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°Capítulo 101°

Taehyung:

Miércoles, 06:20 AM.

-¡¿una cartulina?!- mi madre gritó desesperada cuando Minki le dijo que necesitaba una cartulina para el día de hoy, que se acordó al último segundo sobre esa información -¡me lo pudiste haber dicho ayer!- Hana la retó. La menor pedía disculpas ante su desesperación.

Miré a mi padre quién reía ante esa escena, con una taza de café en sus manos, su suave sonrisa mientras sopla el vapor. Las dos mujeres de la casa siguieron desesperandose, quisiera reir ante la divertida situación desde este punto de vista, pero no puedo.

Mi tostada untada en mermelada de naranja me ve, esperando a ser devorada junto al jugo de pomelo recién exprimido, con dos cucharadas de azucar para matar lo ácido intolerable. -¿No te gusta el desayuno?- mi padre con su grave voz mañanera cuestionó

-amo esta comida pero...-.

-no tienes hambre- suspiró impotente, sin saber cómo darme de comer. Apenado por ser un problema bajé mi cabeza -Inténtalo Tae, debes abrir de nuevo tu apetito-.

La tristeza me alimenta cada día.

Agarré la tostada, recordando las palabras de Jimin; tuvo bulimia, se preocupa por mi alimentación. Debo escuchar las palabras en un experto en este tema. Si él me dijo que necesito comer, supongo que tiene razón.

Le haré caso a Park, pero jamás le diré que comí gracias a él.

Le di una mordida escuchando de fondo los reproches de mi madre y como Minki seguía pidiendo perdón una y otra vez. Me permiti sonreir suavemente ante la cómica escena para nosotros dos. Aunque la sonrisa sea un poco forzada, es bueno sonreir.

¿Cómo estará Namjoon?.

Esa pregunta me está matando estos últimos días, en especial ayer. Se veía tan culpable respondiendo esos tweets que eran contra Jungkook. Lo quiere, es obvio que es su amigo y odio sentirme tan celoso.

También la forma en que maltrataron a Jeon, me di asco a mí mismo cuándo salí a defenderlo, debi dejar que sigan. Él jamás me defendió, ¿por qué yo defenderlo a él?.

-salgamos ahora así compramos en algún lugar del planeta. ¡Maldita sea Minki! desde ahora me darás tu cuaderno de aviso todos los días-. Hana salió corriendo en busca de las llaves del auto. Dejé la tostada a medio comer en un costado, colocándome mi mochila en la espalda

-mamá está gruñona- la de colita de cabello vino hacia a mi apenada -no me gusta que me rete-

-no eres perfecta, Minki. Está bien que te hayas equivocado y que te reproche. No te preocupes-. Acaricié su cabello cuando me abrazó completamente apenada

-¿no debo ser perfecta?- cuestionó elevando su cabeza, negué con una suave sonrisa sólo para ella

-nadie es perfecto-.

-Nam oppa si- aseguró contenta. Escuché como mi padre tragó saliva ante la dolorosa incomodidad.

No... ni él hace las cosas bien.






Luego de minutos que no conté llegamos a la escuela, mi hermana ya tiene una cartulina blanca en sus manos. -Minki, irás a tu aula y copiarás lo que debes escribir en esa cartulina. Tienes media hora antes que comiencen las clases-.

-si mami, perdóname- triste se acercó a ella besando su mejilla. Mamá sonrió y negó, también dándole un besito

-te perdono, ahora ve-. Más aliviada la menor salió corriendo. Cómo siempre soy el último al bajar, necesito mentalizarme para entrar a ese doloroso infierno de los jóvenes. -Tae- Hana antes de que me baje tomó mi mano, confundido la miré -¿cómo te sientes?-.

-bien-.

-¿cómo te sientes realmente?... necesito que me lo digas para que no se repita lo de las pastillas- sus ojos almendra se llenaron de lágrimas al recordar esa noche

-mamá, te dije que ya no intentaré suicidarme- agotado de este tema repeti

-lo dices como si fuese tan común el suicidio- sollozó desesperada -necesitas ir a un psiquiatra, tomar pastillas para la depresión o...-.

-por favor, detente- pedí -ignora lo que pasó-.

-¿ignorarlo? Tae... si Hyeon no entraba a tu pieza no estarías en este asiento-. Respiré suavemente tratando de calmarme -hace tres semanas estás asi, ¿me dirás que te pasa?-.

-ahora estoy mejor. Recuperé a un amigo, comenzaré a ver a Jihyo de nuevo... yo... estoy bien- elevé mi voz molesto. Odio recordar ese día donde casi me muero, me apena por completo -déjame ir... por favor-.

-vendre a buscarlos a las doce- secó sus lágrimas, entendiendo que no puedo hablar de eso

-hoy salgo a la una, volveré en bus-.

-¿seguro?- asenti y besé su mejilla -chau corazón, cuidate por favor-.

-lo haré-. Me bajé del auto, al entrar al colegio sonreí feliz al encontrarme a Lisa. La cuál salió corriendo a abrazarme -Hola Li-.

-Hola Tae- se separó mirándome animada -¿qué tal estás?-.

-mejor que ayer- contesté. Capaz para ella esa respuesta fue mala, pero para mí es completamente positiva

-me alegro que el video que grabé haya servido para parar el acoso hacia Kook- comentó mientras comenzamos a caminar -aunque él no sea la mejor persona de este mundo, nadie merece lo que le hicieron-.

-no quiero hablar de Jungkook- pedí

-perdoname- nos detuvimos frente a mi aula, sonreí para tranquilizarla -antes de irme... yo... quería saber, ¿por qué me escribiste ayer rogando que suba esa video defendiendo a Kook? no tienes que contestar sólo que...-.

-no lo se- la interrumpi -capaz pensé que no era justo que lo ataquen por algo que no hizo. Pero no lo defenderé si vienen mañana y le dicen que es un egoista que merece pudrirse, porque lo es y se lo merece-. Ante mis odiosas palabras la rubia tragó saliva sin saber qué contestarme -iré a mi aula-.

-está bien... suerte en tu dia- me dió un beso en la mejilla, para luego volver con sus amigas. Agotado entré, cómo siempre suelo llegar primero. Me senté en mi nuevo lugar, mirando el antiguo el cual en estas tres semanas Yoongi y Namjoon no permitieron que otra persona lo ocupe, en verdad me están esperando.

Tragué saliva sintiendo nuevamente mal, rápidamente agarré mi celular, queriendo sentirme bien.




¿hoy nos vemos?





Jihyo ❤

siiiiii. Amarás la presentación de tango





jajajajaa genial, luego me dices a qué hora me pasas a buscar






Sonreí suavemente bloqueando mi celular. Me arrepiento de todo este tiempo no haber intentando ser más cercano con ella. Alejarme de Namjoon me ha abierto a nuevas posibles amistades. Está bien haberme alejado. Nos hace bien a los dos.

Abrieron la puerta. Su castaño cabello seco, por el estrés sin rulos, la chaqueta de básquet raramente sucia y la tristeza en sus pupilas me congelaron. Me miró a los ojos, suspirando al ver que estamos solos.

Rompí nuestras miradas bajando mi cabeza, esperando a que se vaya, si no se va, me voy yo. No pienso soportar respirar el mismo aire. Escuché sus pasos venir hacia mí, cuándo se paró al lado mio, temblé. -Taehyung...- iba a hablar pero lo callé

-que ayer haya salvado tu suicidio no significa que tienes el derecho de hablarme. Desaparece o yo te hago desaparecer- gruñi sin siquiera mirarlo. Suspirando sacó algo de su mochila, lo miré enfadado -¿no me escuchaste?- .

-Jimin me lo dijo todo- habló. Sus finos labios secos pronuncian cada letra con dolor, demasiado dolor. -Sólo quiero hacer una última cosa-.

-¡¿qué otro daño me causaras?!-.

Mirándome por primera vez a los ojos sin vergüenza, me entregó una hoja doblada. Frunci mi ceño sin querer agarrarlo. -No tienes porqué leerlo, sólo quiero... dartelo. Quemalo, no importa-. Al darse cuenta que no lo agarraré la depositó en la mesa. -Me gustaría que la leas-.

-¿Por qué crees que haré algo por ti?- escupi con rabia. Al recibir mi odio bajó su mirada, sus manos comenzaron a temblar, dándome cuenta que casi todos sus dedos están vendados, algunas vendas con sangre.

¿se está dañando a sí mismo?.

-bien... entonces... chau- fué a su asiento junto a su voz apagada. Incómodo miré la hoja perfectamente doblada, lo observé a él, al ver que no me estaba mirando la tomé, desprende olor a limón; la pintó con jugo ácido para que huela a una de las cosas que más amo y él odia.

Mi labio tembló, sintiendo pánico por leer. Pero lo leí, lo leí porque quise saber qué es lo que me tiene para decir. Siendo cobarde para hablarlo, así solo escribirlo.





"No me siento bien en mi propia piel. La suciedad que yo mismo provoqué me pica. La fealdad que yo mismo construi me arde. La falsedad que yo mismo inventé me despedaza.

Me gustaría ser hermoso como tú, pero no hay belleza en mí. Incluso si todos dicen que soy lindo, sé que no es así.
No conocía lo que era la belleza verdadera, hasta que te conocí. Pero todos te miraban sucio, horrendo, desastroso, asi que no quise ser así. Preferí ser una flor para los demás y una espina para mí y para tí... grave error meterme en la piel de alguien que no soy.

Prometo encontrar una nueva piel, quemar el fuego, quitar la máscara... prometo decirte adiós."







Las lágrimas aparecieron, cada palabra fue un puñal. Saber que Teddy es el que me dice que se irá, me arde más que un raspón. Mi llanto desesperado cubrió cada rincón del aula, mientras que huelo la hoja, tratando de que el delicioso olor que me calme; pero no me calmó.

Me duele, me duele tanto que sea él. Extraño nuestras tardes románticas, cómo me cuidaba en la noche. Extraño profundamente amarlo.

Siento vidrios clavados en mi espalda en este instante, como flechas atraviesan mi garganta. La garganta que tiene tantas cosas que decirle, pero no puedo.

No puedo decirle que lo extraño y lo odio al mismo tiempo.

Sentí su mirada al escuchar mi llanto, no me importó que vea como abrazo la carta o mojo mi rostro. Tan sólo necesito llorar porque lo perdi, lo dejé ir y aunque sé que es lo correcto... amaría quedarme.

Amaría que Teddy muriera y renaciera en otro cuerpo.

Abrieron la puerta, Thien se quedó estático al verme llorar. Traté de controlar mis lágrimas. Supe que algo malo pasaría cuando el alto miró a Jungkook lleno de rabia, pensando que me hizo algo para llorar.

Si, por culpa de la tinta que escribió estoy llorando... pero realmente agradezco que me deje ir.

Necesito alejarme de él, o si no, jamás podré mejorar.

El pelinegro se acercó al asiento del castaño, agarrando su camisa lleno de rabia. -¡¿QUÉ LE HICISTE?!. TE DIJE QUE LO DEJARAS EN PAZ- Jungkook no se defendió, se quedó en silencio, recibiendo todo ese maltrato. -¿NECESITAS QUE TE DE OTRA PUTA PALIZA PARA QUE TE ALEJES DE TAEHYUNG?-.

-Thien- lo llamé, pero no me hizo caso

-¿qué le hiciste?- lo agarró mucho más fuerte, recibiendo solo el silencio del otro -CONTÉSTAME-.

-THIEN- me levanté de la banca, el alto me miró, mientras que el otro bajó su cabeza -¿CUÁL ES TU PUTO PROBLEMA?-.

-quiero que se aleje de ti- explicó, pensando que él me lástima. Y si, me mata, pero no de la forma en que Thien cree

-¿a caso no leiste lo que puse ayer?. Luchar por el bullying haciendo más bullying es estúpido- dejé la carta en la mesa, acercándome a ellos -sueltalo-.

-él no merece tu moral, Taehyung- me miró confundido por mi reacción -sabes que se merece mil palizas-.

-mira a quién estas amenazando- ordené. Thien lo miró. Su cabeza baja mientras cierra sus ojos asustado, temblando por el terror que siente al ser odiado. -él no se está defendiendo. No tienes porque golpearlo, ya que es evidente que se castiga a si mismo-.

Soltó su ropa de a poco, bastante confundido. Jungkook no elevó su mirada, siendo un cobarde.

estoy cansado que sea tan cobarde.

-¿por qué llorabas?- me preguntó preocupado -¿él te hizo llorar?-.

Lo volví a mirar, sintiendo la presión en mi pecho nuevamente. -Jungkook me ha hecho llorar durante estos meses. Llorar de amor, de odio, de miedo-.

-¿de amor?- Thien frunció su ceño al instante. Jungkook tembló, sin poder creer lo que dije

me frustra que no diga que me ama. Que lo diga de una puta vez... claro, si es que Teddy me amó en verdad.

-dile, Jungkook- ordené, el musculoso negó bajando su cabeza, sin poder hacerlo -DILE DE UNA PUTA VEZ. TEN LOS HUEVOS-.

¿a caso no me amas lo suficiente, Teddy? ¿a caso amaste más a la mentira que a mí?.

-¿decirme qué?- el pelinegro confundido nos miró. Sin reconocer a este Jungkook.

Esperé unos segundos, esperé a que levante su mirada y se lo diga sólo a él. Pero no lo hizo, jamás lo hará. -Dile, Teddy- dije, apretó sus puños con fuerza.

Al final... en nuestra historia de amor el único que amó de verdad fui yo.

Lamento tanto que Teddy no me haya amado como prometió.

-dile como me chupaste la polla y decías que me amabas antes de irte a dormir-.

Al sacarlo del closet se quebró, sollozó abrazandose a si mismo, buscando consuelo que nadie le estaba dando.

-¿qué?-. el otro me miró, abriendo sus ojos al haberme escuchado -¿qué Jungkook... qué?-.

-es.. cierto- el castaño llorando habló, haciendo que la boca de nuestro compañero se abra por la sorpresa -yo...- me miró, tensando su mandíbula -soy...- mordió su labio, en verdad le cuesta -Teddy-.

Teddy no existe... Jungkook. Los dos debemos aceptar esa realidad.

-¿eres gay?... ¿qué mierda?...-.

-¿estás feliz, Tae?- me miró, roto al haberlo sacado del closet obligadamente -¿esto es lo que necesitas? ¿necesitas que le diga a todos que te amo para que puedas superarme?. No tiene sentido, en verdad lamento todo lo que te hice, ¿pero por qué tuviste que hacer que lo diga?-.

No me amas, jamás me amaste.

-para que tengas los malditos huevos de ser quién eres- a punto del llanto lo empuje -TU CLÓSET FUE LO QUE NOS HIRIÓ-.

Tu closet te impidió amarme.

-en verdad lo lamento...- sollozó -me equivoqué y te perdi-. Nos quedamos en un agobiante silencio, mientras que la cara de Thien era un verdadero poema. -si quieres ve y dile a todos- agotado lo miró -ya estoy cansado de mi mismo-. Jungkook agarró su mochila y se fue, casi desvaneciendose a medio camino.

Me volví a romper, sollocé. Sabiendo que me acabo de equivocar, pero estoy agotado, su mentira me hizo mierda, su falsedad lo destruyó. Tan sólo quiero que diga la verdad. No, no pienso volver con él aunque salga del closet, pero si lo hace, le tendría un mínimo de respeto.

-¿fue...fueron novios?- Thien seguia en shoock. Suspiré agotado, sabiendo que en verdad fui malo.

-Thien...- traté de calmarme, mirándolo -si le dices esto a alguien... no te lo perdonaré nunca- amenacé -te juro que si dices que Jungkook y yo tuvimos algo, o que Kook es gay, te rompo la cara con mis propias manos, ¿lo entiendes?-.

Parpadeó repetidas veces, asintiendo -yo... no sé que decir-.

-mejor no digas nada- volví a mi asiento, agarrando su carta, guardandola en mi mochila -sólo mantente callado sin pedir explicaciones- pedí.

Lo lamento, Teddy. Sé lo difícil que es para ti no estar oculto... realmente lamento haberte obligado.

Pero Jungkook, en serio estoy cansado de ti.

Joder... debo dejar de separarlos y decidirme por un nombre.







7:30 AM.

Con ansiedad escribí sobre el libro de historia, completando los ejercicios del día de hoy. Veo el asiento de mis amigos, sólo se encuentra Yoongi; Namjoon faltó. Él no falta a menos que sea grave, ya que es becado.

Suspiré preocupado por Nam y por la distracción de Thien. El pelinegro trata de completar su libro pero no puede, debe seguir en shoock por la información recibida. Fui muy impulsivo, estuve tan mal.

-perdón por haberte tratado mal hace un rato- susurré distrayendolo de la tarea, me miró, su piel sigue pálida -sé que sólo quieres protegerme, y te lo agradezco muchísimo... no.. pensé antes de hablar-.

-entiendo tu enojo por haberlo atacado- murmuró así sólo yo lo escucho -después de todo... ustedes dos fueron...-.

-No lo fuimos- interrumpi, frunció su ceño confundido. Apenado miré hacia atrás, el castaño ni siquiera tiene la mente para responder las preguntas de las hojas. Se ve mal, terriblemente mal mordiendo una de las pocas uñas que no tiene vendada.

Perdón Teddy, de verdad lamento haberte sacado a rastras del armario.

Volví a mirar a mi compañero, suspirando frustrado. -Casi tenemos algo... pero su closet nos arruinó-.

-¿las veces que te maltrató eran mentira?-.

Eran mentira para él, pero se sentía tan real para mí.

-No quiero hablar de esto- mis ojos se aguaron, desesperandolo en preocupación -estas tres semanas estuve así por culpa de él. No quiero recordar nuestra historia-.

-okay...- miró nuevamente el libro, agarrando su lapicera sin ganas de copiar

-odio las mentiras, pero en verdad te ruego que no le digas ni a tu perro lo que dije- pedí -puede que odie a Jungkook, pero puedo llegar a entender el sentimiento de protección que el closet te da, y cómo salir te despedaza-.

Nuevamente me miró, sonriendo suavemente y asintiendo -no diré nada, pero no por él, por ti. Que lo diga probablemente te hará sentir más culpable, y no necesitas más tristezas en tu vida-.

Agradecido le devolvi la sonrisa, volteando a verlo. Sus ojos están llorosos, su cuerpo tembloroso. Pero la mirada enojada de Jimin hacia mí me dio piel de gallina. Sus pupilas arden en fuego al saber lo que hice.

No te enojes conmigo, Jimin. No necesito una pelea en este momento.






9:30 AM.

En el recreo Jimin se paró delante de mi mesa, deteniendo mis movimientos y los de Thien. El rubio me mira, serio, dejándome congelado.

-¿Jimin?- Thien, listo para salir al patio se levantó confundido. Mordi mi mejilla sabiendo en qué me meti, sin saber qué pasará.

-Jimin, por favor vámonos- Jungkook rogó parado en la puerta de la vacia aula. Tragué saliva sin dignarme a ver al castaño, sólo al rubio.

-¿tienes algún problema, Park?- el alto colocó su mano en mi hombro para defenderme.

-tengo uno muy grande en realidad- aseguró.

Sus ojos enojados asustan.

-déjalo en paz- Kook habló, por las lagrimas retenidas su voz se rompió -me lo merecía-.

-quiero hablar con Taehyung a solas- ordenó. Agotado dejé caer mi mochila a un costado, aceptando las consecuencias de mis acciones.

-ni loco- Thien, quién parece mi guardaespaldas habló fuerte y claro. Apenado le sonreí.

-ve, hablaré con Jimin-.

-Jimin, por favor- el basquetbolista rogó -no hagas más problemas, no lo necesita-. Ya que el rubio no se movió, Jungkook se fue rendido, completamente destruido. Thien me saludó yendose, mandandole una mirada amenazadora al más bajo.

-Taehyung- agarró una silla, sentándose en frente mío -entiendo que te desagrade Jungkook, ¿pero había necesidad?-. Suena enojado, sin embargo para nada agresivo.

-no habia necesidad yo sólo...- me encogi de hombros -quise darle un poco de karma y valentia-.

-si todos se enteran que él es gay mi padre lo sacará del equipo, no tendrá beca ni futuro. El equipo lo maltratará, y luego se suicidará porque Jungkook es completamente débil-.

-No tengo porqué sentir pena por él- frunci mi entrecejo molesto, ¿quiere que le sienta pena? -no me importa si se muere. ¡entiendelo Jimin! lo odio-.

-Nadie merece la muerte-.

-ÉL SI-.

-¡TAEHYUNG!-.

-ME DESTRUYÓ, JIMIN. SU EXISTENCIA ME DIÓ INSOMNIO, SU MALTRATO ME DIO INSEGURIDADES, QUE SEA TEDDY CASI ME MATA. SI SE MUERE, PUES QUE LO HAGA, ME IMPORTA TRES MIERDAS-.

El rubio me miró completamente impotente, respirando agitadamente a causa de los nervios -si llega a escuchar eso, si escucha que deseas que esté en una tumba se mataría para hacerte sentir bien-.

-pues asegúrate de no invitarme al funeral- Agarré mi mochila para irme, pero su pequeña mano me detuvo. Cansado de esta situación lo miré.

-Perdoname Taehyung, pero no sé que hacer para que Kook esté mejor... yo sólo... quería intentar que le pidas perdón-.

-en mi puta vida le voy a hablar de nuevo a esa mierda de hombre-.

-perdón Tae, a veces me cuesta comprender que en verdad lo odias- salieron algunas lágrimas impotentes, Jimin se ve muy sobrecargado de problemas ajenos -te prometo no volver a presionarte, pero entiende mi enojo-.

Me senté nuevamente, tratando de respirar y entenderlo. Después de todo Jungkook es su mejor amigo y querrá su bien. -Él ya dió su último adiós hoy- le comuniqué, asintió secando sus lágrimas, posiblemente enterado de aquella carta -que se despida me hizo bien. Que me asegure que me dejará sanar es lo que necesitaba. Asi que prometo también alejarme de él. Dejar de pensar en Teddy todos los días, dejarlo ir-.

-¿en serio... no le darás otra oportunidad?-.

-no puedo, Jimin. Simplemente no puedo mirar a Jungkook con ojos que no sean repletos de odio y asco-.

Bajó su cabeza, asintiendo, sabiendo que no podrá hacerme cambiar de opinión -también dejar de ser dependiente de ti le hará bien a él. No necesitarte para ser feliz... supongo- trató de ver el lado positivo de esa parte. Suspiré sin saber qué decirle, sabiendo en lo más profundo que Jungkook no volverá a ser feliz.

¿a caso yo lo seré?.

-iré al recreo- avisé, asintió apenado -perdón por haberte gritado, entiendo que quieras lo mejor para Jeon-.

-perdón por haberte retado, entiendo que él fué malo contigo-.

Nos sonreimos guardando docenas de lágrimas. Quise preguntarle sobre Namjoon, pero no pude. Me asusta que diga que están juntos, que es amigo de Jungkook o que está mal.

Me asusta saber qué le pasa, porque sé que me extraña... y me duele.








Namjoon:

12:30 PM.

Taehyung, ¿puedes aparecer y abrazarme hasta que nuestros cuerpos sólo sean esqueletos?.

Pensé mirando el vaso de plástico lleno de agua fría. Sentado en el pasillo del hospital. Mi padre está en la habitación dormido, ya que pasé la noche alli quise salir un poco y retomar el aliento. Pero las paredes blancas de este lugar me siguen agobiando.

tres infartos, se salvó sólo porque mi tía rezó toda la noche. Se salvó sólo porque el universo sabe que un dolor más en mi vida es motivo de un nuevo derrumbe.

-cariño, ¿por qué no vamos a almorzar? Necesitas comer- Seokjin preguntó preocupado. Agradecido de su apoyo lo miré, sonriendo suavemente

-ve tú, yo no tengo hambre-.

-¡olvidalo! tú comerás-. Se levantó de la silla, me senti orgulloso al verlo parado. Últimamente tiene más confianza en sí mismo. Él asegura que es gracias a mí, eso me hace sentir muy mal. ¿Cómo le terminaré?, no quiero herirlo, no quiero que Yoongi me odie eternamente

-bien... cuidaré de mi salud- cansado me levanté, agarró mi mano para caminar hacia el pequeño patio de comidas del hospital. Caminamos despacito, para que no se tropiece o se sienta inseguro. -no me gusta que estés aquí, hyung. Te la pasas en hospitales por tu enfermedad, no quiero que estés aquí por esta situación. No es justo-.

-eres mi novio, Nammie. Debo apoyarte, para eso estoy-. Sin saber cómo reaccionar ante eso bajé mi cabeza; la culpa me come vivo -me alegro que la cirugia haya salido bien-.

-si... los doctores ya han tratado tantas veces a mi padre que es costumbre- murmuré.

Jin bastante apenado por mi negatividad tosió, agarrando mi mano con más fuerza para darme apoyo. Realmente funciona, su presencia me hace bien hasta que recuerdo que no lo amo como digo amarlo. -¿cómo pagarás el hospital?-.

-mi tía me dijo que pondrá la mitad del dinero porque no tiene más... asi que... le pediré a mi jefe que me adelante la paga asi pago el resto- contesté mientras entrábamos al lugar de comidas. haciendo la cola para pedir -menos mal comencé a trabajar, el sueldo de papá no iba a alcanzar-.

-eres muy fuerte cariño- me dió un suave beso en la boca.

¿cómo te terminaré hyung?... ¿cuándo será el momento indicado y las palabras precisas?. No me odies cuando te deje, por favor no te vayas... te necesito.

El mayor notó las lágrimas que se deslizaron por si solas, preocupado las secó -¿Nammie?-.

-de verdad te amo Jin- sollocé -no te separes de mi, pase lo que pase o lo estúpido que puedo llegar a ser- desesperado lo abracé, sé que malinterpretará mis palabras, pensará que lo dije románticamente cuando no es asi. Perdón también por eso

-Te amo más cariño, no llores- susurró sobando mi espalda -jamás me iré, juntos por siempre-.

¿por qué como amigo eres tan bueno pero como mi novio tan tóxico? ¿por qué tuve que usarte? ¿por qué tuve que ser tan posesivo con alguien que jamás quise tener?.

-gracias por estar- sollocé, haciéndolo sonreir enamorado

-gracias por dejarme estar-.






1:20 PM.

Almorzamos, pero hace diez minutos se tuvo que ir, era la hora de su medicamento y lo había dejado en casa. Lo dejé ir sin ningún problema, aunque su presencia me reconfortaba también me hacia sentir una mala persona

Quiero a Taehyung.

Volví a sentarme en una de las sillas del pasillo, el asiento que queda en frente de la habitación de mi padre. Uso mi celular, tratando de ver algo nuevo sobre Taehyung. Pero nada, no ha publicado nada. Sólo cosas de sus fans halagandolo o haters atacando en vano.

-¡Joonie!-. Escuché su dulce voz. Miré a mi costado, sonriendo al ver a Jimin con su uniforme de gala venir hacia mí, detrás estaba Jungkook, más apagado de lo normal

-ciao piccolo- me levanté, abrazandolo sintiéndome casi completo a su lado

-¿almorzaste?- cuestionó preocupado, sonriendo suavemente asenti. Me acerqué al castaño para también abrazarlo, me correspondió con mucha fuerza

-¿estás bien, Kook?- pregunté preocupado al notarlo muy distinto. Hoy, en cambio de otros días no logra mantener la mirada al frente, ve al piso con la mueca eternamente pintada en su boca

-pasó que...- Jimin iba a decirme algo, pero el castaño lo interrumpió rápidamente

-nada, Nam... lo mismo de siempre- respondió distanciandose, forzando una sonrisa

-las mentiras son lo que te ponen asi, Kook. Dime que te pasa- ordené frustrado, estoy cansado de tener que convivir con las falsedades cada día. Me harta besar a Seokjin, me cansa no besar a Jimin, ¿y ahora un amigo me quiere seguir mintiendo?

-si no te lo digo es porque no necesitas saber- aseguró, tratando de tranquilizarme -es un problema insignificante-.

-Kook...-.

-él tiene razón, no es nada- el rubio me sonrió, estresado suspiré y asenti. Si no quieren decirmelo, ya qué, estoy demasiado cansado como para insistir

-bien...- me senté en la silla. Los dos al lado mío -no tenían porqué venir. Hace rato vino Jin, estoy bien-.

-vinimos más por nosotros que por ti- Jimin sonrió suavemente, reí también -para ver como está Dante y asegurarnos que estás mejor-.

-si... mejor- me encogí de hombros, recostandome contra el respaldo -gracias por preocuparse- miré al eterno dueño de mi corazón, quién aunque se ve muy cansado, sus mejillas regordetas y ojos luminosos están siempre brillantes para mí -te necesito, es bueno que leas mi mente cuando me siento triste-.

Nos miramos unos cuantos segundos, ya sus mejillas estaban sonrojadas, mientras que Jungkook rió ligeramente -ni yo soy tan cursi- comentó rompiendo el incómodo silencio para él. -por cierto Nam... debes ir a trabajar hoy, dudo que mi padre te dé el aumento que quieres si no trabajas-.

-si, hoy iré. Tranquilo. A las dos y media podemos salir de aqui- tranquilice frotando mis ojos -aunque siendo sincero, me siento agotado. Anoche dormi entrecortado-.

-debiste ir a dormir a tu casa- miele me reprochó, golpeando sin fuerza mi hombro

-no quería dejar solo a papá-.

-hoy ve a dormir a tu casa, ¿si?- me rogó, completamente preocupado. Sin más opción asenti, aunque dudo hacerle caso -Deberias dormir una siesta ahora-.

-aunque estoy cansado... dudo dormir bien. Me duele el cuello- quejandome sobé mi nuca, intentando fracasadamente de calmar el dolor de los nudos estresados que se formaban -espero que papá pronto salga de aquí, capaz ahí se me pase la tristeza-.

Al habar dicho la palabra "tristeza" mis dos amigos suspiraron. Realmente todos estamos cansados de ese sentimiento. Poco a poco caemos en un pozo húmedo sin una escalera para subir... ¿podremos convivir con las constantes lágrimas?.

Dudo poder seguir sin Taehyung. Él fue quién me defendió toda mi adolescencia, quién me hizo sentir normal al observar a otros chicos, quién me educó sobre el sexo, quién me enseñó lo que significa la fortaleza. Ese pelirrojo que ya no es pelirrojo... es el único que podrá cuidarme en este momento.

Miré a Jungkook, el único que verdaderamente entiende lo que siento. Sus ojos cada día se apagan, su fuerza se debilita. Él es el único que puede ayudarme ahora. Aunque sea un idiota que hizo horrores... se que ha comprendido que amar significa proteger. Sé que si tiene una segunda oportunidad, será diferente. -¿qué haremos... Kook?- lo saqué de su nube gris. Me miró sorprendido por la repentina pregunta, suspirando al notar mi mueca dolorosa -necesitamos una segunda oportunidad-.

-tú te mereces esa segunda oportunidad- corrigió, escuché el agotado suspiro de Jimin detrás de mí -pero yo ya he cometido docenas de errores, capaz cientos. Estoy jodido, y ya lo acepté-.

-pero...- cuando el rubio queria corregirlo, él negó, elevando su mano para que no hablara

-no amé a Taehyung-.

-¡¿pero que dices?!- elevé mi voz, para nada conforme ante esa afirmación

-entendí que amar no es lo que hice. Si amé realmente a Taehyung lo hubiera cuidado con todas mis fuerzas, hubiera golpeado a todo aquel que quisiera hacerle daño... pero decidí amar más a la aceptación, decidí odiarme, dañarlo, amarlo a medias-.

Hubo un incómodo silencio. Lo que dice es cierto, no lo amó al cien porciento. Pero aún así duele, duele pensar lo egoísta e inhumano que fué con mi mejor amigo... realmente odio todo lo que sucedió.

Jungkook si fué el villano de Taehyung.

-no hablemos de esto ahora...- Jimin trató de romper la tensión -se supone que vinimos a animarte-. Tomó mi mano, recordando que estoy siendo igual de egoísta que Jungkook.

te estoy hiriendo, Jimin. ¿Por qué no notas que estamos mal?.

Soy parecido a Jungkook, ¿será qué por eso de una noche a la mañana se transformó en mi amigo?.

-debemos parar Jimin- solté su agarre, negó agotado, buscando nuevamente mi tacto

-no hicimos nada malo-.

-no tú, pero yo si-. crucé mis brazos, bajó su cabeza jugando con sus dedos, Jungkook por otro lado me miraba confundido. Es obvio que sabe sobre lo de "nosotros".
-aprenderé de los mismos errores que cometió Kook y yo con Taehyung. Ya no le mentire a Seokjin-

-¿le terminarás?-. Sus ojos miel brillaron de emoción, esperando una respuesta positiva

-un día de estos... necesito prepararme para perderlo, a él y a Yoongi-. Miré al frente aguantando mis lágrimas.

Elegir a Jimin antes que a esos dos hermanos... no me hace bien. Me hace querer llorar y ahogarme en mi propio dolor. No quiero perder a más amigos.

-hay que aprender a no mentir- Jungkook aseguró mirando el mismo punto que yo. Entendiendo los pensamientos que nadan por mi mente. -Si tú terminarás con Jin, ¿yo debería revelarme al equipo?-.

-si tú te revelas al equipo... ¿debería decirle a mi padre que me gusta un chico?-. Jimin también cuestionó, aterrado a hablar con la verdad.

La mentira es un refugio que nos daña sin que nos demos cuenta. La verdad es el baldío que nos lastima, pero eventualmente nos sana.

-no puedo decirle al equipo la verdad... me aterra- el castaño bajó su cabeza, sin aguantarlo más.

-¿y si papá me vuelve a golpear?- Jimin a punto del llanto susurró.

-¿y si prefiero una amistad antes que un amor?-.

Ese era mi lema con Taehyung... pero lo arruiné por completo.

Jimin sollozó ante esa cruel pregunta. Jungkook tembló ante la idea de ser él mismo, y yo no pude dejar de ver esa diminuta manchita en la blanca pared, pensando una y otra vez que no quiero cometer el mismo error.

-yo... necesito ir al baño-. El rubio quiso irse, probablemente le acabo de romper el corazón. Adolorido ataje su pequeña muñeca. Se detuvo, suspirando con pesadez

-te amo, aunque no quiera cometer el mismo error... realmente te amo Jimin-.

-no peleemos o lloremos ahora. Tengamosle respeto a Dante y preocupemosnos más por él-. Se soltó y se fue. Sin querer que lo vea llorar.

-somos dos completos idiotas- Jungkook aseguró.
Viendo su delgada figura desaparecer por el pasillo asenti

-Taehyung y Jimin no nos merecen-.

ni Seokjin, ni Yoongi, ni Hobi, ni Jihyo, ni Thien. Ni nadie.

-¿por qué somos iguales? odio ser tú- Kook sollozó, rei suavemente mirándolo. Ignorando que pocas personas nos miraban con curiosidad

-creeme que odio más ser como tú-.

Trató de sonreir bajo el llanto, abrazandome con rapidez. En vez de odiarlo, me odio. Y en vez de odiarme, se odia.

somos cómo dos gotas de agua, Jungkook. Haces que cien lágrimas broten por los ojos de mi mejor amigo; rompo el corazón en cien pedazos del tuyo. Amamos más la aceptación ajena que la nuestra. Nos odiamos, no sabemos lo que es amar sin egoísmo. Somos un error con nombre.

-perdón Nam, jamás quise ser así- recostó su mejilla contra mi hombro, suspirando con tristeza -¿crees que Tae encuentre a alguien que lo haga feliz?-.

-Tae es el más fuerte de todos... será el que más rápido encuentre la felicidad- aseguré, viendo a lo lejos a Yoongi, quién también venía a saludarme. -Abrazare a Yoon- aparté a Kook, secando sus lágrimas asintió.

Corrí hasta el pálido, abrazandolo con fuerza. Riendo suavemente ante la diferencia de altura y color de piel. -¿fumaste marihuana o qué pedo?- se rió de mí correspondiendo un poco incómodo

-estoy dolido, es sólo eso- susurré, queriendo llorar sabiendo que probablemente lo perderé.

o pierdo a Jimin, o a Yoongi. Aún no sé que decisión tomar.

-mmh, por hoy lo permito. Pero si mañana me abrazas serás carne muerta- bromeó, rei sintiéndome mejor al escuchar sus amenazas. Las necesitaba. -oh... vinieron ellos también-.

Voltee, Jimin habia vuelto, nos miraba desde lejos, intercambiando frases con el castaño. -Si... mis tres amigos vinieron en ausencia de uno-.

-cuatro, Hobi está estacionado- corrigió caminando hacia ellos. Lo seguí, sintiéndome incómodo al ver los ojos rojos del rubio. -Hey, me ganaron. Quería venir primero- les dió los cinco, sentándose al lado de Jungkook.

-Nam, ¿hablamos un segundo?- Jimin pidió, asenti caminando lejos de la vista de los otros dos. Entramos a un pasillo bastante solitario. Me recosté contra la pared, esperando a que empiece a hablar. -Si estuviera en tu lugar, por muchísimo elegiría a Jungkook o a Jihyo- aseguró -yo... entiendo lo que se siente no poder despegarte de un amigo... perdón por llorar pero...-.

-no pidas perdón por eso. Lo único que hago es herirte- interrumpi. Suspiró secando nuevamente unas pocas lágrimas

-no quiero esperarte, no puedo esperar a que todo se calme para que termines con Jin. Ya no lo tolero más-.

-¿rompes conmigo?...-.

-¿cómo rompería algo que jamás empezó?-.

Traté de aguantar mi llanto, descruzando mis brazos. -perdón-.

-perdoname a mí. Venía para alegrarte pero... tan sólo lo arruiné. Creo que... es mejor dejarte solo con Yoongi-.

-Jimin...-.

-iré a mi casa con papá, me dijo que quería jugar básquet, asi que lo haré- sonrió para tratar de mostrarse feliz pero los dos sabemos que odia el deporte -estaremos bien, no pongas esa cara-.

-odio amarte en el medio del caos-.

-odio ser parte de tu caos-.

Mordi mi labio tratando de no partirme a llorar. Tomó mis hombros, haciendo puntitas de pie para besar mi frente, cerré mis ojos, deslizando varias lágrimas. -espero que Dante se mejore-.

-él estará bien, lo sé...- abri mis ojos, sin querer que se separe de mi rostro -¿somos amigos?... verdad-.

-no me perderás, jamás-. Asenti tratando de calmarme. Sonrió por última vez en el día, volviendo al otro pasillo donde se encontraban sus amigos. Adolorido por tantos problemas tapé mi cara con las manos, sollozando en silencio.

necesito que el caos termine... necesito que Taehyung vuelva a mí.






Woon:

16:00 PM.

Sentado en la cama de Taemin veo mi celular, sintiendo sus besos en mi cuello, mientras intenta desvestirme poco a poco. Realmente no me interesa. La imagen que miro ahora me roba por completo la atención.


Sonreí suavemente. Mañana mismo veré esa serie sólo para tener tema de conversación con ella. Hoy empezó a trabajar en Sunies por lo que me dijo Kyeon. Es una lástima tener que empezar a trabajar con ella recién mañana. Pero seré paciente. Contaré las horas que faltan para que su sonrisa me cure aunque sea un poco.

-deja el celular- el rubio orden
ó con dominancia. Mordi mi mejilla, cansado como para tener sexo con alguien que no deseo

-haré lo que quiera-. Me miró furioso, arrebatandome el celular de las manos. -¡Taemin!-. Le grité harto de su puta actitud

-¿qué te dije de estar viendo a chicas?- gruñó, suspiré pesadamente, revisa el instagram de Lisa, casi explotando en enojo

-no eres mi novio, deja de joder-.

-te dije mil veces que en mi grupo no se aceptan heteros, Woon. ¿Cómo piensas que reaccionarán mis amigos y los clientes cuando se enteren que cogieron con un hetero?-.

-a ti solo te importa el dinero-.

-pues a ti también- me lanzó el aparato a la cara, lastimando mi nariz. Queriendo llorar bajé mi cabeza, viendo la misma foto de la rubia... necesito que me sonría mientras come su pastel favorito -tienes suerte de que sólo seamos tú y yo en esta habitación, que aún no llegó el resto-.

el resto.... ¿cómo estarán aquellos otros dos?.

-no tengo ganas de estar en la fiesta- guardé el móvil en mi mochila, dispuesto a irme -ya me harté de ver a tipos drogados, me disgustan-.

-te dije que venian dos amigos. Cobro extra por ser un trio- agarró mi camisa hirviendo en enojo, haciendome temblar -tenemos un puto trato Woon-.

-no quiero ser más tu perro ni el perro de cualquier asqueroso. No hay contrato, asi que puedo romper el trato de esta manera- le empuje enojado tratando de no demostrar mi terror. -Ya no quiero el dinero de ellos, ya no quiero que me compres los cigarrillos. Estoy agotado-.

Me dirigi a la puerta de su cuarto para salir. Pero su golpe en mi cara me lo impidió. Me caí al suelo, sintiendo como el miedo creció en mi al ver su rostro molesto. -No puedes vivir sin mi, Woon. Sin nuestro trato, sin tu adiccion, sin el alcohol. ¿Piensas que otras personas querrán ser tus amigos? ¿piensas que esa muchacha de ojos almendra te verá?- se rió en mi cara, haciendome llorar de la impotencia. -te morirás sin mi-.

¿y si él tiene razón?...

Lloré sintiendo mi corazón desvanecerse, sintiendo como me abraza desde el suelo, sobando mi espalda. -Esto es lo correcto para ti. Aunque no te gusten las pollas, te hacen feliz. El costo de tu cuerpo te ayuda, confía en mí. Hoy ganarás mucho dinero, y podras comprarle a tu hermano el balón autografiado de su deportita favorito, para que perdone lo mal hermano que fuiste, porque fuiste una mierda y lo sabes-.

No quise tratarlo mal...

Sollocé correspondiendo el abrazo, asintiendo, mojando su hombro con mis saladas lágrimas. -¿crees que con ese regalo él me vuelva a amar?-.

-claro, pero necesitas el dinero. ¿no es asi?- llevó sus manos al cierre de mi jean. Asenti asustado, pero sin detenerlo -entonces... hoy déjate, el trio sale más, pronto tendrás todo el dinero-.

-pe..pero ¿por qué me desnudas?- tartamudee, viendo su pequeña sonrisa

-porque soy tu jefe y puedo hacer lo que se me de la gana contigo-.

-pero...-.

-cállate, te daré cigarrillos a cambio-. Sabiendo que sólo me queda un paquete volvi a la cama. No quiero gastar mis ahorros, asi que tendré que aceptar los cigarrillos a cambio de mi cuerpo.

-sólo sé gentil...-.

-lo seré-.

Cerré mis ojos esperando a que esto pase. Imaginandome que algún día Jungkook entrará por esa puerta, matará a Taemin y me salvará.

tan sólo debo esperar a que escuche mis murmuros de socorro.









Jungkook:

16:30 PM.

En la cafeteria nos encontramos Namjoon, Lisa y yo. Siendo el primer día de la rubia. Quién se veía muy emocionada por aprender.

Nam le sigue explicando algunas reglas mientras esperamos a más clientes. Sintiéndome agotado me senté en una butaca, agarrando mi celular al recibir un mensaje.






Woonhi

volveré tarde hoy





¿dónde estarás?




Woonhi

en la casa de un amigo con amigos.






vuelve a dormir





Woonhi

¿y si termino borracho en el suelo?






le diré a papá



Woonhi

te juro que eres un completo inutil.






-¿y ahora qué hice mal?-. volví a sentirme agotado, recordando que hasta mi hermano me odia.

Miré a mis compañeros de trabajo, incluso Namjoon tiene una pizca de fuerza para sonreir a los clientes, o cualquier perro que se le cruce. En cambio yo... poco a poco pierdo mi sonrisa. Dejo de mentirme a mí mismo, y realmente, me duele.

me odio tanto que ni siquiera puedo ver mi reflejo en estos días.

Deseo poder mirar a Lisa y pensar que su belleza cega mi alma. Deseo no mirar a Namjoon y asegurar que su rostro me parece precioso. Ya no quiero pensar en manos masculinas, ya no quiero nada. Sólo dormir, esperando a que esta fiebre se me pase. A que la homofobia me coma y pueda ser feliz haciendo infeliz al resto. Tan sólo ser como digo ser.

-a trabajar, vamos- Kyeon acarició mi espalda, dandome las fuerzas que ni él tiene.

ahora mismo... tan sólo no me suicido porque seria egoísta sufrir más que Taehyung.






19:00 PM.

-¿no vendrás a casa?- papá me preguntó al cerrar la cafetería. Lisa se fue emocionada a su hogar. Namjoon al hospital con unas cuantas lágrimas pintadas en sus mejillas -haré crepas, ¿qué dices?-.

-¿por qué mejor no me preguntas donde está Woon?- cuestioné. Al cerrar la puerta me miró con el ceño fruncido al verme enojado, agotado

-¿te pasa algo osito?-.

-no me digas osito- rogué, sintiendo como las lágrimas estaban por caer. Pero como siempre, me costó llorar en el medio de la calle -jamás me mereci ese apodo-

-pero Koo...-.

-Iré a despejarme un rato. Ve a la oficina de Cong o.. yo que se, pero no tengo ganas de encerrarme en mi cuarto otra noche-. Kyeon asintió, entendiendo que aún mi dolor no sanó. Me abrazó, para luego ir a caminar hacia la oficina de su novio que queda a unas pocas cuadras.

Bajé mi cabeza cansado, notando que aún no me quité el delantal. Sintiendo los faros de la ciudad alumbrar mis dañadas manos, dejando ver en el suelo algunos rastros de mi cabello caido.

Thien sabe quién soy.

Fui hasta mi auto, para conducir al lugar que necesito estar. Donde puedo llorar en paz sin sentirme encerrado. Donde unas cuatro paredes, ni un techo juzgan mi dolor egoista. Donde mis patéticos posters no me recuerden que soy una puta mierda.

Conduci, sintiendo mis manos temblar. En todo el dia retuve mis gritos ahogados. Tae me quitó del closet de una manera tan repentina y cruel... pero para nada injusta.

En una hora la mayoría de los trabajadores salen de sus respectivos trabajos, por lo cual aproveché las calles casi vacias y conduci lo legalmente rápido.

Necesito estar en mi lugar, el que era nuestro lugar pero lo arruine.

Desde que me quité la máscara no vuelvo allí... recordar su desesperación lo único que hace es querer que me ahogue en aquel lago. Pero hacerlo frente a los patos es incómodo.

Estacioné en cualquier lugar permitido cerca de allí, salí del auto, dejando el delantal dentro. Sólo llevando mi campera, billetera, llaves y celular. Caminé con rapidez al lado de la carretera, escuchando a los autos que pasan a mi lado mientras camino sobre el yuyo; el yuyo es la copia barata del césped, es algo que quiere aparentar ser fresco y colorido, pero no es nada; tiene un nombre horrendo, un olor asqueroso y una apariencia falsa.

me recuerda a mí.

Al estar oscureciendo bajé con cuidado a la especie de jardín, realmente jamás supe como nombrarlo. Tan sólo es "mi refugio". Cuando pisé tierra miré el único farol que se encuentra aqui abajo. Capaz un amante de la naturaleza lo implantó en el césped para respetar la visión de los animalitos indefensos.

Me senté en la orilla del lago, ni siquiera los patitos vienen a mi, preguntándome si traigo bordes de pan o una amistosa caricia. Abracé mis rodillas, recostando mi mentón en estas apreciando la naturaleza en pleno anochecer.

Suspiré, llorando al fin. Preguntándome una y otra vez... ¿por qué sigo vivo?.

¿por qué la juventud se desperdicia en mi?, ¿por qué la energia de mil ancianos juntos se acumula en mi cuerpo?. ¿merezco tener la gracia de ver el mar? ¿de sentir como el sol alumbra cada vello de mi brazo? oler los aromas más insignificantes de este jardín. ¿Soy capaz de entender lo importante que es el latido de mi corazón?, ¿tengo la capacidad suficiente de apreciar la lluvia golpear mi ventana?, ¿responder las incógnitas más fáciles que Dios me preguntó?, ¿puedo entender lo bello que soy?, ¿aceptar lo feo que me siento?... ¿a caso merezco aprender de mis errores?...

-no merezco tu perdón, Tae- sollocé agotado. Simplemente agotado de tener que convivir conmigo mismo. Sin aguantar ni un minuto más saber que jamás volveré a sonreir.

con él al menos podia ser feliz unas horas... pero sin él, ¿a quién le demostraré toda la necesidad de besos que tengo?.

Cerré mis ojos con fuerza. No debería pensar negativamente, no debería llorar porque no me lo merezco. Soy un idiota que se muerde las uñas y se le cae el cabello para llamar la atención de amigos que no deberian ser sus amigos. Que le escribió una carta al amor de su vida y lo destruyó aún más. Una basura con nombre.

Llamame por mi apodo una vez más... dime que me amas aunque sea mentira, deseame dulces sueños aunque jamás me vaya a dormir, besa mi boca con tus labios secos... perdóname.

Pero no lo merezco, jamás lo mereci.

Yo era tan sólo un niño con un sueño, ser basquetbolista. ¿Por qué ese sueño me convirtió en lo que soy hoy? ¿Cuándo es que permiti que me importe más ser parte del equipo que amar a Taehyung? ¿Por qué carajos amé más al deporte que a él? ¿Por qué me permiti amarlo en vez de amarme a mí mismo?.

-Pero jamás me amaré... nunca aceptaré lo que soy- sollocé mirando las hojas de los árboles chocar entre si, por culpa de los golpes del viento.

pensé que amarme era fácil... pensé que amarlo era fácil. Pero Taehyung tiene razón, es más facil odiar que intentar amar.

Prefiero morirme por mi propia tos. Embriagarme con mis lágrimas e ignorar la sangre seca de mis dedos. Porque si Taehyung no intenta amarme, ¿por qué deberia amarme a mi mismo?.

No tengo un final feliz.

Tragué saliva sintiendo sed, deseando con todas mis fuerzas desaparecer. Ya no ver a Taehyung sufrir, ya no sentir impotencia hacia Woon, no aceptar que Thien sabe que soy. Desaparecer para nunca más verme en un espejo.

Pero viviré, viviré para ver el día en que Taehyung bese a otro hombre, en el que pueda encontrar la cura de todas sus heridas, que sus ojos brillen viendo a otro y no piense nunca más en mi.

Esperaré hasta desaparecer en su memoria.

-superame, odiame y sé feliz... por favor- rogué desesperado. Sin aguantar que él sufra por mi culpa.

nunca me amaré, nunca aceptaré que me gustan los chicos, nunca me alejaré del equipo, nunca dejaré de llorar.

pero tú bebé... tú si podrás superar esta mierda.






Seokjin:

19:10 PM.

-menos mal el doctor nos dijo que no era nada-. La aliviada voz de Sunhee sonó detrás mío. -Cuándo me di cuenta que a Xion le subió la fiebre casi me dan ocho paros cardiacos a la vez-. Con una toallita húmeda y tibia me acerqué a él, tiene al niño en brazos; duerme y está colorado. Con gentileza pasé el paño sobre su delicado cuerpo desnudo, asi se le baja la temperatura de a poquito -perdón por hacer que vuelvas a un hospital-. Miré su rostro, la mueca de tristeza y ojos apagados me dejan mal

-sabes que ustedes son mi familia, también estaba preocupado por Xion- pasé la toalla por sus piernecitas. Se removió incómodo en los brazos de su padre, pero sin despertarse -casi vomito mi riñón cuando le toqué la carita calentita-.

-parece que últimamente todos tienen problemas- miró a su hijo, acariciando su naricita con su dedo pulgar. Sonreí suavemente al ver un anillo en ese dedo; Sunhee es completamente estético en su apariencia, amo eso.

-yo no estoy teniendo problemas-.

-¿piensas que soy idiota?- me miró, confundido frunci mi ceño -escuché que ayer llorabas-. Mordi mi labio incómodo, sentándome a su lado. Hee lo acostó en la cama, agarrando la toalla y ahora él humedeciendo a su hijo. Sin saber que decir bajé mi cabeza. -¿qué te preocupa?-.

-¿soy un mal hermano al llorar porque Yoongi se fue?- cuestioné sin dignarme a levantar la cabeza. Sunhee tampoco me miró -¿soy egoísta?-.

-serias egoista si no lo dejabas mudarse, pero aceptaste que vaya con Hobi- habló tratando de calmarme -eres un hombre que necesita constante atención. Es entendible que te sientas mal. Pero ya mejoraras, al final del día eres un genio para arreglar tus errores-. Sonrei suavemente mirando su perfil, su mandíbula afilada y nariz pronunciada.

-¿eso crees?...-

-lo sé- me miró, sonriendome también -el primer paso es darte cuenta del error, ahora trabaja en tu independencia-.

-eres un gran amigo, Hee-. Al haber dicho eso, suspiró viéndose triste; capaz sigue preocupado por Xion

-¿cómo se encuentra Nam?- se levantó de la cama para remojar la toalla en el pequeño balde que traje

-¿por qué de repente Namjoon y tú se llevan bien?-.

-¿a caso no querías que fuésemos amigos?-.

extraño los celos de Namjoon.

Sin saber cómo responder tragué saliva -Está decaido- contesté su anterior pregunta -La pelea con su mejor amigo y ahora la salud de Dante... todo se volvió complicado-.

-Namjoon es un chico inteligente, sé que podrá salir bien de esta-.

-Últimamente está distinto...-.

Hee volvió a bajarla la fiebre a Xion, sin poder mirarme. -Creo que Namjoon en este momento está por una crisis muy grande... se convirtió en un idiota que no sabe para donde caminar... pero ya encontrará el rumbo, todos nos perdemos-.

Sonrei suavemente, Sunhee es completamente sabio. Nadie podría haber dicho algo tan acertado como lo que acaba de decir. Escuchar sus consejos mientras cuida a su hijo, me derrite.

A veces creo que estoy cansado de salir con chicos menores que yo. A veces creo que necesito alguien lo suficientemente maduro para quitarme la dependencia del cuerpo y alma.

-Si quieres cuando Xion se encuentre mejor hacemos un bizcocho para Nam- ideó -la comida le mejorará el ánimo-.

-Es una buena idea- aseguré acostandome al lado del niño dormidito. Extendi la mano para que me de la toalla, sin pensarlo me la dio, dejando que yo siga cuidandolo. Agotado se sentó también en la cama, dejando a Xion en el medio de los dos. Sus dedos jugaron con la orejita del pequeño. -Gracias, Hee-.

-¿por qué agradeces?- preguntó ante mis repentinas palabras.

-A parte de Yoongi y Hoseok... eres el único con el que puedo estar tranquilo, sin una silla de ruedas por mis inseguridades, sin sentir que me caere o me rompere...- sintiendo mi corazón doler miré sus ojos, sus ojos avellanas brillando emocionados por mis palabras -a veces siento... que contigo no debo preocuparme si me amas o no, porque sé que me amas y yo...- tratando de no llorar absurdamente tomé aire -agradezco no preocuparme ser lo suficientemente perfecto para ti-.

-¿qué te preocupa, Jin?-. Conociendo mi miedo en mi mirada cuestionó. Avergonzado bajé mi cabeza, moviendo la toalla sobre la blanquita piel

-estuve pensando que le tengo tan poca confianza a Nam que jamás permiti que sea el activo en la cama, y Joon no se merece estar frustado sexualmente... pero fui un egoísta de mierda y le prohibi ser el activo- Quise llorar, al darme cuenta que fui un pésimo novio

-él tampoco te tiene confianza a ti-.

-Lo se, y eso es lo que más me daña- sollocé, tratando de no hacer ruidos fuertes para no despertar al bello durmiente -¿cuándo mi relación decayó?... desde que Taehyung se alejó de él comenzó a ser más agresivo y celoso, pero de repente empezó a ser tu amigo, a tratarme bien sin gritar, a.. a ser como antes pero con algo distinto... algo que no sé qué es-.

-¿qué crees que sea?-.

Agotado de llorar lo miré, se ve preocupado por mis lágrimas, serio con una pequeña mueca de lado. -Presiento que... capaz, sólo capaz él está viendo a otro. No creo que me haya sido infiel, Nam puede ser idiota pero malo jamás...-

Sunhee suspiró pesadamente, acariciando mi nuca como mimo. -Creo que deberías hablar con él, dialogar sobre tus sentimientos-.

-él ahora está sufriendo demasiado, ¿crees que quiero ser una carga?- rápidamente sequé mis lágrimas -esperaré a que todo se calme-.

-Namjoon jamás se tranquilizará hasta tener una charla madura entre los dos- aseguró. Recosté mi cabeza contra el respaldo de la cama, mirando su piercing reciente de la nariz -necesito que recuerdes que él tan sólo tiene dieciocho, aún no sabe como enfrentar situaciones agobiantes. Es un puberto que aunque quiera, no se comporta como un adulto-.

-tengo miedo que me diga que ama a otro....-.

-Seokjin, si él ama a otro, estoy seguro que también te quiere a ti. Al menos como amigo. ¿A caso no recuerdas que gracias a él dejaste de usar la silla? Que gracias a ti él pudo amarse mucho más. Quieran o no quieran, ustedes tienen un vínculo... ahora deben hablar si es romántico o amistoso-.

-no puedo vivir sin Nam...-.

-No digas estupideces- ordenó enojado -Está bien que lo quieras pero no cruces un límite-.

-¿tú... puedes vivir sin mi, Hee?- pregunté. El pelinegro suspiró, mirando mis labios

-puedo vivir sin ti, pero no quiero una vida sin tu existencia. Porque me haces feliz. El único que me mantiene vivo soy yo y mi hijo. No te necesito, pero te quiero-.

Sonreí ligeramente, sintiéndome bien ante la sinceridad. -Yo necesito a Yoongi...- Sunhee asintió, estando de acuerdo de necesitar a mi hermanito -no te necesito-.

-no nos necesitamos, y por eso, nos amamos-. Mordi mi mejilla sintiendo mi corazón latir rápidamente... esa frase fue rara. -o al menos yo te amo a ti-.

¿de qué forma?...

Miré su mano venosa descansar sobre el colchón, avergonzado la agarré, jugando con el anillo de su dedo pulgar. -Namjoon te ha tenido celos durante mucho tiempo... me pregunto porqué-.

-porque sabe que me gustas-.

Me quedé congelado, sentí como la sangre dejó de fluir por mis venas. Mis pulmones dejaron de funcionar al igual que mis parpados. Lo miré sin pestañear, jurando que escuché mal. -¿q..que?-

-perdón por decirtelo ahora- sus ojos se nublaron en lágrimas, pensando que lo rechazare -se que estás pasando por un mal momento y joder, Xion tiene fiebre pero yo...ya no aguanto verte con Nam. Estoy cansado de que no seas el padre de mi hijo-.

-Hee..-.

-si me vas a rechazar, no hables- pidió. Sin saber que decir tragué saliva, temblando cuando su mano agarró mi mejilla, acariciandola -quiero besarte, Jin-.

-¿desde cuándo?-.

-desde que cargaste a Xion y vomitó sobre tu camisa.- los dos reimos al recordar aquello, aunque la vergüenza y tristeza me borró la risa rápidamente -sé que tienes novio, pero también sé... que a Nam no le dolerá si te beso-.

-¿entonces crees que Nam no me ama?-.

-creo que Namjoon quiere lo mejor para ti...- se acercó lentamente, rozando su nariz con la mia -creo que Namjoon quiere que seas feliz, por eso mismo no rompe contigo-.

Dejandome llevar por mis impulsos agarré su nuca y lo besé. Confiando por primera vez al cien porciento en unos labios.

No sé lo que siento por Sunhee, no sé lo que siento por Namjoon. Tan sólo sé que confío en él como en nadie más, ¿qué pasa si el amor es sinónimo de confianza? ¿eso quiere decir que siempre lo amé y no me di cuenta?, ¿por qué no me siento culpable al besarlo?, ¿por qué no me duele ser infiel?.

Al separar nuestros labios recosté mi frente sobre la suya, viendo como el mayor sonríe como nunca antes, acariciando mi cabello con puro cuidado. ¿Desde hace cuanto que en verdad desea tenerme asi de cerca?.

-no sé que siento, Hee- confesé, asustado por completo

-no sabes a quién amas porque no te amas a ti mismo- murmuró acariciando mi oreja, cerré mis ojos estresado -pero ya te amaras... prometo ayudarte a amarte-.

El llanto del niño que se acaba de despertar nos hizo sonreir, esta situacion es completamente cotidiana para nosotros.

Sin decir nada se levantó, agarrando a Xion para hamacarlo en sus brazos. Ignorando que nos besamos, y que se confesó.

¿qué haré ahora?...






Jimin:

19:00 PM.

-no me lo creo-. Dije en voz alta, en completo shoock al leer el mensaje que recibí.




Tae

se que Jihyo y tú terminaron pero quiero tener una salida con los dos. Ella dijo que iriamos a ver tango en la calle. Necesito salir y no tengo amigos jajajajajajajaja.





quieres salir conmigo?! y Minjae?!



Tae

cómo mierda sabes sobre Minjae?!






es obvio...



Tae

genial, ahora me quiero ir a la puta mierda. ¿a caso Jungkook también te contaba que cené?. Joder.





¡salida con Jihyo suena bien!




Tae

si.

y no invito a Minjae porque está resolviendo papeleos de su divorcio que yo ocasione jajajajajaja.





no es tu culpa Tae, no te castigues por eso




Tae

no necesito una charla motivacional ahora mismo.

en fin. iremos en el auto de Jihyo, tipo a las 9 iremos a recogerte.





okay...

Tae, ¿por qué me eliges a mí? quiero decir... yo estoy en el medio de todo el caos





Tae

me siento solo

quiero sentirme acompañado, en este momento necesito minimo a dos personas que me sostengan

estoy avergonzado por pedirte que te unas, me siento desesperado al hablarte A TI.

eres la causa de que Namjoon me traicione. Odio no poder odiarte. Odio pensar en tus putas galletas de manteca que estaban deliciosas. Odio que seas el ex de Jihyo, odio que seas el mejor amigo de ya sabes quien

joder te odio






lo tomaré como una linda carta amistosa. me alegra que me des una oportunidad

prometo cuidarte




Tae

mmm no te creo pero gracias por la buena intención

por cierto, Jimin






¿si?





Tae

Nam o... ya sabes quién, ¿te dijo sobre lo de Suk?..





-mierda... ¿qué le digo?-.

Si le digo que si todo empeorará, pero si le miento... capaz sea peor.





Tae

olvidalo. no me respondas.

no estoy listo para enterarme de todo lo que pasó





okay, no responderé

Taeee, hoy si quieres puedo invitarlos a comer a una pizzeria





Tae

pizza suena bien. gracias Jimin, en serio gracias




no agradezcas, soy feliz por alimentarte.





-gracias por confiar en mi- susurré sonriente. Aunque no sé si es confianza o desesperación; sea cuál sea de todos modos aprecio que se acerque a mi.

Sé que no tiene bulimia o anorexia, pero de todos modos me preocupa su alimentación. El estrés o puede darte mucho apetito o muy poco. Prefiero  que sea mucho.





kooko gay

¿viste twitter?





nop. ¿qué pasa con twitter?





kooko gay

ve y fijate, es sobre Taehyung

¿crees que él este mejor?





hoy me invitó a una salida con Jihyo. creo que está intentando mejorar. Sabemos como es Tae, muy fuerte





kooko gay

me relaja saber que estará contigo

por NADA del mundo le hables de mi o de Nam. O de teddy o de cualquiera que lo lastimó

asegurate que me olvide






Kook... no quiero que eso pase




kooko gay

si él es feliz yo lo seré

hoy el karma me sacó del closet por insistirle tanto. El mundo me dice que lo deje ir




no creo en el karma



kooko gay

empieza a creer, porque es tan dolorosamente justo.




Suspiré agotado, sin saber como consolarlo, todos a mi al rededor se decaen y a veces siento que también estoy cerca del colapso. Me duele pensar lo malo que soy con Seokjin, me cansa que Namjoon ya no sea tan inteligente como antes, me hace llorar sentirme solo todos los días, y mucho peor no poder decirle a nadie mi soledad porque es el problema más insignificante de todos.

-estoy cansado de estar cansado-. Murmuré entrando a twitter, para ver lo que Jungkook me dijo.






-al menos dió un mensaje positivo- me dije a mi mismo. Detrás de esas palabras cansadas y dolidas, hay una luz de esperanza de superación. Pensando que podrá vivir sin su mejor amigo, sonreir sin el hombre que durante meses le curó el dolor.

-me encargaré de ayudarlo a levantarse-. Lo ayudaré, escucharé cada una de sus quejas y tomaré cada una de sus lágrimas. Me aseguraré de hablarle de mis problemas asi se da cuenta quién soy realmente. Daré todo de mi para que confíe.

necesita un amigo, yo lo seré

-Jiminie, ¿cómo me veo?-. Jun apareció en el living, dando una vuelta para que mire su traje. Sonreí suavemente

-formal y guapo- respondí. Sonrió emocionado, sus ojos se achinan aún más. Esa expresión es identica a la mía. Apuesto que no ve nada cuando la sonrisa se apodera de su rostro. -¿irás a una cita? con la nutricionista, ¿verdad?-

-la nutricionista tiene nombre, Jimin- se quejó colocandose un reloj en la muñeca. Dejé expulsar aire por mi nariz en forma de risa, sin dejar de ver su cabello bien peinado y cuerpo trabajado

-¿irán a un restaurante?- asintió -¿regresarás a dormir?-.

-si quieres que vuelva, vuelvo- se sentó a mi lado, su colonia se expandió hasta mis fosas nasales. Hace mucho que no lo veo tan arreglado -estos días estuve muy ausente en casa, perdoname-.

-trabajo es trabajo pa, tranquilo- cansado recosté mi cabeza en su hombro, mirando la tele que estaba prendida pero en mute -lo bueno que cuando estás aprovechamos el tiempo-.

-luego de tantas cagadas que me mandé contigo quiero recompensarlo- besó mi frente. Sonrei sintiéndome de repente mucho mejor; su presencia me hace bien -entonces, ¿quieres que vuelva?-.

-no, quedate con ella, yo lo entiendo-.

-puedes traer a una chica a casa si quieres, te doy el permiso- me codeó divertido. Incómodo me alejé, asintiendo -que pena que con lo de Jihyo no resultó. Se veian muy felices juntos-.

-seguimos siendo felices, tranquilo-.

-me alegro que sean amigos. Las personas deben empezar a entender que tu ex no siempre es tu enemigo- rió suavemente

irónico que tú lo digas, papá.

-me voy yendo- se levantó -un caballero siempre debe llegar antes-.

-los modales hacen al hombre- reí ligeramente, me besó en la frente como despedida -adiós pa-.

-adios Jiminie, pide delivery para la cena, hay plata arriba de la mesada-

-hoy iré a una salida con un amigo y Jihyo- le dije

-entonces lleva el dinero para comer afuera- sonrió una última vez y abrió la puerta. A los pocos minutos el ruido del motor encedido me indicó que se fue, siendo feliz con una mujer.

ojalá yo poder ser feliz con mi hombre.

-ojalá que sea mío y no compartido- gruñi entre dientes.

Me levanté del sofá de cuero, subiendo las escaleras para bañarme así luego arreglarme más tarde, quiero verme presentable en la salida con Taehyung.






19:30 PM.

Al salir de la ducha me coloqué una camisa y boxers largos para estar entre casa mientras espero la hora de cambiarme. Si mamá estuviese aqui se quejaria porque hace frío y no tengo nada que me cubra las piernas, pero es que me da flojera buscar un pantalón... perdóname mami.

Sequé mi cabello con la toalla dejandolo despeinado y húmedo, bajando las escaleras. Apagué la tele y prendí mi computadora para ver youtube asi matar el tiempo. Mientras que esta se prende agarré mi celular.





nena 😎

hoy los torturaré con el tango 😈






¿tortura? me encanta el tango. me inspira mucho para escribir






nena 😎

que gay sos



¿recién te das cuenta? 😛






nena 😎

JJAJAAJA

en fin. no sabía que tú y Tae empezaron a ser amigos





siendo sincero yo tampoco lo sabía




nena 😎

sabes qué le pasa a Taehyung? la otra vez me preguntó sobre Jungkook





es una historia tan larga, si se escribiera un libro estoy seguro que serían más de 100 capítulos.





nena 😎

¿y cómo va tu libro con Nam? 😌




triángulo amoroso supongo

estoy cansado de Namjoon... mucho





nena 😎

Nam es más inteligente de lo que está aparentando. Esperemos a que se le pase la idiotez

solamente extraña a Taehyung, ya estará mejor




si, espero




nena 😎

iré a bañarme así no oler a otaku 😞😞😞😞

nos vemos en un rato





otaKUUUU

okiss, bai ❤




Me quedé mirando mi celular, recordar a Namjoon me duele. Me duele que me duela. Quiero ser feliz junto a él, no infeliz.

Es injusto. Para Seokjin y para mí.

Deseo escribirle al mayor y pedirle perdón, que mi intención jamás fue robarle al novio. Realmente me siento un asqueroso roba novios.

-¿ahora? ¿es en serio?- bufé al ver que Namjoon me llamó. Y aunque me enfadé, mi corazón latió al ver su foto de perfil en mi pantalla; sus ojos ocultos bajo sus lentes y esa tierna sonrisita, sus manos sosteniendo un helado y el reflejo del celular en el cristal. Tan lindo.

Negué con mi cabeza borrando mi sonrisa al recordar la charla que hoy tuvimos. Atendi la llamada. -hola Nam-.

-soy un idiota-. Frunci mi ceño por la repentina frase. Se escucha dolido, arrepentido, agotado. -La idea de pensar que prefiero a Yoongi antes que a ti... me hizo darme cuenta que cambié, que me volvi egoista e impulsivo-.

-Nam...- quise interrumpirlo, pero no me dejó

-comparar una amistad con un romance es una idiotez. Si, amo a Yoongi, es un gran amigo que no quiero perder. Pero también te amo a ti, y la idea de jamás poder besarte me mata, Jimin estoy desesperado por besarte de una buena vez, abrazarte antes de irte a dormir y decirte sin culpa que te amo-.

Tragué saliva, mi corazón late a mil por hora al escuchar sus disculpas, su arrepentimiento. -no tienes que disculparte, entiendo que Yoong..-

-¿como estas?- cuestionó, frunci mi ceño sin entender -durante estas tres semanas jamás pensé en tus sentimientos. En tu bulimia, en tu dolor, en tu soledad, en la carga de esta situación de mierda que todos vivimos-.

Cerré la computadora, abrazando mis rodillas mientras me recuesto contra el sillón. -Estoy cansado y dolido. Al ver a mis amigos en la mierda, realmente me hace sentir impotente. Respecto a Jin, me siento un villano-.

-perdóname miele, perdón por no haberte puesto primero antes-.

-pero yo te entiendo, Nam. Separarte de Tae te afecta-.

-no me tengas empatía. No es lo que necesito-.

-¿y qué necesitas?-.

-que abras la puerta-. Confundido miré hacia la puerta principal, levantandome lentamente, sintiéndome nervioso. Namjoon me colgó la llamada, rápidamente agarré las llaves, al abrirla lo encontré. Con un pantalón y camisa, posiblemente viene del trabajo. Unas cuantas lágrimas en su mejilla, ¿lloró todo el camino hasta aqui?.

-Nam.. que haces...-.

-le terminaré-. Mirando directamente mis ojos aseguró -te prometo que en esta semana le pondré fin a esta tortura. Te prometo que seré como antes, te prometo que te besaré todos los dias. Prometo hacerte feliz antes del domingo-.

ya me haces feliz, siempre me hiciste feliz.

-antes del domingo- repeti, llorando asintió -mmh.. me parece justo-. Sonrió suavemente lanzandose a mis brazos para abrazarme. Patee la puerta asi no entra el frio. Sosteniendolo mientras él me sostiene a mí; nos abrazamos. Incluso en el invierno más helado podemos encontrar calor entre nosotros

-te elijo a ti, Jimin. Elijo tus sonrisas, tus textos poéticos en pleno amanecer, tus berrinches infantiles y tus ojos dulces... elijo tus virtudes y errores, elijo por siempre tu amor- sollozó

Cerré mis ojos, sintiéndome satisfecho con esas palabras. Necesitaba que me lo diga para aguantar unos días más.

-ya, llorón- me quejé sobando su espalda, rió suavemente apartandose. Sus mejillas sonrojadas están empapadas en lágrimas, los ojos rojos, su postura encorvada, incluso su camisa mal abrochada; todo apunta a cansancio. -me duele que llores- acaricié sus mejillas con mis dedos pulgares, secando el agua con una caricia. Suavemente tomó mis manos, cerrando sus ojos disfrutando de mis mimos

-lloro porque sigo sin encontrar mi rumbo de nuevo-.

-yo soy tu camino correcto-.

Asintió sin pensarlo, besando mis manos -Siempre lo fuiste-.

-Namjoon...-. Abrió sus ojos, parpadeando a punto de caerse dormido en la sala -me gustas así de tonto, así de sensible o dramático. Amo que seas imperfecto, ¿okay?, no esperes ser correcto para mí-.

-no espero ser perfec...- al ver mi ceja levantada se calló, mordiendo su labio avergonzado -simplemente trato de hacerte feliz-.

-sorpresa, ya soy feliz. Llorar o tener problemas no me hace infeliz- hice puntitas de pie, besando su frente -gracias por venir, tus disculpas son lo que me arreglan-.

Me miró el cuerpo entero, avergonzado mordi mi mejilla al estar solamente con una camisa hasta mis muslos; debi haber escuchado la inconsciente voz de Yang y ponerme unos pantalones. Las mejillas del alto eran dos tomatitos, sus manos parecen gelatina por el avergonzado temblor. -Te agarrará un resfriado. hacen como ocho grados-.

-en casa está calentito-.

Negó riendo, acariciando mi cabello -Debo volver al hospital. Si papá se queda mucho tiempo con mi tía le agarrará un cuarto infarto, ¡hasta él sabe que es insoportable!-. Reí alejandome de él para dejarlo ir

-¿y Stella como está? ¿cómo le explican que Dante está en el hospital?-

-le decimos que fue al supermercado, siempre se lo cree-. Tratamos de tomarlo con gracia. -Si quieres puedes acompañarme.. Dante dijo que te extrañaba-

-dale una disculpa de mi parte, dile que iré mañana. Ya tengo planes-. Frunció su ceño confundido

-¿Jungkook?-.

Negué suavemente, -Taehyung quiere tener una salida conmigo y con Jihyo-. El castaño abrió sus ojos asombrado, sin parpadear al pensar que escuchó mal

-¡¿contigo?!- repitió

-el otro día le conté que tuve bulimia... supongo que me tiene pena y... no lo se, yo también estoy sorprendido. Capaz sólo quiere tener nuevos amigos- rasqué mi nuca bastante incómodo... ¿Nam se tomará bien que saldré con él y mi ex?.

-me alegra que Taehyung te tome confianza, creo que podrían llegar a caerse bien-. Acarició mi oreja con delicadeza, ésta al instante se puso calentita y roja -y mandale saludos a Jihyo-.

-lo haré... adiós Joonie- besé su mejilla, su sonrisa opacó toda su cara, sintiendose completamente bien -avisame cuando llegues al hospital así me quedo tranquilo-

-lo haré- me devolvió el besito, abriendo la puerta. Por la brisa de la calle los pelitos de mi pierna se erizaron sintiendo frío -abrígate bien para salir-.

-si, sugar baby- toqué su naricita, avergonzado sonrió

-¿sigues con eso de ser mi sugar daddy?... mmhh-

cuándo seamos novios, haré que me pagues todo lo que gaste en ti.

Ante mi mirada atrevida cerró la puerta yéndose prácticamente corriendo en pánico. Rei recostando mi espalda contra la puerta, sintiendo como mi corazón está a punto de salirse de mi pecho.

-eres un sueño, Kim Namjoon-.





Taehyung:

20:42 PM

Me miré en el espejo una última vez, revisando de que no me veo como un otaku en cuarentena.

Para la salida de hoy me puse unos pantalones verde oscuro, una camisa blanca y un suéter marrón claro para cubrirme del frío. Zapatillas blancas y un gorro de lana negro para cubrir mi desastroso cabello pelirosa y rubio... joder, dentro de poco debo terminar de desteñirme, me veo impresentable.

-cariño... ¡¿sales?!-. Mis padres me miraron boquiabiertos al verme bajar las escaleras. Asentí -¿a dónde? ¿con quién?-.

-iré a ver una presentación de tango y cenar con mis dos amigos....-. Jimin no es mi amigo. -¿me pueden dar dinero?-.

-¡por supuesto!-. Papá salió corriendo a buscar su billetera, extremadamente feliz de que al fin salga a un lugar donde no sea la escuela. Mamá se acercó, mirándome orgullosa.

-me alegro que quieras salir a despejarte, te hará muy bien-. aseguró. Hyeon volvió dándome bastante dinero. No me quejé, lo guardé en mi billetera. -¿vueles a dormir?-.

-seguro, mañana hay escuela. De todos modos les estaré avisando, capaz si se hace muy tarde me quedo en lo de Jihyo y mañana a la mañana vengo a cambiarme aquí para ir al colegio-.

-me parece bien, no te olvides de poner la alarma-. Hana me besó la frente. Bocinas se escucharon anunciando que la mayor llegó -chau cariño, pasala de lujo-.

-¡bye!- me despedí -diganle a Minki cuando salga de bañarse que la amo-. Asistieron. Al salir rápidamente entré al auto, hace bastante frío, en especial a esta hora. Abrí mi boca asombrado al ver su look; definitivamente las mujeres se ven empoderadas con un pantalón formal al cuerpo y una camisa blanca dentro de este  -¡perrisima como siempre!-.

-¿siempre serás tan gay?- elevó su ceja, sonreí irónicamente

-¿siempre serás tan lesbiana?-.

-me gustan los hombres, Tae-.

-ay que coincidencia, a mi también-. Nos miramos a los ojos unos segundos, hasta que tuvimos que dejar salir la risa.

-te extrañe, idiota- me abrazó con mucho cariño. Sintiéndome complemente bien correspondí, oliendo su fragancia dulce de mujer

-yo también, mucho... perdóname por no haberte dado tanta atención estas semanas...- apenado me separé del abrazo

-deberías darle atención a tu pelo- bromeó para no ponernos tristes. Rei suavemente -bien, vamos por mi ex-.

-¿quien le dice "ex" a su "ex"?-.

-¿siempre me juzgaras?-.

-está en mis venas-. Me defendi, volviendo a reir.

es bueno volver a verla, siempre me hace feliz.







21:05 PM.

-se viste mejor que tú y yo combinados- murmuré mirando a Jimin. Está cerrando la puerta de su casa. Lleva jeans negros, un suéter rojo, por arriba un saco negro largo hasta sus rodillas, ¿COMO HIZO PARA COMBINAR ESE LOOK CON ESA GORRA NEGRA?. No tiene sentido que se vea tan bien

-debí saber que era mitad gay al ver su buen sentido de la moda- Jihyo bromeó. Me alegra que no le duela la ruptura, no al menos ahora. El rubio vino hasta el auto, sentándose en la parte trasera ya que yo estaba adelante -hola Jiminie-.

-hola nena- la saludó. En el momento de saludarme a mí hubo un incómodo silencio. ¿Como deberíamos saludarnos o llamarnos?, ¿deberia decirle "míster pasivo"?... es que se ve muy pasivo.

-Hola Jimin-. Tuve que saludarlo yo. Debe estar nervioso, ya que con Jihyo soy uno, pero con él no puedo evitar tensar mi mandíbula, reservandome los celos que le tengo.

-Hey Tae. Gracias por invitarme- fue cortés.

espero que esta noche no sea tan incómoda.






22:10 PM.

Estamos en el medio del show callejero de tango. A nuestro alrededor hay más extranjeros que asiáticos. Parejas bailan la música Argentina en el medio de un círculo que se hizo.

La noche fría es cálida junto a las estrellas y a los faroles. La música acaricia la piel de todos los que estamos aquí, deleitandonos con bailes y canciones que hacen latir tu corazón. Los ojos de Jihyo brillan en el momento que ella grita -¡una milonga!-. Sin pensarlo agarró la mano de su ex pareja, los dos riendo comienzan a bailar. Incluso con la historia de dos corazones rotos él ataja su cintura con cariño, ella recuesta su mejilla en su pecho mientras bailan un tango alegre.

él le rompió el corazón... ¿por qué ella se ve tan cómoda bailando como amigos?.

Se quieren, a pesar del doloroso final de su cuento de amor, se adoran. Aman bailar al compás de la música, mirarse sonrientes en el medio de las otras parejas bailando en su mundo. ¿Cómo hacen para no tenerse rencor?.

-Taehyung, ¿quieres intentarlo?-. La mano de la mujer, con sus uñas pintadas de rojo se extendió. Un feliz Jimin volvió a la multitud a mi lado.

-no sé bailar- rápidamente negué

-tranquilo, yo interpretaré del hombre, yo te guiaré- Jihyo tranquilizó. Avergonzado la seguí, escuchando las palabras de aliento de Jimin a nuestras espaldas.

-noona, ¿no le tienes rencor a Jimin?- cuestioné mientras bailamos. La del labial rojo mate negó -pero él te rompió el corazón-.

-no lo hizo apropósito, lo que menos quiso fue herirme. Seria absurdo no perdonarlo. Es humano, se equivocó y está bien-.

pero si el hombre que amo, me ha hecho bullying adrede durante cinco años... ¿cómo debo tomarlo?.

-no pongas esa cara, estamos aqui para bailar y pasarla bien-. Cuando la música dejó de ser milonga y se volvió más lenta pude seguirle mejor el paso, sintiéndome triste

-¿Jungkook es bueno?-. Cuestioné.

Me miró sorprendida, sosteniendo mi cintura. -Depende de quién lo mire. Para mi es uno de los chicos más trabajadores y bondadosos que conozco. Pero hace bullying, y entiendo que no lo mires como yo lo miro-.

-¿está bien odiarlo?-.

-mientras te ames a ti mismo y no lastimes a terceros que son inocentes... todo está bien-.

Capaz el problema es que odio con todo mi ser mi piel. Sigo sintiendo como mi pasado me pica a cada segundo de mi vida.

-ahora bailemos- sonrió suavemente, traté de sonreír también y asenti.




Minutos más tarde nos encontramos en una pizzeria. Sentados en una mesa de afuera para sentir la brisa. Los tres tenemos los menús en nuestras manos, aún sin decidirnos qué elegir.

-¡tiene que ser una con aceitunas!-. Jimin aseguró. Al instante miré a mi costado donde él se encuentra, mostrándole mi cara de desagrado

-vete de esta mesa. No pienso convivir con gente que le guste la aceituna-.

-¡pero son deliciosas!- enfadado me miró -no puedes tener tan mal gusto, Taehyung-.

-pidamos una de catupiry- pedí. Los dos me miraron sobresaltados.

-¡QUE ASCO!-..

-sus caras son asquerosas-.

-tu polla es asquerosa- Jihyo con desprecio escupió, me guardé una carcajada -comeremos de muzzarella-.

-mmh... es aburrido, siempre se coma de muzzarella- dije releyendo el menú de las pizzas una y otra vez.

-exacto, Jihyo, tienes gustos aburridos- el rubio confirmó

-claro, por eso salió contigo-. Susurré lo suficientemente alto para que me escuchen. Jimin abrió su boca fingiendo dolor

-¡eres cruel!-.

-PELEA DE JOTOS, TERMINA EN CHAPE-. Jihyo dijo emocionada. Al instante nos partimos en carcajadas los tres.

de repente la noche dejó de ser oscura.

-si quieres ver besos de jotos anda a otro lugar, wakala- el más bajo arrugó su nariz. -en fin, ¿entonces de qué pedimos?-.

-muzzarellla- la mujer insistió -con doble... tripe queso... mmhh que rico-.

-si como lácteos en exceso me agarra una diarrea horrible- comenté para asegurarme de que no pidan esa. Los dos me miraron bastante incómodos

-la sinceridad ante todo- Jimin rió suavemente

-acostumbrate. Taehyung es muy sincero, la otra vez me dijo que debe cuidar su alimentación para no cagarse en las vergas de sus amantes-.

-¡ese soy yo!- afirmé

Luego de tres semanas, algo mío volvió a mí. Una parte de mí renació.

-entonces... pidamos pepperoni y ya- el rubio cerró la tapa del menú. Asentimos estando de acuerdo. Llamamos a un mozo y pedimos la comida.

-hey chicos, ¿por qué hoy no se quedan a dormir en mi casa? hace una semana me mudé a un departamento asi vivo sola-.

-mañana tenemos colegio- recordé

-eso no importa. Podemos levantarnos más temprano y volvemos a la mañana a nuestras casas- Jimin dijo, un poco incómodo tragué saliva -no quiero volver a casa, estoy cansado de estar solo todo el día-.

-entonces vayan a ustedes... yo.. no sé-. No sé si estoy tan listo para estar tan cerca de Jimin

-no seas gruñón, ven- Jihyo hizo un puchero agarrando mis manos -tengo planeada una locura para los tres-.

-¿una locura?...- Jimin y yo preguntamos al mismo tiempo, asustados al ver los malvados ojos de la mayor brillar en plena noche.





22:50 PM.

-hubiera preferido un trío antes que esto-.

Confesé cuando los tres nos quedamos parados en el medio del supermarcado, frente a la estantería de tintes.

-¡tu pelo es un desastre Kim!-. La mayor me quitó el gorro, avergonzado hice un suave puchero.

-¿y por qué yo debo meterme en esto?- el rubio de cabello brilloso cruzó sus brazos -mi pelo es una obra divina-.

-¡tenemos que pintarnos los tres! será como un pacto de nuestra amistad-. La sonrisa emocionada de ella me dió bastante ternura; tan linda

-creo que... no es una mala idea- la defendi -después de todo debo arreglar mi cabello, es una buena oportunidad-.

-pero...-.

-Jimin no te hagas el difícil- su ex lo interrumpió -mil veces me dijiste que odias usar el rubio porque tu padre te obliga a usarlo. Ahora que Jun cambió es la oportunidad perfecta para que hagas lo que quieras-.

¿el entrenador lo obligó?...

Apenado lo miré, jamás me imaginé que su tinte era obligatorio. Pobrecito, eso es muy injusto. -¡hagamoslo! será divertido- le insisti agarrando su mano, el bajo me miró asombrado -es hora de hacer lo que quieres, Jimin. No te dejes influenciar por el entrenador-.

Sonrió sintiéndose bien por mi acercamiento, asintiendo al fin aceptando -hagamoslo-.

-YEEEIII-. la mayor saltó emocionada.

Creo que es un gran paso para mi. Me aburrí del rojo; ese rojo que nada más lo tenía para desafiar a mis padres al fin desaparecerá. Esta noche mostraré mi cambio. Esta noche elijo ser yo mismo al fin... no ese sátiro rebelde.



-¡quiero cervezas!- insistí mientras los dos me alejan de la sección de bebidas, arrastrandome hacia los dulces.

-¡debe ser una pijamada sana! Kim-. Jimin objetó. Hice un puchero siguiendolos sin alternativa. Los dos park's comenzaron a poner en el carrito chocolates y dulces. Moriremos de diabetes.

Pero me pone feliz ver como Jimin agarra comida sin pensar en las calorias... jamás lo vi con bulimia, pero aún asi me alegra que hoy por hoy pueda comer.

Jimin es un gran ejemplo de que puedes mejorar todos los días.



00:10 AM.

-no sé quien nos levantará mañana- admiti al ver la hora.

-la alarma, dah-. Jimin me respondió. Los tres estamos en el cuarto de la mujer. Jihyo me tiñe a mí, mientras yo tiño a Jimin y Jimin tiñe a Jihyo.

parece un círculo vicioso.

Reí mirando las envolturas de caramelo en el suelo; parece esas pijamadas gringas de niñas con las uñas pintadas que sólo hablan de chicos.

-que divertido que en nuestro grupo de amigos haya una hetero, un bisexual y un gay-. Dije riendo, pintando el suave cabello del otro. El color naranja le quedará genial.

-¿grupo de amigos?...- Jimin volteó asombrado. Avergonzado sonreí, asintiendo

-me caes bien-. Su sonrisa emocionada me mató de ternura. Jamás pensé verlo con ojos que no sean de rencor... capaz estoy aprendiendo a perdonar.

-en este grupo podemos asegurar que los hombres son una mierda- Jihyo habló mientras pinta mi cabello. Los dos asentimos repetidas veces -muerte a los penes-.

-¡MUERTE A LOS PENES!- repetimos, volviendo a reir. -que irónico porque tengo pene- murmuré

-aunque no todos los penes son malos- la castaña, que pronto será rubia, habló.

-UUUHH- pícaros la codeamos -¿a quién estas viendo?- Jimin cuestionó emocionado

-el que les conté. Les juro que bailar tango con él es como tener seis orgasmos-.

-uuh que rico, sexo hetero- bromee agarrando un caramelo.

-creo que le pediré ser mi novio dentro de poco... realmente me gusta-.

-¡mucha suerte!-. le deseamos

-Tae, ¿te puedo preguntar algo?- Jimin cuestionó

-depende-.

-¿por qué elijes tener el pelo negro? ¿por qué no azul o un color poco común?. Todo te quedaría bien-.

Suspiré mirando los mechones naranja del anterior rubio, buscando las palabras adecuadas para explicarles. -No quiero llamar la atención, quiero sentirme tranquilo conmigo mismo... más maduro y razonable. Quiero dejar atrás mis estúpidas emociones, mis impulsivas acciones... dejar atrás el dolor y ser un adulto-.

dejar atrás a Teddy para siempre.

-es una linda respuesta- Jihyo habló -yo quiero ser rubia nada más porque me gusta, deberia buscar una razón como la tuya-. Cortó el hielo al notar la decaída presencia de Jimin; él sabe que quiero dejar atrás a Jungkook, y yo sé que le duele.

-yo quiero ser pelinaranja para sentirme vivo y feliz- explicó

el color favorito de Namjoon es el naranja, no me extrañaria que lo hizo para asombrarlo. No me parece mal, después de todo si le gusta ese color y lo remata para impresionar a Nam me parece ingenioso de su parte.

El celular de Jimin sonó, ya que quedaba cerca de mí lo agarré, tragando saliva al ver quién lo llamaba; "presidente ❤" junto a la foto de perfil de Namjoon.

Mordi mi mejilla adolorido, entregandole el celular de mal humor. Jimin apenado por mi reacción me agradeció, atendiendolo. -Nam, ahora no puedo... ¿pasa algo?-.

¿ya serán pareja?... ¿habrá terminado con Seokjin?....

Para que no escuche la conversación se levantó del suelo, caminando fuera de la habitación. Suspiré sintiéndome de repente mal. -¿qué sabes de Nam y Jimin?-.

-aún no son nada, asi que no hay nada que contar- respondió sin dejar mi cabello de lado.

-¿sabes si Namjoon se encuentra bien?-. Voltee, mirando sus ojos con rimel. Suspiró y negó

-Dante está en el hospital-.

¿Papá Noel... de nuevo en el hospital?....





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Yoongi:

jueves, 00:15 AM.

Las cenas familiares en la casa de mis suegros pueden llegar a ser tediosas. Como rezan antes de comer o las estampitas de "la madre Teresa de Calcuta"; llega a ser cansador al ser ateo. Tantas ganas que tengo de elevar mi voz y decir "esa señora no merecía el premio nobel de la paz. ¡Es una auténtica villana de película!". Pero claro, debo fingir no poder hablar, ocultar mis genitales masculinos debajo de esta falda y aguantar la picazón que esa película larga me da.

Me excita vestirme de chica con Hoseok, en la intimidad. Pero en esta mesa me incomoda. Sin embargo reservo mi cansancio ya que entiendo al mayor. Capaz de niño tuvieron paciencia y quisieron "curarle el mal", pero ahora de grande... ¿y si un golpe es lo que recibirá?.

-vamos, quedense a dormir aquí esta noche- mi suegra pidió -no es seguro manejar a esta hora-.
Hobi y yo nos miramos, lleva unas ojeras oscuras por tantas tareas que debió corregir en todo el día, sin embargo su sonrisa sigue reluciente para mi, siempre sabe sonreír a mi lado

-tengo que ir al trabajo mañana por la mañana- él excusó. Sabiendo que no puedo quedarme a dormir; ¿dormir con este sostén con relleno y peluca?.. olvidenlo. Además, capaz mañana por la mañana mi maquillaje pueda escurrirse y revelar mis facciones masculinas.

-vamoos, ustedes ya irán a vivir juntos. ¡Un día en casa no les hará mal!- su padre insistió -¿qué dices Ji?- me cuestionó sabiendo que "sé leer bocas". Hice cualquier gesto con mi mano, aunque se hablar el idioma para sordos, Hoseok no. Sería en vano. Sus padres miraron a mi novio para saber qué dije

-dice que por ella está bien-.

deja de querer complacer a tus padres mi amor, tan sólo nos daña.

-¡genial! pueden ir al cuarto viejo de Hobi. Suelo limpiarlo por situaciones como esta-. La pelinegra emocionada por tener a su querida nuera en casa aplaudió -mañana haré un desayuno delicioso para todos-.

Bien, los desayunos de esta mujer son una delicia. Debo admitir que mis suegros son agradables si eres heterosexual y cristiano.

lástima, soy gay y ateo.

Hicimos una reverencia, para luego ir al cuarto del fondo. Me duelen un poco los pies por los zapatos que uso, siento frío en las piernas a causa de la falda ligeramente al cuerpo color marrón claro con cuadritos celestes. Aunque por arriba el suéter de tortuga color piel me abriga bastante. El sujetador con relleno supone que tengo algo de busto.

-te dije que usaras pantalones amor- Hoseok me habló al pasar a la habitación. Ya que no es habitada por nadie tan sólo hay una cama de una plaza y un armario vacio; adoro que la cama sea tan pequeña, dormimos abrazaditos como excusa

-si uso pantalones debo ponerme esa cosa incómoda para ocultar mi bulto- susurré asi no me escuchan. Agradezco al Dios inexistente que el cuarto quede lejos de la sala. -y Hoseok, sabes que no me gusta dormir en la casa de tus padres. Es tedioso fingir hasta dormido-.

ahora mismo no entiendo a Jungkook, ¿cómo hacía para usar aquel antifaz sin culpa?

-los dos sabemos que ellos insistiran hasta que aceptemos- agotado se sentó en la cama. Quitándose el reloj

-¿con que dormiré? siento que este corpiño atraviesa mis entrañas- me quejé dejando a un lado los tacones. El pelinegro me miró triste, extendiendo sus brazos para que me acerque. Sin preguntar lo hice, agarró mis cinturas recostando su cabeza en mi pecho, suspirando agotado

-perdooon-.

-amor, no te sientas mal. Suficiente el día agotador que tuviste- acaricié su oreja como mimito. Me miró desde abajo, con un tierno puchero en su rostro -no estoy enojado, sólo quiero saber con que dormiré, lo haría desnudo pero imagínate si entran-.

-te daré mi camisa, es larga y grande, te cubrirá el cuerpo-. Con pereza llevó sus dedos a los botones, sonreí suavemente arrodillandome frente de él para que me mire a los ojos. Dejó de desvestirse confundido -¿qué pasa?-.

-nada, solamente que amo apreciar tu belleza-.

No suelo ser muy cariñoso, pero en los dias que se siente cansado sé que necesita mimitos. Asi que yo se los daré. -amas tanto apreciar mi belleza que en mi clase no paras de verme y no haces la tarea-

-no es mi culpa que uses pantalones ajustados- le di un cortito beso, sonrió sintiéndose mejor -te quiero, no pienses que me enoja ser Ji, ¿okay?-.

-te amo-.

-te amo también-.

Más alegres empezamos a cambiarnos. Con apuro me quité el suéter y el sostén con relleno, sintiendo paz al no sentirme incómodo. Me quite la peluca pelinegra larga, dejando que mi cuero cabelludo pueda respirar tranquilo. -¿por qué las faldas te hacen ver tan sexy?-. no tardó en acariciar mis muslos. Rei suavemente sabiendo que ama verme sin peluca y con falda

-ahora no, Hobi-.

-no intentaré nada... ¿quién quisiera coger en la casa de sus suegros?-. Rei suavemente elevando mi ceja -¡coger en la casa de tu hermano no es lo mismo!-.

-traumaste a Seokjin al llamarme perra-. Los dos reimos bajito al recordar los gritos del mayor. -Hablando de Jin, mañana iré a almorzar con él. Asi no nos extrañamos-.

-me parece bien- besó mi mano, como un tonto caballero. Nos miramos unos segundos a los ojos. Estando realmente felices al fin.

Desde que me mudé con él nuestra relación mejoró; sexualmente veníamos perfectos, pero nos faltaban esos mimos mañaneros y besitos nocturnos. Incluso mi hermandad se hizo más sana; dejé de quejarme de Seokjin, Jin entendió que se excedió con las órdenes que me daba.

todo va bien.

Pero claro, un problema nuevo siempre debe presentarse. Cuando estás en la punta del iceberg no puedes retroceder. Cuando todos lloran, no tienes la buena suerte de sonreir.

Y así, con una falda pero sin sostén, con voz pero sin peluca, amando a Hoseok pero siendo hombre, abrieron la puerta. Los dos mayores tenían cada uno un pote de helado en sus manos, y una sonrisa que poco a poco desapareció.

Hubo un incómodo silencio, mirándonos mutuamente. Nadie sabe qué decir, nos congelamos en nuestro lugar.

-¿qué es esto? Hoseok-. Su padre bastante confundido dejó a un lado el helado. Mirándonos a cada segundo aumentando su ceño fruncido. Miré a mi pareja, blanco como la pared, sus ojos llenos de terror y el cuerpo temblando del miedo.

Recuerdos dolorosos volvieron a su mente; recordando cada cosa extrema que le hicieron para dejar de ser gay y caminar en la ruta de Dios.

No supe qué hacer, ¿deberia decirle que nos vayamos?, ¿pedirle disculpas a mis suegros por mentirles?... joder, nos tocó a nosotros ser sinceros.

la verdad asusta.

-papá... mamá...- se levantó agarrándome la mano con fuerza. Asustado pero sabiendo que es un adulto. Que ya no tiene catorce años, que tiene veinticuatro y debe ser maduro a partir de ahora. -Lamento mucho haberlos engañado-.

Su padre se quedó en silencio mirándonos aún en shoock, mientras que la madre poco a poco se acercó. -Hoseok, ¿nos estás diciendo que durante estos dos años Ji fue un chico?-.

¿dos años de mentira?.... eso fue mucho, un tiempo exagerado.

-en serio perdón por mentir- su voz se rompió, pero no bajó su mirada

-soy... Yoongi-. Quise presentarme correctamente, pero la mujer me miró con los ojos abiertos al escuchar mi masculina y grave voz

-Yoongi- repitió -¿tú no eres el maleducado que golpeó a Hoseok?-.

-mamá, eso fue antes de que seamos pareja... porque le hacía bullying a su hermano-.

-EL QUE ERA GAY-. el padre le gritó, sobresaltandonos -EL QUE MERECÍA QUE LE DIJERAN QUE NO SEGUÍA LA PALABRA DE LA BIBLIA-.

Decidí callar mis quejas, no es momento de priorisar lo ridículo que se escucha. -papá...- Hoseok desesperado casi se arrodilla para perdir perdón, pero la mirada decepcionada y furiosa del otro nos congelaron las piernas.

-pensé que te curamos- .

El amor suele ser una enfermedad que nos mata cada día. El dolor del desamor duele tanto como una vacuna y sabe asqueroso como un garabe. Lastimosamente no hay cura para el amor, es una adicción besar los labios de la pareja que amas.

¿Estamos enfermos sin cura? probablemente si, porque jamás lo dejaré de amar.

Al ver las lágrimas de mi novio apreté fuerte su mano. Saltaria a defendernos y cuidar de su corazón; pero sé que es su pelea, y se que mis actitudes imprudentes lo perjudicarían más. Me quedé en silencio.

-vete Hoseok, por favor- la mujer trató de estar tranquila. Después de todo aman a su hijo, el problema es que no lo priorisan ante sus creencias -necesitamos asimilar esto, asi que vete-.

-para mamá, necesito que me acepten- sollozó desesperado -les menti porque no me quedaba de otra-.

-QUE TE VAYAS-. El hombre gritó. Hobi lo miró sorprendido. Él suele ser un adulto calmado -ERES UNA DECEPCIÓN PARA ESTA FAMILIA-.

Hoseok tragó saliva, calmando sus lágrimas para mirarlo fijamente a los ojos -¿eso soy para ti? ¿una decepción? ¿por ser gay? ¿por no poder embarazar? ¿por no ser un criatiano extremista como tú?-.

-vete de mi casa, y si te atreves a volver te rompo la cara-.

Mordi mi mejilla hasta hacerla sangrar, tratando de controlarme para no empeorar la situación. -papá...-.

-desde hoy no soy tu padre, no eres mi hijo-.

El pelinegro se quedó en silencio. Esperaba que le grite, esperaba que lo juzgue, pero jamás esperó eso. Ni siquiera yo lo esperé. Soltó mi mano para agarrar sus cosas e irse, sabiendo que ya no es bienvenido a la casa que vivio durante diecinueve años de su vida. Rápidamente seguí su acción, tomando mi celular y la ropa de Ji en el suelo.

-vamonos Yoongi-. Agarró mi muñeca sacándome de la habitación. A paso rápido llegamos a la sala, saliendo por la puerta principal.

y lloró, y lloró sin parar. En el momento que nos metimos a su auto el dolor de ser rechazado salió a flote. El ya no ser hijo para sus propios padres.

También desee lanzarme a llorar por la impotencia de no haber podido hacer algo. De ver llorar al amor de mi vida tan fuerte que todas las estrellas ocultas entre las nubes lo oían. Llora, golpeando el volante con fuerza.

-mi vida se arruinó- sollozó

-no.. amor no...-.

-mi madre le dirá a mi jefa, me sacarán por salir con mi alumno, me voy a quedar sin trabajo- su voz se rompió incontables veces en una misma oración. Sollozando una y otra vez -te expulsaron por mi culpa-.

-que me expulsen, no me importa- tomé su cara entre mis manos, sintiendo como se humedecian por sus lágrimas-repitiré de año, encontrarás un trabajo mejor-.

-no es justo Yoongi, no es justo que amen más a Dios que a su propio hijo- lloró, dejando que mis dedos pulgares lo mimen. -¿si mi familia no me ama como seguiré adelante?-.

-yo soy tu familia, amor, Seokjin, Sunhee, Xion- nombré sin poder calmarlo -te amamos, te amo-.

-no.. no es lo mismo-.

-desde que somos novios me dijiste que eras mi familia. Las tardes que lloraba por decirte que no siento que mis padres me amen, ¿lo recuerdas?- tratando de calmarse asintió -dime lo que siempre me dices-.

-un amigo puede ser tu hermano, una pareja puede ser tu hogar- susurró

-entonces eligeme, elige que yo sea tu familia, déjame mostrarte que no los necesitas. Que no necesitamos a Ji-.

Mordió su labio tembloroso, mirándome a punto de caerse dormido por el agotamiento. -¿Por qué odio ser gay? ¿por qué odian que yo sea gay?-.

-eligeme, por favor eligeme- lo ignoré, recostando mi frente con la suya -prometo amarte en el medio del desastre-.

Suspiró pesadamente, acariciando mi nuca con sus manos -¿estás seguro que puedes seguir conmigo?... un closetero y un gay libre... no es una buena combinación-

-un alumno y un profesor tampoco, pero aún asi nos amamos-. Reimos suavemente, acariciando nuestras narices con las ajenas -no me siento encerrado contigo, me haces bien Hobi, seré tu bien también-.

-entonces... ¿crees que puedo sobrevivir esta vez?-.

-puedes sobrevivir todas las veces, hyung, eres más fuerte de lo que crees-.

-te amo Yoongi, amo que seas mi familia- murmuró uniendose en un beso sabor a culpa. Pronto todos deberán aceptar que besar a alguien de tu mismo género es una liberación, no un error.

-yo amo a hyung- hablé como nos gusta hablar, haciéndolo reir

-hyung te ama más, mucho más-.

no permitiré que este sea un caos para nosotros, amor, nos quedaremos juntos aunque un loco jure que nada es eterno; nuestro "nosotros" es la eternidad más larga.








🍋

un poco de sope porque acá todos los personajes importan ✨

¡¿qué tal están?! los leo uwu ❤. Ojalá anden bien y este cap haya sido de su agrado.

https://youtu.be/pFNkMGrfdc8

Esta música es tan Woon asi que se las dejo. Stan bangtan y stream LGO.

Tengan unas bonitas dos semanitas, los amo muchísimo :3 ❤

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