Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

°Capítulo 114°

Jungkook:

Viernes, 06:20 AM.

Apagué velozmente el despertador, impidiendo que llegue a la consciencia de Woon y lo despierte. Abrí mis ojos con dificultad, queriendo quedarme en cama toda la mañana. Faltar a la escuela, dormir y simplemente mantenerme en esta pieza fingidora de invierno donde el aire acondicionado enfría nuestras pieles e irónicamente nos tapamos con las mantas.

Miré a mi hermano, sonriendo con ternura al tenerlo a mi lado. El menor abraza mi brazo como si fuese un peluche. Incluso dormido me impide irme lejos de él.

Tomé una bocanada de aire, le di un besito en la frente y con sumo cuidado me levanté. Ante la ausencia de mi brazo, Woon no tardó en agarrar una almohada y abrazarla. Reí ligeramente tronando mi espalda.

Woon tuvo una pesadilla realmente fuerte a la noche. Cuando se hicieron las dos de la mañana, él vino llorando a mi habitación luego de despertarse. Por lo que me explicó en su sueño revivió sus manoseos obligados con Beomgyu; debe ser difícil convivir consigo mismo teniendo tanto dolor consumiendolo.

Con mi corazón roto miré su cuerpo en mi cama. Aquel cuerpecito corrompido. Taemin pintó en él esas ojeras. La existencia de Woon para muchos se reduce en oscuridad, pero a mis ojos es una chispita de luz que cada día aprende a crecer.

En mis ojos se tiñó cariño y pena. Las plantas descalzas de mis pies no quieren despegarse del suelo e irse. Desearía quedarme en cama y faltar a la escuela.

pero allí me esperan mis amigos... incluido Eun.

Agarré el uniforme de la escuela, cambiandome con apuro. Al hacer un poco de ruido el menor se despertó. -¿Kook...?, ¿qué hora es?-. Preguntó aturdido. Comencé a abrocharme los botones de la camisa, estando en ropa interior.

-seis y algo, debo ir a la escuela-. Expliqué -vuelvo a dormir-.

-Kookie... quédate por hoy, ¿si?-.

Suspirando me senté en la cama, el menor me abrazó por detrás, atajandome con fuerza. Woonhi es sólo así de meloso conmigo, y me es chistoso que sólo lo sea en privado; a él le avergüenza ser un niño mimado.

-debo ir, ya se acercan los exámenes, Hoseok me matará si falto los viernes, hoy tengo quimica y no entiendo nada de esa materia-.

-es muy temprano para quejarse- se quejó. Reí. Woon me tiroñeó para atrás. Mi corazón se quebró cuando se acostó a mi lado, agarrando mi brazo y con sus piernas mi cintura. -¡te prohibo irte!-.

¿tan mal te sientes como para ser tan cariñoso?. Me duele darme cuenta cuanto llanto te tragas.

-si te vas a dormir ahora cuando despiertes ya voy a estar en casa, total siempre te despiertas al mediodía-. Intenté ser positivo. Sus ojos celestes me miraron tan tristes como el contaminado mar.

-¿y luego qué?. Almuerzas, te vas a trabajar y vuelves recién a las ocho. Además que seguro saldrás con tus amigos y yo...-. Detuvo sus palabras, suspirando -y yo no puedo ni salir de casa-.

-hoy no saldré con alguien, apenas vuelva de Sunies la pasaré contigo-.

-perdón-. Me soltó de a poco, alejandose de mí -no está bien lo que hago-.

-¿qué haces?-.

-necesitarte...-.

-Dios Woonhi, somos hermanos. Obvio nos necesitamos. No digas tonterías-. Me reincorporé. -y estás triste, es normal que me quieras cerca-.

-¿qué voy a hacer mientras no estés?-. Se acostó en la cama. Con cuidado lo arropé, sonriendo al notar como el sueño volvió a él al recostarse.

-habla con Lisa y solucionen sus problemitas-.

-puedo jugar con Jimin en la play también-. Bostezó. Asentí. Me dió la espalda y continuó durmiendo. Borré mi sonrisa, mirando su espalda con dolor.

"él me tocaba, y si Beomgyu no lo hacia lo golpeaban... para los dos fueron experiencias horribles".

Tragué saliva, reteniendo mi llanto. Rápidamente me coloqué mi pantalón y calzados. Salí de la pieza, cerrando mis ojos con fuerza. Suspiré pesadamente, queriendo en este instante abrazar a alguien.

-¡ya estás cambiado!, vaya... que rápido-. Jimin habló. Asombrado miré hacia la derecha del pasillo. El despeinado pelinaranja estaba en pijama con un cepillo de dientes en su boca. Sonreí al recordar con quién comparto techo.

Rápidamente lo abracé, sintiéndome menos sobrecargado. -Gracias por quedarte en casa- susurré.

-oh Jungkook... ¿tú no tienes ninguna mañana normal?. ¡Vaya depresión!-. Bromeó.

-contigo las mañanas son normales- afirmé.

-eres un niño- se quejó sin hacerlo en realidad, correspondiendo el abrazo.

06:45 AM.

Llegamos a la escuela en la moto de Jimin, ya que mi camioneta se la dejé a Kyeon. Estando más animado entramos, caminando con tranquilidad por los pasillos.

-¡buenos días novios!-. Taehyung pasó a nuestro lado, llegando a la par. Sin embargo no se quedó. Corrió hasta nuestra aula, posiblemente para ver a su preciado mejor amigo. Reí ligeramente.

-¿nos acaba de llamar novios?-. Jimin preguntó.

-Tae ve cosas gays en todos lados, es normal-. Aseguré. El pelinaranja, ya perfectamente peinado, rió.

Miré a Eun que estaba en una banca del pasillo, usando su celular. -Jiminie, ve con los chicos. Primero haré una parada- apunté con mi cabeza al pelinegro.

-¡claro!, te guardaré lugar al lado de Joonie-. Sonriente siguió caminando.

Me senté junto a mi nuevo amigo. Revise la pantalla de su celular, codiandolo divertido al ver el nombre de contacto "Dahyun ☀".

-hey... no veas mi cel-. Avergonzado lo bloqueó.

-no pude resistirme, parecias muy metido en tu mundo hetero-. Hice ojitos enamorados. Eun rió, golpeando mi hombro.

-no me tientes que soy capaz de pegarte-. Amenazó. Reímos, dandonos los puños como saludo -hablando en serio, buenos días-.

-¿fueron buenos para ti?-. Pregunté. Eun, quién hoy no ocultó su moretón en lentes, sonrió.

-apenas despertar ella me envío un "buenos días, chico testosterona". Digamos que le gusta molestarme-. Mordió su mejilla, sonrojandose al recordar cada detalle de ella.
-aunque tuve que desayunar con mi abuelo, estoy bien-.

-¿y tu primo?-.

-él ya casi ni pasa las noches en la casa... ya sabes... vive con sus parejas-. Rascó su nuca -aún me cuesta entender el poliamor, pero me presentará a los dos-.

-eso es genial, estás haciendo un esfuerzo para entender. Eso dice mucho de ti-.

Eun de estar feliz pasó a neutrolizarse, mirando detrás mío. Voltee, suspirando al ver a los tres restantes del equipo caminar en manada, mirando a las muchachas de falda. Los chicos nos miraron, pero nos ignoraron, siguiendo de largo.

-¿fuimos parte de eso, Kook?-. Cuestionó impresionado. -Jimin, tú y yo caminábamos con ellos, chifladole a chicas cuando en realidad a mi me gusta Dahyun, cuando tú no vas de ese bando y Jimin salía con Namjoon-.

-sí, Eun. Fuimos jodidamente cobardes e idiotas-.

-me alegro estar sentado en esta banca, aceptandome de a poco-.

Agarré su mano, mostrándole sus uñas limpias. -algún dia vuelve a pintarlas, llegamos al acuerdo que las usariamos juntos-.

-el lunes empezamos de nuevo, ¿okay?-. Sonrió suavemente. Asentí.

-el lunes seremos mejores-.

09:25 AM.

En el recreo todos nos reunimos ya en la tradicional mesa redonda. Hoy casi ni he hablado, realmente me cuesta con Taehyung presente.

-¡entonces mañana llevaré un tremendo cartel que diga que me van los tanques de leche!-. Taehyung aseguró emocionado por la manifestación.

-mejor que diga "soy gay", o será muy explícito-. Yoongi advirtió.

-esa es la idea-. Todos lo miraron elevando sus cejas. El pelinaranja me miró, percatando que soy el único que reía. -¿tú que piensas de mi idea, mister osito?-.

Tragué saliva incómodo por esa mención. -creo que... ponerte eso sería digno de tu sucia mente-.

Namjoon, Jimin y Yoongi parpadearon ansiosos por burlarme de él. Taehyung sorprendido abrió su boca.

-¡¿qué me dijiste?!-.

-pervertido-.

-al menos yo soy pervertido abierto, tú seguro te haces el santo-. Me quitó la lengua, tal como un niño.

-¿se están peleando de broma o es verdad?-. Jimin preguntó un poco asustado.

-de verdad, cada pelea con Jeon será seria-. Tae comenzó a comer. Reí suavemente sintiendome un poco más cómodo.

-bien... hablando de cosas más normales, ¡¿ya vieron el video porno que les pasé?!-. Yoongi le preguntó a sus amigos. Taehyung y Namjoon asintieron.

Jimin y yo nos miramos disgustado. -haré que no escuche eso-. Murmuró, asentí repetidas veces estando de acuerdo.

Ellos son un trío de amigos demasiado anormal. Se la pasan gritando vulgaridades, hablando del sexo anal con naturalidad y haciendo chistes que nada más ellos entienden. Viendolos de un ángulo externo noto como en verdad se complementan entre sí. Antes de que Yoongi llegara, aunque Nam y Tae se amaban parecía que eran más reservados en el receso y les faltaba la pizca de comedia; ahí es cuando el pálido entró. Ellos hacen un excelente tercio.

Jimin y yo somos más tranquilos, vergonzosos y callados. Preferimos hablar de música, de comida o películas románticas. Estar con ellos en el receso es una experiencia única para nosotros; hasta capaz un poco traumante.

-me reí mil años cuando la tipa gemía- Namjoon rió, estando envuelto en la conversación -que aprenda a actuar mejor, esos gritos bajan pichulas-.

-fue el peor porno hetero de la historia-. Taehyung carcajeó -Dios mío, el porno me da cringe. Alto vídeo de comedia-.

-por eso se los pasé, me la pasé riendo-. Yoongi comentó entre risas.

-son anormales-. Jimin aseguró, llamando la atención de los tres.

-¡nuestra comedia es así!-. Namjoon se quejó.

-¡no pueden usar un video porno como un video de risas!-. Insistió.

-¡te funaré en twitter por no respetar lo que nos hace feliz!-. Taehyung amenazó.

-sistema opresor-. Yoongi achinó sus ojos negando.

Mientras los tres comenzaron a funar a Jimin noté como el equipo miraban hacia aquí con desprecio. Tomé una bocanada de aire harto de ellos. Sólo se están riendo y pasándola bien, ¿por qué deben ser así?.

Me levanté, dejando a mis amigos en la mesa. Caminé hasta ellos. Se sorprendieron por mi cercanía. -¿Jeon, qué haces aquí?-. El rubio preguntó.

-¿pueden meterse en sus asuntos y dejar a mis amigos en paz?. Ellos están conversando teniendo un recreo como ustedes. Dejen de mirar de una forma tan fea-.

-no te reconozco, Jungkook-. El castaño se paró delante mío, queriendo intimidarme.

-saluda al verdadero Jungkook, porque este es real-.

Los otros dos se nos quedaron mirando, decepcionados por mi actitud.

-¿qué te ha pasado, capitán?-. El pelinegro preguntó. Lo miré sintiendo la fría mirada del castaño -¿apoyas a los gays sólo porque tu mejor amigo lo es?-.

-para empezar, aprende a diferenciar entre gay y bi. Y además, yo los apoyo porque se me da la puta gana. ¿Te crees importante para darte mis razones?-.

-¡has cambiado tanto que me aterra!-. El castaño elevó su voz -Jimin te alejó, y ahora tú estás alejando a Eun-.

-estoy tan cansado de ustedes- admití -¿por qué son así?, se los pregunto seriamente. ¿Por qué les importa tanto la vida ajena?-.

-¡eras nuestro amigo!-. El rubio se paró detrás el otro -¡y ahora hasta pareces nuestro enemigo!-.

-jamás fui amigo de ustedes-. Aclaré, sorprendiendolos -jamás fui homófobo, jamás odié a Taehyung-.

-¡MENTIRA!-. Gritaron -¡TÚ SÍ ERES DE LOS NUESTROS!-.

-¡DEJENME TRANQUILO!-. Agotado pedí, llamando la atención del alrededor -SUPEREN SU HOMOFOBIA, SUPEREN SUS TRISTES VIDAS Y MEJOREN. ME TIENEN CANSADO-.

-TÚ NOS TIENES CANSADOS-.

-¡CINCO AÑOS FINGIENDO PARA TENER LA APROBACIÓN DE TRES IDIOTAS!-. En mis ojos se reflejaron lagrimas. -¡CINCO AÑOS HACIENDO BULLYING POR USTEDES!-.

-¡NADIE TE OBLIGÓ, NO NOS QUIERAS ECHAR LA CULPA, HIPÓCRITA-. El castaño avanzó, queriendo asustarme al verme vulnerable. -si te arrepientes de tus acciones no vayas y culpes a otros, capitán. Te recuerdo que tú fuiste el primero en decir "odio a Kim Taehyung" jamás te hicimos decirlo-.

-ese es el problema... que yo fui tan mierda como ustedes-. Limpié mis lágrimas, sin querer llorar frente a todos. -Ojalá hacer las cosas de la manera distinta-.

Percaté como mis amigos y Taehyung se pararon detrás mío, asegurando que todo esté bien.

-Jungkook, la mierda eres tú por traicionarnos de esta forma. Siempre fuimos tu puta sombra, y ahora te crees un héroe por decir en twitter que amas a Namjoon o defiendes a Tae. Pero sólo eres un hipócrita por querer reparar tus "errores" uniendote del lado que antes odiabas. Eres un falso-.

-¡NO ME HABLES DE FALSEDAD CUANDO AHORA ESTOY SIENDO SINCERO!-. Ordené, queriendo correr a los brazos de mi hermano y llorar porque estoy frustrado.

-¡NO DEBERÍAS SER CAPITÁN!, SI QUIERES SER COMO ESOS MARIQUITAS ALEJATE DE NOSOTROS DE VERDAD, Y DEJA EL BÁSQUET-.

Namjoon quiso acercarse, pero lo impedí; es mi pelea.

-tú no eres nadie para ordenarme qué hacer-. Hablé, tratando de controlarme.

-¡tú no eres nadie para nosotros, Jeon Jungkook!. Eres igual que la escoria de tus amiguitos-.

-¿le dijiste escoria a mis amigos?-. Pregunté. El castaño asintió. Quise levantar mi puño y golpearlo, pero Taehyung a mi espalda me habló.

-te armaré un funeral si no dejas de comportarte como un idiota que cree que la solución es un golpe. Asi que relaja esa mano y vete-. Aconsejó.

Escuché como caminó lejos de nosotros, desinteresado del show que hicimos. Tae esperó a darme un consejo antes de irse... se lo agradezco.

Relajé mi puño, tomando una bocanada de aire. Me di la vuelta, dispuesto a seguir su sabiduría y dejar la pelea hasta aquí. Pero el castaño tomó mi hombro, dandome la vuelta. Me empujó desde el pecho, tirandome hacia atrás.

El dolor en mis costillas fue tan intenso que solté un grito tan fuerte que Taehyung miró hacia aquí, percatando que él me atacó. Sentí una fuerte pinchazón. Por el dolor extremo repentino mi cabeza comenzó a doler. Me arrodillé llorando, tocando mi pecho. Me sentí mareado con falta de aire.

Jimin se arrodilló a mi lado y me atajó. Namjoon y Yoongi iban a atacar, pero no lo hicieron. Miraron a los tres muchachos. -calmense chicos, tanta agresividad en ustedes da pena-. El pálido habló.

-iremos por nuestro lado, pero dejen a Jeon en paz-. Nam ordenó.

Miré a mi alrededor. Lloro como un idiota enfrente de todos, tocando mi pecho con sumo dolor. Los alumnos están cerca, comentando por mi reacción.

-¿debo llevar a alguien a la dirección?-. Hoseok llegó con autoridad. El equipo bufaron sentándose, dejandome a mi en el piso, llorando de extremo dolor.

-Jeon, irás al hospital para verificar tus costillas-. El mayor vino hacia mí, notando que me cuesta respirar.

El dolor que siento es el mismo que tuve aquella noche tormentosa. Temblé al recordar las manos de ese hombre sobre mi mojado cuerpo. Siento como las lágrimas de Dios me llenaron de desdichas. Esa noche iba a ser abusado y casi asesinado.

Taemin y esos cuatro hombres son un dolor de cabeza y corazón.

me duele todo...

Por primera vez en mucho tiempo tuve un ataque de ansiedad. Asustado no permití que nadie me toque. Jimin intentó levantarme, pero golpee su mano sin querer que nadie ponga un dedo sobre mi piel.  Llorando me paré yo solo, cabizbajo con mis ojos cerrados reviviendo el miedo que sentí.

si esa noche me violaban, ¿hubiera aguantado otro trauma?, ¿o caso ya lo tengo por estar en el juego de sí o no?. Me salvé por poco, si es que me salvé... porque él llegó a tocar mi piel.

Entre mi mirada borrosa miré a Taehyung. Él estaba a unos metros, asombrado y preocupado por mi reacción.

lamento lo de Suk....

09:45 AM.

Mis amigos me ayudaron a calmarme. Todo el recreo se la pasaron en la enfermería conmigo. Ahora debieron volver a clases, yo estoy esperando a que llegue mi padre a buscarme y llevarme al hospital; mis costillas duelen demasiado.

Tocaron la puerta. Roncamente lleno de dolor en la voz di el permiso de paso. Me impresioné al ver a Taehyung, suspirando y negando al verme.

-te encanta terminar en el hospital-. Cerró la puerta detrás de él. Triste desvié mi mirada. Se sentó en la punta de la camilla, mirando al frente.

-no lo golpee, él fue quien me empujó-.

-lamento si mi consejo perjudicó la situación... capaz él no daba el golpe si tú lo hacias primero-.

-aunque fuese así... prefiero dejar de golpear a las personas. No quiero volverme un chico con problemas de ira-.

Taehyung me miró a la cara. Tímido correspondí la mirada. Sus ojos se colocaron en mi pecho, notando que con mi mano derecha lo agarro. -¿Te duele mucho?-.

-demasiado... pero, ¿qué haces aquí?-.

-soy un experto en ataques de ansiedad ocasionados por eventos traumáticos-. Guiñó su ojo, intentando suavizar el comentario -y noté que... que tocabas partes específicas de tu cuerpo-.

-¿qué...?-.

-cuando Hoseok agarró tu brazo para ayudarte, protegiste tu abdomen inmediatamente-. Comentó -y no lo soltaste hasta volver a la realidad. Además que ni siquiera quisiste que Jimin te toque. Cuando yo tengo ataques respecto a Suk... tapo mi cuerpo con mantas gigantes, ya que mis manos no pueden cubrir todo lo que tocó... todo mi cuerpo-.

Mis ojos volvieron a ser llorosos. Taehyung, realmente apenado mantuvo la distancia, entendiendo que no quiero nada de contacto físico. -Tae... tú... te fijas en todo-.

-lamento no haberme equivocado... quería pensar que era mi paranoia-. Rió falsamente -aunque no llegaron a penetrarte, el simple contacto, frases o miradas es un abuso. Debes hablar con alguien de lo que pasó. Si te guardas ese miedo y ese trauma... sólo lo extenderás, ¿lo entiendes?-.

-quisiera poder hablar... pero me cuesta tanto-. Sentí como una lágrima se derramó -quisiera decir que soy dislexico, gay... quisiera decir que mi cuerpo es un templo y que no quiero que chicas me sexualicen, ni que hombres me manoseen-.

-ve de a poco... Kook. Decide qué quieres decir primero-. Sonrió suavemente -mañana es la manifestación, ve y usa el cartel que quieras-.

-¿cómo iría un bully a una protesta de mis victimas?-.

-Jungkook... quiero que vayas- afirmó -porque sí, allí irán personas que sufrieron... y adivina qué, idiota... eres una de ellas-.

-lo pensaré...-.

-no pienses tanto o tu cerebro se funde, idiota-. Me insultó haciéndome reir.

-gracias Tae, por llamarme idiota. Es un lindo apodo-.

Negó riendo -nos vemos Jeon, ojalá tus costillan estén bien-.

-nos vemos, y ojalá que sí-.

sé que soy un idiota, inteligente Kim. Pero esa es una parte de mí... y creo que me gusta.


Lisa:

17:15 PM.

-¡felicitaciones a todos, el ensayo estuvo muy bien!-. La profesora aplaudió. Mis compañeros y yo aplaudimos a la par, respirando agitadamente luego de unos bailes agotadores. -pueden ir a sus casas y practicar individualmente-.

Todos comenzaron a guardar sus cosas. Agarré mi bolso, sacando una botella de agua. Me senté en el suelo. Me miré en el espejo, llevo mi vestido rosa pastel y las medias finas blancas. Con un rodete perfectamente peinado.

Mi amiga agarró mi hombro. La miré atraves del espejo. La castaña me miró un poco triste, siendo conocedora de mi pelea con Woon. -¿no quieres hacer una pijamada hoy?-. Trató de animarme.

-planeo practicar, aún hay pasos que debo pulir-.

-vamos Lisa, una noche de chicas-. Insistió haciendo un pequeño puchero. Reí suavemente.

-estoy bien, en verdad. Sólo necesito charlar un poco con Woon, eso es todo-.

Asintió, alejandose para recoger sus cosas. Con tranquilidad ordené mi bolso. Como me perdí en mi mente el tiempo pasó muy rápido, hasta que la sala de baile quedó casi vacía. -¿Cierras la puerta, Lisa?-. Mi maestra preguntó, sabiendo que soy responsable. Asentí.

Luego de unos segundos alguien abrió la puerta, miré el espejo que reflejaba a esa persona. Me asombré cuando Woon entró, luciendo unos jeans sueltos y un buzo gris gigante con capucha, cubriendo su cabeza y casi cara.

-Woonie...-. Me levanté, mordiendo mi mejilla para no quejarme del dolor de pies. -¿Qué haces aquí...?-.

-vuelvo del psicólogo-. Cerró la puerta detrás de si.

-me refiero... ¿qué haces fuera de casa?, se supone que te cuesta....-.

-por ti me arriesgue a convivir con las personas-.

Desvié mi mirada sin poder verlo. Estoy dolida, confundida y arrepentida. Mi novio parece bastante decaído el día de hoy; capaz habló de temas fuertes en terapia.

-¿mi visita te molesta?-. Preguntó sin acercarse, recostado contra la pared. -Pensé que estábamos bien, por la charla en el chat que tuvimos ayer-.

-sí estamos bien, sólo que... no sé, me cuesta confrontar la realidad que tenemos pensamientos distintos y peleamos por eso-.

Woon se acercó. Sus ojos azules ocultos en su largo flequillo me miraron con dulzura. Miré su frente, frunciendo mis cejas al notar un moretón.

-vine aquí para confrontar la realidad imperfecta, sabía que tú ibas a querer evadir el tema. Y realmente Lisa, yo no soy de esos que viven en una nube de risas, asi que si debemos llorar lo vamos a hacer-.

-¿y qué vienes a decirme...?-.

-en el psicólogo hablé sobre nuestra pelea-. Guardó sus manos en los bolsillos. Me mira tan directamente que me hace temblar -y organice mis pensamientos y sentimientos, por eso vine, para decirtelo-.

-¿y qué es...?-.

-Lisa, yo te amo, me tienes como un tonto que babea al verte- aseguró, y aunque suene tan monótona su voz, me sonrojé. -y sé que también me amas, pero en el amor no sólo hay besos, risas y sexo. También hay respeto-.

-¿te falté el respeto?-.

-quiero que entiendas que Beomgyu es mi amigo, y esa vez cuando dijiste que me aleje de él... joder Lali, me dolió que no respetes la única amistad que tengo-.

-Woon...-.

-sé que no lo hiciste aproposito, eres la mejor novia del mundo, te lo aseguro-. Interrumpió -sé que sólo quieres mi bien, que pensaste que me cuidabas al decirme eso. E incluso aunque sigas queriendo que me aleje de él, no lo digas, porque eso no pasará-.

Suspiré pesadamente sentandome en el suelo. Él me miró desde arriba, esperando una respuesta. Me da escalofríos su seriedad.

-quisiera entender porqué Beomgyu es tan importante para ti. Él te molestaba en la escuela, te arrastró a ese lugar asqueroso, gusta de ti y te hace escenas de celos. Y... sus risas... joder, me molesta hasta a mi que se ría de todo-.

-Beomgyu me molestaba el año pasado, este año sólo me hacia bullying Taehyun. Pero realmente yo tampoco sé porqué hizo todo eso...- se sentó a mi lado, abrazando sus rodillas. -pero él ríe porque es su forma de sufrir-.

-sigo estando en desacuerdo que estés cerca de él, pero no te pediré que te alejes... lo respetaré porque tú me respetas a mí-.

-gracias, Lali-.

-¿por qué tienes un moretón en tu rostro?-. Pregunté preocupada. Woon me miró por el espejo, haciendo una mueca apenada.

-tuve un ataque, pero estoy bien-.

-¿fué mi culpa...?-.

-no, Lisa. La debilidad de mi mente jamás sería tu culpa-. Agarró mi mano, riendo al ver mis uñas rosas. -tú no me estabilizas ni me desequilibras. No te preocupes-.

Me acerqué a él, colocando mi rostro cerca del suyo. Agarré su capucha, atrayendolo a mí. Rió ligeramente.

-Woonie, ¿cómo es que me enamoraste?-. Pregunté, perdiendome en su azulada mirada.

-literalmente cuando nos conociamos era un depresivo que se la pasaba vomitando. O bueno... lo sigo siendo-.

-eres tan real-. Murmuré, rozando mi nariz con la suya. Woon inhaló, sonriendo al percatar mi perfume de vainilla.
-eso es lo que más me gusta de ti-.

-lo que me gusta de ti es que pareces salida de un cuento de hadas-. Tomó mi nuca, casi besandome. -tu existencia es tan brillante que parece una ilusión-.

-¿hoy brillo, aunque esté decaida?-.

-tu oscuridad no es lo suficiente fuerte como para apagarse. Siempre tienes destellos de luz. Es impresionante-.

Lo besé, queriendo que deje de hablar o me enamoraré aún más. Pero al sentir sus labios besar los míos, sentí como mi corazón se llenó tontamente de enamoramiento.

Bajé su capucha, acariciando su largo cabello pelinegro. Woon deserendó mi rodete, dejando caer mi pelo en una colita. Sonreí en el medio del beso; me gustan las reconciliaciones.

-Lali, por favor no sientas celos de Beomgyu- rogó. Asombrada abrí mis ojos, mirándolo de cerca.
-Eres el único ser humano que me causa calor, eres... eres mi chica, ¿por qué permites rebajarte en absurdos celos?. Quiero a Beomgyu, pero no de la forma en que te amo a ti-.

-son inseguridades-.

-conmigo jamás las tengas, porque amo tus vellitos, o tus locuras de bailes. Amo tus pies lastimados y uñas de colores. Joder Lisa, eres lo único capaz de enamorarme. No pienses jamás lo contrario-.

-¿cuándo te hiciste tan cursi...?-.

-en el momento exacto cuando tu perfume opacó el olor a colonia masculina-.

Abrió sus ojos, revelelando pequeñas lagrimitas.
-Hueles muy bien, Woon-. Afirmé -ya no hueles a cigarrillo-.

-hay veces que quiero ahogarme en el humo... pero solo necesito...- llevó su nariz a mi cuello, inhalando -tenerte-.

Sonrojada lo abracé, tan fuerte que sentí que mi corazón quebrado volvió a sanarse. Le di un besito en la mejilla. Woon sostuvo mi cintura, acurrucando su rostro en mi cuello.

-no soy feliz, Lali. Pero me siento tan contento...-.

Sonreí suavemente, acariciando su espalda. -también estoy contenta-.

soy feliz, y aunque tú no lo seas, seguiré haciendote reir hasta que esas risas bajas se vuelvan carcajadas tan fuertes como el latido de tu enamorado corazón.

Seré tu pedacito de felicidad.


Taehyung:

17:30 PM.

La ansiedad por la manifestación que organicé para mañana me estuvo torturando todo el día. Al principio iba a ser un evento pequeño, pero parece que se va a sumar demasiada gente. Tengo adrenalina por todo mi cuerpo. He salido a correr, comí a montones y vi películas para relajarme, pero nada me funcionaba.

pero él sí.

Miré hacia arriba, escuchando sus gemidos placenteros. Myungsoo y yo estamos en su habitación. Él sentado en un puff del suelo, abierto de piernas mientras chupo todo su miembro. Su cuerpo fornido, desnudo entregado a nuestros gemidos de placer ha endurecido mi pene de una forma tan rápida que me impresiona.

Estoy arrodillado en el piso, sólo en boxers. Utilizo mi lengua con agilidad, dándole la mejor mamada de su vida. El castaño desesperado por tanto placer agarró mi cabeza, tirandola para abajo queriendo más y más. Sonreí suavemente, sintiendo como su erección llena mi garganta y calma mi ansiedad.

-eres tan... bueno en esto-. Gimoteó, elevando su cadera. Embestió débilmente mi boca. Comencé a sentir calor por todo mi cuerpo. Mientras le hago sexo oral rozo mi entrada con su limpia alfombra, queriendo tener su atención.

Myungsoo notó mis movimientos de caderas. Parpadeó repetidas veces y con delicadeza apartó mi cabeza. Mi boca se vació, y su miembro grueso lleno de mi saliva descansó de tanto placer.

Limpié mi boca, mirándolo sin comprender lo que hace. El mayor, completamente colorado del calor palmeó sus muslos.

-te toca a ti, ¿no crees?-.

-pensé que querías venirte mientras te la chupo-. Elevé mi ceja, recordándole la charla que tuvimos al entrar a su habitación.

Él relamió sus labios, riendo con un toque de burla hacia mí. -era el plan, pero te ves muy deseoso de mi pene, ¿no es así?-.

-te recuerdo quién manda aquí-. Me levanté del suelo, mirando hacia abajo donde él sentado sobre su puff rojo miraba mi cuerpo detalladamente. -no te quieras pasar de listo-. Poco a poco deslice mis boxers hacia abajo, exponiendo mi cuerpo completamente desnudo.

Me senté encima de él. Su glande rozó con mi entrada. Me miró a la cara, temblando al encontrarse con mis ojos similares al fuego de la lujuria. Le sonrío egocentricamente, haciendo que desee hundirse en mi.

-yo soy tu jefe en la cama, ¿me entiendes, niño acelerado?-. Mordi su labio, estirandolo a mi antojo. Jadeó. -y si me cojes, es porque yo lo permito-.

-¿por... por qué te gusta tanto ser el dominante?-. Tartamudeó.

-me da el control de mi cuerpo-. Temo que se sobrepasen.

-tú tienes el control del mío- susurró.

Sonriente me senté poco a poco sobre su miembro. Los pósters otakus que decoraban las paredes fueron testigos de mis movimientos de caderas, de la forma en que lo monté a mi antojo. Sus maquillajes para sus creativos cosplays escucharon sus gemidos que pedían cada vez más profundidad. Repletos en sudor tuvimos una excelente tarde de primavera, que hasta pareció verano.

-mis padres te van a oir...-. Advirtió cuando estuve por gritar.

Tapé mi boca con mis manos, impulsandome con mis muslos. -hacer silencio no es problema para mí- jadee suavemente.

gracias por relajar mi ansiedad, Myungsoo.


17:45 PM.

Luego de venirnos me acosté en su cama para recuperar el aire. Siento mi cuerpo lleno de sudor y con tanto calor que mi rostro quema. Myungsoo prendió el aire acondicionado y salió de la habitación para algo que no me comentó.

¿fue demasiado obvio venir a la casa de mi mánager para ver a su hijo?. Sí, pero en nuestro contrato no decia "no coger con mi hijo".

Ante la tardanza de mi compañero de cama me levanté, pegando mi oreja a la puerta, percatandome que en pasillo ellos hablaban.

-¡no puedes salir ni romanticamente ni sexualmente con mis compañeros de trabajo!-. El hombre lo reprochó.

-¡vamos papá, es mi vida!-. Se quejó -lo que Tae haga con su vida privada no debería afectar tu trabajo. Eres su mánager, apoyalo en esto-.

-¡más te vale no decirle a nadie que te acuestas con Taehyung!-. Amenazó -Tae no puede exponer su vida, debe ser privado todo esto para no perjudicarlo. Si se te llega a escapar algo te castigaré. ¡¿Respetarás su vida privada aunque seas parte de ella?-.

-¡lo haré!. Sólo quiero que Tae sea feliz. Lo cuidaré-. Prometió.

Sonreí suavemente; eso fue lindo.

-la próxima vez que tengan relaciones no lo hagas mientras tu madre y yo estemos aquí. Eres un ruidoso, Myungsoo. Estás castigado-.

-¡PERO PAPÁ....!-.

Riendo por su berrinche volvi a la cama. Agarrando mi celular.


MyungSoo es un buen muchacho. Acabo de oir que quiere proteger mi vida privada y hacerme feliz


amor de mi vida 👅❤

que lindo 😞❤

-sí... muy lindo-. Sonreí dejando mi celular a un lado.

Myungsoo volvió a la habitación, sólo en pantalones. El castaño de mejillas sonrojadas atajaba un vaso de jugo de naranja con muchos hielos. -¡te traje este riquisimo exprimido!-. Se sentó a mi lado, entregandomelo.

-gracias-. Tomé, sintiendome mejor al hidratarme. Él miró mi cuerpo aún expuesto, tosiendo avergonzado.

-¿no te pondrás ropa interior?-. Preguntó tímido. Reí dejando el vaso sobre la mesita.

-mi ropa la puse a lavar, si se ensució con mis flui...-.

-aaa okay-. Me interrumpió tímidamente. Fué hasta su closet, alcanzandome una remera lo suficientemente grande para que me tape. Me la puse, cubriendo mi miembro. Él un poco más cómodo volvió a la cama, intentando no mirarme mucho.

-hoy fue bueno, gracias por ayudarme a relajar mi ansiedad-.

-lo de la manifestación debe ponerte demasiado alerta, un honor ser útil en tu vida-.

-cada que tenga ansiedad vendré a tu cuarto- bromee.

-espero que no sea muy seguido... espero que no tengas mucha ansiedad-. Preocupado tomó mi mano, acariciando mis dedos -es mejor saber que tienes buena salud-.

-entonces también puedo venir cuando no tengo ansiedad, encontraré otra excusa-.

-¡no necesitas excusas!-. Aseguró -sólo ven cuando estés caliente-.

-podemos poner un par de reglas...-. comenté -ya que somos amantes-.

-¿y cuales serían?-. Se acomodó en la cama. Me abrazó por los hombros, siendo un poco meloso pero no me importa.

-la primera es que si estás caliente me dices y si tengo ganas lo hacemos, la segunda es la misma pero a la inversa-.

-me parece bien-. Le dió un besito a mi mejilla. Tosí asombrado.

-la tercera es que no puedes decirle a nadie, ya sabes, privacidad-. Asintió. -la cuarta, puro respeto en la cama, me dices lo que no te gusta y yo lo haré igual-.

-¡sí!-.

-y por último... sólo amantes, ¿okay?-. Lo miré nervioso. Myungsoo frunció su ceño -nada de amor, nada de besos fuera del sexo, nada de... un intento de noviazgo-.

-está bien...- decaído murmuró, bajando su cabeza. -si así es como lo quieres, lo aceptaré-.

-genial- aliviado sonreí, recostando mi cabeza sobre su hombro. Él comenzó a hacerme caricias en el cabello, relajandome. Suspiré suavemente, sintiendome bien con su atención cariñosa; por suerte ya no me molesta que me me muestres afecto, a menos que crucen la linea.

-¿ya tienes todo preparado para mañana?-. Asentí -eres muy valiente, me encanta cuánto haces para tener justicia-.

-quiero que todas las víctimas alcen la voz... aunque esas mismas víctimas parezcan ser villanos-.

-eres un ejemplo a seguir, me encantas tanto-.

Reí suavemente. -Debes estar agradecido, dejé que me cojas mientras tu poster de Itadori nos miraba-.

-soy raro, lo sé-.

-me gusta, tus gustos son geniales, no te averguences por eso-.

-sí, mis gustos son geniales porque tú me gustas-.

Reí tomandolo como un chiste, sintiendo que poco a poco el sueño viene a mí.

-duerme, yo lavaré tu ropa-. Con cuidado me acostó.

-¿seguro?-.

-mi polla te agotó- guiñó su ojo. Riendo golpee su hombro, dejando que me acurruque.

-sólo dormire un poco-.

-está bien, mi cama es tu cama-.

Myungsoo, tienes algo que me resuena mucho, pero eres agradable.


Namjoon:

18:00 PM.

El rojo simboliza a la lujuria amorosa. El color de esas cerezas hacen semejanza a las mejillas sonrojodas de la persona más tímida. Las manzanas acarameladas o las rosas rojas. El rojo suele ser el color más utilizado en todo el mundo. Debería producir buenos sentimientos.

O incluso, aunque ese color llamativo también sea de la ira, es precioso. Si el rojo no es ni lujuria, ni amor, si son gritos, rencor y odio de todos modos significa fuerza.

para mí el rojo significa esa sensación de ahogarte, el temblor y las lágrimas.

Lamento no apreciar las mejillas rojitas de mi pareja, y que ese atardecer rojizo ya no sea romántico. Ahora el cielo pintado por la caída del sol parecen desangramientos de esas pobres nubes infelices.

Me doy asco a mí mismo. Pensar que ese liquido está dentro mío, que toda esta sangre me mantiene con vida me hace odiarme. Tenerla me pica, tenerla me asusta, tenerla me duele.

Mis ojos se quedaron fijos en como Jungkook esparce jarabe sobre un postre de un cliente. La especidad caía en aquel panqueque. ¿Cómo las personas pueden comer eso?.

Siento como sudo. Mi presión baja al comparar ese liquido con el que tragué. Me mareo tan solo al pensarlo.

Recordé los rodillas de Jimin. Los vidrios clavados repletos en sangre fue una imagen que no me ha dejado dormir. Me siento mal al recordar esa escena con asco; pero no lo puedo evitar.

Tuve que sentarme en una butaca para no caerme. Mis piernas me tiemblan. Jungkook se acercó, atajando mi hombro.

-¿te encuentras bien?-. Cuestionó, viendo mi palidez. Negué -¿qué tienes?-.

-las sustancias rojas me... me hacen mal...-. Expliqué.

El castaño asombrado parpadeó -¿tratarás tu fobia en alguna terapia, no?-.

-no sé si mis padres me pueden pagar algo así... pero buscaré sitios baratos-. Tragué saliva sintiendo sed. Suspiré agotado -no le digas a Kyeon sobre esto, por favor-.

-no le diré, pero sabes que no puedes trabajar aquí cuando constantemente la gente pide bebidas rojas. Una de nuestras especialidades es el jarabe de fresa, y el batido de fresa con leche-.

-ya lo sé, Kook. Por eso mismo, no digas nada. No quiero que me corra-. Frustado toqué mi frente, notando que mi rostro está helado. Jungkook preocupado sobó mi espalda.

-papá no te echará por un trauma-.

-pero me tendrá en observación, y al percatar que tengo náuseas en pleno día laboral... no sé, ¿y si me echa?-. Me paré con su ayuda -lo solucionaré, sólo necesito dinero-.

-más te vale no permitirte seguir con esto, necesitas ayuda- amenazó.

-¿y tú cómo estas?-. Lo miré. Jungkook sonrió con pena.

-mis costillas están bien-.

-hablo sobre tu ataque de ansiedad... Kook, ni siquiera permitiste que Jimin te toque-. Preocupado tomé su hombro, apretandolo con cariño -habla de esto con el psicólogo, sobre el manoseo que esos hijos de puta te dieron-.

-lo haré...-. Murmuró. Volvimos al trabajo cuando llegaron más clientes.

Por suerte en los próximos minutos nadie pedía bebidas rojas. Por lo cual pude tranquilizarme un poco. Sin embargo mis piernas aún tiemblan, por lo cual estoy sentado mientras cobro a la gente.

Un hermoso chico de pelo naranja entró al local. Sonreí suavemente al verlo con una remera de mangas cortas negra y unas bermudas celestes. En sus rodillas se ven vendas, protegiendo sus lastimaduras. -Hola Jiminie-. Kook saludó.

-hola Kookie, ¿cómo estás?-.

-mejor-.

-ciao amore-. Saludé. Él me miró con una dulce sonrisa.

-pediré solamente un té, mientras espero que Joonie salga de trabajar-. Le indicó a su mejor amigo.

-¿irán a una cita romántica?-. Picaramente comentó. Reímos avergonzados.

-ojalá-. Jimin sólo dijo, mirándome con un poco de pena.

Luego de media hora ante la ausencia de nuevos clientes me acerqué a la mesa donde Jimin tomaba su té, anotando un par de cosas en una libreta de color café bastante vieja.

-mi amor- me paré a su lado. Elevó su cabeza -¿cómo haremos con tu moto...?, para ir allá y volver con las cajas-.

-no te preocupes, arreglé con Jihyo para que nos pase a buscar en un horario-. Sonrió -usaremos su auto-.

-¡genial!-. Aliviado respiré -por cierto, hoy me escribió Jin, ¿hoy vamos a cenar en su casa?. Se sumarán Hobi y Yoongi-.

-claro, me encantaría-.

Sonriente miré su libretita, echando un ojo. Mi novio rió por el chismerio -re leo textos viejos y anoto mis errores para mejorar-.

-¿puedo leer?-

-claro, te advierto que el que estoy corrigiendo es sobre Jihyo. cuando éramos pareja-.

-da igual, leerte modo hetero me encanta-. Guiñé mi ojo. Riendo tomó del té.

"Eres la primera persona que he amado, eres la única mujer que me ha enredado en tu fragancia femenina. Gracias por hacerme conocer el sabor del enamoramiento y las melodias de nuestros corazones en sintonía. Te amo, nena. Resumiendo mis sentimientos, sólo diré que estoy agradecido de que tú seas mi primer amor".

-es muy básico, debo mejorarlo-. Aclaró.

-que hermosos sentimientos, miele... Jihyo deberá estar orgullosa de lo que logró en ti-. Le entregué la libreta. Jimin sonrió sonrojandose.

por suerte tus mejillas rojas aún son un encanto para mí.

-hablemos del texto luego, ahora ve a trabajar-. Reprochó, pellizcando mi estómago.

-¿hablar del texto?-.

Él no dijo nada más, sólo continuó tomando su merienda. Confundido volví junto a Jungkook; me pregunto porqué adora ser tan misterioso.

19:30 PM.

Al fin salí del trabajo. Él y yo comenzamos a caminar tranquilamente por la calle ventosa. Su cabello vuela como si tuviese vida propia, mientras que el mío se mantiene tranquilo gracias a lo corto que es.

Miré el cielo teñido de sangre. No me da asco el atardecer, solamente me afecta la sangre y las bebidas parecidas a ella. Sin embargo, ya no siento lo mismo que sentía antes a esta hora.

Antes el atardecer rojizo era mi favorito. Pasaba mi día esperando a que llegase la despida de esa estrella solar. Pero ahora esa chispa se apagó.

mis bullys me arrebataron mi momento favorito del día.

Aunque no me gusta el atardecer rojo, justo antes de éste, está el anarajado. Asi que aunque duela, aunque me entristezca seguiré viendo el cielo a esta hora sólo por esos cinco minutos naranjas que me recuerdan a él

lunita, tú alivias mi dolor.

Lastimosamente Jimin no sostiene mi mano. Caminamos hacia el lugar donde quedó con Jihyo. Vamos con calma y raramente en silencio.

-¿qué querias decirme acerca del texto?-. Pregunté.

-ah sí, eso-. Rió por su falta de memoria. -¿cómo te sentiste al leer esos sentimientos?-.

-¿esperas que diga "celoso"?-. Lo codee riendo, mirando su hermoso perfil. Negó suavemente -no sentí nada, me sentí normal... ¿debía sentir algo?-.

-para ser sincero... esperaba que te pongas triste porque no eres mi primer amor-.

-sería absurdo-.

-sí... lo sería- rió mirándome -pero hay algo que quiero decirte-.

-¿y qué es...?-.

-Jihyo aunque fué mi primer amor, ella fue la causante que tú seas el segundo-.

-¿cómo es eso?-. Sorprendido tuve que mirar al frente, cruzando la calle. Un tímido Jimin miró sus pies.

-era un mujeriego un poco misógino, gracias a ella pude saber lo que era amar. Si no lo sabía, posiblemente jamás hubiera descubrido que te amo a ti. Porque si no hubiese sentido esas mariposas al mirarla o ese deseo al tocarla... ¿cómo hubiera entendido que senti eso hacía ti?-.

-miele...- quise hablar, pero me interrumpió.

-los sentimientos que sentí hacia ella luego fueron por ti, y hasta más fuertes. Y gracias a saber lo que es amar, no me confundí, y acepté mi amor por ti muy rápido. Estoy agradecido con Jihyo por todo lo que me dió, porque nuestro noviazgo no hubiese pasado sin ella-.

Nos detuvimos en una solitaria parada de buses. Sentados en el banquito nos miramos. El pelinaranja más hermoso que el atardecer que nos rodea estaba muy rojo; pero me dió calidez.

-sin Seokjin... yo hubiese sido un mal novio contigo- admiti. -gracias a mi ex maduré, entendí que no debo ser celoso, entendí muchísimas cosas por equivocarme tanto. Me aterra la idea de haber cometido esos errores contigo. ¿Y si te gritaba, poseía y hacia infeliz...?-.

-sin Jin no hubieses madurado- comprendió.

-con esto me doy cuenta que no me interesa si no soy tu primer amor, no me importa que hayas tenido relaciones con muchísimas chicas... porque todo eso te llevó a mí-.

-tus dos ex's, Thien y ese beso con Taehyung también te llevó a mí-. Murmuró tomando mi mejilla. Sus ojitos brillosos miraron mis labios -no importa con cuantos te hayas besado.... esos besos te enseñaron a besarme-.

-no importa cuánto amaste a Jihyo, eso te enseñó a amarme-.

-ti amo, Joonie...-. Me miró a los ojos. Me sorprendí al verlos llorosos. -y te juro que yo... yo no me arrepiento de haberme alejado de papá para poder ser feliz contigo. Porque eres lo mejor que me pasó, eres... cursimente, el amor de mi vida-.

-y tú el mío-. Recosté mi frente con la tuya -y si algún día dejamos de amarnos de esta forma... seamos amigos-.

-si algún día rompemos, sigamos juntos-.

-es una promesa....- murmuré -este amor puede tomar muchas formas, agrandarse, minimizarse o cambiar. Pero jamás se desvanecerá-.

-es una promesa-.

Lo besé, haciendo un pacto con nuestros labios.

hasta serías el mejor ex, amore... por eso te amo.


Jimin:

nos amaremos toda nuestra vida, aunque nuestro amor mute cada día... seguirá siendo amor. Gracias a ti no le temo a nuestro futuro.

pero hoy, Kim Namjoon, hoy te amo como el amor de mi vida.

Sostengo sus mejillas mientras nuestros labios son acariciados por los ajenos. Él agarra mi nuca, atajandome con sumo amor.

Una bocina nos aterrizó en la tierra. Ansiosos miramos al frente, donde el auto de Jihyo se detuvo. La rubia bajó la ventanilla. -¡vayan a un motel!-.

Reímos levantandonos. Namjoon se subió en la parte trasera. Yo me senté junto a Jihyo dandole un beso en la mejilla -hola nena-.

-¿interrumpo?-. Siguió conduciendo. Reí negando.

-tranquila, gracias por ayudarnos-. Namjoon se acercó recostando su mentón en mi asiento -¿qué tal estás?-. Miró su atuendo, notando el hermoso vestido que usaba -muy elegante eh-.

-estoy bien, porque luego de ayudarlos iré a una cita-. Mencionó.

-¡que lindo!-. Cariñosamente agarré sus medias red, jugando con ellas -¡estás hermosa!-.

-¡demasiado hermosa!-. Nam repitió. La mayor sonrojada nos golpeó.

-¡bastaaa!, me pongo tímida-.

Reímos, sin embargo al recordar a donde nos dirigimos mi sonrisa se desvaneció. -entraré a la casa con Nam, tú quedate en el auto esperándonos-. indiqué.

-todo estará bien, ¿si?. Sólo entra, agarra tus cosas y chau-. La mujer me hizo un cariñito en el hombro. Cabizbajo asentí.

-todo saldrá bien, amore-. Mi novio habló con dulzura -te acompaño para protegerte-.

creo que el único que puede protegerme de mi padre, es mi propio padre.

Llegamos a la casa. Jihyo estacionó enfrente -abriré el baúl-. Salió del auto para ir preparando el espacio. Nervioso miré aquel lugar donde era mi hogar.

-es la última vez que debes venir aquí, sacas lo que te falta y nunca más volverás-.

-supongo que es eso lo que me duele-. Susurré saliendo. Namjoon me siguió.

-¡los espero aquí!-. La rubia avisó, recostada contra el coche. Asentimos.

Cruzamos la calle, parandonos frente a la puerta. -¿puedes tomar mi mano?-. Cuestioné mirandolo. El alto entrelazó sus dedos con los míos, dándome apoyo. Toqué el timbre, sabiendo que Jun suele estar a esta hora en casa.

Mi padre, luciendo ropa deportiva y sudado nos abrió, habremos interrumpido su rutina de ejercicio. Namjoon hizo una reverencia ante su profesor, yo me quede quieto. Sus ojos miraron nuestras manos entrelazadas, pero no le dió importancia.

-hola Jimin- me saludó con una temblorosa sonrisa. Miró al de lentes -hola Namjoon-.

-buenas tardes, venimos a buscar cosas de Jimin-.

-pasen-. Se hizo a un lado. Entramos -Jimin, ya sabes donde hay cajas-. Me miró. Sin querer hablarle asentí -los dejo, si me necesitan estaré en el patio-. Se fué, siendo consciente que no lo quiero ni ver.

-vamos-. Con gentileza me jaló, caminando hacia las escaleras. Subimos. Al estar encerrados en mi pieza pude respirar con tranquilidad. -¿te encuentras bien?-.

-realmente no-. admití -verlo me causa muchos conflictos-. Me senté en la cama. Namjoon se arrodilló adelante mío, tomando mis dos manos. -él me duele-.

-aún lo amas, aunque estés enojado... no puedes ignorar que esta situación te afecta, Jimin-. Preocupado habló
-¿por qué no intentas terminar las cosas con él en buena forma?-.

-si me acerco sin ser indiferente o agresivo sé que me rendiré, le diré que no quiero alejarme como con mamá... le diré que me quedaré y empezaremos de cero. Pero no quiero eso-. Estuve a punto de llorar -quiero superar toda esta mierda-.

-y lo harás... ahora recojamos tus cosas y nos vamos-.

Luego de unos minutos ya habiamos llenado dos cajas con mis cosas. Ahora estamos guardando lo restante. Estar aquí me deprime bastante, y al deprimirme me agarró sueño, por lo cual Nam me hace el favor de apurarse más que yo.

-¿falta algo más?-. Preguntó guardando un par de libros.

-mis consoladores, pero él los tiró a la basura-.

-entonces ya estamos por terminar-. Tosió incomodamente.

-sí... papá ya me guardó la mayoría de las cosas. De hecho en las maletas que me armó me dejó mi libreta, la marrón de hoy-. Expliqué -es bastante vieja, la tengo desde los diez pero sólo escribo cosas importantes ahi-.

-que lindo-. Sonrió mirandome. Asentí un poco más animado.

-aunque es un poco raro, me falta un texto, la última hoja de la libreta está arrancada-. Comenté guardando un par de calcetines. Namjoon frunció su ceño.

-¿arrancada dices?-. Asentí.

-capaz yo la arranqué antes, no lo sé-

-¿recuerdas lo que decía?-.

Lo pensé un poco, pero terminé negando -de seguro hablaba sobre cuando Jungkook se alejó de nosotros-.

-okay....-. Pensativo el alto cerró la caja con cintas, para que no se abra. -¿nos vamos?-.

-sí... vamos-.

Namjoon agarró dos cajas, yo solamente una. Bajamos las escaleras. Mi padre cerró el blindex que da al patio. Nos miró con incomodidad.

-¿ya terminaron?-.

-sí señor, ¿nos puede abrir?- Namjoon pidió.

Jun me miró a los ojos con extrema tristeza. Colocó la llave en la cerradura, pero antes de abrirnos nos miró. -¿mañana irán a la manifestación que armó Taehyung?-.

-¿por qué te interesa?-. De mala gana pregunté.

-sólo quiero saber, hijo. Una manifestación así causará mucho revuelto. Por favor cuidense, ¿okay?-.

-nos cuidaremos-. Namjoon afirmó -y yo cuidaré a Jimin-.

-sí, seguro que lo harás-. Tosió abriendo la puerta -tengan una linda noche, adiós-.

Sin saludarlo salí. Cuando Jun cerró la puerta a mis espaldas, sentí como una lágrima se derramó. Namjoon me miró, sonriendo suavemente.

-¿quieres ir a la casa de Cong?. De seguro Woon está esperandote-.

Bajo mi llanto sonreí -sí... vamos a mi nuevo hogar-.

19:50 PM.

Llegamos a la casa Jeon, donde Jungkook, Lisa y Woon estaban en la sala, viendo entre los tres una película a oscuras. -¡Hola chicos!-. Mi mejor amigo nos saludó -¿quieren unirse?, recién comenzamos la peli-.

-es de terror porque a Woon le gusta la sangre y la agonía-. Lisa aseguró.

-¡oyeee!, ¡eso me hace sonar como un sádico!-. El pelinegro golpeó debilmente el brazo de su novia.

-debo prepararme, iremos a cenar con Jin y Sunhee-. Expliqué.

-está bien. Nam, si quieres cambiarte puedes usar mi ropa, sin drama-. Jungkook le avisó.

-gracias Jeon- comenzamos a caminar hacia las escaleras -¡disfruten la peli!-.

-¡gracias!-. Dijeron los tres al mismo tiempo.

Mágicamente esta casa llena de caos y pesadumbre me llena de sonrisas y calidez.

No importa cuánta tragedia haya bajo este techo. El amor familiar nunca se camuflará en las sombras.

Llegamos a mi nueva pieza. Namjoon miró a su alrededor, dejando las cajas a un costado. -Aún falta decorarla- afirmó -hay una estantería, ¿quieres que te ayude con los libros?-.

-no te preocupes, yo me ocuparé-. Despreocupé abriendo mi pequeño closet -¿me visto normal o un poco formal?-.

-es la casa de Jin y Sunhee, ve hasta disfrazado de mariposa, ellos te amarán de todas formas-. Se sentó en la silla del escritorio aún vacio. Sonreí suavemente.
-usa tus jeans negros, esa remera transparente y tu saco. Te verás super sexy-.

-hey... ¿qué quieres decir con eso?-. Avergonzado lo miré -¿usar mi remera negra transparente en la casa de tus amigos?-.

-asi presumo lo sexy que es mi novio, así presumo que eres el más guapo del lugar-.

-Jin hyung es una obra maestra, Yoongi y Hoseok derriten a cualquiera, ¡¿y viste el cuerpo de Sunhee?!. Todos son hermosos-.

-eso no te lo niego... pero un poquito más tú-. Insistió.

-deja de hablar y ve a buscar ropa de Kookie para ponerte algo que no esté sudado, puerco. Yo iré a bañarme-. Salí de la habitación, escuchando como se reía por mi mini pánico.

Ya que me da vergüenza bañarme en el baño del pasillo entré a la pieza de Kook, así usar su ducha. A mi espalda entró Namjoon, revolviendo su ropero.

Entré al baño, riendo al ver la ropa que elegí; lo que Nam me dijo. ¡Espero que sea feliz y deje de quejarse!.

Abrí la ducha, poniéndolo en temperatura tibia. Me desnudé y entré, cerrando la cortina para sentirme más en privacidad.

Mi cuerpo entero se roció con el agua. Mientras me coloco el shampoo miré la cortina color beige. La figura de un hombre estaba allí atrás, haciendo movimientos indicando que se desnudaba.

-Nam, estamos en una casa ajena. No seas tan sucio-.

Abrió la cortina. Chillé del susto, tapándome inconscientemente mi zona intima. Namjoon, completamente desnudo me sonrió.

-elegiste lo que te pedí-. Miró la ropa que descansaba en un costado. Sonrojado miré el suelo, asintiendo.

-si te gusta como se me ve esa ropa pues la usaré, pero agarré una camisilla para usar debajo. Tan descarado no seré-.

-¿me puedo unir al baño?-.

Mordi mi labio, mirando hacia la puerta. -cierrala con llave-.

-ya lo hice-.

-bien...-.

Se metió, mojandose al instante. -está un poco fría, deja que le subo la temperatura-. Murmuró acercándo su cuerpo a mí y su mano a la canilla. Abrió el agua caliente, generando de a poco vapor. Sonrió al notarme nervioso.

-no uses mucho los productos de Kookie- pedí -sus acondicionadores y shampoos son muy caros porque son para que se le deje de caer el pelo. Ya sabes, su estrés-.

-¿piensas que me meti para bañarme?-.

-se supone que sí-. Coloqué mis manos sobre sus pectorales, empujandolo para atrás. -¿o qué intentas?-.

-coger-.

-uff, ¿bajo el agua?, ¡¿no aprendiste nada de los vídeos de Taehyung?!-. Me quejé -el agua sólo seca nuestras partes intimas y me lastimarás. Además, nos resbalamos y nos matamos. ¡Imaginate que los padres de Kook vean dos cadáveres en la ducha llenos de sangre y con tu pervertido pene dentro mío!. ¡REVIVO PARA VOLVER A MORIR DE LA VERGÜENZA!-.

-¿tú no aprendiste de Tae?. Coger no siempre es penetración-. Me acorraló contra la mojada pared. Mordí mi mejilla al ver su hermoso rostro cerca del mío. Besó mi cuello, provocando escalofríos.

-¿y qué harás...?-.

-mejor dicho, que harás tú-. Con su boca atrapó mi pezón. Gemí, retorciendome -luego de tu lindo texto enamorado de una mujer, pensé... ¿y si le recuerdo por qué me elegiste a mí?-

Sonreí suavemente mirando su miembro erecto -por eso-.

-pruébalo-. Su pulgar acarició mis labios, sonriendome con lujuria. Mi corazón latió aceleradamente -ahora-.

-sí, presidente-. Me arrodillé enfrente, teniendo su miembro justo en mi rostro. Miré hacia arriba, paralizandome con su rostro serio. Se ve tan alto y dominante. Su cuerpo fornido empapado me recordó porqué también me van los hombres.

Su palpitante y sobre todo caliente miembro llenó mi boca. Al principio me daba arcadas y dolor, pero gracias a los consejos de nuestro amigo pude metermelo entero. Respirar profundamente ayuda mucho, y lubricar su pene con mi saliva para que su falo se deslice con facilidad.

Namjoon gime bajamente, agarrando mi cabello, embistiendome la boca, jadeando gustosamente mi nombre. Mientras que yo se la chupo, me masturbo a mí mismo, gimiendo a la par de él.

Cuando se vino, y yo me vine, nuestros mojados y tibios cuerpos se abrazaron fuertemente bajo la ducha, besandonos.

-ya quiero que sea mañana-. Murmuró, y sin dudarlo asentí.

-ya quiero sentirme aceptado-.


Woon:

20:00 PM.

-¡adiós!-. Jimin y Namjoon nos saludaron, abriendo la puerta principal. Acostado sobre Lisa, con la televisión reproduciendo la película de terror los miré, saludando con mi mano.

-¡chau chicos!-. Jungkook animadamente los despidió.

En el momento que la pareja iba a salir, entraron mis padres. Ellos se despidieron de los muchachos, cerrando la puerta cuando se fueron.

-llegaron más temprano de lo planeado-. Comenté. Kook pausó la película. Lisa con sus uñas me hace masajitos en la cabeza.

-vinimos a bañarnos y cambiarnos, vamos a ir a una cena-. Cong prendió las luces de la sala. Me quejé sintiendo ese foco de la luz molestar mis cansados ojos.

-¿de trabajo?-. Mi hermano cuestionó.

-más bien es amistosa-. Kyeon sonrió -el socio de Cong invitó a toda la familia a su casa para cenar-.

-¿él ya sabe que ustedes son pareja?-. Fruncí mi ceño.

-se enteró y lo tomó a bien, y quiere conocer a mis hijastros... aunque claro, no los llevaremos. Tú querrás quedarte en casa-. Cong se acercó a mí, despeinando mi cabello.

-pero puede ir Kook-.

-¿y dejarte solo?-. Mi padre biológico negó -Jungkook se quedará a cuidarte-.

-yo me quedaría a hacerte compañía pero Felix está en camino-. Mi novia comentó apenada. Suspiré pesadamente.

-entiendo que no quieran dejarme solo, pero lo lograré. Deberían llevar a Jungkook a la cena, salir un poco....-.

-Woonhi, no puedes, ¿y si te da un ataque?-. Mi hermano acarició mi tobillo, negando -Jimin no está en casa para hacerte compañía-.

-hasta que Nam y Jiminie vuelvan... puedo pedirle a Beomgyu que venga-.

Los cuatro se quedaron en un silencio incómodo. Lisa suspiró, Jungkook negó en desacuerdo pero por fortuna mis padres sonrieron.

-si así lo quieres está bien, hijo. Pero si hay complicaciones nos dices-. Kyeon pidió -saldremos de casa en una hora, asi que ya ve hablando con tu amigo para que venga-.

-lo haré-.

-iré a arreglarme-. Jungkook se levantó del sofá y subió las escaleras. Mis padres lo siguieron, dejándome solo con Lisa.

-lamento no poder quedarme a hacerte compañía-. Se disculpó abrazandome, sonreí suavemente -pero debo ir para cenar o papá me reprochará-.

-no te preocupes, Lali, estaré bien-.

-sé que lo estarás... sé que si está tu amigo serás feliz-. Murmuró, robandome un beso en la mejilla -pero más a la noche si que vengan Jimin y Nam a la casa. Con ellos estarás más seguro-.

-le pediré a Jiminie que vengan más temprano, no te preocupes-. Voltee mi cabeza, dándole un beso en los labios -¿mañana irás a esa manifestación?-. Asintió -¿y qué cartel usarás?-.

-"soy mujer". Muchas sufrimos sólo por nuestro sexo-.

-suena bien-. Afirmé.

Agarré mi celular, escribiendole a mi amigo.


¿estás ocupado?

Beomgyu

no ✨

¿quieres venir a casa?, hacerme compañia

Beomgyu

... está bien

estaré allí en una hora, gracias por invitarme

te espero

-si te da un ataque o algo llama a alguien para que te ayude, ¿de acuerdo?-. Preocupada pidió.

-de acuerdo-.

Diez minutos más tarde la rubia tuvo que irse. Al notar que tengo cinco porciento de bateria comencé a buscar mi cargador, sin embargo no lo encuentro por ningún lado. Maldito Jungkook, seguro lo agarró él.

Fuí hasta la habitación de mi hermano un poco molesto; le dije mil veces que no agarre mis cosas sin avisar. Lo mataré.

Sin tocar la puerta, listo para entrar gritando la abrí. Me paralice de la sorpresa al encontrarlo en su cama, desnudo tapado por una fina sábana. Sus piernas abiertas mientras su cuerpo entero vibra y muerde la almohada para no gemir.

Jungkook asustado al ser atrapado me miró -¡CIERRA LA PUERTA!-.

-¡CIERRALA CON LLAVE IDIOTA!-. Me quejé cerrandola. Suspiré frustrado; que asquerosa imagen. Pegué mi frente contra la puerta. -¡¿POR QUÉ ESTÁS HACIENDO ESAS COSAS EN VEZ DE PREPARARTE?!-.

no vomites, Woon, no es un gay asqueroso, es tu hermano, es tu jodido hermano, no vomites.

-¡AGUARDA!-. Su frustrada voz me gritó. Segundos después abrió la puerta, tapando su zona intima con la sábana. -¡debes tocar la puerta!, que maleducado-. Bufó. Su rostro está sonrojado y torso sudado.

no colapses, ignora lo que viste. No viste a tu hermano siendo gay, no lo viste... ignoralo... no pasó.

-lamento eso, pero Jungkook, ¡¿crees que es el momento?!... joder-.

-no lo entenderías, Woonhi-. Agotado se recostó contra el marco de la puerta sin percatar que me dieron nauseas -tú no estas sexualmente frustrado...-.

no me hables de tu sexualidad, no quiero tenerte asco.

-sólo digo que... que saldrán de casa en una hora, no imaginé que tu "prepararte" sería esto-. Incómodo rasqué mi nuca, desviando mi mirada de él.

-lamento si tuviste que verme de esa forma... no creo que sea agradable para ti-. Tosió -pero es tu culpa por maleducado-.

-sí... lo sé-.

-¿a qué venías?-.

-mi cargador, damelo-.

-aah... eso, ¿no puedes usar el de papá?, lo voy a usar pare recargar mi... mi juguete cuando lo termine de usar-.

Kookie... ¿no notas que tu sexualidad me da náuseas?

perdón.

-eres un puerco- traté de bromear, intentando no tener arcadas.

-demuestra respeto a tu hermano mayor-. Molesto me empujó.

-le pediré a papá, pero es la última vez que te lo presto-.

-gracias-.

Sin más me fuí, mordiendome la lengua para no hacer ningún comentario homófobo.

me cuesta vivir rodeados de gays.

20:50 PM.

Los tres bajaron las escaleras. Cong utiliza como siempre un traje, mientras que Kyeon unos jeans azules y por dentro una camisa blanca. Jungkook por su lado unos jeans negros, remera blanca y una chaqueta de cuero. Se acercó a mí, sentándose en el sofá esperando a irse. Me reí en su cara cuando hizo una mueca al sentarse.

-¿te burlas de mi?-. Se quejó.

-lo hago, me da risa que te pongas da chaqueta super "masculino" luego de que te vi usando un vibrador-.

-¡callate que ellos te escucharán!-. Avergonzado pidió.

-Kook... nuestros padres son hombres homosexuales... ¿crees que te juzgarán por eso?-

-no es eso Woon... sólo que...- tapó su cara, respirando pesadamente -esto no se lo conté a nadie, ni siquiera a Jimin. Asi que... ¿puedes guardar el secreto?-. Asentí -el otro dia mi besé con un amigo... la cosa es... ese beso me... ya sabes-.

que asco.

-uuh...-. Incómodo aparté mi mirada de él, sin poder verlo a la cara -¿es por qué hace mucho no tienes algo de ese modo?-.

-el juguete que usé... es la primera vez que lo uso, lo tengo desde hace rato pero con todos los problemas que me pasaron me descuide en ese aspecto y cada dia... siento una explosión dentro mio-.

cállate.

Me sentí mal por pensar tan feo respecto a su sexualidad, asi que me esforce en verme bien, y no hacerlo sentir mal.

-¿una explosión?-. Confundido repití. Timidamente me miró a los ojos, asintiendo.

-mi sexualidad... quiere explotar, ¿entiendes?. Comienzo a desesperarme un poco. Deseo hacerlo, deseo calmar mi calentura-.

de verdad voy a vomitar si no te callas.

-sólo te pido que no lo hagas con un desconocido, ¿de acuerdo?- preocupado tomé sus manos -los hombres son muy crueles, ve con el correcto-.

-tranquilo... no lo haré con nadie, no tengo a nadie y no pienso meterme con cualquiera- sonrió suavemente -me voy a cuidar-.

-sé que no todos los gays son brutos pervertidos... pero... yo...-.

-ya sé, Woonhi. Se que tienes malas experencias con hombres con mi sexualidad. Quieres protegerme, lo entiendo-.

-que la calentura no te haga hacer idioteses, ¿de acuerdo?-.

-tranquilo, le pediré a Yoongi que me recomiende toda clase de juguetes- bromeando me codeó.

-que puerco-.

-seré puerco pero jamás imprudente, lo prometo-. Me mostró su dedo meñique. Aliviado lo entrelacé conmigo.

-me alegro, Kookie-.

21:05 PM.

Hace cinco minutos ellos se fueron, y hace tres él llegó.

-Kook nos pidió delivery para cenar, espero que te guste la pizza-. Le entregué un vaso de agua. Los dos estamos en el gran comedor. Esta sección de la casa está justo detrás de la cocina. En esta mesa entran alrededor de once personas. Las paredes blancas con cuadros hermosos y el blindetx con la vista a la piscina.

-me encanta la pizza-.

-gracias por venir a hacerme compañía... aunque estemos algo peleados-.

-¿todo bien con Lisa?-. Preguntó -¿dónde está ella?-.

-en su casa... se fue hace un rato- expliqué.

-¿se fué por que yo venía?-. Negué -oh... es que parece que ella me tiene celos-.

-y tú le tienes celos a ella-. Aseguré. El castaño rió suavemente, asintiendo.

-tienes a dos personas detrás de ti, seguro te sientes halagado-.

-me hace feliz tenerte, Beomgyu...- aseguré.

-¿qué te pasó, Woon?-. Dejó el vaso, mirándome fijamente, escalofriantemente fulgarante -¿por qué eres tan meloso?, tú no eres así. Siempre estás de mal humor, odiando a todo el mundo con ganas de huir-.

-eso era antes... supongo que poco a poco mejoro-.

-¿por qué conmigo?, quiero decir... ¿por qué no me odias?. En el colegio te decía de todo el año pasado-. Aunque se vea arrepentido, él no borró su mueca feliz.

-parece que cambiaste, cuando me hacías bullying eras agresivo, grosero e irritante-.

-irritante-. Repitió, sonriendo con nostalgia -sí lo era...-.

-¿puedo preguntarte algo...?-.

-¡claro!-. Volvió a tomar agua. Extrañamente por unos segundos fué a otra realidad. Aquella palabra "irritante" sí lo hizo feliz.

-¿por qué no visitas a Taehyun?. Seguramente si le hablas volverá del shock-.

-si la nana de Tae me ve... posiblemente ella me trate mal. No quiero lidear con eso. No otra vez-.

-¿otra vez?, ¿ustedes ya tuvieron una discusión?-.

-¿por qué preguntas tantas cosas?-. Cuestionó, mirandome dulcemente -¿a qué quieres llegar?-.

-quiero comprenderte, quiero ayudarte-.

-no quiero hablar del pasado, mejor hablemos del presente-.

-¿este presente?- frunci mi ceño -¿por qué querrías hablar de las desgracias actuales en vez del pasado?-.

-es más fácil convivir con la tristeza actual, que ver hacia atrás y extrañar tu felicidad, ¿no crees?-. Rió -pero por suerte yo siempre soy feliz-.

Frustrado me recosté contra el respaldo de la silla. Beomgyu es un misterio que me confunde cada día.

-¿eres feliz?-.

-siempre sonrío aunque sea un mal día-.

-entonces mientras más ries más lloras-.

Beomgyu por un instante borró su sonrisa. Por un segundo en sus ojos se mostró enojo. -¿te gusta fijarte en todo, uh?-. Cuestionó. Intentó no sonar de mal humor, pero noté la pizca de irritación hacia mí.

-¿te molesta que quiera entenderte?-.

-lo que me enamoró de ti es que ves más que otra persona, pero es un poco molesto, ¿sabes?-. Sonrió suavemente -sólo rindete, estoy bien-.

-me molesta que seas tan falso-.

-no es mi intención, lo lamento-. Pidió disculpas dulcemente. Entrecerré mis ojos -vamos Woon, ¡parecemos dos víboras tirandose veneno!-.

-¿y si somos dos víboras y por eso me quieres?-.

-¿de qué hablas?-. Frunció su ceño en una sonrisa.

-¿por qué un chico tan feliz y amoroso como tú se fijaría en alguien tan apago y malhumorado como yo?-.

Beomgyu suspiró pesadamente -los chicos de corazón puro se pueden enamorar de la más fea víbora-.

presiento que ahora mismo no hablas de tú y yo.

-lamento interrogarte, Beomgyu... sólo que me siento confundido respecto a todo-.

-está bien-.

-¿volviste con él?-. Pregunté. El castaño negó -¿volverás?-.

-claro que sí-.

-¿por qué?-.

No contestó.

-Beomgyu...-.

-usaré el baño- se levantó -ahora vengo-. Huyo de mí.

ayúdame a entenderte...

Luego de un rato volvió. Extrañamente mucho más feliz y falso que antes. Se sentó nuevamente, sonriente. -¡te ves muy bonito!-.

-gracias...-.

-¡dejemos de hablar de cosas feas!, hablemos de tu rostro, ¿qué dices?-.

-o hablemos de ti, que también eres lindo-. Intenté seguir profundizando en su vida. Negó.

-me encantas... ese Don tuyo propio de un genio es extravagante, ¿sabes?. Me enamora que quieras conocer tanto de mí. ¡Pero no te pases!, vamos de a poco-.

esa fue una advertencia tan rara.

-¿Don mío?-. Repetí.

-el Don de insistir, de preocuparte, ¡tan bonito!-.

-le puse la denuncia a Taemin-. Le dije. Al volver a ese tema, rió suavemente.

-okay-.

-¿quieres unirte y ponerle una?, o reforzar la mía. Asi no vuelves allí-.

-Woon...-.

¿y si lo hago explotar, para que salga su verdadera personalidad?.

-¡ayudame con este tema!-.

-¡suerte!-. Sonrió -¡pero no te ayudaré!-.

-déjame evitar que te sigan pasando tragedias-.

-¡que tierno eres al enojarte!-.

-¡AYUDAME BEOMGYU, TE NECESITO!-.

-¡eres tan romántico!-.

-¡¿POR QUÉ ERES TAN FALSO?!-.

-¡eres tan bonito!-.

-EXPLOTA DE UNA PUTA VEZ-.

-¡explotaré de amor!-.

no creo tu puta actuación... tan sólo quiero que sea mi amigo, que sea él mismo.

-¡ACABARÁS COMO TAEHYUN SI NO SALES A TIEMPO!-.

Beomgyu se quedó quieto, mirándome fijamente, sonriendo temblorasamente.

-pues capaz sea lo mejor, todos me quieren muerto-.

-yo te quiero vivo... Beomgyu, eres mi amigo-.

-también te quiero-.

-¿por qué no me ayudas a entenderte?, ¡¿por qué permites que la nana Sung te trate mal?!, ¡¿por qué me llevaste con Taemin?!, ¡¿por qué no me explicas cosas de Taehyun?!, ¡¿por qué no me ayudas a ayudarte?!-.

Se levantó, caminando hasta a mí. Tomó mi mejilla, sonriendome de cerca viendo como comencé a llorar. Beomgyu besó mi frente.

-ni siquiera yo puedo comprender lo que sucede por mi mente-.

Lo miré a los ojos, abrazandolo con fuerza, llorando del dolor por su dolor. Me atajó, sobando mi espalda.

si tan sólo podría meterme en tu pasado....


Choi Beomgyu:

dos años atrás.

Desde que nací viví en las sombras de la pobreza innecesaria. Mis padres sin esfuerzo en trabajar, y mi frustrado hermano mayor estancado en su cuarto. Mi vida se reduce a robos, a silencios, a gritos, drogas y disparos.

Si no soy un ladrón mis padres me echarían de nuestra vieja casa. Si no robo esas monedas mojadas conocedoras de los deseos ajenos no podría estar de pie.

¿tú que habrás deseado, chico girasol?.

Son las cuatro cincuenta de la tarde. Los dos caminamos en su barrio. El chico sin cabello pero portador de vinchas patéticas de flores me comenta sobre cosas que no me importan. Hace dos semanas nos conocemos, y cada día se vuelve más molesto; aunque no me desagrada.

Bufé enojado cuando las personas de la vereda me ven con burla. Taehyun me obligó a usar su vincha de orejas de perrito. Me veo tan idiota como él.

-¿por qué me castigas de esa forma?-. Enojado dejé de caminar. El flacucho muchacho me miró, sonriendome mientras esas flores violetas decoran su rostro.

-te ves muy lindo con esas orejitas-.

-eres un ridículo traga pollas-.

-hey... no lo digas de esa forma...- asustado se acercó a mí -y no soy eso...-.

-Taehyun...-.

-¡te dije que me llames por el apodo que quiero que me digas!-.

-¡no lo diré!-.

-vaaaaamos, gruñón-.

-¡no te diré "florcita"!, ¡¿puedes entender que es patético?!-. Pedí -si alguien me escucha llamarte asi lo sacarán de contexto y...-.

-¿y...?-.

-nos golpearan, Tae. No eres común, eres raro para los demás, ¿lo entiendes?-.

Taehyun, bajo la lluvia de hojas comunes del otoño me miró con tristeza. Tomó mis manos, haciendo un puchero.

eres tan blandito, Taehyun... que quiero protegerte de todo lo que te espera.

Alguien como tú no es bienvenido a este mundo. Es triste e injusto.

-no me gustan los niños, Beomgyu, sólo... estoy enamarado de ti. ¿Tú estas enamorado de mí?-.

-Tae...-.

Riendo me jaló comenzando a correr. Bufé siguiendolo. Es un niño inocente, cubierto en colores fulgarantes y risas hermosas.

él sufre de una forma única...

Sé que es infeliz. Sé que odia vivir en su casa y es consciente de su sexualidad pero no lo quiere admitir. Pero aún así, algo dentro mío ama que confronte su tristeza con tanto positivismo sincero.

a veces, niño girasol, quisiera reir junto a ti.

Pero soy triste, y siempre confrontaré mi miserable vida de la forma malhumorada, porque así soy. Y me gusta que él lo entienda.

Llegó hasta su casa, dejandome entrar y tirándose en el césped de su entrada. Riendo alzó sus brazos, queriendo que esté junto a él. -El abuelo trabaja-.

Frustrado me acosté a su lado. Felizmente se subió arriba mío, sentado sobre mi estómago. Miré su rostro, suspirando al ver su piel brillante a causa del sol. Taehyun huele a flores, y su piel debe ser tan suave como los pétalos.

-¿estás enamorado de mí?-. Repitió. Quise negar, pero para no dañarlo me quedé en silencio.

-podemos ser esposos secretos-. Murmuré, buscando alguna forma de no romperle el corazón. Sus ojos brillaron.

-¡¿nos podemos besar?!-.

-en las mejillas sí-.

-¡me gusta ese trato!-. Besó mi mejilla. Tragué saliva, sintiendo dolor.

no quiero que jamás sufras, mejor amigo.

-¡te quiero!-. Afirmó.

-lo sé, Tae... lo sé-.

-¡prometo siempre llenarte de besitos en las mejillas y obligarte a usar vinchas!-.

-prometo siempre proteger tu estúpida e inservible existencia-.

-¡que romántico eres, esposo!-. Iba a besarme en los labios, pero lo impedi atajando su cara. Sonrojado tragó saliva.

-eres mi amigo-. Aseguré -y también te quiero-.

-amigo- contento repitió -eso me hace muy feliz-.

-¡Taehyun!-. Su abuela abrió la puerta de la casa, encontrándonos.

-¡abuelaaaaaaa!- se levantó de arriba mío y fue a abrazarla. Me senté, mirandolos -¡él es Beomgyu, mi mejor amigo!-.

-oh... que alivio- rió ante la palabra "amigo".

-hola señora-. Me levanté haciendo una reverencia.

-¿quieres pasar a merendar?-.

Muero de hambre.

-¡claro que quiere!-. Taehyun tomó mi muñeca jalandome adentro de la casa. Es acojedora de sólo un piso.

-les haré chocolatada-. La mujer tiernamente me recibió a su casa, yendo para la cocina.

-¿tu abuela es homofoba?-. Cuestione preocupado por él.

-no me importa, yo no soy gay-. Entrelazó sus dedos con los míos, caminando hacia una puerta blanca.

-¿me llevas a tu cuarto?-. Pregunté, aliviado cuando negó; este chico adora sentarse en mis piernas y estómago; es capaz de cualquier cosa en la intimidad.

-es un lugar especial, ven-. Abrió la puerta, cerrandola al pasar.

Me quedé impresionado al estar en una habitación casi vacia. Las paredes marrón claro con unas cuantas estanterías vacías. El ambiente es cálido, solitario y hasta parece viejo, pues el polvo de cada rincón nos hacia estornudar.

En el medio del lugar había un hermoso piano negro, muy viejo y un asiento a su conjunto. El de vinchita floreada corrió hasta el piano, sentandose.

-¡ven esposo!-. Palmeó a su lado.

-voy, acelerado de mierda- insulté sentándome a su lado. Riendo abrió el piano revelando las teclas polvorientas. Las acaricié con mis dedos. -¿por qué tienes esto en la casa?-.

-mi abuela tocaba el piano, ya no lo hace porque al abuelo no le gusta el ruido de la música-. Explicó, sonriente mientras acaricia las teclas junto a mi, cada tanto tocando mis dedos, necesitando contacto con mi cuerpo. Él parece un niño, pero su cuerpo es más hormonal que cualquier otro.

lamento que estés enamorado de alguien como yo.

-quería saber si... querias tocar conmigo-. Me miró a los ojos. Fruncí mi ceño. -Aprendemos a tocar algunas canciones con tutoriales de youtube, ¡¿qué dices?!-.

-digo que es una idiotez-.

-lo tomaré como un sí-. Agarró mis manos, apretando con mis dedos las teclas al azar, provocando sonidos desorganizados.

Permití que toque con mis manos, sabiendo que busca una excusa para tocarme. Apenado miré su perfil, queriendo llorar al ver su hermosa felicidad. Incluso aunque le esté faltando el respeto a la música con tan terrible percusión, él ríe.

-no está mal ser raro- le hablé. Taehyun continuó tocando.

-te dije que no soy gay, el abuelo me mataría-.

-no porque seas o no seas gay, Tae. Eres raro en general, sufrirás mucho por eso. Pero yo te voy a cuidar, ¿okay?-.

-no tienes que cuidarme-. Recostó su cabeza en mi hombro -yo te cuidare a ti-.

Soltó mis manos, comenzando a tocar con las suyas. Sonreí suavemente y toque con él la melodía más terrible que alguien pudo haber tocado; pero es divertido.

-¿tocaremos juntos por siempre?-. Preguntó.

-si a esto lo llamas tocar-. Bromee.

-¿tú tocarias a un chico, Beomgyu?-.

-si te sirve de consuelo... me da igual, chicas o chicos, está bien por mí-.

-tienes un lindo corazón- Tocó mi pecho, relamiendo sus labio metiendo sus dedos entre el medio de mis botones, queriendo sentir mi piel. Suspiré pesadamente.

-pon tus manos en el piano y toquemos hasta que anochezca-.

Taehyun me soltó, haciendome caso. Reí ligeramente.

Desde hoy todos los días a las cinco de la tarde tocaremos juntos.

Jungkook:

21:15 PM.

-Jungkook, lleva el vino-. Kyeon me ordenó apenas estacionaron en el barrio privado donde el socio de mi padre vive. Sosteniendo la botella de vino salí del auto. Tragando saliva de la impresión miré la casa moderna de tres pisos. La forma es rectangular, con grandes ventanas que permiten ver dentro, pero las cortinas grises otorgaban privacidad.

-¿no que el hombre vino hace poco a Corea?-. Miré a mi padrastro, cruzando la calle.

-pues sí, hijo, pero tiene suficiente dinero para conseguir estas casas-. Cong explicó rápidamente.

debí quedarme en casa con Woon, no me siento bien.

Siento dolor en mi estómago, aún me duelen las costillas pero este vacío en mi vientre me está matando. Tengo ansiedad, desde que salí de casa y entré en esta noche oscura llena de realidad caí en cuenta que mañana es sábado.

mañana... mañana... mañana... ¿qué mierda haré mañana?.

Quiero llorar de la frustración. Taehyung tiene razón, debo ser libre, ¿pero esta libertad que deseo no me enjaularía más?. Aunque dijese sólo que soy dislexico, ¿eso no me quitaría oportunidades?.

Tocaron el timbre. Nos recibió un hombre alto, Estadounidense con rasgos asiáticos. El rostro limpio e iluminado por una amable sonrisa. Cuerpo trabajado pero no tonificado. Cabello negro perfectamente recortado. Sus ojos cafés claros miraron a nuestra familia carente de dos integrantes; mi madre y hermano.

-¡buenas noches!, pasen sin vergüenza-. Se hizo a un lado, revelando su pronunciación coreana buena, pero no extremadamente perfecta.

-hola Daniel, gracias por recibirnos hoy-. Cong le dió un abrazo y palmadas en su espalda. Nos quedamos parados en la entrada de la pequeña casa, pues parece ser de tres pisos pero sólo ocupa lugar una persona; al ser rectangular no es demasiado espaciosa; a diferencia la de mi padrastro que parece una mansión.

Miré la ropa del hombre mayor. Utiliza unos jeans casuales y una camisa roja. El extranjero al terminar de abrazar a su socio nos miró.

-él es mi novio, Kyeon-. Presentó a mi padre. El castaño estrechó su mano -y él mi hijastro mayor, Jungkook-.

Sus ojos cafés me miraron amablemente. Elevó su mano. La estreché, diciéndome a mí mismo que debo sentarme ahora o moriré de la ansiedad. Debo pensar que haré mañana.

-¿y tu hijo menor?-. Confundido cuestionó.

-él no pudo venir, ya sabes, adolescentes y sus novias-. Kyeon intentó disfrazar la verdadera razón. Daniel asintió riendo.

-les mostraré mi casa, aún no ha venido nadie por aquí, asi que dejenme hacerle un rápido tour-.

-¡claro que sí!-. Cong tomó el brazo de mi padre. Suspiré pesadamente. La entrada es bastante estrecha, tanto que me agobia, tanto que me hace querer volver a casa.

¡mierda!, ¿desde cuándo soy tan ansioso?.

Caminamos un metro, hasta que llegamos adentro de la casa. El living en la izquierda muestra unos lindos sofás marrones y una televisión. El espacio continúa siendo pequeño. Justo al lado del living está la cocina. Suficientemente espaciosa. A nuestra derecha hay una puerta; debe ser la del baño. Caminamos más hacia adentro, encontrandonos unas escaleras.

-en el segundo piso está mi habitación, y en el tercero la terraza. Pero vengan para aquí, mi parte favorita de la casa-. Nos guió afuera.

El patio es incluso más grande que la casa en sí misma. En la izquiera hay un gran techo donde cubre de las posibles lluvias una mesa larga y negra; mesa que ya estaba lista para cenar. Una parilla a un costado y en el extenso césped una piscina.

-aquí es donde comería cuando tengo invitados-. Explicó, emocionado de mostrar su nuevo hogar.

-¡la casa es hermosa!. Lo suficientemente grande para ti-. Kyeon aseguró sentandose en una silla. Iba a sentarme a su lado, pero rápidamente me habló.

-lleva el vino a la cocina-.

Suspiré pesadamente y le hice caso. Dejé a los tres mayores hablar y volví a la casa. Rápidamente guardé la botella en la heladera. Aproveché la soledad y agarré mi celular.

¿todo bien en casa?

Woonhi ❤

si, tranquilo

¿qué tal allá?

me arrepiento de haber venido. Me aburriré horrible y lo peor que aún tengo muchas cosas que pensar

en este momento podría estar en mi cuarto siendo 😉 por mi 😉

Woonhi ❤

puto asco Kook

Sabiendo que bromeaba reí efimeramente.

Frustado me senté en una butaca, dejando mi celular a un lado. Necesito hablar con alguien respecto a mañana, respecto a mi frustración sexual y por sobre todo ocuparme en los estudios; los exámenes están a la vuelta de la esquina. Me da miedo no acabar bien este año.

uno de los peores años de mi vida.

De mal humor tapé mi rostro. ¡¿Por qué estoy tan gruñón?!. Siempre soy amable y radiante. Papá me matará si me sigo comportando así en la casa de un socio. Pero es que no lo puedo evitar. Siento dolor en todo mi cuerpo, siento frustración en toda mi alma.

-¡hey!-. Daniel apareció. Lo miré, intentando borrar mi rostro enojado. -¡¿qué haces aquí?!, ve afuera que hice una picada para ti y tus padres. ¡Hay mucho queso!-.

-gracias señor...-. Me bajé del asiento, pasando por su lado para ir al patio. Inhalé el aire, sorprendiendome al percibir una colonia verdaderamente masculina. Voltee mi cabeza, viendo su espalda.

¿por qué los hombres huelen tan bien?.

Luego de minutos y minutos tragando todo lo que había, comencé a escuchar la conversación que los tres tenían. Siendo sincero hace media hora apagué mis oidos y sólo comí como un idiota. Cong me reprochará por tomar tanta confianza de golpe. Tomé gaseosa, colocando mis ojos en el pelinegro. Daniel se ve muy cómodo con mis padres; es lindo que no los juzgue.

-¿entonces cómo es que te enteraste que Cong estaba saliendo conmigo?-. Kyeon llevandose la copa de vino a los labios fué curioso.

Daniel rió limpiando su boca con la servilleta de tela.
-pues fue bastante cómico, en realidad-.

-cuentale, te aseguro que Kyeon no es celoso-. Cong despreocupó. Frunci mi ceño.

-¿frente a tu hijo?, olvidalo-.

-tengo diecinueve, he oido cosas fuertes, da igual-. Continué comiendo.

-¡cuentalo, cuentalo!-. Kyeon insistió.

-en una reunión de trabajo, mientras estábamos ya terminando, le pedí a Cong salir a tomar unas copas, claramente fui obvio que no copas de socios y amigos-. Daniel, un poco avergonzado comenzó a explicar. -hasta que él me explicó que ya tenía un enamorado y dos hijos. Me hizo muy feliz saber que tenia una linda familia-.

Los tres hombres comenzaron a reír. Yo me indigné.

¡¿cómo mi padre puede ser tan poco celoso?!. Creo que a mí me daria un infarto si le hacen eso a mi novio.

-¿entonces eres...?- Mi padre iba a preguntar, pero el empresario interrumpió.

-bisexual, soy bisexual-. Respondió -y lamento mi actitud, para mí fue evidente que Cong iba por ese lugar, pero no imaginé que ya tenía un enamorado. Lo lamento-.

-no te preocupes, son cosas que pasan. Siendo Cong tan apuesto sí o sí tiene un ganado-. Bromeó, sonrojado al otro.

-no tan apuesto como tú, mi amor- le robó un beso.

Mis ojos se perdieron en la linda relación de ellos dos. Me sentí triste por no poder tener algo así. Estoy decepcionado. Estoy en la edad de coger, amar y bailar pero lo único que hago es romperme costillas y deprimirme por no tener un novio.

quiero ser feliz.

Bajé mi cabeza sin poder ver más aquella hermosa relación. Ver lo que deseo no me hace bien.

Daniel notó mi repentino decaimiento. Tosió incomodamente. -¿te cayó mal la comida?-.

-no... yo... iré un segundo al baño-. Avisé levantandome.

Corrí hasta dentro de la casa, sentándome en el sofá intentando relajarme. Mis piernas me pesan y este horrible vacío de estómago no se llena ni con comida.

"mañana todos seremos fuertes", "mañana seremos libres", "mañana todo será como lo soñamos".

¿Y si mis sueños son sólo pesadillas...?

"grita con orgullo que eres gay". Pero estoy demasiado roto como para afrontar la realidad de mi sexualidad.
"ser dislexico no te hace un tonto, bebé". Tae, es sencillo para ti; tú sí eres inteligente.
"¡ama cada parte tuya!". ¿Cómo lo hago si aún no me conozco como debería?.

Mi vista se nubló y a los pocos segundos cayeron las lágrimas. Me encorvé tapando mi rostro, sollozando del estrés y miedo. ¿Cómo me amo?, ¿cómo me acepto?.

Mi cuerpo tembló al recordar la sensación de ese juguete vibrar dentro mío, esperando algún día que un miembro real me haga el amor. Quisiera poder explorar lo que se siente ser gay, lo que significa llevar ese arcoiris tatuado en mi corazón.

la sexualidad duele más que una ruptura o una caida. Mi sexualidad es dolorosa. Mi vida es hiriente.

Odio ser dramático, incluso me reprocho a mí mismo llorar como un idiota en una casa ajena. Pero, ¿mi llanto es sólo una exageración?, este dolor de estómago, ¿mañana desaparecerá?. Estoy agotado de todo.

Perdóname, mamá, pero no quiero un rescate. No quiero que una mano me jale fuera de este húmedo, triste y cómodo rincón. Estoy bien en las sombras de mi mentira y odio. No me rescaten, no me agarren y huyan hacia la lejana libertad, porque la misma libertad sobrevalorada es un cuento de esperanza tan mentiroso como yo.

¿Qué haré cuando sea yo mismo?, ¿qué me dará esa maldita libertad deseada por todo el mundo?. Podría escribir cien canciones y gritar mil palabras, pero jamás en mi vida liberaré esta carga pesada llamada sexualidad.

Quiero huir con mi propia sombra. Quiero correr hacia la oscuridad infinita donde me disperso con los demás indignos de ser feliz. Deseo que esas personas brillantes no me apunten y digan que es hora de salir de mi rincón. Ellos no me entienden, jamás me entenderán.

Sollocé, roto en mil pedazos quise gritar pero me ahogo en mi propia culpa.

"todos estuvimos en ese rincón, idiota. Pero fuimos lo suficientemente fuertes para seguir adelante. No nos eches la culpa a los valientes, porque eres patético". Juré escuchar a Taehyung darme sus consejos disfrazados en reproches.

"yo fui parte de esa sombra, pero aprendí que amo amar a los chicos. Yo también me odiaba, Jeon". Quise tener a Namjoon a mi lado, quise tener su abrazo protector.

"eres hermoso, Kookie. Incluso en las sombras de tu miedo". Jiminie, ¿cómo es que tú saliste antes del closet que yo?

"odio a los gays". Sollocé, pidiendole perdón a mi hermano por lo que esos degenerados le hicieron creer de los gays.

me gustaría demostrarte una imagen de fortaleza, Woonhi. Amaria decirte que ser gay no es hacer eso que te hicieron.

Y exploté, porque le temo al mañana.

-¿Jungkook?-. La voz extranjera se pronunció en la sala. Bajo mis lagrimas me destapé, avergonzandome al ver a Daniel allí, sorprendido por mis sollozos.

-señor... lo lamento, yo...-. Sequé rápidamente mis lágrimas tratando de calmarme.

-¿por qué lloras?, ¿todo bien?-. Preocupado  se acercó, sentandose a mi lado. Miré el suelo.

-sí, estoy bien-.

-¿necesitas algo...?, ¿agua o más comida?-.

-perdón... me comí todo el queso-. Me eché a llorar por eso. El hombre se espantó.

-¡hay más queso!, no llores por eso. Me alegro que te gustara, no te preocupes-. Sobó mi espalda.

¿por qué no puedo parar de llorar...?. El miedo me hace sollozar.

-¿llorabas por que comiste mucho...?, ¿estás a dieta o algo así?-.

Reí ligeramente bajo el llanto, negando. -Es que yo... yo... también soy como mis papás-. Murmuré -y eso me asusta-.

¿por que se lo puedo decir a un recién conocido antes que a toda la escuela?. Me siento tan idiota.

-ooh... comprendo, ¿ellos lo saben?-. Asentí -¿y qué te asusta?-.

-todo, le temo a todo...- tomé una bocanada de aire, mirando el rostro triste del hombre -pero no se preocupe, no es algo que a usted le importa. Sólo ignoreme y vuelva a la cena-.

-Jungkook, entiendo que este tema sea incómodo para ti, no hace falta que lo hables conmigo. Pero esa forma de llorar... me preocupó bastante. ¿Por qué no hablas con tus padres?-.

-no tengo ganas... además ellos la están pasando bien-.

-entiendo...- tosió -entonces, ¿seguro que no quieres decir algo?, yo te escucho, y si quieres no digo nada al respecto-.

-no quiero-.

-okay, entonces no hablamos-.

Sin poder seguir viendo su rostro miré la pared. Fruncí mi ceño al notar que hay una pintura que se me hace conocida. Es una figura extraña con una gran sombra detrás. -esa pintura la compré en una exhibición, es super importante ya que el pintor se suicidió después de pintarla, ¿te cuento la historia?, es super interesante-.

-un momento....- sorprendido lo volví a mirar -usted....-

-¿yo...?-.

-lo conocí antes, en la exhibición de arte. ¿Se acuerda de mí?-.

Frunció su ceño mirándome el cuerpo entero, abriendo sus ojos. -¡aaah sí!. Eres el chico de la sudadera. Lo lamento, con esa ropa no te reconocí-.

-que pequeño es el mundo...- susurré.

-pues sí, pero ahora hay más confianza, ¿no crees?. Ya te he mostrado mi lado obsesionado con las pinturas. Y el otro día te vi dibujar, tienes una buena mano-

-gracias...- sonrojado conecté mis ojos con los suyos.

es muy apuesto. Sus facciones están marcadas al ser un hombre ya mayor. Me sonríe con amabilidad y su perfume no para de perforar mis pulmones.

¿Soy asqueroso por sentirme atraido a un hombre?. Odio sentirme así.

Sin razón aparente para él, me volví a romper en llanto. Daniel no tardó en abrazarme para consolarme. Temblé al instante al recostar mi rostro en su pecho. Lloré aún más, sintiendome terriblemente pésimo por disfrutar inapropiadamente de que me abrace.

-pobre niño, ya está, llora sin vergüenza-. Me consoló.

Inhalé profundo, agarrando su camisa y aferrandome a él. Dentro mío sentí explosiones de felicidad por esto, y esa felicidad me hizo llorar de la culpa. No puedo parar de inhalar su colonia.

Poco a poco mi llanto se detuvo, pero no me separé. Su calor me gusta. Lo abracé más fuerte. Mientras más me aferro él más me suelta.

-¿ya estás mejor...?-.

Asentí elevando mi cabeza. Al colocarla demasiado cerca de su rostro, Daniel me apartó con una sonrisa temblorosa. -gracias señor...- murmuré mirando sus labios.

-eres aún muy joven, ¿sí?, podrás superar este dolor-. Con sus manos en mis hombros me hizo mantener la distancia. Asentí mirándolo fijamente -muy joven, ¿lo entiendes?-. Repitió.

-sí señor, ¿me da otro abrazo?-.

-pídele un abrazo a tus padres que ellos te pueden ayudar más-. Despeinó mi cabello, levantándose del sofá. Daniel fué al patio sin decirme nada más.

¿por qué se fue tan rápido?, quería estar en su pecho.

Parpadee repetidas percatando qué acabo de pensar.

la libertad también me vuelve un idiota.

23:00 PM.

-chau Daniel, fue un gusto conocerte-. Kyeon le estrechó la mano al alto. Estamos en la entrada, listos para retirarnos.

-digo lo mismo, conocer al famoso Kyeon fue muy divertido-. Amablemente habló. -Chau Cong, nos vemos el lunes en la oficina-. Me miró, viéndose algo incómodo. -adiós Jungkook-.

-adiós señor, gracias por todo-.

Daniel suspiró pesadamente, forzando una sonrisa. Cerró la puerta. Los tres fuimos al auto para volver a casa.

-me cayó muy bien-. Papá le dijo a su novio.

-a mí también- murmuré para mí mismo.

21:20 PM.

Cuando llegamos a la casa Namjoon y Jimin le estaban haciendo compañía a Woon, parece que Beomgyu ya se fué. Saludé a mis amigos y a mi hermano. Cong y Kyeon no tardaron en ir a dormir, estando cansados.

-nosotros ya supongo que nos vamos-. Jimin y Nam se acercaron a mí, abrazandome como un saludo.

-gracias por cuidar a Woon, ¿cuando llegaron?-. Pregunté

-nos fuimos de la casa de Jin a las diez y media, llegamos hace poco-. Nam explicó.

-quedense a dormir- pedí -les presto ropa, hay algo que quiero hablar-.

-cuánto misterio- Jimin rió.


•─────✧─────•

Taehyung:

Sábado, 09:00 AM.

Recen por mi fracaso, presuman mis lágrimas y rían de mi estrés. Caminen por donde construirán mi tumba y arranquenme el corazón. Mirenme con fuego en sus ojos e incendienme hasta ser tristes cenizas.

odienme, no me importa... yo me amo.

Tengo miedo. Estar en esta plaza organizando el evento que se aproxima me llena de inquietud. El odio es algo que ha sido presente en mi vida, y esos haters que hoy me atacarán, esa gente que hoy se burlará aunque no me afecte de por vida, ¿y si afecta a los que me rodean?

Miré a Jimin y Namjoon que vinieron temprano a ayudarme. Junto con Minjae intentan armar el escenario de madera que quise poner en el centro del parque; a ninguno de los cuatro nos va bien la construcción. Pero ellos lo intentan por mí.

Mis dos amigos, que son novios entre si. Uno de ellos sufrió constante maltrato por ser gay y otro es juzgado por ser bisexual. ¿Y si ellos se espantan?. Odio percibir miedo en ellos mientras los minutos pasan y la hora de la manifestación se aproxima.

alzar la voz da miedo, porque corremos el riesgo de quedarnos afónicos sin ser oidos.

Este país necesita más oyentes.

-¡me estresa, no sé usar un martillo!-. Jimin chilló. Sacudi mi cabeza tratando de salir de mi mente. Me acerqué a ellos, notando que mi idea no está resultando.

-Tae, te puedo ayudar a colocar los parlantes y el micrófono pero no sirvo para construir-. El músico se levantó del suelo un poco apenado. Reí ligeramente.

-chicos, no se preocupen. Veré que hacer. Les diré en que otras cosas me pueden ayudar-. Nervioso saqué mi libreta de la mochila revisando mis anotaciones. -Minjae, ocupate de todo lo que sea eléctrico. ¿Trajiste todo lo que te pedi?-. Asintió.

-¿nosotros qué hacemos?-. Namjoon se acercó junto a su novio.

-ayer hice muchos cartelitos de cartón con tirantes para que los manifestantes se pongan. Los que les voy a pedir es que los atiendan y escriban en esos carteles el "yo soy", y lo que les pidan-.

-¡tenemos linda caligrafía!-. El pelinaranja se emocionó -pero recién la manifestación empieza a las once, ¿qué haremos ahora?, queremos ayudar muchísimo. Debes estar muy nervioso-.

-sí... un poco-. Avergonzado murmuré -ayudenme con los carteles-.

-¡primero a desayunar!-. Mi madre, junto a Hyeon y Minki vinieron por detrás. Sonreí al verlos con una canasta de comida. -¡deben estar enérgicos para hoy!-.

-Taeeee-. Minki corrió hasta a mí, abrazandome -¡mamá te hizo sándwich sin tomate para ti!-.

-que rico, princesa- acaricié su cabello -gracias ma, pa, muero de hambre-.

-¡nosotros también queremos comer!-. Jimin se quejó.

-¡hay comida para todos!-. Mi padre despreocupó.

Luego de desayunar Minjae fue a traer un par de cosas que le pedí que compre; humo de colores, pinturas extras, más carteles, altavoces, etc. Todo lo que pienso que podría ser necesario.

-estoy emocionado, una manifestación pacífica pidiendo respeto a los que "somos diferentes"-. Namjoon comentó mientras los tres escribimos sobre cartulinas.

-aunque admito que odio usar el uniforme del cole un sábado-. Jimin murmuró recostado contra el hombro del alto.

Mientras hablabamos para relajar mi ansiedad, miré hacia el frente, enfocando mi vista en un lindo castaño de rostro conocido. Myungsoo, caminando hacia nosotros. Sonreí suavemente. Sus dos manos guardas en los bolsillos de su jean. Me sonrió a lo lejos, sonrojandose por haber sido lo suficientemente apuesto para capturar mi mirada. Incluso a la mañana es hermoso.

-hoy van a conocer a Myungsoo-. Les comenté a mis amigos -espero que les caiga bien-.

-uuh, que emoción-. Namjoon festejó -¡¿a qué hora viene?!-.

Sonriente miré hacia arriba. Él ya llegó a nosotros -está justo aquí-.

Jimin y Namjoon voltearon mirando hacia arriba. Myungsoo completamente nervioso agitó su mano saludando. -Ho... hola-.

-hey-. Me levanté, mis amigos me siguieron. Myungsoo quiso darme un beso pero lo aparté rápidamente -regla cinco, ¿la recuerdas?-.

-sí... sí...- sonrió temblorasamente.

Jimin tosió llamando nuestra atención. -oh sí, él es Jimin. Mi amigo. Es una cajita de cristal asi que más te vale tratarlo bien-. Amenacé.

-un gusto- estrechó su mano. Miró al de lentes, reconociendolo al instante.

-tú eres Namjoon. El que golpeó a alguien en la escuela para defender a Tae. Taehyung siempre te nombra en twitter, es un honor conocerte en persona-. Hizo una reverencia.

Sonreí contento por su actitud. Es un gran fan, me encanta.

Namjoon frunció su ceño, sonriendo ligeramente -wow... con que estás al pendiente de Tae- rió nerviosamente.

-puede que Nam y Jimin seab novios pero lo que pocos saben que en realidad es una relación de tres-. Me puse en el medio de los dos tomando sus manos. Los dos rieron -ellos son mis novios, asi que sé educado-.

Myungsoo sabiendo que es un chiste rió asintiendo -¡es un gusto conocerlos!. Aunque también quería conocer a ese tal Yoongi, él también fue uno de los que defendió a Tae. Estoy muy agradecido con él. Oh, y el otro, Thien-.

-¿también sabes cual es la comida favorita de Tae?-. Namjoon cuestionó entre risas.

-aún no-. Rió.

-como sea, Yoongi y Hobi están en camino. Mientras nos ayudas, ¿sí?-. Agarré su muñeca. Sus mejillas se volvieron aún más rojas -¿en qué eres bueno?-.

Se acercó a mi oido -en hacerte el amor- murmuró.

Arrugué mi nariz dando un paso hacia atrás. Namjoon y Jimin incómodos volvieron con lo suyo.

-sí, me coges muy bien. Pero me refiero en qué puedes ayudar ahora-.

-dime qué necesitas y lo haré-.

-¡el escenario!-. Jimin habló, sentado en el suelo coloreando el cartel.

-¿eres bueno armando cosas?-. Namjoon preguntó. Él asintió.

-me divierte comprar piezas de muebles por separado y armarlas yo. Asi que soy útil- tiernamente habló. Aliviado suspiré -dame los elementos y yo lo resolveré. ¡Quiero ayudar!-.

-menos mal viniste, ven-. Agarré su mano y lo traje hasta donde quiero que el escenario improvisado y casero esté. -mi idea es que pueda resistir al menos a cuatro personas a la vez, ¿esas maderas te servirán?-.

-tranquilo, haré que funcione. Confia en mí-. Le dió un beso a mi mejilla. Reí un poco incómodo; es tierno, capaz demasiado pero no me molesta.

-volveré con mis amigos, si me necesitas me avisas-. Asintió.

10:10 PM.

Yoongi y Hoseok llegaron con muchísimas botellas de agua. Myungsoo progresando con el escenario casero y mis amigos decorando con carteles por el alrededor. Todo va quedando muy lindo. Siendo una protesta pacífica quiero que haya color y calidez por todos lados.

-estoy emocionado, siento que esto servirá muchísimo-. Hoseok se sentó en la banca, a mi lado.

Los dos miramos el alrededor. Mis amigos tomandose un descanso. Jimin le daba pan a las palomas que se posaban a su alrededor, pero segundos después comenzó a insultar a Yoongi cuando éste las espantó. Reí viendo que comenzaron a pelear como dos niños. Namjoon los controlaba, dandole besitos en el rostro a su pareja, Yoongi reía burlándose del pelinaranja.

Myungsoo por su lado no para de trabajar. El escenario de madera ya estaba armado. Ahora está colocando una tela naranja encima para que se vea lindo; tiene buena mano para construir, me pregunto porqué no estudiará arquitectura.

Mis padres y Minki ayudan colgando las banderas representativas de mi comunidad por el alrededor, dando entender que también protesto por eso.

Las personas del alrededor curosean cada tanto, comentando entre ellas teorías de lo que haremos y sacandonos fotos para subirlas a redes sociales.

-Hobi... ¿sabes por quién estoy haciendo todo esto?-. Miré al mayor.

-¿por quién?-.

-Kim Namjoon- reí suavemente volviendo a ver a ese alto, quién raramente tenía a Yoongi en su espalda haciendolo girar.

-Kim Namjoon- repitió riendo -él suele ser tu primer empujón para todo-.

-me duele mucho, hyung. Ni siquiera el bullying que me hicieron me duele tanto como el que le hicieron a él- mis ojos se aguaron. -desde que lo conoci me prometi a mi mismo cuidarlo de todo... porque era tan débil, frágil e incluso cobarde-.

-pero hoy Nam creció-.

-está tan alto y fuerte que a veces pienso que se volvió más maduro que yo-. Reí con dolor -me enorgullece, pero eso me hace sentir atrasado. Quise hacer esta manifestación por él, pero me di cuenta que no es él quién la necesita-.

-eres tú-. Comprendió.

-ahora quien protege al otro es Nam, y no sé qué sentir al respecto-. Hoseok agarró mi mano al notar que pequeñas lágrimas cayeron -tengo un poco de miedo de estancarme en mi dolor-.

-no seas tonto, eres muy fuerte, Tae. Y te aseguro que creciste junto a él. Y aunque pienses que necesitar esta protesta te hace débil, en realidad eres valiente por hacerla-.

Sonreí mirando al mayor, sintiéndome mejor. -¿crees que dará frutos?-.

-me faltan veinte firmas de padres para presentarle la nota de despido de la directora al ministerio de educación. Creo que con esta protesta más padres se animarán a proteger a sus hijos y podremos conseguir más que las firmas requeridas-.

-gracias por ayudarme en esto, Hobi. Gracias a ti siento que no gritaremos en vano. Hoy lucharemos por mi escuela, mañana para todas las demás-.

-eres un líder, Tae. Estoy orgulloso de ti-. Me abrazó por los hombros despeinandome el cabello. Sonreí avergonzado.

-somos líderes- corregí, haciendolo asentir.

Miré nuevamente a mis amigos, sintiéndome cálido al ver a Namjoon cargando a Jimin para que cuelgue un cartel.

-ellos dos... ¿por qué son tan lindos juntos?. Pensé que le tendría celos a la pareja de mi mejor amigo, pero estoy más que aliviado al saber que es Jiminie-.

-se llama madurez-.

-se llama saber que mi mejor amigo está en buenas manos-. Murmuré.

10:30 AM.

Sólo falta media hora para que las personas comiencen a llegar. Ahora me siento mucho más nervioso. Estoy sentado en el escenario con todos mis amigos quienes se aseguran de darme apoyo.

-¿y si nadie viene?-. Temblando pregunté.

-bebito, viste en twitter cuanta gente se anotó-. Namjoon sobó mi espalda.

-todo estará bien, además el parque nos quedó bellísimo. Muchas personas harán fotos aesthetics-. Jimin que está enfrente mío sosteniendo mis manos, motivó.

-y quién no venga pasará por la horca-. Yoongi agregó.

-eres un ejemplo a seguir, sólo ten paciencia-. Myungsoo delicadamente besó mi nariz. Asenti queriendo tranquilizarme.

-avisaré que ya todo está listo-. Murmuré agarrando mi celular. Me quité rápidamente una foto y la subí a las redes sociales, diciendo que quien quiera puede venir.

-esperemos unos minutos, en media hora comenzarán a venir y verás que nada fue en vano-  Myungsoo me abrazó. Correspondí palmeando su espalda, sintiendo como Namjoon nos miraba fijamente.

A lo lejos un grupo de cuatro chicos y una chica se acercaron a nosotros. Mi corazón latió emocionado al ver llegar a los primeros manifestantes. Quise elevar mi mano y sonreír, pero mi mejor amigo la sostuvo, confundido lo miré. Ve a esas personas con seriedad y pesados suspiros.

-¿Nam?-.

-ellos no son manifestantes, mira sus caras-. Regresé mis ojos a ellos, notando la seriedad enojada en ellos, me generó piel de gallina.

-¡Kim Taehyung!-. Dijeron acercándose, sosteniendo botellas de agua. Me levanté del escenario, sintiendo el apretón de mi mejor amigo.

-¡Kim Taehyung!-. Repitieron riendo al notar en mis ojos preocupación.

Yoongi y Namjoon se pusieron enfrente mío, protegiendome. Jimin agarró mi mano y Myungsoo sostuvo mi hombro. Asustado busqué a mi hermana, notando que estaba jugando en el parque junto a mis padres; ella está a salvo.

-con que aquí estás, Kim Taehyung-. Llegaron a nosotros, mirando mi rostro oculto tras las espaldas de mis amigos.

mi nombre es sagrado, bocas sucias como las de ellos no deberían ser dignas de pronunciarlo.

-chicos, mejor vuelvan por donde vinieron-. Minjae y Hoseok avanzaron, siendo los mayores queriendo conservar la calma.

Yoongi y Namjoon estaban listos por ir a pelear. Myungsoo y Jimin ocupados en darme cariño. Hoseok y Minjae buscando la paz.

¿de qué lado estoy yo?, ¿qué tipo de fuerza debería tener?.

¿Mis nudillos deberían ser de acero como los de Yoongi?. ¿Mi corazón de felpa como el de Myungsoo?. ¿Mis palabras fuertemente calmadas como Minjae?.

¿qué fuerza debería representarme?.

Me siento mal. Tener que empezar la manifestación de esta forma. Recibir esas miradas asqueadas de los que me odian... ¿siempre encontraré estos ojos juzgarme?. Cada noche en mi habitación deseo llorar por encontrar pupilas odiosas en los rincones y como esa luz lunar lo único que hace es darme escalofríos.

-¡vinimos a ver el espectáculo de mierda que montaron!-. La mujer habló, sonriente. -no nos queriamos perder la gran manifestación de raritos-.

-no son bienvenidos aquí-. Hoseok dió un paso al frente, protegiendo a su novio sabiendo que el pálido podría estallar en cualquier momento.

Volví a echarle una mirada a Minki. Que no vea para aquí, que no vea el miedo que tengo, que no vea que lo único que no soy es un hermano mayor.

la que me protege en las noches es mi princesa, pero debería protegerla yo.

Eso me hace sentir tan cobarde.

-¡oh vamos!, queríamos conocer al famoso mariquita en persona-. Avanzaron. Namjoon sin dudalo avanzó hacia ellos y los empujó.

-vayanse en este maldito instante, o se las verán conmigo-.

-Nam, tranquilizate, no vamos a atacar a cinco adolescentes infantiles-. Hoseok reprochó.

-capaz tú no, pero yo no tengo problema-. Yoongi sonrió de lado.

estoy harto de las palizas.

Mi corazón se quebró al recordar el cuerpo frío de Jungkook bajo el llanto del cielo. Él sangraba y lloraba del dolor por tantos golpes del karma ante su agresividad.

no quiero más costillas rotas, no quiero más nudillos irritados ni sangre seca.

-sólo váyanse, no generemos problemas innecesarios-. Minjae gentilmente pidió.

¿pero funciona la fuerza pacífica?. No importa cuánta calma lleven mis mayores, esas cinco personas no se irán hasta dañarme.

no quiero más palabras mudas.

-¡no les hicimos nada!, por favor déjenos tranquilos, ¿si?-. Myungsoo pidió, sonriente tratando de mostrar calidez.

-estemos bien entre todos-. Jimin agregó.

¿qué sirve ser comprensivo, calido y amistoso?. Sólo desgastan sus corazones.

no quiero más corazones partidos, ni lágrimas interminables.

Miré hacia los columpios, viendo las trenzas largas de Minki flotar en el aire. Aquella niña sin fuerzas pero a la vez la más resistente de la familia.

quiero ser un hermano mayor a mi forma, quiero ser fuerte a mi forma, quiero defenderme a mi forma.

Me recompuse, soltando la mano de Jimin. Acaricié los hombros de Yoongi y Namjoon pasando por sus lados. Avancé hasta Hoseok y Minjae, llegando a esas personas buscadoras de mi dolor.

-al fin sales de tu escondite, mariquita-. Rieron.

-si me comparan con un animal por favor haganlo por un león. Creo que queda mejor en mi personalidad-. Sonreí hipócritamente, e incluso egocentricamente.

mi fuerza es mi amor propio.

-¡¿crees que eres valiente por hacer esta puta protesta y enfrentarte a nosotros?!-. Me gritaron. Mis amigos quisieron acercarse pero lo impedi.

-están aquí en busca de atención, se las estoy dando. ¿Por qué ya no se van?. Entiendo que querian que sepa de sus existencias, no se preocupen. Hasta nos podemos sacar fotos-. Guiñé mi ojo.

-mejor hagamos otra cosa-. A la par abrieron sus botellas de agua. Rápidamente me las vertieron en la cabeza. El agua se deslizó por mi espalda, torso y rostro. Mordi mi mejilla sin querer hacer un escandalo, ignorando el frío.

mi nombre es sagrado, mi personalidad es vigorosa, mi corazón es resistente y mi existencia es intocable.

Y por eso mismo, por la osadía de mojarme, enfrentarme y burlarse, me reí.

Llevé mi cabello hacia atrás, mirando a las cinco personas con una sonrisa lujuriosa. Acaricié mi pecho remarcado por el agua y pasé mi lengua por mis mojados labios.

-con que querían verme empapado, que traviesos-.

-¡no fue con esa intención!-. La mujer chilló.

-seré gay pero no tengo problema en besarte, linda. Vamos, acercate-.

-eres un sátiro de mierda-. Uno bufó, dando en el clavo con mi pasado.

me reí de mi pasado, y sonreí sabiendo que esa palabra ya no me identifica.

-no soy sátiro pero si tanto quieres cogerme lo seré, lindura-.

-ya vámonos, está enfermo de la cabeza-. Me dieron la espalda, yéndose en otra dirección.

Cuando salieron de mi vista, mi corazón se congeló. Comencé a temblar del frío y me sentí triste.

Myungsoo corrió hasta a mí, sacandose su campera y cubriendome con esta. Temblando lo abracé buscando un poco de calor en él.

-estaba un poco fría el agua- murmuré, sintiendo su fuerte abrazo.

-tu forma de defenderte es única, ¿sabes?-. Rió suavemente, pareciendo orgulloso de mí. -eres muy fuerte-.

dudo serlo en realidad.

Miré a Namjoon, quién me miraba apenado sabiendo que esto me afectó más de lo que parece.

-bebito.- Me llamó -¿todo bien?-.

-creo que sí, pudo haber sido peor-. Sonreí contra el pecho de Myungsoo.

-¡Kim Taehyung el super fuerte!-. Jimin rió contento.

Todos asintieron estando de acuerdo con eso. Menos Namjoon y yo, sabiendo que mi fortaleza suele durar minutos, y desaparece por horas.

aún así... al menos sé defenderme.

Diez minutos más tarde perdi toda mi fé con un buen final de este sábado. Si no fuese por el imprevisto primer grupo de diez personas venir con nosotros. Mis ojos brillaron emocionados al verlos con sus respectivos carteles colgados. Traían tambores, tocando mientras llegaban a nosotros.

Ahora estoy en los brazos de mi madre, ella me secó y cuidó, e incluso desee llorar, pero estas presencias me hicieron volver a sentir calidez.

-¡SOMOS LOS PRIMEROS!, QUE EMOCIÓN-. Llegaron. Las diez personas utilizaban sus uniformes de la escuela donde iban.

Rápidamente me levanté y me acerqué a ellos. -¡KIM TAEHYUNG!, EL GRAN LUCHADOR-. Felices me abrazaron.

ellos si pronuncian mi nombre de la forma correcta.

Contento acepté cada abrazo que me daban. E incluso les dediqué palabras de agradecimiento.

-están en camino muchos de nuestros compañeros de colegio!-. Una chica me avisó, sosteniendo mis manos. Sonreí suavemente -¡que emoción!. Trajimos tambores para hacer mucho ruido-.

-¡aquí tienen agua!-. Hoseok comenzó a entregar vasos a cada uno de ellos.

-¡amigos de TaeTae!, soy su hermana-. Minki saludó a cada uno de ellos.

Mientras los manifestantes se acomodaban y halagaban el lindo espacio que decoramos, Myungsoo me alejó de la multitud. -¿qué sucede?-. pregunté

-pinté para ti tu cartel-. Me puso el cartelito colgando. Decia "yo soy gay" en muchos colores. Sonreí suavemente.
-has esto, Kim Taehyung, eres la fuerza de muchos-.

-gracias, Myung-. Miré su cartel, riendo -"yo soy otaku"- leí -¿te molestaban por eso?-.

-también sufrí de bullying, tenemos esa conversación pendiente-.

-estoy ansiosi por escucharla-. Aseguré -gracias por apoyarme hoy. Eres el segundo mejor fan de sex class-.

-¿y quién es el primero?-.

-yo mismo-. Guiñé mi ojo, haciendolo reír.

Escuché gran barullo de a lo lejos. Abrí mis ojos al ver un gran grupo de personas con el uniforme de mi institución venir hacia aquí.

-¡THIEN, LISA!-. Corrí hasta ellos.

Thien agarró mi cintura y me alzó. Reí contento de tener a los dos aquí. Me depositó en el suelo. -¡LLEGAMOS TEMPRANO!-.

-se ven muy guapos-. Tomé sus dos manos. La rubia lleva dos coletas y un cartel que dice "soy mujer". Thien lleva el mismo que el mío.

-¡que emoción!, ya hay gente-. Lisa me abrazó -¡esto se vendrá con todo!-.

-claro que sí- reí -por el escenario están los chicos-.

-iré con Yoongi y Nam-. Thien palmeó mi hombro. Iba a retirarse, pero Myungsoo lo atajó.

-¡Thien!- dijo su nombre reconociendolo -es un gusto conocerte en persona. Queria agradecerte por proteger a Tae en la escuela...-. Los dos se alejaron charlando.

-Tae, hoy traje a mis amigas del ballet-. Lisa me habló. -Tenemos una coreo armada, ¿quieres que en algún momento bailemos o algo?, la música es super feminista y podemos protestar el maltrato y acoso que vivimos nosotras-.

-luego te cuento las ideas que tengo para hoy y vemos donde meto tu baile-. Aseguré -¿no vino Woon contigo?-.

-él no sale de casa, pero no te preocupes-.

-¿y Jungkook?-.

Lisa sonrió de lado, negando. -Se quedará en casa-.

-es una pena-.

eres fuerte a tu forma, idiota Jungkook. Al menos te quedas en casa con tu hermano.

Eres fuerte para algunas cosas y débiles para otras. En eso nos parecemos.


Namjoon:

11:40 AM.

Jimin y yo nos sentamos en una banca, donde hacen fila los protestantes que no trajeron carteles. -quiero que el mío diga "yo soy artista"-.

Los dos copiamos lo que nos piden, sonrientes y felices por tanta gente que se acerca. La plaza está alrededor de treinta personas, y eso que siguen llegando a cada minuto.

El último protestante del momento se retiró feliz con su cartel. Con la mano adolorida me recosté contra el respaldo mirando alrededor. Minjae puso música en los parlantes. Yoongi y Hoseok se encargan de dar agua y asegurarse que todo está en orden. Myungsoo cerca del escenario atento si hay algún problema. Taehyung al parecer arreglando un par de ideas que tiene para la protesta.

-parece más una fiesta, ¿no crees?-. Miré a Jimin. El pelineranja asintió.

-que suerte que esté viniendo tanta gente. Me daba miedo que Tae se decaiga luego de lo que pasó-. Me abrazó por los hombros, acercando su rostro al mío, robandome un besito -pero todo está bien-.

-nosotros estamos haciendo muchos carteles pero no tenemos ninguno- murmuré -¿te lo escribo?-. Asintió.

Agarré un cartel escribiendo "io sono bisessuale". Se lo puse, notando su sonrojo.

amo verlo usar su verdad en el pecho con orgullo. Me hace enamorarme más viendo su sinceridad.

-¿tú que pondrás en el tuyo?-.

-dudo que todas las razones de mi maltrato entren en un cartel- apenado reí.

-¿cuál es la que más te afectó?-. Agarró un marcador, listo para escribir lo que le diga.

Miré a mi alrededor, leyendo cada cartel que usaban. Múltiples razones, cientos de dolores y vergüenzas. No sé que es lo que más me dolió.

ser gay, pobre, adoptado, miope, temeroso, ser novio de Jimin y o mejor amigo de Kim Taehyung. Ser el delegado de la clase o el antiguo flacucho de la escuela.

Todo ese odio me dolió. Cada burla, cada patada, cada gota de sangre.

Miré a mi pareja. Sus ojos me miran impacientes por querer saber qué debe escribir. Él sonríe, emocionado por decir en voz alta lo que muchos odiaron. Aceptar lo que somos, lo que nos gusta y lo que queremos. Amar lo que odian y abrazar lo que golpearon.

-soy Kim Namjoon-.

Jimin se sorprendió -¿cada parte de tu existencia fue odiada, Joonie...?-.

-y cada parte de mi existencia la amo, amore-. Despreocupé.

Escribió en el cartel, poniéndomelo. -Gracias por aceptar que todo en ti está bien-. Tomó mis mejillas -no mereces todo lo que te hicieron, no mereces todo lo que te hice-.

-miele, ese no eras tú... no era Jungkook, e incluso ni siquiera era Eun-. Sonreí suavemente -no era yo. Todos cambiamos mucho este año-.

-fue el peor y mejor año, ¿verdad?-. Rió -me siento bendecido por tenerte a mi lado-.

Lo besé, lo besé porque eso es lo único que quiero. Frente a todas estas personas, envueltos en barullo, música y con nuestros dedos manchados de colores nuestras lenguas bailaron en sintonía en la pista de baile; nuestros labios.

-mi lunita- murmuré al separarme -¿quieres saber qué pasará esta noche?-.

-¿qué pasará...?-.

-será luna llena, amore-.

-que casualidad-.

-sí... que casualidad más hermosa-.

01:15 PM.

En el parque al menos ya hay alumnos de diez escuelas distintas. Hay alrededor de sesenta personas. Jimin y yo cada tanto seguimos haciendo los carteles.

-no espere que venga tanta gente-. Taehyung me dijo, nervioso detrás del escenario.

-¡eso es bueno bebito!-. Aseguré escuchando como tocan los tambores los manifestantes -además que es super pacífica, todo saldrá bien-.

-sólo estoy un poco nervioso- tomó una bocanada de aire -pero es hora de hablar-.

-¡suerte!-. Le di una nalgada. Rió relajandose un poco, subiendo al escenario.

-hola a todos-. Apenas su voz sonó en los parlantes, todos festejaron. Aplaudiendo, ovacionandolo, amandolo. -gracias por venir a esta protesta pacífica contra el bullying. Nosotros somos merecedores de justifica y hoy elevaremos nuestra voz-.

Mi piel se erizomó al escuchar nuevamente gritos. Impresionado miré a mi mejor amigo.

mueves masas, Kim Taehyung. Eres un ejemplo a seguir.

Jimin vino hasta a mí, tomando mi mano. -esto es una locura, ¿no crees?-.

-es genial-. Aseguré.

-¡antes de comenzar oficialmente con esto, quiero presentar al genial grupo de danza que bailaran en nombre de todas las mujeres presentes!. Somos conscientes que ustedes sólo sufren por el hecho de ser mujeres, asi que bailemos, gritemos y riamos-.

Taehyung se bajó del escenario dejando que Lisa y sus amigas bailen.

-iré con Yoongi a ayudarlo con las botellas de agua-. Jimin me dió un besito, alejandose.

Mientras el público animaba a las jóvenes bailarinas fuí hacia la banca, asegurándome de que nadie se quede sin cartel. Me senté organizando un poco el desastre de marcadores.

Myungsoo vino hasta a mí. -¡te ayudo!-. Gentilmente comenzó a guardar todo. Tosí incómodo.

Lee Myungsoo, ¿demasiado bueno para ser verdad?.

Siento algo raro en el pecho cuando se acerca. No es que me parezca un mal sujeto, pero me cae mal.

aún no sé exactamente qué no me agrada de él.

-todo está yendo muy bien, ¿no crees?-. Emocionado quiso hacer un tema de conversación. Asentí sin mirarlo a los ojos. Se sentó a mi lado. -Taehyung hizo todo esto, es muy fuerte-.

-si tú lo dices-.

-realmente me encanta Tae, le tengo mucha admiración y quisiera que todo le vaya bien en la vida-. Lo miré al guardar todo. Fruncí mi ceño. -prometo cuidarlo-.

-Tae no necesita cuidado, créeme que él puede solo-.

-eres muy humilde para no mencionar que te necesita a ti- rió suavemente.

-no me gustaría que me tengas celos-. Traté de sonar bromista. El castaño negó.

-yo respeto la amistad que ustedes tienen y siento que te debo la vida por hacerlo tan feliz-.

Traté de no hacer ninguna mueca inconforme. Sonreí falsamente, deseando que ya se vaya.

-hey-. Jimin volvió. -¿me dejas al lado de Joonie?-.

-claro- se deslizó al otro extremo de la banca. Ojee la presentación de Lisa; bailan muy bonito. Quise concentrarme en eso, pero el muchacho volvió a hablar.
-ya que los tengo a los dos aquí, les quería pedir algo, obviamente se pueden negar-.

-¿qué necesitas?-. Jimin fue amigable, sosteniendo mi mano.

-quería que me den una mano con Tae. Que me comenten lo que le gusta y lo que no. Así lo conozco y lo hago muy felíz-.

¿a caso cree que lo ayudaré con eso?. ¿Piensa que prefiero decirle yo sobre Tae antes que se conozcan al tiempo que Taehyung necesite?. ¿Ahora Jimin y yo seremos cupidos?.

Por supuesto que no.

-¡claro!-. Jimin respondió -no le gusta el tomate, para empezar-.

Jimin, no seas tan bondadoso porque eso te hará ciego.

-hoy no hablemos de esto- ordené -mejor ocupemosnos de la manifestación-.

-genial, es una charla pendiente- se levantó -¡muchas gracias muchachos!, son lo más-.

-¡no hay de qué!- Jimin sonrió.

Myungsoo se retiró, contento tan sólo con un dato. Bufé de mal humor. -ese chico es tan...-

-¡tierno!-. El pelinaranja concluyó.

-... chupa medias-. Terminé de decir.

-¿eh?-.

-Jimin, vino aquí a chuparme las medias por ser mejor amigo de Tae. y Thien me dijo que él le habló durante diez minutos de lo agradecido que estaba por protegerlo. Ni te quiero decir como Yoongi se burló de él por sus reverencias exageradas-.

-Nam... eso es cruel-. Cruzó sus brazos -¡él se preocupa por Tae!, y se esfuerza en conocerlo. Es un buen muchacho-.

-no digo que sea malo, piccolo. Sólo que me cae mal. Cuando lo vi... senti algo feo en mi pecho- expliqué.

El pelinaranja negó en desacuerdo. -¿estás celoso?-.

-no seas absurdo-.

-sólo digo que es común que no quieras que Tae esté con otro que no sea Kook....-.

-detente ahí-. ordené -actualmente lo que menos quiero es que Taehyung se coja a Jungkook, por Dios. No, eso estaría terrible-.

-no entiendo entonces. Myungsoo es genial. Ayuda muchísimo a Tae y lo trata como un rey-.

-¡ese es el problema!-.

-ahg Nam, deja de ser tan juzgon-. Rodó sus ojos -está haciendo lindas acciones y mira como hablas de él a sus espaldas-.

-le llamó trofeo a Tae-. Recordé.

-y Tae ya lo perdonó por eso, seguro se arrepiente-. Suspiré en desacuerdo. -Dios, Namjoon. Más te vale no decirle nada a Tae-.

-claro que le diré que no me cae bien-.

-sólo lo lastimarás, al fin conoció a un hombre parecido a Teddy y...-

-¡TEDDY NO TIENE NADA QUE VER!-.

-¡conoció a un hombre, Nam!, ¿no puedes alegrarte un poco por tu mejor amigo?-. Se levantó enojado conmigo -eso es feo de tu parte-.

-¿a caso no me puede caer mal?-.

-no se lo digas a Taehyung. Él no merece la desaprobación de su mejor amigo-.

-no escuchas lo que te digo-. También me levanté -Myungsoo es fan de sex class, Jimin-.

-¿y eso qué?-.

-olvidalo, no quiero pelear-. Le di la espalda y me alejé de él.

tu bondad, Jimin, me molesta a veces. Me molesta que no escuches mi preocupación.

Luego de algunos minutos mientras Taehyung habla en el escenario y las personas hacen ruido en festejo de alzar la voz fuí hacia un árbol tratando de calmar mi ansiedad. Hay demasiado ruido, y me agobia la idea de tener que en unos minutos hablar en el escenario, ya que Tae me lo pidió.

Me senté en el césped, intentando relajarme. Pelearme con Jimin me empeoró. Mi pareja se acercó, sentandose a mi lado.

-somos una pareja normal con opiniones distintas- habló -y eso no está mal, pero debemos aprender a controlar eso. Respetar lo que sentimos y charlarlo, no volvernos locos-.

-por eso mismo me alejé. Ya vi como iba a terminar esa pelea-.

-Nam, no peleemos por una opinión que ni siquiera nos incumbe-. Pidió.

-no me enojé contigo por tu forma de pensar, me enojé porque no escuchabas la mía-.

-no es momento de hablar de esto. Nam, lo hablamos en la casa, ¿okay?-. Tomó mis manos. Suspiré pesadamente -pero hasta hablarlo, no le digas a Tae lo que sientes respecto a Myungsoo. Conocelo más, seguro es un estupendo muchacho-.

-no creo que sea un mal sujeto, pero es intenso-.

-no peleemos por Myungsoo, sería patético-. Reí asintiendo -¿está todo bien?, lamento si dije algo que te molestó-.

-también lo lamento, y todo está bien. Sólo nos exaltamos, aprenderemos a controlarlos mediante cada pelea-. Acaricié su mejilla -estamos bien-.

-ti amo-. Me robó un besito. Respiré más calmado -suerte con la charla que darás, verás que todos te aplaudiran-.

-sólo necesito tus aplausos-. Lo besé, al fin relajando mi ansiedad al tenerlo aquí.

prometo que cada pelea que tengamos acabarán en besos y un "ti amo" de cada uno.

Minutos después Taehyung arriba del escenario, siendo atentamente escuchado por los protestantes dijo mi nombre.

-me gustaría que los que lo deseen agarren el micrófono y cuenten sus experiencias en la escuela, para que todos digamos en voz alta lo que tememos y queremos confrontar. El primero en hablar será mi mejor amigo, asi que por favor reciban con un aplauso a Kim Namjoon-.

Todos aplaudieron. El pelinegro se bajó del escenario entregandome el micrófono. -Suerte bebito-. Me dió un beso en la mejilla, sonreí suavemente. Subí, viendo a las sesenta personas mirando hacia aquí, grabando. Los seguidores de sex class me conocen; eso me da seguridad.

Mis lentes tiemblan, mis sangre se congela y los vellos de mis brazos se erizan. Temo decir algo erróneo, pero los ojos de mi miele, allí a lo lejos mirarme recostado en un árbol junto a mis dos amigos, Yoongi y Hoseok, me tranquilizó.

-todos somos prisioneros de nuestras vergüenzas. Los distintos a nosotros, e incluso los idénticos, nos enjaulan castigandonos por delitos inocentes. Somos bufones de los reyes ausentes de un trono, y es irónico-. Reí suavemente, sosteniendo el micrófono temblorasamente. -Hoy escribimos en nuestro pecho nuestros pecados angelicales. Hoy decimos lo que esa prisión manchada de odio nos provocó. ¿Baja autoestima?, ¿insomnio?, ¿ansiedad...?. Dilo, di tu dolor o tu vergüenza, porque desde el día donde nosotros mismos seamos la llave de nuestras cadenas nadie nos atará-.

ni un bully me atará.

ni un violador te atará, Taehyung.

ni un padre te atará, Jimin.

ni tú mismo te atarás, Jungkook.

-mi condena es la sangre. Por un castigo injusto tiemblo por llevar dentro de mis venas lo que más me da miedo. Pero la liberación son los suaves dedos de mi novio, de mi Jimin, quién acaricia las marcas invisibles de dolor. Mi falta de dolor es él, la misma razón por la cuál fui atacado, es mi felicidad. Entonces... ¿qué los encierra y qué es la puerta abierta?. Pienselo, y diganlo para confrontar el bien y el mal-.

Aplaudieron, e incluso ovasionaron. Sonreí aliviado cuando comenzaron a hacer una fila para subirse y hablar también, ya que yo los inspiré.

-¡que emoción!-. Taehyung se paró a mi lado, palmeando mi espalda. -¡hagan una fila y subirán de a uno!. Gracias Nam por ser el primero en hablar-. Soltó el micrófono y me miró orgulloso -eres estupendo-.

Lo abracé fuertemente -sí, creo que lo hice bien-. Reí.

Bajé del escenario. Lo primero que recibí fue el abrazo de mi pareja. Jimin se lanzó a mí, dándome un romántico beso.

-gracias por convertir el dolor en fuerza-.


Jimin:

14:10 PM.

La manifestación continúa. Todo está saliendo genial. Ahora los manifestaciones están tocando tambores y tirando humo de colores, haciendo el barullo más sano posible.

-gracias por acompañarme hasta aquí, quería alejarme un poco del ruido-. Namjoon habló mientras estamos a lo lejos, sentados en el césped un poco cansados. Estamos todo el tiempo ayudando a Taehyung, es bastante agotador.

-me gustaría que esté Kookie con nosotros- admití, jugando con el césped.

-supongo que quiere estar con su hermano-.

-o lo usa como excusa para no venir-.

-ayer en la noche hablamos sobre hoy, ¿por qué no viene?-. Cuestionó, suspirando pesadamente. -dijo que quería decir que es dislexico pero no está por ninguna parte-.

-aún falta para que termine la manifestación, no nos decepcionemos aún-. Pedí.

Sentí un extraño caminar en mi dedo. Mire mi mano, sonriendo al ver una linda mariquita posarse en mí. Roja con circulitos negros; tan hermosa.

-son de la buena suerte- asomé mi mano, Nam la miró, sonriendo -te la regalo, para que tengas la mejor de las suertes-.

Él la aceptó, mirándola de cerca. Sin embargo la volvió a depositar en el césped. Frunci mi ceño. -Que le entregue la buena suerte a esta manifestación y salgan puras buenas noticias-. Pidió.

-creo que aunque nada cambie académicamente.... mentalmente todos lo que estamos aquí y los que no pudieron venir mejorarán-.

-es un poco triste para los bullys, ¿no crees?. ¿Y si hacemos una campaña para que ellos mejoren?-.

-eso es demasiado moral de tu parte-. Reí. Asintió dandome la razón.

Me acosté en el suelo. Namjoon sin dudarlo se acostó encima, cerca de mi rostro. Mi corazón latió fuertemente cuando se sacó los lentes y me mostró sus lindos ojos. Tomé su nuca, acariciando su cuello. Se sonrojó.

-hoy podemos ser libres ya que todos nos resguardan-. Asegurè escuchando los tambores y gritos de a lo lejos.

-mi amor, quiero hablar sobre Jun-.

-¿mi padre?-. Frunci mi ceño -¿por qué?, te dije que no quiero saber nada de él-.

-tu miedo culposo es ese hombre, quiero que hablemos, Jimin. Estuve pensando y...-.

-no quiero saber nada de ese hombre-. Solté su cuello. Herido miré a la multitud evitando mirarlo. -él no es sólo un miedo, es un dolor-.

-él es tu padre-.

-¿y eso qué?-.

-¿puedes escucharme?-.

-no hoy-.

-miele...-.

-¡¿qué me dirás sobre Jun?-. Con mis ojos llorosos lo miré. Namjoon suspiró pesadamente -¿serán moral hasta con él?-.

-no se trata de eso-.

-¿y de qué se trata...?-.

Mi novio me dió un rápido besito, suspiré suavemente. -se trata que...-.

-hijo...-. Los dos nos sobresaltamos al reconocer la voz. Namjoon arriba mío miró hacia mi padre, sorprendido e inquieto al verlo.

-estoy ocupado con Nam-. Gruñí de mal humor.

Mi novio se bajó de encima, sentandose al lado. Frustrado me reincorporé, mirando a mi padre. Se ve incómodo por habernos encontrado en esa posición.

-¿qué quieres?-.

-asegurarme que estabas bien, con el tema de la manifestación me daba miedo que vengan personas a atacar-. Explicó.

-¿tú eres uno de los atacantes?-.

-miele...- Nam quiso relajarme, pero no lo escuché.

-vete papá, estoy feliz con Joonie. No te quiero aquí-.

-bien...-. Ojeó mi cartel, sonriendo con pena -lamento molestarte, adiós-.

Y se fué, nuevamente sin esforzarse en quedarse.

-siempre se va, nunca intenta volver en realidad-. Dolido hablé. Namjoon suspiró.

-dejemos este tema para otro día-.

-sí... quiero estar feliz-. Lo abracé. -Nam...-.

-dime, amore-.

¿por qué tengo tantas ganas de comer?, ¿y por qué evado mi hambre?.

-quiero que sea la noche y salga la luna llena- murmuré
-¿me besarias cuando eso pase?-.

-lo haría antes y después de eso, tonto-. Riendo tomó mis mejillas, plantandome otro beso -esta noche duerme en mi casa-. Asentí.

-no me atrevo a subir a ese escenario y decir mi miedo- admití -no quiero mostrarme vulnerable-.

-confronta lo que temes a tu forma. Yo quise decirlo, ahora... ¿qué quieres hacer tú?-.

-quiero decírtelo sólo a ti-.

-entonces te escucho-. Me senté en su regazo agarrando sus hombros. El castaño ya con sus lentes puestos me miró atento.

-tengo miedo de que mamá jamás venga a visitarme, tengo miedo que papá no luche por tenerme. Temo que Kookie vuelva a recaer en la tristeza o que el tío de Tae vuelva. Temo que tengas más ataques, temo que te alejes, temo... temo...-.

comer...

-temo no poder decirte todos mis temores-. Conclui.

Namjoon con su dedo pulgar tocó mi labio, acariciandolo.
-confrontaremos todo, incluso lo que no me dijiste-.

-temo que seas tan inteligente-. Reí ligeramente bajo mi repentino llanto. El castaño sonrió.

-no importa si no me lo dices todo, yo sabré lo que quieras que sepa y te ayudaré en lo que tú me permitas. Ahora, si guardas algo, espero que lo controles tú solo-. Asenti.

-¿qué querías decirme de Jun?-.

-nada, por ahora nada. Ahora volvamos a la manifestación-.

ahora me siento mejor.

14:50 PM.

-¡¿cansado?!, claro que no. La estoy pasando genial-. Taehyung respondió mi pregunta mientras con Myungsoo bailaban por la buena música que ponía Minjae. Sonreí suavemente.

-pues me alegro mucho-. Aseguré contento.

¡Myungsoo me cae fenomenal!. Me hace muy feliz que Tae se junte con buenos muchachos.

-¿quieres bailar con nosotros?-. Tiernamente el castaño preguntó.

-tranquilos, buscaré a Nam-. Palmee el hombro de mi amigo.

Rápidamente comencé a buscarlo, hasta que al fin lo encontré. Está en una banca a lo lejos, hablando con Thien quién estaba envuelto en lágrimas. Yoongi estaba con ellos, ayudando a Nam a consolarlo. Asustado me acerqué.

-¡Thien!, ¿estás bien?-. Me arrodillè enfrente suyo. El muchacho en los brazos de mi pareja negó, destruido.

-el maldito de su novio lo acaba de terminar por mensaje de texto-. Yoongi gruñó -¡eso es de cobardes!-.

-duele mucho- confesó.

-tranquilo amigo, él no vale la pena-. Nam palmeó su espalda.

-¡exacto!, mereces a alguien mejor. Vales mucho- tomé su mano.

-gracias Jimin, y a ustedes, por apoyarme-. Sollozó.

-¡¿qué pasó aquí?!-. Taehyung junto a Myungsoo aparecieron. -Thien, lindura, ¿qué te hace llorar?-.

-me acaban de cortar-. Le explicó a su amigo.

-¡FESTEJEMOS QUE ESTÁS SOLTERO!-. Lo levantó de la banca -ven para acá y mueve ese culo, vamos de cacería juntos-.

Thien sonrió suavemente y asintió - va...vamos-.

Myungsoo, Taehyung y Thien fueron a pasarla bien junto a los demás. Riendo miré a los otros Kims. -pobre chico, él es demasiado bueno para que le hagan eso-.

-vamos con ellos, así se siente muy acompañado-. Nam ideó -¿vienes Jimin?-.

Me llegó un mensaje, al revisar quién era negué -vayan ustedes, ahora los alcanzo-. Asintieron y se retiraron. Me senté en la banca abriendo el chat.

Kookie ❤

¿me harías un favor?

sipi

Kookie ❤

¿puedes venir a casa?, no me siento bien

¿pasó algo con Woon?

Kookie ❤

creo que a me dio ansiedad

iré ahora mismo

dame diez minutos

Salí corriendo del parque, lo más rápido que pude subí a mi moto y fuí hasta su casa.

15:05 PM.

Con las llaves que me regaló Cong abrí la puerta de la casa. Miré a los dos hombres y Woon en el sofá, viendo la televisión comiendo palomitas. El menor me saludó con la mano, sonreí suavemente y sin molestarlos subí al tercer piso. Entré a la habitación de mi mejor amigo. Jungkook sentado en su cama, mordiendo sus uñas mirando la lámpara que en su momento era compartida con Taehyung.

-Kook...-. Cerré la puerta -pensé que la habías guardado-.

-pensé que me ayudaría a calmarme-. Admitió, riéndose de sí mismo -pero no funcionó...-.

Me senté a su lado, suspirando al notar que sus dedos tenian rastros de sangre. Con suavidad tomé sus manos impidiendo que se siga mordiendo. Jungkook respiró temblorasamente a punto de llorar.

-sé que anoche hablamos de esto con Nam, sé que dije que iría a la manifestación a decir que soy dislexico, pero vi los vídeos y las fotos del parque y yo... no puedo ir, Jimin-.

-¿por qué no?, también sufres, Kook-.

-claro que sufro pero... pero esa manifestación es para personas que sufren de bullying. Yo no sufrí de bullying-. Derramó lágrimas, rompiendose -soy el bully, fui el bully-.

-el mismisimo Taehyung te dijo que vayas-.

-eso es lo que más me duele- sollozó -él... él es tan bueno y yo...-.

-no eres malo-. Interrumpí, pero él negó.

-yo soy tonto, tan tonto que no sé como usar mi bondad, tan idiota que ya no sé qué hacer-.

-Jungkook, si das explicaciones estoy seguro que lograrán perdonarte. Di que eres dislexico y explica porqué hiciste lo que hiciste. Si a mí me perdonaron, ¿por qué a ti no?-.

-tú eres un ángel, Jimin, yo no-.

-eres un ángel-.

-¡¿un ángel hace lo que yo?!-. Me miró a los ojos. Los suyos retienen lágrimas y odio propio. -un ángel no siente lo que siento yo-.

-¿y qué sientes...?-. Jungkook comenzó a llorar, asustado de sí mismo.

-oscuridad, siento tantas ganas de matar a Taemin, de ahogar al equipo en sangre, de torturar a Suk, de golpear a Jun. Tengo una sombra que me aniquila, Jiminie...-.

Miré sus lágrimas brillantes caer cada vez más. Jungkook tiembla al confesar su lobreguez. Su corazón lleno de odio lo consumió, y eso supuestamente lo convierte en un diablo.

-los ángeles conocen lo cruel que es el mundo, Kook. Y creo que ser conocedor de lo malvado que es el ser humano te quiebra. Estás quebrado tal como un ángel observador del verdadero infierno, la tierra-.

-no estoy de acuerdo con eso-.

-no debes ser Dios, Jungkook-. Prosegui -eres un ángel harto de convivir con personas crueles-.

-no soy merecedor de tus metaforas. Hice bullying, inventé a Teddy, me alejé de mi hermano y te arrastré al equipo. Eso no es digno ni siquiera de un ángel corrompido-.

-no eres oscuro, Kook...- adolorido tomé su mano, mostrándole mis retenidas lágrimas -y ese odio que le llevas a esas personas, y el odio que te tienes a ti mismo, te convierte en alguien normal que quiere justicia, hasta si tú eres la misma injusticia-.

Llorando me abrazó, en plena crisis de odio propio, de temor propio. Correspondí sobando su espalda, sosteniendolo.

-no quiero sentirme así, Jimin. No quiero sentir el deseo de matar a alguien, ni matarme a mi mismo. Estoy cansado-.

Miré la lámpara, suspirando tristemente. -un osito también puede enojarse. Y pienso que... que si mi Jungkook feliz estuviera aquí diría que no importa cuánta culpa oscura tengas dentro tuyo, también hay un gran destello de luz, asi que, ¿por qué no te enfocas en él?-.

-¿cómo lo hago?-.

-no puedes borrar tu sentimiento de rencor hacia las personas que hirieron a tus seres queridos, y entiendo que tú también heriste a muchos y por eso te odias. Pero estás solucionandolo todo...- Lo separé del abrazo, tomando sus mejillas -hoy no eres un villano para nadie, ni siquiera para Kim Taehyung. Es hora de que limpies esa imagen tuya de tu propia mente-.

-ojalá pudiera...-.

-sí puedes, Kookie-. Sonreí suavemente. Asustado me miró, temblando. -tienes la solución, ponla en marcha. Si Nam estuviera aquí diría "Jeon, usa tus malditos huevos"-. Los dos reímos -pero estoy yo, y diré, Kookie... muestra el lindo corazón que tienes, aunque esté embarrado en un poco de oscuridad-.

tu corazón seguirá brillando aunque tenga sombras imborrables.


Jungkook:

15:30 PM.

La tenebrosidad de mi corazón me agota cada día. Todos tenemos una oscuridad innegable. Todos somos ángeles con alas negras o demonios con aureolas. Los corazones de los villanos y victimas propios de ser santos y pecadores tienen versatilidad con lo malo y lo bueno. Todos fuimos malos con alguien, todos fuimos buenos con alguien. Entonces, ¿por qué debemos tener un papel fijado?. Creo que pasar por todas las etapas es un crecimiento.

Todos en esta manifestación llena de música, gritos y felicidad son adolescentes. Capaz victimas del sistema escolar, pero aquí todos hirieron a alguien, consciente o inconsientemente. Pueden ser perdonados o condenados, está bien si alguien da un perdón o una bofetada; creo que son libres de decidir lo que quieren.

Mi sombra me pesa, me agarra de mis tobillos y me dificulta caminar. Esta sombra que no desaparece con la caida del sol jamás me dejará, a menos que la acepte y en vez de impedirme avanzar, me suelte por aprender a amarla.

quisiera dejar de odiarme.... algún día lo lograré. No es una lucha fácil.

No llevo ningún cartel, tampoco mi uniforme ya que no soy digno de protestar contra el bullying. Caminando entre la manifestación siento miradas y susurros. Muchos me conocen como el abusador de Taehyung; un título que me lo merezco.

-¡¿qué hace él aquí?!. Si que tiene huevos el hijo de puta-.

lo que menos tengo es valentía.

Jimin me guió hasta Namjoon, que estaba con Yoongi y Hoseok. El de lentes al verme aquí, se quedó pálido. -¡¿Jeon?!-.

-Jimin me ayudó a venir- sonreí suavemente.

Namjoon me abrazó con fuerza. -Gracias por no olvidar nuestra charla de anoche-. Murmuró orgulloso.

"ve a la manifestación y demuestrate a ti mismo que te aceptaste. Luego podrás amarte".

Correspondí sonriendo con tristeza; por un momento casi lo olvido.

Hoseok me abrazó, y Yoongi desde lo lejos me sonrió. Al estar con mis amigos me siento más tranquilo. Pero los murmuros a mi espalda no los soporto. Duele porque sé que me los merezco. Los que me reconocen en verdad me odian y debe ser una falta de respeto presentarme aqui.

-¿y Tae?-. Pregunté mirando a mi alrededor.

-está pegado con un chico, dudo que quieras ver eso-. Hoseok palmeó mi espalda. Reí.

-ya no me importa, que Taehyung se meta con quién quiera, bien por él-.

-que maduro eres-. Yoongi habló, sentado en la banca con Namjoon. Rasqué mi nuca aún incómodo por las miradas de los demás.

-¿entonces qué harás ahora?-. Jimin preguntó -¿vas a querer hablar, pedir perdón?-.

-necesito ver a Taehyung...- confesé -él es el que organizó todo, capaz me diga qué es lo mejor-.

-debe estar cerca del escenario con el gran Myungsoo-. Namjoon respondió, diciendo lo último con sarcasmo.

Comencé a caminar hasta allí. Muchos de los presentes simplemente me ignoran, hasta que alguien agarró mi muñeca, deteniendome. Mire al muchacho, reconociendo que es alguien de la escuela.

-¡¿qué haces aquí?!, ¡es nuestro día!, ¡el día de tus victimas!. Dejanos tranquilos por hoy-. Pidió agotado. Sus ojos estaban rotos, porque yo los rompi. -Eres el culpable de mi baja autoestima, ¿sabes?-.

-eres un chico muy lindo, espero pronto aprendas a amarte-. Tomé su hombro con calidez. Abrió sus ojos sorprendido -y perdóname-.

-¿q...qué?-.

-debo hacer algo, espero pienses en tu perdón y me lo des, pero si no me lo das... lo entiendo-. Apenado tuve que darle la espalda y avanzar. Pedir perdón fue lindo, pero ver los ojos de mi victima es tan doloroso que dudo poder soportar otra mirada así.

Llegué hasta el casero escenario. Pero no estaba por ninguna parte. Sólo un castaño alto sentado usando su celular sin darle atención a lo que sucede a su alrededor. Miré a mi alrededor buscándolo.

A lo lejos detrás de un árbol veo a un pelinegro sentado en el césped. Corrí hasta él, iba a hablar, pero me congelé al notar que está llorando.

Él, destruido se abraza así mismo, intentando cubrirse. ¿Por qué está aquí solo sin buscar consuelo?

Taehyung me vió, sorprendiendose. -viniste-. Su hablar salió en un sollozo por culpa de su repentina tristeza.

-sí... vine-.

-pero no usas ningún cartel-.

-y tú estás llorando-.

-ah sí... esto... no importa-. Secó sus lágrimas. Me senté enfrente suyo, preocupado. Taehyung tragó saliva -no necesito tu ayuda-.

-no necesitas la ayuda de nadie, pero sé que no sueles sufrir solo, ¿no quieres que llame a Nam?-.

-no, Kook, no quiero nada-. Abrazó sus rodillas sin poder mirarme a los ojos -me dio ansiedad porque me comunicaron que vendrá la prensa. Eso nos ayudará mucho para hacernos oír asi que me harán una entrevista-.

-oh... ¿y eso te da ansiedad?-. Sin querer explicarme asintió.

Miré como sus dos manos inconscientemente tapan sus genitales, protegiendose así mismo. Eso hace Woon, lo hice yo y también lo hace él.

se trata de Suk.

-¿tienes miedo que él te vea en televisión?-.

-con que te has vuelto más inteligente, Jeon-. Rió.

-tienes miedo-. Comprendí. Taehyung me miró a los ojos, sonriendo con soberbia.

-miranos, dos cobardes gays charlando-.

-dudo que nuestra charla deba seguir-. Me levanté, me siguió con la mirada. Miré sus lágrimas desde aquí arriba. -este cobarde gay ya no quiere ser cobarde-.

-dejaré de ser cobarde cuando tú no lo seas-. Se levantó secando sus lágrimas -tengo una década más para prepararme, idiota Jungkook-.

-o sólo tienes diez minutos-.

-sí claro, primero me chupas la verga-. Despacio me empujó -me voy, no quiero ver tu cara de cobarde gay-.

Se alejó, repentinamente sin llorar; apuesto que sigue teniendo una tormenta de miedo dentro suyo.

yo tengo un tornado.

Diez minutos después me coloqué el cartel de verdad. Con mi corazón latiendo tan rápido como jamás latió me lo coloqué. No puedo hablarle de cobardía a Tae si yo soy peor que él. E incluso si deseo desmayarme del miedo y los nervios, está bien. Creo que está bien.

-te va bien-. Namjoon sobó mi hombro, leyendo lo que decían las letras de colores.

"soy gay".

Ya me quité el "cobarde", Tae.

No quiero caminar y que la gente comience a leerlo, pero mis pies sólo avanzaron. Caminé entre la multitud con mis amigos a mis lados apoyandome. Mientras más personas me ven más barullo se hace. Me señalan impresionados.

Mi cuerpo entero tiembla. ¿Qué pasará el lunes?, ¿qué pasará mañana?, ¿qué pasará hoy?.

tengo miedo, pero eso no me hace un cobarde.

-¡¿Jeon Jungkook es.... GAY?!-. Escuché que alguien habló lo suficientemente fuerte para los que reconozcan mi nombre se fijen en mi.

mamá... hoy fue mi liberación, ¿estarás en el cielo bebiendo una copa de champagne?.

Miré el cielo despejado sintiendo miradas profundas. Sonreí con miedo, sonreí con felicidad y tristeza. Sonreí porque quiero llorar, pero está bien.

está bien, osito, todo está bien... incluso aunque duela.

-lindo cartel-. Lisa vino hasta a mí, apoyandome también. Le sonreí.

Los fans de Taehyung de repente me acorralaron. Me detuve viendo al menos veinte rostros enojados alrededor mío. Mis amigos sostuvieron mis hombros, dándome fuerzas.

debo confrontar todo lo que hice.

-¡¿crees que es gracioso?-. Una herida mujer se acercó hasta a mi, empujandome. Traté de no quejarme del dolor. -¡¿sabes lo difícil que es para nosotros decir que somos homosexuales y sales con esta puta joda?!-.

-no es gracioso, ¿luego de hacerle de todo a Tae y a los demás como nosotros te atreves a jugar con nuestra comunidad?-. Otro dijo.

-yo... yo...-. Comencé a tartamudear, queriendo pedir perdón pero son demasiadas personas atacandome de repente. Me quedo sin aire y tiemblo. Quiero llorar por sentirme excluido, pero es que ellos están en el derecho a odiarme.

Lo único que pude hacer es una reverencia. Incliné mi cabeza y torso en muestra de respeto y una sincera disculpa. Ante todas mis víctimas me disculpé sin palabras porque ningún "perdón" podrá sanar todo lo que causé... mucho menos una reverencia.

-¿por qué tanto escándalo?-. Taehyung entró al círculo que se formó. Me miró, paralizadose al ver el cartel que estaba colgando.

de repente, lloré.

Mis ojos se aguaron. Arrepintiendome. Sabia que nadie me aceptaría, ¿y si debí ocultarme?. No debí hacerlo, no hoy.

Tae miró como cayeron las lágrimas. Me di la vuelta queriendo correr e irme, pero el mismo pelinegro que maltraté, habló.

-yo perdono a Jungkook-.

Me quedé helado, volteando poco a poco con los ojos abiertos.Llorando lo miré. Me dió una sonrisa cálida.

-Todos aquí estuvimos en un closet, Jungkook lo tuvo y como parte de la comunidad creo que deberíamos perdonarlo. Todos llegamos a ser mentirosos para ocultarnos, ¿por qué condenar a Kook?- se acercó a mí.

-Ta... Tae...-.

-ya no eres un cobarde, sólo eres un gay idiota-. Rió. Mi
corazón latió con fuerza.

sus ojos ya no me odian más.

-perdón...- sollocé -perdón a todos...-.

-si yo te perdono, todos pueden hacerlo- palmeó mi espalda.

Miré a la audiencia, quienes pensativos me miraron. Ninguno aceptó mis disculpas, pero no me volvieron a atacar. Asombrado noté como empezaron a dispersarse, dejandome con mis amigos y Tae.

-¿sali del closet?-. Pregunté.

-sí... lo hiciste-. Taehyung rió, mirando como venían camarógrafos y reportistas.

-¿me personaste...?-.

-definitivamente y para siempre, Jeon. Ya te superé-. Me sonrió. Bajo mi llanto le devolví la sonrisa.

-yo también te supere-. Afirmé.

-avanzamos juntos, asi que seguiré tu paso e iré con la prensa. Gracias por ser una motivación-  despeinó mi cabello.

-Tae... no me quedaré en la manifestación, volveré a casa... aún la gente necesita procesar lo que soy-.

Miró mi cartel con ternura -eres una buena persona- aseguró.

-gracias por decirlo- lloré, sabiendo cuánto peso tenían esas palabras para nuestra historia de desamor.

-pues gracias por demostrarmelo. Ahora ve a casa y descansa. Festeja que eres libre para ti mismo-.

Me dio la espalda y se fue. Toqué mi pecho, sintiendo ansiedad. Taehyung ayudó a que la gente se plantee perdonarme.

soy gay y ahora todos lo saben...

acabo de hacer una acción impulsiva, pero trabajaré todos los días para no arrepentirme.

FUAAAA RE FACHA CON MI SEPARADORRRRRRR. Gracias a la personita que me lo hizo, morí de ternura.

¡¿qué opinan del capítulo de hoy?!.

Por fis cuidense mucho, en mi caso me enfermé por no abrigarme bien, no sigan mi ejemplo y cuidense. Los amo muchisisisisimo. Cuénteme qué tal están, pueden desahogarse acá si es lo que necesitan

Nos vemos pronto, bye 💛

🍋

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro