Taehyung se creía James Bond en esos momentos y lo único que estaba haciendo era observar el edificio de Periodismo desde su auto. La puerta de la primera aula se abrió y por ésta salió Hyeji, caminó de lo más normal hasta pasar por completo las ventanas. Se ocultó en la pared y esperó unos segundos. Alguien había abierto una de las ventanas y había lanzado una mochila de manera apresurada. Hyeji caminó en sus rodillas y se estiró para tomar la mochila. Ya sin moros en la costa, salió corriendo al auto de Taehyung.

— Te tardaste mucho, Hye.— Taehyung movió la palanca de cambios y salió del estacionamiento lo más rápido posible.

— Lo siento pero escaparse de clases a la segunda hora es difícil.

— No lo es.— Se burló. Pisó más a fondo el acelerador.

— Soy nueva en esto. Pedí permiso para ir al baño y una amiga se encargó de lanzar mi mochila por la ventana.

Tae asintió. Fue un buen plan, pero él simplemente se hubiera salido del aula de clases. Se dirigían a la universidad de él y Jungkook. Hoy había una exposición de todas las especialidades, se mostrarían pinturas, esculturas, algunos bailarían, otros cantarían. Entre ellos Jungkook. También tocaría la sinfónica de la escuela. En fin, un evento totalmente artístico. Jungkook había invitado a Hyeji, pero ella tenía clases por lo que idearon una escapada. Dumb Dumb de Red Velvet sonaba en la radio. Precisamente el segundo coro.

— Maneking inhyeongcheorom hanabuteo yeolkkaji da eosaekhaji— Taehyung gritaba emocionado, no cantaba.

— Pyeongsogati hamyeon doeneunde, tto neoman bomyeon sijakdoeneun babo gateun chum— Hyeji le siguió, intentado bailar aunque no recordara el baile.

Y entonces los dos.

— ¡¡Dumb dumb dumb dumb dumb dumb!!

Estuvieron así todo el camino, canciones kpop, en inglés e incluso muy viejas. Taehyung se estacionó donde mismo y ambos bajaron rápido del auto. Hyeji seguía a Taehyung.

Estoy aquí. Hye le mandó un mensaje a Eunbi el cual le respondió enseguida.

¿Aquí dónde?

¡¡En tu escuela!!

Taehyung le había dicho a Hyeji que todo se llevaría a cabo donde estaba el auditorio. El campus era grande y lamentablemente el estacionamiento estaba al otro extremo por lo cual tenían que caminar mucho. Ya estaban cerca. Como el auditorio era lo más importante de la escuela, éste tenía un camino a la entrada muy grande y bonito, justo en ese momento, los perímetros del camino de hormigón estaban decorados con las exposiciones de pinturas y esculturas, con sus aparentes artistas supervisando y varias personas, tanto alumnos como padres de familias, admirando tales obras. Hyeji no podía caminar rápido y apreciar a sus lados, por lo que bajó la velocidad. Había trabajos muy hermosos, sorprendentes, y también abstractos. Si ella hubiera querido estudiar solamente Fotografía, seguramente hubiera aplicado examen en esta escuela, pero amaba el Periodismo y estaba muy bien en su universidad. Por lo que tenía entendido, la exposición de Fotografía estaba adentro, en el lobby del auditorio. Ansiaba llegar ahí, pero quería seguir admirando lo de afuera.

— ¡¡Hyeji!!— Gritó una persona que se encontraba entre dos exposiciones de cuadros.— ¿Eres tú?

Ella miró confundida al chico, pero en instantes un golpe de recuerdos la atacó.

— ¿Hoseok? ¿Eres tú?

Él se acercó y no sin antes echar un vistazo a las dos exposiciones anteriores.

— Hey, ¿vienes por Jungkook?— Preguntó con una sonrisa. Hyeji asintió.— Hola, Tae.

— Hola.— Lo saludó.

— ¿Estudias aquí?— Hyeji le preguntó a Hoseok. Él soltó una risita y negó con la cabeza.

— Esos de atrás.— Señaló los dos trabajos de antes.— Son de Jimin y de Jini. Se los estoy cuidando, ya que fueron por algo que les faltaba a su departamento.

Eunbi llegó corriendo. Casi empujando a Hyeji por accidente.

— ¡No sabía que vendrías!— Le sonrió, abrazándola.— Uh, hola.— Saludó a los dos chicos que estaban presentes. Hoseok le sonrió coqueto y ella hizo una mueca, Taehyung rió.— Apenas y logré escaparme de Jonghyun.— Suspiró algo aliviada.— Está más histérico y presionado que lo normal.

— ¿Qué pasa con Changjo?— Preguntó Hyeji ya algo preocupada.

— Teme que algo le salga mal. Hemos practicado mil veces y las mil veces nos ha salido bien. Pero bueno, así es mi primo... Sólo vine a saludar, tengo que volver con él antes que destruya los bastidores. ¿Te veo adentro, no?

— Sí, sí.

— Okay, hasta lue...

— Te acompaño.— Tae la interrumpió. Hyeji miró rápido a Eunbi y sonrió. La última mencionada se sorprendió.— Tengo que ir adentro también, ¿te molesta?

— Oh, claro que no...

— Bien, vamos.— Taehyung mostró su alegre sonrisa y ella lo siguió a la par. Hyeji los observó caminar entre las personas y finalmente desaparecer cuando entraron por las puertas del dormitorio.

— Así que, estos son de Jimin y Jinyoung...— Hyeji se acercó y sonrió al ver las obras.

El trabajo de Jini constaba en cinco cuadros, de diferentes dimensiones y hechos con distintos materiales. Eran cinco paisajes; un bosque, con tonos verdes. Una playa, con tonos amarillos como si estuviera el atardecer. Un lago, con tonos azules. La carretera, con tonos anaranjados. Y finalmente la ciudad, con tonos oscuros. Estaban colgados en una base metálica y a diferentes niveles. Mientras que el de Jimin eran tres cuadros, alineados perfectamente, el primero mostraba a una chica, el segundo a una pareja y el tercero a un chico. El arte de Jimin era abstracto. Los rostros de las personas estaban cubiertos con flores de diferentes estilos y aún así, lograba transmitirte el sentimiento de cada cuadro. Confianza. Unión. Lealtad. Él había trabajado con lápices de colores, se notaba en los finos trazos.

— No parece que lo hayan hecho ellos, ¿no?— Se burló Hoseok.

— ¿No parece qué?

Hyeji y Hoseok se giraron, encontrándose con Jini y Jimin.

— Na-nada, Jini-boo.

— Sus cuadros son realmente hermosos. Me encantaron.— Hyeji comentó.— Hola, por cierto.

— ¡Hola, Hyeji!— La saludó Jini.— Qué gusto tenerte aquí. ¿Vienes por Jungkook?

— Es mi prioridad, pero ahora estoy encantada con todo. Además, mis amigos bailarán. Al parecer.

— ¿Changjo y Eunbi?— Preguntó Jini con curiosidad. Hye asintió.

— El Caballero Oscuro.— Jimin le sonrió cómplice a Hyeji. ¿Batman? Pensó ella. Entonces recordó lo de las películas.

— La lista de Schindler.

— American Pie.— Comentó Hoseok queriéndose unir al juego. Hyeji empezó a reír y Jimin negó con la cabeza, sintiendo pena ajena.

— Escuché que Jeon cantará tres o cuatro veces, ¿estás preparada?— Le preguntó Jimin. Ella no sabía eso. Y pensándolo bien, no. No lo estaba. Aún se le venía a la mente la última vez que escuchó a Jungkook cantar y casi le daban ganas de llorar.

— Trataré de sobrevivir.

Los presentes rieron por el comentario de Hyeji. Ella lo hizo también.

A Jungkook le encantaba que Hyeji comenzara a tener más confianza en sí misma y en las personas. Después de todo, eso era lo que ella quería, ¿no? Estaba orgulloso. Final.

Desde que se había topado con Taehyung en los bastidores y él le informó que Hyeji ya estaba aquí, fue a la entrada del auditorio para esperarla. Estaba recargado enseguida de las puertas, observándola a lo lejos. Primero la encontró hablando con Hoseok, minutos después Jinyoung y Jimin se les unieron. Ya no era la Hyeji que conoció, no en el aspecto en la relación con personas; ella hablaba, opinaba, reía... Por fin lograba sentirse parte de algo. Fue entonces que Jungkook sintió una sensación inexplicable en su pecho y pronto se esparció por todo su ser. Una pequeña sonrisa en sus labios.

Hyeji se había despedido de aquellas tres personas y ahora caminaba entre la multitud de gente para llegar al auditorio. Batallaba con los cabellos que volaban con el viento y sus ojos estaban más concentrados en ver donde pisaba que en la gente de alrededor. Entonces levantó la vista, encontrándose con Kook. La sonrisa de Jungkook creció y las mejillas de Hyeji se pintaron de un color rosado y también sonrió.

Jungkook sin pensarlo, fue a abrazarla, tomando por sorpresa a Hyeji.

— Veo que Taehyung y tú lograron escapar.

— La verdad es que yo hice todo.— Comentó ella.— Aunque no lo creas. Tae se quedó en el auto todo el tiempo.

— Lo imaginé.— Se rió.— Lo importante es que ya estás aquí. Vamos.

Entraron al auditorio y Hyeji se emocionó porque sí estaba la galería de fotografías. Jungkook tenía tiempo, ya había terminado sus ensayos, así que se quedó con ella, observando y apreciando las diferentes fotografías que se estaban exponiendo. Pasados los minutos, Jungkook llevó a Hyeji al asiento que le había reservado; uno muy bueno al lado de Taehyung, aunque él no estaba presente todavía y Kook aprovechó, quedándose con Hyeji antes de que lo llamaran.

— Quiero ir al cine, vamos cuando esto acabe.— Sugirió ella.— Yo pago.

— Me parece bien. Pero no pagarás.

Hyeji lo miró ofendida.

— ¿Por queeeeé?— Chilló.— Escuché que te presentarás más de una vez. Mereces un premio.

— Sí y hay muchos más premios, puedes premiarme con muchas otras cosas, no necesariamente pagarme una salida. Es algo que nunca permitiré, no cuando salgamos juntos.

— ¿Por qué?— Preguntó de nuevo, ahora más interesada por la respuesta.

— Porque un hombre siempre le paga a la mujer. Sin embargo, se aprecia el hecho de que te ofrezcas a pagar. Eso dice muchas cosas.

A Hyeji le dio una idea a lo que se refería y Jungkook y asintió. A pesar que quería pagar todo, sabría que no podría teniendo a Jungkook como acompañante.

— So... ¿Por qué Taehyung sí tiene un asiento y tú no?

— Porque él sólo cantará una canción y será el primero.— Soltó un suspiro cansado.— Yo cantaré como tres veces o más y tengo que estar metido allá atrás.

— Ya veo...— Por los altavoces anunciaron que era la tercera llamada.— Tienes que irte ya. Adiós.

Hyeji le sonrió al momento que él hizo un puchero en señal de no querer irse o llevarla con él. Ella tomó su mano y la apretó.

— Lo harás perfecto. Como siempre.

Jungkook le sonrió en agradecimiento. Se puso de pie y empezó a irse. Hyeji lo miraba caminar, se sobresaltó al verlo girarse y volver trotando. Él se inclinó y sin avisar la besó.

— Te veo más tarde.

Ella no pudo contestar, apenas asintió. Jungkook al comprobar el típico rojo en sus mejillas, se permitió irse.

Hora del show.

Los telones se corrieron y una ronda de aplausos se vino con tal movimiento. El maestro de ceremonias dijo su discurso de bienvenidas y después de un: "— Disfruten del arte.", salió del escenario y Taehyung fue bienvenido con fuertes aplausos y sólo una persona gritó. Hyeji se giró en busca de aquella conocida voz y se encontró con Hoseok riendo mientras Jinyoung lo regañaba. Sin dudas había sido Hoseok.

La canción de Taehyung fue la misma que cantó en el bar: Stigma. Y Hyeji no pudo estar más agradecida porque de verdad que le encantó esa canción. Era hermosa, desde el primer segundo hasta el último. La voz de Taehyung era la clave. Terminó y fue despedido incluso con más aplausos que con los que fue recibido.

— ¿Cómo lo hice?— Preguntó al momento que llegó y tomó asiento.

Hyeji sonrió.

— No tuve la oportunidad de decírtelo aquella noche, pero de verdad que cantas hermoso, Tae.

Taehyung sonrió como pequeño y le agradeció.

— Tu voz es única y genial. Seguro Eunbi se murió allá atrás.

— ¿Eunbi?

Hye cayó en cuenta de lo que había dicho. Ups...

— Una amiga.

— ¿La chica con la que me fui?— Hyeji asintió.— Es linda. ¿Baila?

— Así es. Se presentará con Changjo, su primo.

— Ya veo...

Se presentó una chica, cantando algo de The Beatles, después vino un cuarteto con un agradable instrumental, luego un chico presentó un rap poético. Fue entonces que llegó la primera presentación de Jungkook, Taehyung le dijo a Hyeji que era un dueto con una compañera de grupo. Cantaron If You de BIGBANG; se notaba el favoritismo y reconocimiento que tenían por Jungkook, claro, él tenía razones para que se los dieran. 

Jungkook miraba desde tras bambalinas a Hyeji, desde donde estaba podía notar lo anonadada que estaba con las presentaciones y la idea de que a ella le gustara ese ambiente lo hacía sentirse cómodo y feliz. Habían pasado cuatro presentaciones y ya le tocaba a él de nuevo. Salió al escenario con nuevo vestuario y otra nueva ronda de aplausos. Sus ojos se dispararon en busca de Hyeji, ella hablaba con Taehyung, afortunadamente Tae miraba a Jungkook y le indicó a Hyeji que volteara, Jungkook le sonrió y saludó con la mano muy sutilmente, ella hizo lo mismo y levantó sus pulgares.

Esta vez Jungkook presentaría Sofa de Crush. 

— En serio, estoy a punto de desmayarme.— Su respiración se escuchaba poco normal, pero, ¿cómo quería que lo fuera si Jungkook estaba cantando? Recientemente la voz de ese chico se había convertido en su más fuerte debilidad.

— Demonios, hasta yo.— Se burló Taehyung.— No sé si es porque estás aquí, pero lo está haciendo jodidamente bien.

Hyeji se sintió halagada con aquello y no pudo evitar sonrojarse. Llevaba casi todo el show roja y a Jungkook aún le faltaba una canción, estaba procurando no soltarse a llorar, no quería, aunque tenía ganas de tan sólo escuchar los primeros versos.

— Le toca a tus amigos.

Hye alzó la mirada y se sorprendió por la euforia que explotó por aquellos dos. Al parecer, Changjo y Eunbi eran muy populares también. No se demoró en aplaudir y animar. Eunbi la encontró entre el público y la saludó, Changjo también y entonces se pusieron en posición. Sus vestuarios eran neutros, dignos de unos bailarines y de verdad que llamaban la atención por lo bonitos que eran. Ella estaba maquillada y muy bien peinada, lucía hermosa, mientras Changjo, si antes era atractivo ahora se podía asegurar que era de los más guapos de todos los presentes. Aunque todo aquello no fue comparación con su stage. Hyeji esperaba una coreografía de algún género en específico, pero aquellos dos dieron mucho más que eso. La pista era un mix de canciones que incluían desde hip-hop hasta danza contemporánea, incluso hubo algo de salsa. Cuando terminaron, la gente no se molestó en ponerse de pie y aplaudir. Hyeji le había comprado un ramo de flores a Jungkook, de esos que se acostumbraban a dar en eventos así, pero sin mucha pena sacó dos flores y con la ayuda de Taehyung las lanzó al escenario, Eunbi las recogió y sonrió agradecida.

— Wow, ella lo hizo genial.— Taehyung seguía sorprendido, Hyeji rió.

— Changjo igual.

— ¿Tiene novio?

Hyeji se giró a verlo con más atención y emocionada negó con la cabeza.

El evento estaba en su recta final.

Hubo tres presentaciones más, una de canto, una tocada de piano por parte de dos hermanos y una chica con algo de ballet, Jungkook cerró el show con Yanghwa BRDG de Zion.T pero hizo una versión suya titulada Working. Esta vez, Hyeji no pudo evitar soltar un par de lágrimas, Taehyung la miró con una sonrisa y antes de irse le dio palmaditas en la espalda. No era como que las necesitara, no estaba llorando de la tristeza, simplemente la voz de Jungkook le había tocado el corazón. 

— Les damos las gracias a todos lo que han asistido a este evento.— El maestro de ceremonia volvió a hablar, ahora todos los que se habían presentado estaban arriba del escenario.— Esperamos que les haya gustado. ¡Bonito día!

La gente aplaudió por última vez, los artistas, porque así era como se les tenía que llamar, hacían reverencias y se despedían, a su vez que bajaban y salían del escenario. La gente empezó a abandonar el lugar para esperar a sus conocidos afuera, tal como se les había indicado. Taehyung llegó corriendo.

— Hey, Jungkook me dijo que te quedaras aquí, está arreglando unas cosas allá atrás y en cuanto termine vendrá por ti. 

— Gracias.— Hyeji le sonrió.— ¿Nos veremos en el bar, no?

Tae asintió.— Adiós. 

Y volvió a irse corriendo. Hyeji miró en dirección a la puerta, eran muy pocas las personas las que estaban y todas estaban en proceso de salir. Ella suspiró y se acomodó en el asiento. La mayoría de las luces ya habían sido apagadas y como no tenía nada más que hacer, empezó a jugar en su teléfono. Pasaron unos minutos, todo era silencio hasta que se cerró la puerta principal, Hyeji se asustó por el sonido que había provocado aquello. Un poco incómoda volvió la atención a su teléfono. ¿Será correcto que siga aquí? Seguro Jungkook había salido por otra puerta, aunque no era posible que se olvidara de ella. 

Lo mejor será irme. Suspiró y empezó a ponerse de pie. 

Entonces, las luces del escenario volvieron a encenderse de golpe, haciendo que ella dé un pequeño brinco del susto. Miró a todas partes asustada, no había nadie, era la única y el telón estaba cerrado. Se escucharon unos golpecitos al micrófono por las bocinas. Ella estaba lista para correr, pero una garganta carraspeando fue lo siguiente que se escuchó. Jungkook. Su cuerpo estático y mirando el escenario. 

Y Purpose de Justin Bieber empezó. 

— Feeling like I'm breathing my last breath— Jungkook salió de las gruesas cortinas.— Feeling like I'm walking my last steps...

Él venía vestido ya con su ropa casual y cantaba con sus ojos en los de Hyeji. Ella seguía sin entender, pero su cuerpo temblaba y era incapaz de moverse, la hermosa voz de Jungkook la tenía inmóvil, lo único que reaccionaba en esos momentos eran sus oídos quienes recibían gustosos la melodía que cantaba Jungkook. 

El primer coro y Hyeji tenía ganas de desplomarse en el piso. 

— I'm more than grateful for the time we spent, my spirit's at ease

Y es allí cuando Hyeji agradecía al destino por haberle presentado a Jeon Jungkook en su vida. Lo mejor era que él no había llegado como un simple amigo, él había llegado como un héroe que la salvó de una soledad a la que estaba a punto de enfrentar. Con él había experimentado nuevas y agradables cosas, como tener un amigo, emocionarse al momento de abrir los ojos... Tener un amor. 

Los ojos de Jungkook no dejaban los de ella, por primera vez, Hyeji se dio cuenta del brillo en los ojos de Kook, brillo con el cual sus ojos lo miraban a él. Los miedos y nervios desaparecieron en su totalidad. Jungkook le estaba cantando a ella, lo sentía como si se lo dijera. 

Lágrimas de sus ojos que se limpió, no evitó sonreír. 

El chico al cual amaba le estaba cantado. Se le estaba declarando. No... Él estaba haciendo mucho más que eso. 

— And you've given me the best gift, that I've ever known... You give me purpose everyday, you give me purpose in every way

Hyeji sentía su corazón latir con demasiada fuerza. Jungkook dejó de cantar para empezar a hablar con la pista de fondo. 

— Creo que esta es la mejor forma para declararte mi amor porque es en lo que soy bueno, y la verdad no creo haber podido encontrar una mejor canción para dejarte en claro por qué estoy agradecido contigo. Yo volví a Corea con un corazón roto y aquí fui totalmente destrozado... Entonces llegaste tú, me hiciste ver que no era la única persona sufriendo, me diste la oportunidad de ayudarte sin importar que yo fuera un desconocido para ti y eso mismo fue lo que poco a poco me fue reparando. Así que gracias Kim Hyeji, gracias por permitir que te reparara y que a su vez tú me reparases. 

Sin importar la altura del escenario, Jungkook saltó de la base. Ahora estaba justo frente a ella. Ambos se sonrieron el uno al otro. 

— Ahora las cosas han cambiado, me has dado un propósito... Tú eres mi propósito. Todas las mañanas me despierto y me pregunto a mí mismo qué es lo que te enseñaré, qué te diré y qué viviré contigo. Pienso a futuro y maldición sí, yo quiero ser el chico que te enseñe el mundo que está allá afuera. Quiero convertirme en la persona más especial para ti, porque sí Hyeji, ahora mismo eres mi persona favorita y la más especial. Estando contigo sólo puedo pensar en ti y en nada más que en ti. Así que por favor, te lo pido, pasa conmigo, junto a mí, todo el tiempo que nos queda. 

Hyeji tenía sus ojos llorosos, sus brazos reaccionaron y abrazaron a Jungkook por el cuello. Él rodeó su cintura y la pegó a su cuerpo. Se separaron un poco y ella aprovechó para besarlo. Un beso único que sólo él sería el privilegiado de tenerlo. Una vez separados, él volvió a juntarse, dándole pequeños y cortos besos, haciendo que ella sonriera. 

— ¿Cómo no querría estar al lado del chico que me ha cantado sólo a mí en un gigantesco auditorio? 

— Entonces eso es un sí...— Fue más una afirmación que pregunta. 

— Sí, Jungkook. 

Fin.