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V ─. The Roadrunner

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capítulo cinco:
el correcaminos

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¿Cómo fue que Jasper y Edward llegaron tan rápido a ellas? ¿Y cómo Edward pudo detener la camioneta?

Aquellas y más preguntas eran las que se hacían Brianna y Bella en el camino al hospital. Incluso cuando estuvieron sentadas cada una en una camilla esperando a que las atendieran ninguna dijo nada. Ambas sabían que aquel tema estaría en discusión entre ellas, pero aquello no sería en una habitación llena de personas en uniforme de hospital.

Una enfermera le estaba tomando la presión a Bella cuando el padre de esta, Charlie, o también conocido como el sheriff hizo acto de presencia en la habitación para así acercarse a su hija en un semblante serio y preocupado.

─ Bella, ¿estás bien? ─preguntó antes de voltearse a Tyler y apuntarlo─. Tú y yo vamos a hablar ─.

Pobre Tyler, la que se le viene encima. Tal vez pierda su licencia ─de cierta forma le daba pena el chico, por otro lado se lo busco por no prestar atención al conducir ocasionando un casi doble atropellamiento. Pero igual le daba pesar, era buena persona y no fue a propósito el casi arrollarlas.

Padre e hija intercambiaron otro par de palabras antes de que el hombre se volteara hacia la rubia notando hasta ese momento su presencia. Intentó camuflar su sorpresa sintiéndose ligeramente culpable al no haberla notado antes.

─ Brianna. ¿Cómo te encuentras? ─se podía ver su preocupación hacia el estado de la chica a pesar de haberla visto solo pocas veces, algo que a Brianna le sacó una sonrisa.

─ Muy bien, Sheriff. Sin ningún rasguño ─respondió lo suficientemente entusiasta como para que para que este sonriera levemente al igual que su hija y ambos se relajaran un poco.

─ Ya te había dicho que me puedes llamar Charlie ─le reclamó este, a lo que ella simplemente asintió como respuesta de que lo haría. Luego volviendo a su seriedad volteó nuevamente a Tyler─. Despídete de tu licencia.

Wow, soy adivina.

Justo cuando aquel pensamiento desapareció la puerta se escuchó abrirse, y seguido a esto una voz.

─ Escuché que la hija del jefe está aquí.

Cabello rubio, piel pálida y tersa, ojos dorados, rostro hermoso. Es un Cullen, adivinó Brianna, la cual se encontraba con la boca por el suelo viendo al doctor que se acercaba a ellos.

¿Cómo le hacen los Cullen para tener rostros tan hermosos? Acaso toman una poción para la belleza, ¿o qué? ─Bella tuvo que darle un leve golpe en su pierna para que saliese de su ensimismamiento y se recompusiera, que no llegó a ver la sonrisilla divertida que el doctor había puesto al haber notado aquello.

─ Yo me encargo, Jackie ─posteriormente tomó las tablas que contenían prendadas la información de ambas chicas, para proceder a leer lo que en estas se encontraban─. Isabella...

─ Bella ─era obvio, a ella no le gustaba que la llamaran por su nombre. Ante ello, Brianna no pudo evitar una leve risa que fue correspondida por una sonrisa del Doctor Cullen.

─ Y Brianna ─notó la duda del hombre, como si esperaba que le corrigiese también.

─ Brianna está bien, a mi me gusta mi nombre ─bromeó haciendo referencia a su amiga la cuál le lanzó una mirada, aunque en esta pudo ver un poco de burla.

Carlisle veía aquello intentando ocultar una sonrisa. Al parecer sus hijos sí tenían razón ante la energía que de la rubia emanaba.

─ Bueno, Bella y Brianna... Esa caída fue fuerte, ¿cómo se sienten? ─cuestionó, obteniendo respuestas positivas por parte de ambas, pero escogiendo palabras diferentes para responder demostrando las distintas personalidades de las chicas. Bella con un simple "bien" y Brianna con un "perfectamente".

─ Mira aquí ─continuó encendiendo una linterna para que la castaña siguiese la luz que salía de esta, para luego proceder a hacer lo mismo con la rubia─. Podrían experimentar estrés postraumático o desorientación. Sus signos vitales están bien y no hay lesión en la cabeza ─finalizó guardando su linterna para luego observarlas a ambas con una sonrisa─. Creo que van a estar bien.

Brianna rio al notar el tono jocoso y la broma escondida en la verdad del doctor. Era el primero doctor que le caía bien, además de su madre, claro. Aunque la risa se la tuvo que aguantar para que no sonara más fuerte a ver a Charlie, ya fastidiado, jalando de la sábana que separaba sus camillas de la de Tyler cuando este volvió a hablar.

─ Pudo ser peor si Edward y Jasper no hubieran estado ahí. Ellos nos salvaron ─y... adiós risa.

─ ¿Edward y Jasper? ─cuestionó Charlie al escuchar lo dicho por su hija para luego dirigirse al Doctor Cullen─. ¿Tus muchachos? ─este no contestó, se le notaba incómodo de repente.

─ Sí, fue muy impresionante cómo llegaron tan rápido, no estaban cerca de nosotras.

Ay Bella, por favor. Eres mi amiga y te aprecio, pero por favor, ¡cierra la boca! ─Brianna tenía tantas ganas de gritarle aquello, pero se tuvo que morder la lengua y mirar a otro lado para evitar la mirada de su amiga, la cual la observaba como esperando que la apoyara.

─ Creo que tuvieron suerte ─se refirió a ambas, aunque solo se dirigió a a la castaña. Sin decir más se despidió de Charlie y procedió a marcharse, aunque al dar unos pasos tuvo que devolverse al recordar algo─. Brianna, ¿me podrías acompañar un momento?

Brianna se sorprendió ante aquello, sin embargo lo siguió hasta salir de la habitación, no sin antes haber visto la mirada de Bella, también llena de sorpresa.

─ ¿Ocurre algo, Doctor Cullen? ─se atrevió a preguntar cuando se detuvieron y este volteó a mirarla con una leve sonrisa para tranquilizarla. Le quiso decir que podía llamarle por su nombre, pero lo dejó pasar, ya tendría otra oportunidad para decirle.

─ Nada malo, tranquila ─hizo una pequeña antes de continuar cuando observó que la muchacha se había relajado─. Se supone que siendo menor de edad para poder salir del hospital un adulto debe de firmar el permiso de salida del paciente. Tanto Alice como Jasper me informaron que tu único familiar autorizado para ello, tu madre, se encuentra en Boston.

Brianna hizo una mueca. Había prometido que no habrían problemas, y aquello le generaba un pequeño problemilla. ¿Ahora cómo le hacía para salir de allí?

─ Así que me atreví a llamar a tu madre ─rápidamente alzo su mirada para ver al rubio hombre con sorpresa, este aun conservaba su sonrisa─. Me permitió firmar por ella, así que ya eres libre.

─ ¿De verdad? ─estaba emocionada, tanto que no pudo evitar dar leves saltos, al principio pensó que se metería en problemas.

Carlisle aguantaba una carcajada ante aquella imagen, pero no había terminado con el comunicado─. Sin embargo, me pidió que te informara, y cito: "dígale por favor a esa jovencita que debe de llamarme".

Y ahí toda emoción se fue, Brianna solo pudo volver a hacer una mueca junto a una risa incómoda que hizo reír ahora sí al rubio.

─ Tu madre está preocupada. Llámala cuanto antes, ¿de acuerdo? ─la chica asintió repetidas veces. Carlisle le dio un leve apretón en su mejilla izquierda en despedida antes de voltearse y abandonar el lugar, no sin claro, haberle hecho una seña a su hijo que se encontraba aguardando para acercarse a la rubia.

Cuando Brianna, quien tenía su mirada gacha planeando qué decirle a su mamá, vio que frente a ella se posaban dos zapatos diferentes de hombre, alzó su mirada para ver de quién se trataba, llevándose la grata sorpresa al ver a Jasper frente a ella, aquello le hizo sonreír.

─ Hey, pensé que habías desaparecido ─intentó bromear, sin embargo no funcionó, Jasper se notaba tenso, ella sabía porqué era, de cierta forma. Manteniendo su semblante alegre aunque ahora había un deje de preocupación en él, lo observaba atentamente esperando cuál sería su reacción─. ¿Te encuentras bien?

─ ¿Me preguntas eso a mi? Tú eres a la que casi atropellan ─estaba molesto, frustrado, pero no con ella, sino consigo mismo. Al darse cuenta de como sonó aquello la observó con arrepentido─. Lo siento.

La chica suspiró, posterior a esto sonrió quitándole importancia. Ella lo entendía, estaba preocupado─. Estoy bien ─con cuidado fue uniendo su mano a la de él, primero como un toque de dedos hasta que enlazaron.

Ambos observaban sus manos unidas, gustándoles aquella sensación. Jasper se había relajado, comenzando a trazar leves caricias en la mano ajena con concentración, sin percatarse de que la chica lo observaba con una pequeña sonrisa en su rostro acompañado de un brillo en sus ojos.

─ Tú me salvaste ─ante aquello el Hale volvió a tensarse deteniendo también sus caricias, esperaba que aquel tema no saliera entre ellos, no estaba preparado, no todavía. Antes de poder alejarse o decir algo Brianna lo detuvo, apretando un poco su agarre en su mano, no quería que se alejara─. Tu secreto está a salvo conmigo, Jazz. Aunque no sepa cuál es exactamente ─bromeó un poco al final esperando que sus palabras tuviesen el efecto deseado, el cual fue así cuando el mencionado sonrió con levedad volviendo a relajarse, más aún cuando ahora fue el turno de ella en dar caricias a la mano ajena.

Se quedaron en silencio un rato, simplemente viéndose el uno al otro. Jasper no podía dejar de pensar en lo indulgente que fue el destino en poner a Brianna en su camino, era todo lo que estuvo necesitando por tanto tiempo y ahora estaba ahí, frente a él.

Por otra parte la chica solo podía pensar en lo bien que se sentía cuando estaba junto al rubio, como si las cosas tomaran mayor sentido a su lado, como si por fin estuviese completa, como si aquello que siempre sintió le faltaba ahora lo tenía ahí, frente a ella.

Pero como siempre, algo siempre sucedía haciendo perder aquella conexión, esta vez siendo Edward que pasaba, con semblante más serio de lo común, por el lado de ambos. Ante aquello ambos rubios compartieron una mirada, la chica con duda y curiosidad, y el chico, él ya sabía lo que había ocurrido.

─ Hey, Edward ─llamó al cobrizo mirándolo con un tanto preocupada. Este volteó a verla al escucharla─. ¿Te encuentras bien?

El chico Cullen la observaba extrañado, nunca había hablado con ella, y en aquel momento tampoco es que tuviese muchas ganas de hablar, así que respondió con un simple─... Sí.

Iba a voltearse para irse, pero la rubia volviendo a hablar lo detuvo.

─ Escucha, sé que Bella puede ser un tanto, muy curiosa ─recalcó lo segundo con una pequeña sonrisa para relajar el ambiente─. Pero no le prestes atención a ello, es una buena chica, solo que con ese defecto.

El chico asintió ante sus palabras, y antes de poder decir algo la Rossier volvió a hablar ahora sí partiendo del tema original por el que lo llamó.

─ Aunque al preguntarte si "te encuentras bien" también me refería a tu salud ─Edward observó a su hermano, pensó que tal vez el le haya dicho algo pero encontró que no fue así, él tampoco sabía a qué se refería. Al ver la duda en ambos, la de menor estatura de los tres prosiguió a explicarse─. Ya sabes, como estuviste varios días sin ir al instituto, pensé estarías enfermo.

Aquello le asombró, no esperaba que se preocupara por él a pesar de no conocerlo, en cambio Jasper sonrió, el ver cómo se preocupaba por alguien de su familia le parecía lindo de su parte.

─ Oh. Sí, me encuentro bien de salud ─hizo una pequeña pausa al observar a su hermano el cual lo miraba con un toque de burla, al volver a la chica a su lado ya se encontraba más relajado al salir de su asombro─. En realidad estuve fuera de la ciudad. Problemas familiares.

Ahora era el turno de la Rossier para verlo sorprendida, con los labios ligeramente abiertos. Se había equivocado al pensar aquello haciendo que se sintiera ligeramente incómoda y nerviosa, pero dejó esos sentimientos ante el alivio de saber que no se había enfermado. No es nada bonito enfermarse. Como la mayoría de las personas ella muchas veces se había enfermado y no la pasaba bien cuando aquello sucedía, por lo que se preocupada cuando alguien caía enfermo.

─ Bueno, eso me alegra ─sonrió ampliamente demostrando la veracidad en sus palabras, pero al caer en cuenta de la forma en la que sonó y la otra interpretación que podía tomar los nervios tomaron parte de ella haciendo que su sonrisa se convirtiera en una nerviosa─. Me refiero, a que me alegra que te encuentres sano, no a lo de los problemas familiares ─acompañó gesticulando forma exagerada con su mano libre, cerrando un momento sus ojos arrepintiéndose nuevamente de la escogencia de sus palabras─. No es que no me preocupe los de los problemas familiares, que por supuesto, espero ya esté todo bien con eso ─ambos chicos solo la podían ver divertidos aguantándose la risa por la necesidad de la chica por excusarse con cada cosa que decía, la forma en la que todo su cuerpo tomaba un movimiento producto a sus nervios acompañando la rapidez de sus palabras─... Porque lo está, ¿cierto? ─finalizó observando a ambos chicos, primero a rubio y luego al cobrizo, con una expresión como si fuese un cervatillo degollado.

Ante aquella imagen ambos, Cullen y Hale no pudieron aguantarse más, simplemente rieron sin decoro. Rossier solo pudo sonrojaste ante ello riendo también, aunque esta era más bien una nerviosa mientras rascaba su nuca.

Cuando las risas se hubieron calmado Edward la observó con expresión agradecida sin perder aquella sonrisa que ahora estaba instalada en él gracias a la rubia.

─ Sí, ya todo se encuentra bien. Gracias por preocuparte ─dijo con honestidad para luego añadir─. Me alegro de que tú también te encuentres bien.

Sabía que se refería al accidente de la escuela, Brianna correspondió la sonrisa agradeciendo por sus palabras.

Edward bajó un momento su mirada hacia las manos entrelazadas de los rubios, viéndolos a ambos de forma jocosa antes de despedirse y dejarlos solos no sin haberle dado una mirada a su hermano, el cual se encontraba radiante.

Brianna, que había seguido su mirada, ahora se encontraba nuevamente como un tomate nervioso al ver que seguía tomada a su mano. Jasper al verla apretó su mano en un gesto tranquilizador, algo que funcionó, pero además ocasionó que una corriente la recorriera de pies a cabeza, algo de lo que el rubio se dio cuenta y lo hizo sentirse feliz y orgulloso de generar aquello en ella. No obstante no comentó sobre ello, no queriendo incomodarla, así que sacó un tema distinto mientras comenzaba a guiarla a la salida del hospital sin intención de soltar su mano.

─ Y entonces, ¿cuál es tu hipótesis? ─a pesar de no estar listo para hablar sobre el tema de porqué pudo llegar tan rápido a ella, quería escuchar que se le había ocurrido para darle explicación a ello.

Brianna entendiendo su intención y a lo que se refería rio ante lo único que se le ocurrió, ganándose una mirada curiosa de su acompañante.

─ Es algo absurdo ─Jasper, contagiado por su risa y queriendo saber la respuesta, la animaba a hablar. Brianna rápidamente convencida, le dio su respuesta, no sin antes advertirle cómica─. No te vayas a reír.

El chico juró ante aquello.

─ Me imaginé algo así como El Correcaminos ─el Hale estaba intentando no reír al instante de escuchar lo dicho por la chica─. Pero en vez de cuerpo de pájaro, cuerpo de humano.

No lo aguantó. No volvería a jurar con cosas que sabía no iba a cumplir.

─ ¡Hey! Me prometiste no te reirías ─se quejó golpeando leve su hombro, para posteriormente acompañarlo en su risa.

─ Mis disculpes, señorita ─la forma en la que habló se le hizo extraña, demasiado formal para un joven de aquella época, pero el cómo sonó y la forma en la que se le refirió le gustó.

Apartando su mirada de la de él con un leve sonrojo surcando sus mejillas el cual encantó a Jasper, notó un Jeep amarillo estacionado frente a ambos cuando se hubieron acercado más, Jeep que reconoció como el suyo. Se extrañó por ello, se supone que se había quedado en la escuela.

─ ¿Ese es mi carro? ─dudó, aunque se encontraba divertida. Algo le decía que el Hale tenía algo que ver con que estuviese allí.

Jasper asintió en respuesta, a continuación explicando cómo había llegado.

─ Emmett se encargó de traerlo. Espero eso no genere problemas ─hablaba con cuidado, esperando la reacción de la chica la cual haciendo un sonido simplemente negó con una sonrisa.

─ No hay problema, estoy segura que cuidó de mi abeja ─Jasper la miraba burlón ante la forma en la que llamó a su auto.

─ ¿Abeja?

─ Parece una abeja ─respondió, haciendo referencia a los colores amarillo y negro que el Jeep llevaba─. Pero una abeja reina, por su tamaño.

El chico rio un poco, antes de abrir la puerta del copiloto para que la Rossier ingresara antes de subir al piloto y arrancar.

La mamá de Brianna había estado algo histérica cuando esta a mitad de camino, por sugerencia de Jasper, la llamó. La rubia había intentado calmarla diciendo que se encontraba bien, que no había ocurrido nada malo y que solamente quedó en un susto, menos mal lo logró al rato, ambas colgando diciendo a la otra que se cuidara.

Cuando colgó miró a Jasper, quién ya se encontraba estacionado en la casa de la joven para acto seguido bajarse e ir al lado en el que esta se encontraba para abrir su puerta y ayudándola a bajar, esta agradeciendo con una sonrisa la cual fue correspondida.

─ Gracias. Por todo ─comentó cuando ya se encontraban frente a la entrada con la puerta ya abierta.

─ No hay porqué, señorita ─sus brazos detrás de su espalda, recto, un porte se otra época. Brianna había notado aquello, pero rápidamente lo dejó de lado ante la intensa mirada de este y su pequeña sonrisa─. Ha sido un gusto para mi el poder pasar tiempo a su lado hoy.

Brianna sintió su corazón acelerarse y como una sonrisa se formaba en su rostro, algo que intentó disimular al cambiar de tema.

─ En serio, hubiese podido llevarte a ti a tu casa primero ─ya habían discutido aquello en el carro, Jasper negándose rotundamente ya que decía la chica debía descansar. ─ ¿Cómo regresarás?

─ Tengo mis métodos ─respondió con burla ante la insistencia de la Rossier. Esta rendida, suspiró.

─ Bueno, entonces yo ─hizo algunas señas señalando en interior de su casa mientras se iba adentrando─ ... ya sabes. Adiós, Jasper.

─ Adiós, Brianna. Descansa ─no dejó de observarla en su proceso de cerrar la puerta, deseaba poder estar más tiempo junto a ella, y ella se sentía de igual manera. Por lo que antes de cerrar por completo se detuvo volviendo a abrirla un poco, lo suficiente para apoyarse en esta y dejarse observar por él con aquella sonrisa que Jasper sentía como su perdición, en el buen sentido de la palabra.

─ ¿Te gustaría entrar?

El Hale encantado, formó una sonrisa a la par que asentía con discreción.

─ Sería un placer.

Ambos la pasaron entre risas, bromas y canciones, esta última mas bien por parte de la chica, ya que cuando esta, entre la variedad de preguntas que se hicieron para conocerse mejor, preguntas como "¿cuál es tu color favorito?", Brianna le preguntó sobre películas que le gustasen, obteniendo como respuesta que no era muy observador de estas por lo que básicamente no conocía.

Luego de eso, ante la insistencia de la joven ambos hicieron una pequeña maratón de películas antiguas, del tipo que incluía música y danza como Footloose o Grease. De sus favoritas.

La mayor parte del tiempo Jasper ni prestaba atención a estás por la necesidad de observar a Brianna, más cuando esta se ponía a cantar y a veces a bailar intentando sacarlo también a él para que bailara con ella, pero este se negaba prefiriendo observarla, descubriendo en ese instante que verla de aquella forma, bailando con tanta alegría, era de sus cosas favoritas, pero luego, se dio cuenta que era incluso más satisfactorio ser su pareja de baile cuando la chica, no dándose por vencida terminó por jalarlo para que se uniera a ella, logrando al final su cometido, lo que llevó a que el buen animo de ambos aumentara y una buena cantidad de carcajadas sonaran en la casa.

Y fue un momento, que todo estaba en calma, ambos sentados junto al otro observando la televisión con la chica apoyando su cabeza en el hombro del chico y este abrazando su cintura con su brazo para estar más cómodos, en el que la respiración de esta se apaciguó, clara señal de que se había dormido.

El rubio al darse cuenta la tomó en brazos para llevarla a su habitación y dejarla arropada en su cama para que estuviese más cómoda. Había pensando en irse, pero el deseo de querer admirarla le ganaba, así que con cuidado se recostó a su lado observando como esta, como si sintiese su presencia entre sueños lo buscó para así abrazarlo y de esta forma seguir durmiendo recostada en su pecho con caricias que el dichoso rubio profesaba en su cabello.

Y aquí tenemos la primera interacción entre Edward y Brianna. Y por supuesto, Carlisle. Al parecer nuestra protagonista se sabe ganar el cariño de los Cullen.

¿Cómo creen será su relación con Esme y Emmett? ¿Y con Rosalie?

Y por supuesto, no dejemos a nuestro amado Jasper por fuera, quien cada vez tiene más acercamientos con Brianna. ¿Les gusta la relación de ambos? 😊

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