VII
El lunes llegó y Yixing estaba emocionado, aunque no era por volver a clases. Durante el fin de semana había le había enviado un mensaje a Junmyeon, pero no recibió una respuesta. No insistió otra vez ya que no quería ser demasiado pegajoso, quizás Junmyeon aun necesitaba tiempo para sí mismo.
Sin embargo, ¿qué pasaría ahora? Yixing esperaba que Junmyeon se mantuviera fiel a su palabra y estudiaran juntos, pero también que ahora lo consideré un amigo en público y no lo ignore rotundamente. Obtuvo su respuesta en el patio de la escuela. Luhan y Yixing estaban caminando hacia su aula, hablando de sus vacaciones, cuando Junmyeon pasó junto a ellos.
—¡Buenos días, Zhang! —saludo Junmyeon, sonriéndole antes de irse por otra dirección.
Yixing le respondió sonriente: —¡Hola! ¡Buenos días, Junmyeon!
Se volvió para ver Luhan, quien lo miraba mortificado.
—¿Qué demonios fue eso, Xing?
—¿Le dije buenos días a Junmyeon?
—¿Por qué?
—¿Porque ahora somos amigos?
—¿¡QUÉ!? ¿Tú y ese matón bueno para nada? ¿Desde cuándo? ¿Y por qué no lo mencionaste? —Luhan exclamó, cruzando los brazos.
Yixing frunció el ceño, haciendo un puchero. —¡No lo llames así! En realidad, es muy trabajador y amable. Nos llegamos a conocer durante las vacaciones, trabajamos juntos en la cafetería.
Luhan sacudió la cabeza con clara desaprobación en el rostro. —Oh, Yixing, tienes tanto que contarme durante el recreo. Ahora vámonos antes que lleguemos tarde.
Pues, Yixing tenía razón, Luhan se preocupaba demasiado. Después que le conto toda la historia, Luhan le aconsejó que no perdiera el tiempo tratando de enseñarle algo a ese "cabeza hueca." Junmyeon iba a fallar de todos modos. Además, Yixing se metería en problemas si se asociaba con alguien como Junmyeon. ¿Por qué Luhan juzgaba demasiado? Yixing pensaba mientras escuchaba a su amigo. Sin embargo, Yixing no le escucharía, ni siquiera un poquito. Confiaba en que Junmyeon aprobaría el examen, él iba aprobar.
A la hora del almuerzo, Yixing y Luhan buscaban donde sentarse, cuando alguien agarró el brazo de Yixing, sorprendiéndolo. Al instante, Yixing supo que era Junmyeon. Podía reconocer ese perfume en cualquier lugar: prados, narcisos y primavera. No pudo evitar sonreír.
—Oye Zhang, ven, siéntate con nosotros.
—¡Claro! —. Yixing estaba a punto de seguir a Junmyeon cuando recordó a su amigo. —¿Puede Luhan venir también?
Junmyeon miró a su amigo de pies a cabeza. Frunció el ceño. —¿Él?
—Es mi mejor amigo.
—Oh. Lo que sea. Que venga.
Junmyeon se fue a su mesa, pero Luhan no mostro signos de moverse.
—¿Qué pasa, Luhan?
—¿Has perdido la cabeza? — murmuró Luhan en chino.
—No —respondió en el mismo idioma.
—¿Enserio crees que vamos a sentarnos en la misma mesa que esos matones?
—Eso es un poco duro, Luhan. Así que tienen una que otra falla, pero también son personas como tú y yo.
—No son para nada como tú y yo. No me voy a sentar con ellos.
—Bueno, no voy a obligarte. Y tampoco voy a elegir entre tú y él porque ambos son mis amigos.
—¡Puf! Solo lo dices porque te gusta, ¿verdad? Como sea, lo dejaré ir. El amor te hace estúpido. Pero cuando ese rufián te vuelva a romper el corazón, Yixing, ¡admitirás que tenía razón!
Luhan se fue mientras sacudía la cabeza y murmuraba quejas en chino. Yixing soltó un suspiro. Al menos Luhan no había dicho que ya no eran amigos. Perder una amistad de doce años hubiera sido demasiado. Pero ellos se sentaban juntos durante las horas de clases todos los días, y a diferencia de él, Luhan era sociable y llegó a tener muchos amigos en la escuela, así que estaría bien. Yixing se dirigió a la mesa de Junmyeon, sonriendo para sí mismo.
A medida que los días escolares pasaban, Yixing notó que Junmyeon volvió a ser ese chico grosero habitual, pero siguió siendo amable con Yixing, probablemente porque ahora eran amigos. Aunque Yixing sabía que debajo se esa fachada había un chico dulce y cariñoso, y estaba feliz de haberlo descubierto. Lo hacía sentirse especial, el saber que Junmyeon le había mostrado una parte de él que nadie más conocía.
También comenzaron a estudiar juntos después de la escuela. Alternaban entre la casa de Junmyeon y la casa de Yixing. Cuando Yixing visito la casa de Junmyeon por segunda vez, finalmente pudo ver la colección de autos de Junmyeon. Fue interesante, y Junmyeon habló entusiasmado acerca de esos pequeños autos. Con nostalgia le conto historias a Yixing de cómo habían llegado a su posesión.
Después de que Junmyeon visitara su casa por segunda vez, Yixing le contó a su mamá sobre la "reputación" de Junmyeon. Era mejor así, pensó, ya que solo porque Luhan no le haya mencionado nada, no significaba que otra persona no lo haría. Por lo menos su mamá lo tomo mejor que Luhan. Ella le dijo que estaba de acuerdo con Yixing, también pensó que ayudarle era lo correcto. Hasta le había dicho que cada vez que Junmyeon viniera, debería invitarlo a quedarse a cenar. Y bueno, si su papá tuviera algún problema con Junmyeon y Yixing siendo amigos, bueno ella se encargaría de eso. Sip, Yixing había tomado la decisión correcta al hablar con ella.
Planearon cómo estudiar todas las materias que vendrán en el examen en menos de tres meses. Casi no tendrán días libres, ni siquiera durante los fines de semana. Junmyeon tuvo que renunciar a algunos de sus trabajos de medio tiempo para poder concentrarse por completo en estudiar. A pesar de la preocupación de Yixing, Junmyeon le aseguró que aún tenía bastantes ahorros así que estaría bien.
Fue favorecedor que ambos hubieran elegido las ciencias naturales como sus principales áreas de estudio en la secundaria. Además, mientras Yixing le explicaba los temas a Junmyeon, también repitió para si mismo. Pero, aun así, Yixing continúo estudiando por su cuenta hasta tarde en las noches después que Junmyeon se fue.
Tuvo razón en que Junmyeon era un aprendedor rápido, o bueno, podía memorizar cosas rápidamente. Comenzó a sospechar que tal vez Junmyeon tenía memoria fotográfica o algo así porque podía recordar y retener bastante información en poco tiempo. Su principal debilidad fue más que todo en la resolución de problemas en matemáticas, química y física.
Hasta en la escuela tenían una rutina en donde Yixing ya era un miembro de la mesa de Junmyeon durante el almuerzo. También pudo llegar a conocer más sobre los amigos de Junmyeon: Sehun, Chanyeol, Jongdae y Baekhyun. Ellos tenían la fama de ser chicos malos de primera clase, y Junmyeon el líder de su pandilla. De nuevo, pensó que todos esos rumores solo eran exageraciones. Claro, la mayoría del tiempo ellos eran groseros con todos, y sí que les era fácil meterse en una pelea. Sin embargo, no eran tan malos como pensaba, y se notaba que su actitud mayormente se debía a problemas en casa o algo así. Yixing pensó que podría convencer a Luhan a sentarse con ellos si escuchaba su razonamiento, que estos chicos eran más que los rumores decían. Junmyeon le había dicho a Yixing que no le importaba si Luhan (o como le decía: "El Enano") los acompañara, y a los otros tampoco, siempre y cuando "El Enano" no los molestara. Luhan, sin embargo, se negó a creer en lo que decía Yixing.
Un inconveniente de ser amigo de Junmyeon y confraternizar con la pandilla fue que también le dio notoriedad a Yixing. La gente comenzó a temerlo, sin importar que Yixing seguía siendo el mismo chico tranquilo y calmado que antes. Rumores acerca de Yixing se expandían como un fuego salvaje por la secundaria. Cosas como que alguien lo vio robando el bolso de una anciana para comprarse cigarrillos. ¿Qué tan loco sonaba eso? Yixing no lastimaría ni a una mosca, tampoco fumaba. Si que la gente se entretenía exagerando todo. Pero claro, no todos habían llegado a temerle.
Un día, durante el recreo, Yixing estaba tomando algunos libros de su casillero cuando dos compañeros de clase se le acercaron.
—Oye, Yixing —dijo Tao. Su tono de voz fue uno que Yixing conocía demasiado bien. Como siempre, lo buscaban para que hiciera sus tareas. Desde que se hicieron compañeros de clase en el primer año, Yixing había cargado con sus deberes. La primera vez que se lo pidieron, Yixing se había negado, obviamente no era su problema. Lo golpearon. Y bueno, desde entonces Yixing aprendió a decirles que sí a lo que sea que pidieran. Sin embargo, ahora se sentía reacio a "ayudarles."
—Hola, Tao y Jongin —dijo con un poco de irritación.
—¿Sabes esa tarea que nos dio el profesor Doh? Bueno, necesitamos tu ayuda. —ordenó Jongin, sonriéndole.
Eso era una locura. Tenían que escribir un ensayo de diez paginas para su clase de literatura. A cada alumno se le asigno un libro para leer y preguntas que responder en ese ensayo. En dos días seria la fecha de entrega. Pero bueno su profesor les había dado toda la vacación de verano y algunos días más para que pudieran terminarlo. Justamente ayer Yixing acababa de terminar su ensayo. ¿Cómo demonios iba a hacer todo ese trabajo dos veces en dos días? Era imposible, y tampoco ya no quería seguir sus órdenes. Inexplicablemente se sentía más valiente. Quizás algo de la confianza de Junmyeon se le había pegado. Quizás quería mostrarle a Junmyeon que era tan fuerte como él. De cualquier forma, Yixing había tenido suficiente de ser su mula de carga y que se aprovecharan de su gentileza. Su ritmo cardiaco se aceleró y tragó saliva, pero igual alzó su vos. —No. No es mi responsabilidad hacer sus tareas en el último minuto. Nunca lo ha sido —dijo con firmeza, aunque sentía que estaba temblando por dentro.
Tao puso sus manos sobre los hombros de Yixing. Le apretó con tanta fuerza que Yixing estaba seguro de que dejaría marcas rojas. —Creo que no nos escuchaste bien, idiota. Necesitamos. Tu. Ayuda. Y nos vas a ayudar, ¿verdad? ¿O prefieres que te recordemos otra vez porque es tu deber?
Cerró los ojos. Otra golpiza no era algo que quisiera en estos momentos, pero tampoco quería ceder, ya no más. Sacudió la cabeza mientras decía: —No. No. No lo haré —. Y mientras se preparaba para recibir el primer golpe, de repente, Tao fue quitado de sus hombros y escucho que lo estrellaron contra los casilleros. Asombrado, Yixing abrió los ojos y vio a Junmyeon parado a su lado, empujando a Tao contra el metal. Junmyeon parecía hervir de rabia. Su ceño era tan pronunciado, su respiración tan pesada, y sus ojos tenían una chispa desconocida, nada de esa calidez que Yixing había visto allí antes.
—Vaya, vaya, pero miren a quien tenemos aquí —dijo Junmyeon, empujando a Tao contra los casilleros otra vez, el fuerte golpe resonando en los pasillos, y los estudiantes pasando tan rápido como podían. —¿Qué pequeño encantador hijo de puta eres, eh, Huang? Obligando a alguien hacer tu mierda. ¿Desde cuándo?
Jongin empezó a retroceder. Tao parecía asustado, lo cual era divertido porque tenia el doble de tamaño de Junmyeon.
—Oh, no sabes cómo disfrutare golpear tu cara fea hasta que mis puños estén cubiertos de sangre —amenazó Junmyeon antes de soltar una risa. Miro de lado a Jongin. —Incluso si huyes, te encontrare, maldita rata.
Jongin le miró horrorizado, congelándose en su lugar. Junmyeon levantó su puño, listo para plantarlo en la cara de Tao cuando Yixing interfirió. Agarró el brazo de Junmyeon, deteniéndolo en el aire. —¡No! —gritó.
—¿Qué haces, Zhang? —preguntó Junmyeon, aun molesto.
—No puedes golpearlo. O bueno, golpéarles.
—¿Qué? ¿No me digas que no se han aprovechado de ti todo este tiempo? ¡Además! ¡Te iban a golpear! Estos cabrones merecen probar su propia medicina.
—¡Si! Y honestamente, si, quisiera verlos sufrir de dolor. Pero, aun así, golpearlos no resolverá nada. Tampoco quiero que te metas en más problemas, Junmyeon. Eres mucho mejor que esto.
Junmyeon le frunció el ceño. Claramente, estaba impaciente y enojado. Suspiró ruidosamente antes de empujar a Tao contra los casilleros otra vez. —Más vale que no vuelva a verlos molestando a Zhang. O se las verán conmigo. ¿Entendieron, idiotas? —dijo antes de soltar a Tao.
Jongin y Tao asintieron efusivamente y salieron corriendo.
La aparente tensión entre ellos permaneció por unos momentos. Junmyeon aun lo miraba fijamente con su ceño fruncido mientras que Yixing lo miraba con los ojos abiertos. Estaba sorprendido de que Junmyeon en realidad lo hubiera escuchado. Junmyeon había estado tan enojado que Yixing creyó por un momento que sería imposible razonar con él. Sin embargo, lo escucho y no planto sus puños en la cara de nadie. Además, ¡Junmyeon lo había salvado! Esto lo hizo feliz. Junmyeon se preocupaba por él, a su manera, pero parecía importarle.
—Gracias por defenderme, Junmyeon. Y gracias por escucharme.
Junmyeon desvió la mirada rápidamente. —Lo que sea —murmuró. Se alejo tan rápido como pudo mientras Yixing se quedó mirándole irse sonriendo para sí mismo.
Desde ese día, Jongin y Tao ya no le pidieron "ayuda" a Yixing, ni se acercaron a él.
Hasta que unos días después, se encontraban jugando al futbol en clase de gimnasia. Su maestra los había divido en dos equipos, Yixing estando con Luhan mientras que Tao y Jongin estaban en el equipo contrario. Yixing no era el mejor jugador, no como Luhan y su destreza, pero hizo su mejor esfuerzo y se divertía. Cuando el partido se acercaba a su fin, Yixing estaba en posesión del balón cuando de repente Jongin lo tacleó. Cayó al pasto y dio un grito de dolor. Su tobillo dolía, el lugar donde el pie de Jongin lo había tocado. Sus compañeros se reunieron a su alrededor. Luhan acusó a Jongin de lastimar intencionalmente a Yixing. Jongin se defendió, pero se disculpó con Yixing repetidamente, diciéndole que había sido un accidente. ¿Lo había sido? Yixing no sabía que creer. Por supuesto que los accidentes sucedían, pero estos últimos días, Tao y Jongin parecían seguir irritados con él. De cualquier forma, Yixing fue llevado a la enfermería.
Afortunadamente el doctor de la escuela estaba de turno hoy. Después de que lo examinara, le explicó que tenía un leve esguince en el tobillo. No fue severo, y Yixing estaba aliviado de oír eso (había pensado que tal vez se había roto algo). Solo tenía que cuidarse adecuadamente y sanaría pronto. El doctor comprimió su tobillo con una venda de compresión y lo heló. También le dio un analgésico de venta libre para aliviar su hinchazón e incomodidad. Los padres de Yixing estaban en el trabajo, y no quería preocuparlos por nada, así que esperaría a que su mamá saliera y le pediría entonces que venga a buscarlo. Así que, tuvo que quedarse en la enfermería y saltarse sus dos últimas clases del día.
Ahora mismo, Yixing seguía yaciendo en la cama de la enfermería. Su tobillo estaba elevado sobre la cama. El doctor acababa de cambiar el paquete de hielo. Y el timbre de salida había sonado hace unos minutos. No mucho después, Luhan entró a la habitación. Su amigo se sentó a su lado y comenzó a interrogarlo, preguntándole como estaba y que tenía. Al terminar de explicarle las cosas, Luhan le contó lo que había sucedido con Jongin. De repente la puerta de la enfermería se abrió a toda prisa. Los dos levantaron la vista para ver a Junmyeon allí, parado debajo del marco de la puerta. A juzgar por su expresión, Junmyeon se veía preocupado, y estaba jadeando como si hubiera corrido. Luhan lo miró con desconfianza, y se paró de inmediato de su silla cuando Junmyeon se acercó a la cama.
—¡Zhang! ¿Estás bien? —dijo su encantadora voz con un toque de preocupación, y tenía aparente miedo en sus ojos. Sus manos sostuvieron tiernamente las mejillas de Yixing.
El dolor en su tobillo no había desvanecido, pero que Junmyeon le acariciara la cara le trajo una gran calma. Fue tan suave, y lo sostuvo con tanto cuidado como si la cara de Yixing fuera algo valioso, algo que merecía la pena tratar con absoluta delicadeza. Se miraron el uno al otro de esa manera, Junmyeon preocupado y Yixing sonrojándose.
Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, Junmyeon rápidamente retiro sus manos. Se aclaró la garganta. —Oí que te lastímate durante la clase de gimnasia.
Asintió con la cabeza, sintiéndose feliz. ¡Junmyeon se había preocupado por él! —Si, estábamos jugando al fútbol. Me caí y me torcí el tobillo. Todavía duele, pero de lo contrario, estoy bien —. Le dio su sonrisa de hoyuelos, tratando de aliviar la preocupación de Junmyeon. Si, le gustaba la atención, pero tampoco no quería ver a Junmyeon ansioso. Al parecer funcionó porque Junmyeon le sonrió de vuelta, luciendo más aliviado.
Hasta que Luhan abrió la boca. —¡Mentira! Jongin lo hizo.
Junmyeon frunció el ceño, girándose para ver a Luhan. —¡¿Qué?!
—Lo tacleo durante el partido.
En ese instante, la ira de Junmyeon volvió. Apretó los labios en una mirada amenazante, cerró sus manos en puños. —Esa pequeña mierda va a pagar por esto —dijo. Antes de que Junmyeon se escapara, Yixing se apresuró en tomar su mano para detenerlo. Junmyeon lo miro interrogante. —¿Qué pasa, Zhang?
—Fue un accidente. Las lesiones de fútbol suelen pasar.
—Accidente mi trasero. Estoy seguro de que lo hizo a propósito.
—¡Si! —Luhan acordó.
Yixing hizo un puchero. —De cualquier manera, los profesores se encargaron de eso. Luhan dijo que Jongin tendría detención por una semana. Ese es su castigo. En serio, no sigas ensuciándote las manos con eso, Junmyeon. No vale la pena, ni siquiera por mí.
Junmyeon inclino la cabeza hacia atrás, suspirando exasperadamente. Cuando volvió a mirar a Yixing, su mirada seguía un poco irritada. —¿Por qué eres tan malditamente amable?
—Sabes, siempre me pregunto lo mismo —Luhan contribuyo.
Y Yixing se sonrojó, dándose cuenta de que seguía sosteniendo la suave mano de Junmyeon. Lo soltó disimuladamente. Con respecto a esa pregunta, no respondió, solo les sonrió con timidez. Aun así, Junmyeon no fue a ninguna parte, se quedó allí con ellos.
—¿Cómo vas a volver a casa? —preguntó Junmyeon.
—Mamá vendrá en una hora. Ella me llevará.
Junmyeon asintió con la cabeza. Los tres (el doctor también en su consultorio) se quedaron para hacerle compañía. Por primera vez, Luhan y Junmyeon hablaron normalmente. Yixing estaba feliz de ver eso, sin importar que estaban discutiendo lo pusilánime que podría ser.
Cuando su mamá llegó a la escuela, y era hora de irse a casa, Junmyeon ofreció ayudarlo de una manera que Yixing nunca hubiese esperado. Lo cargo al auto, con un brazo alrededor de su espalda y el otro bajo sus rodillas. Yixing sintió que sus mejillas ardían al estar tan cerca de Junmyeon. Sus caras prácticamente se estaban tocando. Podía inhalar tanto de la fragancia embriagadora de Junmyeon: prados, narcisos y primavera. Su corazón era un completo desastre. Por lo menos algo bueno había salido de su lesión.
El cuidado de Junmyeon no terminó allí. Hasta que el tobillo de Yixing sanara, Junmyeon siempre le ayudo. Los primeros dos días, Yixing se quedó en casa con su mamá. Pero por la tarde, Junmyeon venia visitarlo. Siguieron estudiando juntos, pero Junmyeon también le cambiaba las bolsas de hielo, reposicionaba su tobillo, o le daba todo lo que le pedía. Hasta insistía en ayudarle a subir o bajar las escaleras (¡cargándolo otra vez!). Cuando Yixing pudo volver a la escuela, Junmyeon se aseguró de ayudarle a llegar a sus clases a tiempo. Le traía sus libros de su casillero y su comida en la cafetería. Y siempre esperaba con él después de la escuela hasta que la madre de Yixing viniera a buscarlos.
Yixing disfrutó ser mimado de tal manera. Sintió un sinfín de mariposas en el estómago y esos latidos de corazón demasiado rápidos. Sintió que Junmyeon realmente se preocupaba por él, tal vez incluso... ¿más que como amigos? Pero bueno, no debía hacerse ilusiones, por lo que siempre sacudió la cabeza y trató de olvidar ese pensamiento irracional.
Durante esas dos semanas, Luhan había presenciado como Junmyeon cuidaba de Yixing, y cambio de opinión. Bueno, no había exactamente admitido que había estado equivocado acerca de Junmyeon (Yixing conocía a Luhan, y sabía que podría ser bastante orgulloso). Pero cuando Luhan se encontró parado junto a la mesa de Junmyeon durante el almuerzo, y les pregunto si podía sentarse con ellos, Yixing supo que su mejor amigo había cambiado de opinión.
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