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Capítulo 2

ᴀᴄᴛᴏ 1 | ᴄʀᴇᴘᴜꜱᴄᴜʟᴏ
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛɪᴛᴜʟᴀᴅᴏ

"¿Te conozco?"

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        — Era lunes por la mañana, oficialmente el primer dia de clases de Ariadna desde que había llegado a Forks, la joven no iniciaba demasiado tarde el año escolar pues sólo llegaba un mes después del inicio de clases, no está segura de que sentía siendo la chica nueva en la preparatoria teniendo en cuenta que aquel era un pueblo relativamente pequeño y los rumores corren rápido.

No se había esforzado demasiado en su atuendo pero estaba segura que no se veía mal, llevaba unos jeans acampanados, un blusa negra, unas botas de tacón color rojas a juego con su mochila, y una chaqueta de cuero café. La chica no se notaba nerviosa por fuera pero internamente era un caos, entre que era la chica nueva y no tenía amigos en aquel lugar, combinado con los sueños que había estado teniendo su mente no paraba de divagar en pensamientos. Tal vez empeze a por fin perder completamente la razón.

Durante el trayecto a la escuela se mantenía distraída tarareando las canciones que sonaban en la camioneta de su madre quien la llevaba a la preparatoria antes de irse a su trabajo. Su lógica era que entre más se concentraba en la letra de las canciones menos espacio tendría su mente para trabajar en sus preocupaciones.

—¿Segura que no quieres que te recoja a la salida? —preguntó su madre mientras se detenía fuera del estacionamiento del lugar.

—Segura, no quiero que tengas que salir del trabajo solo por mí — respondió con una sonrisa mientras abría la puerta y tomaba su mochila — además me hace bien caminar a casa.

—Está bien.

La chica se despidió de su madre con una sonrisa antes de empezar a caminar por el estacionamiento, se había puesto los audifonos como un intento de no tener que escuchar si la gente empezaba a murmurar sobre ella, hacía años que no le interesaba mucho lo que otros pensaran sobre ella pero este día se encontraba abrumada con todos los cambios que no tenía la fuerza de voluntad para que no le importase aquellos cuchicheos por lo que la mejor solución era ignorarlos por un rato hasta que la obligaron a quitarse los audífonos en clase.

Escuchaba a Elton John cuando casi choca contra a un chico musculoso que saltó de la que parecía ser su camioneta, se había asustado un poco por lo que se quedó quieta un momento mientra el chico se giró a verla, al principio se mostró serio pero no tardo en sonreirle, a primera instancia la chica podía notar su atractivo pero en definitiva no era su tipo, porque había desarrollado una preferencia por los rubios desde que sufrió un enamoramiento por Paul Walker.

Le pareció que el chico iba a hablarle por lo que se quitó sus audífonos, no esperaba una disculpa porque en verdad le pareció que ambos estaban distraídos y no llegaron a chocar por lo que no había problemas por los que disculparse.

—Perdon no habia visto que viniera alguien

—No pasa nada, no iba tan concentrada en el camino

El pelinegro la observó con una sonrisa un rato, antes de que una chica rubia, definitivamente muy atractiva lo tomara del brazo y se uniera a la supuesta conversación.

—¿Eres la nueva?— pregunto una chica pelinegra acercándose

—Si, soy Ariadna mucho gusto.

—Lo sé —le respondió con una enorme sonrisa que a la chica O'Connor le pareció un dulce y un tanto curiosa, tal vez por que la chica se mostraba muy en confianza como si llevara días conociéndola. — Yo soy Alice, y ellos Emmett y Rosalie

—Rose y yo nos tenemos que ir pero fue bueno conocerte Ariadna— mencionó Emmett pasando su brazo por los hombros de la rubia quien hasta ahora la había mirado seriamente todo el rato — nos vemos.

—Adiós —les digo a ambos con una sonrisa quedándose sola con la chica pelinegra quien entrelazo sus brazos con confianza, Alice era mucho más baja que ella, era obvio que con el tacón de las botas ella le llevaba ventaja pero igual estaba segura que sin ellas sería más alta que la chica por unos centímetros.

Hasta ahora estaba un poco confundida por la rápida confianza que tomó la chica hacia ella y como no parecía importarle mucho no conocerse, aparte de eso la única otra cosa rara que noto era que a pesar de contar con dos capas de ropa que evitaban el contacto con la piel de Alice podía notar cuán fría estaba, y el color tan peculiar de ojos que poseía.

Ariadna estaba un tanto confundida por tanta amabilidad y por lo extraña que podía llegar a ser físicamente la chica a su lado, su pálida piel de porcelana, sus ojos dorados, y su piel helada. La O'Connor no conocía a nadie a quien fuese así, o al menos no que recordará. La ojiazul cerró un instante sus ojos intentando alejar sus intrigas de su mente y la punzante sensación de frío que emanaba Alice. Podía sentir como no había calidez en el cuerpo de la pelinegra, ni una pizca, se sentía como cuando el cuerpo de alguien muere, emanaba aquella frialdad y rigidez.

Ari sentía aunque sea una pizca de calor emanar de cualquier que conociera pero ella no lo tenía.

La chica salió de sus pensamientos cuando la corta caminata se detuvo, habían llegado al auto de alguien. Ariadna tuvo que parpadear al ver al dueño de aquel vehículo porque pensaba que su mente le jugaba una trampa. Frente a ella con sus rizos dorados moviéndose levemente por la suave brisa se encontraba el chico que llevaba apareciendo en sus recurrentes sueños.

—Jasper, te presento a mi nueva amiga.

El chico se le quedó mirando unos interesantes con una brillo en su mirada que ella no sabía identificar, había algo en su mirada que se entremezcla con la seriedad en esta. A pesar de su sorpresa por tenerlo frente a ella encontró la fuerza para ofrecerle una sonrisa.

—Un gusto conocerla señorita —dijo él, la chica pudo identificar un suave acento sureño en su voz — Jasper Hale.

El rubio extendió su mano a forma de saludo, tuvo que soltarse un momento del brazo de Alice para alcanzar la mano del chico quien para su sorpresa está tan o más helado que la chica a su lado.

—Ariadna O'Connor —se presentó con la mejor de sus sonrisas — podría jurar que te he visto antes

Aquel comentario había sido un tanto involuntario pero no se arrepintió demasiado por decirlo.

—¿En serio?

—Si

—Tal vez me confundes con alguien más.

Si con el tipo de mis sueños, literalmente. Pensó antes de responderle al chico.

—Tal vez —dijo.

Alice sonreía alegremente mientras los veía interactuar como si aquello fuera una escena de una película romántica.


Jasper odiaba el colegio, el revoltijo de emociones que lo acechaban a cada paso que daba, el incesante olor metálico de la sangre que le hacía arder la garganta. Y el interminable pensamiento de que en cualquier momento podría ceder y arruinarlo todo para su familia.

Solía maldecir que Alice, quien era más obstinada que alta, lo obligaba a asistir a clases, pero hoy cuando sintió como la chica ojiazul que se había plantado en sus pensamientos desde que la vio, caminaba por el estacionamiento de la preparatoria, dejó de maldecir a la vidente para agradecer que aquel día básicamente lo arrastró a la escuela.

La miro caminar distraída por el lugar con sus brazos cruzados, mientras escuchaba música, pudo notar como revoloteaba sus dedos sobre su chaqueta al ritmo de la música, como el viento movía su cabello logrando despinar un poco pero igual luciendo completamente hermosa ante sus ojos.

Por un instante se había arrepentido haberse jurado no acercarse a ella para protegerla del peligro que el mismo representa. Pero al escuchar cómo su corazón se acelera un poco al asustarse le bastó para recordar cuán frágil es un humano. Se mantuvo alejado el tiempo que hablaba con sus hermanos adoptivos pero no pudo hacer mucho cuando Alice la llevó hacia el.

Podía sentir el nerviosismo y la curiosidad que emanaba la chica mientras caminaba con la vampiresa pero en cuanto lo vio todo desapareció sin siquiera el hacer algo y aquellas emociones fueron reemplazadas por algo parecido a la admiración, como si ella lo mirase y sintiese lo que sentiria al mirar una obra de arte.

Quedó encantado por sus ojos azules que se achinaron al sonreír y por el suave y cálido tacto de su piel al tocar la suya. Podía jurar que al tocarla sintió la antigua sensación de calidez y vida que tenía cuando aún no era vampiro.

Luego de una pequeña charla y cuando la chica se marchó a su primer clase el no pudo parar de pensar en ella. Tanto que Edward había empezado a sonreír burlonamente cuando se lo topaba por los pasillos y leía su mente. Estaba seguro que sería la burla de sus hermanos en casa pero dejaba de importar cuando cruzaba por su mente el olor a frutos rojos y menta que emanaba la chica, que lo hacía olvidarse de cualquier otra cosa incluso el olor de la sangre que bombeaba cada corazón en aquel lugar repleto de personas.

En su cuarta clase cuando estaba sentado solo en la última mesa del salón porque nadie se había atrevido a ser su compañero de clase, la vio entrar con una sonrisa alegre al salón acompañada por el profesor a quien pudo oír explicarle cuales habían sido los temas de las clases anteriores y entregarle un guia de estudio.

Para su sorpresa cuando la chica tuvo que elegir entre sentarse con él o otro chico quien la miraba y sonreía de manera coqueta, no debatió mucho y decidió sentarse junto a Jasper, quien tuvo que agachar un poco la cabeza para que no lo viera sonreír por aquel hecho.

—Hola Jasper —saludo sonriendo mientras sacaba de su mochila su lapicera y libreta.

No pudo evitar sonreír al ver la portada de esta con una reinterpretación de la pintura “La joven de la perla” pintada a mano sobre una aburrida pasta.

—Linda pintura —le comentó con un tono de voz más serio del que quería —¿la hiciste tú?

—Si, me gusta que mis libretas no sean tan monótonas —comentó con confianza —¿te gusta el arte?

—Lo encuentro entretenido sí, pero soy más un observador más que un artista

Ariadna le sonrió lo cual lo hizo relajarse un poco, había algo relajante y magnético en estar con ella. 

—Y yo soy siempre la artista, nunca el arte —dijo con un tono de broma mientras anotaba el tema de la clase y la fecha en la hoja. — Cambiando de tema ¿aquí todos siempre miran con curiosidad a todos o es solo a mi?

— Um, estoy seguro que miran a todos los que les parecen novedad así —comenzó a decir mientras se rascaba la nuca — a mis hermanos y a mi nos paso lo mismo, con el tiempo dejaras de ser novedad.

— Eso espero

Durante un rato más no hablaron debido a que el profesor comenzó a dar la explicación del tema pero en cuanto dejó una actividad se lanzaron miradas de vez en cuando y Ariadna entró en confianza para pedirle ayuda con los problemas.

Durante aquellos minutos de clase no paro a pensar en las emociones de los que lo rodeaban o en el olor a sangre sólo podía concentrarse en lo feliz que empezaba a sentirse. Podía jugar que había muy pocas veces en las que se sentía así, pocas veces en las que sonrió naturalmente y no forzaba la sonrisa. Había pasado años sintiéndose solo a pesar de tener a su familia adoptiva. Años en los que no había mirado a una mujer con cariño, no desde Maria, si bien aquello no había sido más que una manipulación fue lo más cercano que tuvo al amor.

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Durante el almuerzo Ariadna se encontraba sentada sola en una mesa alejada de todos. Aunque poco parecía importarle pues Jasper sentía desde lejos su serenidad mientras garabateaba en su libreta y mordía de vez en cuando la rebanada de pizza que se había comprado.

— Sabes que no va a desaparecer si la dejas de mirar ¿verdad? —le preguntó burlonamente Emmett quien ya había notado como el empático intentaba observar disimuladamente a la castaña.

— Ella es…—comenzó a decir Edward—extraña

—¿En qué sentido? —preguntó Rose jugando con la manzana de su plato.

— A veces no puedo ver lo que piensa, es como toparse con una pared —explicó el.

Jasper frunció un poco el ceño pero no dijo nada.

—¿Te esta fallando la antena Eddie? —bromeó Emmett ganándose un golpe en el brazo por parte de Rosalie.

— Sigo sin creer que la compañera de Jasper sea una humana —comentó Rosalie con un toque lo que parecía desprecio en su voz, lo que hizo que su mellizo la mirara mal. —al menos no es tan fea

Ariadna es hermosa. Pensó el empático volviendo a mirar a la chica quien parecía ya haber terminado su pizza y dibujaba con el ceño un tanto fruncido como si algo de aquel dibujo no la convenciera.

— A mi parece que Jasper ya quedó flechado asi que resignate a verla más, cariño—comentó Emmett sonriendo ante la idea de su hermano enamorado pero sobre todo ante la idea de tener una posible nueva hermana

— ¿Viste que pasara con ella? —preguntó Rosalie hacia su hermana.

— No te piensa decir —comentó Edward.
Alice sonrió por lo que sabía, y Eddie no pudo evitar contagiarse de su alegría y sonreír en complicidad. Para ambos se convirtió en placer saber algo que sus hermanos no.

ɴᴏᴛᴀ ᴅᴇ ᴀᴜᴛᴏʀᴀ

—¡Hola! ¿Que les pareció el capitulo?

Actualizando porque estaba leyendo un fanfic de Legolas me di cuenta que no lo actualizan desde diciembre y me dio sentimiento así que les traigo nuevo capitulo.

Btw a mi nadie me dijo que el señor de los anillos era tan adictivo me acabe las pelis en dos dias y ahora estoy viendo la serie y pensando si deberia empezar a planear una historia sobre legolas.

Recomienden fics de Legolas o Fili y les amo mas que ahora♡

En temas mas relevantes a la historia, ya les vi haciedo teorías, pronto sabrán si son verdad o no.

Les dejo una pequeña imagen para que disfruten (Es ia y un poco de edición)

ɴᴏꜱ ʟᴇᴇᴍᴏꜱ ʟᴜᴇɢᴏ...

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