Capítulo 17
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México City
Asher
El ambiente en México siempre es el mejor, muy festivo y alegre, parece que siempre están de fiesta y no es color sequía como todas las películas lo ponen.
Desde que llegamos al aeropuerto el ambiente fue otro. No se sentía igual de calor que en Singapur, pero no era del todo fresco, había olvidado lo que se sentía estar en tierras mexicanas.
Además, esta semana me ponía de muy buen humor, ya que teníamos demasiadas actividades interesantes. Primero hoy iríamos a ver un partido de Soccer, por la noche grabaríamos un video con Alain y su compañero sobre cocina mexicana. Mañana por la mañana iríamos a firmar autógrafos, a medio día haríamos comida típica mexicana con una Chef y por la tarde nos van a caracterizarán de catrines, creo que esa es la palabra.
—Me gusta México— le dije a Niki mientras caminábamos por el aeropuerto. Él asintió dándome la razón.
—Yo amo los tacos— comentó tranquilo. Nos íbamos a hospedar en el mismo hotel, así que nos iríamos juntos.
Y claro como el equipo no tenía mucha confianza habían contratado seguridad, ambos equipos, no solo el mío, siempre llevamos seguridad, no obstante, hoy se nota que vienen con nosotros. Media hora después de estar en el trafico llegamos al hotel.
Tuve que ir a cambiarme y a ducharme rápidamente, ya que teníamos que ir al partido de fútbol.
Me apresuré, me puse tenis y un pans cómodo junto con una camisa de Wagner y una gorra. Termine y tome mi chaqueta. Salí de mi habitación diez minutos tarde. Y sí, esta vez lo hice con intención de molestar a los alemanes que me esperaban en la recepción, ya que hoy si tenía ganas de molestarlos. Cuando llegué al primer piso vi a Magnus tomándose fotos con algunos fans mientras Chloe estaba sentada en uno de los sofás y Susan estaba junto a Magnus, viendo que todo estuviera tranquilo.
Llegué y me senté en uno de los sofás de una plaza, en cuando me senté las personas me observaron, terminaron de tomarse fotografías con Magnus y se acercaron.
—Asher, Asher, ¿Puedes firmarme la muñeca? —pregunto una chica acercándose mientras me tendía un plumón negro, sonreí levemente y asentí. Tome su muñeca con suavidad y destape el plumón.
—Me voy a tatuar tu firma— dijo ella, la miré sorprendido, de todos los años que he estado en la formula uno nadie nunca me había dicho esto. Así que me esmeré en hacerle la firma más perfecta que había hecho en mi vida y al final puse Con mucho cariño, A.T. McQueen 95.
—Envíame una fotografía cuando lo hagas, por favor— pedí amablemente y ella asintió con una sonrisa mientras se iba agradeciendo que le escribiera en su muñeca. Veinte minutos después terminamos con los autógrafos y fotografías y nos fuimos.
—Siempre tan impuntual— mascullo Chloe mientras caminábamos a la camioneta. Rodé los ojos, en parte extrañaba estas peleas, tenía que conformarme con esto, pues tal vez lo haría.
—Siempri tin impintuil—le arremede haciendo un ademán con las manos. Ella me dio un fuerte golpe en el brazo.
—¡Loca! —le dije mientras me sobaba el brazo. Ella rodó los ojos.
—¡Idiota! —respondió de la misma manera. Susan y Magnus voltearon a vernos, ya que ella había gritado. Chloe se encogió de hombros restándole importancia. Subimos a la camioneta y Susan comencé a conducir. Magnus iba a su lado mientras que Chloe y yo en los asientos traseros. Chloe abrió una mochila.
—Bien, estas camisas se las van a entrar a dos futbolistas con los que van a estar al finalizar el partido— comentó dándonos unas camisas polo como las que llevábamos puestas. Me dio mi camisa y luego le dio la suya a Magnus.
—Luego ellos les darán unas camisas, charlaran un rato e intentaran entablar amistad— la interrumpió Susan, quien sonrió a través del espejo retrovisor —No te preocupes, cielo, ese es mi trabajo— respondió Susan con una sonrisa superior en su rostro. Chloe sonrió de la misma forma, el ambiente fue cambiando drásticamente.
Magnus y yo nos quedamos en absoluto silencio.
—Pues a veces parece que es mi trabajo— respondió de la misma manera. En que le había hablado Susan. Ambas mujeres se quedaron en silencio Chloe con una sonrisa triunfal decorando sus labios y Susan con los brazos fijos y tensos sobre el volante. El ambiente se quedó igual de incómodo y nadie se atrevió a hablar para romper la tensión.
Tome mi teléfono dispuesto a ver publicaciones de Instagram.
Vi muchos tweets respecto a Lina y yo, sobre el fin de semana en Japón y todo eso que paso esa noche, que claro, todo lo que decían eran simples especulaciones.
—Y bueno, Asher escuche que estas saliendo con Carolina Da Silva— comento Susan mientras seguía las indicaciones del GPS. Me quedé en silencio unos segundos, vi de reojo como Chloe giraba levemente la cabeza hacía mí.
—No, solo somos amigos— comenté restándole importancia. Ella me dio un asentimiento.
—Supongo que comparten cama— menciono en voz baja y la miré como si tuviera cuatro cabezas. Ella se encogió de hombros.
—Si comparto cama con ella, no es un tema que entré en tus intereses, al final de cuenta es mi vida, no tuya— respondí intentando ser amable, no obstante, ella me lo impedía con sus estúpidos comentarios. No porque follamos algunas veces tiene ese derecho sobre mi vida. Nuevamente el silencio reino de forma incómoda, ahora nadie se animó a romper el silencio y lo agradecí tanto.
Media hora después llegamos a un estadio, estaba abarrotado de personas, todas llevaban camisas de los equipos, la mayoría usaban camisas verdes con el escudo de la Selección mexicana.
Esto sí es una afición, creo que lo mexicanos son los mejores aficionados que pueden tener los deportes, son cálidos y tienen unas porras que dios te sacan una sonrisa quieras o no.
Antes de bajar de la camioneta me puse las gafas de sol y la gorra, ya que el sol estaba en su punto más alto y por ahora no necesitaba más bronceado del que ya tengo.
Susan nos daba indicaciones mientras nos dejaban pasar al estadio. Algunas personas nos pedían fotografías y algunas otras ni siquiera nos reconocían.
Nos llevaron a una zona exclusiva, un palco privado, en pocas palabras el Paddock del Soccer.
Pasamos dos horas ahí, yo no entendía mucho el juego, a decir verdad, la mayor parte del tiempo la pase viendo twitter. Escuche a Susan hablar sobre los futbolistas con los que hablaríamos y también presencie como los hermanos Wagner comprendían a la perfección el partido y como lo disfrutaban y celebraban los goles de la selección mexicana. En esas dos horas también había llegado Alain, quien se encontraba gritando junto con ellos.
Claro, ellos son europeos y el mexicano, los europeos y los mexicanos comprenden el Soccer, yo no, prefiero el futbol americano aun así quería saber que era lo que Chloe le encontraba tan interesante a ese estúpido y para nada entretenido deporte. Alain y Magnus salieron del palco, dijeron que iban por bebidas y Susan se fue a responder una llamada importante.
—¿Qué tiene de interesante ver a veintidós hombres corriendo detrás de un balón? —interrogué mirando la pantalla de la televisión, lo dije lo suficiente bajo para que las personas que estaban adentró no escucharan y quisieran matarme por hablar mal del soccer. Chloe se giró. No me había molestado en prestar atención en lo malditamente bien que se veía hoy. Ella se encogió de hombros.
—La misma que tiene dar más de cincuenta vueltas a 3000 kilómetros por hora o la misma que ver a veintidós neandertales golpearse y quitarse un balón con forma de huevo— respondió con suficiente veneno para que fuera un comentario pasivo agresivo. Me encogí de hombros.
—Por lo menos soy yo al que observan y alaban cuando va a esa velocidad en el monoplaza— sonreí con cinismo. Su mandíbula se tensó.
—Te borrare esa sonrisa de un golpe— respondió en tono mordaz, solo hizo que sonriera más. Nunca me cansaría de molestarla, aunque ni siquiera estuviéramos juntos podría acostumbrarme a pelear con ella si eso significaba tener su atención.
—Anda, hazlo, te espero sentado— estire mis piernas y ella comenzó a dirigirse a mí con pasos decididos y la molestia tiñendo sus mejillas.
Dios esta mujer se ve muy sexi cuando está enojada. Antes de que llegara a mí se detuvo.
Magnus se puso a mi lado, me dio un vaso de Coca cola Light con hielo. Tomé el vaso y vi como Alain le daba un vaso a Chloe el cual ella no acepto.
—Voy al baño— le dijo a su amigo quien se ofreció a acompañarla para que no se perdiera. Magnus fue directo al balcón y se quedó de espaldas. En ese momento sentí un fuerte golpe en mi cabeza. Gire de inmediato y Chloe me mostro el dedo medio.
Le di media sonrisa y simulé como le mandaba un beso. Rodó los ojos y se fue.
Una hora después terminamos de ver el partido, nos llevaron directo a los vestidores. Según la información brindada por Susan ambos futbolistas eran conocidos mundialmente por ser de los mejores futbolistas del mundo.
Entramos y había personas grabando, no solo de WR sino también del equipo de Soccer.
Había dos hombres tal vez de treinta y tantos, aun llevaban los uniformes y estaban bebiendo agua. Ambos se levantaron de la banca, y nos saludaron con una sonrisa en los labios.
—Los estábamos esperando— comento uno de ellos, la forma más fácil de distinguirlos era por su cabello, ya que ambos eran muy, demasiado muy similares, posiblemente mellizos o gemelos. El de cabello rizado fue quien nos habló.
—Estábamos muy ansiosos por venir y conocerlos— Magnus fue el primero en saludar y en hablar. Estrecho la mano de ambos y luego yo los saludé de la misma forma y les sonreí, para este punto Alain ya no venía con nosotros, solo Chloe, Susan y los guardias que nos esperaban afuera.
La primera actividad fue jugar soccer, quienes me conocen de verdad saben perfectamente que yo y el Soccer no nos llevamos bien, si bien recuerdo hay en total cinco clips en YouTube de diferentes años donde juego Soccer y valgo mierda porque siempre me golpean o me auto golpeo con el balón.
—¿Les gusta el futbol? —pregunto Diego, el mellizo de cabello lacio. Negué con la cabeza y Magnus asintió. Ambos hermanos rieron.
—Tu eres de futbol americano— comento Darío el hermano de cabello rizado. Yo asentí.
—Bien, entonces hay que hacer equipos— opino Diego.
Al final me toco hacer equipo con Darío y a Magnus con Diego. Jugamos soccer y de no ser por mí hubiéramos ganado, ya que como dije, soy pésimo jugando futbol.
Como se prometió intercambiamos camisas y nos tomaron algunas fotografías. Para las seis de la tarde ya íbamos de camino al hotel.
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Como siempre llegué tarde, Chloe y Magnus me esperaban en la recepción del hotel para ir al Paddock a una de las cocinas que hay en el Paddock para preparar comida mexicana con Alain y Joshuer su compañero de equipo.
—Por fin— gruñó Chloe de malas. Ignoré su comentario y me limite a seguirlos a la camioneta, nuevamente el vació me invadió. Por la mañana me había mantenido tan ocupado que no había pensado en eso, pero ahora, no.
Chloe fue quien manejo hacía el Paddock, mientras Magnus iba poniendo música desde su teléfono. No mentiré quería rogarle que regresáramos, no obstante, tampoco quería ser un intenso y hacer esto más incómodo para ambos.
Me había dicho que necesitaba poner límites, comenzar a olvidar lo que había pasado y dejarlo atrás como si nada hubiera sucedido, pero se me complicaba demasiado, más cuando tengo que convivir con ella casi todos los fines de semana, esperaba que por fin cuando terminara la temporada poder sacarla de mi cabeza en esos meses de descanso, ya que dudo que tenga que verla igual se seguido que ahora.
Llegamos a la cocina de una de las zonas del Paddock, Alain y Joshuer ya estaban ahí. Muy poco había convivido con Joshuer, no obstante, no me caía bien, pero tampoco mal.
Chloe acomodó la cámara y los micrófonos. Debido a que esto era un "Vlog" ella los grababa y no los camarógrafos.
—Okey abrirán el video como normalmente lo hacen, luego Ali explicara lo que harán y comenzaran a hacer lo que tengan que hacer— comentó Chloe tranquila mientras acercaba una silla junto a la cámara. Alain ordeno rápidamente lo que utilizaríamos para cocinar.
Cabe recalcar que no cocino, solo se hacer café y cereal, por una razón contrate a un chef profesional.
—Okey, tres, dos, luces fuera chicos— Chloe sonrió, pero ni siquiera me miró y me sentí aun peor.
—Hola a todos, Magnus Aquí—
—Asher aquí— saludé a la cámara y como siempre tuve que aguantar la risa respecto a ese tonto saludo.
—Bueno hoy tenemos un nuevo video, como saben es semana de carrera en mi México natal— comenzó Alain —Y bien hoy vinimos a colarnos al video de Asher y Magnus—
—¿Qué vamos a hacer? —cuestiono Joshuer, Alain volteo a verlo como si tuviera cuatro cabezas.
—Cocinaremos chilaquiles—.
Mientras transcurría el video Alain nos indicaba que hacer, como hacerlo y nos explicaba un poco de la historia de los chilaquiles.
Se veían algo raro, pero según el son algo delicioso.
—Espero que les guste el picante— comentó mientras vertía algo de chile en la licuadora.
Media hora después los chilaquiles estuvieron listos y solo tuvimos que probarlo un poco ya que no podíamos comerlos debido a que mañana subiríamos al monoplaza.
Alain termino de preparar y emplatar. Para mi tenía un sabor muy perfecto, era demasiado delicioso y agradable para mi paladar.
—Es muy delicioso— murmuré mientras le daba un trago al vaso de agua para quitarme un poco el picor del chile. Magnus y Joshuer hicieron una mueca total al sentir el picor y no pude evitar reír. Ambos bebieron demasiada agua.
—Es muy picoso— se quejó Magnus mientras me burlaba de la forma en la que tomaba su garganta, como si eso fuera a calmar el escozor de su garganta.
—En fin, europeos— se burló Alain mientras comía un poco más de lo que habíamos cocinado. Yo también comí un poco más de los chilaquiles.
—A mi si me gustaron— murmuré.
—Bien ya basta porque nos indigestaremos— comentó el moviendo el plato lejos de nuestro alcance.
—¿Puedo probar? —interrogó Chloe levantándose de la silla. Alain asintió y le hizo una seña para que entrara en la grabación. Chloe entró a la toma y no pude evitar mirarla mientras se acercaba a la barra.
Comió un poco de los chilaquiles y al momento hizo un ademan, termino de comer y su rostro se tornó rojo y quise reír.
—Es muy picoso— se quejó y le pase mi vaso de agua al cual tomo con agradecimiento y le dio un largo trago hasta beberse toda el agua que contenía mi vaso—Dios mío está muy picoso— murmuró mientras iba a servirse más agua. —Oh por dios, ¿Cómo soportan eso? —interrogó bebiendo el contenido del vaso. Alain río y yo me limite a sonreír levemente.
En algunos momentos creía que nunca le agrade a Chloe en otros me decía a mí mismo que si lo había hecho, no obstante, siempre volvía a pensar lo mismo; que solo fingía agradarle.
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Chloe
Me encontraba realmente nerviosa, nunca me había sentido tan nerviosa y aunque mi terapeuta desaprobaba mi idea ya no había vuelta atrás, lo había pensado durante tres días y sí, claro que iba a hacer algo que pensé en tres días.
No sabía que más hacer y estaba demasiado ansiosa, nunca había estado así.
—¿Y si sale mal? —interrogué mientras revisaba lo que había en las maletas. Había suficiente ropa para una semana completa, sino es que más.
Ali rodó los ojos con diversión.
—Nada saldrá mal, tranquila, mejor concéntrate en lo que falta, la reservación de la casa donde se quedaran— comentó tranquilo, claro es el no es el propenso a recibir un rechazo muy vergonzoso. Solté un suspiro. Y me levante de la cama comenzando a caminar de un lado a otro.
Necesitaba tranquilizarme.
—¿Y si se molesta? —interrogué un poco preocupada. Ali me miro como si estuviera bromeando.
—¿Alguna vez te ha importado? — creo que no. Hice como si lo pensara un poco.
—La verdad no, pero estamos hablando de algo más importante— respondí intranquila.
Ali río. Saco su teléfono y busco algo.
—Por dios, mira esto y todos los comentarios— dijo mostrándome la pantalla de su teléfono. Tomé su teléfono y vi el video de YouTube que había subido hace algunas horas. Entre a los comentarios.
¿Han visto como mira Asher a Chloe?
También en el video donde Asher conduce un auto y Chloe va con él.
Su conexión es increíble, dudo que no se lleven bien.
Muy wattpad de su parte.
Por dios la forma en la que la mira.
Deje de leer lo comentarios y ni siquiera me digne a ver el video. No quería verlo o me pondría a llorar en este mismo momento.
—Bien, en caso de que diga que sí todo estará bien— murmuré.
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Las practicas iban perfectas para Magnus, pero para Asher no tanto debido a algunas modificaciones que hicieron en el monoplaza para que Magnus se sintiera más cómodo.
—Tengo poca visibilidad, mi asiento no está muy bien ajustado— lo escuche decir por la radio. Mientras tanto seguí buscando reservaciones en mi teléfono. Algunos tenían vistas muy hermosas, lo mejor es que todo estaba alejado de todo, no creo que a las personas les interesara mucho.
Pasaron horas hasta que por fin me decidí a escoger una casa bastante linda y perfecta si me lo preguntan, cerca de la naturaleza.
Cuando terminé con todos los preparativos me fui directo al hotel para seguir investigando cosas sobre Bali.
Pase horas encerrada en mi habitación de hotel buscando las mejores opciones de cosas que hacer y lugares que conocer, necesitaba que la semana que estuviera allá fuera perfecta.
También había hablado con papá sobre las dos semanas del receso que habrá, sobre que necesito descansar esas dos semanas y más mierdas como esas. En teoría si iba a descansar.
Encendí la televisión justo en el momento en el que estaban transmitiendo una entrevista.
Una entrevista donde el entrevistado era cierto piloto americano. Sabía que iba a tener esa entrevista, conozco toda su agenda, por lo menos en los fines de semana y cuando va al simulador. Le subí un poco el volumen a la televisión.
Quien lo entrevistaba era una periodista mexicana de Olympian Exclusive, Tara Castear.
—¿Y hablas español Asher? —escuche a la mujer preguntarle.
—Muy poco— respondió Asher en español, la entrevistadora soltó una risita y alce la vista.
Ella le sonreía a Asher y el parecía estar cómodo con su presencia.
—Bien, creo que a tus fans mexicanos les encantara escucharte hablar español— comento ella con una sonrisa.
—Oh, espero que sí, siempre es un placer venir a este país lleno de cultura y personas tan cálidas— comento tranquilo, nuevamente alce la vista a la pantalla de la televisión, vi cómo se acomodó mejor en el pequeño sofá individual.
Dios mío era muy sexi y guapo.
—Bueno pasando a las siguientes preguntas, como todos sospechan lo que pasa con tu vida amorosa, cuéntanos.
» ¿Sales con alguien? Ha habido rumores muy fuertes sobre que volviste con Deion, luego hubo rumores de que salías con una mujer rubia a la cual nadie supo quién era, pero un fanático afirmo verte con alguien en Mónaco y luego comenzaron los rumores con Carolina Da Silva—
Ese tema nunca era de mi agrado, en cierta parte me molestaba cuando le hacían esa pregunta a Asher. ¿Qué necesidad tenían de meterse en su vida amorosa?
Sentí una leve punzada en el pecho al esperar su respuesta, todo mundo sabía que en la carrera de Japón había pasado gran parte del fin de semana con Carolina Da Silva.
—Ya lo he dicho múltiples veces en diferentes conferencias y no, no salgo con nadie y respecto a los rumores de Mónaco son totalmente falsos— la mujer asintió sin borrar la sonrisa de su rostro.
Asher lucía bastante tranquilo. Y me molesto, me molesto también el hecho de que negara que estuvimos en Mónaco, pero lo hacía porque estaba bien, nadie podía saber que estuvo con alguien en Mónaco y pobre de la persona a la que tacharan de loca y mentirosa, pero es para un bien común. Creo.
Mi teléfono vibro sobre la mesa, vi que era un mensaje de papá en el grupo del equipo.
Papá
¿Alguien puede ir por Asher? Necesita llegar puntual a la sesión de maquillaje.
Me vi tentada a responder que yo podía ir por él. No lo pensé mucho.
Yo iré a comprar para cenar, puedo ir si quieres
Respondí despreocupadamente mientras me levantaba de la cama para buscar mi bolso y mis tenis. Me apresure a ponerme los tenis, una sudadera y una gorra. Ni siquiera espere a que respondiera cuando ya iba saliendo de mi habitación de hotel.
Mientras subía a la camioneta que había rentado para mí este fin de semana.
Vi que ya tenía una notificación de mi padre diciendo que si fuera por Asher. Me envió la dirección y comencé a conducir, ya estaba acostumbraba a manejar por calles desconocidas, además no era tan difícil si sigo las instrucciones del GPS lo único que no me gustaba era el volante que se encontraba del lado del piloto.
Maneje durante media hora por casi toda la ciudad, claro porque iba admirando todas las decoraciones que había del Día de muertos. México no celebraba Halloween, pero si Día de muertos y según Alain era una hermosa tradición a la cual asistiremos hoy.
Había altares y flores naranjas por las calles. Según lo que me había contado Ali algunas personas iban al cementerio a "recibir" a sus muertos, una tradición linda pero un tanto loca, no me imagino como pasaran toda la noche en el cementerio.
Cuando llegué al set donde estaba Asher salió solo con su teléfono en la mano. Ni siquiera levantaba la mirada, cualquiera podría intentar robarlo, el muy tonto había venido solo. ¿Quién carajos pudo dejar que viniera solo?
Rodé los ojos.
Toqué el claxon dos veces y el alzo la cabeza claramente asustado y quise reír. Baje la ventanilla.
—¡Apresúrate! — le grite. El me saco el dedo medio e imité su acción de ayer, le lancé un beso.
Asher se apresuró a cruzar la calle y subió a la camioneta.
—¿Ahora eres Uber o algo por el estilo? —cuestiono mientras miraba la pantalla de su teléfono, esa había sido una manía que había tomado desde hace unas semanas, manía la cual me molestaba porque sentía que no me prestaba atención.
Me relajé y me dije que estaba en todo su derecho de no querer hacerlo.
—A alguien deben de poner de tu niñera ¿No? — soltó una carcajada sin gracia.
—Siempre puedes decir que estar enferma y no hacer algo que te disguste— continuó. Me quedé en silencio mientras caía en cuenta que él creía que me disgustaba estar cerca de él. O sea, al principio me disgustaba, pero eso solo fue cuando nos conocimos, ni siquiera cuando termine con él me sentía disgustada, solo quería alejarme, pero mientras más lo intente más lo extrañaba.
—No me disgusta— respondí en voz baja mientras seguía manejando, ni siquiera así logré que despegara su vista de su teléfono. ¿Qué tanto veía?
—Ajá, díselo a alguien que te crea— respondió de forma mordaz. Recordé las primeras peleas que teníamos, el tono tan envenenado que usaba al hablarme y fue idéntico, me sentí como cuando mando a los guardias en Montreal.
—Te lo digo enserio— respondí nuevamente. Me quedé en silencio esperando su respuesta. Él se quedó callado.
El silencio reino entre ambos y tragué duro esperando una respuesta por su parte la cual no llegó. Pasaron diez, quince, veinte, treinta y cuarenta minutos, pero Asher no respondió a mi pregunta, su silencio fue una respuesta la cual no estuve dispuesta a aceptar.
Cuando llegamos al Paddock el bajó inmediatamente de la camioneta, pero antes de irse se giró.
—Chloe entiendo que me odies o que no me quieras cerca o te incomode mi presencia, pero cuando estemos solos no debes de fingir que aun te agrado, Nunca has tenido que fingir que te agrado solo para convivir—respondió con un deje de amargura.
Se giró y se fue dejándome sola en la camioneta. No me había dado cuenta de lo cruel que fui con Asher la última vez que hablamos. Tragué duro y solté un golpe contra el volante. Tal vez si hubiera tenido más tacto a la hora de hablar con él cuando fue a mi departamento no pensaría eso. Tome mi teléfono dispuesta mandarle un mensaje.
Ya no quería sentir esto, ya no quería estar así con él, necesitaba tenerlo cerca y dormir a su lado, escabullirme a su habitación por las noches o que él se escabullera a la mía. Extrañaba esos leves roces de manos que teníamos en los garajes o las miradas fugaces, también ir a su driver room antes de cada carrera y abrazarlo.
No fuimos solo sexo y me había tardado en aceptarlo por miedo de que me abandonara como lo habían hecho algunas personas que habían estado en mí vida, así como mi madre, pero Asher no era así y ahora estaba pagando mi error.
Tome mi teléfono dispuesta a mandarle un mensaje.
Hay que hablar, quiero arreglarlo.
En el instante en el que lo mande mi corazón latió con demasiada fuerza.
No hay nada que arreglar.
Tome una respiración profunda. Un nudo se formó en mi garganta y quise comenzar a llorar, sin embargo, intenté tomarlo de la mejor manera.
Todo tiene una solución, pero la solución no la iba a encontrar por las buenas de eso estaba segura.
Si no quería hablar por las buenas, íbamos a hablar a mi manera.
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Asher
Mientras nos maquillaban busque con la mirada a Chloe, pero no la encontré por ningún lado.
Me sentí mal por responder su mensaje de aquella forma, no obstante, me sentí molesto, pero quería verla, necesitaba verla y me sentí aún más frustrado en ese momento.
Sentí como comenzaban a dibujar con puntura negra por mi rostro, no habían puesto pintura blanca dado que el diseño que pedí no la llevaba. Sentía como la pintura resbalaba con facilidad por mi piel.
Tome un suspiro y le pedí a la maquillista que parara.
—¿Podría hacerme un favor? —interrogué con amabilidad, era joven y se veía razonable y esperaba no equivocarme al creer que puedo confiar en ella.
Ella asintió.
—Podría ir por una botella de agua al hospitality y ver si hay una mujer rubia de 1.70 de crop top rosa y pans gris, por favor— ella asintió sin decir más se alejó de mí para ir al hospitality de Wagner, donde había varios invitados por parte de Albert, junto con los fotógrafos esperando a que nos terminaran de caracterizar para poder comenzar con la sesión de fotos.
Cinco eternos minutos después regreso la maquillista con la botella de agua en mano, me tendió la botella.
—No hay ninguna mujer rubia con top rosa— respondió en voz baja, apenas audible para ambos. Asentí levemente.
—Gracias— le sonreí amablemente y ella asintió. Continuó dibujando sobre mi rostro tal cual lienzo de tela. Continuó maquillándome durante media hora más. Cuando termino se despidió de mí con la mano y me dejó un kit con él cual podía quitarme la pintura del rostro, también me explico cómo hacerlo.
Luego de eso fuimos a vestirnos. En mi driver room me esperaba una camisa negra de manga larga y un pantalón a juego. Me apresure a vestirme. Ni siquiera tuve tiempo de tomar mi teléfono porque los golpes a la puerta me lo impidieron.
Salí con rapidez del driver room y fui directo a la zona de pits.
Todo el circuito estaba decorado de una forma muy hermosa y colorida debido a la celebración de este fin de semana, Alain nos había explicado un poco ayer sobre eso, dijo que era una tradición que se remontaba desde años atrás la cual acostumbran hacer altares, poner ofrendas como comida, dulces y bebidas las cuales le gustaban al muerto.
También dijo que ponían unas flores naranjas similares a los dientes de león, pero con un nombre un tanto extraño. ¿Cimsuchiles? ¿Xochiplicos? No. Ninguna de esas. ¡Cempasúchiles! Ese, ese es el nombre correcto de las flores naranjas, muy largo si me preguntan.
También comento sobre un extraño pan, pan de muerto, dijo que era muy bueno, pero también suena algo extraño, creo que posiblemente es un chiste de humor negro o algo por el estilo.
Iniciaron la sesión de fotografías primero a cada uno. Después de veinte poses diferentes y cincuenta fotos en tres horas después me dieron un sombrero típico mexicano, tenía un diámetro bastante grande, además era color negro con algunos detalles blancos.
La sesión de fotos siguió, nos tomaron algunas fotos a Magnus y a mí juntos, unas dentro del monoplaza y otras fuera de ellos.
Para las diez de la noche estaba desmaquillándome en mi driver room para ir a la fiesta que habían organizado para nosotros. Me apresure a quitar todo el maquillaje, no sin antes tomarme unas fotografías para mi Instagram.
Me puse tenis cómodos y una chaqueta en vez de la camisa para estar más cómodo, luego me puse mi reloj y terminé acomodando mi cabello.
Salí de mi driver room y fui directo al hospitality. Entre y todo el ambiente era tranquilo, entre elegante y casual, la música era sumamente baja, apenas audible y tan suave.
Había muchas personas ahí dentro. Había rostros conocidos y rostros desconocidos. Algunas personas me saludaron y otras se presentaron conmigo, me contaron sobre sus empresas y otros sobre los posibles patrocinios que podrían brindarme, a mí, solo a mí, no a Wagner, estaban interesados en mí.
Esa noche obtuve algunos patrocinios gracias a mis buenas carreras, bueno, no conseguí totalmente, pero varias empresas estaban interesadas en que firmara un contrato con ellos.
Así que posiblemente para el domingo por la tarde no solo tendría un lugar en el podio, sino que también unos cuantos miles de dólares más entrando en mi cuenta.
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La visibilidad fue mi mayor rival este fin de semana, mi asiento estaba mal acomodado y si, estaba molesto con la persona a la cual se le ocurrió mover mi puto asiento, como si no estuviera perfectamente en el lugar correcto.
Solté un gruñido y deje el casco sobre el auto, ni siquiera salí de él, simplemente apoye mi cabeza sobre mis brazos que descansaban sobre el volante.
Solté un suspiro frustrado, ni siquiera quería salir del auto. De pronto sentí como me dieron un leve apretón en el hombro y alcé la cabeza encontrándome con Albert, me dio una mirada tranquila, como la que te da un amigo en un momento difícil.
—Vamos chico, sal de ahí, ven— murmuró mientras se quedaba tranquilo en su lugar. Obedecí lo que me pidió, salí del monoplaza y le entregué el volante a uno de los ingenieros.
—Lo siento, fue mi idea que movieran el asiento de los monoplazas, pero pediré que lo acomoden en cuanto antes. Asentí levemente aguantando las ganas de decir algo, mierda me sentía demasiado frustrado que tenía ganas de llorar, ni siquiera me había quitado el casco y dios juro que el auto no era la única razón por la que me encontraba frustrado.
—Okey— murmuré en voz baja. Nuevamente me dio un apretón en los hombros como si eso fuera a aliviar lo mal que me sentía. No mentiré, desee tener la confianza de poder contarle lo que me pasaba y pareció leer mi mente.
—Puedes confiar en mí, no importa si no se trata sobre el trabajo— me sentí mal inmediatamente, eso que dijo solo empeoro como me sentía, no podía contarle lo mal que me sentía por todo lo que había pasado con Chloe y el hecho de que el me diera su confianza de esta forma solo me hacía sentir peor por quebrantar la primera regla.
No te acerques a mi hija o te saco del equipo.
Ya ni siquiera me interesaba seguir en el equipo en el que siempre soñé si eso significaba estar peleado con Chloe o no poder expresar abiertamente lo que sentía por ella.
Cada minuto que pasaba sentía como mi corazón se hundía un poco más, como las palabras luchaban por salir por mi boca en momentos como este.
Estaba cansado y no podía seguir así o en algún momento tendría un accidente por no centrarme en lo que es primordial ahora.
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Atlantic City
Lena Truswell
—¿Has pensado que pasaría si nuestros hijos sintieran atracción entre ellos? —cuestione mientras terminaba de picar las verduras. Escuche un suspiro al otro lado de la línea. Comprendí que el tema no era de su agrado, sin embargo, debía de aceptar que todo puede pasar.
Baje el video de la televisión cuando una de las entrevistas de Ashie comenzó a reproducirse.
—No, por algo les puse una regla a ambos, conozco a mí hija, y conozco la reputación de Asher— no pude evitar rodar los ojos al oírlo, si mi hijo no es un angel de luz que nunca hace nada malo, no obstante, no podía decidir sobre los sentimientos de ellos. ¡Ja! Como que si el tuviera el poder de decidir sobre sus sentimientos.
—Si, seguro que tu puedes tomar las decisiones sobre tus sentimientos— murmuré un tanto molesta por su respuesta.
—Lana, ¿Acaso tu sabes algo que yo no? —negué con la cabeza como si pudiera verme, lo menos que quería era meter en problemas a Asher y Chloe, pero alguien debía de hacerle caer en cuanta a este hombre que podía pasar algo entre ellos si es que el destino es lo que quería.
—Por supuesto que no, Asher es mi hijo, pero no me tiene la confianza necesaria para contarme algo así— comenté tranquila. Nuevamente escuche su suspiro al otro lado de la línea, sé que muy en el fondo puede sospechar algo, más después de que me comentó sobre algo que le había dicho Magnus.
—Lo sé, pero no sé qué pensar, Magnus insiste en que hay algo entre ellos, pero ¿Has visto lo mal que se tratan? Hace días los escuche discutiendo después de grabar un video— comentó un poco más tranquilo. Dios. O son muy buenos actores ese par o solo dios sabe que es lo que pasa entre ellos.
—Pero sigues dudando por lo que dijo Magnus— comenté nuevamente. Si pudiera verlo juro que habría asentido.
—Sí, pero Asher es un buen piloto y un buen hombre—
—Lo sé, yo lo parí no tienes que recordármelo— comenté tranquila mientras vaciaba las verduras en la sartén
—He pensado en lo que pasaría si ellos tuvieran algo— comentó intentando sonar tranquilo, sin embargo, pude escuchar una leve duda en sus palabras.
» Cada entrevista, cada rumor que ha salido de Asher, hay alguien que afirma haberlo visto con una chica en Mónaco en las mismas fechas en las que Chloe estuvo de viaje, has tweets conspirativos que hablan sobre una posible relación entre ellos y ¿Has visto el último video de Wagner Racing? Cualquiera que vea cómo ve Asher a Chloe estaría convencido de que pasa algo—
Refuto un tanto frustrado. Mordí mi labio inferior y me sentí un tanto culpable por mentirle a Al, no obstante, mi hijo es primero y no iba a perder la confianza que me tiene por una relación la cual puede terminar en cualquier momento.
—¿Y has pensado que hacer si es cierto? — cuestione tranquila.
—Despedirlos a ambos— respondió sin más.
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México City
Asher
Apenas iba manteniendo el segundo lugar, mi visibilidad no me servía de nada y ya tenía dos advertencias gracias a los Track limits, solté una maldición cuando me dijeron que tenía una penalización de cinco segundos debido a los track limits.
Si no lograba alargar la distancia entre Alain tendría que cederle mi segundo lugar.
Estaba molesto, ni siquiera podía meterme en la pelea por el primer lugar, no tenía ritmo de carrera y se me complicaba demasiado ver bien el circuito.
Gire con fuerza el volante en la curva, cuidando de no salir de los limites.
—Cuatrocientas décimas, Asher— me informó mi ingeniero—No luches por favor, cuida tus neumáticos porque si no tendrás que entrar una tercera vez a los pits y saldrás por debajo del quinto lugar— solté un suspiro —Si bajas al tercer lugar hay una distancia de diez segundos entre Magnus y Alain—
—Okey— solté una maldición y me sentí aún más frustrado debido a tener que ceder mi lugar de ambas formas, podía cederle mi posición ahora o que me la quitaran antes de subir al podio.
Así que de mala gana y un poco molesto tuve que mover mi auto a un lado para no impedirle el pase a Alain cuando fuera a adelantarme.
Pise el acelerador cuando Alain me paso, podría cederle el lugar a otro piloto de la parrilla para beneficiarme de ello, pero no pensaba perder mi lugar contra mi compañero de equipo.
Dos vueltas más.
Pise el acelerador dispuesto a sacar una ventaja aún más grande entre Magnus y yo y mientras más aceleraba mi ingeniero me comentaba que la brecha entre Alain y yo se abría y se cerraba, pero la distancia entre Magnus y yo se abría.
Segundos después cruce la meta con el tercer lugar asegurado, con Niki en primer lugar y Alain en segundo.
La gran ovación hacía el mexicano inundo mis oídos en cuanto baje del monoplaza. Todas las personas gritaban y coreaban su nombre como si fuera una canción.
Nos pesaron y cada quien fue a saludar a su equipo.
Me dieron un fuerte abrazo.
—Muy bien, Asher, lo hiciste increíble a pesar de las condiciones en las que te encontrabas— felicito Albert. Le di una sonrisa de agradecimiento.
Concluí yéndome a la sala de pre podio. Tome mi botella de agua y deje mi casco a un lado. Me senté en el suelo frío disfrutando de la temperatura fría y fresca.
—¿Me dejaste pasar? —inquirió Alain al entrar en la sala.
—Sí, si te daba lucha tendría que entrar a los pits y mi posición iba a decaer peor— comenté tranquilo. El asintió.
Hablamos un rato sobre los rebases que hicimos un poco sobre las estrategias y de todo un poco.
Media hora después nos entregaron los premios y nos dieron un sombrero típico mexicano como él de las fotografías de ayer solo que con el logo de Pirelli y la bandera de nuestros respectivos países.
Nos entregaron los trofeos y luego llegó el momento del champagne junto con música de mariachis de fondo. Totalmente algo surrealista, el gran premio de México siempre es tan surrealista y maravilloso que me encanta, es de los mejores para mí.
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Horas después
—¿Han probado el tequila mexicano? —cuestiono Alain mientras estábamos en la barra del bar, la música latina resonaba por todo el lugar. Niki asintió, pero yo negué.
—Dios mío, ¿En dónde vives? —cuestiono Alain mientras pedía una botella de tequila. El barman no tardó en traer la botella con tres vasos se shots.
—Bien, esto es curativo por si no sabían, quita la tos y el dolor de cabeza— no pude evitar soltar una carcajada al escuchar la manera tan segura y divertida en la que lo decía.
Pasaron horas, ni siquiera vi a Chloe esa noche o por lo menos hasta donde recuerdo.
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