Capítulo 12
Louis:
Beverly y yo mirábamos expectantes a Henry, él se mantenía en silencio, todo era raro, su rostro decía "joder, soy el prota de un libro de misterio".
—El suspenso está muy bien y todo eso pero realmente no podemos estar aquí toda la noche así que si pudieras decirnos—habló suavemente Beverly y por una vez estuvimos de acuerdo.
Henry tomó un leve suspiro y habló.
—El autor de ese libro es Frederick—lo dijo de repente, dejando un aire vacío, parecía como si faltara algo que agregar.
—¿Y el apellido?—volvió a hablar Beverly, yo me mantenía analizando la situación.
—Nosotros no tenemos apellidos, somos El Cupido Henry, El Cupido Louis, etc—le explicó Henry, yo aún me mantenía callado.
—¿Entonces cómo saben de quién hablan si dos Cupidos tienen el mismo nombre?—ella siempre de curiosa, joder, no se puede estar callada.
—Eso no sucede, los padres antes de bautizar a sus hijos deben mirar una lista enorme donde están todos los nombres de los Cupidos existentes,para no repetirse, así que nunca verás a dos Cupidos con el mismo nombre—explicó Henry sin problemas, tenía mucha paciencia, tal vez cada que Beverly me haga una pregunta debería redirigirla a él.
—Entonces ese tal Frederick solo puede ser una persona ¿Quién es?—ella nos miró a ambos.
—El primer Cupido creado—finalmente hablé, la voz me salió ronca.
—¿Qué?—su cara era un poema, tenía mil dudas al igual que yo.
—Frederick fue el primer Cupido creado, por alguna razón es inmortal pero hace mucho tiempo lo desterraron luego de crear a los ángeles—volvió a hablar Henry.
—Pero había rumores de que lo localizaron—hablé mirando directamente a mi amigo.
—Eso solo lo sabe la dirección Lou, los jefes son los únicos que saben ese tipo de cosas—estaba serio, se que él también se estaba preocupando porque pensaba lo mismo que yo.
De repente Beverly habló y en su frase materializó nuestras preocupaciones.
—¿Creen que ese libro influyó en su destierro? ¿Qué se relacionó con una humana y esa fue una de las razones?—la miramos.
—Tal vez, aunque también puede ser que el libro se descatalogó para borrar rastro de alguien que ya de por si habían querido desaparecer—No notaba que Henry estuviera muy seguro de eso que decía.
—¿Qué vamos a hacer? No tenemos acceso a eso—pregunté con la voz tomada y las ansias a mil.
—Amigo, yo me encargo de eso, recuerda que mi madre es muy amiga de la directora, te prometo que conseguiré información, confía en mí—me dedicó una sonrisa cálida e inmediatamente confié en que lo haría, conseguiría información.
Desde pequeños siempre he confiado ciegamente en Henry , él es como el hermano que no tengo y cada vez que él promete algo, puedo estar seguro que lo cumplirá.
Siempre hace lo que tenga que hacer y lo consigue, Henry es increíble.
—Gracias amigo, no me gusta seguir metiéndote en esto pero realmente necesito tu ayuda para conseguirlo—le di una palmada en el hombro.
—Aquí estoy para eso, somos hermanos—me devolvió la palmada—bueno,aquí nos despedimos, te quiero amigo—luego se volteó a Beverly—fue un placer conocerte linda, espero volver a verte ya en una situación menos problemática.
Él le sonrió y ella le devolvió una muy amplia sonrisa lo que me hizo fruncir el entrecejo, que bien se cayeron.
—El placer es mío, adiós Henry—le dijo de forma dulce, jamás la había oído hablar así.
Henry se fue y empezamos a caminar, la llevaría a su casa ya que en la mañana tiene clases, a parte que no tiene sentido tenerla aquí arriba si no vamos a hacer nada, no somos amigos, no quiero relacionarme más de lo necesario.
Comenzamos el viaje en silencio, el hecho de que el libro sea de Frederick, el primer Cupido no me lo esperaba, es extraño y de verdad espero que Henry pueda conseguir información sobre el paradero de Frederick, solo puedo preguntarle a él, escribió un libro sobre esto, tal vez sepa la solución o tal vez no pero es mi única esperanza.
—¿Y que tal fue besar a la bibliotecaria?—preguntó Beverly interrumpiendo mis pensamientos.
La miré con el ceño fruncido.
—¿A qué viene esa pregunta?—pregunté aún extrañado a lo que ella se encogió de hombros.
—No se, realmente fue un buen plan, distracción asegurada—habló sin más, le dediqué una pequeña sonrisa maliciosa—¿Qué? ¿A qué viene esa sonrisa?
—¿Estás celosa querida Bev?—pregunté en un tono bajo, aún no olvido que logró ponerme tímido en su casa, voy a devolvérselo.
—Claro que no ¿Por qué lo estaría?— De repente me detuve y me paré frente a ella, a pocos centímetros—¿Qué haces?
—Admite que te molestó verme besando a esa chica porque te mueres por un beso mío—dice acercándome un poco a su cuerpo mientras ella retrocedía para disminuir el contacto lo más posible.
—¿De qué hablas Louis? Aléjate ¿Qué haces?—hablaba nerviosamente y eso me gustaba mucho, no retrocedí, esto era divertido.
—Vamos, ya admitiste que te gusto, es normal que quieras besarme, para mi no es ningún sacrificio darte lo que quieres—puse una de mis manos en su mejilla y sentí como se sobresaltó ligeramente.
—E-esto no es divertido Louis, aléjate—no lo hice, me acerqué más, la miré fijamente.
—Vamos, se que te mueres por besarme, no tienes que ocultarlo—relamí ligeramente mis labios y la atención de ella se centró en ellos y sonreí más al notar eso.
—Yo...—fue lo único que salió de sus labios.
Me empecé a acercar a ella con intención de besarla y cuando ya estaba muy cerca ella cerró los ojos dispuesta a aceptar mi beso, en ese momento me alejé y solté una carcajada.
—Dios mío, te mueres por mí—dije mientras seguía riendo, ella abrió los ojos y me miró con deseos de arrancarme la cabeza.
—Eres un idiota, solo iba a aceptar el beso para no ser mala, para la próxima te doy una cachetada—hablaba muy de prisa, se le notaba muy apenada.
—¿Quién es la tímida ahora?—le guiñé un ojo mientras seguía riendo y ella solo me enseñó el dedo medio.
Después de eso estuvimos un rato sin hablar, la había apenado de verdad.
Bajamos a la tierra y justo cuando tocamos suelo ella volvió a sacar conversación.
—Entonces, ese tipo, Frederick ¿Cómo creó a los Ángeles?
—No estoy seguro, dicen que estuvo muchos años estudiando cosas, al ser el primer Cupido tenía una especie de "poder especial" tal vez eso influyó, pero no puedo confirmarlo—le respondí sin problemas, parece ser que ya se le olvidó lo que pasó arriba.
—¿Y por qué lo desterraron?—las preguntas no paraban pero ya me acostumbré, así es ella.
—Pensaron que los ángeles podrían perjudicar de alguna manera a los Cupidos, no se en qué estaban pensando pero cuando vieron que hasta hacían bien, decidieron traer de vuelta a Frederick pero no lo encontraron aunque hace un par de años hay rumores de que ya está localizado pero no es algo oficial, de todos modos Henry nos ayudará a averiguar eso.
En lo que explicaba eso llegamos a su casa, nos paramos frente a la puerta.
—Bueno, ya llegamos, nos vemos pronto, en cuanto Henry me de algún tipo de pista o información vengo por ti—empecé a caminar para irme
—Mandale saludos a Henry, dile que me agradó mucho—me detuve y la observé con el entrecejo fruncido.
—Parece que te agradó demasiado, tal vez hasta te gusta—ella sonrió y mi entrecejo se frunció más.
Se acercó un poco a mi y cuando nos separaban unos pocos centímetros habló,muy bajo.
—¿Estás celoso querido Lou?—se alejó, abrió la puerta y entró dejándome algo pasmado.
—Maldita Beverly—dije con algo de odio, me la devolvió la maldita.
Y me fui pensando en eso.
Beverly:
Entré a la casa sonriendo orgullosa por habersela devuelto ligeramente a Louis pero esa sonrisa se esfumó en cuanto entré y me encontré con mis padres sentados en el salón mirándome enojados.
—Hola ¿Cuándo llegaron?—les pregunté tratando de sonar calmada.
—A las 9 de la mañana y no estabas, lo que me hace pensar que no pasaste la noche aquí y esta noche prácticamente tampoco—habló mi madre, definitivamente estaba muy enojada.
—Lo siento mucho, estaba con una amiga—traté de sonar arrepentida e inocente,nunca había vivido una situación así con mis padres.
—¿Por qué no nos dices que vas a salir? ¿Ves la hora que es? ¿Andas en drogas?—preguntó mi padre muy preocupado.
—¿Qué? Claro que no, estaba con una amiga, se llama Blair , la conocí cuando fui a inscribirme a la academia de maquillaje—no se por qué aún recuerdo a esa chica que me saludó en la academia, tal vez porque fue la única que se me acercó.
Mi madre asintió suavemente y parecía estar pensando algo.
—Perfecto, estás castigada—dijo al final
—No puedes castigarme, tengo 18 años—dije desesperada.
—Lo hubieras pensando antes de desaparecerte sin decir nada, en dos semanas no sales —agregó mi padre.
—No es justo—chillé berrinchuda.
—No me hagas también quitarte el celular, ve a dormir las pocas horas que te quedan de descanso, ah y quítate esa peluca y esos lentes, no quiero ni preguntarte que haces con eso—dijo mi madre cerrando la conversación y haciendome darme cuenta que con esto puesto me veía sospechosa.
Decidí irme a mi cuarto, no valía la pena discutir.
Me acosté, pero no podía dormir, por mi cabeza daban vueltas dos asuntos, el primero era el de el libro y el primer Cupido, me da mucha curiosidad saber toda la historia sobre él y lo que contenía ese libro.
Me gustaría decir que la mayor cantidad de tiempo la pasé pensando en eso, pero eso solo fueron unos minutos, lo que daba vueltas en mi mente con mayor frecuencia era Louis.
Casi me besa, el muy idiota me vió la cara de estúpida, no se va a quedar así, me voy a vengar.
También pensaba que si realmente me hubiera besado yo lo hubiera aceptado y seguido sin problemas, me gusta mucho, es muy atractivo y tan molesto que llega hasta a agradar.
Pero si me hubiera besado ¿Habría vuelta atrás?
No soy una tonta romántica pero el contacto físico con la persona que te gusta cambia las cosas, si me hubiera besado y hubiera sentido sus labios, su olor, su calor corporal ¿Hubiera seguido segura de querer romper el flechazo?
Me hago preguntas estúpidas porque no pasó pero no puedo dejar de imaginar cómo hubiera sido.
Pasaron las horas y comencé a ver que amanecía, así que miré mi celular, después de dos días, para ver la hora pero me encontré con muchas llamadas de mamá, papá, Bryan, Nath y Jackson.
Estoy muy solicitada, me siento popular.
Ya eran las 6:30,al final no dormí nada, comencé a arreglarme para ir a la escuela y me fui muy temprano, por suerte no coincidí con mis padres.
Tomé una barrita energética de la cocina, ni siquiera quería desayunar.
Cuando llegué a la escuela no había casi nadie, estaba sola en el patio, estuve así algunos minutos hasta que llegaron mis amigos.
—Oye ¿Qué pasa contigo? Estuvimos todo el fin de semana llamándote, fuimos a tu casa y no estabas y hoy viniste super temprano y sola—me preguntó Bryan, no lo decía enojado, se notaba preocupado.
—Lo siento, pasé el fin de semana con una amiga, ni siquiera avisé a mis padres, se me quedó el celular en casa y encima me castigaron dos semanas—hablaba pesadamente, el sueño empezaba a afectarme.
—¿Amiga? Seguro que te fuiste con ese chico rubio que vino por ti hace unos días—dijo Nath en tono pícaro.
—Claro que no—rebatí rápidamente.
—¿Quién es él por cierto? No me gusta para ti—el tono de Bryan era de hermano celoso.
—No es nadie, dejemos de hablar de él—pedí y me hicieron caso, no preguntaron más al respecto.
Hablamos de los exámenes, que ya debíamos empezar a estudiar, sobre las carreras que queríamos tomar.
Después de un rato entramos al salón, fue aburrido, solo fueron muchas clases, cada que tenía un segundo libre lo usaba para dormir, en general el día se fue sin hacer nada.
Me encontraba saliendo de la escuela, conversando con mis amigos.
—Por eso digo que no es buena idea—concluyó Bryan luego de explicarnos las razones por las que no era buena idea escaparme de mi casa para ir al concierto de la banda más famosa de la ciudad.
—Amiga, mira quien está ahí—me dijo Nath señalando al frente.
Cuando miré ahí estaba Jackson, ella fue corriendo a saludarlo.
—Jack, hola—se saludaron con un abrazo, son muy buenos amigos.
Luego llegamos Bryan y yo, ellos dos se dieron la mano y a mi me saludó con un beso en la frente.
—¿Qué haces aquí?—le pregunté cuando acabaron los saludos.
—No me contestabas el teléfono y Nath me dijo que a ella tampoco, así que como te extrañé vine a invitarte a almorzar—me dijo sonriendo.
Iba a responder pero algo o mejor dicho, alguien llamó mi atención detrás de Jackson, era Henry.
—Dame un minuto—dije y me acerqué al rubio.
—Hola ¿Ya conseguiste información?—le pregunté en cuanto llegué a él.
—Hola, en realidad tengo un plan—me dijo con un tono cómplice que me hizo pensar que no vino simplemente a informarme.
—¿Formaré parte?—pregunté y él sonrió.
—Deberías
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Holaaaa
Espero que les haya gustado mucho el capítulo, pronto vendré con otro, díganme que les pareció y si ya tienen ganas de un beso de verdad.
Nos vemos pronto, Chaito.
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