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CAPÍTULO UNO

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Hace un año y medio
Ciudad de Inazuma
Royal Academy
Campo de la Royal Academy

Abigail Sharp observaba de brazos cruzados como sus compañeros de equipo entrenaban. A su lado, su hermano Jude parecía leer algo en una pequeña tablet, idéntica a la del ayudante del entrenador Dark. Ninguno de los dos decía nada, se limitaban a estar en silencio y a evaluar al equipo entero. Las miradas de ambos volaron a David Samford cuando este se acercó a ambos.

—El comandante ha venido. —señaló el delantero de parche en el ojo, jadeando por el esfuerzo. —Qué raro… Normalmente no viene a los entrenamientos.

Aquello hizo que las alarmas dentro de las mentes de los hermanos Sharp se encendieran con violencia. Ray Dark jamás hacía acto de presencia en un entrenamiento. Solía dejar las instrucciones a su ayudante, quien se encargaba de transmitirlas a ambos hermanos y ellos se encargaban de dirigirlo. Que él estuviera, de cuerpo presente, significaba algo.

Abigail fue la primera de los dos en moverse, dirigiendo sus pasos hacia dónde Ray Dark estaba esperando. Jude salió de su ensoñación y se apresuró a seguir los pasos de su hermana, preguntándose qué podía haber pasado como para que su comandante hubiera abandonado su cómodo sillón negro.

—Comandante. —saludó la capitana, acompañado de un gesto con la cabeza. —¿Sucede algo?

—Ah… Abigail, Jude…—el suspiro del hombre puso los pelos de punta a ambos hermanos, pero no dijeron nada. —Ya sabemos quién será nuestro próximo rival.

—Discúlpeme, comandante, pero…—Jude estaba de brazos cruzados y con una ceja arqueada. —¿Por qué parece tan contento?

—Mi querido Jude Sharp, eso es porque nuestro próximo rival es realmente digno de enfrentarse a nuestra adorada Royal. —los labios de Ray Dark se curvaron en una sonrisa maliciosa, haciendo que sus blancos dientes centellearan.

—¿Digno de enfrentarse a nosotros? —repitió Abigail, algo escéptica. —¿Quién es, comandante?

Ray Dark se hizo de rogar, disfrutando de algún tipo de chiste personal. Pasaba su oscura mirada de un hermano a otro, esperando a que alguno de los dos manifestara alguna emoción. Pero ninguno se movió o cambió la mueca. Siguieron serios, manteniéndole la mirada. Y los felicitó mentalmente.

—Nuestro próximo rival es… el Instituto Kirkwood. —el adulto soltó una siniestra risita. —¿No es realmente maravillosos, queridos?

Aquello sorprendió a ambos hermanos, tanto que tuvieron que controlarse para que sus expresiones faciales no los delataran.

—¿El instituto Kirkwood? —repitió Abigail.

—Creía que estaban en otro grupo distinto al nuestro. —señaló Jude, achicando los ojos detrás de sus gafas mientras miraba a su entrenador. —Sí, estoy completamente seguro de que ellos estaban en el grupo B y nosotros en el A.

—Y no te equivocas, Jude. —respondió Ray Dark, riendo entre dientes de forma siseante. —El organizador del Torneo de Fútbol Frontier quiere que tengamos un partido de… exhibición. Para mostrar que los líderes de ambos grupos son perfectos candidatos al título.

—Corríjame si me equivoco. —intervino Abigail, quien miraba al suelo pensativa. —Pero, ¿el Instituto Kirkwood no es el que posee al mejor delantero del fútbol juvenil? Ese al que comparan con el fuego.

—Sí, desde que ese chico apareció, el Instituto Kirkwood no ha perdido ni un solo partido de su grupo. —añadió Jude, pensativo.

Ninguno de los dos hermanos podía darse cuenta del brillo en los ojos de su entrenador, puesto que las gafas de sol lo protegían. ¿O lo protegían a ellos de ver el verdadero hombre que los dirigía? Seguramente era un arma de doble filo.

—De nuevo, estáis en lo correcto, Sharp. —señaló Ray Dark, mientras parecía inmune a aquella información. —Por eso el director del TFF cree que será entretenido probar la fuerza de nuestros amigos del Instituto Kirkwood.

¿Lo cree el director del TFF?, se preguntó Abigail, de forma algo retórica. ¿O lo cree usted, comandante?

—¿Cuándo será el partido, comandante? —preguntó, sacando sus otras preguntas de su mente.

—En cuatro días. —el adulto observó la mueca seria de la niña, intentando buscar algún punto débil. Pero no lo encontró. —¿Tendréis suficiente tiempo para preparar al equipo, queridos?

Jude y Abigail intercambiaron una mirada al notar el reto en la voz de su entrenador. Ni siquiera les hacía falta hablar con palabras, pues ambos pensaban en lo mismo.

—Por supuesto, entrenador.


[…]



Ciudad de Inazuma
Afueras de la ciudad
Mansión Sharp

Los hermanos Sharp, Jude y Abigail, se encontraban sentados alrededor de cientos de hojas de papeles. Ambos estaban enfrascados en lo que hacían, sin prestar atención a que el sol se estaba poniendo. No sabrían decir con seguridad cuanto tiempo llevaban con aquella tarea, pero les daba igual. Necesitaban dar con una estrategia perfecta para el siguiente partido.

—¿Me pasas las hojas de resistencia, hermana? —pidió el niño, sin alzar la cabeza.

—¿Pretendes hacerlos correr hasta que se caigan al suelo? —preguntó ella, mientras le pasaba la hoja, arqueando ambas cejas. —No creo que tenga éxito esa estrategia. Los datos del Instituto Kirkwood son claros: tienen una enorme resistencia. Más que cualquier otro equipo al que nos hayamos enfrentado.

—Su potencia de tiro también es más fuerte que la de los demás. —observó Jude, mientras repasaba los gráficos con la mirada. Parecía ligeramente sorprendido. —Sin duda el comandante tenía razón. Son dignos de enfrentarse a nosotros.

—¿No te parece genial? —preguntó Abigail.

El tono de voz le salió demasiado cantarina, quizás por eso su hermano alzó la cabeza para mirarla. No llevaba puestas sus gafas, por lo que los ojos rubí de Jude se clavaron en los bicolores de su hermana. Su ceño se frunció muy levemente, casi imperceptiblemente.

—¿Genial? —repitió, entre confundido y escéptico. —¿Por qué me iba a parecer genial?

—Porque tenemos que pensar en una estrategia totalmente nueva. —respondió Abigail, notablemente más animada de lo normal. Apoyó el mentón en su mano, mientras miraba a su hermano. —Es la primera vez desde que estamos en la Royal que tenemos un partido contra un equipo que realmente puede plantarnos cara. ¿Sabes lo que significa?

—¿Qué vamos a tener que jugar los dos tiempos? —preguntó Jude, de forma retórica, mientras sus facciones se deformaban en una mueca de asco. —¿Qué vamos a sudar?

—No seas tan señorito, hermano. —se burló Abigail, haciendo que él le lanzara un boli, ofendido. —No, significa que el comandante va a tener que pensar muy bien sus órdenes si quiere que le ganemos a esta gente. —su tono perdió un poco de alegría. —Y que los entrenamientos de estos días van a ser el triple de intensos.

—¿Crees que el Triángulo Letal será suficiente? —preguntó.

Abigail se lo pensó unos segundos.

—No. Debemos subirle la potencia. —le enseñó una hoja en la que mostraba las potencias de los tiros del equipo. —¿Ves? Aquí. Si subimos la fuerza en las piernas de los tres, lograréis que el tiro aumente de potencia.

—De todas formas, creo que tendremos que usar el Pingüino Emperador Número 2. —señaló Jude, frunciendo los labios.

—Por supuesto. Tendremos que jugar con el Pingüino Emperador Número 2 y el Triángulo Letal, según veamos al portero rival. —razonó Abigail, mientras escribía algo en una hoja en blanco. Mientras hablaba, su hermano la observaba. —Obviamente eso requiere que Herman, John y Derek tienen que entrenar a fondo el paso de defensa a ataque y viceversa. Y Peter, Ben, Alan y Gus deben mejorar sus habilidades de defensa.

—¿Quieres reforzar la defensa? —Jude alzó una ceja, algo escéptico. —¿No deberíamos reforzar el ataque?

Abigail dejó de escribir y alzó la cabeza. Miró a su hermano con los ojos algo entrecerrados, como si le estuviera preguntando si tenía serrín en la cabeza. Relajó su expresión a los pocos segundos.

—Tenemos que reforzar la defensa. —sentenció, mientras buscaba algo entre las hojas. —Mira, aquí. La potencia de ataque del Kirkwood es considerablemente fuerte gracias a ese chico, a… ¿Cómo se llama? Agh, tenía el nombre por aquí…. ¡Ajá! ¡Aquí está! Axel Blaze. —farfullaba y explicaba al mismo tiempo, haciendo que Jude la mirase algo divertido. —Bueno, eso… el ataque del Kirkwood se centra básicamente en el juego de este chico, Axel Blaze. Tienen un tiro muy potente por los partidos que he visto de él…

—¿Te ha dado tiempo a ver partidos de él? —ahora Jude parecía sorprendido.

Abigail bufó, mientras soltaba una pequeña risa divertida.

—¿Realmente crees que me encontraba mal en clase de historia y que fui a la enfermería, hermanito? —preguntó, de forma retórica. Por eso, no esperó respuesta y siguió hablando. Quería seguir hablando de fútbol y no que su hermano la regañara por saltarse clases. —Fui a la biblioteca y me puse a investigar. No hay demasiados partidos suyos, porque es el más joven del equipo o algo así… pero es suficiente. Su técnica de tiro es realmente potente, así que Joe debe trabajar en el Escudo de Fuerza para lograr parar sus tiros.

—¿Y ya está? —la mirada rojiza del chico evaluó los papeles. —Me parece demasiado simple.

—Eso es porque esto es la teoría, hermanito. Es fácil saber lo que tenemos que entrenar a fondo, porque estos equipos contra los que hemos jugado nos han ayudado a entrenar. —Abigail no sabía si estaba razonando o burlándose de algo, pues su tono no reflejaba nada. —Nos queda aumentar la intensidad de los ejercicios del próximo entrenamiento y que el comandante los apruebe.

Jude asintió, mientras alcanzaba el papel en el que estaba escribiendo su hermana. Su mirada rojiza se deslizó por las frases, leyendo con atención, mientras la mirada bicolor parecía vigilarlo. La niña contuvo un bufido cuando él anotó algo, logrando que los labios del chicos e curvaran en una sonrisa ladeada.

—¿Siempre tienes que hacer tus anotaciones, hermano? —preguntó, algo sarcástica.

—Si queremos que el comandante apruebe nuestro plan, debemos darle todo lujo de detalles, hermanita. —le recordó el de rastas, mientras le daba una fugaz y divertida mirada. —A veces eres un poco esquemática cuando te lo propones… simplemente me aseguro de que el entrenador tenga toda la información que necesite saber.

—Eres realmente insoportable, hermano. —se quejó ella, pero una sonrisa se deslizó por sus labios.

—Lo soy, pero ¿sabes qué? Somos mellizos, así que tú también eres insoportable, hermanita.


¡Hola, hola! ¿Qué tal estáis? Espero que bien.

Aquí tenéis uno de los principales cambios que decidí hacer. Creo que es bueno narrar ciertos aspectos de la vida de Abby antes de llegar al Raimon. De esa forma, es más fácil entender su carácter y ciertos aspectos de su personaje.

Honestamente me gusta escribir a Abby y Jude en plan malos. No sé porqué JJAJA.

Bueno, ¿Qué os ha parecido el capítulo?

¡Espero que os haya gustado!

Nada más por mi parte pero...

¡Nos leemos en comentarios!

~I 👑

|Publicado|: 31/07/2021

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