Capitulo 24
8 de Febrero de 2013
La estación de tren estaba que rebozaba de gente aquel día, Harvey miraba el reloj que se encontraba ubicado en lo alto de una de una de las paredes mientras movía los boletos entre sus manos, escuchaba a un hombre gritar "Diario" y una mujer vendiendo comida casera para el viaje.
Los ojos grises del chico caen en la morena quien se acercaba sola, frunce el ceño cuando termina con la distancia.
—¿Dónde esta Aaly? nuestro tren ya va a salir.
—La deje sola dos minutos y...la perdí.
—¿Que? ¿Como dejaste que eso pasara?—pregunta de mal modo haciendo que la morena frunciera el ceño con un claro enojo.
—No sabia que se iba a ir Harvey, no es mi culpa
Suelta el aire con resignación pasándose la mano por el cabello mirando a su alrededor, había gente ya formándose en los lugares correspondientes para tomar el tren, el chico mira a la morena, agarra su mano y le deposita los tres boletos.
—Intenta ver de cambiarlos para la siguiente media hora, buscare a Aalyiah
—Voy contigo-
—No, tu quédate aquí, intenta ver si puedes cambiarlo. No puedo creerlo.
—No me trates así, te dije que no es mi culpa Harvey—dice ella con tono serio mirándolo.
—Hablaremos de esto mas tarde—dice sin muchas ganas mientras da un pequeño trote hacia la salida, se choca con una mujer rubia que parecía buscar unos papeles distraída y maldecir al no encontrarlos, Harvey grita una disculpa mientras corre a buscar a su hermana, encontrar a Aalyiah era demasiado predecible, solo tuvo que acordarse donde se juntaban los estúpidos del pueblo. Porque sabia que su hermana estaría ahí.
Y efectivamente, ahí estaba Aalyiah, llorando mientras que Quentin con su grupo se reían de ella, ellos tomando de sus cervezas sentados en la plaza. Aalyiah dándole golpes en su pecho demasiado frustrada.
El chico se acerco a su hermana y la agarro por los hombros.
—Deja de molestarla Quentin—dice
—Ella vino hacia mi Davis, no actúes a la defensiva con la perrita de tu hermana
—¿Cómo la llamaste?-dice él dando pasos hacia adelante provocando que Quentin retroceda, el chico aun tenia moretones en su rostro, recuerdos de lo que Harvey le había echo, y podria volver a hacerlo. Aalyiah agarra el brazo de su hermano interrumpiendo su acción. El chico clava sus ojos fríos en los de Quentin antes de bufar y agarrar la mano de Aalyiah llevándosela, ella caminaba con la mirada gacha.
—No quiero irme—susurra ella. Harvey se detiene viéndola.
El chico deja escapar el aire que estaba conteniendo agarrando suavemente a su hermana de los hombros, le da unas caricias en los brazos viéndola a los ojos.
—Se que la idea de ese internado te asusta, lo entiendo perfectamente, pero tienen un gran programa para ayudarte a ti y a miles de chicos y chicas en una misma situación, no estarás sola. Haz caso y prometo hacer lo posible para que vuelvas aquí.
—¿Enserio?
—Lo juro—dice él, Aalyiah sonríe levemente antes de abrazar a su hermano con fuerza apoyándose en su pecho mientras que este la abrazaba con fuerza besando su frente.
Gabrielle miraba con recelo a su madre mientras que ella empacaba la maleta.
—Deja de mirarme así—dice su madre viendo a su hija, se le acerca y apoya ambas manos en los hombros de la joven—Es un viaje de negocios
—¿O placer?-—ice de mal modo Gabrielle.
—Lo que paso fue un error que no volverá a ocurrír—dice la mujer. Quiso creerle, pero le fue tan dificil hacerlo, en su cabeza se reproducía la imagen de su madre teniendo sexo con el alcalde, de los papeles de divorcio que seguramente estaban guardados en su carpeta. ¿Podía detenerla? esperaba que el viaje a la estación del tren sirviera para que no cometiera aquel error.
Su madre se acercó a despedirse, pero la chica le corrió la mirada, no quería verla, no quería despedirse ni recordar que pronto se iría para dejarlos a su buena suerte. Aun así, Lauren deja un beso en su cabello antes de agarrar la maleta y bajar las escaleras, la castaña la siguió minutos después, encontrándose con la imagen de su madre despidiéndose de Logan.
—Ya debo irme—dice tras besar los labios de Logan—Blake vendrá a la tarde para ayudar.
—Ten buen viaje—dijo Logan mirando a su esposa, Lauren se acerca a su hija dispuesta a abrazarla, pero Gabrielle retrocede, se cruza de brazos y mira a otro lado. La mujer estira su mano acariciando el cabello castaño de su hija menor.
—Te quiero, Gabi—le dice, no obtuvo respuesta. La mujer sonríe un poco sin ganas antes de irse cuando escucha la bocina del taxi sonar con insistencia indicando que estaba afuera.
—¿Pasa algo, hija?—pregunta su padre, Gabrielle niega mientras ayudaba a su padre con lo que podía.
Le llego un mensaje de Lauren, quien le dijo que se olvidó unas carpetas encima de la mesa y se las alcanzara porque ya estaba en la estación. Suspira agarrándolas, aunque se veía tentada de decirle que podía meterse las carpetas donde no le daban el sol, pero al mismo tiempo si la alcanzaba antes que se vaya podía convencerla de que era una mala idea. De que no debía hacer eso y podría convencerla de no irse. Se despide de su padre y camina hacia la estación de tren. Mientras caminaba por aquel pueblo pensaba en los mil escenarios posibles, podía perdonar su mamá y convencerla de que no fuera a vender la posada.
Aunque al mismo tiempo tenia un mal sabor de boca, porque pensaba en que su mamá podría ignorarla, decir que tomo una decisión, agarrar las carpetas e irse a la capital donde se reuniría con Dustin. Donde pasarían cosas con Dustin que a Gabrielle le daba nauseas imaginar.
Y fue en ese momento, perdida en sus pensamientos, cuando escucha un fuerte ruido, la tierra moverse bajo sus pies, gritos y bocinas de autos. Fue en ese momento que se quedó quieta mientras todos corrían al mismo lado.
Fue en ese momento, donde Harvey, abrazado a su hermana, intenta ver de dónde vino aquel ruido. Donde su corazón se detuvo, y le invadió el terror.
Donde Gabrielle camino intentando pasar por las personas que se amontonaban. Donde Harvey fue corriendo sintiendo sus pulmones quedarse sin aire. Pidiendo disculpas a las personas con las que se chocaba en el camino.
Ambos viendo, de diferentes puntos de vista, aquella estación de tren que ya no existía. Ahora todo era ruinas, escombros, fuego. Harvey intento correr hasta el interior, gritando el nombre de Paige, intentando sacarla debajo de los escombros, debajo de las piedras, rogando, deseando, pidiendo que estuviera viva.
Gabrielle se quedó con la carpeta en las manos, donde tenía los papeles de divorcio y los escritos de la posada, donde, sin pensarlo demasiado. Los tiro al fuego. El llanto desconsolado de las personas podrían escucharse, las sirenas de los policías, ambulancias y bomberos, gente llorando, desconsolados. Donde perdieron un amigo, un padre, madre, hermano o pareja. Y ahí Gabrielle lo observa, en su auto y con la mirada seria, el alcalde Dustin da una inclinación hacia la castaña y luego sigue su camino.
La policía alejo a Harvey de los escombros, aunque el chico tuviera las uñas rotas de escarbar, y sentía desesperación. Su Paige estaba debajo de los escombros, la misma Paige quien cantaba canciones de 1975 y bailaba en su cuarto, quien temía quedarse sola, que siempre andaba sonriente y hacia bromas junto con su hermana sobre él, quien a pesar del temperamento de Harvey aun seguía ahí. La chica que Harvey quiso demasiado. Y no le dijo ningún te quiero.
Ese día, Gabrielle decidió que odiaba a su madre, por aquellos secretos que se llevó, y porque si no hubiera tenido esas ideas, nunca hubiera tenido que ir a la parada del tren para irse a la capital.
Ese día, Harvey se sintió culpable, porque si él hubiera dejado que Paige lo acompañara, en lugar de gritarle que se quede, ella estaría con vida.
Ese día la ciudad lloro por la perdida de sus seres queridos, por amigos, familiares, conocidos. Por personas que sufrieron en un mismo momento, por niños que no volverían, por adultos que lo mas probable se iban con una sonrisa y ya no estaban.
Ese día, ambos corazones estuvieron rotos, y no sabían que ambos se los arreglarían mutuamente.
Se abrió una investigación, la cual fue muy corta porque no encontraron culpables, el alcalde del pueblo dono un generoso dinero para aquellas familias. Gabrielle tuvo que ver el rostro de Dustin mientras le decía "lamento su perdida" y ella lo miraba con recelo, con rencor. Meses después, en ese mismo terreno, se abrió un edificio que ahora lleva lugar una empresa, e hicieron un monumento, con todos los nombres de los fallecidos.
Harvey mira aquella fría placa con el nombre de Paige, Gabrielle siente un nudo en su estómago al leer el nombre de Lauren.
Tan rotos. Tan perdidos, con muchas preguntas sin ninguna respuesta.
8 de Febrero de 2015
La ciudad se detuvo temprano por la mañana. La gente camina hacia el monumento dejando velas y flores a los fallecidos, lloran, recuerdan, todos recuerdan aquel temblor del ocho de febrero de 2013. Todos recuerdan aquel fuerte ruido que alarmo a la ciudad entera, mucha gente que falleció, muchas personas que no volverían a la vida.
Harvey dejo un ramo de jazmines frente a la lápida donde se lee Paige Victoria Ferguson, 23/02/1998- 8/02/2013. Gabrielle lee la descripción en donde se lee que fue una buena hija y una buena amiga, había también una frase recitada "My broken veins say that if my heart stops bleading, we'll bleed the same way"
—"Mis rotas venas dicen que si mi corazón deja de latir, sangraremos de la misma forma".—lee y mira al chico.
—Era su frase favorita de The 1975, la mia es "Soy la economía griega que valida mis cheques de la intelectualidad". Si muero, pon esa frase.
Gabrielle frunce el ceño ante lo que él dice, Harvey se levanta.
—Dije que si muero, al lo mejor me muero siendo un abuelo de cien años—dice sonriente y ella rueda los ojos mirando la lápida donde descansa Paige. Harvey la abraza por la espalda apoyando su mentón en su hombro.
Gabrielle no estaba segura de ir, sabía que su hermano, junto a Julianne su tia y su padre irían al monumento, que mas tarde se pasarían por el cementerio. Pero a Gabrielle no le gustaba ir, no le gustaba aquellas miradas que todos tienen, y con las que no perdieron a nadie los miran como diciendo "pobrecitos". Cuando esa mañana, Harvey le pidió que la acompañara, ella iba a negarse.
La chica suspira apoyándose en el hombro del chico.
—Iba a cumplir años Harvey—murmura.
—Si—murmura—Ella le encantaba festejar sus cumpleaños, hacia locos planes para que la pasáramos bien, me pidió que para ese año la llevara a un club y que veamos como hacia para que Aalyiah ingresara con nosotros.
Reí tras imaginarlo.
—Aly también la debe pasar mal.
—Si, como no tienes ni idea también—dice rompiendo el abrazo y se acerca a la tumba sacando un poco del pasto crecido alrededor de esta.
Cuando enterraron a su madre, Gabrielle apenas si se movia, tenia la mirada fija en aquel cajón marrón, un vestido negro hasta las rodillas y zapatillas. Miraba como su madre estaba en aquel agujero y como el cura daba plegarias, mientras que su padre lloraba en silencio, y Blake apoyaba una mano en el hombro del hombre. Y Julianne miraba a Gabrielle pensando que la chica necesitaría consuelo, pero Gabrielle se quedo ahí, parada, pensando. Queriendo decirle a su padre que no debía llorar por esa mujer. Sintiéndose tan culpable por estar tan molesta.
Cuando enterraron a Paige, Harvey no tenía expresión en su rostro. Andrew abrazaba a Aalyiah que se aferraba al cuerpo del chico llorando, la madre de la chica no había asistido, no se había echo cargo de las preparaciones, apenas pudo levantarse de la cama cuando la noticia se le fue dada. Fue el propio Harvey quien se encargo porque todos los familiares estaban mal para ese labor, Harvey escogió la música, el cajón, las estúpidas preparaciones que piden para un velorio. Deseando que todo fuera una pesadilla y que Paige estuviera bien, a veces deseaba haber muerto él en el accidente y que ella siguiera viva.
Gabrielle acaricia el frio mármol que tenia el nombre de Paige, mientras que Harvey terminaba de sacar todo el césped crecido.
—Creo que se hubieran llevado bien
—Yo no—dice y Harvey la mira desde el suelo—¿No te parece que nos pelearíamos por ti?
El chico rie levantándose y se sacude los pantalones y luego las manos, se acerca a los labios de Gabrielle robándole un beso.
—¿Quieres que nos vayamos?—pregunta mirando a la castaña acomodándole los lentes levemente torcidos encima de su nariz, Gabrielle mira las millones de lápidas y las pocas familias u amigos reunidos cerca de las mismas para dejar su regalito.
—¿Me acompañas a ver a mi mamá?—pregunta en un murmuro, el muchacho asiente en silencio agarrando su mano entrelazando los dedos de su mano.
La lápida de su madre seguía ahí, demasiado intacta, sin haberse movido como era de esperarse, Gabrielle se arrodilla limpiando un poco la tierra de la piedra mientras miraba el nombre de su mamá escrito, aquella linea que separaba los números de su nacimiento y su muerte marcando todo lo que había vivido, y todo lo que no iba a vivir.
—¿Te acuerdas cuando te conté de mi madre siéndole infiel a mi papá con el alcalde?
—Si—es lo que responde la voz de Harvey.
—Siempre creí que él fue el culpable de aquellas explosiones-—responde ella mirando la piedra, el chico suelta el aire mientras se metía las manos en los bolsillos de sus pantalones.
—Una cosa es deshacerte de su amante y otra masacras casi todo un pueblo entero Gabs
—Cuando me llego la autopsia de su cuerpo, lo leí, a escondidas—murmura—Al parecer estaba embarazada de pocos días, ¿Qué mejor forma de deshacerse de un hijo y una amante?
—¿Cuántos secretos le ocultas a todos?
Gabrielle se para mirando a Harvey, sintiendo por primera vez en el dia verdaderas ganas de llorar mientras el chico la observa.
—Todo Harvey, a mi hermano le oculte todo, y a mi papá también. ¿Sabes como se pondrían si llegaran a enterarse de algo asi? De que mi mamá estaba embarazada del alcalde, con el que tuvo un amorío de vete a saber cuánto, y quería vender la posada a espaldas de todos. Y la odie Harvey, la odie tanto por eso, que cuando murió, tuve un horrible sentimiento de bienestar que no se porque lo tuve, y me odio por eso. ¡Mierda!—grita cuando al patear la lápida se lastima el pie.
Harvey se acerca a ella y mira su pie.
—¿Duele?
—Como la mierda.
—¿Mejor?
—No, te dije que duele
—Hablo de ti.
—Ah...si, un poco.
El chico asiente dándole la espalda agachándose un poco, pasa las manos por su cuello apoyándose en su espalda, Harvey pasa las muslos en la parte trasera de su rodilla sosteniéndola mejor comenzando a caminar con ella a su espalda, apoya la cabeza en su hombro aspirando su perfume.
—Tu mamá hizo cosas horribles, pero te quería Gabs.
La castaña suspira apoyando la cabeza en el hombro de Harvey sintiendo sus lagrimas resbalar por las mejillas y sus anteojos empañarse.
—Y no creo que alguien como Dustin se tome la molestia de masacrar un pueblo.
—¿Entonces quien Harvey? ¿Quién mato a mamá?¿o a Paige?
—Me encantaría saber responderte, pero podemos investigar, si eso quieres...nunca lo hice.
—Bien—susurra ella apoyada en su hombro mientras que Harvey seguía llevándola en la espalda alejándose de todos los recuerdos que atormentaba sus corazones.
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Like por portada nueva!!! jjajajaj
Empezamos la cuenta regresiva, porque falta poco para que esta historia concluya. ¡Pero!, tengo una sorpresa.😎
Pero se los revelare mas adelante, porque asi soy jajajaja.😁
Gracias por leer y disfruten, recomienden y dejen su voto.
¡Que tengan buen día! ☺️❤️
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