Hoseok: seis años
Sewan: cinco años.

Los niños eran malos.

Yo sabía que eran malos porque cuándo llegaba la hora del recreo y yo jugaba sola en los columpios, ellos me enpujaban para que fuese más alto y me asustara.

Los niños eran malos porque jalaban mis coletas en clase cuando la maestra no veía, le arrancaban las hojas a mis cuadernos, estropeaban mis marcadores y arrancaban los llaveros de animalitos que Ryuka compraba para mi.

Los niños eran muy malos porque se burlaban de que no tenía papás y Ryuka cuidaba de mi junto a la abuela, ella todos los días me hacia bonitos peinados que al final del día ya no estaban por culpa de los niños.

Todos los niños eran malos.

—¿Porqué dañan tus trenzas?— levanté la mirada, había un niño de otra clase hablándome, tenía las mejillas embarradas de tierra y un balón bajo su brazo— no dejes que dañen tus trenzas, te ves bonita con ellas.

El niño se sentó detrás mío, no dije una sola palabra, pero sentí como peinaba mi cabello y quitaba las hojas en el.

—Ellos son tontos— dice, me limpio la cara con el dorso de mi mano, no quiero que me vea llorar— tienes que defenderte de ellos, algunos niños son crueles— está haciendo de nuevo mis trenzas— mi mamá dice que algunos niños son así de malos porque tienen malas situaciones en sus casas, tal vez no les dan mucho amor o no saben expresarse.

—¿No les dan amor?— hablo por primera vez, volteandome a verlo directo a los ojos, tiene ojos pequeños y sonrientes— no sabía que hay niños que no reciben amor.

—Algunos, muy poquitos— dice, sus manos toman el balón y lo ponen a un lado— es por eso que, aunque sean malos con nosotros y se porten tontos aveces, no debemos dejar que nos vuelvan malos, mi mamá dice que ellos son buenos, pero no saben serlo— asiente, su mamá suena como alguien muy sabia— siempre vienes con peinados bonitos, eso es una muestra de amor.

—Mi... mi abuela me peina todos los días.

—Tu abuela te ama mucho, entonces— sonríe— ya sabes, debes defenderte.

Niego con la cabeza, hago un puchero porque de nuevo quiero llorar.

—Ellos son más fuertes que yo, también son más grandes— confieso— me asustan y la maestra no me creyó cuándo le dije que me molestaban.

El niño puso cara triste.

—¿Te lastiman?— asiento— ¿Dónde?

—Tengo muchos moretones en mis brazos— le enseño mis brazos, arrugo ambas mangas y doblo un poco el borde de mi pantalón— tambien mis piernas un poco y aveces me duele la espalda, pero un poquito.

El niño se levanta y me pide hacerlo también, me mira un rato y su cara se ve aún más triste.

—¡Eso es terrible!— dice— si vuelven a hacer eso... yo tampoco soy muy fuerte, pero puedo hacer algo, lo prometo, puedes buscarme, tengo clase en el aula cinco— dice, la campana suena, anunciando el fin del recreo— me llamo Hoseok, Jung Hoseok, puedes buscarme todos los días aquí mismo.

Sonrío un poco, asiento y tengo esperanzas de que seremos amigos, será mi primer amigo.

—Yo me llamo Sewan, Chae Sewan.

Todos los niños eran malos, excepto Hoseokie.

Ella es Sewan ❤ altas ganas de madrear niños.

Este es un recuerdo de la infancia de Sewan y Hoseok ❤ obviamente, jeje.

Besitos rojos.