Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 13

≫≫≫≫≫≫ ≫≫≫≫≫≫

Reino Unido.

Chloe

—¿A qué hora nos vamos? — interrogue mientras me levantaba un poco sobre Asher. Él tomo su teléfono que estaba en la mesita de noche.

—En tres horas, aun tienes tiempo de acomodar todo tu desastre— murmuro dejando el teléfono en su lugar. Rodé los ojos.

—Que gracioso, te dije que estaba limpiando y aun así viniste, aguántate— le regañe mientras me levantaba de la cama. El hizo lo mismo y comenzó a vestirse, seguro dispuesto a irse.

Yo me envolví en una de las sabanas.

—Si lo sé, no te enojes—murmuró terminando de ponerse su ropa. Sus músculos se flexionaban mientras se terminaba de acomodar la ropa.

—Se puntual— le pedí. Una leve sonrisa surco sus labios. Asintió.

Tomo sus cosas y se acercó a mí. Me dio un pico.

—Te veo más tarde— murmuró y se alejó de mí. Le dije adiós con la mano y esperé a que se fuera para volverme a tumbar en la cama.

Habíamos quedado de irnos antes a Monza, para tener un día libre para nosotros, a este plan se sumó Ali y Niki, quien dijo que para no irnos en un avión con más personas nos podríamos ir en su jet y aceptamos.

Así no tendríamos que tomar diferentes vuelos.

Minutos después me levante de la cama para ordenar todas mis cosas o por lo menos solo lo que me llevaría a Monza ya que no tenía tanto tiempo para arreglarme, arreglar mis cosas y el desorden de mi habitación.

Termine de arreglar todas mis cosas, casi dos horas después termine de hacer todo y ya iba de camino al aeropuerto. Me encontré con Ali ahí quien me llevo hasta donde estaba Niki.

Aun no llegaba Asher. Que novedad. Niki y Ali subieron mis cosas y luego subimos nosotros al Jet, ambos charlaban muy amenamente.

—Y Chloe, Eres la jefa de Marketing de Wagner, ¿Verdad? —pregunto Niki volteando a verme. Tenía un acento diferente, aunque muy similar al mío, supuse que era Austriaco, aunque fácilmente pasaría como alemán.

—Así es—

—Supongo que es un dolor de culo tener que organizar todo eso— comentó tranquilo. Asentí dándole la razón.

—Supones bien, a veces tengo que hacer todo yo misma para que salga bien—

Seguimos charlando unos minutos. Es bastante amigable, a decir verdad. En realidad, la mayoría de pilotos lo son.

Casi media hora después llego el señor impuntual.

—Muchas veces te odio, pero cuando eres impuntual el sentimiento solo aumenta— me queje mientras se acomodaba a un lado de mí. Me dio una sonrisa fingida.

—Pues el sentimiento es mutuo— respondió. Rodé los ojos y tomé a Rocket entre mis brazos, este comenzó a jugar con mi dedo.

—Consíguete el tuyo— se quejó. Ali me miró con diversión y Niki nos miró como si no tuviéramos remedio.

Luego de media hora de quejarnos de la impuntualidad de Asher Niki y Ali se quedaron dormidos en los asientos de enfrente.

—Te tardaste mucho— me queje. El rodó los ojos.

—En mi defensa él tuvo la culpa— señala a Rocket quien esta tan tranquilo en mis brazos que ni siquiera presta atención.

—Pobre, lo culpas porque no puede defenderse— me miró haciéndose el ofendido. Alzo las mangas de su camisa dejando ver los arañazos. No pude evitar fruncir el ceño.

—Me lo hizo un gato. Un gato se metió a la casa y tenía acorralado a Rocket en la cocina, quise sacar al gato y me rasguño— no pude evitar reír ante la idea de Asher peleando con simple gato solo por defender a Rocket.

La idea era muy tierna.

—Dios santo, pude imaginarte así— me reí otra vez. Asher se cruzó de brazos luego de rodar los ojos. Miro al frente, evitándome.

—Oye no puedes negar que es divertido— dije sin poder evitar la risa, no dijo nada se quedó en silencio. Rodé los ojos al notar que iba a hacer un berrinche.

Maldito Asher.

—¿Qué haremos allá? —cuestione copiando su postura, solo que sin cruzar los brazos para no aplastar a Rocket.

Se encogió de hombros.

—Oh dios Asher, como te odio— nuevamente no dijo nada. que maldito. —Bien ven— desabroche el cinturón del asiento para acercarme un poco a él. Deje un beso en su mejilla. Se giró a verme con una linda sonrisa decorando su rostro y unos hermosos hoyuelos en su mejilla.

Negué con la cabeza borrando esos pensamientos de mi mente.

—Bien te dije como veinte lugares que negaste rotundamente, así que no te diré o me harás cancelar todo antes de llegar, te odio por eso, estuve a media noche buscando un lugar perfecto para ti— sonreí levemente. Me recargué en su brazo, sentí como su pulgar comenzó a acariciar mi muñeca suavemente.

Pasaron algunas horas para cuando llegamos a Monza. Tuve que despertar a los tres hombres de mi alrededor, ya que estaban dormidos como koalas.

Asher termino de levantarse del asiento y se estiro. Cuando bajamos había tres autos esperando. Ali subió sus cosas a uno de los autos. Asher hizo lo mismo.

Minutos después ya íbamos de camino a dios sabe dónde. Encendí los altavoces del auto y conecté mi teléfono por bluetooth.

—¿Por qué te gusta tanto su música? —interrogo Asher mientras conducía. De fondo escuchábamos Ride.

—No lo sé, solo me gusta, el ritmo, la forma en la que se expresan, es rock alternativo, es increíble, ruidosa y con significados que te dejan pensando— asintió lentamente —¿A ti te gustan? —cuestione alzando una ceja. Se encogió de hombros.

—No podría decir que me gustan, porque en realidad no suelo escuchar música, nunca he escuchado una canción completa de ellos, bueno solo cuando voy al gimnasio y estas tú—

—Por dios que inculto eres— me quejé. Subí un poco el volumen de los altavoces. —¿Me prestas tu teléfono? —señalo el posa vasos que es el lugar donde estaba el teléfono. Tuve que poner el teléfono frente a su cara para poder desbloquearlo.

Cuando estuvo desbloqueado entre a la app de música y comencé a crear una nueva playlist con canciones de Twenty one pilots.

Puse mis canciones favoritas, las más tristes y las que me ponen feliz. Guarde la playlist.

—Cuando estés solo quiero que escuches esa playlist de preferencia con audífonos— le dije dejando su teléfono en su lugar nuevamente. Asher respondió con un asentimiento.

El camino hacia el lugar fue tranquilo, no silencioso por mi música, pero fue tranquilo, de milagro no peleamos.

Un rato después llegamos a un pequeño poblado. Todo era muy minimalista, incluso los colores de las casas.

Parecía una montaña este lugar, bueno algunas casas estaban en la montaña.

—Revisa la guantera— pidió Asher mientras giraba por algunas calles. El sol estaba en su punto más alto y él llevaba gafas oscuras cubriéndole los ojos.

Abrí la guantera del auto y vi una bolsa, no supe de qué se trataba hasta que la saqué. Era una bolsa Chanel.

La abrí para ver el contenido, me quedé sin aire al ver que se trataba de seis labiales. Dios.

—Asher...—

—No me gusta tener que dar explicaciones de porque tengo labial en el cuello, tendría que dar una explicación si los medios me ven así y créeme que me gusta, pero cuando nos veamos podrías usarlos ¡Qué te parece? —su voz sonaba tan tranquilo y comprendí a lo que quería llegar y lo comprendí, no necesitábamos que la gente se enterada que comenzamos a follar.

—Son muy lindos, gracias— pause y le di una sonrisa —¿Te gustaría probar si son indelebles? —pregunte alzando una de mis cejas. El asintió y vi su sonrisa.

—Por supuesto, necesitaremos hacer varias pruebas para asegurarnos de que es indeleble— sonreí ante esa idea.

Un rato después llegamos.

≫≫≫≫≫≫ ≫≫≫≫≫≫

Asher

Entramos al pequeño departamento, estaba en la maldita punta de la montaña y tenía una vista perfecta de toda Villasanta.

Chloe busco directamente la cama.

—¿Qué tal? —interrogué. Sentí como sus brazos rodearon mi abdomen tomándome por sorpresa. Me quedé unos minutos procesando esto y luego tomé sus manos. Mi corazón se había acelerado inevitablemente y no me gusto.

—Es lindo— murmuró y se separó de mí. la sensación de vacío me invadió. Hice una mueca de disgusto antes de girarme. Pasamos toda la tarde en la habitación, aunque ciertamente me gustaba la calma y la paz de estar encerrados otra parte quería salir divertirse, sin que nos importara mucho el hecho de que si alguien nos reconocía podría enterarse medio mundo.

No me gustaba esto, ni siquiera podíamos salir como amigos porque todos deducirían que había algo entre nosotros y sería muy difícil de quitarle esa idea a Albert, lo peor es que el trabajo de ambos pendería de un hilo.

—¿Por qué de todos los trabajos que pudiste obtener quisiste entrar a la formula uno? —cuestione mientras mirábamos el techo. Escuche como tomo una respiración profunda.

—La mayoría de veces las personas se dejan llevar por la idea de que en este deporte solo hay cavidad para los hombres, han sido contadas las mujeres que se han relacionado en esto.

» Y esas pocas mujeres han sido juzgadas, señaladas, minimizadas e incluso sexualizadas por los hombres que se creen superiores a ellas, machistas ególatras que no aceptan que las mujeres podemos hacer lo que ellos hacen y es injusto, ¿Por qué si un hombre puede hacerlo una mujer no? —

Ella tenía razón, a pesar de que este es un deporte tan interesante y entretenido aún hay cavidad de cosas que no la deberían tener, como el machismo, el racismo y la xenofobia. Hoy en día todo eso está "controlado" pero ha habido momentos donde se ha llegado a juzgar a las pocas mujeres que han intentado estar dentro de este deporte.

Son juzgadas por su sexo y no por su capacidad, estoy seguro de que hay mujeres que nos patearían el culo en las carreras, no obstante, no las han dejado llegar a la categoría reina. Han sido reprimidas y juzgadas por años.

Y nada de eso debería de ser así.

Gire la cabeza para ver su perfil. Sus ojos estaban cerrados lucía tan tranquila que era algo extraño, incluso parecía vulnerable. Su piel seguía algo bronceada, aun así, lucía hermosa.

—Tienes razón, a veces los hombres somos una mierda, pero ciertamente creo que hacen eso porque temen que una mujer nos pateé el culo en un deporte en el cual siempre ha existido el dominio de los hombres— respondí regresando la mirada al techo.

—A veces las personas estropean lo especial al deporte con todas esas idioteces, con su racismo y misoginia—

Sin duda ella tiene razón. Asentí, aunque tal vez no me estaba mirando.

Desgraciadamente aún hay ese tipo de personas en este deporte, personas que te juzgan por tu etnia, por tu color de piel, por tu sexo incluso por tu acento y tristemente aun habemos pilotos que somos juzgados día tras día, porque puede ser el mejor, haber ganado campeonato tras campeonato, pero siempre habrá personas que te juzguen por cosas tan insignificantes.

—Asher— me llamo haciendo que girase la cabeza para observarla nuevamente.

—¿Huh? —

—¿Has sufrido algo así? digo, sé que los porcentajes de que te traten tan mal como a otros pilotos son menos, pero aun así supongo que lo han hecho— murmuró. Solo su voz se escuchó en la habitación.

—Una vez en el gran premio de gran Bretaña, iba por mi segundo campeonato, y mi compañero de equipo era británico.

» El ambiente entre ambos nunca fue bueno y las carreras anteriores habíamos tenido un DNF y en algunas carreras no lo dejaba pasar a pesar de que el ingeniero me lo podía, así que cuando hicimos el recorrido el día de la carrera todas las personas en las gradas me abuchearon, seguro fue más de la mitad, mi compañero vio lo que hacían y pidió que lo dejara de hacer, pero luego de eso en el garaje escuche como le decía al ingeniero que en realidad lo merecía, luego de esa carrera a cada circuito que iba había fanáticos de él abucheándome, pero gane el campeonato así que no importo cuando tuve el trofeo entre mis manos— 

Comenté tranquilo, si me lo preguntan, ese momento tal vez fue uno de los momentos en los que tuve que reflexionar y reafirme lo salvaje que puede llegar a ser el deporte.

Aun había recibido abucheos, incluso en esta temporada, pero a diferencia de hace seis años ya no me afecta de la misma forma, si me abuchean puedo callarlos mostrando cuan bueno soy y que tan bueno he sido en los últimos años. No necesito meterme en controversias para defender mi imagen cuando lo que hago ha hablado por mí, lo bueno y lo malo.

Luego de Mónaco todo mundo creyó que era un caos, incluso yo lo creí un tiempo, me juzgaron y lo siguen haciendo, aun así, lidero el campeonato de pilotos, mi confianza está mucho mejor que antes y las críticas son lo que menos me interesa.

Estoy en uno de los mejores equipos de toda la historia, lidero el campeonato de pilotos y una mujer hermosa esta recostada a mi lado.

Mi vida es casi perfecta.

—Sí, yo recuerdo esa carrera, la vi desde casa, cuando vi a papá dijo que no podía creer que las personas fueran tan desagradables como para abuchear a un gran piloto y estoy de acuerdo, no pueden hacer eso, con ningún piloto— sonreí lentamente al escuchar eso, recuerdo que mientras crecía más quería ser parte de WR.

Y al pequeño Asher le agradaba escuchar que incluso en ese momento Albert Wagner sabía quien era yo.

—¿Quién era tu piloto favorito? —cuestione. Ella pareció pensarlo durante un momento.

Una pequeña parte tal vez creyó que yo fui su piloto favorito en cierto momento, tal vez, mi ego es demasiado grande.

—Kaede Kobayashi y mi padre, a lo seis años lo vi en una carrera, recuerdo cuan impresionada quedé, luego de eso vi repeticiones de carreras pasadas— comento con una sonrisa tierna en sus labios. Pareció recordar una etapa de su vida la cual era linda, no la culpa, creo que la mayoría tuvimos esas etapas de las cuales siempre recordaremos con mucho cariño.

—Kaede era muy buen piloto, debo admitirlo— ella asintió.

—¿Y tú? ¿Quién era tu piloto favorito? —cuestiono sentándose en la cama. Cruzo sus piernas.

Mi teléfono comenzó a sonar sobre la mesa de noche de su lado. Miro la pantalla y luego me la mostró.

—¿Contesto? —alzó una ceja con diversión. Era Albert.

—Sí, claro, le dices que estoy dormido y esperamos a que te felicite por tomar la llamada— soltó una risa y me dio el teléfono.

Tome la llamada y ella se dejó caer nuevamente en la cama.

—Hola, ¿Qué pasa? —pregunte dejándome caer en la cama, justo como Chloe lo había hecho. Sentí como llevaba su mano debajo de mi camisa y me estremecí involuntariamente.

—¿Estás en cerca de WR? Quiero hablarte de algo— la mano de Chloe se deslizo por mi abdomen nuevamente hasta llegar a mi pantalón.

—No, no estoy en Londres—comenté tranquilo, aunque sentir a Chloe tocándome por encima de la tela del pantalón me estaba volviendo loco.

Tome su mano en un intento de hacer que parara, pero solo me dedico una sonrisa maliciosa.

—Oh, entonces, puedo decírtelo ahora, no hay problema— pauso. Escuche como buscaba entra algunas hojas. Me quedé en silencio esperando a que hablara.

—Ya sabes que los rumores sobre los nuevos equipos a qué lugar se ira cada piloto la próxima temporada— asentí, aunque no pudiera verme.

—Si claro— respondí. Chloe saco su mano de la mía e instantáneamente subió encima de mí. Se quedó quieta mientras acariciaba mi rostro. Aunque fue raro, no raro en un sentido de incomodidad, sino raro de algo que ninguna otra vez ha hecho.

—Bueno pues la mesa directiva y yo hemos estado contemplando la opción de extender tu contrato, claro si las condiciones siguen al pie de la letra como lo acordamos desde el principio.

» Nos has dado un buen rendimiento, la mesa directiva ha visto que has estado desintoxicado y estable desde que entraste, estamos satisfechos con todo tu trabajo. Queremos que firmes por dos temporadas más— miré a Chloe, me quedé unos minutos en silencio.

Iba a mentirle a Albert, pero eso me aseguraría un asiento estable durante dos temporadas, esto podría terminar antes de que la siguiente temporada empiece y sería como si nada de esto hubiera pasado.

O eso espero.

Chloe se levantó y apoyo sus palmas en mi pecho, su cabello cayó a los lados de su rostro y los pocos rayos de sol que entraban por la ventana centellaban sobre sus rizos dorados.

Me corto la respiración.

Es hermosa.

Sus manos levantaron mi camisa y deje que lo hiciera.

—¿Cuándo necesitas una respuesta? —cuestione. Sentí como Chloe se inclinaba sobre mi nuevamente. Sus labios dejaron un rastro de besos por mí clavícula ascendiendo hasta llegar a mi cuello.

—Más tardar para Japón, pero debes de saber que cualquier incumplimiento en nuestro acuerdo ameritara la revocación inmediata—

—Okey— pausé y miré el techo mientras sentía los labios de Chloe entrar en contacto con mi piel —Te veo mañana— repuse. Se despidió y colgué la llamada. Deje el teléfono de lado y Chloe me miró. Frunció el ceño.

—¿Qué pasa? —cuestiono. Negué con la cabeza y le di una sonrisa.

—Nada— tomé su rostro y la acerqué al mío para besarla. Con tranquilidad y sin nada de prisa, disfrutando el sabor mentolado de su boca y la suavidad de sus labios. Mi mano bajo por su cuello, atrayéndola más a mí, como si no estuviera ya tan cerca.

Se movió sobre mí rozando mi polla y robándome un jadeo. Tal vez fue accidente. Lo más seguro es que no, porque se burló.

Nuevamente hizo lo mismo, sin cuidado, solo con el propio descaro emanando de sus poros.

Gruñí en sus labios.

—Me tienes la polla dura, Sunshine, y no se va a arreglar solo— murmuré alejándome de sus labios. Ella me dio una sonrisa maliciosa y se levantó de mi regazo.

—Ajá, pero quiero algo a cambio —se levantó él top que llevaba dejándome ver sus tetas, perfectas y redondas.

Luego alzo un poco su falda y comenzó a bajarse las bragas.

Dios esta mujer iba a ser mi perdición. Acaricié su pierna subiendo hasta su culo donde le di un apretón y ella sonrió.

—Quítate la ropa—pidió.  Me senté sobre la cama y me saqué la camisa por la cabeza y luego me deshice del pantalón y el bóxer.

Ella relamió sus labios y luego se acercó a mí a gatas. Beso mi abdomen y luego fue bajando sus labios hasta llegar a mi polla. Dejo un beso en la punta y contuve la respiración unos segundos.

—Mierda ven, yo también quiero probarte— murmuré. Ella me dio media sonrisa.

—¿Haremos el 69? —cuestiono mientras se acercaba para besarme.

—¿Quieres hacerlo? —cuestione mientras envolvía mi brazo en su cintura. Gracias a que estaba sobre sus rodillas estaba unos pocos centímetros más alta que yo. Bese cada una de sus tetas mientras ella despeinaba mi cabello.

Mierda si me gustaban sus tetas, su culo, su coño, sus ojos.

—Si me dejarás deshecha, claro que si— le di una sonrisa maliciosa.

—Cuenta con eso— respondí —Luego te mostrare cuanta resistencia podemos acumular los pilotos de formula uno— ella mordió su labio y asintió. Sus ojos azules me miraron unos segundos más, como si quisiera ver más allá de mí.

Pero me dije que no dejaría que lo hiciera.

Ahora no quería pensar en que esto terminaría en unos meses.

Se alejó de mí y termine recostándome en la cama. Ella se puso sobre mí y tuve que tomarla de las caderas para poder acercarla un poco más a mí.

Estaba abierta de piernas justo encima de mí, ya estaba mojada.

Pase mi pulgar por sus labios robándole un jadeo. Mi dedo resbalo perfectamente. Ella comenzó a dejar besos en mi falo mientras lo sostenía con una de sus manos y con la otra se sostenía a ella misma. Sus rodillas estaban apoyadas a cada lado de mi rostro.

Nuevamente abrí sus pliegues con mi dedo, lentamente.

Mierda solo me ponía más duro.

Sentí como se metía mi polla a su cálida boca intentando llenarse a ella misma. Esta mujer era la representación de la lujuria.

Ahogué un gemido cuando sus movimientos comenzaron a ser más rápidos. La tomé del culo y comencé a pasar mi lengua por sus labios mayores de arriba hacia abajo.

Gimió y se quedó quieta unos minutos y volvió a gemir cuando repetí la acción.

≫≫≫≫≫≫ ≫≫≫≫≫≫

Chloe

Jadeo cuando sus dedos entran en acción separa mis labios vaginales y su boca los sustituye causando que gima mientras me llevo su polla a la boca. Acaricio, lamo y rozo mis dientes para causar una sensación diferente.

Asher gime y aprieta mi trasero con fuerza. Creo que sus gemidos se han vuelto mi sonido favorito.

Es mi turno de gemir cuando su boca se vuelve una tortura imparable, evita que me retuerza mientras me aprieta de las caderas haciendo que eso lo vuelva solo más caliente. Su boca es esa tortura de esa que adormece la mente y te hace olvida incluso de cómo te llamas.

Sabe lo que tiene que hacer y yo, yo estoy deshaciéndome sobre su cuerpo mientras lo da todo para satisfacerme. A su lado todos los idiotas que me han hecho un oral se vuelven un simple juego infantil.

Su palma impacta en mi trasero haciendo que chille por la sensación, pero solo me mojo más lo cual nota al instante.

Incluso me olvido de chuparle la polla.

Me lame y me disfruta al mismo tiempo que azota y magrea mi culo.

Malditamente bien, así es como se siente.

Disfruta los sonidos obscenos que salen de mis labios y se deleita conmigo cada vez que su nombre es el que escucha. La textura áspera de su lengua hace que todo mi centro palpite. Añade dos dedos, los cuales se deslizan con facilidad dentro de mí y mi cuerpo se contrae. La presión en mi interior solo aumente.

—Me voy a venir, maldita sea, Asher— gimo mientras aprieto las sabanas. Escucho como ahoga un gemido, la sensación de eso combinada con los bombeos exigentes de sus dedos y su lengua me llevan al límite. Quema mi piel, me disocio de mi propio cuerpo y gimo tan alto que seguro las personas que viven a los alrededores me escucharon.

Mi cerebro deja de funcionar y me dejo caer a un lado de Asher mientras mi cuerpo intenta volver a la normalidad. Mi pecho sube y baja. Asher se sienta sobre la cama y se acerca a mí, donde me toma del cuello y me besa suavemente dándome a probar mi propio sabor.

Su mano acaricia mis tetas, mi cintura y mis piernas. Quita los mechones que estorban en mi rostro y apenas y logro controlar mi respiración.

—Olvidé como tenía que chuparte la polla— murmuré. Asher soltó una sonora carcajada llena de diversión y volvió a acariciar mi rostro.

—Por suerte yo no puedo olvidar como hacerte gritar mi nombre— respondió. Negué con la cabeza como si no tuviera remedio.

Cuando por fin logro regresar en mí lo miró fijamente.

Sus ojos color chocolate los cuales podrían pasar fácilmente como negros me miraban fijamente, una mirada llena de calidez.

Mi corazón me gritaba que esto es lo quiero, para siempre y por siempre, pero mi cabeza me grita que no, que huya antes de que mis sentimientos se vean afectados.

Pero por ahora iba a disfrutar estar dentro de estas cuatro paredes, donde solo éramos Chloe y Asher teniendo un día normal.

Mañana seríamos nuevamente dos personas que demuestras su odio públicamente que solo comparten el trabajo y no la cama.

—Vamos levántate, flojo, ahora si te daré la mejor mamada de tu vida— Asher suelta una risa ronca y tomo su mano alentándolo a levantarse.

—Solo porque me la debes— murmuró haciéndose del rogar y rodé los ojos con diversión. Ambos nos levantamos de la cama. Me dio una nalgada antes de que me arrodillara frente a él.

La idea de que le fascinara tanto mi cuerpo hacía que algo dentro de mí revoloteara. Ojalá una bacteria y no mariposas.

Me puse de rodillas frente a él, su miembro estaba erecto. Dejé un beso en el glande y comencé a dejar más por todo su falo. El solo acariciaba mi cabello. Me llevo su polla a la boca, disfrutando de su salinidad, lamo y acaricio su polla con mi boca. Me encargo de dejar algo de saliva en ella para poder usar mi mano sin lastimarlo. La saco de mi boca y comienzo a bombear unas cuantas beses, luego lo beso otra vez y lo miró.

El gime.

—Que sexy te vez así, sunshine— nuevamente ese revoloteo al escuchar cómo me llamo. Le sonrió levemente y me lo llevo a la boca nuevamente. Su cabeza se inclina hacia atrás y escucho como un jadeo se escapa de sus labios.

Mi lengua recorre su polla. Su mano va a mi cabello y tira de él. Me lo saco de la boca y veo lo vulnerable que se ve, está a mi merced.

Nuevamente se la chupo mientras tira algunas veces de mi cabello, disfruto de hacerlo y lo hago como si mi vida o la suya dependiesen de eso.

Su reacción me moja, me hacen sentir poderosa y más sexy de lo normal.

—Mierda Chloe, tu boca me está volviendo loco— murmura y nuestros ojos se conectan por una milésima de segundo.

Su polla roza la parte posterior de mi boca y gime. Su mano tira de mi cabello y el escozor que siento solo me moja más, comienzo a hacer sonidos obscenos con mi boca y escucho como jadea.

—Que sexy te vez con mi polla en la boca, joder— murmura mientras me mira, dios estoy tan cerca. Me lo saco de la boca y lo tomo con la mano haciendo los movimientos cada vez más rápidos y frenéticos.

—Quiero que te vengas en mis tetas— murmuré. Alcance a ver su sonrisa morbosa.

—Chica sucia— murmuró, pero no puso objeción. Seguí bombeando hasta que siento se tensa bajo mi toque. El líquido blanquecino mancha mi piel, lo siento cálido y gimo.

Sonrió levemente mientras Asher me ayuda a levantarme del suelo. Me mira con una sonrisa perversa, me besa los labios con fuerza y me pellizca las tetas. Gimo.

—¿Me follaras así? —cuestione. Asher me pegó a su cuerpo.

—Por supuesto— respondió mientras seguía jugando con mis pezones.

—¿No es asqueroso? —cuestione algo preocupada. A mí me gusta esto, pero hay hombres a los cuales no les gusta y les parece una depravación.

—¿Enserio? —cuestiono y me tomo del rostro. Asentí y él soltó una risita—Chloe hace semanas estaba dispuesto a follarte aunque estabas en tu periodo, ¿Que te hace creer que me será asqueroso ahora? —cuestiono. Su tono rebozaba tranquilidad y de verdad parecía no afectarle para nada. —Yo puedo cumplir cualquiera de tus fantasías, Sunshine— murmuró mientras bajaba la mirada a mi pecho y me dio una sonrisa.

Me sentí más tranquila al escucharlo hablar de eso forma. Me fue reconfortante. Una de sus manos se deslizo por mi pierna hasta llegar a mi entre pierna donde acaricio lentamente.

—Dios eres insaciable, sunshine—

—Lo soy— pauso— pero ya follame, ansió tenerte dentro—Asher me dio media sonrisa y fue a su maleta, de donde saco un condón. Se lo puso y se acercó a mí nuevamente.

Me puse boca arriba en la cama, Asher comenzó a rozar su polla en mi entrada. Mordí mi labio inferior instintivamente y comencé a mover mis caderas contra el buscando más fricción.

No paso mucho cuando entro en mí con un movimiento rápido y fuerte. Un gemido salió de mis labios al instante y comencé a masajear mis tetas. Asher me embistió con fuerza mientras que con una de sus manos libres acariciaba mi clítoris.

—Asher— gemí mientras aumentaba sus movimientos. Con su mano libre me apretaba la cintura haciendo que el escozor fuera placentero.

—Mírate, joder tan mojada y embelesada por cómo te follo, preciosa— sonreí torpemente mientras me usaba a su gusto. La rudeza en sus movimientos cada vez se descontrolaba más.

Apretaba mi cintura y sus dedos torturaban mi clítoris. Cada vez estaba más cerca de alcanzar mi orgasmo y en cada uno de mis gemidos su nombre era el que salía de mi boca.

—Yo tampoco puedo saciarme de ti— jadeo acercándose a mis labios. su mano ascendió a mi cuello y sonreí anonada.

Asher me follo tan duro que creí que iba a romperme. Mis piernas terminaron temblando a su alrededor. Sus ojos estaban llenos de placer y terminé corriéndome tan fuerte que creí que iba a desmayarme, pero no lo hice. Asher dio unas cuantas estocadas antes de salir de mi interior.

≫≫≫≫≫≫ ≫≫≫≫≫≫

Asher

Para cuando Chloe y yo terminamos nos dimos una larga ducha y nos pusimos ropa cómoda. Estábamos exhaustos y hambrientos, aun así, teníamos que salir a buscar algo para cenar antes de que los establecimientos cerraran y nos quedáramos sin comida.

—Estoy hambrienta— lloriqueo mientras salíamos de la villa.

—Puedo saciarte si regresamos dentro—propuse mientras deslizaba mi mano dentro de su falta y le di un apretón en el trasero. Ella me miró con una sonrisa culpable.

—Sí, pero primero la comida, aliméntame y podrás follarme toda la noche si quieres— sonrió mientras me arrebataba las llaves de la mano.

—Me gusta esa idea— pause y llegamos al auto. Le abrí la puerta y ella subió. Yo me dirigí a la puerta del copiloto.

Ya me comenzaba a acostumbrar a que ella manejara, no solo cuando estaba conmigo, sino siempre que tenemos que grabar algo y tenemos que ir a otro lugar ella conduce. Es relajante cuando alguien más conduce y solo tienes que preocuparte cuando estás en el monoplaza.

Tuvimos que buscar en google maps por donde ir ya que no conocíamos la localidad.

Encontramos un pequeño restaurante de comida rápida abierto, así que pedimos comida para llevar.

Pedí un burrito con carne mientras ella pidió macarrones con queso y papas.

—Pensé que pedirías una hamburguesa— le dije mientras esperábamos a que la comida estuviera. Estaba sentada frente a mí.

—No, suelo ser desagradable, pero no tanto como para comerme una deliciosa hamburguesa y solo antojártela sabiendo que no puedes comer— asentí al escuchar.

—Supongo que gracias— me encogí de hombros. ella me dio una media sonrisa.  

≫≫≫≫≫≫ ≫≫≫≫≫≫

Chloe

Viernes.

El jueves llegamos unas horas antes que todos al hotel. El miércoles la pasé increíble con Asher, no obstante, mientras más pasaba tiempo con él más se incrustaba en mi ser y detesto cuando eso pasa. No quiero sentir algo más que atracción por Asher, no necesito esa complicación en mi vida.

No quiero que se vaya y me deje inestable y con el corazón roto. Odio sentir eso, odio la sensación de abandono al igual que la idea de depender de alguien emocionalmente.

Todo el jueves decidí alejarme de Asher, por mi bien y por el de mi corazón.

Hoy también lo había estado evitando, cosa que había salido de maravilla, ya que las pocas veces que estuvimos cerca logre evitarlo a toda costa y estoy segura de que él estaba lo suficientemente ocupado como para notar que no le prestaba atención.

Aunque siendo sincera había notado como una periodista le coqueteaba mientras él y Magnus estaban en una conferencia de prensa.

Para el sábado nuevamente estuve evitándolo, aunque estuvimos cerca más tiempo.

Asher se llevó la pole del sábado, debo decir que en lo más profundo de mi ser estaba feliz por él, pero claramente no se lo diría.

Por la noche fui a la piscina del hotel. Ya pasaban de las diez, así que no había nadie en la piscina. Todo era silencio y calma.

Me quite el vestido de gasa y lo deje sobre uno de los camastros. La piscina estaba en la terraza y tenía luces que iluminaban alrededor. Entre en el agua, la cual no estaba helada, pero tampoco caliente así que era perfecta. Me sumergí unos minutos y cuando salí me recargué en el mármol. La luna estaba en su punto más alto, las luces de la ciudad no dejaban ver las estrellas, así que solo era la luna.

Tal vez media hora después escuché unos pasos acercarse, pero no me giré para ver de quien se trataba.

Deje de escuchar los pasos durante unos segundos, pero luego regresaron y se acercaron al bordo de la piscina. No gire la cabeza, aunque quería curiosear.

El agua de la piscina se agito cuando él entro en el agua. Ahora si giré la cabeza para ver de quien se trataba y no me sorprendí al darme cuenta de que era Asher.

Ya iba sin camisa. Me quedé en silencio mientras se sumergía en el agua. Paso una de sus manos por su cabello quitándose el exceso de agua. Regrese la mirada al frente.

—¿Qué es lo que pasa? —pregunto acercándose a mí. Se quedó a mi lado, pero sentía su brazo rozando el mío.

Me quedé en silencio, no sabía cómo responder a esa pregunta, no sabía si responderle con la verdad o no. Me encogí de hombros restándole importancia.

Mi silencio fue la suficiente respuesta ya que no pregunto nuevamente. Asher tomo una profunda respiración.

—Hoy me invitaron a salir— comentó tranquilo. Fruncí el ceño y volteé a verlo. Lucía muy tranquilo —No acepte, solo quería decírtelo porque lo más probable es que haya rumores o algo así— comentó.

Solo me dejo más confundida. No sabía porque me contaba esto, no es como si me interesara tanto quien quisiera invitarlo a salir o ¿Si?

—¿Por qué me cuentas esto? No es como que debas de tenerme al tanto de todo a cada momento— cuestione. Asher se puso frente a mí, sus brazos quedaron a los lados de mi cabeza.

Tuve que alzar un poco la cabeza para verlo. Me miró fijamente, vi como trago duro y su manzana de adán se movió.

Mierda es tan atractivo.

Y lo tenía tan cerca que podía sentir la calidez de su cuerpo.

—Porque quedamos en algo ¿No? —asentí —Entonces, sino te lo cuento ahora después las cosas se pueden confundir— asentí nuevamente.

No estaba acostumbrada a este tipo de cosas, siempre era la última en enterarme de lo que pasaba en mis supuestas relaciones.

—¿Quién te invito a salir? —pregunte mientras envolvía mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas en su cintura.

—La periodista de ayer, me la tope en el Paddock después de la clasificación—no pude evitar rodar los ojos al escucharlo. Soltó una risita desde el fondo de su garganta. Nuevamente rodé los ojos y lo solté.

Desde el jueves me di cuenta como lo miraba esa mujer.

—Muévete— le dije intentando de alejarme. ¿Me moleste? Un poco sí. El rio nuevamente.

—¿Por qué? —pregunto divertido sin mover sus brazos de los lados de mí cabeza.

—Porque sí, muévete—le dije. Negó con la cabeza. Solté un suspiro y me sumergí en el agua y nade hacía la otra orilla.  Me acerqué al filo de la alberca. La vista del hotel iba a toda la ciudad, las luces de todos los hoteles estaban encendidos y se veía hermoso.

Nuevamente sentí los brazos de Asher rodear mi cintura de forma posesiva y me pegó a su torso. Descanso su cabeza sobre mi hombro y mi corazón se aceleró por completo. 

Comenzó a besar mi cuello suavemente y solté un suspiro dejando que continuara.

—¿Querías salir con ella? —cuestione. Sentí como sus manos acariciaron mis piernas.

—Claro que no, ¿Por qué salir con ella si puedo pasar una buena noche contigo encerrado en una habitación de hotel? —cuestiono aun en mi cuello. Me encogí de hombros restándole importancia.

Me quedé quieta entre sus brazos mientras besaba mi cuello.

Tomé una respiración profunda y me dispuse a hablar.

—Cuando me fui de tu casa fue porque mi madre decidió invitar de vacaciones a Magnus y fue, no lo sé, sentí que no iba poder quedarme y seguir haciendo como si nada pasaba— Asher se quedó tranquilo, descanso su cabeza en mi cuello.

—Puedes confiar en mí, nunca te juzgare, Chloe—murmuró en mi cuello. Sonaba tan tranquilo y comprensivo. Me hizo sentir tranquila y bien, me sentí algo más liberada. Beso mi mejilla de forma tierna. Sonreí levemente.

—Sé que es complicado hablar de estas cosas y no te pido ni te exijo que lo hagas, solo que, aunque no lo creas me doy cuenta cuando me evitas y me has estado evitando desde que llegamos— murmuró tranquilo. Me encogí de hombros restándole importancia.

Aunque no tenía que restarle importancia.

—Es complicado— murmuré mientras me giraba entre sus brazos para darle la cara, sus facciones estaban relajadas, aunque su mirada gritaba lo contrario, nunca había visto así a Asher, incluso lucía vulnerable.

—Comprendo— susurró. Quería decirle todo lo que sentía en esos momentos, como estos sentimientos comenzaban a ser diferentes a lo que yo creía que serían y como es que me siento, como esos estúpidos murciélagos revoloteaban en mi estómago causándome un sentimiento raro. Ambos nos quedamos en silencio, parecía no ser necesario llenar ese vació, aunque muy en el fondo deseaba sacar todo lo que contenía.

Pero no lo hice, preferí quedarme callada y esperar a explotar como una bomba de tiempo.

La idea de tener a mi madre aun vagando por ahí no me causaba nada más que náuseas y según Magnus pensaba venir a este gran premio, lo cual no me cabía en la cabeza.

—¿Quieres ir arriba? Ya me dio frío— se quejó Asher pegando su pecho al mío, no pude evitar reír ante esa sinceridad.

—Bien, pero me iré primero, te veo en mi habitación— respondí antes de girarme y zafarme de sus brazos para irme.

Termine saliendo de la piscina y me puse el vestido que traía puesto cuando baje, no sin antes secarme el cuerpo con la toalla. Recogí mis cosas y me dispuse a irme.

Mientras iba por los pasillos me cruce con Susan cerca de los elevadores. Llevaba un diminuto traje de baño por debajo del pareo, ¿Enserio todo mundo prefiere nadar de noche?

—¿Has visto a Asher? —cuestiono con una de sus cejas oscuras alzadas. Negué con la cabeza y cuando las puertas del elevador se abrieron entre en ellas. Espere unos segundos a que bajaran a mi piso, la habitación de Asher estaba en un piso antes que él mío.

Cuando las puertas se abrieron frente a mí salí y me dirigí a mi habitación. Pronto ya estaba buscando ropa seca para ducharme. Comencé a desvestirme y dejé la ropa húmeda en un lado.

Me di una ducha rápida. Asher aún no llegaba y eso me hizo pensar.

Susan estaba buscando a Asher e iba en traje de baño.

¿Y si ellos habían quedado de verse en la piscina, pero estaba yo? Tragué duro, nunca he sido insegura, pero en este momento mi cabeza se puso a maquinar.

Salí de ducharme y me puse una bata de baño. Los golpes a la puerta me sacaron de la nube en la que me había sumergido, inhalé profundamente y me acerqué a abrirla.

Un Asher ya bañado y vestido con un pans y una sudadera cálida me recibieron.

Me hice a un lado dejándolo pasar y cerré con seguro detrás de él.

—¿Viste a Susan? —cuestione mientras él se dejaba caer en mi cómoda cama matrimonial.

Asintió.

—Sí, no sabía que fueran amigas, me pregunto si te había visto— se sentó nuevamente en la cama. Negué con la cabeza y me puse frente a él.

—No lo somos, creí que ustedes habían quedado de verse en la piscina, iba con traje de baño y me pregunto por ti— comente restándole importancia mientras me encogía de hombros.

Asher me tomo de la cintura pegándome a él.

—Pues no, cierta persona subió una fotografía en la piscina y bueno, pensé que era buena idea subir a hacerle compañía porque tenía ganas de verla— comentó tranquilo y con una sonrisa linda en sus labios.

Estaba siendo sincero, podía notarlo y ni siquiera despegaba sus ojos de los míos. Subí una de mis piernas a la cama apoyándome. Asher sonrió levemente y deslizo la palma de su mano por mi pierna.

Las dudas desaparecieron al instante. ¿Le iba a creer a alguien con la fama de Asher? Joder si después de pasar una noche con él y verlo tan necesitado de mí.

—Bien— murmuré.

—¿Has comido algo? —asentí levemente. Asher me dio una media sonrisa y asintió. Su mano siguió ascendiendo hasta el interior de mi bata.

Acaricio mi glúteo y siguió subiendo hasta mi cintura. Me dio un pequeño tirón haciendo que quedara completamente sobre él. El nudo de mi bata se aflojo un poco.

Comenzó a magrear mi culo. Inevitablemente me acerqué a besarlo, como si tuviéramos un imán que nos une.

Tome su cabeza entre mis manos, acaricie su cabello y disfrute su boca como si fuera la primera vez que nos besábamos. Disfrute cada parte de ese beso, la forma suave en la que movía sus labios y la forma en la que nuestras lenguas se conocían mientras que sus manos no dejaban de jugar con mi trasero.

Sus labios descendieron por mi cuello sin prestarle mucha atención, no fue hasta que llegó a mis tetas que una corriente atravesó mi cuerpo hasta llegar a mi entrepierna. Solté un leve jadeo cuando hizo a un lado el bordo de la bata para poder cumplir su tarea.

Paso su lengua por mi pezón lentamente, de una forma casi hipnótica. Solté un suspiro y mordí mi labio inferior al verlo tan sumido en mi cuerpo, me daba una satisfacción infinita.

—Nunca había visto a alguien adorar tanto mi cuerpo como tú—murmuré. Asher paro por un momento y alzo la mirada para encararme.

—Son unos idiotas, tienes un cuerpo digno de admirar y disfrutar y para la suerte de ambos yo seré quien lo haga así que por ende tu disfrutarás todo lo que te haga—murmuró. Asentí levemente y me dio una sonrisa pícara.  Mi corazón latió con fuerza dentro de mi pecho, mi respiración se volvió inestable.

—Lo sé— murmuré levemente. Tome una respiración profunda. Tome su rostro entre mis manos obligándolo a verme.

—Pero, hoy quiero ver una película— le di una leve sonrisa. Asher me miró un poco confundido, pero no se negó. Asintió y luego me dio un corto beso en los labios y acaricio mi mejilla con su pulgar. Mi piel cosquilleo bajo su tacto y contuve la respiración unos segundos.

—¿Qué película veremos? —pregunto aun con sus brazos rodeando mi cintura y su cabeza en mi pecho.

—Avatar— Asher asintió. Espero en la cama mientras me vestía. Luego de eso busqué la película y la puse.

Paso casi una hora hasta que Asher se quedó totalmente dormido, la película ni siquiera iba a la mitad, pero mañana tenía que despertarse temprano, así que solo termine de ver la película. Para cuando termino ya pasaba de las dos, así que solo apagué la televisión y me acomodé para dormir.

Sentí como Asher envolvió sus brazos en mi cintura pegándome a su pecho.

Mi corazón se detuvo unos segundos y cuando comenzó a latir nuevamente no regreso a la normalidad.

Asher sabe cómo manejar con cuidado por circuitos peligrosos, al parecer también sabe cómo hacerlo por un corazón lleno de cicatrices.

Perono quiero que salgamos heridos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro