Un pequeño pote con frutas estaba en la flecha, ladeó la cabeza pensando en cómo podía sostener tanto peso, pero ignoró aquello y tomó el pote entre sus manos.

La nota cayó al suelo y voló lejos de su alcance.

Que triste.

Habías firmado con tu nombre ese día.

Suspiraste cuando Izuku no llegó donde lo habías citado, quizás se sintió asqueado, pero no tenía sentido si prácticamente se habían besado casi comiéndose varías veces. Miraste el cielo celeste sin nubes, un bello día soleado.

Izuku comió cada una de las frutas casi fusionando su mejilla con la mesa por la tristeza de haber perdido la nota.

Iida y Ochaco intentaron animarlo sin resultado.

Esperaría con ansias la última nota.