Capítulo 8
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Spielberg, Austria.
Chloe
Di unos golpecitos a mis labios con el bolígrafo. Pensé muy bien en el próximo video que haría. ¿Se iban a enojar mucho conmigo? Si seguro que sí. ¿Me importa mucho? Para nada, se pueden matar si quieren. Mire al hombre frente a mí.
Llevábamos exactamente veinte minutos sin pelear. Magnus no llegaba y Asher ya parecía desesperado. Minutos después llegó Magnus.
—Lo siento, tenía cosas que hacer— pauso y se sentó frente a mí, aun lado de Asher. —¿A que vinimos? —interrogó.
—Bien gracias por venir, aunque están obligados prácticamente, sin embargo, quiero que se aferren a sus sillas porque se irán hacía atrás— ambos me miraron expectantes, seguro esperando lo peor que pudiera decirles y estoy segura de que creerían que esto sería el infierno.
Aun así, me gusta un poco verlos sufrir.
—Vamos a acampar juntos el lunes— les di mi mejor sonrisa de póker. Ambos fruncieron el ceño. Asher soltó una maldición, paso sus manos por su rostro y ahogó un gruñido de frustración. Magnus hizo lo mismo, pero en alemán.
—Estas de juego ¿Verdad? —cuestiono Asher con una cara divertida. Si creía que estaba jugando está muy equivocado—¿Eres consciente de que podemos matarnos? ¿O de que un oso puede comernos por la noche? ¿Y si hay un asesino serial suelto? —cuestiono Asher señalándose con el dedo a ambos por unos segundos antes de decir lo más dramático que he escuchado en mi vida.
Yo me encogí de hombros.
—Si ninguno vio la votación de redes sociales, los fans votaron por acampar— respondí sin moverme un milímetro. Si ellos creen que iban a echarse atrás, así como así están equivocados, ya que yo tengo mi calendario hecho y no puedo solo cambiarlo por este par de patéticos idiotas competitivos. —Además es cien por ciento seguro, por favor no te comportes como una niña dramática— me acomode en mi asiento.
Mire a Asher unos segundos. Deseaba no poder recordar lo que paso aquella noche. El tono posesivo de Asher hizo eco en mi cabeza, solo fue un simple no, pero cada que lo recuerdo me hace eco por todos lados y cuando digo todos lados me refiero a todo.
Ambos parecían tener una lucha interna de miradas, sin embargo, yo carraspee llamando su atención.
Odio cuando se miran así y terminan discutiendo. A veces los odio a ambos.
Por un momento me disocie. Pensé en lo que sería si yo no fuera la hija del jefe de Asher, si lo hubiera conocido en otras circunstancias tal vez todo sería diferente, el odio latiente entre nosotros no estaría, tal vez sería reemplazado por pasión.
—Claro que no— la voz de Magnus llamo mi atención sacándome de aquella ensoñación. Lo agradecí. No tengo tiempo de pensar en eso cuando mi preocupación más grande es mantener mi trabajo y no revolcarme con un piloto de formula uno egocéntrico y que me cae como patada en el hígado.
—Si. Por supuesto que sí, así que arreglan esa mierda o todo mundo se termina de dar cuenta cuanto odio sentimos el uno por el otro— gruñí de mal humor levantándome de mi silla.
Mis pantalones de vestir se ajustaron a mi cadera mientras me levantaba al igual que mi top que iba debajo de la chaqueta de Wagner Racing.
Pude ver como la mirada de Asher recorría mi cuerpo en cuestión de segundos sin pudor alguno, pero solo fueron segundos. Magnus maldijo. Se levantó de la silla y salió azotando la puerta.
Muy molesto a mi parecer, no me importaba de verdad, solo esperaba que no terminara en una catástrofe total.
—No me gusta tu idea, para nada, pero no quiero quedar como imbécil rencoroso con mis fans, así que solo espero que ninguno de los dos me mate— respondió Asher mientras se levantaba de la silla. Cruce los brazos sobre mi pecho mientras yo también recorría con mis ojos su cuerpo descaradamente.
La camisa se ajustaba perfectamente a su abdomen plano y marcado.
Pensé en cómo sería pasear mis labios por ese abdomen tan plano y...
—Me miras como si quieres follarme— murmuró sin incomodidad. La sonrisa divertida y sexy en su rostro no se borró. —Tú me mirabas así hace unos segundos— respondí mientras quitaba mis brazos de mi pecho e hice un poco hacia atrás la chaqueta. Nuevamente sus ojos se deslizaron por mi cuello, hasta llegar a mis pechos. Me sentí deseada bajo su atenta mirada hambrienta.
—No llevas sostén— murmuró mientras relamía sus labios. sus pupilas se dilataron en cuestión de segundos y sus ojos se volvieron más oscuros. Mi centro palpito y quise lanzarme a él.
—No alcanzo a secarse— respondí con diversión. Quería lanzarme a él, besarlo, sentir su cabello entre mis dedos.
No, no, no. Lo odio. Si lo odio. Lo odio. No puedo sentir eso.
—¿Algún problema? —cuestione deleitándome con lo bien que se sentía tener su mirada sobre mí cuerpo. Sobre mi cuello, sobre mis labios, sobre mis pechos.
—Muchos— respondió con esa voz ronca que comenzaba a ser mi debilidad y mierda, no quiero sentirme así con él.
La puerta se abrió de golpe, acomode la chaqueta con rapidez y Asher cerró los ojos un microsegundo y se giró para irse.
Papá entro a la oficina y Asher salió luego de él. Ese momento caliente se esfumo de repente gracias a papá. Muy en el fondo lo agradecí.
—¿Se llevan bien? —cuestiono mi padre señalando al hombre que acababa de salir de mi pequeña oficina. Negué con la cabeza.
—Junta de trabajo—respondí encogiéndome de hombros—los llevare a acampar— sonreí levemente. Papá soltó una sonora carcajada que lleno el lugar.
—Dios van a terminar matándose, espero que lo sepas manejar, cielo, no quiero disturbios con la prensa—asentí y le di un saludo militar con la mano. Luego de eso charlamos sobre ambos pilotos, como Asher iba mucho mejor de lo esperado en la temporada y lo insufrible que me parecía dejando de lado que me había calentado con su mirada moja bragas.
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Todos gritaban ante lo que acababa de pasar. Asher Truswell había fallado en una clasificación. Dio una vuelta mal y choco el coche. Iba a salir en último lugar. Magnus en segundo.
Todos estaban vueltos locos y pude ver como Asher reflejaba la frustración en sus ojos, los mismos ojos oscuros que se hallaban cristalizados por las lágrimas. Bajo la visera de su casco escondiendo sus ojos.
No dije nada solo me encogí de hombros. Me repetí mi nuevo mantra.
Lo odio. Lo odio. Lo odio.
Papá estaba intentando animar a Asher quien se hallaba en el garaje. Al parecer quedar en último lugar es demasiado bajo para el americano.
Suspiro y regrese mi vista al frente. Observe como los monoplazas que entraron a los pits pasan frente a mí.
Luego de una hora después anuncia al poleman. Niki Fleming saldrá desde el primer lugar, con Magnus segundo y Charlie Cox tercero.
Mi mejor amigo saldrá desde la décima posición lo cual en palabras de él es increíble cuando tienes un coche como el suyo.
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Camine por la zona de drivers rooms en busca del de Asher. Estaba agitada por correr por casi toda la zona evitando a los paparazis que pudieran verme ir en busca de Asher.
Llegué y golpeé su puerta tres veces. Escuche un "Voy" y luego me abrió la puerta. Aun llevaba su uniforme solo que lo llevaba hasta la cintura.
Entre sin decir nada y él me miro como un bicho raro.
—Tú mamá está aquí— pause y tome una fuerte respiración mientras me miraba con las cejas fruncidas. Sí, yo también me quedé así cuando la vi con papá. —Mi padre la invitó— termine sentándome en la pequeña cama un poco más pequeña que la individual.
—Espera, ¿Qué tu papá qué? —lucía confundido, pero no espero mucho. Se giró dándome la espalda y tiro del dobladillo de la camisa de manga larga y se la saco de una.
Mire su espalda, la forma en la que la tinta oscura resaltaba en su piel claramente un tono más blanco que él de sus brazos, seguro porque no le daba el sol directamente igual que en otras partes de su cuerpo. Sus músculos se contrajeron mientras realizaba esta acción.
Continúo desvistiéndose mientras le importaba un bledo que estuviera ahí.
Termino de quitarse el uniforme quedando en bóxer. Tuve que darme un golpe mental para alejar la mirada se su perfecto trasero y esas piernas.
Se giró y frunció el ceño.
Ojos a la cara, ojos a la cara.
—Creí que te irías cuando comenzara a desvestirme— comentó tomando su ropa que estaba a un lado de mí. C1ontuve la respiración un momento mientras mi corazón tamborileaba en mi pecho y oídos.
—Quería un show privado— respondí forzándome a sonreírle con diversión. Sin embargo, mi corazón latía con demasiada fuerza, exageradamente diría yo. Si mi doctor escuchara mi corazón creería que me voy a morir de un paro cardíaco.
—Me miras con deseo y yo creí que me odiabas—comentó tranquilamente mientras se recargaba en la pequeña mesa que sostenía su casco.
A la mierda. Me permití pasar mis ojos por todo su cuerpo, sin pudor alguno. Descendí por su rostro y su cuello llegando a su pecho hasta llegar a su abdomen claramente marcado. Baje por su abdomen hasta llegar la V perfectamente marcada, donde algunas venas comenzaban a marcarse al igual que en sus brazos.
—Si sigues haciendo eso comenzare a creer que tú me deseas— habló aclarando su garganta, sin darme tiempo de ver su bóxer. Le di una sonrisa fingida.
Mierda, si lo deseaba.
—Si tú me sigues comiendo con los ojos comenzare a creer que quieres follarme— una sonrisa como la del gato de Cheshire abarco sus labios y sus pupilas se dilataron. Relamió sus labios mientras mi mirada se clavaba en ellos un poco más de tiempo necesario.
—No lo creas— pauso mientras yo me levantaba. Mi pulso estaba por los aires —Es lo que quiero hacer, sunshine, que sienta algo de odio por ti no quiere decir que no me atraigas sexualmente— mierda. Mi centro palito deseando atención.
Dios. Mi corazón iba a salirse de mi pecho. no podía controlarlo, menos cuando anda diciendo cosas como esas estando en ropa interior. Intente controlarme con todas mis fuerzas.
Si no tengo autocontrol mi calentura iba a escalar otra faceta más que solo tener encuentros como estos.
Puedo con esto, puedo con esto.
Mordí mi mejilla por dentro.
—Tal vez no te quedes con las ganas—respondí mientras me acercaba a él. Descanse la palma de mi mano en su pecho. Pasando mi dedo lentamente por su piel. Alce un poco la mirada para encontrarme con sus ojos.
—Tal vez— tomo mi muñeca y me pego a su cuerpo con brusquedad. Un jadeo salió de mis labios inevitablemente al encontrarme con su torso. Ambas manos quedaron pegadas a él. Mi corazón no paraba de martillear y la humedad entre mis piernas comenzaba a ser mayor.
Es solo un hombre. Me dije a mi misma, pero solo dios sabe que no solo es un hombre. Puede que este hombre hijo de lucifer sea mi perdición.
Su aliento choco con mi rostro cuando se acercó un poco a mi rostro. Su aliento mentolado acaricio él mío y una de sus manos me apretaron la cintura.
Mierda si seguía así esto dejaría de ser un juego y las ganas de montarlo comenzaban a ser muy viables. Maldita sea demasiado viables.
Sus labios rozaron los míos y tuve que ponerme de puntillas para alcanzar y poder besarlo, no obstante, Asher se alejó con una sonrisa llena de diversión. Me tomo del rostro con una de sus manos. Lentamente paso su pulgar por mis labios, con sumo cuidado, mi respiración se atascó en el fondo de mi garganta.
Lo que paso luego no lo espere mucho menos viniendo de él.
Deposito un suave beso sobre mis labios. Apenas hubo contacto. Fue tan efímero que apenas lo sentí, pero lo sentí lo suficiente como para que todo dentro de mí se removiera y explotara en mil sensaciones.
Me sentí vulnerable. Y quise darle un golpe en esa perfecta mandíbula por hacer sentir así.
—Te odio— murmuré entre dientes. Me dio una sonrisa lobuna antes de responder. Tan cerca de mis labios que ansíe el contacto nuevamente.
—Yo también te odio, sunshine— me aleje de él poniendo espacio entre ambos. Salí de su driver room soltando un portazo. Me apresure a alejarme de ahí.
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Asher
Estuvo mal. Muy mal. Pero mierda me gusto.
Termine de vestirme, me apresure a alejar todo eso de mí mente y ponerlo en el fondo de mí mente.
Me apresure a ir a buscar a mi madre.
No entendía que hacía aquí. No me disgustaba claro, pero no suele venir cada fin de semana. Además, ¿Por qué la invito Albert?
Terminé de tomar mis cosas y salí. Fui directo a los garajes.
Busque a mi madre y les pregunte a los mecánicos y ninguno me dio algo bueno, así que opté por llamarla.
—Pero mujer ¿Dónde estás? llevó dos horas buscándote—dije caminando por la calle de pits.
—Ashie, siento no haberte avisado, el viaje ha sido de último momento, pero no te preocupes, Albert me ha invitado a comer a un lugar muy hermoso, te llamo más tarde. Besos. —me colgó sin tiempo de decir nada.
Me quedé en silencio, despegué la mirada del teléfono y lo miré unos momentos. ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué mi madre vino porque la invito Albert?
Mierda. No quería pensar en lo que sea que pudiera pasar ahí. Ella es una mujer adulta y sabe cuidarse muy bien sola, además esta soltera. Así que no le di vueltas.
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Segundo lugar y aun a la cabeza del campeonato de pilotos.
Sonreí mientras alzaba el trofeo. Los flashes centellaban en nuestra dirección. Cuando termino todo este show fui a dar las entrevistas.
Para WR fue casi perfecto que sus dos pilotos quedaran en el podio. Segundo y tercer lugar. Pero fue casi perfecto, porque la perfección sería que fuéramos uno y dos. Pero aun liderando el campeonato de pilotos y constructores así que estábamos algo bien.
Milagrosa y sorpresivamente Magnus me felicito por esa remontada. Cosa increíble ya que siempre estamos peleando, así que una parte de mí opta por la idea de que lo hace porque tendremos que acampar.
—Gracias—murmuré mientras le daba una sonrisa con los labios apretados.
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Chloe
No sé si era el escaso alcohol en mi sistema o si realmente Asher y Magnus estaban disfrutando pasar tiempo juntos.
Nunca había visto a mi hermano con esa sonrisa divertida y creo que es gracias al alcohol. Igual Asher decía no sé qué cosas y le respondía esas sonrisas divertidas.
Si, seguro que es el alcohol ya que en sus malditas vidas iban a congeniar.
—No lo puedo creer— murmuré mientras le daba un trago a mi copa. Esperaba que tuvieran esa buena relación cuando acampáramos.
—No lo puedo creer— murmuro al unísono Ali mirando hacia donde yo miraba.
Si. Seguro que nosotros no somos los únicos sorprendidos. Seguro toda la parrilla está sorprendida de ver a ese par juntos.
—Y me beso, fue corto, pero dios— termine de contarle todo con lujos de detalles a Ali quien me miraba con picardía.
—Está loco por ti, Ce— sonreí levemente. Luego negué con la cabeza y borré esa sonrisa.
—No, solo quiere follar— murmuré —y yo también, pero no puedo con él. Solo dios sabe cuánto me esfuerzo para no cagarla, sabes que mi trabajo depende de eso— susurré frustrada, aunque la música no me dejaba susurrar, pero en el volumen en el que hablaba para que no me escuchara eso es un susurró.
—Si quieres dártelo hazlo— pauso y miro su bebida—solo dejen claro cada aspecto, son adultos y saben manejar una relación de follamigos— negué con la cabeza.
No, no quiero involucrarme con Asher. Bueno si, pero no quiero que esto termine mal, perdamos nuestros trabajos y quedemos como estúpidos.
Mire a Ali fijamente. Recuerdo que al principio tuve un enamoramiento que termino rápidamente, tal vez luego después de una semana.
Y nos hicimos buenos amigos. Lo juro, aunque todos piensen que somos follamigos.
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Toqué la puerta de la habitación de Asher, luego corrí a la de Magnus e hizo lo mismo. Nuestras habitaciones estaban juntas. Primero la de Asher, luego la mía y por último la de Magnus.
Minutos después ambos salieron con cara de pocos amigos con una maleta arrastrando. Los mire como si estuvieran estúpidos. Parecía que iban a viajar en avión y no en un todoterreno por el bosque.
—Ambos muñequitos pueden ir a traer ropa decente para ir a acampar y una maleta más pequeña, no vamos a quedarnos en un hotel cinco estrellas, vamos a un bosque plagado de mosquitos y naturaleza— regañe mientras tomaba mi mochila en mi hombro. Ajuste la gorra de WR.
Ambos bufaron y regresaron a sus respectivas habitaciones. Cuando salieron nuevamente los fulmine con la mirada.
—Una maldita hora tarde. Lo odio— gruñí mientras comenzaba a emprender camino hacía el elevador.
Estando en el elevador no pude evitar mirar el trasero de Asher. Lo bien que se le ajustaban los pans y esa sudadera. Llevaba su gorra habitual de WR y los lentes oscuros.
El primero en subir al todoterreno fue Asher. En el asiento del copiloto. Magnus rechisto al verlo ahí. pero Asher señalo el asiento trasero, mientras el mismo se acomodaba en el asiento para dormir.
Subí al siento del piloto. Acomodé el asiento y lo encendí un rato después cuando terminé de acomodar la cámara que iba a grabarnos mientras íbamos.
Comencé a manejar.
—Despiértense—gruñí y le di un golpe a Asher y otro a Magnus. Ambos bufaron. —estoy grabando —murmuré—vamos a hacer un juego en lo que llegamos—
Ambos se acomodaron mientras yo me adentraba en el bosque austriaco. Todo iba en la camioneta listo para acampar.
—Magnus saca el jugo de la hielera, hay tres vasos de tequila— mi hermano me obedeció. Mientras Asher miraba con atención.
—Vamos a jugar yo nunca nunca— dije mientras Asher y Magnus servían el jugo en los vasos de shot.
—Bien ya saben de qué trata este juego, así que yo empiezo— sonreí y miré a los dos hombres que iban conmigo, claramente hastiados.
—Yo nunca nunca me he besado con alguien den trabajo— sorpresivamente los tres tomamos el shot de zumo de naranja que había en nuestros shots. Me sorprendió que mi hermano se haya liado con alguien del trabajo.
—Yo nunca nunca he sido egocéntrico— dijo Magnus mientras servía más jugo. Reí al ver que los tres bebíamos.
—Yo nunca nunca he besado a algún piloto de la parrilla—mis mejillas se enrojecieron.
Pero sorpresivamente Asher bebió de su vaso tequilero tomándome por sorpresa. Ante eso me vi obligada a darle un trago.
—¿Qué carajos? —interrogó Magnus un poco sorprendido. Asher y yo reímos.
—Por dios, Asher Truswell ¿A qué piloto has besado? —interrogué mirando al frente, pero con diversión.
—¿Lo vas a editar? Porque esto no es parte del video— asentí varias veces la curiosidad iba a causar que editara esa parte del video y no importa.
Yo quiero ser chismosa en este momento. Yo elijo el chisme en este momento.
—Por supuesto, suéltalo que me tienes intrigada— incluso Magnus estaba intrigado. Asher río.
—El primero fue Lionel, en una borrachera, el segundo fue Niki en otra borrachera, solo retos, pero fueron besos—
Oh. Por. Dios.
Casi voltee a ver a Asher de no ser por el bache.
Nunca espere eso de Asher. Nunca.
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Asher y Magnus comenzaron a armar las casas de campaña con muchas palabras en mi contra, sin embargo, no importaba, yo estaba grabando mientras juntaba un poco de leña para hacer una fogata más tarde.
—Dios santo maldigo el momento en el que se te ocurrió venir a acampar— gruño Asher detrás de mí causando que me sobresaltara.
—Mierda, me asustaste—murmuré mientras sostenía todo lo que llevaba. —Solo es un día, tranquilo—
—Un oso puede matarnos, podemos quemarnos vivos con tu fogata, los mosquitos nos van a devorar y puede haber algún asesino serial suelto que puede matarnos en cualquier momento— dijo dramáticamente. Causando que rodara los ojos.
En fin, hombres y sus dramatismos.
—Que dramático— pause—No te preocupes Rayo McQueen, yo te cuido— le di una sonrisa y el negó con la cabeza con diversión mientras me quitaba algunos trozos de leña de los brazos. Lo agradecí.
≫≫≫≫≫≫ ✧ ≫≫≫≫≫≫
Gran parte de la tarde la pasamos peleando porque ellos no querían estar aquí, otra parte comiendo y asando malvaviscos en la fogata que yo hice por las nenitas que vienen conmigo no saben cómo hacer fuego.
Solté un suspiro cuando escuché que la casa de campaña de Asher se abrió.
—Te dije que no solo yo lo escuche— gruño Magnus mientras abría la casa de campaña.
—Asher— gruño Magnus hacía Asher que andaba fuera de su casa de campaña.
—Tengo sed— murmuró Asher más adormilado que nosotros.
—Hay algo afuera— vi como Asher se movió y se acercó.
—Ya vámonos joder, esto me tiene con los pelos de punta—gruño Asher cerca. Ellos tenían la razón, pero yo no se las iba a dar.
Negué con la cabeza en silencio.
—Faltan unas horas para amanecer. Cállense y duérmanse joder— gruñí cerrando la casa.
≫≫≫≫≫≫ ✧ ≫≫≫≫≫≫
Por la mañana no encontrábamos a Asher.
—Mierda— murmuro Magnus. Mientras lo buscábamos.
Mierda. Mierda. Mierda. Dios ¿Y si se lo comió un oso? ¿Y si un asesino serial lo mato?
—¡Asher! —grite mientras caminábamos —hay que subir las cosas, capaz y anda explorando por ahí y ya regresa— dije mientras comenzaba a recoger, aunque en realidad una parte de mí temía que Asher no regresara. Dios debimos de irnos anoche como ellos querían. Fue mala idea venir.
Me di varios golpes mentales.
Abrí la puerta del copiloto y pegué un chillido al ver al piloto dormido con los audífonos puestos en el asiento.
—¡Ya lo encontré! —le grité a Magnus. El dejo las cosas en la cajuela y se acercó.
Ambos miramos a Asher durmiendo. La paz que transmitía y lo cómodo que parecía. Magnus soltó una risa y se fue para seguir trayendo las cosas. Yo saque mi teléfono y le tome una fotografía con la cual seguramente luego lo chantajearía para mi beneficio.
Terminé de hacer la foto y me acerqué para despertarlo.
—Asher— toque su brazo, pero no se movió. —Asher— lo llame nuevamente removiéndolo más fuerte. Escuche como bufo y murmuró algo que no comprendí debido a su estado, —Asher— lo golpee con fuerza. Este pegó un brinco.
Se giró y me miró un poco desorientado.
—Joder cuanto te odio— me fulmino con la mirada y volvió a acomodarse para dormir. Ahí me di cuenta que era caso perdido.
Magnus y yo nos apresuramos porque en unas horas saldría el vuelo y cuando estuviera en tierra londinense iba a ponerme a trabajar hasta que mis ojos me gritaran que ya durmiera.
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Muchas horas después ya estaba en mi apartamento. Me había puesto una sudadera y unos jeans cómodos para poder trabajar y sentirme lo suficientemente bien como para no querer dormirme.
Antes de ponerme a trabajar puse mi ropa en la lavadora e hice un poco de limpieza. Si bien mi sueldo me alcanzaba para pagar a alguien que lo hiciera, sin embargo, el hecho de dejar que un desconocido entre a mi departamento no me gusta mucho, además lo que ahorro limpiando yo misma lo puedo guardar para comprarme cosas necesarias.
A eso de las once comencé a editar todas las partes del video, de una por una claro, revisando cada mínimo detalle en los puntos de luz o manchas.
A las doce apenas llevaba una tercera parte editada. Si había grabado muchas horas y debo de ver que partes pondré en un video de media hora.
A las tres de la tarde Ali vino a traerme comida y hacerme un poco de compañía. Una hora después se fue porque tenía que ir a la sede de su escudería.
A las seis de la tarde me faltaba poco para terminar. Solo tenía que unir los clips, darle un último visto y lo enviaría para que lo subieran a la cuenta de YouTube de la empresa.
A las ocho de la noche lo envíe. Todos lo aprobaron.
A las nueve de la noche mi teléfono sonó en un mensaje de Instagram.
@Trus_ashwell te envió un mensaje.
¿Si te invitara a cenar irías conmigo?
No es una invitación. Aun.
Fruncí el ceño a leer esos mensajes. Entrecerré los ojos. Me precipite a escribir como una desesperada.
Sí, claro, cuando me regales un bolso mediano Lady Dior en negro o rosa hablamos.
Le envié junto con un emoji de caras riéndose, claramente fue una broma. Media hora después Asher no respondió y supuse que lo asusté con mi broma. Lo cual me desanimo, pero nuevamente me dije que no me importa. Solo se trata de Asher Truswell. Un idiota.
Y él hombre al que debo odiar.
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