Ya han pasado 5 años, he perdido contacto con algunos de mis ex compañeros de secundaria. Con mis amigos de ese momento he hablado muy poco. La mayoría ya se habían casado y otros dejaron sus estudios para entrar a trabajar.

Yo he cambiado mucho, estos últimos años. No he tenido otra pareja desde Jimin. Y no estaba interesado en buscar una relación, solo concentrarme en mi y en mis clases.

De las pocas veces que intente tener una relación con alguien, siempre terminaban mal. Solo me buscaban para acercarse a uno de mis amigos o mis primas o cuando se enteran de mis gustos musicales también me rechazaron, diciendo que no soy atractivo.

Hubo un chico que conocí en la preparatoria y todo el tiempo hacia lo posible para conquistarme Siempre me reusaba a aceptar su cortejo.

Después me fue conquistando muy levemente, decidi darle una oportunidad pero él me término decepcionando.

Cuando lo buscaba por todo el plantel, lo encontré besandose con otra persona diciéndole las mismas palabras que a mí .

Ya sabía que era un mujeriego, pero tenía la mínima esperanza de que realmente no sea así. Me equivoqué.

Después de tantas decepciónes, estuve imaginándome varias historias de amor y decidí a escribirlas sobre mi ship favorito de un grupo famoso. Es una manera de consolar mi soledad.

Y tambien me di cuenta, que aún lo extraña a el. En mis historias siempre escribía momentos tan lindos haciendo referencia a mi relación con Jimin. El ver las estrellas, bailar, la lluvia, la nieve y las cartas.

Hay noches donde suelo pensar en Jimin, ¿Qué fue de él? ¿Dónde se encuentra ahora? ¿Estará bien? ¿Tendrá pareja ahora? ¿me extraña?

Esas preguntas sin respuesta, podría resolverlo mandándole un mensaje, pero tenía miedo incluso por decirle un hola. Si llegara a contestar, ¿De qué podría platicar con el?

Un día fui a una supuesta cita con alguien que mis amigos me presentaron.   Para después volverme a decepcionar cuando me dijo que se acercó para que lo ayudara a conquistar a una de mis amigas.

Cuando rechaze su propuesta este me abandono en la cafetería, a altas horas de la noche. Salí de ahí y fui a pasearme por las calles húmedas de la ciudad. Acababa de llover y estaba por volverlo hacer. Lo sabia al sentir las primeras gotas algo heladas sobre mi rostro.

Estaba triste,ya no tenía ganas de enamorarme otra vez, mi mente no deja de repetirme, el desear tener un romance tan lindo como el de mis historias o el de los demás.

— ¡¡¿Jungkook?!!

Me detuve en seco, creía que mi cerebro me estaba jugando una mala pasada que hasta me hizo creer que había escuchado a Jimin a lo lejos. Volteo a ver a mi derecha y ahí estaba él.

Tenía su paraguas y esa linda sonrisa que tanto me gustaba, aún seguía presente en él. Quería llorar de alegría, las emociones que hace tiempo creí que desaparecieron volvieron a surgir. Cruzo la calle y me puso bajo su paraguas.

— Cuánto tiempo...

— Hola Jimin..., ¿Qué haces aquí?

— Vine a tomar un café en una cafetería por aquí cerca, además tiene una pista de baile, es lo más cercano a un antro. ¿Y tú qué haces aquí solo?

— Ah, pues...tuve una "cita" con alguien pero salió mal.

— ¿Sigues soltero?

— Si, ¿Y tú?

— Es mucho para contar aquí en la calle. Acompañe a la cafetería, yo te invito.

La cafetería era linda, tenía un estilo de los ochentas y la música era reconfortante.

—  Cuentame Jungkook, que ha sido de tu vida.

— Nada diferente, algunos pretendientes fallidos, amigos nuevos, estoy estudiando Psicología y actualmente no trabajo pero quizás lo haga más adelante.

— Me alegra saber que sigues estudiando, si me hubieras dicho lo contrario me hubiera sorprendido. En mi caso no es así. Al entrar a la preparatoria cometí muchos errores.

— ¿De que tipo?

— En mi primer semestre, me gustó una persona, empezamos a andar después de un año de conocernos, tuvimos relaciones y por accidente ella quedó embarazada. Tuve que dejar la escuela para poder mantener a ese bebé que venía en camino. Estaba preocupado, pero a la vez feliz de saber que sería padre. Con el tiempo nos dimos cuenta que sería niño.

— Debe ser un buen hijo, espero y poder conocerlo algún día.

— Me temo que eso jamás sucederá..., mi hijo murió al nacer. Toda la familia quedó destrozada entre ellos nosotros dos. Ella empezó a culparme de todo y sin decirme nada, se fue de la ciudad a vivir a otro estado. Jamás volví a saber de ella.

Las preguntas que tenía esas noches ahora fueron respondidas, pero ahora me siento culpable. Yo creyendo que lo he pasado mal y el lo ha tenido más difícil. De ser solo jóvenes estudiantes ahora somos adultos con problemas.

— Perdón, no sabía lo de tu hijo, que descanse en paz tu hijo.

— No te apures, es comprensible que no te hayas enterado.

— ¿Y como te encuentras ahora?

— Estoy bien, ya lo he superado de a poco. Ya pasó mucho tiempo, ella esta haciendo su vida y yo haré la mía.

Platicamos por una hora, contando anécdotas de nosotros, mientras tomábamos nuestros cafés, por la ventana se podía ver qué la lluvia se intensificó, así que decidimos bailar un rato. Solo para descubrir que seguimos siendo esos jóvenes que bailan con torpeza pisando los pies del otro.

Las risas no pudieron faltar, se sintió como volver al pasado, la sensación de estar en nuestro propio mundo y que los demás no existan más que nosotros dos.

En un momento del baile, Jimin sujeto mi cintura y me susurro al oído.

— Recuerdas lo que dijimos en la graduación.

— Si..., si estamos hechos para estar juntos que el destino nos vuelva a cruzar en nuestras vidas o algo asi — Me rei un poco por los nervios.

— Pues el destino, nos dió nuestra respuesta no crees.

— Ve al grano Jimin.

— Dame otra oportunidad. Hay que intentarlo de nuevo.

Mi corazón volvió a palpitar sin parar como la primera vez que se me confesó.

Quizás y el destino, me dió mi respuesta después de estos años.

— Hay que intentarlo...

Jimin tomo mi barbilla y me dió un suave pequeño beso en mis labios son llegar a más.

Al final, él siempre estuvo detonado a ser mi primer beso y fue el más especial y hermoso que pude tener en mi vida que no evite llorar de felicidad.

Al separarnos Jimin se preocupo por ver mis lágrimas, pero le dije que estaba bien.

— ¿De verdad soy tu primer beso? — Dijo con asombro.

— Si, y fue el mejor que pude tener.

— Lo dudo, te daré los mejores besos a partir de hoy que no podrás decidir cuál será tu favorito.

Pasaron los meses y fueron los mejores de mi vida. El fue más cariñoso, me daba regalos y visitaba mucho mi casa.

Los besos y abrazos no podían faltar, además me mostró que aún conservaba la primer carta que le escribí.

Pero un día, la alegría se había esfumado. Jimin había muerto al ser asaltado por la noche al regresar de su trabajo. La delincuencia me arrebato a la persona que amo.

La noticia fue horrible, pero tuve que ser fuerte, mientras escribía mis historias fingía que no me dolía, pero me di cuenta que el tema de la muerte estaba presente en gran parte de ellas.

Y en cada una de ellas llegué a interpretarlas de una buena manera, no es el final. Valorar lo que tenemos, aprender de los errores y de mantener esos recuerdos en tu corazón es un abrazo a tu persona y a tu alma. Aún podía recordar nuestra última conversación.

— Nuestro amor es Flebil.

— ¿Qué es Flebil?

— Mi abuelo me dijo que es una forma linda de llamarle a la tristeza pero que también significa "digno de ser llorado".
Recuerdos que son dolorosos pero a la vez hermosos que merecen que se recuerden una y otra vez aunque eso implique que llores.

Jimin fue mi primer amor, mi primera ruptura, mi primer duelo y mi primer beso. Al final comprendí que siempre estuve en una historia de amor, solo que no era filmada o escrita. Quizás no tuvo el final perfecto dónde vivimos para siempre pero es de los recuerdos más lindos que tendré en mi juventud.

Aunque nos duela aceptarlo, del primer amor siempre se logra aprender para no volver a cometer errores en el futuro. Es difícil asimilar que así termina mi historia de amor con Jimin y estoy feliz de haber sido el protagonista de su vida así como él en la mía.

Y el tiene razón, dolió, sufrí pero también me sentí amado, porque nuestro amor es tan Flebil que es digno de ser llorado.

Es momento de que abraces tus recuerdos y conozcas la historia que has construido en tu vida, toma esos recuerdos Flebil y no pienses solo en el dolor que estos te causaron, sino en las alegrías que también te causaron. Cada recuerdo de tu vida es digna de ser llorada. Es parte de vivir.

Fin

Hemos llegado al final de mi historia personal, la delincuencia me quitó al chico que más amaba y dudo mucho que me vuelva a enamorar tan fácil.

Es un proceso complicado, voy a terapias y poco a poco fui superando la perdida.

Agradezco a la vida que nos haya dado la oportunidad de vivir, ese romance que se nos nego en esa etapa de vida. Pero aquí sigo y tengo que seguir hacia adelante.

Me quedan dos historias por terminar, díganme ahora cuál les gustaría que actualice " Nosotros contra el mundo" o "Petalos Frágiles"

Los quiero :3

Me despido...adiós...chao...