora, pero ahora me dio una leve señal antes de desaparecer cerca de la frontera con Estados Unidos, así que dejemos de perder el tiempo lamentándonos por lo que no hicimos bien y vamos a encontrarla.
—¡Mierda! ¿La frontera? Lo ultimo que necesito es agencia internacionales metidas en esto.— tomó mi chaqueta para ponérmela rápidamente.
En silencio, todos salimos de la oficina, preparados.
Fleur Dupont
Quisiera decir que Mason me había hecho daño o se había comportado de manera violenta pero mentira. Él actuaba normal, como si esta situación bizarra no lo fuera, como si yo no estuviera aquí en contra de mi voluntad, o como si el no fuera un asesino en serie.
Después de desayunar, habíamos salido a caminar para disfrutar la vista como él lo había dicho pero creí que solo quería mostrarme lo desolado y apartado que era este lugar, ¿Dónde estábamos? No tenia ni idea. Había un espacio de 10 o más horas desde el momento que perdí el conocimiento hasta que desperté por la mañana, ¿Había manejado todas esas horas? Y si era así, ¿Hasta donde habíamos llegado? ¿Norte o Sur?
Mi teatro estaba llegando a su limite, la desesperación me estaba pasando factura, quería salir de aquí, alejarme de él, no volverlo a ver nunca más y la impotencia de no poder hacerlo, de estar atrapada en esta situación de miedo constante me llenaba de rabia y tristeza. Lo que más me molestaba era su actitud, él me hacia sentir que esto era normal, que yo no estaba en peligro aunque si lo estuviera.
Caminamos en silencio por un buen rato por un sendero muy limpio que cruzaba un terreno plano pero lleno de hierba, el aire fresco movió mi cabello lejos de mi cara. Me mantenía un paso detrás de Mason así que solo podía ver su espalda y ese cabello negro desordenado desde atrás que hacia juego con la camisa negra que llevaba puesta, era raro verlo sin el uniforme del psiquiátrico.
—Es muy tranquilo aquí, ¿No?— rompió el silencio, echándome un vistazo por encima de su hombro.
Solo asentí, no quería hablar.
Había bloqueado por completo los pensamientos de Pierce de mi cabeza, después de esa conversación con Mason. Sabia que no debía creerle a Mason, que era un mentiroso pero por alguna extraña razón sentía que no mentía respecto a Pierce.
Todos me mienten...
¿A caso todos querían jugar conmigo?
Recogí hierba de un lado y jugué con la misma mientras seguía caminando, mi mente se sentía pesada y confundida, mis ojos estaban sobre la hierba en mis manos cuando levanté la mirada, salté en sorpresa, Mason estaba frente a mi, mirándome con esos ojos que se veían aún más diferentes entre si bajo la luz directa del sol.
—¿Estas bien?— su pregunta me hizo soltar una risa sarcástica pero él no sonrió.
—¿Es en serio?
Él no se movió, su cara inexpresiva, —Te hice una pregunta, quiero una respuesta, ahora.
—No, por supuesto que no estoy bien.— le respondí, —Estoy secuestrada por el asesino de mi familia y de una mis mejores amigas, ¿Qué esperas?
La frialdad de mi voz nos sorprendió a ambos, Mason ladeó su cabeza, ese gesto me recordó aquella noche del asesinato, —Bien.
Arrugué mis cejas, —¿Bien?
Asintió, —No espero que estés bien.— me sonrió, los huequitos de sus mejillas apareciendo, —Pero pasará, pronto estarás bien.
Meneé mi cabeza, con una sonrisa falsa llena de incredibilidad, —Estas loco.
Él hizo una reverencia sin quitar esa sonrisa de su cara, —Gracias.
Nos quedamos ahí de pie, observándonos el uno al otro, hasta que él me dio la espalda y se agachó frente a mí, —Es hora de volver, subete en mi espalda.
—De ninguna manera voy a hacer eso.
Lo oí suspirar, —Fleur, no quieres hacerme enojar.
De verdad que no quería hacerlo enojar pero subirme en su espalda era demasiado, mi teatro no llegaba tan lejos. Decidida, le pasé por un lado, caminando hacia la casa, —Olvídalo.
Di tres pasos cuando sentí la mano de Mason en mi brazo, girandome hacia él, —¡Suelta— no pude terminar, Mason me lanzó al pasto, aterricé en mi espalda completamente desorientada. Rápidamente, se subió encima de mi, sosteniendo mis muñecas a ambos lados de mi cara con sus manos.
Me retorcí, tratando de liberarme, —¡Suéltame!
—¡Escuchame!— su voz tomó ese tono frío y escalofriante que me aterrorizaba, —Cada vez que me desobedezcas tomaré algo de tí.
—¡No! ¡Quitate! ¡No me— me besó interrumpiéndome, apreté mis labios con fuerza, tratando de quitar mi cara.
Él se separó, —Besame, Fleur.
Sus ojos indagaban los míos pero solo meneé mi cabeza, —Por favor...
—Bésame.— ordenó, —Si me desobedeces de nuevo, esto puede ir mucho más allá de un beso robado así que obedece y bésame.
Mi corazón iba a estallar, lagrimas se formaron en mis ojos, y en contra de todo mi ser, levanté mi cara y lo besé.
xx
Nota de la autora: ¡Say what?! No se como sentirme con el final de este capitulo, así que solo me enfocaré en, ¿Cómo se sintieron ustedes?
La tensión de estos capítulos ha sido mucho para mi pobre alma, ¿Ustedes también han sufrido conmigo o nah?
Muakatela,
A.G
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