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capítulo trece:
los secretos salen a la luz
- parte 2 -
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Si el día anterior la familia de orbes dorados se mostraba tensa, en el presente se podía observar que aquel sentimiento aumentó. Desde que se enteraron de que su secreto ahora era de conocimiento de la humana de cabellos castaños, sentimientos negativos comenzaron a rondar a la familia, sentimientos que no pertenecían a ellos mismos, sino que eran originados por un miembro en específico del clan.
Jasper se encontraba en su propio mundo, se había encerrado en su habitación alejándose de todo aquel que quisiera acercársele, pero sencillamente en aquel momento no podía escuchar a nadie cuando su mente estaba hecha un lío pensando en las miles de situaciones en las que Brianna, la humana que el destino le había asignado como compañera, llegara a enterarse del secreto que lo envolvía a él y a su familia, y de lo que aquello mismo conllevaría.
Tenía miedo.
Más bien estaba aterrado de la reacción de la chica, que esta se alejara de él a conocer lo que era, que lo repudiara con la intensidad en la que él lo hacía consigo mismo, que ni siquiera tenía la valentía de enfrentar la situación de manera correcta, más aún cuando las únicas oportunidades que tenía de conseguir respuestas no habían resultado de la forma esperada.
Cuando hubo anochecido y todos los miembros de la familia Cullen se encontraban en su hogar, se hizo una reunión del clan en la sala en la que primeramente hubo discusiones iniciadas por Rosalie que despotricaba hacia su hermano Edward por haber ocasionado que su secreto hubiese sido expuesto ante Isabella -no había que ser adivino para darse cuenta que a ella realmente no le era de agrado la humana-, por suerte para todos, aquello no duró tanto como lo común cuando el nombre de la otra chica fue mencionado, provocando que todos quedaran en silencio y que la ansiedad en cada uno de ellos aumentara.
─ Jasper ─llamó Carlisle a uno de sus hijos, quien estaba sentado en uno de los sofás con sus codos apoyados en sus rodillas y manos entrelazadas observando el suelo. Este, simplemente le dio una corta mirada de reojo al mayor para darle a entender que lo escuchaba y que continuara, era de entender que él era el más afectado de todos ante la posibilidad de que la chica se enterara de su realidad─. ¿Brianna te ha mencionado algo? ¿O dado algún indicio de que sabe lo que somos?
El joven sin ganas de decir palabra alguna, optó por simplemente negar, provocando que varios suspiros se escucharan en la habitación.
Brianna era distinta a Bella, todos lo sabían, por lo que posiblemente -si es que sabía la verdad- su reacción ante ello fuese también distinta y por eso no le había comentado nada a ninguno de ellos. Por lo tanto, si no podían saberlo directamente de ella como ocurrió con Bella, tendrían que utilizar otras herramientas para saber lo que necesitaban.
─ ¿Alice? ─todos voltearon a ver a la nombrada, quien hasta el momento se encontraba callada sentada al lado de su pareja con una expresión en su rostro que no le daban buenas vibras a ninguno. La de corte pixie observó a cada uno de los presentes deteniendo su mirada en su mejor amigo, pudiendo ver la esperanza en sus ojos como si le estuviera pidiendo que lo que observara fuera algo bueno, pero le podía dar aquel tipo de respuesta cuando simplemente no las tenía.
─ Lo siento... Pero no puedo ver nada ─al ver los rostros perplejos de su familia y las preguntas que le hacían al no comprender de lo que hablaba, procedió a explicarse luego de haber soltado un suspiro─. Es como si todo estuviera borroso. Sé que hay algo, que hay un futuro pero es como si algo no me permitiera verlo. No puedo distinguir las imágenes que se muestran, tampoco las voces ─su mirada, que estaba enfocada en el suelo al intentar recordar todo lo ocurrido cuando intentó ver el futuro de su amiga, la alzó hacia su padre con una expresión que delataba preocupación─... No entiendo, esta nunca había ocurrido. ¿Acaso hay algo mal con mi don?
El rubio negó manteniendo un aire pensativo ante la nueva situación, realmente es la primera vez que eso ocurre, y no tenían idea del porqué de ello─ No, no creo que sea por tu don. Pero ya nos centraremos en eso luego, ¿está bien? ─al ver el asentimiento de la de corte pixie dirigió esta vez su mirada hacia el de cabello cobrizo, quien al sentir la mirada de su padre frunció un poco el ceño sabiendo lo que le pediría, y aquello lo frustraba─. Edward, ¿crees que mañana tu puedas...?
─ Ya lo intenté ─lo cortó.
Nuevamente, silencio.
Jasper al sentir el sentimiento de frustración emanando de su hermano dirigió su completa atención a él, curioso por lo que significaba aquello, y angustiado porque sabía que no era algo bueno.
Al sentir todas las miradas de su familia sobre sí hizo la misma acción de su hermana, que aunque era innecesaria, le ayudaba a calmar un poco lo que estaba sintiendo y poder explicarse.
─ Es básicamente lo mismo que le está sucediendo a Alice. Hoy intenté leerla cuando estábamos en la cafetería, pero simplemente, nada. Podía escuchar sonidos, pero no los entendía... ─una mueca se formó en su rostro, recordando lo consiguiente que había ocurrido cuando intentó ver en la mente de la joven provocando que su mano se dirigiera a su frente y la frotó, como si intentara aliviar una molestia inexistente en la zona.
─ ¿Qué ocurre? ─cuestionó una reocupada Esme.
─ Fue extraño ─pausó─... Hubo un momento en que dolió.
─ ¿A qué te refieres con que "dolió"? ─Carlisle dio un paso hacia él intrigado por lo que el cobrizo dijo, así como el resto─. ¿Fue cuando intentaste leer su mente?
Edward asintió como respuesta bajando su mano, sin embargo su expresión no se suavizó, sino que de frunció más en ante la frustración que estaba sintiendo a no entender lo que estaba ocurriendo con su don.
─ Fue como si de un momento a otro algo estuviese taladrando mi cabeza, pero sólo duró un segundo.
─ A mi también me ha sucedido ─secundó Alice, soltando un suspiro─. Cuando me esfuerzo demasiado por ver algo, lo que sea de ella, llega un punto en el que se vuelve doloroso.
Todos estaban perplejos, nadie comprendía lo que estaba sucediendo, el porqué ahora los dones de Alice y Edward no estaban funcionando cuando antes estaban perfectos.
Aquella noche no se dijo nada más, salvo el haber acordado la última opción que tenían para saber si Brianna estaba enterada de ellos aparte de que alguno le preguntara directamente a ella -idea que fue rotundamente rechazado por Jasper-, por lo que aquello llevaba a que Edward preguntara a la única persona que podría estar informada sobre ello.
Bella.
Si querían saber qué ocurrió con el plan que habían hecho los Cullen, pues la respuesta fue positiva, pero no positiva de algo bueno.
Al siguiente día, cuando la jornada escolar hubo acabado y Edward llevó a Bella al bosque para mostrarle más de él, el vampiro aprovechó el momento y preguntó a Bella lo que toda su familia y él querían saber, lo que llevó a que la chica -un tanto incómoda por estar contando algo que refería a su amiga y sabiendo lo que aquello significaba para la familia del chico que le gustaba y para él mismo- le diera la respuesta que tanto temían. Brianna también sabía sobre ellos, y mucho antes que Bella. Aunque eso último Edward no lo alcanzó a decir a su familia, no cuando Rosalie comenzó a despotricar esta vez hacía Isabella, aunque ésta no estuviese presente.
─ ¿Es que esa niñata no puede mantener la boca cerrada? Tiene que estar metiendo las narices donde no le incumbe.
─ Rosalie. Ya basta ─la retó Carlisle volviendo a observar a su hijo asintiendo hacia él para que continuara con lo que estaba informando, gesto que fue correspondido por el menor, agradecido por haber detenido las quejas de su hermana.
─ De acuerdo. Según lo que me dijo Bella, Brianna sabe de nosotros incluso tiempo antes de que ella de enterara ─concluyó, omitiendo la parte en la que la Swan le explicó cómo se enteró que Brianna sabía de ellos si ella en ningún momento le había dicho a la chica sobre el secreto -lo que hubiera ocasionado que Bella se enfrentara mucho antes a Edward-, ya que eso generaría más problemas y haría que Rosalie volviera con sus quejas e insultos hacia la humana.
─ Espera, ¿qué? ─preguntó unos segundos después, Aaron, cuando el asombro de lo que su hermano dijo le permitió hablar─. ¿Cómo que sabía de nosotros desde hace tiempo? ─. De un instante a otro su boca se abrió cuando una idea pasó por su cabeza, agitando sus manos hacia el resto para que le prestaran atención─. ¿Creen que sea bruja y tenga una de esas esferas que predicen el futuro y de esa forma se enteró de nosotros?
Varios lo veían con expresiones que demostraban lo absurdo que había sonado eso, otros simplemente negaban y Emmett, siendo él, reía de forma limpia al imaginarse aquello, señalando que lo "asombroso" que sería aquello. Alice, por su parte, prefirió ignorar lo dicho por su esposo para no hacerlo sentir mal y tomar ahora ella la palabra, aunque debía de aceptar que aquello también le causó gracia.
─ ¿Cómo se enteró entonces, Edward?
El mencionado, negó un par de veces para dejar lo anterior de lado y responder a la castaña cuando escuchó que se dirigía a él.
─ Al parecer vio una película y enlazó.
Si algo era común en toda aquella plática, son los silencios, porque justo se estaba presentando otro en aquel instante en el que todos se hallaban perplejos por lo que acababan de escuchar. "¿Es en serio?" Se cuestionaban varios de ellos, sin poder creerse la forma en la que la chica de cabellos rubios pudo enterarse de ellos, sin siquiera buscar intencionalmente información que los delate -como en el caso de Bella-, sino que ocurrió por total casualidad.
─ ¡Já! ─burló Emmett─. Nosotros manteniendo el secreto escondido del mundo y una simple película expuso ante Ann. Chica lista. Me agrada.
Se podría decir que para Brianna las cosas seguían estando extrañas. Los Cullen seguían sin dirigirle palabra alguna, aunque Brianna ya no le estaba tomando importancia a ello, no era de estarle rogando a la gente por atención, si querían acercarse a ella, bien. Y si no, también. Por ello, su día a día transcurría como normalmente lo haría, sin contar el hecho de que las cosas en la escuela estaban agitadas.
El hecho de que la familia de orbes dorados comenzara a verse distanciada de la rubia no pasó desapercibido por el alumnado, principalmente por aquellos que pertenecían a la comunidad masculina de esta. Ellos, al notar que Brianna y el chico Hale ya no andaban juntos, y que incluso el último había dejado de asistir a la escuela los últimos tres días, aprovecharon aquello para intentar acercarse a la chica y conseguir algo con ella. Fueron muchos los que se le estuvieron acercando esos días para pedirle asistir al baile con ellos o una cita, algunos incluso intentaron hacerse de galanes para intentar conquistarla o simplemente se peleaban entre ellos para poder tomar el asiento libre a su lado y tener su momento con la joven. Por suerte, siempre iba acompañada de Angela que le ayudaba a evadir a cada chico que intentara acercársele, principalmente en las clases que compartían tomando siempre el lugar a lado suyo -al igual que Bella cuando tenían clases juntas aunque se encontrara Edward, cuando era así la jalaba del brazo y la sentaba a su lado para que fuese su bloqueo ganándose malas miradas del chico y una pequeña risa de su amiga-, o en la cafetería, en este caso impidiéndole el asiento a su lado a Mike, quien es esos días se había vuelto insoportable con los intentos de ligue con ella a pesar de que estaba comenzando a salir con Jessica.
─ ¡Veo que me has cambiado, Bella! ¡Has roto mi corazón en mil pedazos! ─gritó hacia su amiga que se alejaba con su nuevo pretendiente a una mesa lejana de la cafetería riendo por la acción de la rubia sabiendo que solo quería hacer un poco de drama y bromear.
Cuando Brianna tomó asiento lo hizo con un suspiro, llamando la atención de varios de los que se encontraban en su misma mesa.
─ Ya no soporto esto. Parecen halcones, y unos con muchas hormonas ─comentó exasperada sintiendo una gran cantidad de miradas clavadas en su persona, incluso se preguntaba si siquiera parpadeaban─. Por favor, dime que esto va a parar pronto ─se giró hacia Angela, tomándola por los hombros, dirigiéndole una mirada de auxilio. Aunque esta no llegó a abrir sus labios cuando Jessica le respondió.
─ No entiendo cuál es el problema. Es impresionante la cantidad de chicos que quieren estar contigo y la atención que recibes. Es lindo.
Brianna simplemente la observó como si estuviese loca, más por la sonrisa de niña emocionada que la castaña tenía. ¿A quién en su sano juicio le agradaría tanta atención?
─ Dímelo cuando comiences a sentir que todas las miradas te siguen hasta en el baño.
─ Buen punto ─murmuró la Stanley, señalándola.
Por un instante, su mirada se desvió a donde los Cullen se sentaban, todos menos Jasper -quien nuevamente faltaba- y Edward -quien estaba con Bella en una mesa aparte-. Estos también la observaban, se había dado cuenta desde el momento en que se sentó junto a sus amigos, lo que no había notado eran las miradas que le dirigían, se veían... ¿tristes? Sus ojos se veían apagados desde donde se encontraba, principalmente los de Rosalie y Alice. Por un momento quiso ir y alegrarlos, pero tuvo que contenerse. Ellos decidieron alejarse y ella lo respetaría, así que decidió por dirigirles una leve sonrisa antes de volver a centrarse en sus amigos y la conversación que tomaba lugar integrándose en ella, e ignorando las insistentes miradas de Mike y sus comentarios hacia ella cargados de galantería que eran "camuflados" por la conversación que se llevaba a cabo.
─ No puedo más con esto. ¿De verdad no podemos ir a hablarle? ─se quejó Alice. Ya no soportaba no hablar ni poder acercarse a Brianna, y es que en el poco tiempo que se conocían se había convertido en su mejor amiga y una hermana más para ella, habían congeniado desde el primer momento y el estar alejada de ella se hacía cada vez más difícil. Rosalie estaba de igual forma, siendo que siente un gran apego hacia ella desde el momento en que la vio.
─ Se lo prometimos a Jasper ─recordó Aaron, decaído.
─ Sí, pero Jasper no se encuentra aquí ─ante las palabras de Emmett todos voltearon a verse entre sí, comenzando a emocionarse ante la idea. Sin embargo, aquella emoción se esfumó cuando cada uno recordó que no traicionarían a su hermano, incluso por algo tan estúpido como aquello.
─ Juro que como no arregle esto pronto le arrancaré cada uno de sus rizos ─Rosalie comenzaba a exasperarse por la situación, y su ceño fruncido lo demostraba.
Y se podría decir que cuando el grupo de hermanos llegó a su casa Rosalie por poco tuvo la intención de cometer aquello contra quien hacían llamar su mellizo, menos mal pudo calmarse lo suficiente para poder hablar con él, palabras que no surgieron tanto efecto como más tarde las de Alice, quien, cuando Jasper volvió a encerrarse en su habitación ingresó a esta para hablar con su mejor amigo y hacerlo recapacitar, luego de eso, despidiéndose con un abrazo y diciéndole que siempre lo iban a apoyar, salió de la habitación dejándolo nuevamente solo dentro de esta.
No sabía lo que hacer. Por una parte quería correr hasta donde Brianna se encontrase, rodearla con sus brazos y no dejarla escapar nunca de ellos, besarla hasta que sus pulmones volviesen a pedir oxígeno, luchar por ella. Pero por otra, tenía miedo, miedo que cuando viese a sus ojos, este mismo estuviese gritando en esto por lo que era, un monstruo. No obstante, ¿no valdría la pena arriesgarse? ¿Vencer el miedo para poder tener su felicidad finalmente? Porque esa era una de las cosas que Brianna era en la existencia de Jasper. Felicidad.
La música sonaba a todo volumen dentro de su auto acompañada por la voz de la chica Rossier, quien seguía la letra de una de sus canciones favoritas de uno de sus grupos favoritos: Queen. Cualquiera que la viera se reiría de ella, pues su actuación era de lo más cómica; cantaba a todo lo que sus pulmones daba que incluso en algunas partes su voz salía chillona al no alcanzar el tono. Podría ella cantar bien, pero nunca igualaría el tono de Roger Taylor cuando hacía alguna de sus partes altas, como lo era aquella parte en la canción.
Había salido de su trabajo más temprano de lo habitual al no haber tantos clientes por lo que no era tan necesaria su ayuda en la cafetería, por lo que antes de volver a su casa, aprovechó para comprar algunas cosas que necesitaba tanto en neceser como en alimentos, entre estos, helados y otros dulces. Debía decir que aquellos últimos días había comido muchos de estos, y no es porque estuviese triste o algo parecido, debía aclarar, sino era por algo peor, mucho peor. Su periodo se acercaba. Y cuánto lo odiaba, pues significaba días de sufrimiento y tenía el presentimiento de que el clima de Forks no ayudaría en nada.
Como en aquel momento.
Mientras iba manejando, gotas comenzaron a golpear contra el parabrisas de su Jeep, había comenzado a llover y ella no llevaba paragua a la mano, por lo que sabía iba a mojarse cuando bajara del auto, así que, intentarlo no hacerlo demasiado para no enfermarse, cuando apagó el auto ya parqueado en la entrada de su hogar se pasó a los asientos de atrás para poder tomar las bolsas de su compra desde allí para continuamente salir del vehículo lo más rápido posible bloqueando este e ir en dirección a la puerta de la entrada. Lo que no se esperaba era ver a aquel rubio chico dueño de gran parte de sus pensamientos frente a esta, esperándola.
─ Jasper...
Y... Hasta aquí este pequeño maratón de dos capítulos, así que lxs dejaré con la intriga un tiempo jejeje.
¿Qué piensan sucederá?
¿Quieren que Brianna acepte de vuelta a Jasper?
¿O lo hacemos sufrir un poquitín más?
Dejen aquí sus opiniones, teorías y todo lo que se les ocurra.
¡Los leo!
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