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Shanghái, china.

Chloe

Aspire con fuerza y una sonrisa cubrió mi rostro.

Magnus bajo de la camioneta a mi lado. Las calles son demasiado transitadas. Alain, Magnus y yo emprendimos camino por las calles con google maps como guía, sin conocer el idioma y sin rumbo fijo en un país desconocido.

Shanghái es una ciudad gigantesca, por lo que he leído es la capital económica de la hermosa china. Aun me sorprende la gran sobrepoblación de la ciudad, nunca he estado entre tantas personas como ahora mismo.

Estuvimos caminando durante horas hasta que llegamos a un restaurante, ya que nuestro estomago ya exigía comida. Habíamos grabado algunos clips para nuestras redes sociales al igual que la gran cantidad de fotos que nos tomamos.

—Seguro te subes al podio—lo animo Alain mientras la comida llegaba. Yo sonreí levemente.

—Por supuesto, no dejes que un idiota estadounidense te haga sentir menos— exprese mientras con movimiento con de manos. Magnus soltó una leve risa seca.

Había estado esforzándose mucho estos días para lograr hacer mejores tiempos que Asher o por lo menos para llegar a alcanzarlos, pero aún no lo lograba y cada que Asher pasaba tiempo en el simulador parecía que sus tiempos mejoraban.

Eso me molestaba ya que no me gustaba ver a Magnus así de frustrado, no está acostumbrado a ser el segundo piloto, mucho menos a que su compañero de equipo se lleve las victorias. Siempre es el primero.

—Sí, le patearas el culo, tranquilo— a pesar de haber dormido pocas horas Alain parece tener un excelente humor hoy, ya que mi amigo no es conocido por ser un bollo de azúcar cuando no duerme bien.

Sé que el mayor temor de Mag es volverse el segundo piloto, más cuando se ha esforzado por ser el primer piloto en lo que va de toda su carrera. No la ha tenido fácil como todos creen, papá le dio el asiento e WR después de que se dio cuenta que había mejorado demasiado, esto después de estar en varias escuderías que dejan mucho que desear.

Así que en realidad Magnus no es inmune como muchos creen, también debe de luchar por su lugar en WR. Aunque un mal piloto no se hace de la noche a la mañana y Mag podrá ser muchas cosas, pero no un mal piloto.

Después de un buen plato de Shaomai y otras largas horas de exploración en Shanghái decidimos regresar a nuestro hotel.

Mis pies estaban destruidos por tanto caminar. Alain no paraba de quejarse y vociferar estupideces en español que estoy segura que no eran nada decentes, ahora si estaba de mal humor.

Mientras Ali y yo caminábamos por el pasillo para nuestras habitaciones nos encontramos con Asher y Susan afuera de una de las habitaciones.

Hice una mueca de disgusto sin ser vista. Asher se la pasó ignorándome desde el GP de Bahréin. Tampoco es que quiero estar cerca de él, solo es trabajo, aun así, me ignoraba incluso cuando le decía sobre los videos y estrategias para Marketing.

No importa, aunque no me gusta la forma en la que me ignora, me recuerda a la forma en la que mi madre nos ignoraba a Magnus y a mí cuando éramos pequeños y carajo cuanto odio sentirlo nuevamente y es más molesto porque es alguien del sexo opuesto.

Nunca ningún chico me ha ignorado, nadie ignora a Chloe Wagner, al contrario, yo los ignoro y necesitaba demostrárselo.

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Conforme pasa el fin de semana hay riesgo inminente en la pista, algo muy raro para un circuito como este. Demasiadas banderas rojas, demasiados DNF y demasiados pilotos contra el muro. No obstante, eso es formula uno, ver como pilotos arriesgan su vida cada que se suben a un monoplaza. Aunque en estos tiempos los riesgos son menos debidos a las muy estrictas medidas de seguridad las cuales ayudan demasiado.

Desde que decidieron poner el halo en los monoplazas los pilotos van más seguros. Sin embargo, nunca es suficiente.

Puedo ver por la pantalla del living el momento exacto en el que un auto de formula dos se impacta con una fuerza increíblemente mortífera contra el muro de la salida de la curva número tres. Inmediatamente llevó mi mano a mi boca al ver como los trozos de fibra de carbono vuelan en el aire junto con uno de los neumáticos.

El golpe fue increíblemente fuerte, todos los que estamos viendo la transmisión en el living nos quedamos en silencio al igual que el comentarista, aun así, la carrera sigue.

—Ese es el auto de Marko Smith, esperemos que este todo bien, por ahora una bandera roja ha detenido la carrera, ya va para allá el equipo médico— oh por dios.

Oh por dios.

Oh por dios.

Era noqueante ver esto en televisión, no imagino a todos lo que lo vieron en primera fila y espero que el piloto este bien, pero nada pinta bien.

Veo como alguien que conozco pasa por delante de mí chocando accidentalmente su hombro con el mío y antes de que pueda salir de ahí solo lo sigo.

—¿Has visto lo que acaba de pasar? —le cuestione mientras caminaba a grandes zancadas hacía el circuito. Espera unos minutos al escucharme, gira un poco la cabeza y me mira. Forma una línea recta con sus labios.

—Por supuesto— murmuró mientras seguía caminando hacia allá. Pude ver como más pilotos se dirigían al circuito.

Nunca terminaría de comprender porque amaban este riesgo, no los culpaba, en algún punto fue mi sueño estar dentro de uno de esos monoplazas, pero luego se desvaneció y ahora me considero aficionada, aun así, el peligro es más real que nunca.

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Unas horas después reportaron muerto al piloto de formula dos. Eso no hizo que la carrera se suspendiera, a los más influyentes solo les importaba que el gran circo diera un show inolvidable y generara el dinero suficiente como para mantener sus lujosos gustos.

El aire en el Paddock y en los garajes era tan tenso que podías cortarlo con un cuchillo sin filo.

Podía ver un poco de nervios en los ojos de papá, lo conozco bastante bien para saberlo.

—Todo estará bien, Mag es súper consiente, lo sabes y además es el mejor— aunque más bien eso lo dije más para calmarme a mí misma. Aunque no conocía a fondo a todos los pilotos de la parrilla esperaba que todos cruzaran la línea de meta en una sola pieza.

Hoy cambie mi lugar habitual y me senté a un lado de mi padre, me coloque los auriculares y tome su mano para brindarle un poco de seguridad. Este fin de semana Asher va en quinto lugar, el mejor tiempo en toda la clasificación se lo ha llevado Mag.

Primero la vuelta de formación. Unos pocos minutos después las luces rojas se encendieron y en menos de un segundo se apagaron y el rugido de los motores me erizo la piel.

La largada de Magnus fue casi perfecta, no perdió posición, así que eso era demasiado bueno.

Detrás de Emett Cardín quien va en cuarto lugar comenzó a formarse el tan normal y constante tráfico, el cual le impedía a Asher adelantarlo por ahora, ya que sus movimientos de bloqueo son suficientes para Asher y seguro porque no quiere malgastar sus neumáticos.

Cada vuelta cada curva dejaba a la mayoría en silencio y con la piel erizada. Este tipo de momentos son en los que te cuestionas si en realidad vale la pena arriesgarse de esa manera, pero los pilotos de formula uno no tienen miedo, creo que nacieron sin el puto miedo en las venas.

Por algo dicen que los pilotos de formula uno son de otro mundo. Muchos idiotas creen que no es un deporte, pero aguantan más de 6g cada segundo, ejercitan su cuerpo de forma ruda y estricta, pueden llegar a perder cuatro kilos en cada carrera.

Y aun así hay cada ignorante que dice y piensa que no es un deporte.

Esa fue la hora más larga de mí vida y cuando por fin vi a Asher pasar la línea de meta seguido por mi hermano y toda la parrilla completa me sentí aliviada de no haber visto alguna otra perdida el día de hoy.

El podio de hoy no fue como normalmente es. Los pilotos se limitaron a decir unas cuantas palabras. Luego subieron a ese podio con una sonrisa tranquila, pero no feliz. El aire sigue tenso.

Ni siquiera celebraron con el champagne. Solo entregaron los trofeos y los pilotos se reunieron con el resto de la parrilla, pude ver a pilotos de formula dos con ellos incluso a algunos pilotos de la formula tres.

Todos formaron un circulo alrededor del casco de Marko. Hubo un momento de silencio. Todos se quedaron callados, incluidos los fanáticos, aunque hay algunos sollozos entre los fanáticos. Tal vez no lo conocí, sin embargo, creo que ver el accidente y ahora el formar parte de este mundo me ha hecho simpatizar.

Era un momento para honrar al joven piloto.

Mi padre deslizo la palma de su mano por mi espalda de arriba hacia abajo.

—Ellos escogen esta vida, Chloe, ellos escogen el riesgo— comentó en voz baja, apenas audible para nosotros.

Pasaron algunos minutos más, puedo decir que casi media hora. Luego de eso las entrevistas post carrera regresaron. Entrevistaron a todos los pilotos, cada uno de ellos, aunque todos parecían algo decaídos por el accidente de hoy.

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Más tarde cuando el atardecer estaba en un punto exacto muy hermoso todos los pilotos se reunieron en la terraza del hotel.

También invitaron a los pilotos de formula dos y tres. Todo en honor de Marko. Las tenues luces que adornaban la terraza. Más de treinta pilotos charlaban entre sí como si se conocieran de toda la vida,

Yo decidí ir con Alain a Magnus no lo vi durante toda la tarde. Pude ver a algunas de las wag's con sus novios, la mayoría de los pilotos iban acompañados por sus novias, la otra parte o mantenía su relación en secreto o eran solteros codiciados.

¿Por qué quien no querría estar con un piloto de formula uno?

Yo no, pero las demás sí.

No había música, todo estaba relajado y tranquilo.

En estos momentos todos son amigos unidos por una misma causa, no había competencia por el campeonato ni por los puntos o disputas pasadas, simplemente estaban conviviendo tranquilamente.

Alain se acercó a mí con un vaso de plástico color rojo y me lo tendía.

—Es agua mineral, no te preocupes— dijo tranquilo, su acento raspando su garganta.

Asentí y tomé el vaso. Ambos nos sentamos unos sillones.

Mire a todos lados buscando rostros conocidos y claro que los había, conozco a la mayoría de pilotos de formula uno y gran parte de la parrilla de formula dos, aunque de la formula tres no conozco a nadie.

Entre ellos logre ver a Asher junto a Niki. Charlaban amenamente, vi como sostenían sus vasos. Aquí Asher lucía tan tranquilo dentro de lo que pasaba. Pude ver como alzó su mano para llevar su vaso a sus labios, las venas en sus brazos apenas se marcaban ya que no estaba ejerciendo fuerza alguna, sin embargo, no dejaba de ser atractivo.

Solté un suspiro y alejé la mirada, molesta conmigo misma.

—Me está evitando, nadie me evita ni me ignora. Lo sabes— le conté a Ali mientras descansaba mi cuerpo contra el respaldo del sofá. Su atención se dirigió a mí.

Una mirada llena de diversión es lo que obtuve de su parte. Una leve risa se escapó de sus labios y negué con la cabeza.

—Lo sé, pero le estas dando demasiada importancia y si no quieres terminar en su cama es mejor que dejes de entrometerte, te conozco, Chloe— rodé los ojos con hastió, aunque sé que él tiene un poco de razón.

No quiero involucrarme con él, pero me molesta que sea el único que no está detrás de mí.

Me gusta ser llamativa, llamar la atención de los hombres, tener noches de sexo y luego no verlos más. Cuando suelo ir a algún bar muchos hombres se acercan, intentan llegar a mí y decido si charlo o no con él, no obstante, Asher parece ser inmune a mis encantos y es jodidamente exasperante.

Pero era mejor así. Yo no quiero nada con él, solo me gusta la atención y además mi trabajo se vería afectado si un escándalo de ambos surge.

—Por cierto, escuche en el Paddock el chisme sobre que él piloto estrella se está acostando con su agente de relaciones públicas, poco profesional, eh— Ali golpeo mi hombro con el suyo con diversión. Yo emití un resoplido cansado.

Si, ya había escuchado ese rumor y espero que sea un rumor, ya que en realidad si es muy poco profesional de parte de ambos.

Me encogí de hombros.

—Solo espero que ese chisme no llegué a papá, sino se quedará sin coequipero para Mag—

En el pasado ha habido este tipo de incidentes por así llamarlo, yo los llamo falta de profesionalidad, sin embargo, han sabido llevarlo bien, algunas relaciones han terminado bien y otras mal.

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Dos días después

Hawái

Luego del desastre del fin de semana el descanso llegó. Tenemos una semana libre, incluyéndome, luego de un arduo trabajo de marketing iba a pasar estos días en la hermosa y soleada playa hawaiana.

No desaproveché la oportunidad de acostarme en una silla playera a la luz del sol cuando mi hermano me dijo que vendría a la playa. Largas semanas de trabajo y estrés constante ameritaba esto.

Me coloque el bloqueador para luego calarme las gafas de sol. El sol calentaba mi piel mientras veía algunas publicaciones de tabloides en internet.

—¿Estas saliendo con alguien hermanito? —interrogué mientras sonreía con diversión. Su mirada recayó en mis ojos, frunció el ceño. —Leo y cito "La noche del domingo se ha visto al campeón del mundo, Magnus Wagner con una joven mujer asiática acompañándolo, aun no se sabe quién es la misteriosa mujer, pero el amor corre el en Paddock" — le di un sorbo a mi margarita hawaiana.

Los chismes del Paddock siempre corren, sin embargo, ese día no vi a Magnus, así que si me pone en duda y que mejor que preguntárselo a él mismo.

Mire a mi hermano esperando su respuesta de su parte. Sus mejillas se enrojecieron un poco para luego evitar mi mirada.

¡Es cierto!

Solté un chillido emocionada, me levante de mi silla y tire de ella acerándola a mi hermano y tener una charla más privada con él.

—¡Oh por dios! Cuéntame todo, por favor— pedí mientras dejaba mi teléfono de lado.

Magnus soltó un largo suspiro y giro un poco su cabeza para mirarme.

—Se llama Hwan, la conocí hace unos meses y bueno, no es nada serio, solo somos amigos— le restó importancia encogiéndose de hombros. Puse los ojos en blanco. Lo conozco y sé que le cuesta un poco hablar sobre sus relaciones y respeto eso, solo necesitaba eso para investigarla.

No hablamos nuevamente del tema. Charlamos sobre las carreras y sobre la frustración que siente al ver que su compañero lo está superando.

—Está a seis puntos de mí, Chloe, siento que me respira en la nuca— murmuró Mag bajando la mirada. Esto comenzaba a afectarle y no debía de prestarle tanta importancia sino bajaría su rendimiento. Tomé su mano entre la mía, le di un fuerte apretón.

—¿Recuerdas que eres campeón del mundo? Por algo ganaste el campeonato Mag, no puedes dejar que tu coequipero te dé contra el suelo emocionalmente— el me miró con una leve sonrisa en sus labios.

—Ay a veces eres tan linda que tanta azúcar me hace vomitar— solté una sonora carcajada al escucharlo. No solíamos ser cariñosos entre nosotros, pero nos amamos y apoyamos que es lo importante.

Mi teléfono sonó un rato después. Una notificación de Instagram.

El aire se fue de mis pulmones al darme cuenta de lo que se trataba.

@Trus_ashwell comenzó a seguirte.

Mierda. Mis dedos curiosos no pudieron resistirse y termine viendo su perfil. Tenía menos de cien fotos. Algunas eran fotografías ya antiguas. Unas en algunos GP's pasados, otras con algunos amigos. Y luego había una que seguro había conmovido a muchos.

También era una foto antigua. Un muy joven Asher Truswell abrazando a una mujer mayor que él. Deduje que era del final de temporada de su primer campeonato por la fecha de publicación y por la copa que sostenía.

Vi la etiqueta de la foto y fui al perfil de la mujer.

@Lana_truswell

Era su madre. A diferencia de él, ella tiene su perfil privado, así que no pude ver las fotografías que tiene, sin embargo, pensé si seguirla o no.

Opte a que no. Era demasiado acosador de mi parte. Regrese al perfil de Asher.

Vi las fotografías de los últimos GP's.

Fotografías en el Paddock y hubo una que llamo más mi atención. Es la fotografía más reciente. Fue en el Paddock, el jueves para ser exactos.

Llevaba puesta una sudadera blanca que contrastaba con su piel levemente bronceada junto con unos pantalones negros. Su cabello iba despeinado e iba distraído sonriéndole a algunos fans. Yo no lo vi ese día.

Mierda. Este hombre es demasiado candente.

Mordí mi labio inferior y solté un suspiro. Cerré Instagram.

Asher Truswell es más apuesto de lo que me gusta admitir.

Tome mi teléfono e inmediatamente le mande un mensaje a Ali.

SOS. Él piloto estrella me ha comenzado a seguir en Instagram. Y en fotografías luce más caliente de lo que me gustaría admitir.

Decidí no tomar el teléfono el resto del día.

Me concentré en mí, fui a un spa, me hice la manicura y luego regresé a ver películas en la televisión de mi suite.

Magnus no estaba en el hotel, había salido, así que me encontraba sola viendo Cars.

Irónicamente mi mente viajo a Asher Truswell, ya que sabía que sus fans lo llamaban Rayo McQueen, no sé si es por su número o rapidez y valor. Tal vez si en algún momento logre llevarme bien con él se lo pregunte.

Y quise golpearlo en ese momento porque ni siquiera podía disfrutar tranquilamente de la película que me acompaño en la infancia.

Pause la película y tome mi teléfono.

Le quite el case color rosa pastel que guardaba una fotografía polaroid.

Mire la antigua foto.

Es lo más cercano a una foto familiar que tengo.

Magnus y yo éramos unos niños, seguro que tendríamos ocho y diez años. Era nuestra primera vez en los Karts. Recuerdo que le gane a Magnus y desde ahí me comenzó a gustar los monoplazas y todo lo relacionado.

Papá abrazaba a aquella mujer rubia por la cintura mientras besaba su mejilla, ella solo sonreía falsamente mientras nosotros estábamos montados en los karts.

A veces la odiaba por heredarme sus genes. Rubia, ojos azules y grandes con piel de porcelana. Mientras que Mag compartía más rasgos con papá.

Solté un suspiro. Guarde la fotografía antes de comenzar a llorar por una estupidez y le quite la pausa a la película.

Aunque fue difícil prestarle atención otra vez.

Mi mente seguía recordándome al día que fue tomada esa foto y el dolor que se acumulaba en mi pecho resultaba molesto.

No me gusta que ella ocupe mi mente, aunque a veces por la noche me veo pensando que ha sido de ella. ¿Tiene otra familia? ¿Tengo más hermanos aparte de Magnus? ¿Nos extraña?

Pero sé que no tendré una respuesta, así que solo las lanzó al fondo de mi mente.

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Las Vegas.

Asher.

La música electrónica sobrepasaba los límites normales. El olor de sudor, alcohol y feromonas inundaba el ambiente y las luces neón creaban un ambiente digno de un lugar como este.

TAO era un lugar demasiado exclusivo, así que en cierta parte Niki y yo nos encontrábamos tranquilos por el hecho de que haya algún paparazzi cerca en estos momentos.

— Pensé que traerías a tu novia— fruncí el ceño mientras le terminaba de dar un trago a mí Gin tonic blue.

—¿Novia? —interrogué mientras lo miraba con diversión.

Disfruto este ambiente, tenía tiempo sin salir a algún lugar como este. La última vez que lo había hecho fue la noche antes de mi accidente, en un bar de Mónaco, donde me emborrache, aposte, perdí y tuve que ingerir cierto coctel de sustancias de las cuales la mayoría no sé qué eran.

Pésima idea.

—La agente de relaciones públicas, medio twitter lo sabe— solté un suspiro y dejé caer la cabeza sobre el respaldo del sofá.

Si eso. Había sido una mala idea sin duda alguna. No respete la profesionalidad de ninguno y me sentía como un niño pequeño.

—Ahg, terminaré eso cuando regresé a Londres— le comenté tranquilo. —Por ahora espero que nadie de la prensa se entere que estamos disfrutando el descanso en las vegas— el me mostro una sonrisa ladina.

Cuando lo conocí hubo una gran conexión, nos llevamos bien desde el instante uno y fue increíble poder llevarme bien con mi compañero de equipo.

—Sí, seguro, más porque vinimos a la ciudad más discreta de todo Estados unidos, nadie va a saber que estuvimos aquí— el rastro de sarcasmo y su rostro me hicieron soltar una carcajada que él siguió. Tiene razón.

Seguimos algunas horas más ahí, no bebí tanto como espere, también tengo un límite y desde el accidente de Mónaco el nivel de alcohol que ingiero ha disminuido.

Mientras caminábamos al hotel de regreso Niki habló. El aire fresco golpeaba nuestros rostros.

—Conocí a alguien— susurró. Aunque su voz tenía un tono más relajado de lo normal, lo cual que me confirmo que se le han pasado las copas. Espere a que prosiguiera. —Me está volviendo loco. ¿Lo peor? Solo asistirá a la carrera de Mónaco y será reemplazada— fruncí el ceño.

Nunca me metí en la vida de Niki, siempre esperé a que él me contara si estaba bien o mal.

—¿Reemplazada? —cuestione mientras llevaba mis manos a mis bolsillos.

—Es periodista de deportes.

Intenté recordar a las periodistas de deportes que hay en el Paddock, pero son demasiadas, así que no tengo ni idea de quién puede ser esa mujer. Igual no importa.

—¿Y estas enamorado? —fruncí el ceño nuevamente. El me miró horrorizado y desee tomarle una fotografía de lo gracioso que se ve.

—¡Claro que no! —chilló y las personas que caminan a nuestro lado giraron la cabeza para vernos.

—Baja la voz idiota— le murmuré.

—Solo fue algo casual, no sabía que era periodista y creí que iba a armar un escándalo y luego nada la veo cada fin de semana, cada jueves está en las ruedas de prensa y luce tan bien, si no fuera tan estúpido— murmuró más para él que para mí. Me limite a escuchar y palmear su hombro a modo de apoyo.

No sé si aluciné, pero vi como Niki se relajó un poco al soltar todo eso, tal vez eso era lo que necesitaba.

—Todo pasa por algo, Nik— murmuré mientras seguíamos caminando.

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Pasamos cinco días en las vegas, disfrutando de ese hotel y todo lo que la ciudad tenía para ofrecer. Antes del fin de semana ya íbamos de regreso a Londres.

Para ser sincero este ha sido uno de los viajes que más disfrute, a pesar que no pasamos desapercibidos gracias a nuestra poca discreción. Cuando estoy con Niki siempre es divertido.

Compre algunas cosas para Rocket, ya que aún el asunto de su pasaporte y todas esas mierdas no estaba listo y mamá lo cuida mientras todo se arreglaba. Esperaba poder llevar conmigo para el gran premio de Mónaco. En cierta parte poco que ha pasado con Rocket ya me había encariñado, no sé si por mi soledad o solo el hecho de que es tierno.

Tengo que admitir que había extrañado las salidas nocturnas a bares o solo pasar tiempo en la piscina y pedir tragos al hotel. Recorrer las calles y que algunas personas me pidieran autógrafos. Aunque eso ultimo no tanto, también me gusta mi privacidad y siendo alguien tan famoso como yo a veces es un arma de doble filo.

Se sintió tan normal que pude haber creído que nunca salí de a formula uno el año pasado.

Sin embargo, nuestra poca discreción hizo que los tabloides se enteraran de nuestra estadía ahí y al día siguiente ya había todo un artículo en la página de chismes.

Incluso hubo gente que creyó y especulo en twitter que Susan y yo habíamos pasado pascua juntos y esa fue la última señal que necesite para afirmar que tendría que terminar con el sexo casual que tenemos.

También me entere de que Chloe y su hermano pasaban pascua en Hawái. Cortesía de Niki, claro, mi mejor amigo suele ser un chismoso de primera, aunque no lo admita y también sé que tiene un grupo de mensajes con otros pilotos de la parrilla donde no solo estaba Magnus, había algunas novias de otros pilotos y para mi sorpresa Chloe estaba en ese grupo, ya que es amiga de la mayoría de los pilotos.

Pero me importaba un carajo lo que hiciera, no es mi amiga y si la seguí en Instagram fue porque leí un tweet donde especulaban sobre nuestra "amistad", diciendo que no nos seguíamos en Instagram, pero fuera de eso ni siquiera me cae bien, simplemente es un jodido grano en el culo.

Tan desconsiderada, tan engreída y sus palabras crueles simplemente me eso me hizo odiarla desde el principio.

Su fachada de maldita Barbie a mí no me hacía estúpido. Sí, parece una puta Barbie, su cuerpo, su rostro, su cabello, sus ojos, sus labios, pero creo que ella es el diablo hecho mujer, lo cual es peor.