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Capitulo 11

ᴀᴄᴛᴏ 1 | ᴄʀᴇᴘᴜꜱᴄᴜʟᴏ
ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛɪᴛᴜʟᴀᴅᴏ
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          Ariadna encontraba a Isabella Swan una persona curiosa y reservada, una personalidad muy distante de la suya, por lo que la encontraba refrescante.

No había convivido mucho con ella fuera de las charlas en el comedor cuando se sentaba con las chicas en vez de con los Cullen. El primer día en que conversaron encontró –sin contar cuando se conocieron– encontró tierno como la chica se puso nerviosa luego de hacerle una pregunta sobre Edward.

Conocía el efecto de la familia sobre las personas en el pueblo. El efecto Cullen, lo nombraba Jessica, pero nunca había visto de primera mano como alguien empezaba a caer lentamente en los encantos de uno de los miembros de la familia. 

Aunque ahora lejos de divertirla le ponía nerviosa, con el regreso de Edward a la ciudad y su aparente bipolaridad, no podía más con el estrés; por un lado Edward le pedía que cuidara que Bella se alejara de él, y luego iba y se acercaba a ella. Obviamente no había pasado por alto que le habló durante sus clases compartidas porque Rosalie se la pasó refunfuñando sobre aquello mientras le hacía compañía en la fila para comprar el almuerzo. 

Se preguntó por un momento si su cuñado era normal incluso dentro de los parámetros vampíricos. 

Rosalie por su parte la martirizaba con la repetida orden –porque estaba lejos de ser una petición o un favor– que cuidara que la chica Swan no se entrometieron en su secreto porque “a ti solo te tolero porque tienes poderes”. Aquel comentario no dolía, sabía que Rosalie solo lo decía para mantener su fachada, porque Eddie le confirmó que en realidad le tenía un poco de apreció.

Por su parte Jasper y su madre parecían discos rayados con la misma pregunta sobre si ya hablaría de sus pequeñas pesadillas. No era que se molestara por que querían cuidar de ella pero odiaba la idea de hablar de las crueles imágenes que se colaban en sus sueños cada noche. 

“Si lo ignoro tal vez no sea real” se repite como mantra para no dejarse caer. 

—Tierra a Ariadna —dijo Erick mientras le sacudía la mano a la cara —¿Oíste lo que te dije?

—Algo sobre música

—Necesito una lista de tus canciones favoritas para preparar la música para el baile —le repitió —¿por que si vas a ir verdad?

—Si Jasper me lo pide —dijo con una sonrisa a sabiendas que el mencionado la estaba escuchando y posiblemente negaba con la cabeza mientras se reía — o le pediré a Alice que sea mi pareja seguro dice que si.

—No te creo capaz—respondió Jess con clara diversión.

—Jessi, es claro que lo haría —le dijo la chica Webber empujando el hombro de la castaña. —Ariadna no le teme a nada.

Mentira.


Bella encontraba admirable como la castaña junto a ella se sentía tan segura consigo misma que no temía mostrar su personalidad. Era como una luz en medio de un inmenso salón su sonrisa y sus alegres comentarios podían animar todo el ambiente del lugar. 

Ariadna hasta ahora le parecía una gran persona, no había logrado saber mucho sobre su vida o su relación más allá de lo que veía día con día pero no se molestó en inmiscuirse. 

—¿Qué lees? —preguntó la chica recargándose en su vieja camioneta. 

—Hamlet 

—¿Es un buen libro? —preguntó distrayendola y logrando que apartara su vista de Edward quien se encontraba al otro lado del estacionamiento 

—Es bueno, te lo puedo prestar ya lo termine.

—No te preocupes, soy más de lecturas más sencillas —comentó con una sonrisa rechazando el gesto de la castaña —llámalo un cliché pero me gustan más los romances y los libros de fantasía. 

Bella le dedicó una sonrisa tímida antes de responderle.

—También he leído romances, Jane Austen sobre todo.

—¿Verdad que sus libros son muy buenos? —dijo con su característica sonrisa y su tono alegre — Jasper me leyó el primer capítulo de Sensatez y Sentimientos hace unos días pero no he tenido tiempo de leer el resto del libro.

—¿Y él suele leerte?—preguntó Bella con timidez pero mucha curiosidad pues los había visto interactuar por los pasillos y siempre notaba a Jasper más relajado cuando estaba con ella.

—Alguna veces, es un buen narrador —dijo antes de girarse un poco para ver a Jasper recargado en su moto y sonreírle —sobretodo cuando va a mi casa y estoy pintando, es como un audiolibro personal —ambas sonrieron ante la pequeña broma.

Su pequeña charla se vio interrumpida cuando el ruido de un coche derrapando por el suelo mojado llegó a oídos de ambas. La camioneta de Tyler venían derrapando directamente a ambas. Ariadna intentó tirar de la castaña pero ella estaba en shock así que con pena se movió lo más que pudo lejos de la camioneta. 


—Mierda —murmuró Ariadna cuando sintió unos conocidos brazos sosteniéndole y revisando que no estuviera herida. 

Sabía que era Jasper reconocía su olor a pino, menta y libros, podía reconocer sus frías manos tocando cariñosamente su rostro. Su vista estaba concentrada en la escena a su lado, Edward había arriesgado todo por salvar a Bella, había detenido la camioneta y la protegió con su cuerpo. 

Ariadna sabía que debía actuar rápido por lo que intentó tranquilizar a Jasper tomando su frío y preocupado rostro entre sus manos. Sabía que Bella no les estaba prestando atención por ver a Edward.

—Jazz, estoy bien —murmuró antes de darle un casto beso al rubio —vente antes de que te vean, tendrás que fingir que llegaste con la multitud.

Sabía que varios la había visto junto a Isabella por lo que sospecharian si se iba con los Cullen así que mantendría las apariencias e haría todo lo posible por proteger el secreto de la familia.

Jasper solo pudo asentir e irse del lugar obedeciendo las órdenes de Ariadna. 

En cuanto Jasper estuvo fuera de su visión y pudo ver a Bella completamente paralizada en la pequeña brecha entre sus camioneta y la de Tyler se acercó a ella a gatas  desde donde estaba. 

Tomó a la Swan por sus hombros y la hizo mirarla —¿Estás bien? ¿te sientes mareada? 

—Estoy bien —murmuro aun confundida alegando la vista de ella y mirando todo a su alrededor confundida. 

Pronto estuvieron rodeadas de un montón de alumnos preocupados y curiosos, algunos profesores no tardaron en llegar pero Ariadna no podía soltar a Bella, sabía lo fuerte que podía ser para alguien estar al borde de la muerte. 

—¡Maldita sea, hagan espacio, Bella necesita aire! —la gente las estaba agobiando con preguntas por lo que la ojiazul les terminó por gritar mientras movía lentamente a Bella lejos de la pequeña brecha entre los autos.  

Cuando volvió a sentir a Jasper tocándola con cuidado no hizo más que dejarlo tomarla por sus brazos y levantarla con cuidado, el rostro de su pareja estaba totalmente preocupado a pesar de notar que Ariadna estaba completamente bien.

Sin importarle nada la analizaba de nuevo de arriba a abajo mirando cada pequeña mancha de tierra en su ropa por moverse por el piso para descartar heridas. Una vez se aseguró de que estuviera bien la abrazó con cuidado y enterró su rostro entre su cuello. 

—¿En verdad te preocupaste? —preguntó ella casi en un susurro contra la oreja del rubio. 

—Obviamente que me asuste pudo pasarte algo —le dijo separándose un poco de ella y recargando su frente contra la suya —creo que no te volveré a dejar sola. 

—¿Serás mi sombra? 

—Si

La sirena de la ambulancia los sacó de un pequeño momento romántico, Ariadna sabía que estaba perfecta,¿asustada y preocupada? si pero, pero físicamente no tenía ni rasguños.

—Joven Hale debería dejar que Ariadna sea revisada por los paramédicos —Jasper dejó que el profesor nos guiará a una de las ambulancias que habían llegado al lugar —Ariadna por protocolo tendrán que llevarte al hospital, ya llamamos a tu madre. 

—Claro —respondió ella mientras el paramédico le pasaba una lámpara por los ojos.

“Mamá, se va volver loca” se dijo a sí misma a sabiendas que su madre era protectora.


Ariadna y Jasper se encontraban en el consultorio de Lilian quien había ido a hablar con quien atendió a su hija para cerciorarse que no pasaran nada por alto.

—Definitivamente Bella va a hacer preguntas —mencionó la chica jugando con una pelota anti-estrés que tenía su madre en su escritorio — Edward arriesgó mucho, ¿le interesa tanto Bella solo porque es su Tua cantante?

—Y porque no puede leer sus pensamientos —mencionó el —Edward es complicado. 

Jasper se puso frente al sillón donde ella estaba sentada y no hizo más que sostener sus manos entre las suyas y besarlas.

—Lamento el susto que pasaste —le dijo ella tirando de la camisa del chico para atraerlo hacia ella y abrazarlo. 

—En verdad creí que saldrías lastimada. 

—Pero no paso, ya puedes relajarte —dijo ella mientras lo dejaba tomar asiento junto a ella.

Jasper optó por abrazarla de nuevo para sostenerla fuertemente entre sus brazos, se concentró en sentir el sube y baja del pecho de la chica al respirar y en escuchar atentamente el latido de su corazón mientras recargaba su mentón en su cabeza. 

Ariadna se mantuvo en silencio mientras él la abrazaba dejándolo disfrutar de todas las señales de vida en ella, sus dedos repasaban con sumo cuidado las pequeñas marcas de mordidas –apenas perceptibles a la vista de los humanos– que se asomaban por su antebrazo al tener su suéter y camisa arremangados. 

Esa noche Jasper no se quedaría con ella a pedido de Lilian quien le deseaba que la dejara ser esa noche quien cuidara de Ariadna. 

Aún quedaban unas horas hasta que Ariadna iniciara su rutina para irse a dormir por lo que se encontraba sentada en el regazo de Jasper quien estaba acostado en la cama de la chica mirándola divagar. 

Aquella situación era común en ellos, la joven encontraba cómoda la posición, y disfrutaba de sentir las manos de Jasper tomarla por la cintura cuidando que no fuese a caerse por un lado cuando se movía demasiado al divagar. Era expresiva en todos sus sentidos, podía hablar todo el rato y moverse energéticamente mientras intentaba hacerte entender lo que explicaba, como si sus extremidades pudieran hablar contigo al moverse.

Jasper por su parte disfrutaba de admirarla mientras divagaba sobre distintos temas, sobre todo si la ponían feliz y podía verla sonreír inmensamente. Era una de las pocas posiciones en las que Ariadna le sacaba ventaja en estatura, por lo que él podía disfrutar de su ver cómo su pelo le enmarca el rostro al caer por sus costados.

La chica había terminado de divagar hacía unos minutos y al encontrar a Jasper perdido en sus pensamientos optó por recorrer con sus dedos los brazos del chico, le gustaba pasear sus dedos por la fría piel de Jasper intentando brindarle un pequeño toque de calidez. Recorrió con cuidado sus brazos hasta llegar a sus hombros y pasar delicadamente por su cuello solo para llegar a su parte favorita, dejar pasar sus dedos cuidadosamente por la mandíbula de Jasper quien no podía evitar cerrar sus ojos ante las caricias.

—Jasper—murmuró ella mientras pasaba su dedo con cuidado sobre el puente de su nariz —te quiero.

La chica no solía decírselo muy seguido pues confiaba en que sus emociones cuando estaba con él eran más que suficientes para indicar lo que sentía por él, pero no estaba de más decírselo. Jasper soltó un pequeño suspiro antes de sostener firmemente a Ariadna por su espalda baja mientras se incorporaba para quedarse sentado. 

—Yo también te quiero —le dijo abriendo los ojos cuando Ari dejó de recorrer sus facciones con sus dedos —eres magnífica.

Jasper dejó que una de sus manos acomodara un mechón de cabello detrás de su oreja, solo para después dejarla acariciando su cintura con delicadeza.

Ari no despegó su vista de las de Jasper ni un segundo pues adoraba ver el amor y la fascinación reflejado en sus ojos al verla. 

—Adoro tus ojos —le murmuró tomando su rostro entre sus pequeñas manos para besar con delicadeza los labios del vampiro.

Los labios de Jasper eran suaves y se sentían como tiernas caricias cuando chocaban contra los suyos, siempre había delicadeza en las manera en que la boca del inmortal se movía contra la suya buscando más de ella. Sus manos se apretaban contra su cintura cuando ella le permite más acceso a su boca.

—Mis ojos son solo para ti por toda la eternidad. —murmuró él entre el beso sin aflojar su agarre temiendo que algo la alejara de él— Al igual que mis besos y caricias, todo lo que yo pueda ofrecerte es tuyo.

Ariadna sonrió alejando un poco su rostro solo para verlo sonreír mostrando sus hoyuelos.

—¿Que hice para merecerte? —le preguntó con una sonrisa antes de besar sus labios de nuevo pero estaba vez en un corto beso que poco a poco comenzó a viajar por todo su rostro transformándose en pequeños besos repartidos por su cara.

Jasper no podía borrar su sonrisa ante las muestras de afecto de la chica, simplemente no podía evitar caer rendido ante ella

Ariadna no podía negar que se encontraba perdidamente enamorada de Jasper, y sabía que no había parte de ella que no lo quisiera. 

ɴᴏᴛᴀ ᴅᴇ ᴀᴜᴛᴏʀᴀ

—¡Hola! Volví de la muerte

Si notan como siempre digo que voy a actualizar pronto y termino por no hacerlo. Si yo también me odio por eso.

No busco justificante o eso pero tengo depresión diagnosticada y hay periodos donde no encuentro motivación para hacer cualquier cosa incluído lo que me gusta  (escribir) así que si es una de las razones por las que duró mucho sin actualizar peroooo estamos trabajando en ello.

Btw cambié de celular a uno de repuesto y como aún no me aclimató a el puede que haya algunas fallas en las palabras porque tiene un teclado diferente y el autocorrector me odia.

ɴᴏꜱ ʟᴇᴇᴍᴏꜱ ʟᴜᴇɢᴏ...

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