Canción sugerida: Love Is Not Over por BTS💕💖💜

Al final todo había salido bien y en silencio agradecí en nombre de mi hermanastra. A mí me había tocado soportar todo su malhumor y escuchar sus sollozos a media noche, pero ahora, ahora que por fin había conseguido reconciliarse con su ex. Yo podía disfrutar de unas vacaciones a lo grande y en modo celebridad.

Tenía ganas de publicar las fotos de la fiesta en el Insta pero los chicos me previnieron de que lo mejor era guardarlo como un recuerdo propio. La otra cara de la fama no era tan luminosa como las personas creen y creo que por eso acepté sin ningún ataque de drama.

—Hey, tortolitos dejen de dar espectáculo y vamos arriba—gritó Hobi desde el porche para que Suga y Lena dejaran de demostrarse amor excesivo y se unieran a la fiesta.

La parejita entró tomada de la mano y yo no pude evitar contribuir a la ovación general que llenó el pasillo. Jungkook y su novia aparecieron poco después y no quise prestarle mucha atención al enredo en el cabello de ella o las arrugas en la camisa de él. Creo que aún me faltaban años para entender ese tipo de escapadas.

—¡Vamos a bailar! ¡Solo las chicas!

Proclamó April con la copa en la mano y la población masculina de la azotea se quejó de inmediato. La noche siguió corriendo sobre nosotros y pronto nos venció el cansancio por lo que no sé de qué forma terminamos sobre la alfombra que habían puesto en la improvisada pista de baile.

Nos sacamos fotos, primero las chicas, luego los chicos y después la cámara se nos hizo pequeña para la foto grupal. Recuerdo que tuve que acostarme en el suelo junto a Hobi para no quedar fuera y las risas siguieron acompañando la música hasta más allá de las tres.

Fue el mejor fin de semana al que había asistido en mucho tiempo y por eso cuando todas estábamos dentro de la habitación preparándonos para dormir tuve que decirlo.

—Chicas, creo que me quedaré más tiempo aquí. Ahora que mi adorada hermanastra se reconcilió con su príncipe azul, me vale un cuervo Los Ángeles. Quiero un verano en Seúl.

—No te aproveches. Aun no decido si me quedaré tanto tiempo y no quiero ni imaginar la reacción de mi padre—reafirmó Lena desechando la última toallita desmaquilladora. Yo torcí el gesto.

—No importa, me quedaré como si es bajo un puente. Ahora que tengo nuevas amigas…

—Cuenta conmigo para quedarte. Jimin y yo nos mudaremos pronto y no sé a quién dejarle el departamento—mencionó April ocupando el sofá para acto seguido colocar su larga melena sobre mis piernas.

—Mmh…eso huele a compromiso—agregó Issabelle y una risa colectiva llenó el lugar. April se mordió la uña del pulgar antes de contestar.

—Aun no consigo que me ponga un anillo en el anular pero estoy trabajando en ello.

—No te imagino casada con él. De hecho no me vería a mí misma casada a los veinticuatro. Tengo cosas que hacer.

—Vaya, sí que los novios hacen maravillas. Hace unos meses ni yo misma te hubiera creído —argumentó Mei desde el tocador y Lena se sentó a mi lado para trenzarme el pelo.

—Creo que todas hemos cambiado un poco desde que tenemos a alguien en BTS, ni siquiera alguien como yo se pensaría hace unos días que pudiera ser real. Que pudiera haber una persona para mí en medio de un mundo tan diferente a la realidad.

Ritsu habló mientras Angie salía del baño y vi la mirada pícara de April cuando la pelirroja se dejó caer en la otra poltrona que quedaba libre.

—¿Pasa algo? —preguntó distraída con la tira del albornoz y creo que la misma mirada recorrió el lugar.

—Ya vale, dejen de mirarme así. Hablen de una vez.

—Quieren enterarse de tu vida privada con mi mejor amigo y como única defensora del invocado en la sala te sugiero que no digas nada.

—Auch… ¡no la tomes con mi pelo!—regañé a Lena que había aconsejado a Angie cuando era obvio que las demás no desistirían tan fácil.

—Vamos pelirroja, una historia picante antes de dormir. Mañana nos espera aun día de limpieza general antes de irnos.

—¡Wang Mei Lin! Deja de ser tan cotilla.

—No seas amargada y tú también tienes que contarme qué fue lo que te dijo Yoongi para que cayeras tan mansita.

—Desisto. Hagan lo que quieran.

—Bien dicho, ahora damas y caballeros, esperamos las confesiones de la pelirroja. Por qué no nos trajimos las palomitas.

—Que mal gusto Mei Lin. Angie, no tienes que contar nada—afirmó Ritsu y yo creo que April tenía un puchero ante la posibilidad de no cotillear. La pelirroja sonrió de una forma misteriosa antes de enrojecer casi por completo.

—Vale, creo que ya somos parte del mismo equipo. Pero solo les diré que fue la mejor noche de mi vida.

—Oh, oh ¿Entonces ya sucedió?

—¡Mei!

Fue un grito grupal y la aludida se encogió de hombros sin importar nuestra crítica.

***

—¿Qué miras, Kookie? —era Hoseok al otro lado del umbral y yo sonreí de vuelta a contemplar el inminente amanecer.

—Es una vista impactante. Quisiera vivir en un lugar como este algún día. En la ciudad es casi imposible ver algo que no sea el smog.

Mi amigo asintió y ambos nos quedamos mirando la línea de color rojo vino que se iba apoderando del horizonte. La verdad es que no había podido dormir después de la fiesta de anoche.

Tal como se mezclaban los colores en el cielo, en mi mente las imágenes se unían y expandían como un verdadero estallido de formas y sonidos dispuestos a eclipsar cualquier cosa que hiciera después.

Era una buena forma de cerrar un ciclo conmigo mismo desde el balcón de aquella terraza. Una manera para pensar que unos meses atrás nada hubiera sido posible y ver cómo la vida podía voltearnos al revés y recomponernos de las maneras más inusuales.

Miré el perfil de mi mejor amigo y comprendí que él también debía estar en una encrucijada similar. No quise entrometerme y solo me concentré en respirar el aire húmedo de la mañana mientras el sol, amenazaba con devorar la línea del horizonte.

Lo sentía en mis huesos, en cada punto de mi piel. Había destruido la imagen del chico vulnerable que tanto tiempo me había acompañado y sobre sus escombros encontrado a la persona que quería ser en realidad.

Había gritado mil veces desde el fondo de mi alma por esta oportunidad y hasta ahora valoraba lo precioso del tiempo y su capacidad para convertir las cicatrices en recuerdos.

Había de todo, de los que nunca quisiera revivir o de los que me encantaría congelar. De las miradas furtivas hasta de los ratos más insulsos entre bambalinas quejándonos del calor de un día en Seúl.

Todo y nada a la vez, seguridad y miedo, fortaleza y decepción y los ojos verdes de la mujer que amo para cambiarlo todo. Sonreí sin casi percibirlo y creo que hasta ahora no me había dado cuenta de que mi hyung me estaba mirando.

—Sabes Jungkookie... No me tocaría decir esto pero creo que las palabras a veces tienen el poder de levantarnos el ánimo, así que lo haré de todas formas. No quiero sonar sentimental como Jin pero ya no eres ese chiquillo que lloraba por los rincones. Has madurado pequeño Kook y todos nos sentimos orgullosos.

Mi hyung me revolvió el flequillo y yo amplié la sonrisa.

—Gracias por eso, pero creo que a todos nos ha tocado madurar en los últimos tiempos. Incluso tú Hob, he notado que últimamente te quedas como en tu propio mundo.

Mi amigo desvió la mirada y el silencio volvió a acompañarnos en la barandilla.

—Por ahora solo diré que es cierto que ha pasado algo más en mi vida, pero no tengo derecho a compartirlo aun. No te preocupes, no es nada malo.

—Descuida hyung, yo te creo. Tal como creo que el amor nunca se acaba y que cada día, justo como ese amanecer, hay una razón para continuar.

THE END