Invitación
Hoseok: seis años.
Sewan: cinco años.
Tenía mi uniforme puesto, estaba limpia, mi cabello aún seguía mojado y después del desayuno, mi abuela empezaría a peinarme.
Pero hoy debía ser diferente, debía pedir permiso para algo. Así que, mientras estábamos los tres en la mesa, dejé mi plato a un lado y jale de uno de los dedos a Ryuka, pidiéndo su atención, lo mismo hice con la abuela.
—H-Hace un mes que Hoseok y yo somos amigos— empecé a jugar con las figuras de la mesa, no quería que notaran que estoy nerviosa— y ayer me invitó a su casa, dice que su mamá quiere conocerme y que podríamos jugar un rato, ellos me traerían de vuelta a casa antes de que anochezca— finalmente levante la cabeza y los miré a ambos— ¿Puedo ir? Es después de clases.
Ryuka miró a la abuela, y la abuela miró a Ryuka, ambos sonreían y yo me puse más nerviosa.
—Puedes ir, Sewan— la abuela dijo— pero tu hermano pasará por ti apenas salga de la Universidad, tendrás que estar con él en su turno del trabajo, juiciosa como siempre.
Asentí varias veces, estaba feliz, Hoseok también lo estaría cuándo le contara que me dejaron ir.
—Abuela— la llamé una vez más— ¿Podrías peinarme con trenzas?— me anervie de nuevo, sentí que mi cara se ponia caliente— es que, Hoseok dice que m-me veo linda con las trenzas.
—Así que a Hoseok le gustan tus trenzas— Ryuka empieza a usar ese tono de voz raro, no me gusta, es como si se riera de mi, así que escondo mi cara en mis manos y los escucho reírse, me da pena— tendré que conocer a ese niño hoy y que sepa que soy tu hermano mayor.
Vuelven a reírse.
—Trenzas serán entonces— dice la abuela— te haré una corona de trenzas ¿crees que le guste? te verás preciosa.
📼📼📼
Ryuka tomaba mi mano mientras esperábamos a Hoseok en la entrada de la escuela, la abuela había peinado mi cabello como dijo que lo haría, algunos mechones los había dejado sueltos y me molestaban un poco en los ojos, pero ella decía que ese era el estilo, así que le creí.
—¡Ya estoy aquí!— deje de mirar al suelo para darme cuenta de la presencia de Hoseok, quién me vio y abrió su boca muy sorprendido y luego señaló mi cabello— ¡Son trenzas! Y están muy bonitas, te quedan muy bien y- oh, hola.
Reverencia sin dejar de sonreír, Ryuka se ríe y le devuelve el saludo.
—Entonces tu eres Hoseok— dice— Sewan dice que la invitaste a tu casa— el afirma muchas veces con la cabeza— bien, yo pasaré por ella a las cinco ¿eso está bien?— el afirma con la cabeza nuevamente— entonces... hablaré con tu mamá al respecto. Vayan a clase y, por favor, cuida de Sewan.
Hoseok se pone de pie a mi lado y toma mi mano libre, antes de decir en tono firme y como si fuera un adulto:
—Siempre cuidaré de Chae, es mi Chae.
Y sonríe enormemente, mostrando todos sus dientes. Hoseok era el mejor niño de todos.
Nuestra Sewan siendo todo un amor llena de timidez. Lloro.
Besitos rojos.
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