Capítulo 19
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Días después
Chloe
Tener que organizar una boda no era nada fácil, esa noche Asher y yo quedamos en que definitivamente sería algo de nosotros, solo él, yo y forzosamente el padre. Bueno aun estábamos en negociaciones de eso, ya que ambos sentíamos la necesidad de invitar a nuestros amigos, claro Niki, Ali y posiblemente Deion.
Hace rato habíamos llegado del día de spa, Asher estaba sumamente tranquilo y yo aún más, pero esa tranquilidad terminaría cuando tuviéramos que comenzar a organizar la boda.
Cuando nos instalamos en la cocina saco su iPad de su mochila y la puso sobre la mesa, me senté junto a él. Antes que nada, comenzó a cargar las fotografías de estos últimos días al iPad.
—Me gusta mucho esta—comenté a la vez que le señalaba la foto que nos tomó él chico que nos guiaba, yo estaba en su espalda mientras él me tomaba de las piernas para no caerme, era perfecta esa fotografía. Asher sonrió y paso uno de sus brazos por mis hombros y beso mi cabeza.
—A mí también me gusta, pero mi favorita es esta—cambió la fotografía mostrándome una en la que solo me veía me veía yo. Me la había tomado ayer, en la playa luego de hacer snorkel, mi cabello estaba húmedo y el atardecer a mi espalda, pero Asher había enfocado perfectamente en mi rostro. Sonreí y ahora yo besé su mejilla.
Pasé mis brazos por su cintura y recargué mi cabeza en su pecho.
—Tengo tres opciones de lugares Costa azul, Francia, Apulia, Italia y Lago de Como, Italia ¿Tú tienes alguno? — comento mientras me mostraba diferentes fotos señalando cada lugar en el que podríamos casarnos, sin duda creo que esto era de las cosas más locas que haríamos en nuestras vidas. En realidad, no tenía ningún lugar pensado y las opciones de Asher eran muy buenas.
Me emocionaba tanto organizar mi propia boda, aunque no iba a ser la boda de en sueños era increíble y muy loco, además, Asher era el novio y eso solo lo hacía perfecto.
—Son lugares muy hermosos— pause mientras le daba un sorbo—Es muy difícil escoger solo uno— Asher volteo a verme y me dio una leve sonrisa.
—En mi opinión me gusta Apulia, nunca he estado ahí, pero dicen que es bonito— tomo una respiración y busco más fotografías en el iPad, preste atención a uno de los lugares. Era hermoso y estaba frente a la playa, toda la arquitectura era hermosa y podía imaginarnos ahí. En mi mente se reprodujo toda la escena de una boda increíble.
—Sí, definitivamente sí. Ya me hice toda una película en mi cabeza— señalé mientras me levantaba del banco zafándome de sus brazos. Se giró sobre el banco a la vez que me ponía el iPad sobre sus piernas. Busqué en mi bolso mi teléfono y nuevamente me senté a su lado
—Bien preciosa, ahora, ¿Solo seremos nosotros? —no pude evitar morder mi labio inferior, no quería ser yo la que tomara esa decisión tan complicada. Solté un suspiro y observé a Asher, quien miraba la pantalla de su iPad buscando lugares en Apulia.
—Podemos invitar a Niki y Ali— comente tranquila—Pero tu madre, ella es un amor, me sentiría muy mal sino la invitamos, pero no sé cómo lo tomara— Asher me miró pensativo. Al final soltó un suspiro y dejo el iPad de lado.
Él también parecía estar en un dilema.
—Me parece bien invitar a nuestros amigos, pero creo que podré llevar a mi madre a base de mentiras y engaños y pues que se entere que nos casamos ese día— no pude evitar soltar una estruendosa carcajada al escuchar su propuesta.
Me imaginaba esa escena muy cómica, incluso podía escuchar en mi cabeza lo que le diría Asher ese día. Si bueno eso tal vez ya era esquizofrenia, pero aun así iba a ser divertido.
Aun así, dejando de lado eso escucharlo decir que nos casaremos solo fue un golpe más a la realidad. Me iba a casar en dos semanas con un hombre increíble y porque estoy lo suficientemente loca como para haberle dicho que nos casáramos y él estaba lo suficientemente loco para darme el sí.
—Me parece buena idea, invitas a tu madre, a tu tía, a Niki y yo invito a Ali, su hermana y a Deion— Asher inmediatamente giro la cabeza para mirarme, lo noté un poco sorprendido por lo que dije.
—¿Deion? No tienes que invitarla si no quieres—rodé los ojos. Ahora comprendía que solo eran amigos.
—Por dios, McQueen, la invitaré porque ella me cae bien, no por ti— el asintió con cierta sorpresa, pero lo tomo a la perfección. Hicimos nuestra pequeña lista de invitados.
—¿Tienes algún vestido en mente? —pregunto con curiosidad mientras rodeaba mis hombros con su brazo, dejo un leve beso en mi cuello y sonreí levemente al ver sus intenciones.
—Sí, cuando duermes busco algunos, pero no te lo enseñare, es de mala suerte que el novio vea el vestido de la novia— Asher hizo un puchero en un intento de hacer que le dijera como era mi vestido o que le enseñara cual era el vestido que quería.
—Bueno, pero el novio paga el vestido— lo fulmine con la mirada en el instante en el que soltó eso.
—Nop— negué con la cabeza, sabía en qué iba a terminar esta discusión, pero me gustaba joder, así que solo por eso le daba la contraría.
—Sí. Es tradición— negué con la cabeza nuevamente y Asher rodó los ojos, tomo mi rostro entre sus manos apretando un poco mis mejillas y acercando su rostro al mío.
—Ya cállate y hazme caso, Chloe Wagner— dejó un beso en mis labios y sonreí levemente, me acerqué nuevamente a él y lo besé.
Sus labios acariciaron los míos, pronto sentí como mi banco se movió y me aferré a sus hombros, mis piernas quedaron entre las suyas. Cada vez el beso aumentaba de velocidad, sus manos subieron por mi cintura comenzando a levantar mí blusa y si seguíamos íbamos a terminar follando en la islita sin resolver nada.
Me aleje un poco de él para poder tomar aire y hablar.
—Ya, necesitamos terminar esto— Asher hizo un puchero y me dio un corto beso.
—¿Ni siquiera un rapidito? —negué con la cabeza mientras acomodaba mi blusa.
—Primero lo primero, sino, no follaremos hasta dentro de dos semanas después de la boda— nuevamente hizo un puchero. Reí al verlo. Ambos nos acomodamos nuevamente, listos para seguir planeando.
—Bien, llamare para conseguir la reservación de lugar— comentó mientras comenzaba a teclear un número en su teléfono.
—Okey, buscaré algo sobre algún padre—Asher asintió. Pegó el teléfono a su oreja y yo comencé a buscar en su iPad. Mi teléfono comenzó a vibrar sobre la islita. Vi el nombre que apareció en la pantalla y rápidamente lo tomé. Le hice una seña a Asher informándole que iba a salir a tomar la llamada, pero gracias al eco de la casa aun afuera se escuchaba un poco su voz, pero dudaba que se escuchara a través del teléfono.
—Hola papá— sonreí levemente, aunque él no pudiera verme. Me sentí culpable al estar planeando algo muy importante y no poder contarle por la estúpida regla que él nos impuso, pero no era mi culpa que tuviera un problema en vernos justos, todo esto sería mucho más fácil si él no nos hubiera impuesto esa estúpida regla.
Por cosas de ese tipo hay muchas personas que hacen todo a escondidas o que aprenden a ser expertos mentirosos.
La voz de mi padre me regreso a la realidad.
—Hola cielo, ¿Estas en casa? Quiero invitarte a desayunar— en otro momento hubiera sido perfecto el plan de ir a desayunar, pero no ahora, cuando estoy organizando una boda del otro lado del mundo.
Aclaré mi garganta antes de hablar.
—No estoy en casa, estoy de viaje con Ali— mentí muy descaradamente. Me exalte cuando los brazos de Asher rodearon mi cintura e instantáneamente me relaje, apoye mi cuerpo sobre el suyo mientras el recargaba su mentón en mi cabeza.
—Oh ¿Y cuando regresan? —note una pequeña decepción en su voz y viajar durante más de diez horas para ir a desayunar con él no pareció mala idea.
—A finales de la semana— respondí—pero podríamos desayunar por una video llamada— propuse esperando una buena respuesta de su parte, esperaba un sí.
—Bien cielo, iré a comprar el desayuno y te llamo—ahora había sonado más animado, sonreí para mis adentros.
—Okey, haré lo mismo, te amo, adiós— me despedí. Instantáneamente termino la llamada. Me gire entre los brazos de Asher quedando justo frente a él. Encarnó una ceja reteniéndome entre sus brazos.
—¿Y tú a quien le dices te amo? —cuestiono tranquilo. Reí y negué con la cabeza como si no tuviera remedio.
—A otro hombre, te he mentido, si hay otro hombre en mi vida— Asher por lo visto no esperaba ese comentario y la seriedad con la que le respondí, ya que se quedó estático—Es mi padre, tonto— le di un golpe en el pecho y cayó en cuenta.
—A veces me asustas Chloe— comentó. Rodé los ojos con diversión. Sus brazos me apretaron contra su cuerpo y simplemente rodee su cuello con mis brazos dejándome querer.
—La conseguí—alcé un poco la vista y lo vi sonreír, había algo de ilusión en su mirada la cual fue inevitablemente contagiosa. Estaba totalmente nerviosa, no sé cuántas veces necesito decirlo, pero me voy a casar.
Me voy a casar con Asher Truswell. Me voy a casar con el piloto al que veía cada domingo ganar carreras.
Sonreí con cierta emoción y di un pequeño salto para envolver mis piernas en su cintura. Asher se sentó en el banco conmigo encima.
—Deberíamos de planear la luna de miel ¿No? —cuestiono mientras se recargaba en la encimera.
—¿Y cuándo nos iríamos? La temporada aún no termina— comente. Asher se encogió de hombros despreocupadamente.
—Pero va a terminar y prácticamente seremos libres, no tendremos que escondernos— asentí dándole la razón, en realidad la luna de miel era lo que ahora menos me importaba, pero la idea de buscar un lugar en el cual pasar dos semanas de vacaciones con Asher era sumamente tentadora, iban a ser dos semanas solo para nosotros dos, dos semanas en la que nuestras únicas preocupaciones serán comer y tener condones.
—Qué te parece si tu escoges un lugar y yo otro— propuse, así podríamos pasar una semana en un lugar y la otra en otro lugar. Asher asintió dándome la razón.
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Asher
—Las Bahamas— propuse mientras ella seguía buscando alguna iglesia al cual podríamos conseguir algún padre que quisiera casar a un par de tontos desesperados por encontrar un padre para dentro de tres semanas.
—Y los Alpes franceses, me gustaría aprender a esquiar— comento despreocupada mientras buscaba en el iPad. Asentí a la vez que me dejaba caer en la cama, pasé mis brazos por su cintura y pude ver un atisbo de sonrisa en sus labios.
—Buena idea, si te pones en modo caprichosa solo tendré que lanzarte una bola de nieve— ella entrecerró los ojos y me miro ofendida para luego llevar una mano a su pecho y hacer solo más dramática la escena.
Si hubiera querido hubiera podido ser actriz, sin duda alguna.
—¿Estás diciendo que no consentirás a tu esposa? —cuestiono cruzándose de brazos—Lo siento, pero me siento muy ofendida— reí y negué con la cabeza como si no tuviera remedio.
Esa era la mujer con la que me iba a casar. Y mierda que suerte tengo.
—Nop, solo digo que mi esposa es una consentida y una caprichosa— sonrió. Ahora más a menudo veo sus sonrisas y son una maravilla— pero que si la voy a consentir— finalice. Dejo un beso en mi frente y siguió en lo suyo.
—Más te vale, McQueen— sonreí y ambos nos quedamos en silencio.
Más tarde ya había hecho las reservaciones para la luna de miel y Chloe ya había conseguido al padre, lo cual fue algo menos de la lista de pendientes. ¿Por qué nadie te advierte sobre lo complicado que es planear una boda? Aunque bueno, normalmente creo que las bodas tardan algunos seis meses en realizarse desde la propuesta, supongo que es por todo lo complicado que es encontrar padre y todas esas cosas.
—¿Qué más sigue? —cuestiono Chloe, ella parecía tener bastante energía, yo no, aun teníamos que hacer nuestras maletas para volar a Austin ya que pasado mañana era viernes y sería un viaje demasiado largo de regreso a Estados unidos.
—Empacar, tenemos que estar en la pista en una hora— ella abrió los ojos exageradamente, no tuve que decir más para que se levantara a tomar sus cosas y meterlas en la maleta, así como dios le dio a entender.
Por mi parte no tenía tan desordenada mi ropa, así que me fue más sencillo meterla en la maleta sin perder tanto tiempo ni pelear con la maleta como lo estaba haciendo Chloe. Dos horas después ya estábamos en el jet.
Chloe se había quedado dormida en cuanto puso su cabeza sobre el asiento, mientras yo comencé a buscar algunas opciones para el anillo que le daría, ya que no tendría mucho tiempo cuando lleguemos a tierras americanas.
Pase varias horas buscando el anillo perfecto para Chloe, fue muy complicado, la mayoría eran ordinarios y comunes, el tipo de anillo que un simple idiota le daría a su futura esposa. Yo no quería eso, quería algo hermoso que atrajera la atención y representara al rayo de sol que llegó a iluminarme mis noches más oscuras.
Termine encontrando un anillo hermoso y para mi suerte podía personalizar los colores de los cristales. Me apresure a elegir los colores de las piedras. La piedra central la escogí como un zafiro de un color rosa. Las piedras laterales fueron diamantes en forma de corazón y de un color amarillo no tan energético. Lo siguiente fueron los pequeños diamantes VVS, los cuales quedaron en el color original un tono plateado casi transparente, en total seis de cada lado.
Antes de finalizar la compra puse la talla que necesitaba. Minutos después había terminado de comprar un precioso anillo de compromiso el cual estaría en mi casa mañana por la noche.
Termine borrando las pestañas de internet que había abierto para que Chloe no viera accidentalmente su anillo.
Casi tres horas después despertó fresca como una lechuga, mientras yo apenas me disponía a dormir.
—Chloe— le llame mientras me acomodaba en mi cómodo asiento el cual ya me había destruido el trasero a tan solo cinco horas de vuelo.
—¿Qué pasa? —interrogó tranquila. Solté un suspiro y me preparé para soltar mi duda.
—¿Dónde viviéremos? —ella mordió su labio inferior y soltó un suspiro. Ambos nos quedamos en silencio.
—En un hotel cinco estrellas la mayor parte del tiempo— murmuró a modo de respuesta, negué con la cabeza con diversión.
—Sabes a lo que me refiero, tú tienes una vida tal vez no tan grande en el frío e invernal Londres, mientras yo amor vivir en mi casa alejada de todos en Texas— ella pareció dudarlo un momento y al final termino hablando.
No deseaba que ninguno cambiara la comodidad y tranquilidad por el otro.
—Podemos pasar un tiempo en ambos lugares. Podríamos pasar navidad en Londres o tal vez con tu familia... o la mía, luego verano en Texas, así podrás verme pasear semi desnuda casi a diario sin el frío horrible de Londres— no pude evitar morder mi labio inferior ante la idea de tenerla paseando por la casa semi desnuda y tal vez luego terminar follando en la cocina, en la sala, en la terraza, donde sea joder.
—Me gusta esa idea— murmuré y me acerqué para besarla mientras tomaba su rostro entre mis manos.
—Bien, ahora duerme, no lo has hecho— murmuró despegándose de mí y rodé los ojos al escucharla ordenarme.
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Muchas horas después casi beso el suelo estadounidense, añoraba estar en mí país, juro que ese fue el vuelo más largo que he tenido y el jet lag comenzaba a afectarme, así que tendría que reponerme en solo unas horas para comenzar mi fin de semana de carrera.
Mi seguridad ya estaba esperándonos en el aeropuerto cuando llegamos, así que solo subieron las maletas y Chloe y yo nos adentramos en una camioneta, ya que mi batería para conducir estaba por los suelos.
Paso casi una hora hasta que llegamos a casa, ahora nuestra casa.
—Sabes podrías comenzar a traer algunas cosas o podemos ir a comprar más— murmuré a Chloe mientras subíamos a mi habitación.
Chloe iba a dirigirse a la que fue su habitación cuando se auto invito en el receso de verano, pero antes de que lo hiciera tiré de su cintura para atraerla a mi cuerpo y guiarla a mi habitación.
—Me gusta esa idea, pero no quiero invadir tu espacio— murmuró, aunque sé que en parte era una mentira, le gustaba ser invasiva con mi espacio y a mí me gustaba que lo fuera.
—Sí, pues yo quiero que me invadas— murmuré abriendo la puerta de la habitación —Quiero pelear contigo porque no me dejas espacio en el armario por tantos bolsos que tengas ahí y después terminar arreglando todo el problema teniendo una intensa sesión de sexo— murmuré cerca de su oído, ella se estremeció ante mi aliento tan cerca de su piel.
—Si así terminaran nuestras peleas por favor que comiencen ahora— respondió mirándome por encima de su hombro con una sonrisa socarrona y con su rostro a escasos centímetros del mío.
Deje un casto beso en sus labios y pase mis brazos por encima de sus hombros. Ella regreso la mirada al frente y se detuvo en cada aspecto de la habitación. La cama estaba pegada a la pared que tenía el ventanal, las colchas estaban limpias y eran de color azul marino, mientras que una lámpara de noche descansaba sobre la mesita de al lado. En la pared frente a la cama había una televisión que muy rara vez usaba. En la misma pared estaba la puerta del armario.
En los pies de la cama estaba la cama de Rocket.
Había algunos comics en una repisa con libros que en puta vida había leído, pero que se veían bien ahí, en realidad lucía como la habitación de un Friki debido a los objetos coleccionables de Marvel que había en algunas repisas.
—No es como la imagine— Chloe se giró entre mis brazos —Me gusta, es linda— sonrió y aun así no se alejó de mis brazos. Relajo su cuerpo contra el mío e inevitablemente bese su cabeza.
—Aun así, podemos acondicionarla para ambos— murmuré. Ella negó con la cabeza tranquila, paso sus brazos por mi cuello acercándome más a ella si es que eso era posible.
—No tienes nada que cambiar por mí, solo hazme un espacio en el closet— murmuró acariciando mi mandíbula. Bese su mejilla rápidamente.
—¿Qué pasa si quiero que tengas más? —le cuestione. Ella sonrió sin poderlo evitar.
—Amo que me consientas y que quieras darme todo— murmuró muy cerca de mis labios. Tome su mandíbula y la bese. La bese con desesperación como si nunca la hubiera besado, como si la necesitara para respirar.
Chloe se había vuelto algo que necesitaba para mi vida, me gustaba tenerla cerca y pelear con ella, abrazarla durante horas y luego tener sexo por más horas y terminar abrazándola durante gran parte de la noche, aunque luego me dolía el cuerpo por estar en la misma posición durante horas.
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Pasamos toda esa noche organizando aún más cosas sobre la boda y sí, quedamos en que íbamos a cambiar un poco esta habitación. Dormimos pocas horas y para en la mañana ambos teníamos que retomar la rutina normal. Cuando saliéramos de la casa ya no seríamos dos locos que se desvelaron organizando su nueva vida juntos y bromeando, no, seríamos el piloto arrogante y la jefa de marketing que me odia.
—¿Te veré en la noche? —pregunte mientras esperábamos a que Ali llegara por ella, ambos estábamos en los escalones del pórtico, ella dos escalones más arriba que yo, así que teníamos la misma altura en estos momentos.
Ella acarició mi rostro.
—No, visitare a mi amante—comentó en un tono burlón e hice un puchero mientras rodeaba su cintura.
—Podrías decirle que tienes que ver al principal—comenté en el mismo tono que ella. Ambos reímos. Miré por un momento sus ojos azules, ese azul eléctrico tan hermoso en el que podría perderme mirando por horas. —Luces preciosa— murmuré. Ella sonrió y pude ver un leve sonrojo en sus mejillas, era increíble que se sonrojara.
—Lo sé— pauso y me miró —¿A qué hora regresaras? Tengo una comida pendiente con papá y quiere que sea la cena— respondió a la pregunta anterior.
—¿A la hora que quieras que vaya por ti? Lo último que tengo que hacer es una entrevista con Inanna Khan a las seis de la tarde— Chloe alzo ambas cejas.
—¿Inanna Khan? ¿La chica que tiene un podcast y que sube tweets sobre lo increíblemente guapo que eres? —cuestiono. No pude evitar reír por esas preguntas, no sé si pensar que son celos, aunque supongo que lo son.
—No lo sé, nunca había escuchado sobre ella hasta hoy por la mañana cuando tenía un mensaje de Susan recordándomelo— era verdad, simplemente supe que tendría una entrevista con ella, en su blog una: porque es Texana y es potencia en redes sociales, dos: porque es mí fan, más no sé qué es lo que twittea.
—Bueno, pues yo sí, Mag ha visto sus podcasts y un día escuché que se mofaba sobre la forma tan ridículamente acaramelada en la que hablaba sobre ti, después vi algunos tweets que si leyeras creerías que está loca por ti—
Bien esa información ya no me alentaba mucho a grabar algo con ella, no quería estar sentado con una loca a un lado.
—Eso no me alienta a ir— pause haciendo una mueca— Ojalá pudieras acompañarme— ella sonrió nuevamente.
—Siempre puedes decir que estas saliendo con una hermosa mujer— reí.
—Te aseguro que será lo primero que le diré— confirme.
Unos minutos más tarde llegó Alain por ella, así que unos quince minutos después yo partí hacía el circuito de las américas.
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Chloe
—Estas más feliz de lo usual, están muy acaramelados y esto huele a una relación— comentó Ali mientras entrabamos al circuito, ambos mostramos nuestras tarjetas.
—Estamos saliendo, oficialmente el campeón del mundo es mi novio— murmuré en voz baja para que nadie pudiera escuchar. Ali sonrió con un poco de emoción.
—Lo sabía, lo sabía, quiero ser padrino el día de tu boda— quería contarle, pero ahora no era el momento, tal vez cuando termine el fin de semana lo haga.
Estaba muy emocionada, todo esto me tenía demasiado emocionada.
—Mira— me dio un leve codazo en el costado y señalo con su cabeza. Llevé mi vista hacía un hombre que estaba en el Paddock de Wagner —Escuché que son los nuevos inversores de Wagner—
—¿Quiénes son? —interrogué curiosa, si había escuchado un poco sobre nuevos inversores, pero nunca pregunté quiénes eran.
—Jake Dallas y Logan Desmond, dos estrellas del Béisbol— asentí lentamente. No esperaba que dos beisbolistas se hicieran socios de Wagner.
No me sorprendía que hoy hubiera muchas celebridades en el palco de Wagner, la mayoría eran personas influyentes en los medios que no saben nada y solo por ellos los invitaron. Era indignante como les proporcionaban entradas VIP a todo aquel que tuviera un nombre con mucha influencia y que ni siquiera comprendía el deporte, que simplemente querían tomarse fotos en los garajes tal vez para aumentar más sus vistas en redes sociales y atraer más dinero a sus tarjetas de crédito. ¿Por qué no invitar a verdaderos fanáticos? A personas amantes del deporte y no solo a personas con mucha influencia.
Tome el brazo de Ali para sentarnos en una jardinera.
—Ven, no puedo caminar y maldecir al mismo tiempo— comenté. Mi amigo soltó una carcajada divertida —La mayoría no sabe nada de esto— murmuré con cierta molestia. De reojo observe como mi mejor amigo asentía dándome la razón.
—Lo sé, pero ya sabes cómo es el gran circo, mientras más show más dinero en las cuentas de todos— se encogió de hombros restándole importancia, solté un suspiro cansado. Él tenía razón, gracias a todo este espectáculo cada mes días había una jugosa suma de cinco ceros en mi cuenta bancaria.
Antes de que pudiera seguir hablando me dio un codazo nada sutil en las costillas. Gire la cabeza para mirarlo mal, el alzo las cejas hacía el frente y voltee a ver lo que señalaba.
Vi a Asher pasar frente a nosotros sin siquiera notarnos, iba demasiado concentrado en la pantalla de su teléfono. Susan iba a su lado diciéndole algo que no logramos escuchar.
Mi teléfono vibro en mi bolsillo trasero y lo tomé.
McQueen:
Ya estoy en el Paddock, ¿Dónde estás?
Vi como su figura desapareció en cuento entro en el Paddock de Wagner.
Yo:
Pasaste justo a mi lado y ni siquiera volteaste
Le envíe.
McQueen:
Lo siento. Todavía no son las nueve de la mañana y Susan ya me causo jaqueca.
Rodé los ojos con diversión. Segundos después observe como aparecía en el palco de WR, saludo a los beisbolistas como si los conociera desde hace mucho. Viéndolo de frente llegaba gafas oscuras, su cabello estaba alborotado y llevaba una camisa de béisbol color verde con detalles negros, donde debería de ir bordado el nombre del equipo decía Wagner con letra cursiva. Me imagine que atrás decía su apellido junto con su número. Debajo de esa camisa llevaba una playera de manga larga color negro, se veía bastante guapo.
No paso mucho cuando sus ojos recayeron en nosotros, me dio media sonrisa e hice lo mismo.
—Disimulen un poco— murmuró Ali, no pude evitar que mis mejillas se enrojecieran.
Una hora después mi equipo de marketing y yo habíamos armado un mini estudio para fotografías, los publicistas de los beisbolistas tanto como los de Asher creyeron que era buena idea para ambos equipos y marcas.
Cuando estuvo terminado me quedé en la pequeña oficina escribiendo algunas preguntas para el pequeño video que harían juntos.
La puerta se abrió a mis espaldas e inmediatamente me giré para ver de quien se trataba, vi como Asher entro con dos camisas en la mano y con una gran mancha de café en la camisa de béisbol que llevaba puesta.
—¿Quién te odia tanto como para tirarte el café encima? —pregunte mientras me sentaba en el bordo del escritorio.
—¿Alguien más que tú? Tu hermano— respondió mientras dejaba las otras camisas a mi lado. Empezó a desabrocharse la camisa de béisbol termino por quitársela y la dejo a un lado. Se sacó la playera de manga larga y en el proceso yo me deleite con su cuerpo.
—¿Te gusta lo que ves? —interrogó mientras ponía sus manos a los lados de mi cadera. Sonreí. Acaricie su rostro recién rasurado, dio un corto y rápido beso en mi muñeca. Observe sus ojos por más de dos minutos dándome cuenta de algo, en Asher había encontrado algo que creí que nunca llegaría a tener y eso era amor, deseo y admiración, algo que muy difícilmente encuentras en una sola persona y a pesar de todo Asher me seguía mirando así, como si fuera lo más hermoso del universo.
Y no dudaba de que así fuera.
—Mucho— respondí. Asher me miró también por unos segundos y habló.
—¿Qué tanto me miras? —preguntó con curiosidad a la vez que tomaba la camisa negra de manga larga. Se la puso en un abrir y cerrar de ojos.
—Nada— respondí tranquila. Asher me miró y entrecerró los ojos, tal vez sin creerme ni una palabra.
Tomo su camisa de béisbol y se la puso, abrocho cada uno de los botones y no pude dejar de mirar sus manos llenas de venas, vi que llevaba el brazalete que compartíamos, llevaba el brazalete que le había regalado "anónimamente" y también de su cuello colgaba el collar de perlas que si hago memoria son escazas las veces que lo he visto sin ese collar y sin ese brazalete, incluso todo el mes que estuvimos separados le vi ese brazalete en cada carrera, cada fin de semana, cada día que estuvimos haciendo videos para el marketing de WR lo vi como un maldito recordatorio de lo bien que me sentía con Asher y de lo bien que me hacía tenerlo a su lado.
—Solo pienso— murmuré. Asher sonrió, tomo su gorra y me la puso en la cabeza, esta cubrió parte de mis ojos debido a lo grande que me quedaba. Levante un poco la visera para poder observarlo mejor.
—Yo también pienso. Pienso en lo bien que te verás con mi camisa, con mi número y mi apellido, en lo bueno que sería salir por el Paddock y poder tomarte la mano o abrazarte mientras caminamos— murmuró cerca de mi rostro, cada una de sus palabras venían con cierta emoción y su mirada me demostraba anhelo—Quiero poder ir a abrazarte cuando me bajo del monoplaza luego de haber ganado la carrera— murmuró a la vez que tomaba mi rostro entre sus manos.
Rodee su cuello con mis brazos atrayéndolo a mí, abrazándolo por completo. Yo también quería lo mismo, necesitaba lo mismo y mientras más pasaban los días más cerca estaba de que sucediera. Cuando por fin terminara la maldita temporada podría abrazar a Asher durante horas en cualquier lugar o poder llevar a una cena familiar.
—Yo también lo deseo, Asher, como no tienes idea— murmuré. Me dio un corto beso en los labios. Paso sus palas por mi cabello y me dio otro beso en los labios. Sonreí y en ese momento exacto quise quedarme entre sus brazos y perderme de la realidad, pero teníamos que volver nuestra realidad.
—Tenemos que salir de aquí— murmuré aun entre sus brazos, Asher me dio un leve asentimiento.
—Quisiera quedarme aquí— murmuró mientras se alejaba de mí, dejándome con un vacío, con ese estúpido vacío que solo llenaba el, sus brazos, sus besos y su voz. Me quitó la gorra de su cabeza y se la puso nuevamente. Salió de la oficina dejándome sola.
Espere diez minutos para salir de ahí, los diez minutos más eternos de toda mi vida, a decir verdad. Cuando por fin salí fui a donde se suponía que estaba el escenario improvisado. Ya estaba todo mi equipo ahí.
Salude a todos con una sonrisa e incluso me presente con los chicos béisbol y sus publicistas. Ellos fueron amables, mientras sus publicistas no tanto, parecían querer hacer esto rápido para no perder más tiempo.
—Bien, deberíamos comenzar con las fotografías— propuse mientras el fotógrafo caminaba a mi lado. No sabía que putas fotografías tomar, si me hubieran avisado con más tiempo tal vez podría haberlo planearlo mucho mejor y no solo estar pensando en que mi boda es en unos pocos días.
Les indique que posas hacer mientras el fotógrafo tomaba cada foto. Media hora antes de que terminaran las practicas ya me encontraba editando el video mientras que mi equipo editaba las fotografías.
Subí algunas fotografías al Instagram del equipo.
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Por la tarde
Asher
Un equipo de seguridad me acompañaba al cual Wagner había decidido mandarme para grabar un podcast con alguien que sinceramente no me inspiraba confianza más bien que ni siquiera conocía.
Minutos después llegamos, uno de los hombres que venía conmigo fue el que entro y por si fuera poco Susan venía conmigo con el pretexto de cuidar lo que digo frente a la cámara, por Dios, llevo años aparecieron frente a la cámara y con una mano puedo contar las veces que me he equivocado.
Nos dejaron entrar al set y estando ahí vi posters, unas cuantas camisas, e incluso réplicas a escala de los monoplazas, sin duda era el paraíso para cualquier fan de formula uno, no puedo negar que era increíble.
—Hola— una voz bastante emocionada resonó a mis espaldas. Me gire para observar a chica que había hablado. Era castaña y menuda tal vez igual de alta que Susan, llevaba gafas y una gorra de WR.
—¿Inanna? —pregunté curioso, ella asintió y le tendí la mano a modo de presentación, aunque no necesitaba presentarme, por lo que me dijo Chloe ella sabe muy bien quien soy.
—Mucho gusto, estoy muy feliz de que hayas aceptado venir, no sabes lo importante que es para mí y para todos mis seguidores— sonreí amistosamente, dudo mucho que sepa que yo no acepte venir y que me lo acaban de decir esta mañana, aun así, supongo que a mucho de mis fanáticos también les gustará la idea de que este en un podcast.
—Gracias a ti por invitarme, creo que nunca he estado en un podcast— soné amable. Ella asintió gustosa y me guio hasta la mesa.
Su equipo le paso unos micrófonos, uno para ella y uno para mí, trajeron algunos dulces y papas a la mesa.
—Normalmente en cada podcast se toma vino en vasos de popote, pero ¿Quieres otra bebida? —preguntó con amabilidad, apreciaba que no se comportara como una fan loca, esto estaba bien, ya que así podía sentirme más cómodo.
—Vino está bien— le respondí mientras observaba el monoplaza a escala que había en la mesa. Era el SE 2.0 de Emporium, con ese auto había ganado una leyenda del automovilismo y era igual de perfecto que el monoplaza real.
Minutos después comenzamos.
—Buenas tardes a todas las hermosas personas que nos están viendo o escuchando, pero antes de presentar a nuestro invitado les recomiendo que dejen de hacer lo que están haciendo, abran YouTube para que puedan ver, escuchar y disfrutar del podcast de hoy.
» Bienvenidos a su podcast favorito Pits stop y charla y como ustedes y yo lo estábamos pidiendo nuestro invitado del día de hoy es un hombre que está haciendo historia en el deporte de motor, alguien que acaba de coronarse como heptacampeón de formula uno. Esta noche con nosotros Asher Truswell mejor conocido como McQueen— sonreí levemente a la cámara y me preparé para hablar.
—Gracias por esa gran presentación, Inanna— pausé —Y gracias por la invitación a este gran podcast— proseguí. Desde el fondo observe como Susan nos miraba cuidadosamente, tal vez asesinándome con la mirada o cuidando que no dijera alguna tontería.
—Muy bien, después de tanto tiempo por fin te tenemos aquí, te explicare brevemente la dinámica del podcast, a veces hablamos sobre lo que se espera el fin semana de carrera, sobre algunos chismes del Paddock y si hay algún invitado hablamos sobre su historia y opinión de cada carrera, puedes preguntar e intervenir si estoy hablando— explico con rapidez y asentí.
Comenzó a hablar sobre este fin de semana de carrera, sobre cómo me sentía en el auto y sobre el podio del año pasado.
—Bien, seguiremos con algunas preguntas, hace unos días pregunte en Instagram que si tuvieran la oportunidad de preguntarte algo que sería—
—Okey, suena interesante— comente dándole un sorbo a mi vaso. Ella saco su teléfono.
—Bien la primera es... ¿Cuál es tu circuito favorito? No cuenta El de las américas—solté una leve risita, creo que soy muy predecible o que ya tengo a todo mundo cansado porque siempre digo que ese es mi circuito favorito.
Lo pensé durante un momento.
—Mmmm bueno, creo que ya los tengo cansados con el mismo circuito, así que... Silverstone ¿Y el tuyo? — comente tranquilo ella asintió.
—Bakú sin duda alguna—respondió. Le dio un trago a su baso y siguió—Creo que Silverstone es el favorito de la mayoría, ¿Qué tiene Silverstone? —pregunto con curiosidad.
—No lo sé, creo que el nivel de dificultad que llega a tener en algunas ocasiones, debes de ser muy cuidadoso en la salida y las curvas son increíbles, la forma en la que las fuerzas G funcionan en ese circuito son de otro mundo y desde siempre que yo recuerde hay un gran show— ella asintió lentamente escuchando lo que decía con atención.
—Gran explicación— murmuró y busco en su teléfono.
—Bien, siguiente... ¿Qué auto maneja, Asher Truswell? — pregunto con curiosidad. Lo pensé por un momento, no recordaba muy bien el modelo de mi auto actual.
—Hum, siendo sincero casi no conduzco, siempre hay alguien más conduciendo, solo cuando estoy aquí es cuando más logro conducir y si mal no recuerdo mi auto es un Venus W 12 en color negro— comenté.
—Wow, entonces ¿Tienes un chofer? —negué con la cabeza, divertido mientras recordaba que normalmente Chloe era quien nos llevaba a todos los lugares en cada carrera.
—No, solo que en cada carrera es la misma persona quien nos lleva y nos trae a Magnus y a mí—
—¿Y quién es el conductor designado? ¿Se puede saber? —pregunto curiosa. Al fondo Susan me dio un asentimiento y casi rodé los ojos.
—Sí, es Chloe, la jefa de marketing— comenté tranquilo mientras ella asentía un poco sorprendida, creo que esperaba que fuera alguno de los mecánicos o qué se yo.
—¿Chloe Wagner? ¿La misma que estuvo involucrada en una polémica contigo cuando recién entraste a Wagner? —asentí levemente.
—Sí, pero ya sabes eso solo fue un juego— le reste importancia encogiéndome de hombros. En este punto de la temporada y de mi relación con Chloe ya no me causaba tanta gracia tener que explicar lo que había pasado ese día.
—Bueno ahora, con la siguiente. ¿Quisieras tener una familia? —me tomo por sorpresa esa pregunta y le di un trago al vaso para hidratar mi garganta. Abrí la boca para hablar y luego la cerré otra vez. Nuevamente la abrí para hablar.
—Ah sí, supongo que sí, pero no ahora ¿Sabes? Creo que no sería buen momento— ella asintió. Creo que es la primera vez que alguien me pregunta eso en tantos años respondiendo preguntas absurdas.
—Si lo imagino, un niño podría alejarte de tus objetivos— asentí dándole la razón. Siguió con otras preguntas a las cuales respondí tranquilamente hasta que llegamos a la penúltima pregunta.
—Bien vamos con la penúltima pregunta, ¿Qué haces en un día normal? Sin carreras ni trabajo—
—Veo televisión, hago ejercicio, salgo a hacer el súper y salgo de paseo— me encogí de hombros restándole importancia.
—Muy normal para una súper estrella de la formula uno— asentí dándole la razón—bueno ahora con la última pregunta y creo que todo mundo quiere saber esto después de tantas cosas que han pasado durante la temporada, ¿Asher Truswell tiene novia en estos momentos? — en realidad esperaba esa pregunta casi desde que empezó el programa, así que no me tomo desprevenido cuando la hizo.
Tome una profunda respiración antes de hablar, la respuesta de esta pregunta iba a cambiar muchas cosas, no solo en mis redes sociales, sino en el trabajo, pero no importaba. No me importaba, en unos días más por fin podríamos terminar con estas tonterías.
—Sí, Asher Truswell tiene una preciosa novia en estos momentos— comenté con una sonrisa en mis labios. Inanna me miro con sorpresa, de hecho, todas las personas en el set me miraron con esa misma sorpresa, creo que de verdad no esperaban que aceptara algo así en un podcast.
Sentí una carga menos en el pecho, me sentía mucho mejor después de dejar claro eso frente a una cámara.
—Wow, sabes en realidad creí que ibas a negarlo, ya que durante toda la temporada siempre se ha negado— pauso aun sorprendida—¿Y podemos saber quién es? —negué con la cabeza.
—No, aun no— respondí tranquilo acomodándome en la silla.
Pasaron unos minutos más cuando por fin termino.
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Chloe
Terminé de picar mi comida y le di un sorbo a mi copa. Miré a mi papá con una sonrisa.
—Me gustaría presentarte a alguien cuando termine la temporada— comenté tranquila, papá me miro alzando ambas cejas. Seguro no esperaba que le dijera esto ahora mucho menos esta cena.
—Supongo que es muy importante para que me lo quieras presentar— comentó. Yo asentí. No pudo ocultar mucho su sorpresa, era más normal que Magnus le presentara a sus novias que yo le presentara a mis novios inexistentes.
—Es demasiado especial— murmuré. Antes de que pudiera seguir hablando y para mi buena suerte mi teléfono comenzó a sonar en mi bolso. Me apresure a sacarlo y ver de quien se trataba. Aclare mi garganta antes de hablar. Cuide que papá no alcanzara a ver el nombre de Asher en mi pantalla.
—Hola, ¿Qué pasa? —pregunte tranquila y con curiosidad., como si no estuviera hablando con mi futuro esposo.
—Hola sunshine, ¿Sigues en la cena? —pregunto curioso, escuchaba como si estuviera caminando, tal vez apenas había salido del podcast.
—Sip— respondí. Mi padre me hizo una seña, me di cuenta que había tomado su teléfono.
—Me tengo que ir—asentí y me despedí rápidamente. Cuando salió del restaurante recordé que seguía hablando con Asher y coloqué el teléfono en mi oreja nuevamente.
—Bueno, al parecer ya termino la cena, se ha tenido que ir— comenté tranquila, vi como papá pago la cuenta antes de irse.
—Bien, dime en qué lugar estas e iré por ti—sonreí levemente. Le di la dirección del restaurante y media hora más tarde me encontré subiendo a su auto con rapidez. Esperaba que nadie lo haya visto.
Asher me beso en cuanto estuve arriba del auto. Su palma acarició mi cuello a la vez y sonreí alejándome solo unos pocos centímetros de él.
—No te extrañe— susurré con burla mientras me alejaba de él. Me miro con diversión para luego comenzar a manejar y alejarnos de las luces de la ciudad.
—Haré como que si te creo preciosa— murmuró, disminuyo la velocidad y luego rápidamente puso algo en la pantalla del auto.
Tear in my heart comenzó a sonar en los altavoces del auto e inevitablemente sonreí. Asher sabía que me encantaba Twenty one pilots.
—¿Cómo te fue? —pregunté curiosa. Su mano descendió a mi pierna y eso solo causo que mi corazón se acelerada. Asher era de esas personas que podía acelerarte el ritmo cardiaco con solo una palabra y que decir con esa simple acción.
—No me sentí tan mal como esperé, cuando salga el video lo verás— alce ambas cejas. No pensaba contarme que preguntas le había hecho Inanna Khan.
—¿En serio no me dirás como te fue? —el negó con la cabeza con una sonrisa burlona decorando sus labios.
—Nop. Quiero que lo veas— respondió tranquilo, así que me quedé tranquila con eso, solo quería llegar a su casa, ponerme un pijama cómodo y abrazarlo hasta quedarme dormida.
—Agh, no sé porque no puedes contarme de una vez— me queje solo para molestar. Asher se encogió de hombros restándole importancia.
Me dio un leve apretón en la pierna haciendo que un cosquilleo se expandiera por todo mi cuerpo, me sorprendía lo rápido que mi cuerpo respondía a cualquier minina caricia de su parte.
—Tranquila, solo quiero que lo veas por tu cuenta— respondió tranquilo. Asentí levemente.
Pasaron casi dos horas para cuando llegamos a su casa. Asher aparco y ambos bajamos del auto. Nos adentramos en la gran casa y me dirigí hacia la habitación, me sentí muy cansada, solo quería acostarme y dormir.
Asher subió detrás de mí. Tomé una de mis pijamas y comencé a desvestirme.
—Estas muy cansada, ¿Verdad? —pregunto Asher mientras se terminaba de poner el pantalón de chándal. Prosiguió a ponerse una camisa de manga larga.
—Mucho, hice más de lo que esperaba, le conté a papá que quería presentarle a alguien después de Abu Dabi— comenté mientras me acomodaba en la cama. Asher asintió y luego se acostó a mi lado. Paso sus brazos por mi cintura atrayéndome a su cuerpo.
—Me gusta esa idea, esperemos que lo tome bien— pauso. No pude evitar bostezar ya que el sueño comenzaba a apoderarse de cada parte de mi cuerpo. Asher beso la parte posterior de mi cabeza.
—Descansa preciosa. Ahora duerme y mañana volveremos a preocuparnos por el mundo— murmuró cercas de mi oreja. Y con esas últimas palabras resonando en mi mente me quedé dormida.
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—Estoy nerviosa—murmuré mirándome por última vez en el espejo de mano. Asher me quito el espejo de la mano y lo guardo en mi neceser.
—Tranquilízate sunshine, nunca te había visto así de nerviosa— comento a la vez que tomaba mi mano, la cual ya había secado dos veces en mi falda debido al sudor.
Era cierto, tenía muchísimo tiempo que no me sentía así de nerviosa y no podía evitarlo, iba a conocer a la tía de Asher, a lo que me ha contado es como su segunda madre, además, será una presentación formal, nada que ver con lo que paso en Austin cuando su madre llegó de visita. No, Asher dirá que soy su novia y eso solo me ponía más nerviosa.
—Lo sé, pero no puedo evitarlo, nunca he tenido que pararme frente a mujer con la cual me presentaran como su nuera, además no solo es una, son dos— chille con los nervios tiñendo mi piel y quemando mis poros. Asher soltó una risita, lo fulminé con la mirada y le di un golpe en el hombro.
—Mi madre ya te conoce— recalcó.
—Pero no como tu novia— chille. Asher rio nuevamente y quise darle un golpe en el rostro, pero seguro que dejaría marca y no quería eso.
—Pero no creo que se haya tragado el cuento de que éramos amigos cuando ni siquiera lo éramos— comentó con esa maldita tranquilidad que lo caracterizaba. Quería borrársela de la cara, pero no quería arruinarle el rostro.
Unos pocos minutos después llegamos al aeropuerto. Asher me ayudo con mi bolso, ya que traía un cambio de ropa para cuando regresáramos.
Asher me guio hasta un auto color azul eléctrico, un poco llamativo. Me abrió la puerta del auto y subí. Rodeo el auto y subió al asiento del conductor. En segundos lo puso en marcha, yo estaba preparándome mentalmente para conocer a su tía.
Aun no podía creer que iba a presentarme como su novia, ni siquiera podía explicarle que era la primera vez que conocería a mi suegra o la primera vez que le interesaba tanto a alguien como para que quisiera presentarme a su familia. A lo más que había llegado con algunas de las personas con las que estuve fue a que pasaran horas en mi dormitorio sin follar o viceversa. Así que dios, estaba hasta la mierda de nerviosa.
—Todo estará bien— murmuró Asher mientras llevaba su palma a mi pierna, ascendió levemente por el interior de mi falta a la vez que me acariciaba el muslo por encima de las medias que llevaba.
—Ya sé, pero estoy nerviosa— murmuré casi pidiendo que me distrajera y pareció comprenderlo.
—¿Qué pasa si las rompo? —pregunto tirando de la muy delicada y delgada tela de las medias. Mi corazón a acelerarse aún más, pero ya no era por los nervios.
—Tú las pagas— respondí a la vez que su mano se deslizaba aún más arriba llegando a rozar mi entrepierna. Mi corazón se detuvo unos minutos, Asher pellizco la tela de mis medias y luego tiro de ellas con algo de fuerza hasta que escuche la tela desgarrarse. Mi pecho comenzó a subir y bajar con rapidez.
Inevitablemente abrí las piernas causando que mi falda se enrollara, vi un atisbo de sonrisa en el rostro de Asher, en el cual se reflejaban alguna de las luces de las farolas.
Su mano hizo a un lado mis bragas y deje caer la cabeza contra el asiento sintiéndome excitada, Asher disminuyo un poco la velocidad, sus dedos comenzaron a jugar con mi clítoris. Solté un jadeo al sentir el frío de sus dedos contra mi piel sensible. Sus dedos eran demasiado agiles. Solté un gemido cuando sentí como sus dedos comenzaban a resbalar con facilidad debido a que comenzaba a mojarme.
Gemí al sentir como sus dedos comenzaban a penetrarme.
—Solo te estoy metiendo los dedos, Sunshine, relájate— murmuró con la voz ronca, ni siquiera me había dado cuanta que se había detenido, pero nuevamente comenzó a reanudar el ritmo
—Vamos— gemido—a llegar—gemido— tarde— jadee al sentir como sus dedos entraban una y otra vez en mi interior sin dejar de dar guerra.
—Y yo dire que había mucho tráfico— murmuró continuando con sus movimientos. Sonreí como boba disfrutando de la sensación de tener sus dedos en mi coño.
—Asher—gemí curveando mi torso por el éxtasis—Follame— gemí nuevamente mientras apretaba su muñeca clavándole las uñas en el acto —Dios, necesito tu polla en mi interior—
Los dedos de Asher salieron de mi interior haciéndome sentir vacía.
Escuche el clic de su asiento mientras lo reclinaba. Solo esperé a ver que se pusiera el condón y cuando por fin lo hizo subí sobre su regazo. Bese sus labios con fervor mientras tiraba de su cabello. Con mi mano libre tome su polla mientras el hacía a un lado mis bragas. Llevé la punta a mis labios y gemí al sentir como esta resbalaba con facilidad.
Era la primera vez que lo hacíamos en un auto y joder que incomodo era hacerlo en un deportivo, estoy segura de que en una camioneta mucho más espaciosa no tendríamos que reclinar tanto el asiento, aun así, me concentré solo en Asher, en la deliciosa sensación de su polla llenándome por completo mientras me movía sobré él.
—Joder preciosa, te sientes tan apretada— murmuró—Te sientes tan mía— susurró. Su comentario solo me hizo sonreír aún más. Comencé a aflojar el corsé que llevaba, no me quite el saco que llevaba encima de este, simplemente afloje el corsé dejando ver mis tetas. Asher soltó un gemido mientras comenzaba a besarlas y morderlas. No tenía las tetas más grandes del mundo, eran pequeñas, pero a Asher lo volvían loco lo tenía bastante claro.
—¿Tan tuya? —susurré entre gemidos mientras acariciaba su cabello. Alzo la mirada para verme, sus ojos deseos me miraron con adoración y eso solo hizo que mi orgasmo estuviera más cerca.
—Sí. Mía— declaro con firmeza para llevarse nuevamente uno de mis pechos a su boca y mientras más mordía mi piel sensible más cercas me encontraba de llegar a mi orgasmo. Asher gimió al mismo tiempo que yo lo hice. Sentí como su cuerpo tembló un poco al igual que el mío, lo cual me hizo saber que se había corrido.
Uní mi frente con la suya, Asher sostenía su cuerpo contra él mío y sonreí como estúpida. Lo bese con suavidad disfrutando de sus labios.
Termine de arreglar mi ropa y Asher la suya, antes de regresar a mi asiento le pedí que me apretara el corsé lo cual hizo sin rechistar.
Quince minutos después estábamos frente a una casa no tan grande como la de Asher, pero sí que más grande que mi departamento.
Asher tomo mi mano y me dio un apretón. Yo tome una respiración profunda.
—Ellas te amaran— murmuró cerca de mi oído. Asentí a la vez que comenzábamos a caminar. Pasamos el pórtico y Asher toco levemente la puerta. Lo nervios se habían ido durante el camino, pero cuando aparco frente a la casa estos reaparecieron otra vez.
La puerta se abrió, pero no había nadie. Bajamos la cabeza encontrándonos con una niña.
—¡Ashie! —grito con emoción, pero no lo abrazo, simplemente abrió la puerta dejándonos entrar.
—Hola Tay— Asher sonrió y sin soltar mi mano se agacho frente a ella—¿Cómo estás pequeña? —pregunto. Yo observé a la niña, era castaña, casi rubia y sus ojos eran verde claro, llevaba un vestido color verde y dos coletas con moños del mismo color. Era muy bonita.
—Muy bien, mis maestros dicen que soy muy inteligente— sonrió con orgullo. No me sorprendió que el egocentrismo viniera de familia. La mirada de la pequeña recayó en mí y se acercó a Asher e intento susurrar—¿Quién es ella? Es muy bonita— susurro, pero no fue un susurro, fue más bien un grito.
Inevitablemente mis mejillas enrojecieron. Asher volteo a ver con una sonrisa.
—Es muy bonita, verdad. Se llama Chloe y es mi novia— afirmo a la vez que se levantaba con ella en brazos—Chloe ella es Tanya, es mi prima— Tanya me tendió la mano y no pude evitar sonreír con ternura.
—Tú también eres muy bonita Tanya— comenté. Mientras íbamos al comedor iba escuchando atentamente a Tanya y Asher hablar.
Entramos a la sala y en esta estaba Lana, la madre de Asher, otra mujer muy parecida a Lana y un chico y una chica. Tal vez él tendría dieciocho y ella quince. Asher bajo a Tanya de sus brazos. La primera persona en acercarse fue la que supuse que era su tía.
—Asher, que gusto verte por fin, niño—Asher sonrió y soltó mi mano para abrazarla.
—Yo también te extrañe, tía Wils— sip, ahora estaba confirmado, ella era su tía, su segunda madre. Cuando ella se alejó de él ella me miró con cierta ternura en su mirada.
—Pero mira que hermosa eres, ¿Cómo es que terminaste con este tonto? —no pude evitar reír. Ella me abrazo como si nos conociéramos desde hace tiempo. Respondí a su abrazo.
Fue acogedor y se sintió como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo.
—Soy Wils— ella me sonrió.
—Chloe— respondí con la misma sonrisa.
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Asher
Chloe parecía estar muy tranquila con mi familia, les había pedido que no le preguntaran sobre temas personales como lo de su madre y en todo el tiempo que llevábamos aquí no lo había hecho, lo cual agradecía. Todo el tiempo que pasamos en la casa ella pareció disfrutarlo, se llevó muy bien con Wils y bueno con mi madre se había llevado bien desde el día uno.
Ahora ya íbamos de regreso a Austin.
—Gracias Asher— murmuró Chloe mientras se acurrucaba a mi lado. Yo fruncí el ceño confundido por sus palabras.
—¿Por qué? —pregunte curioso. Ella me miró a los ojos y note que se habían cristalizado.
—Por darme una de las mejores cenas de acción de gracias que he tenido en años— murmuró y no pude evitar abrazar su cuerpo y pegarla a mí. Bese su cabeza y acaricie su rostro.
—De ahora en adelante tendrás cenas de navidad, años nuevo, acción de gracias y cualquier otra celebración. Ahora tendrás la familia que siempre has querido—le informe. Ella acarició mi barbilla y dejo un beso en la misma.
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Domingo
Chloe
Asher envolvió sus brazos en mi cintura, el sabor del champagne en su boca me recibió. Olía a sudor mezclado con champagne y era excitante, mi espalda chocó con la delgada pared del driver room.
—Vámonos de aquí— murmuró entre mis labios a la vez que sus manos se deslizaban por debajo de mi falda—¿Por qué esto me hace creer que los días de carrera usas falda o vestido a propósito? —cuestiono a la vez que bajaba mis bragas. Sonreí a la vez que él se agachaba para terminar de bajar mis bragas.
Me encogí de hombros a modo de respuesta mientras levantaba mis pies para sacarme las bragas. Asher sonrió y me dio un beso en los labios. Una de sus manos comenzó a masturbarme a la vez que inevitablemente arqueaba mi espalda al sentir su palma helada.
Eche la cabeza hacía atrás, su pulgar acariciaba mi clítoris, mientras que sus dedos comenzaban con un suave vaivén en mi entrada. Solté un leve gemido a la vez que envolvía uno de mis brazos en su cuello.
—Bueno. Me gusta, pero también me gusta cuando te vistes como una sexy ejecutiva— murmuró con la voz ronca. La oscuridad del driver room nos envolvía así que apenas y podía ver un poco de su rostro. Mi corazón latía con una fuerza increíble, tanto que creía que se iba a salir de mi pecho, pero no era así, esto era lo que Asher causaba en mí.
—Ahora sal de aquí—No pude evitar quejarme a la vez que retiraba su mano de mi coño—Ten, te veo en el estacionamiento— murmuró nuevamente mientras me daba las llaves de su auto. Con su mano libre acomodo mí falda —Por cierto, me gustan estas medias. No tendré que romperlas —Negué con la cabeza como si no tuviera remedió, apreté las llaves de su auto en mí palma y le di un último beso antes de salir del driver room.
Me apresure a irme al estacionamiento, el hecho de no llevar bragas solo me hizo sentir más excitada. En cuando desaparecí por el estacionamiento semi oscuro intenté recordar donde se encontraba su auto. Abracé mi cuerpo un poco más para mantener el calor debajo de mí abrigo color rosa.
Cuando active el sensor del auto escuche el Beeb de su auto logre distinguir donde estaba. Inmediatamente corría hacía el para resguardarme del frío, el sol se había ocultado hace un rato, por lo cual el frío comenzó a hacerse presente. Solté un suspiro recargándome tranquilamente sobre el asiento.
Saqué mi teléfono para ver un poco de redes. Para ese momento ya había un millón de tweets sobre Asher y la carrera de hoy, carrera la cual ganó y que peleo hasta los últimos segundos su primer lugar.
Entre a twitter, lo primero que vi fueron unas fotos de la supuesta nueva relación de Ali con una francesa o algo así, a decir verdad, creo que solo fue una chica de una noche, ya que en ningún momento supe quién era.
Después había algunos tweets sobre la relación de mi hermano, relación la cual apenas había sido formalizada y todo mundo la amo, no puedo negarlo eran una ternura, solo esperaba que, así como ellos recibían un millón de felicitaciones y mensajes cariñosos así fuera con nosotros, porque mierda y más mierda, sabía muy en el fondo que no sería así.
El simple hecho de haberla cagado desde un inició cuando se filtró misteriosamente como me burle de Asher cuando perdió la carrera ya era un punto para que todo el maldito mundo me odiara.
La puerta del auto se abrió rápidamente, lo cual me causo un pequeño susto que casi me hace tirar mi teléfono.
—La llave por favor, creo que alguien del equipo vio que salí prácticamente corriendo— dijo con rapidez al mismo tiempo que me tendía la mano. No pude evitar reír, le di la llave del auto y con rapidez Asher encendió el auto. No dijo nada simplemente sacó el auto en reversa con una habilidad increíblemente perfecta, que si no fuera porque es piloto de formula uno creería que es una locura que alguien hiciera esto de una forma tan perfecta.
En menos de diez segundos estábamos fuera del estacionamiento.
—Ponte el cinturón de seguridad— ordeno con calma mientras hacía lo mismo. Movió la palanca dela auto tan rápido que el movimiento fue apenas perceptible ante mis ojos. Sonreí con algo de emoción al darme cuenta de la velocidad a la que íbamos y que esta solo iba en aumento.
Una de sus manos cayó sobre mi muslo y desapareció en el interior de mi falda. Su palma aún seguía fría contra mi piel helada.
—¿Tu casa o el hotel? —le pregunte a la vez que sus dedos tanteaban mi coño. Conforme pasábamos por los semáforos la escasa luz lograba iluminar un poco su rostro.
No había muchos autos y los pocos que había los rebasaba con la facilidad de un juego de video.
—Mierda, el hotel, no puedo esperar dos estúpidas horas para follarte— respondió. Negué con la cabeza mientras tomaba su mano para guiarlo e incentivarlo a tocarme.
—Ni yo puedo esperar tanto— murmuré mientras dejaba caer mi cabeza hacía atrás—puedes entrar por el estacionamiento subterráneo, después subiremos por el ascensor directo a mi piso— murmuré con la voz entrecortada a la vez que sus dedos entraban en mí.
—Parece que tenías todo planeado, sunshine— sonreí.
Claro que sí, una debe de saber cómo meter a su novio a escondidas a su habitación de hotel.
—Supuse que íbamos a necesitar un lugar donde follar, uno que no estuviera tan lejos— murmuré con dificultad.
En menos de diez minutos llegamos al hotel. Como le había dicho a Asher entro por el estacionamiento subterráneo, pronto bajamos del auto y nos dirigimos al elevador. No pude evitar tiritar de frío, Asher al notarlo paso uno de sus brazos por mis hombros y me pegó a su cuerpo. Sonreí levemente y me pegué a su cuerpo.
Pensé en que alguien podría ver su auto aquí, no obstante, no quería preocuparme por eso.
Entramos en el elevador, la molesta musiquita comenzó a resonar en las cuatro paredes. No pude evitar mirar nuestro reflejo en el espejo que había a nuestras espaldas.
La diferencia de alturas era notoria, su brazo aun rodeaba mis hombros pegándome a su cuerpo, mis mejillas se encontraban un poco sonrojadas. Asher al notar que miraba el espejo nos hizo girar.
—¿Te gusta lo que ves? —pregunto curioso mientras acercaba sus labios a los míos, sus brazos terminaron de envolverme por completo en un abrazo de oso. La sensación de estar entre sus brazos solo me hacía reafirmar lo estúpidamente bien que me sentía con él y que era eso que tanto había deseado tener durante años.
—Me encanta— murmuré con una sonrisa en los labios. Asher sonrió antes de besarme con pasión y deseo.
La música horrible del elevador desapareció conforme el movimiento de nuestros labios se hacía más salvaje, mientras cada uno intentaba devorar al otro.
Antes de que las puertas se abrieran hablé a la vez que me separaba de él.
—No pueden ver juntos— murmuré. Asher rodeo mis hombros nuevamente.
—Lo sé, ese es el riesgo de esto ¿No? —asentí levemente a la vez que las puertas del elevador se abrían.
Como dije alguien nos podía encontrar ahí, para nuestra suerte era una pareja mayor, ambos parecían tener más de cincuenta y al vernos su mirada se ilumino. La mujer me sonrió al igual que el que supuse que era su esposo respecto a cómo iban tomados de la mano.
Ni siquiera cruzamos palabras, pero no pude evitar sentir ternura por ambos.
Llevé a Asher hasta mi habitación sin decir ninguna palabra.
≫≫≫≫≫≫ ✧ ≫≫≫≫≫≫
Me levanté de la cama para ir por el teléfono de Asher, el cual no paraba de sonar desde hace media hora y ya me tenía cansada de tanto escuchar su tono. Lo tome encontrando el nombre de mi padre en la pantalla.
—Ten, ya me tiene cansada. Responde— le dije tendiéndole su teléfono. Asher soltó un suspiro y yo volví a acostarme a su lado. Su brazo rodeo mi cuerpo nuevamente.
Asher por fin respondió su teléfono y lo coloco en altavoz.
—Hola, Albert ¿Qué pasa? —
—Asher ¿Dónde estás? te hemos estado buscando durante horas— cuestiono mi padre casi gritando debido a la música y gritos eufóricos que se escuchaban de fondo por lo que supuse que estaba en la fiesta de celebración en la que se suponía que tenía que estar Asher, debido a que la fiesta era prácticamente en su honor.
Asher pensó un momento que decir.
—Tuve que regresar a mi casa— comentó Asher, pero eso no explicaba las cuatro horas que había desaparecido. Antes de que papá hablara nuevamente otra voz apareció en escena.
—No he visto a Chloe, ¿La has visto? No responde mis llamadas— era Magnus, reconocí su voz al instante.
Asher y yo nos quedamos más callados, si es que eso era posible.
—No. Creo que se fue antes de que terminara la carrera— respondió mi padre por encima de la música.
—Bueno, iré a buscarla a su hotel— respondió Magnus. No pude evitar abrir los ojos y me senté apresurada en la cama. Miré a Asher quien se encogió de hombros. En aproximadamente diez minutos o un poco menos Mag iba a estar aquí.
—¿Es muy necesario que vaya? —cuestiono Asher a la vez que se sentaba en la cama, yo me levante con apuración para buscar mi ropa, agradecí que nos habíamos bañado hace un rato.
—Si. Hay muchas personas aquí que esperan verte después de tu victoria en casa— respondió mi padre. Yo busque algo de ropa en mí maleta. Saqué mi ropa interior un pantalón flojo color negro y un corsé blanco de encaje. Me apresuré a vestirme mientras Asher hacía lo mismo.
—Bien, llegó más tarde— respondió para después colgar el teléfono. Ambos nos vestimos con rapidez. Intenté ponerme algo de maquillaje para que mis labios no se vieran hinchados por tantos besos.
—¿Vas a ir conmigo a la fiesta? —pregunto Asher sentándose en el bordo de la cama. Termine de pintarme los labios antes de acercarme a él.
—Posiblemente me vaya con Magnus— respondí mientras me acercaba a él, tomo mis manos entre las suyas y me dio una media sonrisa.
—Bueno, espero verte allá— respondió tranquilo. Asentí levemente —Mañana nos casamos— murmuró atrayéndome a él. Coloque una de mis piernas a un lado de las suyas quedando casi sobre él.
Sonreí. Los nervios volvieron a emanar de mis poros y mi corazón comenzó a latir con fuerza dentro de mi pecho. Era cierto, mañana a esta hora seguramente Asher estaría quitándome el vestido de novia para poder follarme.
—Por cierto— murmuró mientras buscaba algo en su bolsillo—Se me había olvidado entregarte esto— murmuró sacando una cajita pequeña. Mi corazón se detuvo por unos segundos al caer en cuanta de lo que podría ser.
Asher abrió la cajita antes de entregármela, mi corazón se detuvo unos segundos al ver el hermoso anillo que había en la cajita. Mi corazón latió con fuerza y no pude evitar sentir algunas ganas de llorar de emoción.
—Es hermoso— murmuré observando el hermoso diamante rosado de en medio. A un lado del diamante rosado había dos diamantes más pequeños de color amarillo. Asher lo saco de la caja y tomo mi mano para ponérmelo. Antes de poder decir algo los golpes a la puerta llamaron nuestra atención.
Mierda.
—Rápido, al baño— le dije a Asher. Me dio un corto beso antes de ir al baño y encerrarse allá.
Solté un suspiro y limpié mis palmas sobre mi pantalón. Me acerqué a la puerta y la abrí. Sonreí al ver a mi hermano.
—Hola, ¿Qué haces aquí? —le pregunte mientras me recargaba en el marco de la puerta. Sonreí amablemente. Llevaba su cabello rubio peinado hacía atrás.
—Hola, ¿No puedo venir por mi hermana para llevarla a una fiesta? —pregunto con curiosidad. Yo asentí levemente.
—Si —respondí tranquila, aunque en realidad mi plan más anhelado era quedarme a dormir y abrazar a Asher. Si lo pensaba bien mis planes perfectos habían cambiado muchísimo este año—Solo deja termino de arreglarme— le dije obligándome a dejarlo a pasar.
Me hice a un lado dejándolo pasar, él entro a la habitación y se sentó en la cama.
—Oye que raro, creo que acabo de ver el auto de Asher en el estacionamiento—comentó sin cuidado mi hermano a la vez que yo me delineaba los ojos. Me detuve por una milésima de segundo. no lo había dicho con sospecha ni nada de eso, solo había sido un comentario lanzado al aire, pero el hecho de tener una boda secreta mañana me ponía muy nerviosa.
—¿Qué no tiene casa aquí? —respondí haciéndome la loca, de reojo vi como asintió.
—Si, por eso creo que es algo raro, pero igual no me interesa, solo era un comentario— respondió con la misma tranquilidad. Asentí levemente y me apresuré a cambiar el tema de conversación.
≫≫≫≫≫≫ ✧ ≫≫≫≫≫≫
Asher
Tuve que ir a la habitación de mi madre por la mochila con ropa que le había pedido que me guardara aquí esta mañana, ya que mi plan principal había sido venir a darme una ducha a su habitación e irme directo a la fiesta, pero luego de ver a Chloe en el driver room mis planes cambiaron.
Así que ahora dos horas después apenas iba llegando a The Belmont, el lugar donde hicieron la fiesta de celebración. Las luces neón color verdes y rosas iluminaban el salón, había muchas personas, incluidas personas del medio, algunos actores y actrices rondaban por ahí y creo que por un segundo vi a Jake y Logan, también había inversionistas. En el centro del salón había una tarima con un Dj tocando música electrónica de buen ritmo.
Todo el mundo parecía divertirse aquí.
Me abrí paso entre las personas deseando no encontrarme con alguna persona que quisiera hablar conmigo, solo quería abrirme paso hasta la barra para pedir un trago. Cuando llegué a la barra con la mirada busqué a Chloe por todo el lugar, pero fue en vano, ya que no la encontré por ningún lado.
Le di un trago a mi copa y antes de que pudiera sacar mi teléfono de mi bolsillo la voz de Albert llegó a mis oídos.
—¡Hasta que por fin te veo, campeón! ¿Dónde habías estado? —sonrió al verme, traía una copa en su mano y por el tono cantarín de su voz deduje que también traía unos tragos encima. Se sentó a mi lado.
Si respondiera a su pregunta estoy seguro de que querrá castrarme.
—Estaba ocupado— mencione con calma, cabe mencionar que no me sentía nada bien mintiéndole al hombre que había confiado en mí para ponerme de regreso en un monoplaza, pero me decía constantemente que su estúpida regla no apoyaba a la causa.
—¿Ocupado? ¿Seguro que no has encontrado a alguna chica lo suficientemente perfecta para que no quieras venir a estas fiestas? —pregunto por encima de la música, no pude evitar reír por su comentario. Había dado justo en el punto.
—De hecho, si— respondí tranquilo, seguro que en estado de ebriedad en el que se encontraba para mañana por la mañana no recordaría nada.
—¡Si! —sonrió con diversión, era como si se estuviera divirtiendo demasiado, en realidad nunca había visto a Albert así de feliz lo cual era divertido —¿Y bueno? ¿Por qué no la veo a tu lado? —pregunto curioso. Me encogí de hombros levemente.
Porque me matas si me vez abrazando a tu hija.
—Bueno... no lo sé, alguien muy cercano a ella es capaz de cortarme en pedazos si me ve cerca de ella— él hizo un ademan restándole importancia, lo cual fue muy divertido ya que estaba hablando de él.
—Bah, pero que idiota, el amor es amor. Aquí entre nos yo he conocido a una mujer tan perfecta, pero estamos esperando a que la temporada termine para anunciar que estamos juntos— eso si no lo esperaba, menos de Albert, aunque creo que después de tantos años de estar solo no está mal que quiera rehacer su vida —Así que ve y dile al estúpido que no te quiere con ella que es un pendejo muy grande— nuevamente reí con cierta diversión.
Era demasiado gracioso que se insultara de esa forma sin saberlo. Minutos después termine charlando con personas que sabía quién eran, pero que en realidad no me importaba conocer. Me tomé algunas fotografías y luego vi unos minutos todas las fotografías de Instagram en las que había sido etiquetado en el lapso de una hora.
Para las tres y media de la mañana por fin había dado con él lugar donde estaba Chloe, pero, aunque haya querido acercarme en eso momento no hubiera sido buena idea, ya que Magnus y su novia estaban con ella y no se movían de ahí. Me había encontrado deseando salir de aquí e ir al hotel, esperar a que llegara y dormir las pocas horas que nos quedaban antes de volar hacía Apulia.
No mentiré, casi cinco bebidas después mis nervios por la boda habían logrado disiparse, cada vez faltaban menos horas para que todo se volviera más real de lo que ya era y a decir verdad me moría de miedo.
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25 de noviembre
Apulia, Italia.
Asher
Decir que estaba muerto de nervios era poco. No había podido dormir las escasas horas que tuve para hacerlo, de igual forma toda la emoción que recorría mi cuerpo no me permitía pensar en el sueño. Habíamos llegado a Apulia hace unas horas, mientras que a las personas que invitamos llegarían más tarde.
Mientras tanto Chloe y yo desayunábamos en la terraza de nuestra habitación. Había decidido alquilar una hacienda para estos días, cada quien tendría su propio lugar para quedarse sin ser interrumpido y además la fiesta también sería aquí, solo nos faltaba hablar con los invitados, ya que la forma en la que los habíamos hecho venir fue a base de mentiras y secretos.
—Dios fue demasiado divertido, fue la primera vez que vi a tu padre ebrio— me reí mientras terminaba de contarle a Chloe lo que había pasado en la noche. Ella negó con la cabeza divertida y picoteo su fruta.
—Lo imagino, recuerdo que cuando era pequeña y se embriagaba en casa con algunos de sus amigos terminaba cantando karaoke— comento divertida. No pude evitar pensar en una pequeña Chloe corriendo por la sala mientras se burlaba de su padre ebrio.
—¿Has pensado en tener una familia? —pregunte cambiando de tema radicalmente. Ella se detuvo y temí haber hecho la pregunta equivocada, pero su cuerpo seguía relajado y cuando levanto la mirada pude ver un destello de esperanza en ella.
—En realidad sí— afirmo con una sonrisa —Una pequeña, hermosa y mimada niña de cabello castaño oscuro y ojos azules— inmediatamente sus mejillas se encendieron.
—Una pequeña niña caprichosa... suena perfecto— sonreí para luego darle un sorbo a mi vaso de jugo.
—Sí, sería perfecto en unos años más, después de que haya disfrutado muchas cosas...contigo— sus mejillas seguían con ese color rojizo. Mi corazón se calentó ante esa idea inevitablemente deje un beso en su mejilla.
—Me encanta esa idea— murmuré a la vez que pasaba mi brazo por sus hombros atrayéndola a mí.
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Chloe
Nuestros amigos llegaron más tarde, los primeros en llegar fueron Niki, Deion, Lana y la tía Wils. Asher me dijo que iba a hablar con ellos, aunque le dije que yo quería hablar con Deion, por lo cual llevé a Deion a conocer la hacienda.
—Todo esto es increíble—comento ella fascinada. Ella se giró para verme, su guardaespaldas venía detrás de nosotras y no creo que venga exactamente solo para cuidarla. Alguna vez Asher menciono alfo sobre lo ridículamente estúpido que estaba por ella y en estos momentos no lo dudó ni un poco.
—¿Y bien? ¿Para qué nos trajeron realmente? —pregunto con curiosidad a la vez que nos sentábamos en una banca del patio.
Solté un suspiro buscando una forma no tan abrupta de decirlo. En realidad, ella me caía muy bien.
—Bueno...—comencé —Asher y yo... — Ni siquiera me dejó continuar, acercó las palmas de sus manos a su boca y soltó un chillido cargado de emoción, lo cual me hizo soltar una pequeña risa.
—Dios mío, van a tener un hijo— cuando dijo eso la miré como si tuviera cinco cabezas, inmediatamente negué con la cabeza. Ella soltó un suspiró tranquila—Lo siento, me excedí, fue lo único que me llegó a la cabeza, pero sino van a tener un hijo... ¡Se van a casar! —chilló emocionada y tomo mis manos entre las suyas para finalmente abrazarme.
No pude evitar sentirme más emocionada gracias a la emoción de Deion.
—Eso si es verdad— respondí con una sonrisa emocionada.
—Por eso nos trajeron aquí— cayó en cuenta, asentí varias veces dándole la razón. Ella volvió a sentarse como estaba antes, pero volteando hacía mí.
—Ojalá me hubieras dicho antes, hubiera traído un regalo para ambos— dijo ella con una linda sonrisa en su rostro. Me encogí de hombres restándole importancia.
—No importa, solo queríamos que las personas cercanas estuvieran aquí y bueno... tú me caes demasiado bien— una sonrisa cálida apareció en su rostro mientras que sus ojos tenían algo de sorpresa. Creo que nunca espero que le dijera eso, pero era verdad.
Desde el momento en el que la conocí en persona, cuando Asher me llevó a su comida y después de diez minutos de estar ahí me di cuenta de la razón por la que Asher aún mantenía una amistad con ella.
—Tú también me agradas demasiado— sonreí al escucharla. Una pequeña duda surgió en mi interior, siempre había escuchado la versión de Asher sobre porque habían terminado, pero una vez Ali dijo que por ahí rumoreaban que ella lo había engañado.
—¿Puedo preguntarte algo personal? —pregunté curiosa. Ella me miró y asintió—¿Por qué Asher y tu terminaron? Digo si es muy personal no respondas, solo es curiosidad— comenté.
Deion soltó una pequeña risa.
—Bueno, tranquila, es algo que ya paso hace unos años y realmente nunca me afecto como todo mundo cree— comenzó a hablar, el tono tranquilo de su voz me decía que era cierto. Yo escuche con atención.
» Bueno, para ponerte en contexto para nosotros oficialmente nuestra relación termino un año antes de que los medios se enteraran, sin embargo, mi manager creyó que era buena idea que aparentáramos seguir juntos, y luego yo conocí a alguien que me gustó mucho en ese instante, empezamos a tener una cierta relación extraña. Asher se enteró de una manera no muy buena y lo hablamos, él fue tan comprensivo, pero me dijo que ya no podíamos seguir con eso y tenía razón, así que una semana después arreglamos toda la historia que daríamos ante la prensa porque él no pensaba decir ante todo mundo que lo engañe y creo que siempre funcionamos mejor como amigos que como una pareja—
No podía creer que en realidad si fuera cierto lo que Ali me había dicho, aun así, creí que Asher era demasiado comprensivo, si alguien me hubiera hecho eso tal vez le hubiera lanzado un jarrón a la cabeza, a comparación Asher fue lindo si me lo preguntas una muy buena reacción. Sin duda ese hombre cada día me sorprendía más.
—Eso es... lo siento no sé qué decir— comenté. Ella me dio una sonrisa.
—Lo sé, un poco loco— antes de que pudiéramos seguir charlando entre nosotras su guardaespaldas se acercó.
—Señorita Carabalí, tiene una llamada de la compañía— comentó tendiéndole su teléfono. Su voz fue seria y fría, como si no tuviera algún tipo de emoción y aunque sus ojos parecen gélidos hay algo muy en el fondo.
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Miré mi reflejo en el espejo, el vestido se ajustaba muy bien a mi cuerpo, no era tan pomposo y grande como algunas personas lo deseaban. Era elegante y moderno con un escote bardot, las mangas eran de encaje con pequeñas piedras blancas. Mis clavículas quedaban expuestas y mi cabello iba suelto.
Deion había ayudado a maquillarme. Estaba muy nerviosa, ni siquiera había visto a Asher desde que despertamos.
Lana y Wils estaban en la habitación con nosotras.
—Sigo sin poder creerlo— murmuró Lana mientras se acercaba a mí. Me abrazo por la espalda haciéndome sentir calidez que solo alguien que ha sido madre, esa calidez que te brinda un hogar. Lana representaba eso; un hogar cálido al cual podías llegar después de un día malo.
Las noches que Asher y yo dormíamos juntos a veces le preguntaba sobre ella, siempre terminaba contándome cosas tan lindas y yo terminaba envidiándolo por tener una madre tan increíble como Lana y ahora estaba abrazándome el día de mi boda.
—Estoy muy sorprendida por todo esto, pero también estoy muy feliz por ustedes— inevitablemente después de escuchar sus palabras me gire para abrazarla fundiéndome en el cariño y calidez de sus brazos—Te vez muy hermosa— susurró a la vez que nos separábamos, tomo mi rostro entre sus manos cuidando de no tocar mi maquillaje.
—Estoy muy feliz de que ahora formes parte de la familia— sonrió con cariño. Mi corazón solo se calentó un poco más y quise abrazarla por horas hasta quedarme dormida.
—Yo también estoy muy feliz de ser parte—murmuré con una sonrisa.
Wils nos miraba desde el sofá, Deion y Ali entraron a la habitación unos minutos después con varias cosas en sus manos. Yo fruncí el sueño confundida.
—Bueno, en mi familia hay una tradición para cada que se casa alguna de mis primas— comentó Ali mientras Deion dejaba algo sobre el tocador —Primero es algo azul, lo cual significa dar el sí—explico Ali mientras Deion comenzaba a poner unas flores azules sobre mi cabello acomodándolas de modo que quedaran como una diadema. Yo me senté esperando a que ambos terminaran—Luego es algo viejo, lo cual significa no perder los orígenes— vi como Lana se quitó un brazalete, antes de poder decir algo ella me o puso y me sonrió con amor, así que no repuse nada —Algo nuevo, que significa el cambio, el futuro y el optimismo, lo cual eso sería tu vestido— comentó señalando mi vestido—Y por último algo prestado, eso simboliza todo aquello que la novia puede esperar de sus seres queridos— Ali me dio un anillo, el cual siempre le había visto puesto, solo se lo quitaba en las carreras.
Mi sentimentalismo estos últimos días me había ablandado el corazón más en este momento, así que casi lloré, pero no lo hice porque no quería que Deion tuviera que volver a hacer mi maquillaje.
Minutos después por fin iba a salir, la ceremonia apenas iba a comenzar. Tome unas cuantas respiraciones más antes de salir.
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Asher
Limpie mis manos en mi pantalón, esto era ridículamente increíble, hace unos meses si alguien me hubiera dicho que esto sucedería seguramente le hubiera que fuera al psicólogo o que se internara en un psiquiátrico porque eso nunca pasaría.
Pero estaba pasando, aquí y ahora, en este preciso momento Chloe caminaba hacia mí del brazo de Alain. Mientras que nuestros escasos invitados estaban sentados enfrente del altar improvisado.
Incluso creo que el padre estaba sorprendido de esta locura, porque cuando llegó me pregunto por los demás invitados y cuando le dije que solo eran ellos me miró sorprendido, aunque ni siquiera pregunto la razón de porque eran muy pocos.
Nuevamente limpie mis manos en mi pantalón. Chloe me sonrió cuando estuvo frente a mí. Se veía increíblemente hermosa, nunca creí verla en un vestido de novia, pero joder que preciosa se veía.
—Hermanos, hermanas estamos hoy reunidos aquí para celebrar la unión de estas dos almas que han decidido unir sus caminos para siempre— comenzó el padre con su típico discurso, en realidad no tengo idea si es típico, pero supongo que sí.
No pude evitar tomar la mano de Chloe cuando él comenzó a hablar. Ella me miró de reojo y sonrió.
Pasaron unos cuantos minutos, mi cabeza no dejaba de darle vueltas a la idea de que en unas pocas semanas todo esto dejaría de ser un secreto.
—Puedes empezar con tus votos, Asher— solo en ese momento levante la cabeza para ver al padre. ¿Votos? Sabía perfectamente lo que eran los votos, pero creí que eso solo se hacía en las bodas que hacían en la iglesia.
Tragué duro y me dispuse a hablar, mi mente estaba un poco en blanco, aun así, lo hice.
—Chloe, sé que desde el momento en el conocimos tal vez quisimos odiarnos, lo que en realidad fue imposible para mí, cada que me acercaba a ti esperaba no tener que pasar más tiempo contigo por miedo a encariñarme y aun así estoy aquí, tomando tus manos entre las mías con los nervios a flor de piel y una emoción más fuerte e inexplicable que la que siento cuando estoy en un monoplaza.
» Prometo amarte cada segundo que pase, aun cuando todo se complique y no quieras tenerme cerca, seré ese apoyo que siempre has deseado, seré el hombre que te consienta y te demuestre a cada minuto cuanto te ama, prometo recordarte siempre lo que nos hace únicos, porque a pesar de que primero vimos nuestros defectos aun así nos quedamos el uno para el otro. Prometo ser lo que siempre soñaste, sunshine— ella sonrió.
Trago con dificultad y sus ojos se cristalizaron por un microsegundo.
—Chloe, puedes continuar— habló el padre cediéndole la palabra. Chloe soltó el aire que retenía en sus pulmones.
—Yo... estoy muy feliz de tenerte en mi vida, Asher, no te imaginas. Creo que a pesar de ni siquiera conocerte ya tenías un lugar muy en el fondo de mi corazón, aunque tu ni siquiera lo supieras y a pesar de todo siempre pensaba en ti.
» McQueen siempre serás él hombre en el que piense una y otra vez porque te ganaste mi corazón de una forma tan fácil que ni siquiera pude impedirlo, prometo ser la mejor compañera de equipo que puedas tener, prometo abrazarte en cada día malo y decirte que el próximo será mejor, prometo estar ahí cada que ganes o pierdas para correr a abrazarte como si mi vida dependiera de eso. Prometo amarte cada día de mi maldita existencia Asher Truswell—
Ahora fue mi turno de sentirme tan halagado y feliz. Ignore la mirada furtiva que el padre le dio a Chloe por maldecir. Solo quería guardar esas palabras en lo más profundo del corazón, quería abrazarla en ese instante y llenarle el rostro de besos y murmurar en su oído cuanto la amaba. Porque maldita sea, aunque tardara tiempo en admitirlo me había enamorado de Chloe y en este momento podía decir que la amaba.
El padre concluyo con la ceremonia unos minutos después lo cual agradecí.
—Asher puedes besar a la novia—
La tomé de la cintura pegándola a mí y uní nuestros labios. enredo sus brazos en mi cuello y la alce un poco. Los pocos aplausos provenientes de nuestros amigos me recordaron que no estábamos solos, así que con pocas ganas de alejarme de ella lo hice. Hubo algunos flashes de teléfono apuntando a nuestros rostros a la vez que había felicitaciones y abrazos.
Aunque en realidad solo estaba concentrado en Chloe, en lo preciosa que se veía en ese vestido blanco y esas flores azules sobre su cabello ondulado.
Era perfecta y ahora era mi esposa. Solo para mí y en unas semanas todo mundo lo sabría.
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Decir que bebimos hasta perder la conciencia sería mentira, porque no lo hicimos, bebimos poco, charlamos entre nosotros y bailamos, luego de eso nos dejaron solos. Por fin solos.
—¿Ya me vas a quitar el vestido o no? —pregunto Chloe poniendo sus brazos en su cintura. Reí. Esa era una de las cosas que me gustaban de ella, la forma tan directa en la que pedía las cosas, sin tapujos y sin cohibirse.
Esa mujer ahora era mi esposa.
Sonreí y me acerqué a ella, pasé mi brazo por su espalda y la parte trasera de sus rodillas levantándola del suelo. Ella soltó una leve risita, paso uno de sus brazos por mi cuello y con su mano libre comenzó a aflojar el moño de mi esmoquin.
—Que guapo es mi esposo—comento con una sonrisa socarrona en sus labios a la par que terminaba de deshacer el moño para luego comenzar a desabotonar mi camisa.
—Y tu esposo no te dejara dormir esta noche—comenté mientras seguía caminando, desvié un poco la mirada hacía Chloe quien mordió su labio inferior.
—Pues espero que lo cumplas—respondió con esa misma sonrisa socarrona. Al llegar a la habitación ella me ayudo a abrir. Entre aun con ella en brazos y cerré la puerta con el pie. La baje dejándola sobre la cama, la cual seguía perfectamente tendida. Me quite el saco dejándolo de lado para luego acercarme a Chloe, quien antes de dejarme que me acercara a ella estiro su pierna dejando su tacón en mi pecho.
El vestido se deslizo un poco por sus piernas dejando a la vista su suave piel, sería una mentira si dijera que no la tengo dura en este punto.
Tomé su tobillo y comencé a desabrochar el tacón para luego sacarlo de su pie y tirarlo al suelo. Deje un beso en su talón y ella estiro la otra pierna para que repitiera el proceso, lo cual hice. Ambos tacones quedaron en el suelo junto con mi saco y aun así Chloe no me dejo acercarme.
—¿No vas a dejar que te toque? —cuestione con cierta preocupación a la vez que acariciaba sus pies. Una sonrisa burlona surco sus labios, me empujo con sus pies alejándome nuevamente y sin responder se levantó de la cama y se posiciono frente a mí.
Vi como ella sola bajo el zipper de su vestido para luego quitárselo por completo. Este cayó a sus pies dejando ver el conjunto de encaje que llevaba puesto y que sin duda alguna solo me la ponía más dura.
Relamí mis labios y barrí su cuerpo con mi mirada. Observe desde sus orbes azules, bajando por su cuello hasta llegar a sus pechos, donde a través del fino encaje blanco se podía notar sus pezones erectos.
Bajé por su cintura hasta llegar a sus bragas las cuales tenían un pequeño moño blanco en medio, recorrí sus piernas deseando tenerlas sobre mis hombros de una buena vez.
—Ya puedes tocarme— respondió a la vez que aclaraba su garganta. No dude en acercarme a ella para besarla de una vez por todas. Mis manos ansiosas recorrieron su cuerpo hasta llegar a su culo y amasarlo entre mis manos.
Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello pegándose a mi dejándome sentir sus tetas aplastándose contra mi pecho. Inevitablemente gemí entre sus labios. Sentí la sonrisa de Chloe.
Puso sus brazos sobre mi pecho alejándose de mí. La sonrisa permaneció en sus labios.
—Eres tan guapo—apreté el agarre en su cintura.
—Y tú eres demasiado preciosa, Chloe—
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Chloe
Mi corazón no sabía en mi pecho, no podía evitar sentirme tan emocionada y feliz. Me sentía eufórica.
Asher enterró su rostro en mi cuello, beso mi piel sensible, una de sus palmas se deslizo por mi pierna hasta llegar a la parte trasera de mi rodilla y alzarla para que estuviera alrededor de su cintura. Acaricie su cabello con pereza.
Tomo mi otra pierna y la llevó a su cintura. Deje que besara mi cuello mientras iba descendiendo hasta mis pechos. Se detuvo y me recostó sobre la cómoda cama.
Tiro de mis piernas atrayéndome al bordo de la cama. comenzó a besar mi abdomen y ascendió hasta el valle de mis pechos mientras yo soltaba uno que otro suspiro debido a sus labios.
Bajo mi sostén haciendo que mis tetas quedaran al aire, beso y chupo mis pezones dedicándole el tiempo necesario a cada uno mientras la habitación se llenaba de mis gemidos.
Agradecía que nuestra villa estuviera algo alejada de las otras, así nadie seria testigo de mis gemidos de placer.
Mis pezones estaban muy sensibles y Asher lo sabía. Sentía la humedad mojar mis bragas, estaba deseosa de que bajara hundiera su cabeza entre mis muslos y me hiciera gritar por los movimientos de su boca y lengua, pero también quería estar de rodillas frente a él y disfrutar de sus gemidos, de su brusquedad y su polla.
—Para— jadee deseosa. Asher alzo la cabeza muy confundido por mi acción repentina. Dejo de besar mi abdomen.
—¿Pasa algo? —cuestiono preocupado intentando esconder la excitación de su voz.
—Sí, Dios, Asher no soporto más, quiero que me llenes la boca— pedí o casi rogué no lo sé tampoco me importaba.
Una sonrisa llena de malicia decoro sus labios. Se levantó y me ayudo a levantarme de la cama.
—Bien, Sunshine. Ponte de rodillas y abre tu linda boquita— murmuró mientras se deshacía de su pantalón de vestir y zapatos.
Finalmente se sacó la polla del bóxer.
Estaba totalmente erecto y una gota de presemen escurrían por la punta. Relamí mis labios y me hinqué frente a él. Coloqué una de mis manos en su muslo y con la otra tomé su miembro.
Mis uñas color blanco relucían mientras comenzaba a masturbarlo con lentitud.
Pasé mi lengua por la punta, limpiando las gotas de presemen que tenía, hice círculos con mí lengua y Asher emitió un leve gemido.
Alce la mirada para encontrarme con la suya, sus ojos se veían más oscuros de lo normal invadidos por la lascivia.
Nuevamente pase mi lengua lentamente, pero ahora desde su falo hasta la punta dejando un claro rastro de saliva para luego masturbarlo otra vez.
—Maldita sea, como me encanta tu boca— murmuró entre un gemido cuando llevé su polla a mí boca, cubriéndolo de saliva y acunándolo en la calidez de la misma.
Comencé con movimientos tranquilos y muy lentos intentando llevarlo al borde de la locura, lo cual conociendo al desesperado de mi esposo era muy fácil.
Mi esposo. Qué lindo suena eso.
Asher gruño cuando volví a hacer círculos lentos con mi lengua sobre su glande. Maldijo y me tomo del cabello con brusquedad comenzando a guiarme. Gemí enviando vibraciones a toda su polla causando que él también gimiera.
—Que bien se siente tu boca— murmuró mientras me guiaba a chuparlo. Puse ambas manos en sus muslos. Sentía como mi coño se iba mojando cada vez más y mis pezones se ponían como piedra si es que eso se podía.
Gemí un par de veces y cuando por fin sabía que se iba a venir salió de mi boca y descargó su semen en mis pechos.
Ambos gemimos ante esa acción. Sin perder tiempo me ayudo a levantarme y me beso con fervor a la vez que magreaba mi culo.
Me tumbo sobre la cama y abrí las piernas por instinto.
—Asher— le llame mientras acariciaba mis pezones.
—Te escucho— murmuró observándome perdido en la lujuria.
—Te quiero con la cabeza entre mis piernas— pedí con una leve sonrisa coqueta. Asher sonrió y se hinco entre mis piernas comenzando a deshacerse de mis bragas.
—Lo que mi esposa desee— murmuró. Termino de quitarme las bragas dejándolas por algún lado. Gemí al sentir como besaba mis labios vaginales, los cuales estaban mojados por mi excitación.
Subí mis piernas a sus hombros y con lentitud paso su lengua por mis labios vaginales recogiendo algo de mis fluidos con la lengua.
Gemí inevitablemente y ante el primer contacto de su lengua tibia contra esa área me retorcí.
—Estas muy mojada, Sunshine, no sabía que chupármela te ponía así— murmuró a la vez que separaba mis labios vaginales con sus dedos, gemí nuevamente.
Me sentía tan mojada por una simple acción, sus dedos resbalaban fácilmente.
Nuevamente repaso su lengua recogiendo mis fluidos, pero esta vez me retorcí ante el contacto directo. Gemí su nombre y arqueé la espalda.
Su lengua comenzó a penetrarme y a robarme gemidos mientras me retorcía de placer.
—No te imaginas como disfruto comerte el coño, preciosa— murmuró ahora haciendo uso de sus dedos. Como respuesta gemí al sentir como me penetraba con estos y conforme más aceleraba el ritmo más me acercaba a mi orgasmo.
Su lengua volvió a hacerse participe y unos pocos minutos después gemí tan alto su nombre que mi garganta ardió. Asher no dejo de lamerme limpiando todos mis fluidos mientras yo recibía los espasmos del orgasmo.
Estaba muy sensible y a Asher le gustaba.
No perdió tiempo y comenzó a estimular mi clítoris con su pulgar mientras entraba lentamente en mi interior, gemí ante la irrupción de su polla y contraje mis paredes vaginales. Asher soltó un gemido.
—Se siente como el cielo— gemí mientras comenzaba a balancear sus caderas contra mí golpeando cada vez más fuerte y rápido, con cada estocada me robaba un gemido, sentía ganas de gritar tan fuerte por el éxtasis que sentía.
Gracias a mi sensibilidad post orgasmo sentía cada sensación él doble.
Me beso con fervor y tire de su cabello mientras seguía follandome con fuerza. Gemí su nombre una y otra vez hasta que me llevó al borde del orgasmo, pero no se detuvo.
Empapé su polla con sus fluidos mientras el seguía entrando cada vez más fuerte y profundo. Mi garganta se desgarraba con cada gemido y él no paraba.
Intentaba aferrarme de las sabanas, pero no tenía muchas fuerzas, su estimulo en mi clítoris persistía y luego mi vientre se tensó y otra nueva oleada arraso con todo a su paso.
Asher gimió y salió de mi interior mientras se corría en mi abdomen. Gemí al sentir el chorro caliente sobre mi piel. Se acercó a mí y me beso con fuerza para luego disminuir la intensidad de su beso.
—Te amo— murmuré contra sus labios con el cansancio detonando en mí voz.
Sentí su sonrisa contra mis labios.
—Te amo, preciosa.
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