Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XLI

Dedicado a ArianaJove quien siempre comenta todos los capítulos, saludos, nena.

"Ella vivía en la burbuja feliz, mientras yo me ahogaba en el dolor y la oscuridad."

-La princesa roja.

Advertencia: Violencia.

Capítulo XLI

Ante la presencia de estos desconocidos, mi madre decidió hablar, —¿Quiénes son ustedes?— la voz de mi madre temblaba, apenas respiraba para que su cuello no tocara el cuchillo sobre el mismo. Cuando identificó a Adam, la rabia en sus ojos era clara, —Oh, tu, sabía que eras una mala influencia.

Mi padre apretó su mandíbula, mirándome a los ojos, —Conseguiste ayuda para esto, ¿Cómo? ¿También te los fóllas, zorra?— apenas pudo terminar su oración, el enmascarado con el arma lo golpeó con la parte de atrás de la misma, derrumbándolo, se subió encima de él para golpearlo una y otra vez hasta que la cara de mi padre se volvió un desastre de sangre y cortes pequeños.

Solo pude observar, la satisfacción calentando mi pecho.

—Ey,— el chico que tenía a mi madre lo llamó, —Basta, eso es suficiente.

Adam dio un paso adelante, —Él tiene razón, detente.

¿Por qué no decían nombres?

Era como si no quisieran que supiera sus nombres.

Él enmascarado atacando a mi padre se detuvo, pero lo agarró del cuello para gritarle en su cara, —Por basura como tú es que disfruto asesinar.— su voz era fría pero a la vez, tan sutil que podría sonar suave.

Asesinar...

Estos dos enmascarados eran peligrosos pero,¿Por qué estaban aquí? ¿Adam los había traído? ¿Por qué estaban ayudandome?

Decidí dejar de preocuparte por trivialidades, ellos estaban de mi lado y eso era todo lo que me importaba.

Él hombre de negro con mi padre, se levantó apurando el arma hacía él, mi padre estaba casi inconsciente por todos los golpes apenas se movía.

—¡No!— mi madre gritó desesperada.

El hombre detrás de ella le susurró, —Shhhh.— presionando el cuchillo aún más contra ella.

Me quedé observando la escena frente a mí, él enmascarado giró su cara hacía a mi, —¿Quieres que le dispare?

Me sorprendió que me preguntara, meneé la cabeza, —No.

Él que tenía a mi madre habló por primera vez, —¿Quieres matarlos tu misma, verdad?— el tono de burla en su voz era claro.

Sonreí ligeramente, —Si.

Él hombre del arma la bajó, poniéndola en la parte de atrás de su cinturón, —¿Cómo podemos ayudarte?

No lo pensé dos veces, —Amarrenlos a esas sillas.— mi voz sonaba igual de fría a la de ellos.

No me esperaba que me obedecieran tan rápidamente, pero cuando lo hicieron no me quejé. Mis padres estaban atados a las sillas, luciendo vulnerables y muy asustados. Me paré frente a ellos, solo disfrutando su estado. Los enmascarados y Adam se quedaron a un lado sin intervenir, no me importaba que estuvieran ahí, tenía audiencia.

—Fleur,— mi madre comenzó, —Nosotros te amamos, todo lo que hemos hecho ha sido por amor.

Mi padre apenas hablaba a través de la sangre en su rostro, —Yo te amo, Fleur.

Levanté mi mano con el cuchillo y le corté la cara, su sangre chispeándome, —¡Calláte!

Mi padre soltó un chillido de dolor y mi madre solo lloró, —Fleur, por favor.

—Fleur... Fleur... Fleur...— las lagrimas inundaron mis ojos, —Ustedes destruyeron a Fleur, ustedes me crearon a mi... yo...— miré mi vestido pijama de princesa que tanto me gustaba, ese que mi padre había ensuciado tantas veces con su pervesión, estaba chispeado de sangre por todos lados, —Soy la princesa roja ahora.

El enmascarado con el tono burlón opinó, —Princesa roja... hmmm me gusta.

—¿De qué estas hablando? ¡Estas loca! Mira lo que le has hecho a tu padre.— mi madre aún lo defendía en su situación tan vulnerable.

Enfermos.

Me incliné hacia mi padre, tomando su cara entre mis manos, —¿Quieres que te desabroche los pantalones como siempre, papá?

El miedo e impotencia en su rostro me alegraban tanto, desaté su cinturón y abrí sus pantalones, tomé el cuchillo apuntando a sus partes intimas, —Solo quiero preguntarte una cosa, ¿Por qué? ¿Por qué destruirme y dañarme hasta convertirme en esto?

—Porque tu v@gina se siente jodidamente deliciosa.— escupió en mi rostro y le clavé el cuchillo ahi abajo, mirándolo retorcerse de dolor. Se lo clave una y otra vez, sangre saltando de él, cayendo sobre mi.

—¡Maldîto enfermo!— grité una y otra vez, apuñalando tantas veces como podia, volviendo la parte de abajo de su cuerpo un desastre de sangre y carne destrozada. Los gritos de dolor de mi padre y las suplicas de mi madre sonaban lejanos para mi, el poder de herirlo, de acabar con su miseria de existencia llenaba mi pecho.

Años de pesadillas, lagrimas silenciosas, dolor, sensación de suciedad y aislamiento motivándome. Sabía que Fleur jamás saldría de su burbuja falsa, nunca estaría lista para lidiar con lo que yo había lidiado y tampoco la culpaba por ello. Nos complementábamos de alguna forma jodida y enferma.

Mi padre se desmayó de dolor, sangre brotando de sus heridas, goteando de la silla y creando un charco en el suelo.

Levanté mi mirada y Adam me miraba con una expresión de sorpresa muy obvia mientras los otros enmascarados estaban lucían calmados.

Proseguí a enfrentar a mi madre, me puse en cuclillas frente a ella, y en tono sarcástico le hablé, —Mamá...

Ella no podía dejar de temblar, —Fleur, por favor.

—No soy Fleur, vieja enferma.— levanté el cuchillo que aún goteaba sangre frente a ella, —¿Cómo pudiste? ¿Dónde esta tu consciencia? Somos tus hijas.

—Él las ama, esa es su forma de expresarlo.— explicó y la rabia me invadió, lagrimas rodando por mis mejillas mientras apretaba mis puños.

Levanté mi mirada y busqué al hombre enmascarado del tono burlón, no sabía porque sentía que él sabría la respuesta mi pregunta, —¿Cuál es la forma más dolorosa de matarla?

Él se echó a reír, su risa haciendo eco por toda la sala antes de hablar, —Puedo mostrarte donde cortar para que se desangre dolorosamente.

Él caminó hacía mí, mi madre vociferando suplicas y sollozos, y se arrodilló a mi lado, tomó mi mano y noté que usaba guantes, él guío mi mano al muslo de mi madre, —Por aquí pasa la artería femoral, es una de las grandes, perderá mucha sangre rápidamente pero tardará en morir y lo sentirá todo.

Sus ojos encontraron los míos y el reflejo de la ligera luz que se colaba por la ventana iluminó sus ojos.

¿Sus ojos eran de colores diferentes? ¿O Estaba imaginando cosas?

Él apartó la mirada antes de pudiera verlos bien y se levantó para volver a donde estaba al lado del otro enmascarado.

Mi madre no dejaba de llorar, sus sollozos me molestaban, agarré su pierna y corté profundamente donde él me había indicado. El chillido de madre me hizo hacer una mueca, la cantidad de sangre saliendo de su herida me dejó sin palabras. Jamás hubiera pensado que alguien pudiera tener tanta sangre.

El piso de mi se había convertido en un charco rojo, combinando la sangre de mis padres. Mi vestido estaba tan manchado que parecía ser rojo con manchas blancas.

La cabeza de mi padre colgaba a un lado, dudaba que despertara de nuevo, mi madre se ponía pálida rápidamente, sus ojos entrecerrados. Los observé desangrarse, no despegué mi mirada de ellos hasta que sus cuerpos se volvieron inmóviles, fríos al tacto.

Muertos...

La adrenalina de esta situación, tener el poder de terminar una vida me hizo sonreír abiertamente, y de alguna forma me había emocionado, incluso excitado. Caminé hacia Adam, y antes de que él pudiera decir algo, tomé su rostro con ambas manos, y lo besé.

Mis manos manchaban su rostro de sangre pero no me importaba, lo besé apasionadamente, moviendo mi boca sobre la suya rápidamente.

Con la respiración acelerada me separé de él aunque mi mano aún acariciaba su mejilla, mi mirada cayó sobre el enmascarado de tono burlón que estaba al lado de Adam. Él se acerco, cerré los ojos, —Quitate la mascara, prometo no mirar.

Escuché algo y lo siguiente que sentí fueron sus labios sobre los míos, su beso fue mucho más agresivo que él de Adam. Sus labios eran suaves, pero besaba de una forma que te hacía querer hacer cosas sucias con él. Chupé su labio inferior entre mis labios y lo mordí lo suficientemente duro para hacerlo sangrar.

Él gimió en mi boca, y cuando nos separamos susurró, —Te devolveré ese mordisco, princesa roja.

Evitando mirar su cara hasta que se pusiera la mascara, me dirigí al otro enmascarado, el último, me lamí los labios en anticipación, —¿Quieres que cierre mis ojos?

Él meneó la cabeza, —No me interesas tu.

Arrugué mis cejas, —¿A qué te refieres?

Su voz se tornó aún más fría, —Me interesa Fleur, no tú.

El hombre de tono burlón bufó detrás de mí, —No seas un idiota ahora.

Me reí descaradamente, enfrentandolo, —Mentira.

Él ladeó la cabeza, —No me importa lo que pienses, eres solo una personalidad que desaparecerá pronto cuando Fleur sea tratada.

Este si que era interesante, —¿Quieres decir que te interesa Fleur, la que no vive en la realidad?

Él asintió, —Si.

—No te creo.— me acerqué a él, —¿Quieres decirme que tu corazón no se aceleró, que no te excitaste al verme asesinarlos?— mi mano acarició su mascara pero él tomó mi muñeca, jalándome y poniéndome contra la pared.

Estaba tan cerca de mi que su respiración rozaba mi boca, —¿Quieres saber si quiero subirte ese vestido y fóllarte aquí mismo? Si, quiero hacerlo, pero después de eso, no querría ni mirarte, esta personalidad me disgusta. En cambio, Fleur me interesa de verdad.

Grises...

Tuve destellos del color de sus ojos, eran hipnotizantes, nunca había conocido a nadie de ojos grises.

Él me liberó, sus ojos clavados en algo detrás de mí. Me giré para enfrentarme a Camille. Llevaba puesta su pijama y tenía a su oso de peluche favorito contra su pecho. Ella era una pequeña pero al ver a mis padres muertos, la sangre en mi ropa, y el cuchillo en mi mano la vi atar clavos, ella era inteligente a pesar de solo ser una niña.

—¿Qué hiciste?— el horror en su rostro era desarmante, —¿Mami? ¿Papi?

Él del tono burlón se sentó en el sofá, —Ella tiene que morir.

Le di una mirada helada, ojos grises comentó detrás de mí, —No puedes tener testigos o serás incriminada.

Adam intervino, —¿De qué mierda hablan? Es solo una niña.

Los enmascarados tenía razón, no podían haber testigos que hablaran en contra de mí. Definitivamente no había planeado todo esto bien, los pequeños ojos de Camille se llenaron de lagrimas y entonces pasó.

Me vi reflejada en ella, mi padre ya la había tocado, la había dañado. Miré mis manos llenas de sangre, ella ya estaba arruinada, sucia, no quería que ella se convirtiera en una asesina como yo, que viviera una vida de trauma y miseria, nadie se merecía eso.

Nadie se merecía crecer como yo lo hice, no ella.

Sabía que matarla devastaría a Fleur, pero tenia que hacerlo, miré al hombre en el sofá, —Quiero que sea rápido y que no sufra.

Él solo asintió, —¿Quieres que lo haga yo?

Asentí y me di media vuelta, no podía mirar, no quería hacerlo, aunque no tenía gran afecto por Camille, sabía que Fleur si, y de alguna forma sus emociones me afectaban. Ojos grises se quedó frente a mi, sin moverse, minutos silenciosos pasaron y cuando me volteé, Camille estaba en el suelo inconsciente, no necesitaba revisar para saber que estaba muerta.

¿La asfixió?

Eso no importaba, Adam apareció a mi lado, —Deberías cortar su cuello o alguna parte de ella para seguir el patrón de puñaladas.

Ojos grises también habló, —Si, si queremos que culpen al asesino en serie que anda suelto, tienes que hacer las cosas bien.

—¿De qué están hablando?

Él del tono burlón respondió, —Veras, princesa roja, no somos tan torpes y poco organizados como tu, aunque, admiro tu coraje, debo decir que no planeaste esto bien en lo absoluto, sino hubiéramos llegado, estarías muerta o siendo viólada de nuevo.— hice una mueca incomoda ante sus ciertas palabras, —Si queremos que este asesinato se lo atribuyan al asesino en serie de familias del momento, tienes que hacer que luzca así.

Ojos grises me pasó por un lado, quitándome el cuchillo y cortó el cuello de Camille en una movida veloz. Luego le lanzó el cuchillo al del ojos diferentes, quien lo atrapó en el aire, ¿Por qué todos tenían puestos guantes? Él comenzó a limpiar el cuchillo con un trapo y un liquido extraño mientras ojos grises acomodaba el cuerpo de Camille de cierta forma.

—¿Qué están haciendo?— pregunté confundida.

Adam me dio una sonrisa de boca cerrada, —Acomodando la escena del crimen.

Eso no ayudó en mi confusión, ojos diferentes tenía razón, yo no había planeado esto a largo plazo, cuando la policía llegara me llevarían presa, yo era la culpable aunque ellos fueran complices.

Ojos grises se acercó a mí, —Necesito que dejes que Fleur vuelva a tomar el control, él,— señalo al otro enmascarado, —va a apuñalar a Adam frente a ella, ella necesita ser una víctima más de todo esto, de un asesino, tiene que ser genuino o la policía sospechará.

—No tienes que preocuparte.— suspiré, —Ella no recordará nada o simplemente cambiará los recuerdos, siempre lo hace.

Ojos grises no dijo nada, así que accedí, —Bien, lo haré, subiré a su habitación y la dejaré volver.

Ojos diferentes habló, —¿Puedes dejarla volver a tu antojo?

—Toma años acostumbrarse.— dije con tristeza, —Pero si puedo.

Ojos grises me miró, —En la habitación, pon los relojes a las 11:30 pm. Así podrá coincidir con el tiempo en el que todo pasó.

Que minuciosos eran.

Comencé a alejarme, pisando el primer escalón de las escaleras, una mano alrededor de mi muñeca me detuvo, miré hacia abajo para ver a ojos diferentes en el escalón debajo del mío. Eran tan alto, que aún con un escalón de diferencia, aún lucia más alto que yo.

Él se bajó la mascara, me agarró de la cintura y me besó. Me encantaba la forma en la que me besaba, era salvaje pero también muy excitante, como si quisiera devorarme, como movía su boca sobre la mía enviaba corrientes de electricidad por todo mi cuerpo. Me apretó contra él, y no pude evitar gemir, su lengua invadiendo mi boca, besaba demasiado bien y su cuerpo se sentía definido contra el mío.

Cuando nos separamos, él sonrió sobre mis labios, —Te veré luego, princesa roja.

Le devolví la sonrisa, alejandóme de él, dejando esa escena de crimen sangrienta detrás de mí, con esos tres principies oscuros protegiéndome.

Adam Stevens.

Luché en contra todo mi ser para manejar esta situación de manera fría y objetiva y aunque había sido difícil, ver la actitud helada Mason y a Pierce me había ayudado a mantenerme en calma.

Ver a Fleur, o bueno a su otra personalidad, asesinar a sus padres de esa forma me había trastornado pero la entendía, ellos merecían morir. Lo que más me costó fue aceptar la muerte de Camille, entendía la lógica de que era una testigo peligrosa pero era solo una niña. La humanidad en mi había querido revelarse y abogar por ella pero sabía que eso pondría en peligro a Fleur.

Mi Fleur, llámenme un idiota enamorado, pero haría cualquier cosa por ella, la amaba, iba más allá de un estúpido sentimiento, ella era todo para mi y haría cualquier cosa por ella, esto e incluso más.

Miré por la ventana, esperando mi momento, Pierce se había ido, tenía que estar de guardia cuando llamaran para poder ser convocado a la escena del crimen cuando llamara. Mason estaba dentro, jugando a ser el asesino, apuesto a que estaba disfrutando aterrorizar a Fleur.

Fleur era tan diferente de esa chica que habíamos visto asesinar a sus padres, la princesa roja era más fría, más atrevida. Aún podía sentir los celos que me invadieron cuando la vi besar a Mason, no una, sino dos veces, me repetí en la cabeza una y otra vez que no era mi Fleur, que era su otra personalidad pero aún así dolió. Agradecí mentalmente cuando Pierce se negó a besarla.

Repasé en mi mente la declaración que daría en el interrogatorio policial una y otra vez. Cuando Mason me dio la señal, me dirigí a la puerta de atrás y entré por la cocina, haciendo ruido a proposito.

Fingimos luchar en la cocina y confiaba en él, Mason había estudiado medicina, graduándose en psiquiatría a su joven edad, era considerado super dotado con un coeficiente intelectual que le permitió entrar a la universidad a los 15 años. Él sabia en que ángulo y como apuñalarme para no herirme mortalmente. Pero no pude evitar preguntarle, —¿Dolerá?

Él se echó a reir, —¿Tu qué crees?

Antes de que pudiera responderle, enterró un poco del cuchillo en el lado derecho de pecho, justo debajo de la clavícula. No pude evitar chillar en dolor, mierda, dolía mucho.

Es por ella.

Esto es por ella, por su bienestar... aguanta, Adam.

Luego de apuñalarme, lo cual dolió como nada que había experimentado, Mason me empujó fuera de la cocina. Caí al suelo, y él se desvaneció por la puerta trasera. Con dedos temblorosos, llamé a la policía.

Fleur apareció a mi lado en unos segundos, sus ojos rojos, lagrimas cayendo sobre mi cara, —Adam, aguanta... estarás bien, por favor, prométeme que estarás bien.

Me las arreglé para sonreír con tristeza, —Estaré bien.

Aún llorando, con toda esa sangre sobre su vestido y sobre su rostro, se veía tan hermosa, ella no era una mala persona, solo era un resultado de circunstancias muy jodidas, ella no paraba de llorar, —Ellos... mis padres... están muertos...— sus labios temblaban, —Camille...— lloró aún más desconsoladamente, —Ella... oh Dios.

Tomé su mano, esa misma mano que había usado el cuchillo para matar, —Todo estará bien, Fleur.

—Hay tanta sangre... y...— respiraba agitadamente, —ellos... no respiran, ellos no respiran, Adam.— repitió, entrando en shock, —Mamá... papá... Camille, ellos no están respirando, ¿Qué hago? Yo... ellos...

Apreté su mano, —Ey, ey, tranquila, todo estará bien.

—¡No!— se soltó de mi mano, —¡Nada esta bien! Todos están muertos y hay tanta... sangre... el olor metálico a sangre... esta en todos lados... no puedo respirar.

—Fleur...

Ella se agarró la cabeza, llorando abiertamente, —No se... ¿Por qué ellos? ¿Por qué? No le hicieron nada a nadie.

Mi bella Fleur, has vivido todo este tiempo en una burbuja.

Una parte de mi sentía admiración por la princesa roja, ella había lidiado con todos esos recuerdos traumantes, cargando ese peso, solo para que Fleur pudiera tener una vida normal, porque era obvio que Fleur no era lo suficientemente fuerte para manejar la verdad.

Fleur se sentó a unos pasos de mí, apretando sus rodillas contra su pecho, llorando, susurrando cosas sin sentido y así fue como la policía la encontró.

Así fue como el agente Pierce Ferguson la encontró y la cargó cuando le aplicaron un calmante para llevarla al hospital.

xx

Nota de la autora: No tengo nada que decir...

¿Qué tienen ustedes que decir? A ver...

Twitter Arix05

Instagram Ari_godoy.

Besos, bolas de cabello!

A.G.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro