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III ─. Between laughs and jokes

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capítulo tres:
entre risas y bromas

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Por poco y no se levantaba de su cama. El día anterior luego de recorrer varios locales por fin logró conseguir uno que la aceptara como empleada.

Ahora era camarera en el Carver Café. Una pequeña cafetería en la que solo eran tres personas las que atendían el lugar, entre ellas Cora, una dulce mujer con la que había empatizado y la había explicado todo lo que debía saber. Así que sí, aquel día sería oficialmente su primero trabajando allí.

Cuando se hubo arreglado con una blusa blanco hueso por debajo de un short color militar el cual era acompañado por un cinturón café, sus botines del mismo color que este y su abrigo largo beige, desayunó rápidamente para poder emprender camino hacia la escuela.

Por suerte cuando llegó los estudiantes seguían en el parqueadero charlando la mayoría entre ellos. Y cuando decía "la mayoría" se refería a todos menos Bella la cual se encontraba leyendo un libro apoyada en su carro, aunque por leer no hacía un gran esfuerzo, parecía más bien buscando a alguien.

─ ¡Hey, Bells! ─notó como la chica se sobresalto haciendo que soltara una risa mientras llegaba a su lado, la castaña le correspondió con una pequeña sonrisa.

─ Hola, Brie.

Brianna llevó su mirada por todo el estacionamiento para saber qué tenía tan pensativa a la chica, antes de volver hacia ella con la interrogación surcando su rostro.

─ ¿Se te perdió algo? Te notas... dispersa ─sin embargo recibió una respuesta negativa por parte de esta, no muy creíble por cierto, por eso simplemente se cruzó de brazos y arqueó una de sus cejas hacia ella─. Suelta la sopa. ¿Qué sucedió?

Bella suspiró al darse cuenta que no se libraría, no obstante prosiguió a contarle lo sucedido el día anterior con el chico Cullen.

─ ¡Que Edward, ¿qué?! ─sus ojos se abrieron es estupefacción mientras que Bella le hacía señas alteradas para que bajara la voz, ya que había llamado un poco la atención y algunos las voltearon a ver.

─ A ver si entendí... En el aula se tapó la nariz y se alejó lo más posible de ti cuando te sentaste a su lado como si tuvieras la peste, se pasó aniquilándote con la mirada en toda la clase, literalmente escapó del salón cuando sonó la campana como si quisiese alejarse lo más pronto de ti y en secretaría te lo encontraste pidiendo un cambio de clase para no tener que convivir contigo... ─la castaña simplemente asintió con una mueca en su rostro─. ¿Qué le pasa a ese chico?

─ Tengo planeado confrontarlo hoy ─la Swan se notaba decidida a ello, haciendo que una divertida sonrisa se formara en su rostro, aquello sería divertido de ver.

─ ¡Así se habla! Tienes que ser una mujer empoderada, hacerte valer ─la animó, la castaña asintiendo antes sus palabras.

Estaba decidida, lo haría.

Pero no aquel día...

Cuando los Cullen llegaron y bajaron de sus autos uno de ellos no estaba, justamente al que su compañera quería confrontar. Ambas se decepcionaron de ello, aunque por distintas razones.

─ Oww... ─se quejó la rubia, al instante recomponiéndose y girando a ver nuevamente a la castaña con una sonrisa entusiasta, apoyando su mano izquierda en su hombro y asintiendo para darle mayor énfasis a lo que estaba a punto de decir─. Bueno. Ya será mañana.

Luego de aquello comenzó a caminar a la entrada de la escuela, no sin antes saludar a la pálida familia pero de hermosos rostros, viendo especialmente al rubio entre ellos. Al instante estos le devolvían el saludo la mayoría con una sonrisa, salvo por Alice, que además agitó en alto su mano hacia ella, siendo correspondida de igual manera por la rubia.

El día transcurrió rápido, no había ocurrido nada interesante, salvo por matemáticas, esa clase iba a ser su tragedia; y por el inicio de su trabajo como camarera.

En realidad le había gustado para ser su primer día, incluso tenía su uniforme, el cual era un vestido verde oscuro con detalles en blanco, lindo en realidad.

Los siguientes días fueron parecidos. Bella buscando a Edward. Edward desaparecido. Clases y Carver Café.

Lo único verdaderamente emocionante era cuando compartía clases con Jasper o Alice, con quien por cierto, compartían clase de biología, justo en la que estaban en aquel momento.

─ Me encanta tu atuendo, tienes un buen estilo ─comentó Alice mientras la escaneaba.

Ese día llevaba un jean, el cual acentuaba su figura, un jersey de lana amarilla por debajo de este, sus botines negros, y un abrigo largo color camel. Sí, amaba los abrigos largos.

─ Tú tampoco te quedas atrás ─dijo en con tono y mirada coqueta, obviamente jugaba, aquello hizo reír a Alice.

─ Deberíamos ir de compras juntas, le podría decir a mi hermana Rosalie para que nos acompañe, estoy segura te agradará ─aquello entusiasmó a Brianna y que aprovechar siempre que se puede salir, y qué mejor que hacerlo entre amigas, aunque a la chica Hale aún no la conozca.

─ Sería genial ─hizo una pequeña mueca al caer en cuenta de un pequeño detalle─. Podría ser el fin de semana, en la semana trabajo.

─ ¿Trabajas después de la escuela? ─aquello género curiosidad en la de cabello corto─. ¿A eso te referías el otro día en el estacionamiento?

─ Sí. Justo ese día me coloqué en la tarea de buscar un lugar que me aceptara, ahora trabajo en el Carver Café.

La Cullen sonrió con disimulo, un pequeño dato que le agradaría a cierto hermano suyo, tal vez podría hacer algo al respecto.

─ Jasper me comentó que eres de Nueva York y que creciste en Boston ─Brianna la observó curiosa, aunque una sonrisa escapó por sus labios al enterarse por aquello que el rubio hablaba de ella, sin saber muy bien la razón, eso la emocionó. Dejando eso de lado, asintió esperando a que prosiguiera─. ¿Por qué tu familia no se mudó contigo?

─ Bueno, el mudarme fue una decisión que yo misma tomé y mi madre tiene su trabajo allá. No quería que lo abandonara, por eso vine yo sola y trabajo, no quiero generarle gastos de más.

─ ¿Y tú papá? ─volvió a cuestionar la de corte pixie al darse cuenta que no había mencionado a este, algo que le causó curiosidad. En ese momento, ambas, las cuales tenían pequeñas sonrisas acompañando su conversación las eliminaron, una ante la mención de su familiar, la otra, al darse cuenta que algo iba mal y que lo mejor hubiera sido no preguntar─. No tienes que contestar si no...

─ No, está bien ─le sonrió para darle a entender que no había problema, ahora esta acompañada por la melancolía─. Murió hace unos años, accidente de tránsito. Una persona iba cruzando la calle sin mirar que un auto se acercaba, mi papá tuvo que maniobrar para no atropellarlo pero del susto no se fijó que en la siguiente intersección pasaba un camión. El auto terminó volcado, mi papá murió al llegar al hospital.

Sus ojos comenzaron a arder debido a las lágrimas retenidas las cuales no caerían, ya hace tiempo había dejado de llorar por ello, no obstante aquel recuerdo siempre estaría presente al igual que la culpa, pero prefería no pensar en ello. Alice dándose cuenta de su estado, y mostrándole su apoyo colocó una mano en su hombro para apretarlo con gentileza dirigiéndole una pequeña sonrisa , la cual fue devuelta con por una Brianna con más ánimo.

─ Fue un tiempo duro, pero ya estamos bien.

Luego de ello continuaron con el trabajo que el profesor les había mandado a hacer entre comentarios más alegres y pequeñas risas.

Al momento del descanso ambas salieron juntas emprendiendo camino hacia el comedor con sus brazos unidos mientras la de cabello largo le contaba una anécdota a la de cabello corto y esta reía a carcajada limpia. En contexto tenía que ver con su papá, cosquillas y una buena orinada.

─ De verdad. Yo se lo advertí varias veces y el no me quiso prestar atención. Tuvo que salir corriendo a cambiarse.

─ ¿Todo el pantalón? ─Alice no pudo evitarlo, la curiosidad le ganaba.

─ Ni una sola parte seca en él ─nuevamente las risas de la duendecilla, las cuales había estado intentando calmar, no se hicieron esperar, esta vez unidas a las de su acompañante.

Aquello llamó la atención de todos los alumnos del comedor, el que pronto quedó en silencio siendo el único sonido las estruendosas, pero para los oídos de todos, lindas risas de ambas. No obstante, ninguna prestó atención a aquello, siguieron riendo ya más calmadas para despedirse de un beso en la mejilla y cada una encaminarse a su mesa.

─ ¿Qué? ─preguntó curiosa al ver las miradas de sus amigos cuanto se sentó en el asiento que quedaba libre entre Angela y Bella.

─ ¿Qué fue eso? ─Jessica como siempre metiendo sus narices.

─ ¿De qué hablas? ─se hizo la desentendida.

─ ¿Desde cuándo tú y Alice son amigas? ─preguntó como quien no quiere la cosa, aunque Brianna logró darse cuenta del atisbo de veneno en su voz y la envidia en sus ojos.

─ Desde el primer día ─se encogió de hombros con una sonrisa, había conseguido en esos días una buena amiga. Aunque Angela también lo era, y también Bella, pero con Alice había más afinidad, tal vez por la alegre personalidad de ambas─. Ella es agradable y sincera con quién es y con los demás.

Y ante aquella indirecta hacia la pelirroja se levantó sonriente de su asiento para ir en busca de su comida, siendo acompañada por la chica Weber, con la que se puso a hablar sobre el periódico, y dejando a una Jessica con las palabras en la boca y una mesa en un ambiente incómodo, aunque varios tuvieron que ocultar unas sonrisillas que querían escapárseles. Sonrisillas que también eran compartidas por un grupo en otra mesa de la cafetería.

Los Cullen habían estado escuchando aquello y les había divertido, incluso Rosalie sonreía. Le agradaba que la chica Rossier pusiese en su lugar a Jessica siempre que tenía la oportunidad, y aquello solo hacía que sus ganas de conocer a esa chica crecieran. Tal vez Alice tenía razón y se llevarían bien.

─ ¿Ya tienes pareja para el baile? ─cuestionó Angela recibiendo una negación por parte de Brianna.

Ok... A hacer uso de la excusa ─pensó Brianna al ver lo que se vendría. Tenía que hacerle creer a todos aquello para no quedar mal luego con los que la hubieron invitado ya, o los que podrían invitarla luego y ella tenga que rechazarlos─. No. De igual forma tampoco iré.

─ ¡¿Qué?! ─parecía escandalizada, incluso hizo uso de su recurso de perrito degollado mientras tomaba las manos de la rubia, o por lo menos así pensaba ella que se veía─. Tienes que ir...

Una imagen muy tierna en realidad, lo cual le sacó una sonrisa─. No puedo, mi mamá llega ese día y vamos a pasar juntas.

Angie hizo un puchero, pero termino aceptándolo volviendo su expresión a una sonriente─. Pero para compensarlo me tendrás que acompañar a elegir mi vestido.

Brianna rio, pero terminó aceptando─. Muy bien. Tú dime qué día y quedamos.

─ Le diré entonces a Jessica para ponernos de acuerdo ─y ahí toda expresión alegre en la rubia desapareció, dando paso a una que albergaba un poco de horror y principalmente desacuerdo. Ahora fue el turno de la azabache de reír.

─ No es tan mala ─enfatizó con convencimiento. La Rossier simplemente alzó una ceja hacia ella esperando que replanteara lo que dijo─. Bueno, no tanto.

Aquello sonó más bien a pregunta. Aún estaba en desacuerdo, sin embargo lo dejó pasar volviendo a su semblante inicial para restarle importancia.

Cuando ya estaban cerca de la mesa Angela se acercó más a ella con un gesto emocionado, la rubia ni siquiera tuvo tiempo de preguntar lo que sucedía cuando ya le estaba informando.

─ Jasper no aparta su vista de ti ─susurró para que sus amigos no escucharan cuando ya estuvieron frente a ellos y sentándose en sus lugares.

Al escuchar aquello volteó de forma nada disimulada a donde este se encontraba y efectivamente, la estaba observando. Brianna lo vio con los ojos entrecerrados y, a modo de burla, le sacó la lengua ganando una risa por parte de este, y claro está de algunos de sus hermanos, los cuales habían estado atentos a aquel intercambio haciéndoseles cómica la acción de la chica.

Esta, satisfecha con su resultado, volvió a su comida para comenzar a devorarla mientras volvía a entablar conversación con la Weber con algunas intervenciones de Bella.

Ya en la tarde se encontraba atendiendo clientes en el Carver, algunas veces atendiendo en la caja, otras veces sirviendo a los clientes sus pedidos, siempre sonriente y con entusiasmo, algo que les agradaba a todos allí ya que transmitía buena energía.

Entre Cora y ella se ayudaban cuando la otra no podía atender algo. Esa mujer se había ganado su cariño en aquellos pocos día y el sentimiento era mutuo. Cora siempre estaba al pendiente de ella, la ayudaba, incluso hablaban de cosas triviales y se preocupada por sus estudios.

También había conocido a Weylon, un hombre un tanto extraño pero cómico al cual parecía gustarle enseñar su trasero vestido de Santa Claus en época de navidad. Y al Sheriff, el cual era un regular cliente ahí, enterándose en una de las veces que lo atendió que es el padre de Bella y que con esta comían los jueves en el café. De ahí no mucho, el hombre se notaba que no era muy conversador, pero era agradable.

Brianna se encontraba atendiendo a un cliente cuando la campanilla de la puerta sonó.

Linda, ¿podrías hacerte cargo de él? ─le pidió Cora al pasar por su lado con una bandeja llena de platos, la rubia asintió y se acercó al cliente que acababa de entrar mientras terminaba de anotar el pedido anterior en su libreta.

─ Buenas tardes, bienvenido a Carver Café. ¿Qué desea? ─repitió las palabras que le decía a cada persona que entraba, ya incluso lo decía de forma inconsciente, pero nunca si perder su entusiasmo.

─ Un café, por favor ─aquella voz...

Fue ahí cuando finalmente levando su mirada un observó con sorpresa al rubio con encantadores ojos y sonrisa, justo como la que adornaba su rostro en ese instante.

─ Jasper... ─estaba anonadada, nunca esperó encontrárselo en ese lugar, parecía una ensoñación. Al darse cuenta que se había quedado observando por bastantes segundos hipnotizada por su presencia y como este la miraba divertido, negó varias veces para despejarse y volver a lo suyo─. ¿Qué haces aquí?

Sí... No le salió tan bien. Apretó su gesto volteando su mirada hacia otro lado regañándose por aquello. ¿A quién se le ocurre decirle eso a un chico lindo como si le estuviese reclamando? Nada más a ella.

Jasper solamente intentaba contener la risa que quería escapar de él.

Al instante se recompuso, volviendo a sonreír hacía él antes de decir. ─ Un café. Enseguida ─. Seguido a ello se volteó para acercarse al mostrador a paso rápido.

Intentaba calmarse. No sabía porqué se encontraba nerviosa, no es como si se hubiese avergonzado frente al chico más lindo de la escuela.

No, esperen... Sí lo hizo. Además, ¿"el chico más lindo de la escuela"? ¿Desde cuándo piensa eso? Aquel pensamiento la colocó incluso más nerviosa que antes comenzando a moverse de un lado a otro tomando tazas y demás sin ser consciente de lo que hacía, hasta que de repente sintió una oleada de calma envolverla.

No sabía de donde había salido eso pero por lo menos le sirvió para poder continuar con su trabajo y preparar el café del chico Hale.

Menos mal, al momento de pisar el mostrador entregó de una el pedido anterior, sino ya hubiese estado echa bolita quién sabe dónde, el cliente hubiese pasado hambre y se hubiera largado enojado del lugar. Aquello no sería algo agradable de presenciar y no deseaba que a ella le sucediera. A ella ni a nadie.

Al ya tener el café listo y servido el la taza regresó a la mesa en la que Jasper se encontraba, pudo sentir su mirada en todo momento, pero no le incomodaba, en realidad... le gustaba.

─ Aquí tiene. Un café como hecho en casa ─dejó la taza frente al chico para después comentar a modo de broma─. No es por ser altanera, pero hago el mejor café ─susurró de forma altiva, el rubio rió.

─ No cuestionaré eso. Confío en que así es.

Brianna lo miraba con duda, cuestionándose si preguntar o no. Aunque considerando que ella no era alguien que mantiene su boca cerrada tragándose la intriga...

─ ¿Cómo sabías que trabajo aquí?

─ No lo sabía ─negó el joven, pero obviamente no le creyó. ¿Ir a un local solamente para tomar un simple café negro? ¿Quién hace eso?

Sus ojos se encontraban entrecerrados, analizándolo, buscando aquello que delatara la razón de su presencia en el lugar.

─ Fue Alice, ¿cierto? ─soltó de golpe. Era obvio, Alice era la única a la que le había contado de la familia, además que era la única con la que realmente hablaba─. Estoy segura que te lo comentó.

─ Solo deseaba probar el mejor de los cafés ─se excusó intentando no delatar a su mejor amiga, pero vio como una sonrisa de suficiencia y divertida se formó en los labios de la chica, aquellos labios por los que muchas veces se había quedado pensando.

─ No negaste que sabías que trabajo aquí ─sin más se volteó para seguir atendiendo al resto de la clientela con una sonrisa que no se le quitaría en un largo rato.

Ella sabía que había ido para verla, y él sabía que ella lo sabía, pero ella no diría nada, y él solo pudo bajar su cabeza en señal de rendición pero divertido por haber sido tan obvio.

No estaba de más decir que por supuesto él iría más que solo esa vez al Carver Café.

No lo comenté en el momento, pero realmente esta interacción entre Brie y Jasper ¡me encanta!

Jasper siempre tan galán y Brianna que se las pilla todas.



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