Capítulo 1
Este Fic es fue mi respuesta al Reto #3: El Primer celo de Hiccup, del grupo de Facebook Caldo de Toothcup para el alma
ADVERTENCIAS:
-Es un Omegaverso. Para quienes no conocen que es un Omegaverseo, es un universo donde todos están dividos en Alfas, Betas y Omegas. Debajo les dejare más explicación
-Habrá lemon, pero no en este capitulo
-Toothless, Chimuelo, Desdentado o como sea dependiendo de la traducción de vuestros países es humano
-Hay OC, osea, Personajes Originales y de mi total autoria
-AU
Creo que eso es todo hasta ahora.
Disfruten la lectura.
--------------------------------
Cap. 1
Hiccup Horrendus Haddock III creció en medio de un ambiente bastante peculiar. Entre conflictos, amor, desprecios y sobreprotecciones. Realmente interesante.
En primera, es el hijo primogénito de Stoick el Vasto, jefe de los Hairy Hooligan, fieros vikingos de la isla Berk, y un Alfa bastante robusto, hecho y derecho, criado con las antiguas y rígidas reglas de los Alfas. Su madre, Valhallarama, es una hermosa Omega, de brillantes y grandes ojos verdes y personalidad desafiante.
Segundo, es un Omega. Y eso, como futuro jefe, es algo bastante malo en la isla. Todos lo desdeñaban como futuro líder.
Alguien tan pequeño, tan débil...
A diferencia de su gemelo Haakon, un Alfa en toda regla.
A Hiccup, en realidad, la idea de ser líder jamás le atrajo y con gusto le sedería el puesto a su hermano. Pero como él, al parecer, no nació con una estrella muy generosa, creció escuchando la misma discusión entre sus padres.
-Basta, Stoick-la voz de Valhallarama se escucha incluso fuera de la casa, donde Hiccup dibuja con rapidez y precisión el bello atardecer de Berk, Haakon (1), a su lado, bufa y rueda los ojos.
Otra vez.
-No, basta tú, ¡un Omega NO puede ser jefe!-exclama Stoick.
Haakon ve a su hermano encogerse sobre sí mismo, pero no deja de dibujar. Sus brillantes y fríos ojos azules se dulcifican. Pasa un brazo sobre los hombros de su gemelo y lo abraza, tratando de confortarlo. Hiccup le sonríe, conteniendo las lágrimas en sus ojos.
-Hiccup es el primogénito, ¡el primogénito! ¡No le arrebataras su derecho por ser un Omega!
-Él no...
-Escúchame bien Stoick el Vasto-la voz de la Omega se convierte en un seseo peligroso y ambos hermanos se la pueden imaginar. Las manos sobre las caderas, su voluptuoso cuerpo ligeramente inclinado al frente, sus trigueñas mejillas teñidas de rojo por la furia, sus ojos entrecerrados, oscurecidos por la rabia-. La única forma en la que desplazaras a Hiccup del puesto que le pertenece por nacimiento, será que un Alfa de otra isla, y futuro jefe de dicha isla, lo reclame como su Omega en su primer celo-Ugh, eso es nuevo.
Y como si sus palabras fueran un presagio de algo grande, gruesas nubes cubren el cielo y pequeñas gotas empiezan a caer, arruinando de esta forma lo que parecía un buen atardecer.
Hiccup se estremece y se deja acobijar por los fuertes brazos de su hermano.
Tenía un mal presentimiento.
--------------------------
Haakon despierta por los rayos del sol y no por la risa cantarina de su hermano o las cosquillas. Frunce el ceño y mira a su alrededor, un nudo formándose en su garganta.
Se levanta de un salto y se viste con rapidez, saliendo a trompicones de su hogar. Ni siquiera nota la ausencia de su madre y su padre.
Sin pensarlo siquiera dirige sus pasos a la forja, el único lugar dentro del pueblo donde su hermano estaría.
Conocía a su gemelo a la perfección. Y no porque fuera su hermano. Hiccup era lo suficientemente tímido como para evitar a cualquier vikingo tan temprano en la mañana, salvo a Gobber, un rubio Beta que era bastante agradable con ambos.
Entra en la forja sin tocar, sus ojos azul cielo miran por todo el lugar hasta que se topan con una enmarañada cabellera castaña.
-¿Sucede algo?-pregunta, encaminándose directamente a su hermano.
El castaño se tensa y alza la vista, sus pupilas algo dilatadas y su pálida piel (producto de pasar casi todo el día encerrado allí) teñida de rojo.
-Yo...-balbucea el chico y sus manos se mueven nerviosamente hasta su cabello.
Haakon está a pocos pasos cuando lo nota.
Oh.
Es un suave aroma. Muy, muy tenue. Pero él, que conoce a su hermano como se conoce a sí mismo, lo nota. Vainilla, fresas, fuego y metal. Una combinación embriagante y extraña.
Diablos.
-Mamá...-el otro niega, sonrojándose aún más-. Debemos decirle.
-No-Hiccup se lanza a los brazos de su hermano con sorprendente agilidad y rapidez, lo abraza con fuerza y solloza en su cuello-. Por favor, Haakon, no le digas.
El menor lo abraza por la cintura automáticamente, acariciando su espalda, tratando de calmarlo.
-Debes decirle Hiccup, es tu primer celo y...
-¡Por favor!-lo mira desesperado. Con miedo.
Haakon lo comprende. Hace una mueca y abraza más fuerte a su hermano. No era miedo a la reacción de Valhallarama. Era miedo a lo que podía hacer Stoick con la noción de eso.
Miedo a que cualquier Alfa de la isla quisiera aprovecharse de su tierna inocencia y con eso escalar en la pirámide social de la isla.
-¿Qué está pasando?-La rasposa y gruesa voz de Gobber los hace sobresaltarse.
Ambos hermanos miran al Beta y sus ojos se iluminan a la vez. Una idea espeluznante, para el rubio herrero, formándose en las prodigiosas mentes de los gemelos.
-Necesitamos tu ayuda-Haakon es el primero en hablar. Su tono lleva consigo una orden, parece no decirlo como si pidiera un favor, sino como el Alfa que es.
Gobber se estremece y no puede evitar pensar en lo mucho que se parece a su padre. Demasiado.
-Si puedo ayudarles...-responde, resignado.
Tenía el vago presentimiento de que tenía que ver con su joven aprendiz. Y si Haakon dejaba salir a flote su imponente personalidad de Alfa debía ser algo serio.
La última vez que había hecho algo así, su primo Snotlout había quedado reducido a nada más que una hoja arrastrada en el viento, con las piernas de gelatina y la cara más pálida que la de un muerto. Y eso que el moreno es un Alfa también.
-Hiccup está a punto de tener su primer celo-informa.
Gobber suspira pesadamente. Debería de ponerse a adivinar el futuro... Al menos el de Hiccup.
-Veremos qué hacer.
--------------------------
Hiccup juega nervioso con el collar que le había dado Gobber. Según él, era algo que utilizo alguna vez un Omega que estuvo con él (no de forma romántica, claro) en un viaje a otras islas, para que el olor de su celo no fuera muy evidente. Que hacía Gobber aún con eso, prefería no saberlo.
Haakon golpea con suavidad su mano, mirándolo seriamente. El mayor le regala una pequeña sonrisa y deja el collar por la paz.
Quien los viese y no fuese parte de la isla, negaría que son hermanos gemelos o que, a lo sumo, Hiccup siquiera es el hermano mayor.
Tal vez se deba a que Haakon es un Alfa, pero es mucho más alto que Hiccup, aún a sus 17 años y a pesar de ser el menor, de cortos y lisos cabellos castaños rojizos, más rojos que castaños, y sus brillantes y fríos ojos azul cielo. Si quisiera, haría que cualquier Alfa se arrodillase a su paso.
Hiccup, en cambio, tenía el cabello algo más largo y revuelto, igualmente castaño rojizo y los enormes y limpios ojos verdes. Era delgado y de contextura casi femenina, y su rostro está lleno de pequeñas y encantadoras pecas que lo hacen ver más joven, encantador. Un Omega único entre Omegas.
Ambos llegan al Gran Salón, donde, acertadamente, suponen están sus padres. Divisan a Stoick al final, hablando con un grupo de vikingos de quién sabe qué. Más cerca de ellos está Valhallarama, ayudando a unas mujeres con lo que parecen ideas para un banquete.
-¿Qué sucede?-pregunta Hiccup, frunciendo el ceño suavemente, acercándose a su madre.
Valhallarama alza la vista y le sonríe a su hijo. Pero la sonrisa flaquea en sus labios cuando sus ojos caen sobre el collar que el Omega lleva puesto.
Se acerca a él y, disimuladamente, como si arreglara el cuello de su verde polera, esconde el collar bajo su ropa.
-Si tu padre lo ve lo sabrá-susurra, acomodando el revuelto cabello del menor-. En el puerto divisaron unos drakars que se dirigen en esta dirección, bandera blanca por lo que preparamos... La bienvenida-responde a la pregunta anterior, lo suficientemente alto como para alejar a los curiosos que se habían detenido al ver a la madre acomodando de forma tan afanosa la ropa de su hijo.
Hiccup le sonríe, agradecido.
-¿Cuándo arriban?-cuestiona Haakon, acercándose a ellos.
-Deben de estar casi desembarcando ya-informa la mujer, sus ojos se posan nuevamente en Hiccup y su suave sonrisa se amplía-. ¿Nos ayudas?
Hiccup se ve tentado a negarse, pero el brillo en los ojos verde de su madre, idénticos a los suyos, lo evitan. Asiente y la sigue sumisamente.
Valhallarama mira a Haakon y, con disimuladas señas, le da una rotunda orden.
Mantener a Stoick ocupado por un rato.
--------------------------
Stoick entrecierra los ojos y arruga la nariz, un gesto que antaño hacía suspirar a cuanta (y cuanto) Omega y Beta que le veía y ahora acentúa las leves arrugas de su varonil rostro. No lo hace menos atractivo, claro.
Gobber, a su izquierda, oculta una risa por esto con una tos muy falsa, Valhallarama, a su derecha, es un poco más sutil y lo disimula cubriendo sus labios, como si analizara la situación.
Hiccup y Haakon, a unos pocos pasos, no comprenden exactamente a qué se debe la molestia de su padre.
El drakar (aunque parecía cualquier cosa menos eso) de tierras desconocidas había desembarcado y sus tripulantes se encontraban ahora a pocos metros de ellos, escoltados por unos cuantos Hairy Hooligans. Por si acaso, claro.
Haakon supone que su padre está molesto por el hecho de que son apenas unos 6 hombres los que viajaban en el drakar.
Hiccup, por otro lado, piensa (casi acertadamente) que su padre desdeña la forma tan pulcra en la que los extranjeros visten. Lo poco vikingos que se ven.
Podría apostar, por los largos, rizados (y, algunos, lisos) cabellos de los extranjeros, que ni siquiera son vikingos.
Si venían de las tierras del Sur es casi imposible que lo sean.
Un hombre alto, de piel trigueña, largos y rizados cabellos rojos y brillantes ojos ambarinos, casi amarillentos, es el primero en detenerse.
Sus ropajes no son tan distintos a los de los hombres de Berk. Salvo que no llevan pieles en sima, claro, y que parecen ellos de materiales más finos, más suaves, que marcan todos y cada uno de los músculos de su pecho.
-Mis respetos, Stoick El Vasto-saluda, su voz es suave pero fuerte, neutra y ligeramente demandante. Un Alfa, sin duda alguna-. Venimos de tierras del Sur.
-¿De dónde, exactamente?-Cuestiona Stoick, entrecerrando sus ojos.
-La isla Dragón-el pelirrojo no parece mínimamente alterado, no está mintiendo.
-No creo conocer dichas islas...
-¿Por qué no entramos al Gran Salón a hablar de esto?-cuestiona Valhallarama, fulminando a su marido con la mirada.
Stoick asiente a regañadientes. Guía a los extranjeros dentro del mencionado lugar, sus hijos entran de último, algo rezagados.
Hiccup y Haakon se apresuran a pararse junto a su padre, cuando este toma asiento en la cabecera de la enorme mesa. Los extranjeros los miran con curiosidad, uno de ellos con más intensidad.
Hiccup lo mira y se queda sin aire. Sus ojos se pierden en la vastedad de un par de orbes verde amarillento, que lo miran con curiosidad y algo más que no logra identificar. Es un Alfa, sin duda alguna. Su largo cabello negro cae alrededor de su pálido rostro, dándole un aire misterioso junto con los negros ropajes que lleva puesto.
El misterioso moreno le sonríe coquetamente y Hiccup se sonroja, desviando la vista.
-Entonces...-Stoick lo mira con sus intensos ojos azules, buscando su nombre, que no recuerda el pelirrojo le haya dicho.
-Cloudjumper-se presenta el pelirrojo, asintiendo hacía Stoick, el cual asiente.
-Cloudjumper-repite. No pierde detalle de como Valhallarama mira al extranjero, lo que le hace fruncir los labios-. ¿Qué les trae por aquí?
El pelirrojo mira al moreno de ojos verdes, el cual se encoje suavemente de hombros.
-Exploración-responde con simpleza-. A nuestro líder le pareció buena idea expandir nuestros horizontes-una pequeña sonrisa asoma sus labios, pero es muy breve.
-¿Su líder?
El moreno se pone en pie y el joven a su lado, un pequeño Omega parecido al primero, le sigue.
-Mi nombre es Toothless Night-se presenta, haciendo una ligera reverencia, algo burlona. Sus ojos viajan a Hiccup y le sonríe coquetamente, haciéndolo sonrojar nuevamente-, y este es mi hermano menor, Nasha-señala al pequeño a su lado, que sonríe tímidamente.
El menor de los Haddock se queda sin aliento al ver mejor al Omega. Su corazón tamborilea desenfrenado contra sus costillas y la sangre corre a prisa por todo su cuerpo. Los ojos dorados del Omega también se quedan prendados de los suyos, y un tierno sonrojo aparece en las pálidas mejillas y su rizado cabello negro cae por su rostro, ocultándolo.
Haakon se sintió celoso de la forma en que las sedosas hebras acariciaban el pálido rostro y el terso cuello. Como desearía ser él el que lo hiciera...
-Ellos son mis hijos-dice Stoick, señalando a los gemelos, sacando a Haakon de sus pensamientos-. Hiccup Horrendus Haddock III-señala al castaño, que asiente-, y Haakon Harald Haddock.
-Un placer-dicen Nasha y Toothless a la vez, el primero sonriendo tímidamente y el segundo con un brillo entraño en los ojos.
-Estos son Barf y Belch-dice Cloudjumper, señalando a un par de jóvenes idénticos, de revueltos cabellos rojos, piel pálida y brillantes ojos amarillentos-, y él es Hokfang-señala esta vez a otro moreno, de cortos cabellos, piel bronceada e indiferentes ojos cobrizos.
-Entonces, ¿la exploración de islas desconocidas es lo único que los trae aquí? -pregunta Valhallarama, atrayendo la atención nuevamente hacía el tema de porque estaban allí.
-Podría decirse que si-responde Toothless, tomando asiento nuevamente-. Si le soy sincero, es un poco aburrido en la isla.
-¿Puedo preguntar su edad? -cuestiona la castaña, alzando una ceja.
-20.
Los ojos de la mujer brillan intensamente y se posan, por breves segundos, sobre Hiccup.
-¿Y es usted, formalmente, el jefe de su isla?
-No-admite, mirando a Cloudjumper-. Cloudjumper considera que aún no estoy listo para asumir el cargo, por lo que él lleva la voz cantante, en cierta forma.
-Entiendo-Valhallarama mira a Stoick y parece decirle algo con los ojos. Algo que solo ellos entienden-. Me gustaría hablar algo con Cloudjumper-mira a sus hijos-, ¿a ustedes no les molesta mostrarles el pueblo, verdad?
Ambos niegan, ansiosos por salir de allí. Valhallarama sonríe y le indica a los extranjeros que sigan a sus hijos.
Haakon es el primero en salir, seguido por Hiccup, suspiran y miran por encima de su hombro a los extranjeros. ¿Qué estaría planeando su madre?
---------------------------------
En algún punto del recorrido todos se separaron. Haakon, de forma muy sutil, arrastro a Nasha por otro lado, sonriendo más de la cuenta. Hokfang, Barf y Belch se desviaron, el brazo del moreno (un Alfa por lo que pudo comprobar Hiccup) en la cintura de uno de los gemelos, ambos Betas.
Y Hiccup quedo con Toothless.
No podía evitar sentirse nervioso. Sus mejillas se habían sonrojado una infinidad de veces desde que su paseo empezó y no podía evitar jugar con el collar dado por Gobber, a pesar de que Haakon le había dicho que dejase eso.
-Y, ¿qué edad tiene joven Haddock? -pregunta Toothless, sonriendo suavemente, sus brillantes ojos verde amarillentos recorriendo todo el pueblo, posándose de vez en vez en el bosque a las afueras de este.
-17-responde el menor, jugando con sus dedos-. ¿Cómo es su isla?
Toothless ríe suavemente y Hiccup se encuentra encandilado, mirándolo embobado. La risa del mayor es suave y envolvente, pero tiene un bajo fondo sensual y profundo que agita todo su cuerpo. ''Ha de ser culpa del celo'' piensa, desviando la vista sonrojado.
-No es muy diferente a esto-dice, señalando a su alrededor-, estamos rodeado puramente por mar, y la isla es puro bosque, las casas son más rudimentaria que estas y no hace tanto frío.
Hiccup le escucha atentamente, casi imaginándose el lugar. Le parece hermoso y ni siquiera ha estado allí.
-Ha de ser muy bello-susurra en un suspiro, su mente viajando a miles de kilómetros al Sur.
Toothless también se pierde en sus pensamientos. Días en altamar le hicieron reconsiderar sinceramente la idea de conocer las tierras del Norte.
Pero valió la pena, se dice, mirando de reojo a Hiccup.
La suave brisa otoñal, mezclada con el típico olor a mar agita sus cabellos. Hiccup frunce el ceño al sentirla más húmeda y alza la vista al cielo.
Gruesas nubes de tormenta se ciernen lentamente sobre Berk, desplazando el azul y opacando la luz del sol.
-Es mejor volver-dice el castaño, jugueteando inconscientemente con el collar-, no es buena ida que la lluvia nos agarre aquí.
Sin esperar respuesta, da media vuelta, con tanta fuerza que, aunado a su torpeza natural, pisa el bordillo de su pantalón y pierde el equilibrio.
Toothless reacciona rápido y lo sostiene por la cintura, pero Hiccup, que había intentado estabilizarse, se enreda en sus piernas y le hace tropezar.
Sus dedos, que seguían enredados en el collar, se alzan para posarse en la ropa de Toothless. El jalón es tan fuerte que el collar se rompe y sus cuencas caen, emitiendo un mudo sonido contra el suelo rocoso.
Toothless logra estabilizarlos, quedando con una rodilla en tierra y medio cuerpo sobre Hiccup, el castaño casi recostado en el suelo.
-¿Estás...?-La pregunta muere en sus labios cuando un suave, pero tóxico, aroma lo envuelve.
Sus pupilas se dilatan grandemente para luego contraerse, hasta formar dos rendijas, pupilas casi felinas, un leve gruñido gutural naciendo en su garganta, vibrando en su pecho.
Hiccup alza la vista y se queda paralizado. Ha visto esa expresión antes, en muchos Alfas en la época de celo de algunos Omegas, incluso ante algunos Betas.
Su cuerpo tiembla y todas las alarmas se encienden en su cerebro. Su celo aún no entraba en apogeo, pero era claro que Toothless estaba siendo influenciado por él.
-Tooth... Toothless-balbucea, con la esperanza de hacerlo reaccionar.
El moreno inclina su cabeza y aspira el aroma de Hiccup, acariciando el pálido cuello con su nariz. El castaño muerde sus labios, tratando de negarse a sí mismo la corriente eléctrica que le recorre.
-Por favor-balbucea, pero el Alfa parece no hacerle caso.
-¡Hiccup!-la voz de Haakon, no muy lejos de ellos, provoca un gruñido en Toothless.
Sus ojos felinos se alzan y miran en advertencia al otro Alfa, su consciencia mandada al diablo por sus instintos.
Haakon se queda levemente paralizado, el aroma a celo inmaduro flotando en el aire. Obviamente, no se ve influenciado por el aroma, pero si por sus instintos de hermano sobreprotector.
Le gruñe a Toothless, mostrando toda su dentadura, los ojos entrecerrados y el cuerpo tenso, listo para liberar a su indefenso hermano de las garras del Alfa.
-Mío-gruñe Toothless, antes de cargar a Hiccup como si fuese un tesoro y alejarse a la carrera, con bastante rapidez, en dirección al bosque.
Haakon no logra reaccionar a tiempo, esa simple palabra reproduciéndose en su mente.
Una parte de su mente, la que aún es racional y no se deja embargar por la testosterona que liberan sus instintos de Alfa, le dice que tal vez, y solo tal vez, eso iba a pasar de una u otra forma.
Eso no quiere decir que iba a dejar a un desconocido tomar a su hermano así porque sí.
Continuara...
-----------------------------------
(1) Haakon Harald Haddock: es un personaje de mi autoria, creado para un fic que aun no he publicado (y tal vez no publique), un Omegaverse también. Haakon significa hijo superior y Harald Lider del ejercito. Irónicamente su nombre tiene dos H, al igual que el de su gemelo mayor, Hiccup Horrendus.
*Datos sobre el Omegaverso
Los Alfas son los dominantes sexualmente y son físicamente más fuertes que los betas y omegas, son lo más de lo más en la jerarquía.
Los Betas son la gente normal, son los que más abundan, su instinto primario es proteger a los omegas ya que ellos no reaccionan al celo de estos, y no obedecen a los alfas. Esto esta plantado en su ADN y es su naturaleza.
Los Omegas son los sexualmente sumisos, y están por debajo de esta jerarquía del omageverse, entran en época de celo cada cierto tiempo, y es aquí donde pueden quedar embarazados.
El Omegaverse puede variar tremendamente de fanfiction en fanfiction. Universos en los que los Omegas son considerados posesiones de los Alfas y poco más que fábricas de bebés andantes o puede llegar a ser una relación normal pero sabiendo quien es el que manda.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro