La academia escuchó la dulce melodía de la luz, heredada por tu familia paterna quienes portaron el quirk de flechas de luz. La melodía que emanaba de ti era señal de evolución en tu quirk, no era primera vez que pasaba, habías avanzado bastante a decir verdad. Aunque para todos aquel sonido era melodioso a ti te molestaba de forma enorme. Bufaste y de mala gana le lanzaste una flecha de luz musical a Izuku.

La flecha no desapareció cuando tomó la nota, lo hizo cuando él preguntó por qué no desaparecía. La flecha estaba notoriamente indignada. Era una mensajera, no era de las comunes de cada día.

Las mensajeras cumplen su misión y se van cuando se lo ordenan amablemente o de mala forma. Y así se lo tomó cuando Izuku le preguntó "¿por qué sigue aquí?" de forma curiosa y no cruel. La flechita abofeteó a Deku y desapareció. Ya no le sorprendía nada en esta misera vida.

Malos entendidos.

Pero no es lo importante.

Deku desdobló la hoja.

"La melodía es molesta, no me gusta.

¿Qué te parece a ti? Después de todo si seremos novios tendrás que aguantar la irritante melodía de la flecha de luz.

En fin, estoy de mal humor por eso.

Nos vemos.

Pd: me gustas."

Izuku rio suavemente, eras tan extraña y le gustaba. Te buscó con la mirada, estabas en un rincón refunfuñando junto a Kaminari y Jirō. 

Gruñiste una vez más y notaste la mirada de Izuku, le sonreíste fugazmente y le prestaste atención a los reclamos de Jirō por la chica del extraño instrumento que le regalaba posters de bandas.

Y Kaminari hablaba emocionado sobre los regalos que le daban.

Y tú...

Bueno, tú aguantabas las ganas de matar a todos por ese molesto sonido.