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capítulo uno:
amigos y "otros" no tanto

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Dormir luego de un día agotador es de las mejores cosas que pueden suceder. A Brianna siempre le encantaba cuando eso ocurría, ya que su cansancio era tanto que dormía sin ninguna interrupción en su sueño. Por ello, cuando despertó al día siguiente se encontraba con la energía al máximo para poder iniciar con la primera aventura que la esperaba en aquel nuevo pueblo. La escuela.

Luego de asearse y colocarse el conjunto que utilizaría aquel día: un jean junto a un croptop blanco de botones completos, baletas de un color baige y un abrigo hasta las rodillas de un tono más oscuro. Salió de su pequeña casa para poder ingresar a su auto y dirigirse a la preparatoria, no sin antes de consumir su desayuno.

Agradecía que el día anterior cuando llegó a su casa ya el camión de mudanza estaba ahí junto a su carro, sino, no sabría cómo iba a hacer.

El camino fue rápido, mientras cantaba a todo pulmón una de las canciones de Queen que sonaba por los parlantes.

Mientras tanto, gran parte de los estudiantes de la preparatoria de Forks se encontraban ya en la escuela esperando al inicio de clases, muchos de estos poniéndose al día con sus amigos en el estacionamiento. Sin embargo, muchos de estos callaron cuando observaron un Jeep Wrangler amarillo, no reconocido, estacionarse en un espacio vacío, y como de este salió una hermosa chica rubia, dando paso a murmullos por parte de los alumnos.

La rubia joven caminaba en dirección a la entrada al ritmo de Livin' On A Prayer de Bon Jovi, moviendo su cuerpo y ondeando su cabello en lo que la canción que salía de sus cascos transcurría, y tan inmersa en esta siguiendo su letra en un tono que no era lo suficientemente bajo como para que el alumnado en el parqueadero no escuchase, que no se dio cuenta o simplemente no presto atención a aquellas miradas y comentarios a su alrededor, ni tampoco a las sonrisas que sacó de varios de los presentes ante el actuar de la nueva. Entre ellas, las de los integrantes de un grupo en particular que se encontraban frente a a sus vehículos.

─ Es ella, ¿no? ─pregunto con curiosidad y algo de diversión la rubia del grupo hacia su hermana de cabello corto, la cual con gran emoción respondió en asentimiento.

─ Gran elección, hermano ─comentó en tono jovial y jocoso aquel que a simple vista parecía un oso─. Vamos tener mucha diversión gracias a ella.

El mencionado no tuvo intención de responder a los comentarios de su familia, puesto que su total atención estaba puesta en aquella chica que desde el primer momento en que sus ojos la vieron, quedó encantado, sin poder apartar su mirada de ella.

Aquella mirada intensa captó la atención de Brianna, la cual buscó entre los alumnos a su dueño hasta toparse con aquel rubio que la observaba a metros suyo, acompañado de lo que parecía ser su familia, por lo que en respuesta, sonrió abiertamente hacia ellos, especialmente a aquel apuesto joven.

Woah, we're half way there
Woah, livin' on a prayer
Take my hand, we'll make it I swear
Woah, livin' on a prayer

En broma, al ver su mirada tan atenta a ella, estiró su mano al todavía desconocido rubio a la par que cantaba aquella parte de la canción. Consiguiendo lo que esperaba, aquella acción obtuvo sonrisas y en gran parte risas de parte de parte de los integrantes de la familia, por lo que volvió a centrarse en su música hasta que su imagen se perdió al atravesar la entrada de la escuela.

─ Tú debes ser Brianna Rossier. La otra chica nueva ─al escuchar que le hablaban a ella quitó sus cascos, colocando estos al rededor de su cuello, para así poder contestar sonriente al chico con rasgos asiáticos que se había plantado frente suyo.

─ Esa soy yo.

─ Hola, me llamo Eric. Los ojos y oídos de este lugar. Lo que necesites, un guía, una cita, con quién llorar...

Una risa no se hizo esperar en la Rossier, aquel joven le causaba gracias, ya le comenzaba a caer bien.

─ Bueno, espero lleves camisas de repuesto contigo. Le estás ofreciendo tu hombro a una llorona de primera categoría ─pudo escuchar una carcajada de parte de su acompañante ante su burla a sí misma.

─ Será un gran reportaje. Escribo en el periódico y saldrás en la primera plana.

Brianna se sorprendió un poco al escuchar aquello, no obstante respondió sin perder aquel brillo cómico en sus ojos─. De acuerdo. Pero no menciones sobre que lloro mucho ─se acercó un poco a su acompañante colocando una de sus manos como su fuese a contarle un secreto mientras que con la otra gesticulaba de forma exagerada─ Sería incómodo tener una fila de personas detrás mío esperando a que comience a llorar para consolarme. Si eso sucediera, ¿dónde quedarías tú? ─finalizó con una exclamación, como si estuviese sufriendo nada más de imaginarse aquello.

El muchacho, captando que la rubia era una persona bromista, no pudo evitar reír un tanto fuerte captando la atención de varias personas a su alrededor.

─ Eres divertida, me agradas.

─ Eso es un alago para mi ─llevó de forma sofisticada su mano a su pecho para darle más gracia a su respuesta, algo que sí resulto.

─ ¿Ya tienes tu horario? Si quieres te guío a tu salón.

Eric la acompaño en busca de su horario para poder asistir a su primera clase de la mañana. Deporte. Teniendo que separarse cuando llegaron al gimnasio ya que aquella hora no la compartían, pero quedando en juntarse a la hora del almuerzo con sus amigos y la otra chica nueva.

Agradecía que la clase fuese un partido amistoso de voleibol, aquel deporte era de sus favoritos. Bueno, en realidad la clase en sí era de sus favoritas. Por lo que no tardó en cambiarse y unirse a uno de los equipos, colocándose al lado de una chica que parecía no saber qué hacer.

─ Tú tranquila. Solo no dejes que la pelota te golpee e intenta siempre llevarla al frente. Nosotras intentaremos rescatarla ─le sonrió a la castaña en un intento de animarla, algo que al parecer funcionó un poco al ver una sonrisa formarse en el rostro de esta. Una sonrisa pequeña y tímida, pero algo era algo.

El juego surgió bien, sin contar que la joven a su lado golpeaba la pelota a cualquier dirección y el resto tenía que correr para no dejar que toque el suelo, pero todo transcurrió bien hasta que en un nuevo saque, la pelota se dirigió hacía la castaña, y esta al intentar bloquearla, ocasionó que golpeara la cabeza de un chico. La rubia no evitó hacer una mueca de dolor; buen golpe el que se llevó.

Acompañó a la culpable castaña hacia donde el afectado se encontraba sobando su cabeza, para darle apoyo ante el pequeño accidente que ocasionó, quedando unos pasos tras de ella y escuchando las palabras que ambos intercambiaban, pero sin prestarle real atención a sus palabras.

Brianna se encontraba observando atentamente a ambos jóvenes, era como una manía que tenía, le gustaba analizar cada persona, cosa o situación a su alrededor, muchas veces si darse cuenta de ello, pero siempre adquiría información interesante por ello, como que el chico frente a ellas se interesó en la morena y cómo esta se encontraba incómoda... O que la rojiza que acababa de hacer presencia está enamorada del rubio e intentaba llamar a cada momento su atención.

No fue hasta que escuchó que se dirigían a ella que dejó de mantenerse por fuera de la conversación.

─ Tú eres Brianna, ¿cierto?

─ Esa soy yo. Pero me pueden llamar Brie ─respondió de forma animada causando una sonrisa en los otros tres, los cuales ya se habían presentado. O en el caso de Bella, al igual que como estaba sucediendo con la rubia, le dijeron su nombre antes de que ella alcanzara a hacerlo.

─ Oye, eres de Arizona, ¿cierto? ─cuestionó Jessica hacia la castaña.

─ Ah, sí.

─ Se supone que la gente de Arizona esta... bronceada ─prosiguió la rojiza en tono jocoso, algo que al parecer de Brianna no fue muy respetuoso que digamos.

─ Sí. Tal vez, por eso me corrieron ─risas se escucharon en los otros tres ante la respuesta de Isabella, cada una por un motivo diferente. Por su parte, sí le pareció divertido. Ya le agradaba la chica.

─ Eso fue un tanto extraño ─mencionó divertida en cuanto ambas se alejaron de la pareja. La pálida chica solo asintió mientras reía, para así ambas comenzar a entablar una pequeña conversación con el fin de conocerse un poco.

Las horas pasaron de clase en clase. Para ser el primer día cada una había sido interesante, pero ya la fatiga comenzaba a manifestarse acompañado de leves gruñidos de su estómago producto al hambre. Menos mal acababa de hacerse la hora del descanso y pudo adquirir alimento.

Cuando en su bandeja ya se encontraba su comida, la cual consistía en un sandwich de pavo, una ensalada de frutas y una botella con agua, junto con Bella, Jessica y Mike se acercó hacia la mesa en la que se encontraba el chico asiático de la mañana, sentándose junto a este y la primera mencionada, dirigiendo una entusiasta sonrisa hacia el resto de los presentes.

─ Hey, Mikey. Conociste a mis chicas, Brie y Bella ─aquel comentario la hizo querer soltar una carcajada, más aún cuando Mike le siguió a Eric, notándose algo receloso por cómo se refirió a ellas, sin embargo logró aguantarse.

─ Oh... ¿Tus chicas?

─ Sí.

De repente pudo sentir cómo alguien depositaba un beso en su mejilla seguida de Bella llamándolas "mis chicas", para después tomar la silla del joven Newton y correrla provocando que su trasero tocara el suelo antes de comenzar a perseguirlo por toda la cafetería. Para aquel momento ya Brianna se encontraba riendo abiertamente sin importarle las miradas que obtuvo, y ocasionando que sus compañeros la acompañaran también riendo de forma más calmada.

Cuando las risas cesaron notó cómo Jessica rodó su silla para estar más cerca de ellas, tomando ahora el lugar al lado de Bella─ ¡No puede ser! Es como el primer grado, son como el juguete nuevo.

Ninguna pudo contestar, ya que una nueva chica se unió a la mesa con cámara en mano.

─ Sonrían ─a diferencia de la castaña a su costado, ella colocó su mejor sonrisa cuando cuando salió el flash─. Lo siento, es para el reportaje.

─ No hay reportaje Angela. No vuelvas a hacerlo ─posterior Eric se levanto de la mesa y se marchó luego de decirle algo más a Bella.

─ Espera, ¿qué? ─Brianna volteó a verlo en el momento en que escuchó aquello─. ¿Qué pasó con mi primera plana? ─de forma un tanto teatral abrió los brazos en medio de su lamento, aunque el chico ya estaba lo suficientemente lejos para escucharla. Y aunque aquello animó un poco a la pelinegra que acababa de llegar aún se le podía notar deprimida ante la negativa del asiático.

─ Escribiremos otra editorial acerca de los chicos, y el alcohol...

─ Podrías escribir sobre desórdenes alimenticios ─intentó hacerla sentir mejor Bella, continuando con otra idea─. O el relleno de los trajes de baño.

─ Incluso podrías escribir sobre cómo la autoestima influye en que una persona le haga bullying a otra por un deseo inconsciente o no por sentirse mejor consigo mismo ─aportó también Brianna.

Ambas ideas parecieron tener efecto, no solo en Angela, sino también en Jessica, la cual se comportaba de forma más sincera desde que los chicos se fueron. Aquello hizo que tanto a la castaña como la rubia formaran una sonrisa satisfecha luego de compartir mirada. Hasta que algo más captó la atención de su amiga.

─ ¿Quiénes son? ─ante la curiosidad por saber a quiénes se refería siguió a donde su mirada se dirigía, encontrándose con el grupo de chicos que había notado observarla en el estacionamiento.

─ Los Cullen ─el par de chicas frente a ellas observaron también a la familia que iba entrando a la cafetería.

─ Son hijos adoptivos del doctor Cullen ─prosiguó Jessica ante la mención de la pelinegra, se notaba el interés que la rojiza albergaba al hablar de aquella familia─. Se mudaron de Alaska hace unos cuantos años.

─ Es que, no socializan con otros...

─ Es que andan juntos ─y vaya que el interés era grande. Por la forma en la que lo dijo, como emocionada por contar un chisme. Aquella actitud en una persona nunca resultó ser de su agrado, sin embargo dejó que terminara de hablar─. Sí. Andan juntos.

─ La rubia es Rosalie, y el de cabello oscuro es Emmett. Son como pareja. Ni siquiera sé si eso es legal.

─ Jess, ellos no son parientes ─replicó Angela.

─ Sí pero, viven juntos. Eso es raro.

Hasta ese momento, Brianna, que había estado observando a la pareja mencionada, volteó a ver a la pelirroja.

─ ¿Y qué hay con eso? No son parientes, como dijo Angela. Pueden hacer lo que les plazca ─recalcó sin ser ofensiva para posteriormente sonreír y continuar hablando encogiéndose de hombros en un gesto desinteresado─. De igual forma, ya fuese realmente incesto ¿qué hay de malo? Si se aman eso el lo único importante.

La chica Rossier no se dio cuenta, pero dos personas aparte de las que se encontraban en la mesa junto a ella, escuchaban atentamente la conversación de las chicas desde el momento en que fueron mencionados. Era lo de siempre, puros chismes que ya no les sorprendía, lo que sí les asombró fue la intervención de una de las nuevas, ocasionando que ambos sonrieran.

Jessica por un momento se sintió incómoda ante su intervención, sin embargo se recompuso cuando tuvo unas nuevas personas de las que hablar. ─ La de cabello corto, Alice, ella sí es muy rara ─recalcó. Brianna tuvo que abstenerse a rodar los ojos─. Ella anda con Aaron, el chico a su lado. El rubio que parece estar sufriendo es Jasper, su mejor amigo.

─ Es linda, parece un duendecillo ─mencionó con un deje de ternura─. Además, no es ser raro, es ser singular, único, diferente... y aquello no es malo, es bueno. En ese caso yo también soy rara, y me siento orgullosa de serlo. Lo normal es aburrido ─estaba emocionada. Normalmente cuando salía ese tipo de temas ocurría aquello, puesto que sabía que ella tampoco era lo que se clasificaría como una "personalidad dentro de los estándares normales".

Pudo ver como la chica, a la que su nombre ahora sabía era Alice, la observaba con una radiante sonrisa al igual que su pareja, la cual les devolvió de con la misma intensidad y agitando su mano hacia ellos en un saludo el cual regresaron, la chica con mayor efusividad, algo que sorprendió a las chicas a su alrededor.

─ Por cierto ─se dirigió nuevamente a la chica que había iniciado la emisión de rumores familiares─. ¿En algún momento se te cruzó por la mente que tal vez 'Jasper' simplemente no sea bueno socializando con personas que solo saben rumorear sobre él y su familia? ─agregó con un deje de ironía y un todo jocoso mientras que sonreía divertida.

Brianna no deseaba dañarla ni hacerla sentir mal, su intención no era esa. Solo esperaba que la chica Stanley se concienciara del daño que podía hacerle a una persona nada más por contar algo malo o falso de ella, ya sea a una sola persona. Y al parecer su propósito funcionó cuando notó a esta removerse en su silla con algo de remordimiento camuflado en su mirada por la incomodidad. También notó las sonrisas que sus otras dos amigas intentaban ocultar.

Cuando volteó a observar nuevamente al chico, el cual ya se encontraba sentado en una mesa junto a la mayoría de sus familiares, pudo reparar una sonrisa en sus labios y cómo este se encontraba con su mirada centrada en ella. Brianna también le sonrió, manteniendo aquel intercambio por unos instantes, hasta que Bella, después de un largo rato volvió a hablar, en un intento de aligerar el ambiente y de satisfacer su curiosidad, logrando ambas cosas. Bueno, la segunda en parte.

─ ¿Quién es él?

─ Él, es Edward Cullen ─el tono de la rojiza al contestar se escuchó con más emoción que cuando habló del resto de la familia, el cambio fue un poco sorprendente, lo que la llevó a pensar que la chica tenía un crush con él─. Es guapísimo, obviamente

Sí... sí que tenía un crush con él. Pero había algo más que aún no llegaba a decifrar...

─ Pero nadie es suficiente para él.

─ ¡Bingo! ─gritó Brianna en su mente, teniendo que apretar sus labios para no reír por lo que había descubierto, mientras negaba y llevaba un trozo de durazno a su boca─. Tuvo una fuerte atracción hacia Edward, se lo comento y él la rechazó. Denme cinco dólares si adiviné... o mejor diez.

Al instante vio a Edward sonreír con diversión, aquello fue extraño, puesto que fue al instante en el que terminó hablar consigo misma. Aunque también pudo ser porque escuchó la conversación, lo cual también le resultó extraño ya que no se encontraba lo suficientemente cerca como para poder escucharlas, a no ser que tuviese un super oído. Pero lo dejó pasar.

─ A quién le interesa, ¿no? ─dijo con mofa la chica Stanley.

La rubia solo le dirigió una sonrisa que ocultaba burla, comentando en su mente─. A ti, cariño. A ti.

─ En serio, no pierdas tu tiempo ─había notado como Bella se había quedando observando al último integrante, negando luego como quién no quiere la cosa hacia el comentario de la charlatana de las presentes. Aquel pensamiento la hizo reír brevemente, ganando una mirada del resto, que fue desviadas cuando la castaña contestó.

─ No planeaba hacerlo ─acto seguido, yendo en contra de lo que dijo, nuevamente giró su cabeza para observarlo. Brianna hizo lo mismo, solo que a diferencia de la Swan su ojos estaban centrado es en el chico rubio que había llamado su atención, nuevamente conectando miradas con él al este estar con su vista aun fija en ella.

La familia estaba emocionada de estar presenciando aquello, incluso Rosalie, quien sonreía ligeramente, la chica le había caído bien al igual que al resto, tal como dijo Alice.

Nunca nadie los había defendido de los rumores, y escuchar finalmente a alguien haciéndolo les otorgó una sensación de calidez. Aquello es algo que a todos les agradó, junto a su alegre ser, por tanto, ya varios de ellos estaban imaginando y deseando tener su primer intercambio con la humana, unos más que otros.

¡Hola linduras! 

Bueno, quería comentar que quise agregar la canción que Brianna está escuchando cuando entra a la escuela, y debo decir que le da como que un aire más interesante al capítulo. Además que quería agregarlo para que aquellas personitas que no la conocen escuchen tan fantástica canción.

Espero les guste y se diviertan bailando y cantando con Brie 😉💕