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Capítulo 16

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Chloe

—Dime Chloe, ¿Por qué temes a que alguien te abandone? —cuestiono amablemente la psicóloga mientras yo miraba las nubes que estaban pintadas en el techo de esa habitación de cuatro por cuatro.

Solté un suspiro y pasé las manos por mi rostro. Tenía exactamente veintinueve días viniendo a ver a la psicóloga que Ali me había recomendado. Lo decidí después de llorar durante dos días enteros. No deseaba seguir teniendo miedo de ser abandonada, no me gustaba sentir eso, en mi opinión es lo peor que he podido sentir a lo largo de mi vida

Ya habíamos hablado de este tema varias veces y apenas hoy me sentí un poco mejor para decirlo en voz alta. Después de cincuenta y ocho horas de terapia durante veintinueve días dos horas diarias apenas estaba logrando hablar de esto más fluidamente.

—Mi madre, ella nos abandonó cuando tenía doce años, se fue con su amante diciendo que vivir con mi padre y una vida como la de él era muy difícil, nunca se esforzó por saber de nosotros hasta hace dos años— murmuré mientras ponía mis manos entrelazadas sobre mi abdomen. Miré el techo durante varios minutos mientras escuchaba como la punta del pencil se deslizaba por el iPad de la doctora.

—Me da miedo que alguien me abandoné, cuando iba en la universidad tuve un novio o pensé que era mi novio, pero siempre pasábamos tiempo juntos y después de unos días lo vi con otra chica.

» Creí que iba a regresar conmigo, pero no lo hizo, nunca lo hizo, ni siquiera me llamo ni nada por el estilo, simplemente me dejo y todo lo que viví con mi madre revivió cuando él me dejo— seguí contando mientras ella me seguía escuchando.

Por dos horas ambas nos escuchamos hablar, ella respondiendo cada una de las cosas que yo comentaba ella me las respondía y aconsejaba de una buena forma, una que me reconfortaba.

Para cuando la sesión termino fui directo a WR, tenía que grabar contenido con Asher y Magnus, lo cual en realidad no me gustaba mucho la idea de compartir espacio con Magnus y Asher considerando que no habló con Asher.

Me senté a un lado de Magnus mientras Asher se terminaba de colocar el uniforme para el video que grabaríamos. Mis ojos curiosos no pudieron evitar mirar mirarlo. La forma en la que su uniforme se ajustaba a su cuerpo.

Aleje la mirada cuando él se giró. De reojo vi como tomo su teléfono, pero sentí su mirada sobré mí.

—Te mira mucho— murmuró Magnus muy bajo, apenas audible. Miré a mi hermano haciéndome la loca.

—Claro que no— murmuré.

—Prométeme algo, Chloe—pidió en el mismo tono, tomo una de mis manos entre la suya—No te metas con él por favor, no cedas a ninguna de sus estúpidas promesas, así son los tipos como él—  susurró. Mi mente se quedó en blanco durante unos segundos. Simplemente asentí y levanté un poco la vista hasta encontrarme con Asher, sus ojos color chocolate me observaron por milésimas de segundo.

Siempre he escuchado que dicen que los ojos de una persona son el reflejo del alma, no obstante, los ojos de Asher no eran un reflejo de su alma, eran una caja llena de recuerdos, sus ojos me recuerdan a las noches largas que pasamos juntos.

Aleje mi mirada de él como si quemara. No debía de darle importancia, simplemente no podía seguirle prestando atención, aunque parecía que todo mundo conspiraba en mi contra, ya que, aunque no quisiera prestarle no dejaba de atravesarse en mi campo de visión, en tweets, o en publicaciones de Instagram, incluso en la maldita televisión en algunos de los comerciales de patrocinios.

Y si me molestaba joder, porque, aunque mi corazón dolía necesitaba sacarlo de el de una buena vez por todas, no quería ver después algún encabezado diciendo que tiene novia o algo así y entrar en una depresión por algo que yo misma hice.

Minutos después mientras yo les decía a los chicos como acomodarse para las fotos, teníamos que tener nuevos posters promocionales para las próximas carreras, necesitábamos fotografías de ambos con sus banderas de sus respectivos países y por ultimo fotos juntos, como equipo, para darle a los fans más que hablar y que nos sigan aún más.

Últimamente los fanáticos están vueltos locos por un ship que se hizo viral gracias a un video de ambos donde sus manos se rozan. Y por supuesto su ship tiene nombre y este es Magsher. Siendo sincera estaba emocionada por molestar a Magnus con esto. Otra parte de mí deseaba molestar a Asher con lo mismo, pero me dije que ya no podía hacerlo.

Continuamos con la sesión de fotos y cuando por fin llegó la hora de tomar la foto de ambos juntos se miraron como si tener que abrazarse para una foto fuera lo peor en el mundo.

Tomaron las fotografías luego de eso ambos se quedaron hablando de algo que no pude escuchar, no obstante, me apresuré a irme antes de quedarme a solas con Asher. Había quedado con Ali de ir a comer, así que mientras más rápido me fuera mejor.

Salí de Wagner tan rápido como pude, me aproximé a la salida sin despedirme de las personas que había a mi alrededor, no me importaban.

Conduje durante varios minutos hasta que llegué a London Eye, busque el restaurante donde habíamos quedado y cuando por fin encontré un aparcamiento me estacione. Bajé de mi coche y me dirigí al restaurante. El cielo estaba completamente nublado y el aire frío y seco se colaba por mi abrigo color rojo.

Caminé durante unos cinco minutos hasta que llegué al establecimiento. Los aires cálidos de los calentadores me calmaron el frío. En la recepción vi a mi mejor amigo y me acerqué a su mesa, como de costumbre estaba solo, así que me apresuré y me senté justo a su lado.

—Hola—le sonreí levemente. Me regreso la sonrisa más tranquila que pude haber visto hoy.

Ambos comenzamos a charlar tranquilamente, le conté sobre mis últimos días y él me conto sobre los suyos. Comimos tranquilamente. Pasamos casi dos horas en el restaurante charlando tan de lo que nos había pasado estos días sin vernos.

Olvide por esas dos horas que mi mundo parecía venirse abajo cada día y que extrañaba a un piloto que ni siquiera parecía interesarse, lo cual debería hacerme feliz, pero no.

—Mañana es tu cumpleaños— Ali sonrió y me zarandeo con una emoción que no pudo contener. Siempre era así, cada que los cumpleaños de personas allegadas a él llegan, se emociona como si fuera su propio cumpleaños y cuando por fin llegaba su cumpleaños comenzaba a recordártelo todos los días de ese mes.

Es tan alegre siempre que me contagia esa alegría, tiene la personalidad de un Golden Retriever, solo con los que lo conocen muy bien y con gran parte de la parrilla. Aunque a veces parece alguien muy amargado no lo es.

—Lo sé— sonreí levemente. Mi cumpleaños no es de las mejores festividades, siempre lo celebro, no obstante, este año con tantas cosas que tuve en la cabeza ni siquiera recordé eso hasta ayer en la noche, por suerte mi amigo tenía algo planeado para ambos ya que él hacer una gran fiesta nunca fue opción debido a mi escasa lista de amigos, la cual se reduce a él.

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Al día siguiente

Desperté por los apresurados golpes de mi puerta, lo cual me pareció extraño, ya que no esperaba visitas, pero nunca estaba de más en que fuera mi hermano y mi padre. Me levante de la cama y nuevamente los golpes a la puerta no cesaron.

—¡Ya voy! —grite molesta mientras buscaba mis pantuflas. Antes de salir de mi habitación tomé mi bata y me la puse encima de la camisa que había usado para dormir, me quedaba demasiado grande ya que no era mía.

Me aseguré que la camisa no estuviera a la vista y fui a abrir la puerta.

El rostro totalmente molesto de la señora Smithz me recibió.

—Por dios jovencita todas tus bolsas estorban en el pasillo— se quejó totalmente malhumorada. La señora Smithz es una mujer de algunos cincuenta años que vive sola en el departamento de al lado, muy malhumorada para mi gusto y siempre me mira con molestia.

Bajé la mirada y vi las bolsas de regalos en el suelo, algunas tenían nombres de marcas que conocía. Me apresure a tomar algunas bolsas mi cerebro no proceso muy bien la información, solo recogí las bolsas del pasillo.

—Lo siento señora Smithz, no era mi intención— murmuré y me apresuré a meter todas las bolsas. En total eran 26 bolsas, los mismos años que cumplía hoy.

Algo dentro de mí se sintió feliz, antes de que pudiera abrirlos los golpes a la puerta llamaron mi atención nuevamente. Solté un suspiro y me acerqué a ella. Abrí la puerta nuevamente.

Me encontré con mi padre y Magnus. Papá traía un pastel en forma de corazón en sus manos color azul, el cual decía "Feliz cumpleaños, Ce" sonreí levemente. Magnus me abrazo primero con fuerza y me pegó a su pecho.

—Feliz cumpleaños Ce, ya eres un año más vieja— rodé los ojos y le di un golpe en el hombro. El rio. Nos separamos y papá le dio el pastel para poder abrazarme. Entro a mi departamento como si fuera suyo. Papá me abrazo con fuera y beso mi cabeza.

—Feliz cumpleaños mi niña— susurró mientras acariciaba mi cabello. Sonreí levemente y disfruté de estar entre los brazos de mi padre y me permití sentirme protegida durante los minutos que estuvimos así.

Cuando nos separamos Magnus habló.

—Wow, parece que alguien se ha adelantado para darte tus regalos— dijo Magnus sorprendido por todas las bolsas que había sobre mi sofá. Me encogí de hombros restándole importancia.

—Cortesía de Ali— sonreí levemente para hacer mi mentira más creíble, sabía perfectamente que Ali no me había mandado todos esos regalos. Había sido alguien más y si soy sincera no iba a rechazarlos, ya que no quería cruzar palabra con él y sabía que no iba a aceptarlos de regreso.

—Que buen amigo es— comentó papá mientras íbamos a la sala. Magnus no pareció tan convencido ante mi respuesta, pues a él le sorprende que mi mejor amigo y yo seamos tan cercanos sin tener sexo. ¡Ja! Como que, si todo se tratara de sexo entre hombres y mujeres, ridículo.

—Demasiado— sonreí levemente. Papá preparo el desayuno y como era de esperarse era comida alemana, no hecha al pie de la letra, ya que no tenía tantos ingredientes en mi alacena gracias a que no pasaba demasiado tiempo aquí.

Aun así, desayunamos mientras charlábamos tranquilamente. Mi hermano me recordaba algunas estupideces que hice de pequeña igual que papá. 

—¿Recuerdas que cuando tenías 17 eras fan de Asher? — mis mejillas enrojecieron inevitablemente, me sentí algo avergonzada de escuchar eso en voz alta y cubrí mi rostro con mis manos. Claro que recordaba eso, esa fue la razón principal por la cual papá impuso la regla que nos puso a ambos, y mi habitación en casa de mi difunta abuela es testigo de lo fanática que era de Asher.

Solté un suspiro y alejé mis palmas de mi rostro.

—No me recuerdes eso, por favor— pedí. Magnus me miró como si fuera culpable de algo, lo cual ignore.

Cuando me entere que iba a trabajar con él me emocione demasiado, pero cuando papá me dio las condiciones así que tuve que darle mi cara profesional a Asher y tener que intentar llevarme mal con él, aunque al principio me lo hizo muy fácil ya que desde que llegó tarde el día que lo conocí lo maldije veinte veces. —No sé en qué pensaba— murmuré. Aunque claro que, si se en que pensaba, pensaba en los campeonatos que podría ganar con ese potencial, seguí la carrera de Asher desde que iba en formula dos, donde gano tres campeonatos para ser exactos y luego consiguió un asiento en Oleen Racing.

Cuando tenía veinte años vi como en vivo y en directo como gano su primer campeonato, la forma en la que su equipo lo recibió, como lo felicitaron y la forma en la que sonreía, tan feliz y orgulloso de él.

Aleje a Asher de mis pensamientos enviándolo hasta el fondo de mi mente. No quería saber nada de él en este momento.

Para media mañana terminamos de desayunar y ellos se fueron porque tenían cosas que hacer.

Me senté en el suelo para abrir todas esas bolsas.

Comencé a sacar diferentes tipos de bolsas, de diferentes tamaños y colores, también había tacones tan hermosos y por dios tan caros.

Fue un total de ocho bolsos, cuatro Christian Dior y cuatro Chanel. Tacones fueron cuatro pares de tacones Saint Laurent. Cuatro pares de botas de diferentes marcas, pero muy hermosos. Un vestido color rosa con tirantes de perlas y otro igual, pero en color negro. Luego pasamos dos hermosos pijamas uno color tinto y otro color negro, no pude evitar morder mi labio inferior al verlas, eran hermosas.

Tome las últimas seis bolsas, eran pequeñas a diferencia de las otras y tenían distintos nombres. La primera era decía Tiffany&Co. Saqué la caja que había dentro de la bolsa, luego abrí la caja, había una cadena con la típica placa de corazón, la cual se veía hermosa. Sonreí levemente y saqué la siguiente caja de la otra bolsa, casi solté un chillido al ver un Tiffany Knot de oro rosa.

—Dios— murmuré algo impresionada.

Nuevamente la deje de lado y tome la próxima bolsa. Era Cartier, abrí la caja y solté un chillido absolutamente sorprendida. Oh por dios. Era un brazalete Juste Un Clou de oro diamantado. Dios mío. No dude en ponérmela en ese mismo instante. Tomé la siguiente bolsa, luego la caja y la abrí, era un reloj, ese no lo reconocí, pero era hermoso, solo sabía que era Cartier.

Tome la penúltima bolsa, me apresure a tomar la caja y la abrí con rapidez. Hice un sonido de exclamación era un hermoso anillo Caresse D'orchidées. Era totalmente hermoso y llamativo.

Tome la última bolsa mis manos temblaban de la emoción. Abrí la bolsa esta venía con una nota.

Necesitabas la colección completa ¿No?

Moví la bolsa escuché varios golpes de cajas chocando entre ellas. Fruncí el ceño y saqué tres cajas. Abrí la alargada primero. Era una cadena con dos anillos entrelazados, tenía el mismo diseño que mi brazalete Love. Luego abrí la caja más pequeña, saqué un anillo de la misma colección y por último los aretes.

—Oh por dios— murmuré y observé el brazalete que Asher me había regalado después de la carrera de Singapur. Aun no me lo había quitado y no quería quitármelo.

En cuanto terminé de ver todo no pude evitar tomar mi teléfono y enviarle un Gracias por todo. No obstante, paso una hora, dos horas y tres horas. No obtuve respuesta y me dije que era lo mejor.

Aunque en el fondo me sentí mal de todas las cosas horribles que le dije el día que vino a verme. Solté un suspiro y evite pensar en eso. 

Para las tres de la tarde estaba lista. Me había puesto el vestido rosa, no iba a desaprovechar esta oportunidad de estrenar lo que Asher me había mandado. Si lo había enviado era por algo.

Me puse perfume me maquillé e incluso alacié mi cabello, me puse los tacones Saint Laurent, accesorios, e incluso una de las bolsas que envió. Deseaba verme linda esta noche, más de lo normal.

Ali llego por mí casi a las cuatro, ¿Por qué los mexicanos son impuntuales? Ali es la única persona impuntual a la que puedo soportar en mi vida.

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Asher

—Ya comenzaron a especular sobre que tienes alguna supuesta novia por eso— señalo Niki mi brazalete mientras terminábamos de comer. Me encogí de hombros restándole importancia.

No me importaba, ni siquiera ahora, solo quería tener una comida tranquila con mi amigo, no necesitaba que me recordara a Chloe.

—¿Y Sue? —alce una ceja fingiendo curiosidad, el entrecerró los ojos. Lo comprendió.

—Ya entendí — murmuró con un asentimiento.

—¿Y Emporium? —interrogué mientras seguíamos comiendo. Se encogió de hombros.

—Contrato de dos años— afirmo con una leve sonrisa. Sonreí y le di un apretón en el hombro.

—¡Qué bien! me alegro por eso, lo mereces— le sonreí sinceramente. Era verdad, lo merecía esta temporada y las anteriores demostró ser digno del campeonato, en un futuro confió en que lo veré como campeón del mundo y de verdad eso espero.

Creo que a pesar de que los pilotos de formula uno tenemos un bastardo interno que nos hace ser egoístas en la pista siempre habrá algún piloto al que apoyemos y al cual queramos ver ganar.

—Gracias— sonrió —¿Y tú? ¿Ya renovaste con Wagner? —interrogó. Negué con la cabeza y empecé a hablar.

—Este fin de semana renovare— comenté tranquilo. Lo había pensado mejor estos días, había decidido renovar mi contrato ya que era lo que deseaba, quería seguir siendo campeón del mundo más temporadas y que mejor que con WR.

Dejaría de darle tanta importancia a Chloe y comenzaría a centrarme en mí, como antes de que nos lleváramos bien, eso era lo mejor para ambos. Pasamos unas horas más ahí, luego cada uno se fue a su casa ya que ambos teníamos cosas que hacer.

Cuando llegué a casa dejé mis llaves sobre la mesa de la entrada luego fui por mi iPad ya que había quedado en llamar a mamá.

Me acomodé en la encimera de la cocina, me coloqué mis audífonos. Comencé la llamada mientras comenzaba a acomodar la alacena, ya que estaba medio vacía y todo estaba desordenado, había preferido no hacer la compra de la semana ya que mañana tendría que irme a Japón.

—Hola— la alegre voz de mí tía Wils llamó mi atención y voltee a ver la pantalla de mi iPad. Sonreí al ver a mí tía sentada a un lado de mi madre.

—¿Es Asher? —escuche la pequeña voz infantil de Tanya, la hija menor de mi tía. Vi como mi tía asintió. Siguiente acto Tanya llego a los brazos de su madre. Me dio una sonrisa tímida, a pesar de que no nos veíamos demasiado le tenía un cariño ya que yo estuve el día que nació y algunas veces llegué a cuidarla mientras visitaba a mí tía.

—Hola Tay— sonreí. Ella me saludo con la mano.

—¡Hola Ashie! —sonrió abiertamente. Luego de eso simplemente se fue corriendo a alguna parte de la casa. Reí y me senté en uno de los bancos.

—¿Cómo están? —cuestione cruzándome de brazos. Mi tía sonrió ampliamente.

—Perfectamente cielo— pauso mamá y miro a tía Wils. —Tú tía quiere darte una noticia— asentí y miré a mí tía quien lucía algo nerviosa. Por ende, los nervios me invadieron en ese momento y pensé que sería lo peor.

—¡Ya tengo la custodia de los niños! —chilló emocionada y dio un saltó de felicidad. Los nervios se desvanecieron y sonreí mientras cubría mi rostro con mis manos. Solté una maldición.

—Mierda, casi me sacas el corazón— me queje mientras llevaba una mano a mi pecho. Juro por dios que algún día esa mujer haría que me diera un infarto.

—Que felicidad— sonreí— Me alegro demasiado tía, ¿Cuándo podrás llevarte a los niños a casa? —interrogué. Ella sonrió con suficiencia.

—Desde hoy, ya han empezado a traer sus cosas—después de media hora de hablar sobre los niños y que se mudarían a su casa.

—Yo pensaba en que podrían venir a verme a Austin, Brasil y Abu Dabi— comenté tranquilo mientras recargaba mi barbilla sobre mi brazo. En verdad tenía demasiadas ganas de que ambas fueran a esos premios, una porque Austin es mi premio de casa, Brasil, nunca han ido a Brasil y Abu Dabi porque ahí seré oficialmente el campeón del mundo.

—Yo no sé si podré ir a todos, pero seguro a Austin si— respondió mi tía con un deje de tristeza. Mamá la miró con una leve sonrisa.

—Tendré que pedir esos días desde ya, pero si iré, Ashie —mamá sonrió y asentí levemente.

Duramos varias horas hablando o bueno ellas indagando sobre mi escasa vida amorosa la cual estaban interrogándome. Mi tía Wils me pregunto sobre los rumores del Paddock que veía en twitter y luego mamá le contó sobre Chloe y ambas me hicieron una pequeña burla que no les duro ni diez minutos cuando les dije que ella había decidido dejarme.

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Al día siguiente ya estaba en Japón, el horario comenzaba a afectarme, nunca terminaría de acostumbrarme a eso.

Cuando llegamos eran las siete de la noche del jueves, ni siquiera alcanzamos el jueves de Paddock ya que el miércoles Albert decidió que no nos iríamos ya que era el cumpleaños de Chloe y no importaba demasiado si nos perdíamos el jueves de Paddock.

Así que cuando llegamos fuimos directamente al hotel. Parte de mi equipo venía conmigo, supuse que Albert y Magnus ya estarían en el hotel.

Este fin de semana era importante para el equipo, ya que si le iba bien a Magnus nos consagraríamos con el campeonato de constructores.

Susan venía conmigo hoy, ya que era posible que parte de la prensa estuviera en el hotel o en el aeropuerto y supongo que ella cree que no puedo manejar mis palabras a la hora de hablar frente a la prensa, ¡Ja! Como que si no tuviera casi diez años de experiencia.

Susan iba hablando sobre la carrera pasada en Rusia un poco de mi rendimiento y no sé qué mierdas más, simplemente respondía con monosílabo mientras veía algunas historias de Instagram en mi teléfono.

—Creo que si tuvieras una motivación mucho más fuerte que el campeonato— fruncí el ceño y la miré de reojo. Negué con la cabeza. Como que si ella supiera que es lo que pasa en mi vida.

—No necesito una motivación más fuerte, he ganado campeonatos durante años solo con eso y el apoyo de mi equipo, así que no hables por hablar, por favor— respondí tranquilamente, mientras seguíamos caminando por el aeropuerto, para mi suerte no había paparazis ni nada por el estilo.

Media hora después ya estaba descansando en mi habitación de hotel mientras miraba el techo. Silencie mi teléfono al escuchar las notificaciones que comenzaron a llegar, la mayoría era de los fans comentarios sobre que ya había llegado a Japón.

Mis ojos comenzaron a cerrarse minutos después. No obstante, una llamada a mi teléfono me hizo tomarlo al instante.

Vi el nombre de Chloe en la pantalla, mi corazón se detuvo por unos segundos, fruncí el ceño y respondí la llamada.

Sentía que él corazón se me iba a salir por la boca.

—Hola— respondí de forma neutral.

—Te veo en recepción en diez minutos, vamos a salir— fruncí el ceño y antes de que pudiera decir algo me colgó.

Fruncí el ceño y pensé en no ir. ¿Quién se creía para dejarme y luego volver a hablarme como si nada? estaba dispuesto a no ir, sin embargo, la curiosidad de saber qué quería me invadió. Me levanté de la cama y me di una ducha rápida para luego ponerme unos jeans negros y una camisa de manga larga blanca.

Estaba muy nervioso y quise darme un golpe para tranquilizarme, respiré profundamente para poder calmarme de una buena vez.

Una leve chispa de esperanza creció en mi interior y me deteste por eso.

Baje quince minutos tarde. Había algunas personas en la recepción. Vi a Chloe de espaldas mientras veía su teléfono. Me acerqué a ella. Mi corazón latía con fuerza y retumbaba en mis oídos, mis manos temblaban un poco y quise regresar a mi habitación.

—Ya estoy aquí ¿Qué pasa? — interrogué intentando mantenerme tranquilo. Ella se giró quedando frente a mí.

Su mirada fría me hizo tragar duro.

—Quince minutos tarde— se quejó bastante molesta. Fruncí el ceño y antes de que dijera algo volvió a hablar —Apresúrate, vamos tarde y nos están esperando— nuevamente puse cara de confundido.

—¿Esperando? —

—Si idiota, vamos a hacer la sesión de fotos hoy— todas mis ilusiones cayeron frente a mí tal cual cristales rotos, incluso algo sonó como el cristal quebrándose, Oh claro, eso fue mi corazón. Me quedé en silencio y la seguí hasta la salida del hotel.

Me sentí tan avergonzado y estúpido en ese momento que no sabía dónde meterme de lo mal que me sentí. Entre en la camioneta sentándome a un lado de Chloe, para terminar de joder mi noche.

Deje de lado los sentimientos que tenía encontrados en ese momento, como cuando lo hago a la hora de subirme a un monoplaza.

Durante todo el trayecto me dedique a escuchar a los fotógrafos y a Chloe quien decía dónde y cómo iba a ser la sesión. Mientras eso pasaba aproveche para ver algunos de los tweets en los que había sido mencionado, algunos eran memes, otros de ánimo por la carrera pasada, otros con teorías de las posibles mujeres con las que podría estar saliendo. Me detuve en ese.

Leí con atención.

Ya que muy recientemente ha habido mucha controversia sobre la posible relación de Asher, he aquí las posibles candidatas.

-Deion Carabalí (Modelo)

-Kenya Grissaldi (Modelo)

-Carolina Da Silva (Modelo)

Tomando en cuenta que ya antes se le ha visto con estas tres mujeres y últimamente se le ha visto muy seguido con su Ex novia Deion, la famosa modelo de Lewis Leus.

Quise reír al ver las posibles mujeres con las que supuestamente podría estar en una relación. Era gracioso que con las últimas dos mujeres solo me vieron dos veces por lo mucho y solo con Deion fue la única con la que si tuve algo. Kenya y Lina eran mis amigas.

Tomé una captura de pantalla y se la envié a Deion.

Pasaron unos minutos más y llegamos.

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Cuatro largas horas de estar posando a media avenida para las estúpidas fotografías que subirían a la cuenta de Instagram. Para las doce de la noche ya íbamos de regreso al hotel. Mis ojos comenzaban a cerrarse y recargué mi cabeza en el vidrió de la camioneta. En algunos breves momentos sentía la luz de las farolas o edificios golpeando mi rostro.

Sentí como alguien me removía en el asiento. Solté un suspiro y tallé mi rostro.

—Ya llegamos, despierta— la suave voz de Chloe resonó en cabeza y me cuestione si no estaba soñando. Abrí los ojos lentamente y apenas pude visualizar el rostro de Chloe.

—Ya voy— murmuré. Me apresuré a salir de la camioneta. Chloe ya había salido de la camioneta. Me apresuré a entrar al hotel y luego fui directo a mi habitación, no quería saber nada más del mundo, no por hoy. Solo necesitaba apagar mi cerebro durante unas horas para mañana estar al cien y ganar la carrera.

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P1 en las practicas, con ritmo de carrera y buenos tiempos. Me apresuré a salir del monoplaza, cuando por fin estuve fuera me quité el casco y la balaclava. Mi entrenador tomo mi casco y mi balaclava, me dio mi botella de agua y le di un trago.

Tome aire mientras intentaba recuperarme de esa hora en el auto. En total hice 30 vueltas perfectas. Salí del garaje para respirar aire fresco, le di varios tragos a mi botella. Tan pronto como puse un pie afuera los periodistas llegaron como los tiburones cuando huelen la sangre en el mar.

—Asher, ¿Cómo crees que te ira mañana? Hemos visto que te sientes muy cómodo en el auto— comentó una mujer mientras me miraba, acerco el micrófono un poco hacía a mí.

Aclare mi garganta.

—Bien, me ira bien, espero que me vaya bien y me he sentido genial en el monoplaza, está perfecto para mí, me siento muy cómodo a comparación de cómo me sentía en Sochi— respondí tranquilo. Ajuste mi gorra para que el sol no golpeara de lleno mi rostro, no quería estar más bronceado de lo que ya estoy.

Otra periodista se metió en la conversación.

—Y bien Asher, cuéntanos, ¿Qué tan cierto es que ya tienes novia? Hace unos cuantos días hubo una persona en Twitter que afirmo verte en Mónaco con una mujer— ni siquiera me inmuté, me mantuve tranquilo y sereno para no demostrarles que era cierto.

—Todos los rumores son solo eso, rumores. Por el momento no hay ninguna mujer en mi vida, estoy centrado en ganar el campeonato de pilotos, no en conseguir pareja— respondí tranquilo, mientras ellos escuchaban atentamente. La misma periodista que me hizo esa pregunta me miró con cierta duda, como si no creyera del todo en lo que le decía.

No me interesaba.

Me dispuse a regresar al garaje.

Estuve durante unas horas viendo los datos de las arrancadas y la velocidad en pista, todo estaba bien, aun así, sentía la necesidad de entretenerme en algo, de mantener mi cabeza y mis pensamientos alejados de alguna otra cosa.

Por la tarde tuve la segunda practica libre. Mi equipo de me dio luz verde diez minutos después, cuando por fin tuvieron mis neumáticos listos. Salí del Pit Lane a la velocidad permitida, frente a mí salió Cox y me vi en la obligación de frenar repentinamente.

—¿Qué le pasa? —cuestione por la radio. Pudo ocasionarnos un accidente a ambos.

—Lo reportaremos— respondió Albert. Bufé y salí de la calle de pits, cuando estuve en el circuito aceleré para apresurarme a dar la vuelta de calentamiento.

Esquive a algunos autos que estaban a mí paso y cuando llegué a la recta sentí como mi monoplaza tomó más velocidad.

Conforme más vueltas metía podía ver como la luz comenzaba a descender drásticamente.

—Posible lluvia en diez minutos— avisaron por la radio.

—Okey—

Nuevamente cuando la lluvia comenzó salí de pista, con veintidós vueltas y los mejores tiempos. 

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Domingo
Chloe

La lluvia no cesaba, era una espesa capa de agua que no dejaba mucha visibilidad, los pilotos seguían corriendo, algunos sus neumáticos se deslizaban drásticamente sobre el asfalto húmedo, el olor de los neumáticos se dispersaba en el ambiente y se mezclaba con el del asfalto mojado.

Los fanáticos gritaban con emoción mientras veían la carrera, mientras yo intentaba mantener mis nervios a raya. Magnus iba Noveno y Asher venía atacando a Charlie, quien iba primero.

Cada intento de rebase por parte de Asher me ponía la piel de gallina y cada que veía que sus neumáticos estaban a punto de encontrarse mi corazón se detenía por esas decimas de segundos y cuando se abría espacio entre ellos volvía a respirar tranquilamente.

Podría querer odiar a Asher con el que me acosté, pero no al piloto que ahora mismo estaba peleando por el primer lugar.

Llegaron a la curva, Asher se movió levemente, como si fuera a hacer rebase por fuera, Cox se movió ante ese movimiento y Asher se metió por dentro. Todo se quedó en silencio al ver que Charlie y Asher iban a la par, neumático con neumático, bien podrían saludarse. Mi corazón se detuvo al ver eso. Solo podía pensar en que Asher lo adelantara. Cuando salieron a la recta Asher empujo aún más saliendo en primer lugar. Todo cobró vida nuevamente el lugar exploto en gritos de felicidad y canturreos con su nombre.

Quise unirme a esos vitoreo y gritos de felicidad, pero me quedé tranquila observando la pantalla del Paddock.

Cuando observe la tabla de posiciones me di cuenta que mi hermano había ascendido al quinto lugar, no supe en que momento, ni como lo hizo, pero seguro que fue cuando estaban captando el rebase de Asher.

Esa tarde Wagner Racing se consagro como campeón de constructores. Magnus fue piloto del día, ya que empezó en la veinteava posición y termino en segundo. Por otro lado, Asher seguía robándose toda la atención, pues le anteceden seis campeonatos mundiales.

Mientras todos se acomodaban para la foto grupal yo estaba con los fotógrafos. Mi padre se acercó a mí.

—Ven vamos, también eres parte del equipo— me encogí de hombros restándole importancia.

—No traigo la camisa— comenté encogiéndome de hombros.

Mi padre le hizo una seña a Magnus para que se acercara. Este traía la que decía Word Champions encima de su traje.

—¿Tienes una camisa para tu hermana? —Magnus me miró y negó con la cabeza.

—Están sucias— respondió tranquilo. Mi padre suspiro. Magnus regreso con él equipo y luego mi padre llamo a Asher.

No, no, no.

Asher termino de acercarse, su cabello estaba perfectamente despeinado y húmedo debido al casco, la lluvia y el sudor. Llevaba su uniforme a media cintura y encima de la playera de manga larga negra de Wagner llevaba la camisa de World Champions. Lucía demasiado bien, no entiendo como los pilotos pueden verse así de guapos (más Asher) post carrera.

—¿Tienes alguna camisa limpia que le prestes a Chloe? por favor— pidió mi padre y me sentí como una niña pequeña. Asher me miró por milésimas de segundos.

—No— pauso y solté el aire que retenía en mis pulmones —Pero creo que en el Driver Room está la camisa limpia de Singapur—

Singapur. Ni se siquiera lucía afectado o algo por el estilo. A mi cabeza regresaron los recuerdos de la última vez que fue a mi departamento y me sentí mal por tratarlo así. Alejé esos pensamientos de mi cabeza y me concentré en este momento.

—Perfecto, esa servirá— Asher asintió.

Minutos después me entregaron la camisa. La vi antes de ponérmela sobre mi camisa de manga larga. Tenía un siete en la parte media bastante notorio. Encima del siete decía World Champion. Asher Truswell 95.

Tomé un leve suspiro y me puse la camisa. Me quedaba bastante grande, como todas las camisetas de Asher. Me fajé la camisa y me la acomodé perfectamente.

Cuando me giré me encontré con una escena de niños pequeños, todos tenían pistolas de agua en sus manos. Los miré con diversión. Me uní al grupo de la foto y quedé en medio de mi padre y Asher. Ambos evitamos tocarnos en ese momento, lo menos que queríamos era tener algún tipo de contacto.

—¿Para qué son las pistolas de agua? —interrogué confundida. Era una total escena de niños pequeños, nada apto para adultos, aun así, me tomaría la foto y huiría antes de que me mojaran.

Tomaron fotografías y videos. Luego de eso intente alejarme, pero Magnus me tomo del brazo y todos comenzaron a disparar agua unos a otros. Tan pronto como el agua fría comenzó a mojarme solté un chillido e intenté irme. Me alejé de todos ellos y vi cómo se lanzaban agua, lo mucho que se divertían los unos a los otros.

Cuando el agua se les termino de las pistolas nuevamente se tomaron algunas fotos. En cuanto eso paso me quite la camisa de Asher y el frío abrazo mi cuerpo. Vi como Asher venía en mi dirección y sonrió de forma linda, mi corazón se detuvo y me pregunté si me sonreía a mí. Todo se fue a la mierda cuando paso por mi lado sin prestarme atención. 

—Pensé que no vendrías, perdón por hacerte esperar— escuche a Asher, no me gire.

—Te dije que vendría— era una voz femenina a la cual no reconocí y la curiosidad me invadió por girarme, sin embargo, no lo hice.

Magnus se acercó a mí.

—Entrégasela a tu compañero— le puse la camisa en el pecho a Magnus. Algo molesta, a decir verdad.

—Ya se fue con una muy sexi modelo— comentó él y eso solo hizo que mi sangre hirviera aún más.

—Oh, pues con más razón deberías entregársela tu— sonreí levemente.

—Pues si así puedo estar cerca de Carolina Da Silva, con gusto— sonrió y se alejó de mí. Me quedé en mi lugar, ciertamente ofendida.

Tomé mis cosas y me fui directo al estacionamiento. Ahí solté una maldición porque mientras me dirigía a mí auto pude ver a Asher con la tal Carolina. La reconocí en seguida, la había visto en publicaciones de Instagram. Era la famosa modelo brasileña Carolina Da Silva. Era hermosa y bien dotada.

Camine a mi auto sin detenerme a pensar o a verlos.

Estando en el auto llame a Ali. Primer tono, segundo tono, tercer tono, y por fin respondió.

—Hola, mi hermosa Ce, ¿Qué pasa? — su tono cantarín inundo la alta voz de la pantalla del auto.

—Hola, ¿Vamos de fiesta hoy? No espera, no es pregunta— comenté en el mismo tono. Escuche una risa proveniente del fondo de su garganta. Sonreí y comencé a conducir. 

—Bien, paso por ti a las nueve— respondió.

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Asher

—¡Shot, Shot, Shot! —grito Lina cuando nos trajeron los vasos. Negué con la cabeza.

—Por dios, que escandalosa— me quejé dándole un trago a mi vaso. Ella sonrió y rodó los ojos con diversión. Se encogió de hombros.

—Alguien debe de alegrar tu amargada vida— sonrió de oreja a oreja. Hice un ademan restándole importancia— Además, con eso de que medio mundo cree y piensa que estamos saliendo deberíamos de darles algo de qué hablar— sonrió con cinismo y se levantó de su asiento para ir a no sé dónde. Le di un largo trago a mi bebida.

Me gire sobre el taburete mirando hacía al frente. La música estaba algo fuerte, no exageradamente, pero podías escuchar a algunas personas, más si estabas aquí en la barra.

Lina regreso y copeo la acción sentándose a mí lado. Sacó su teléfono y me dio un golpe en el hombro.

—Vamos sonríe, guapo, la subiré a mi Instagram— hice lo que me pidió y sonreí para sus múltiples selfies. Cuando por fin centró su atención en su teléfono saqué el mío para ver las notificaciones que tenía, la mayoría eran de publicaciones en las que me habían etiquetado este fin de semana. Un 50% de las publicaciones eran de la página oficial de la F1, WR y algunos pilotos que me etiquetaron en sus fotografías. La otra mitad eran de fans con clips de las mejores partes de la carrera.

Primero entre a ver las publicaciones de WR. Fui primero a ver las publicaciones de la celebración.

Vi un comentario que llamo mi atención.

¿La camisa que lleva @wag.chloe_ es la camisa de @trus_ashwell.95?

Sonreí levemente y regresé a las fotografías. Vi detalladamente cada una de ellas. Vi con anhelo a Chloe, lo linda que se veía con mi camisa puesta.

Ojalá eso no hubiera sido solo porque no llevaba la camisa del equipo, sino por algo más.

—Mira— Lina me mostro la pantalla de su teléfono. Era un tweet. Era la imagen de Chloe de hoy y otra mía de Singapur y él tweet decía:

Chloe está usando la camisa de Asher, señores, Repito: Parece que Chloe y Asher están saliendo. ¿Lo imaginan? Chloe Wagner y Asher Truswell saliendo, Llévalo a la luna por nosotras, Chloe.

No pude evitar reír al leer eso último, dios estaba comenzando a pasar lo que creí.

Lo único bueno de esto es que Albert sabía perfectamente que fue el quien me pidió la camisa prestada para Chloe, así que ahora podía dejar que todo mundo creyera eso.

—¿En serio están saliendo? —cuestiono ella con curiosidad. Negué con la cabeza como si no me importara, me dije a mi mismo que debía de estar tranquilo y centrado en lo que realmente me importaba; el campeonato.

—Claro que no, su padre me pidió una camisa para que pudiera tomarse la foto con el equipo, no somos amigos— ella asintió no muy convencida y le dio un vistazo a mi teléfono y lo apagué con rapidez.

—Qué bueno porque hay un tipo coqueteando allá con ella—señalo con su cabeza la otra esquina de la barra, inmediatamente giré la cabeza. Efectivamente, ella estaba sentada en la barra mientras otro hombre le coqueteaba, estaba a tres bancos de distancia. En ese momento la música bajo un poco más a mi favor permitiéndome escuchar la charla.

—Lo bueno que no salen ni son amigos— comento ella.

—Shhhh, cállate, quiero escuchar— le reprendí. Ella sonrió y se alejó de mí acercándose más a ese lado, yo no podía escuchar.

Vi como Lina dejo su teléfono boca abajo sobre la barra. Vi como le decía algo al barman.

Me quedé en silencio, y tomé mi teléfono. Vi algunos tweets donde decían que estaba con Lina, y que, si tenía una relación poli amorosa, o si salía con Chloe y un millón de ese tipo de teorías.

Minutos después Lina se acercó a mí y me tomo de la mano.

—Vamos afuera y te enseño lo que dijeron— asentí y me levanté junto con ella. Ambos nos apresuramos a pasar entre las personas y cuando estuvimos afuera por fin puso la grabación.

¿Sales con alguien o porque estás sola? —

—No me interesa nadie por ahora— de fondo pude escuchar la voz apenas audible de barman y Lina al igual que la música.

No te interesa nadie, ¿enserio? —

—No, por el momento me interesa que me vaya bien en mi trabajo, pero eso no significa que no pueda pasar tiempo con las personas— puedo jurar que en el momento que dijo eso sonrió. Y sentí que eso fue una bofetada de lo que yo mismo dije cuando me preguntaron si salía con alguien. Le puse pausa al audio.

—Ya no quiero saber nada de eso, mejor vámonos a otro bar— pedí. Ella asintió. Claro para mi salud mental era mejor no terminar de escuchar ese audio e irme a otro lugar en el que no estuviera ella. Caminamos durante unos minutos hasta llegar al estacionamiento.

A las doce de la noche estaba en mi habitación de hotel, para mi suerte no estaba solo, Niki estaba acostado a un lado en el espacio restante de mi cama, solté un suspiro y miré al techo.

En algunos momentos llegaba a creer que Chloe solo fingió que le agradaba, incluso cuando estábamos juntos.

—Extraño a Chloe— admití en voz baja apenas audible.

—Yo extraño a Sue— respondió. Reí ante la ironía de nuestra vida. De verdad estábamos extrañando a mujeres que nos habían dejado solo porque tiene algo que nos llamó demasiado la atención.

O por lo menos Chloe se incrusto en el fondo de mi corazón y ahora se niega a irse.

—Por lo menos tú no te das cuenta si coquetea con otro— respondí y el me dio la razón.

Ambos nos quedamos gran parte de la noche compitiendo por ver cuál de los dos estaba más jodido y ¿Qué creen? Sí, yo fui el más jodido.

Más porque había contado los días que no había estado con ella, en total 33.

Treinta y tres malditos días sin poder hablar con Chloe, sin estar con ella.

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