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III

Después de ese angustioso incidente, Yixing dejo de observar a Junmyeon. Bueno, al menos así ya no llegaba tarde a clase. Todos los días intentaba recordarse que a Junmyeon nunca le gustaría. No había nada que pudiera hacer para cambiar aquel hecho. Aun así, su corazón todavía dolía cada vez que se topaba con Junmyeon en los pasillos. Luhan había sido de mucho apoyo, no antes de darle a Yixing una charla de "te lo dije", pero por lo menos intentó animarlo.

El primer amor era doloroso, pensó Yixing. Y vaya que difícil de olvidar. A veces no podía concentrarse en clases porque su mente pensaría en Junmyeon. ¿Cuánto tiempo llevaría olvidarse de todo? Si tan solo pudiera borrar sus sentimientos de la misma manera que usaba su borrador para borrar "Junmyeon" de su cuaderno.

Para intentar calmar su angustia, Yixing retomó sus actividades usuales. Leyó sobre insectos, se concentró en sus tareas de la escuela y estudió aún más para el examen de ingreso a la universidad, ayudó en casa, salió a divertirse con Luhan, hacia cualquier cosa para estar ocupado y quitarse a Junmyeon de la cabeza. Sus sentimientos probablemente se habrían esfumado y quedado en el olvido de no ser por esa tarde y todo lo que sucedió después.

Unos días antes de las vacaciones de verano, Yixing se había quedado en la biblioteca hasta tarde para hacer sus últimas tareas. Cuando termino y se dirigía a casa, ya estaba anocheciendo. Como de costumbre tenía que pasar por un callejón, pero a medida que se acercaba escuchó a gente peleando. Aceleró el paso intentando pasar desapercibido, pero se detuvo cuando vio algo en la acera. ¡Era la corbata roja de Junmyeon! Lo sabía por esa mancha de tinta en la esquina inferior. Recogió la corbata y caminó lentamente para echar un vistazo al callejón.

Un tipo estaba peleando con Junmyeon. Podía ver algunos rasguños en la cara de Junmyeon, pero su oponente se veía mucho peor, si sus labios manchados de sangre eran una señal. Yixing sabía que Junmyeon era un buen luchador, incluso si su oponente era un tipo más alto y voluminoso, aun así, podría vencerlos. Pero luego apareció otra persona por delante de Junmyeon y aunque pudo esquivarlo en su mayoría, logró darle un roce en la cabeza con un palo de hockey, haciéndolo caer al suelo mientras se sostenía la cabeza. Yixing jadeó y gritó, —¡Junmyeon! —. Los dos tipos lo miraron fijamente, y por un momento tuvo miedo de que vinieran tras él. Sin embargo, se escaparon por el otro lado del callejo. Quizás pensaron que Yixing era uno de los secuaces de Junmyeon.

Desconcertado, Yixing guardó la corbata en su bolsillo mientras corría hacia Junmyeon. Junmyeon mantuvo los ojos cerrados mientras de acariciaba la cabeza. Estaba sangrando. Preocupación instantánea se extendió por todo el cuerpo de Yixing. Se arrodillo al lado de Junmyeon. Cuidadosamente evaluó la herida. Le habían golpeado a un costado de su frente, justo debajo de la línea del cabello. Afortunadamente, la heria no era tan grande ni profunda, pero aun así estaba sangrando.

—No te preocupes, Junmyeon —dijo, tomando las suaves mejillas de Junmyeon. —Te llevare al hospital.

Junmyeon frunció el ceño. —¡No me toques! —respondió, asustando a Yixing. Por último, quito sus manos de encima. Junmyeon abrió los ojos y miró fijamente a Yixing. —¡Tú! —resopló. —¡Vete!

—¡Pero estás sangrando!

—Parará.

—¿Y si no? ¿Y si te desangras? Sabes que-

Poniendo los ojos en blanco, Junmyeon lo interrumpió, —No seas estúpido. Estoy bien.

—¡Yo pagaré! Solo acompáñame al hospital. Por favor, Junmyeon.

Junmyeon se levantó, ignorando sus peticiones. Apoyándose a la pared de ladrillo, Junmyeon empezó a alejarse de Yixing, casi tropezando después de unos pasos para recoger su mochila.

Su instinto le dijo que no dejara ir a Junmyeon. Si, Junmyeon le había roto el corazón, pero aun así Yixing se preocupaba por él, y lo más importante, Junmyeon necesitaba ayuda. Incluso una herida pequeña podría ser mortal en el peor de los casos. Entonces, debido a todo eso, decidió ayudarlo. No estaría tranquilo hasta que Junmyeon se curara. Bueno, Yixing no era un médico, pero sabía que por lo menos tenía que desinfectar la heria y sellarla con una venda o algo así. Cuando era pequeño, se había caído muchas veces, así que había visto como su mamá lo curaba. Yixing podía hacer esto. Con determinación asintió con la cabeza. —¡Yo te curare! —. Caminó hasta que se paró frente a Junmyeon, interponiéndose en su camino. —Por favor, Junmyeon, sígueme a casa. Yo sé cómo ayudarte con tus heridas.

—¿Contigo? ¿Mi maldito acosador? —se burló Junmyeon. —¿Estás seguro de que no intentas secuestrarme?

—¡No! ¡Y no soy un acosador! Solo... déjame ayudarte, por favor. Tienes un teléfono, ¿verdad?

—Si.

—Entonces puedes estar seguro de usarlo cuando quieras. Incluso puedo dejar la puerta abierta si quieres.

Después de mirar a Yixing sospechosamente por un tiempo, Junmyeon asintió lentamente mientras entrecerraba los ojos. Yixing trató de tomar un brazo de Junmyeon para ponerlo alrededor de sus hombros, pero Junmyeon lo rechazó.

—¡Ey! ¿Qué demonios crees que estás haciendo? —. Junmyeon lo miró con desconfianza otra vez.

—¿Es-estaba tratando de ayudarte a caminar?

—No necesito tu ayuda, chico friqui. Puedo caminar solo.

—Pero te estabas tambaleándote.

—Estaba mareado, ahora estoy bien.

Yixing no lo creía, pero decidió dejar a Junmyeon sin su ayuda. Mientras caminaban a su casa, Yixing se aseguró de estar cerca de Junmyeon por si se caía.

Finamente después de caminar en silencio e ignorar las preguntas de Yixing, Junmyeon habló. —Y dijiste que no eras un acosador —resopló cuando se acercaban a casa de Yixing.

—¿Eh? Te-te dije, ¡No soy un acosador!

—Entonces, ¿Cómo es que estamos a cuatro cuadras de mi casa?

Así que, ¿Junmyeon y él vivían en la misma área? ¿Cómo es que Yixing nunca se había tropezado con él? Bueno, Yixing siempre caminaba en la dirección opuesta a el camino más cercano a la escuela porque quería acompañar a Luhan. —Porque vivo aquí —dijo Yixing, señalando a la casa blanca frente a ellos.

Junmyeon entrecerró los ojos, pero decidió seguir a Yixing.

Dejó a Junmyeon recostado en el sofá en la sala mientras se fue en busca del botiquín de primeros auxilios. Cuando regresó, se arrodillo a su lado otra vez para poder limpiar cuidadosamente la herida en la frente de Junmyeon. Sus manos temblaban un poco, su corazón revoloteaba y su rostro se sonrojo. Estar tan cerca de Junmyeon lo ponía completamente nervioso. Aun así, hizo su mejor esfuerzo para ayudarlo.

—¿Qué es esa cosa? —preguntó Junmyeon, apuntando hacia delante mientras Yixing seguía curándolo.

Sabía que Junmyeon se refería al lugar donde estaba el tanque de Jean-Henri. Jean-Henri era su linda tarántula que le habían obsequiado a principios del año. Pero Jean-Henri fue considerado la mascota de la familia, así que la mamá de Yixing había puesto el tanque en la sala de estar en lugar de la habitación de Yixing. Aunque algunas personas se aterrorizaron de ver a Jean-Henri allí, la tarántula no lastimó a nadie. Era una Palomino blonde, una de las especies más dóciles. —Es mi mascota —dijo Yixing con calma.

Los ojos de Junmyeon se abrieron. —¿Tienes una tarántula como mascota?

Sonriendo, Yixing asintió. —¡No tengas miedo! Jean-Henri no hace daño. Es una especie de tarántula muy dócil. Tan dócil que las puedes tomar en tus manos.

—¿Quién demonios dijo que tenía miedo? —preguntó Junmyeon mientras fruncía el ceño. —Solo me-, espera, ¿tu tarántula se llama "Jean-Henri?"

—Sip, lo nombré en honor al famoso entomólogo francés, Jean-Henri Fabre.

—Ese es un nombre muy elegante para una tarántula —murmuró Junmyeon, aun mirando hacia la tarántula.

Yixing también decidió curar los otros rasguños en los brazos y cara de Junmyeon. —Listo —dijo una vez que se encargó de todo. Sonrió con orgullo.

Junmyeon lo miró fijamente, con una mirada que Yixing no había visto antes. Una mirada que hacía latir su corazón desesperadamente. No le dio las gracias, solo asintió y se puso de pie. —Bueno, me largo.

Cuando Junmyeon comenzó a alejarse, Yixing lo siguió hasta la puerta. —¡Espera! ¿Qué hay de los que te golpearon? Van a la escuela vecina, ¿cierto?

—¿Crees que alguien daría una mierda porque me golpearon? No soy exactamente el estudiante del año.

—Pero te golpearon con un palo de hockey. Pudo haber sido peligroso.

—¿A quién le importa?

Yixing jadeo. A él le importaba mucho. Pero tal vez Junmyeon tenía razón en eso. La pelea había ocurrido fuera de la escuela. Incluso las pelas que ocurrieron dentro de la escuela no se tomaban muy enserio. Yixing recordó como lo habían golpeado en su primer año, y el único castigo que recibieron sus compañeros fue una semana de detención. Aun así, a Yixing le importaba.

De pie debajo del marco de la puerta, vio a Junmyeon alejarse camino a casa. —¡Adiós Junmyeon!

Junmyeon no se detuvo, ni devolvió el saludo, solo siguió su camino. Bueno, a Yixing no le importó en su lugar sonrió. Junmyeon había estado en su casa y le había ayudado con sus heridas. Tal vez esto significara que Junmyeon finalmente dejaría de verlo como un "acosador". No debería estar haciéndose ilusiones, era un error, pero Yixing aun así pensó que ¿quizás había una pequeñita posibilidad que podría empezar a gustarle a Junmyeon? Negó con la cabeza. Eso era estúpido.

Metió sus manos en los bolsillos, dándose cuenta de que aún tenía la corbata de Junmyeon. Sin embargo, Junmyeon ya se había ido. Sostuvo la corbata cerca de su cara. Prados, narcisos y primavera, le encantaba ese aroma.


* * * 


Durante los días restantes de escuela, Yixing no cayó en la tentación de seguir observando a Junmyeon. También contuvo las ganas de tomar la misma ruta que él a la escuela. Entendía que a Junmyeon no le gustaba, así que hizo caso. Y aunque quiso conservarla, al final decidió devolverle la corbata a Junmyeon. No personalmente, la colgó en el casillero de Junmyeon. Aun así, cada vez que ocasionalmente se topaban en los pasillos o en la cafetería, Yixing sonreía y saludaba a Junmyeon. Ni una vez Junmyeon le devolvió el gesto. Pero, una vez cuando nadie los veía, esos bellos irises marrones lo miraron por un segundo ¡Junmyeon lo había notado!

Cuando las vacaciones de verano comenzaron, Luhan se había ido de viaje al extranjero, mientras que Yixing no fue de vacaciones a ninguna parte. Tenía que trabajar en una pequeña cafetería ya que el verano pasado había sido empleado allí. Le fue muy bien porque este año el dueño le preguntó si podía trabajar otra vez ya que algunos miembros del personal se tomaron tiempo libre. Yixing aceptó. Le venía bien el dinero extra. Además, era durante el turno de la mañana a la tarde, así que tendría las noches y fines de semanas libres para seguir estudiando. Al parecer trabajar durante el verano fue la mejor decisión que hizo porque su jefe le había contado que un nuevo empleado se uniría a ellos esta temporada.

En su segundo día de trabajo, Yixing finalmente conocía al nuevo empleado. Jadeó al entrar al vestuario. Alguien estaba parado de espaldas delate de los casilleros, llevaba una gorra negra, pero algunas partes de su vibrante cabello rojo sobresalían. Yixing podía reconocer ese aroma en cualquier parte: prados, narcisos y primavera. ¡Junmyeon! Ese latido familiar comenzó en su pecho.

—¿Junmyeon? —preguntó.

Cuando el extraño se dio la vuelta, no era nadie más que Junmyeon. El uniforme negro y el delantal de la cafetería le quedaban bien. Yixing aún estaba aturdido mirándolo, especialmente cuando sus ojos marrones lo miraron fijamente.

—¿Tú? ¿Qué demonios haces aquí?

—Yo también trabajo aquí.

—Oh, jodidamente genial —murmuró Junmyeon, rodando los ojos. Cerró de un golpe su casillero y se fue.

Cuando la puerta se cerró, Yixing cayó de rodillas. Ahuecó sus mejillas sonrojadas. ¿Junmyeon y él eran compañeros de trabajo? ¿Cómo pudo suceder eso? No era que dudada la capacidad de Junmyeon para ser contratado, pero sí que era sorprendente. ¿Quién lo hubiera visto venir? No obstante, Yixing sonrió. ¡Había una oportunidad de que se llegaran a conocer mejor!

Los primeros días como compañeros de trabajo, Yixing tuvo que supervisar a Junmyeon y le enseño como manejar las cosas en la cafetería. Explicó cómo usar las cafeteras, la caja registradora, como preparar las bebidas y sándwiches, como limpiar, etc. Se sorprendió al descubrir que Junmyeon aprendía rápido. En dos días Junmyeon ya sabía manejar las cafeteras sin problemas (algo que a Yixing le había tomado una semana) y se había memorizado las recetas. Junmyeon también llegaba a tiempo al trabajo porque cada vez que Yixing caminaba al vestuario, él ya estaba allí parado vistiendo el uniforme. Parecía que se tomaba su trabajo mucho más serio que la escuela. Yixing quería saber por qué, pero no le pudo preguntar.

Sin embargo, hubo una parte en la que Junmyeon no sobresalía. Probablemente Junmyeon se esforzaba en mantener oculto su mal genio que mostraba en la escuela, pero a veces simplemente no podía evitarlo, especialmente cuando atendía a algunos clientes y estos eran lentos en ordenar. Cada vez que Junmyeon estaba en el cajero sería un poquito grosero. A veces los regañaba si no se apresuraban a ordenar porque estaban retrasando la cola. Además, rara vez mostraba una sonrisa a alguien, algo que Yixing sabia Junmyeon nunca hacia a menos que estaba con sus amigos. Su jefe no sabía eso, claro, y le había pedido a Yixing que le ensañara como ser más amable. A la mayoría de los clientes les gustaba Yixing, así que quizás podría darle un concejo. Así que Yixing lo intentó, pero claro que Junmyeon no le hizo caso, solo dijo "por favor vete a la mierda y ocúpate de tus asuntos." Bueno, al menos su jefe no lo había despedido, tal vez porque Junmyeon era uno de los empleados más eficientes.

A medida que los días de verano pasaban, ¿se habían acercado? No, de hecho, ni siquiera un poquito. Yixing solo descubrió nuevas cosas sobre Junmyeon por pura casualidad.

Hubo una tarde en donde Yixing sacaba la basura. Al abrir la puerta trasera de la cafetería, se sorprendió al ver a Junmyeon alimentando y acariciando un gato callejero. Se veían tan adorables. Pero cuando Junmyeon lo vio espiando, le dio una mirada de muerte y le dijo que nunca jamás le contará a alguien a menos que quisiera probar sus puños. Yixing dijo que jamás lo haría, por respeto a su privacidad. Aun no le tenía miedo a Junmyeon, y ¿cómo podría ahora que lo vio jugando con un gato?

Pensó que había sido una cosa de una sola vez, pero en la mayoría de sus descansos, Junmyeon no estaba por ninguna parte en la cafetería. Cuando Yixing iba a buscarlo, encontraba a Junmyeon en el mismo lugar cerca de los contenedores de basura, alimentando y jugando con gatos o perros callejeros. Ahora comprendido por que Junmyeon solía juntar sobras en una bolsa (sin ser visto por su jefe). A pesar de lo que decía la gente, Junmyeon tenía un buen corazón. Un corazón que Junmyeon prefería mantener escondido.

Al terminar sus turnos, todavía era una situación un poco incomoda en los vestuarios. Y Yixing siempre estaría mirando hacia su propio casillero, sonrojándose.

Como vivían por la misma zona, tomaban la misma ruta a casa en sus bicicletas. Seguía a Junmyeon hasta un cruce de caminos donde tomaba la esquina opuesta. Poco a poco bicicleteo un poco más rápido hasta que se pudiera decir que estaban yendo en bicicleta juntos. Yixing siempre le decía adiós, Junmyeon no le respondía. Sin embargo, un día se dio la vuelta para mirarlo. Yixing le dio su mejor sonrisa, pero se distrajo mirando a Junmyeon que casi se choca con un poste de luz.

A pesar de todo, si hubo un pequeño avance mientras trabajaban juntos. Junmyeon ya no lo llamaba de forma insultante, en cambia le decía "Zhang." Hubiese preferido que le diga Yixing, pero era mucho mejor que escuchar "friqui, tonto o acosador". Sin embargo, no se hablaban mucho y cuando lo hacían cada palabra seria en relación con el trabajo. Quizás Junmyeon se reusaba a charlar porque estaban trabajando, lo cual tenía sentido porque no sería bueno si su jefe los pillará perdiendo el tiempo en otras cosas. Tal vez hablar en otro lugar sería la solución...

Así que, un día después que Junmyeon terminó de cambiarse, Yixing tomo aire, se dio la vuelta y habló. —Junmyeon, ten-tengo dos boletos para ver una película. ¿Te gustaría ir conmigo?

Junmyeon resopló. —¿Contigo, Zhang? ¿Mi pequeño acosador espeluznante?

—¡No soy un acosador! Yo... Yo solo estaba...

—Acosándome.

Yixing hizo un puchero. —Está bien, quizás solo un poquito, ¡pero ya no! De todas formas, perdón por hacer eso —dijo y bajo su mirada al piso. —¿Aun así quisieras ir?

Hubo un silencio bastante largo. Nerviosamente, Yixing esperó a que Junmyeon dijera algo, cualquier cosa. Levantó la cabeza y vio a Junmyeon entrecerrando los ojos.

—¿Qué gano yo? ¿Por qué debería ir contigo? Honestamente, me pareces irritante y feo.

Yixing parpadeó. Irritante y feo... ¿Cuántas veces no había escuchado esas palabras antes? Sus compañeros de clases a veces lo habían dicho a su espalda, incluso Junmyeon lo había dicho antes. La parte irritante, Yixing estaba consciente de eso y a menudo intentaba atenuarlo un poco. Si, si, nadie se interesaba de las hormigas y los grillos de la misma forma que él. ¿Pero feo? Yixing siempre había pensado que se veía aceptable, no era excepcionalmente hermoso como los demás, pero estaba bien. Sin embargo, cada vez que alguien señalaba lo "feo" que era, no podía evitar empezar a creerlo un poco. Especialmente si esa era la percepción que la mayoría de la gente parecía tener sobre él, incluso si Luhan siempre le aseguraba lo contrario y trataba de animarlo. Tragó saliva. ¿Tenía alguien como él una oportunidad? ¿Había algo que pudiera darle a Junmyeon? Se rascó la cabeza mientras pensaba que decir. Hasta que se dio cuenta que no tenía nada. —No sé... nada —murmuró abatido.

—Por suerte para ti, si me das tu sueldo del mes tienes un trato.

—¡Esta bien! —exclamó Yixing sin ni una duda, mirando con entusiasmo a Junmyeon.

—¿Seguro? —preguntó Junmyeon, levantando una ceja.

—Si, no necesito el dinero —mintió. Yixing había estado ahorrando para poder viajar al extranjero por su cuenta algún día. ¡Imagínense los insectos que podría ver en la selva amazónica! Se estimula que hay alrededor de dos millones de especies, seria- Bueno, si tenía la oportunidad de pasar tiempo a solas con Junmyeon y demostrarle que no era tan irritante (no podía hacer mucho por la fealdad), entonces valdría la pena. —Solo mi sueldo, ¿verdad? —preguntó.

—Si, —respondió Junmyeon.

Yixing estaba tan feliz y atrapado en sus pensamientos que no escuchó a Junmyeon murmurar "tonto" antes de salir del vestuario.

¡Tenía una cita con Junmyeon!


Nota de autora

¡Gracias por votar y comentar! 🤗💕 Si los leó, pero a veces no se que responder jeje ¡gracias! ^^

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