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Capítulo 45


Algo que sin duda le agradaba a Noah era que podía descansar junto a Demian.

Antes de conocer al alfa, jamás había sentido tanta paz en las cosas más sencillas. Tan solo despertar y sentir la respiración de Demian sobre él, era gratificante. Podía quedarse a su lado por toda la eternidad, sin mover un solo músculo, aunque no podía decir lo mismo del alfa, quien al sentir al omega despierto, comenzó a acariciarlo en la espalda baja.

—Mmg—musitó Noah, sintiendo como una de las piernas de Demian se colaba entre las suyas y lo apretaba contra su pecho.

Al instante, Noah se dejó inundar de las feromonas del alfa. Se sentía delicioso, tan exquisito como el toqueteo de las fuertes y enormes manos de Demian acaparando sus glúteos.

De un momento a otro, Noah ya se encontraba excitado. Le fue imposible no guardarse en el cuello del alfa y comenzar a besarlo sensualmente mientras meneaba sus caderas sobre la pelvis del alfa y cuando sintió como el pene de Demian se despertaba, coló su mano en el interior de la pijama del alfa.

—Aah—suspiró Demian tomando el rostro del omega para poder besarlo.

—Mmm...—suspiró Noah sin dejar de mover su muñeca de arriba hacia abajo, dejando la presión perfecta en sus falanges.

—Me gusta tu forma de iniciar el día—dijo Demian sonriendo con la respiración agitada—¿Acaso es mi cumpleaños? —preguntó coqueto dando otro profundo y húmedo beso al omega en sus brazos.

—¡Aah! —gimió Noah sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. Demian había metido sus dedos rítmicamente en su agujero, haciéndolo mojarse en un santiamén mientras escuchaba un húmedo sonido, inundar la habitación—¡Demian! —exclamó lleno de placer mientras con sus manos rasguñaba el fuerte pecho del alfa—Oh Dios...

—Shh...—sonrió besando los labios del rubio—Te van a escuchar, mi amor—mordió el cuello de Noah y bajó el ritmo de su muñeca—Así, respira, disfruta como te toca tu esposo.

—Oh, si, si, así me gusta—respiró agitadamente mientras trataba de juntar las piernas. Demian se percató rápidamente de esa acción y tomó una de las piernas de Noah, alzándola y dejándolo expuesto—Demian—gimió desorientado—Mi amor... ¡Aagh!

Noah se terminó corriendo en los brazos de Demian, quien retiró su mano empapada del interior de omega y relamió sus dedos saboreando los deliciosos fluidos del omega. La vista fue hermosa para Noah. Tener a semejante hombre, con el cabello largo y suelto, desvistiéndose de la camisa y sacando su erecto miembro mientras se masturbaba encima del omega.

Noah apenas y podía respirar con normalidad. Hacía demasiado tiempo desde que Demian lo había tocado y su cuerpo lo dejaba ver a simple vista. Demian se colocó entre las piernas de Noah y bajó la ropa interior del omega, era lo único que llevaba puesto, y una vez separó las piernas a su gusto, empezó a entrar lentamente.

—¡Espera! —exclamó Noah separándose rápidamente de Demian—¿Qué hay del bebé?

—¿Eh? —preguntó Demian completamente desorientado por la excitación del momento.

—El bebé, mi amor—repitió Noah señalando su vientre—¿Siquiera es seguro tener sexo en mi estado?

Demian se sonrojó y cayó en cuenta de lo que estaba haciendo. Se sentía completamente avergonzado, había dejado que su calentura tomara el control de sus acciones.

—Pero...—dijo Demian con un tono desilusionado—Tú empezaste, no puedes dejarme así—dijo haciendo un berrinche—Cariño, ¿no podría meterlo, aunque sea un poquito? —musitó con un tono de súplica—Solo la puntita, por favor...—hizo un puchero acercándose lentamente al omega—A no ser que quieras usar...—tocó suavemente los labios del omega—Otro agujero.

Noah se puso rojo a la par que el alfa. Claro que quería que Demian entrara en sus entrañas y lo sacudiera mientras sentía su piel chocar con la del alfa, pero las circunstancias lo hacían dudar.

—Espera—comentó Noah tomando el teléfono de Demian para hacer una búsqueda rápida por internet—Oh, dice Google que no hay problema siempre y cuando sea en una posición cómoda—leyó sintiendo como la sombra de Demian lo cubría.

—¿Entonces?

—Come and fuck me baby—articuló extendiendo sus brazos hasta rodear el cuello de Demian.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

El día no los esperó y al cabo de una hora, ya se encontraban tomando una ducha para empezar el día. Para sorpresa de nadie, las madres de Demian se habían adelantado, por lo que el pelinegro tuvo que apresurarse para llegar hasta el trabajo de sus madres.

—¿Seguro que estarás bien solo? —preguntó Demian mientras miraba a Noah en la puerta de la casa.

—No estaré solo, estaré con Larry—dijo señalando al gato que habían rescatado ahora durmiendo en su torre para gatos—Además, no es como si tuviera a donde ir—comentó Noah algo desilusionado—Mi mamá está con Cameron viendo lo del pasaporte y tengo que hacer méritos con tu madre, así que me quedaré aquí.

—Cariño, no tienes que hacer na...—quiso tratar de consolar al omega, pero se vio interrumpido por una llamada abrupta—Es Alek.

—¡Contesta!

Demian no esperó más e hizo caso a la instrucción de su pareja.

—¿Hola? —contestó la llamada—Sí, él está aquí—desvió la vista a Noah—Ok—dijo extendiendo el teléfono al omega—Quiere decirte algo.

Noah se quedó confundido. Alek había terminado todo compromiso con él, por lo que debía de tratarse de un asunto serio.

—¿Hola? —contestó la llamada Noah.

—Hola Noah—dijo Alek desde el otro lado de la llamada.

Alek se encontraba en uno de los pasillos del hospital, era el día en el que los daría de alta tanto a Ellio como a los gemelos. Habían sido días particularmente cansados, pero no quería dejar a Noah sin la noticia del nacimiento de sus cachorros.

—Sé que estás en el proceso de organizar nuevamente tu vida, Cameron comentó algo de visitar a tu padre y poner en regla los documentos con tu nombre—inició la conversación Alek.

—Sí, es algo complicado—contestó Noah—Demian y yo igual estamos viendo lo de una casa propia y el asunto del bebé. Estamos emocionados por este nuevo comienzo.

—Me da gusto escuchar esto—dijo Alek tomando aire para lo que iba a confesar—Sabes, Ellio dio a luz a nuestros cachorros hace dos días, sé que la última vez que hablaron dejaron asperezas, pero sé que nada lo haría más feliz que verte nuevamente, más sabiendo que eres libre y que decidiste seguir con tu embarazo.

—N-No creo que sea buena idea—comentó sobando su vientre—Tengo el presentimiento de que ahora Ellio me odia.

—Claro que no—articuló el alfa—Te avisaré cuando estemos en casa, podrás visitarnos cuando quieras, pero trata de hacerlo pronto, y trae uno de esos brownies que tanto le encantan a mi esposo, no sabe lo difícil que es conseguir unos como los que preparas.

—Pero...

—Hasta luego.

Alek colgó la llamada, dejando a Noah temblando. Demian se percató de esto y tomó la mano de su pareja.

—¿Está todo bien? —cuestionó el azabache.

—Ellio dio a luz hace poco—articuló buscando consuelo en los brazos del alfa—La última vez que nos vimos, yo quería abortar al bebé, discutimos sobre eso y yo cometí error tras error, siento que me he ganado su odio para toda la vida.

—Oh, cariño—sobó la cabellera de Noah tratando de consolarlo—Ellio te ama como a un hijo, es normal que las madres se molesten con sus cachorros, míranos a mi madre y a mí.

—Es diferente, Demian—soltó estresado—Ellio...

Noah tomó un momento para respirar, sentía un nudo en la garganta haciendo presión en sus palabras. Era doloroso y agonizante.

—Ellio no es mi mamá—dijo Noah sintiendo un dolor en el pecho—Por mucho tiempo lo vi así, pero no, Liam Thatcher es mi mamá, y Ellio ahora ni siquiera es mi amigo. ¿Cómo podré verlo a la cara después de las cosas que le dije?

—Tranquilo, mi cielo—besó la frente de Noah para calmarlo—El Noah que dijo esas cosas no es el mismo Noah que tengo frente a mí—tomó ambas manos del omega—Cambiaste por tu bien y por el de nuestro hijo, míranos, estamos más juntos que nunca, nos sobrepusimos a todos los obstáculos que la vida nos puso, danzamos sobre el fuego y ahora nada nos podrá separar, estoy seguro de que así será con Ellio.

Noah solamente suspiró y se lanzó para abrazar a Demian. Esas palabras lo habían calmado. Sabía que era cuestión de tiempo para que las heridas terminaran de sanar.

—¿Podrías hacerme un favor? —preguntó Noah incrustado en el pecho de su alfa.

—Lo que quieras mi vida—apretó fuertemente al omega entre sus brazos y lo alzó meneándolo en el aire, logrando robarle una risa.

—¿Podrías comprar los ingredientes para hornear brownies?

Demian suspiró con una sonrisa formada en la comisura de sus labios. No había duda que el Noah estaba retomando las riendas de su vida.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Había tomado demasiado tiempo, pero finalmente, Ellio estaba en casa con sus gemelos. Usualmente, la llegada a cada después de un parto era normal, cansado, pero tolerable, pero al llevarse a cabo la cesárea, Ellio terminó con efectos colaterales.

Dormía mucho, el dolor era terrible, lloraba toda la noche junto a Alek por la impotencia de no poder jugar con sus hijos mayores. Efectivamente, se sentía terrible, pero al mismo tiempo, agradecido por hacer sobrevivido a todo pronóstico y estar de nuevo con sus cachorros.

—Son muy pequeños—dijo Magnolia, su hija mayor, mientras miraba a sus hermanitos dormir en la cama de su mamá.

—Tú eras así de pequeña, mi amor—musitó mientras terminaba de trenzar el cabello castaño de la pequeña—¿Terminaste tu tarea?

—Sí—sonrió orgullosa—Terminé después de comer, también, limpié la mesa.

—Esa es mi niña linda—sonrió dejando un mar de besos en las mejillas rosas de su hija mayor—No sé qué haría sin ti—suspiró abrazando cálidamente a Magnolia.

Extrañaba pasar tiempo de calidad con sus hijos. Los últimos días, había dedicado un tiempo especial a cada uno de sus cachorros, esto mayormente cuando los gemelos dormían, así podía disfrutar un poco volver a estar en su hogar.

Las cosas habían cambiado, ahora tenía un niñero que le ayudaba con los más pequeños mientras se dedicaba a los bebés o a tratar de supervisar su trabajo. Moría de ganas de regresar a su vida, pero parte del retorno era aceptar la ayuda de los demás.

Siete hijos eran una gran carga, pero una carga que disfrutaba tener.

Al poco tiempo, Magnolia se quedó dormida junto a los gemelos. Ellio decidió levantarse para comenzar los bocetos de su nueva línea de lencería, pero antes de siquiera empezar, escuchó como alguien tocaba a la puerta.

Una parte de él agradeció que no se usaran el timbre, ya que no quería despertar a sus hijos. Sin embargo, al abrir, se topó con una enorme sorpresa.

—Hola—dijo Noah, sintiendo como las piernas le temblaban al tener frente a él nuevamente a Ellio.

Noah no sabía qué hacer, la vergüenza no lo dejaba ver a los ojos a Ellio, pero tampoco era como si quisiera desviar la vista. En sus manos, estaba una caja de brownies, recién horneados y un regalo para los bebés, pero no podía terminar de interpretar en la mirada de Ellio si su presencia era completamente bienvenida.

El omega mayor sintió un nudo en la garganta al ver a Noah frente a él, podía oler sus feromonas, eran de una esencia dulce y cautivadora. Desvió un poco la vista al vientre del omega menor y se dio cuenta de que su vientre estaba aún más grande. Pero eso era imposible.

—Noah...—musitó sintiendo un nudo en la garganta.

—A-Alek me dijo que los gemelos habían nacido—dijo Noah extendiendo la caja con brownies—Demian me ayudó a hacerlos, él es más experto en la pastelería que yo, pero, son como los que te gustan—narró sintiendo un sonrojo en su rostro ante la vergüenza—Quería felicitarte por tus bebés y...—guardó un largo y profundo silencio.

Tenía muchas cosas que decir, pero al mismo tiempo, ninguna palabra lograba salir. Noah sentía que no importaba lo que dijera, las palabras no iban a ser suficientes.

—Lo lamento mucho, Ellio—dijo finalmente Noah—La última vez que nos vimos, dije cosas que no eran ciertas, y sé debes de odiarme profundamente, pero quiero que sepas que tenías razón, no podía ser tan egoísta como decidir algo sin Demian—confesó avergonzado—Tenía tanto miedo que no me di cuenta de que este bebé era mi oportunidad de tener una mejor vida, pero en el proceso de mi dolor terminé lastimándote.

Ellio permaneció en silencio, prestando detallada atención en las palabras de Noah.

—Sé que no merezco tu perdón, pero solo quería que supieras lo arrepentido que estoy—dijo Noah, esta vez extendiendo la charola con los brownies—Espero algún día ser digno de tu perdón...

Ellio suspiró y tomó con delicadeza la caja con los postres, rozando a propósito sus manos con las de Noah.

—Yo también te debo una disculpa—habló suave mientras daba un paso hacia Noah—Tenías razón cuando dijiste que quería llenar el vacío de mi primer bebé, ese dolor de perder un hijo lo proyecté en ti, y en consecuencia casi pierdo a mis gemelos—ladeo la cabeza con remordimiento—No me estaba dando cuenta que estaba perdiéndome de mis hijos—suspiró dolido al recordar su discusión con Alek el día del parto—A todos mis hijos—miró a Noah y acarició la mejilla rosada del omega menor.

—Ellio...—su voz se quebró y sus ojos se iluminaron ante las lágrimas que se asomaban de sus ventanales.

—Aunque...—dijo Ellio ahora con un tono bajo en su voz—Creo que ya no se me acredita tanto mi título como tu mamá—dijo avergonzado—Me alegra que hayas podido encontrar a tu verdadera familia.

Noah sintió una inmensidad de sentimientos en su pecho, se sentía conmovido por el perdón de Ellio y las palabras tan dulces que salían de su boca. Comenzó a llorar, pero era llanto de felicidad.

Toda su vida, su única familia había sido Ellio, pero ahora todo era diferente, la vida misma había decidido recompensarlo por todo el sufrimiento que había pasado con una verdadera familia, con un amor que lo asfixiaba y le brindaba calor en un mundo frío e indiferente sin color. Sin embargo, ahora su vida tenía un millón de colores, no se sentía más solo y podía ser él mismo, sin ninguna máscara, sin fingir ser fuerte y estoico, simplemente, permitiendo ser vulnerable, pues sabía, que ahora nadie podía lastimarlo.

—Ellio...—expresó Noah en un sollozo enternecedor mientras se lanzaba a abrazar al omega rubio—Y-Yo no podría ser la persona que soy sin ti—se recostó en el hombro de Ellio y se dejó consolar al sentir como este acariciaba su cabello de forma maternal—Fuiste el primero en salvarme, el primero en amarme, mucho antes de que yo llegara a amarme a mí mismo, tú ya lo hacías. Tu eres mi familia.

—Oh cariño...—también se le quebró la voz y abrazó fuertemente a Noah, como si quisiera aferrarse a él para evitar desmoronarse—Tú fuiste el que me salvó a mí.

Se aferraron fuertemente el uno al otro, como si sus vidas dependieran de ello, dejando que las lágrimas fluyeran libremente sobre sus mejillas, mientras compartían, finalmente, un momento de amor y conexión profunda.

En ese mismo abrazo, tanto Noah como Ellio, encontraron el perdón y las palabras que habían faltado decir, las cuales, ya no eran necesarias, pues supieron que el amor el uno por el otro era más fuerte que cualquier palabra en el diccionario, más fuerte que cualquier desafío que se les pusiera al frente.

En ese abrazo, ambos omegas se dieron cuenta de que el destino también los había unido.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Tras recuperar su relación con Ellio, Noah se había permitido estar más relajado y plantearse mejor su futuro, además, de sobrellevar más su etapa en el embarazo.

Conforme los días pasaban, los cambios en el cuerpo de Noah eran más notorias. Había subido en un kilo y medio en menos de una semana, algo que era sorprendente, puesto que desde la adolescencia Noah había permanecido siempre en un peso constante, pero ahora, su plano y delgado abdomen había pasado a ser una linda pancita regordeta, que, en realidad, ni siquiera era el tamaño real que iba a tener ya más avanzado el embarazo.

De igual forma, tanto las madres de Demian, como Liam, habían podido apoyar a que la joven pareja comenzara su mudanza a una nueva casa en donde pudieran formar sus vidas. Los meses en donde Noah empezaría a necesitar de un nido se acercaban, por lo que habían decidido apurarse a brindarle un lugar íntimo para la joven pareja.

Sin embargo, esa hermosa casita aún no podía ser residida por ellos, puesto que, antes, tenían que solucionar una cosa pendiente.

—¿Emocionado? —preguntó Demian mientras le entregaba un frappe de moka a su amado, quien esperaba sentado en la sala de espera del aeropuerto.

—Demasiado—sonrió mientras daba un sorbo de su bebida mientras balanceaba sus pies de forma graciosa—Es nuestro primer viaje juntos.

—¿Solo eso? —preguntó tomando asiento al lado de su omega, mientras dejaba un beso en la mejilla regordeta de su amado.

Noah se quedó pensativo.

No era un viaje cualquiera, era una reunión familiar en donde, finalmente, sus padres estarían juntos y él conocería a su padre alfa. Era demasiado importante, y Noah no sabía precisamente cuál era el sentimiento correcto.

—Mamá ya tardó mucho—suspiró mientras sorbía un poco de su bebida.

—Yo también estoy nervioso—rio mientras tomaba la mano de Noah que sostenía el envase.

Noah esperaba una beso en su mano, pero cuando menos se dio cuenta, Demian ya había acercado la bebida a sus labios y había tomado un gran sorbo.

—¡Oye! —exclamó molesto mientras pellizcaba dócilmente la nariz del alfa—No le quites la comida a tu esposo, ni a tu hijo.

—¿Qué? —vaciló mientras trataba de acercarse nuevamente a la bebida, pero Noah ya la mantenía alzada, haciendo que Demian solo pudiera darle unos besos en el afán de acercarse a él—¿Dejarás que su marido también muera de hambre?

—No—dijo Noah dando un beso, esta vez en los labios del alfa.

—Jummy—pronunció coqueto haciendo reír al rubio.

Se la pasaron entre mimos y besos. Toda aquella persona pasaba junto a ellos, sentía el intenso amor que compartían, eran tan empalagosos que cualquiera podría morir de diabetes con solo mirar a esa dulce pareja.

Después de un frappe y muchos besos, finalmente llegó Liam junto a Cameron.

Noah observó a lo lejos como Liam intercambiaba palabras con su medio hermano. El omega parecía afligido, estaba a punto de llorar, mientras que el alfa, por su parte, permanecía sereno en la compañía de su prometida.

Después de un largo rato, finalmente Liam pudo despedirse de Cameron y su prometida. Noah se percató que el abrazo de su madre a Cameron había sido más largo de lo normal, como si su mamá quisiera aferrarse a su hijo, aunque esto resultó imposible en el momento en donde Cameron se separó lentamente.

Una vez la despedida concluyó, Liam se separó de Cameron con un beso en la mejilla y una caricia en su cabello, para, después, llegar hasta Noah en un mar de lágrimas.

—Mamá—se acercó a Liam para darle un abrazo.

Tan pronto como Liam sintió a su primogénito cubrirlo en sus brazos se quebró en llanto.

Era difícil separarse de uno de sus hijos, pero debía respetar la decisión de Cameron. Una parte de Liam sabía que no podía tenerlo todo, pero en lo más profundo de su ser era lo que quería, deseaba con todas sus fuerzas tener a sus dos hijos juntos y ser una familia feliz.

Pero desde el día uno, siempre habían sido una familia rota, y lo iban a seguir siendo.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

El viaje había sido corto, pero extremadamente tedioso para Noah.

Demian había decidido tomar asientos en primera clase para la comodidad de su suegro y futuro esposo, sin embargo, Noah no había podido dejar de vomitar desde que el avión despegó. El dolor de cabeza no lo había dejado descansar y al poco tiempo de aterrizar tuvieron que hacer una parada en el baño.

Viajar estando embarazado no era fácil, pero viajar para conocer finalmente a tu verdadero padre, era mucho menos fácil.

—¿Todo bien, chicos? —preguntó Liam tocando a la puerta del cubículo del baño.

—Todo bien—contestó Demian pasándole una botella de agua a Noah, quien se aferraba al retrete con fuerza—Toma mi vida.

—Qué asco doy—se quejó tomando un poco de agua y escupiendo para quitarse el sabor de la boca—Pensé que iba a estar listo para conocer a mi padre, pero, estoy cagándome del miedo.

—Bueno, más bien, regurgitando del miedo—bromeó Demian mientras le acomodaba el cabello a Noah—¿Qué es lo que te altera?

—Que no sea perfecto—dijo el omega con un tono de voz deprimido—Que ese hombre me vea a los ojos y no vea al hijo que perdió.

—Oh mi vida...—suspiró Demian y lo besó en la frente—Eres la persona más maravillosa que existe en este mundo, supiste ser increíble aún sin tu verdadero padre, estoy seguro de que él podrá verlo, ten fe, todo saldrá bien.

Noah se dejó caer finalmente en el hombre de Demian y comenzó a llorar débilmente. El alfa sabía lo frustrante que podía ser toda esa situación, pero necesitaba que Noah estuviera calmado por el bien del bebé.

—¿Y si todo sale mal? —preguntó Noah con un tono de voz que dejaba ver u miedo palpable.

—Seres nuevamente nosotros—continuó besando como pudo los labios de Noah—Nosotros tres.

Noah suspiró a la par que levantaba su rostro para darle un beso en los labios a Demian. El omega sentía una ola de tranquilidad y amor provenir de las palabras de su futuro esposo, podía sentirlo en el calor de sus abrazos que lo sostenían a él y a su bebé con fuerza. Supo que estando a su lado podía enfrentar cualquier cosa.

Nunca más volvería a estar solo.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Una vez resuelto el asunto del baño, finalmente habían podido dar con la dirección de Bastian Glenn. El camino fue lento y largo, pero estuvo bien para Liam y Noah, quienes se habían quedado dormidos la misma hora que duraba el trayecto a la casa de Bastian.

Cuando finalmente llegaron, se encontraron con una casa de campo blanca con un porche que ofrecía una vista panorámica a los grandes campos y bosques circundantes. Un escenario verdaderamente pintoresco, rodeado de flores y vegetación frondosa, en el aire se sentía una fragancia pacífica.

Al detener el auto, tanto Noah como Liam se despertaron y alisaron su cabello con sus manos para evitar una imagen despeinada.

Bajaron del auto con lentitud, cuidando casa pequeño paso. Para Noah todo era nuevo, parecía estar en medio de un bosque encantado que se tenía de dorado por los rayos del sol, pero para su mamá todo era como revivir un recuerdo.

El corazón de Liam latía fuertemente, todo era idéntico a cuando se había ido, inclusive, el columpio en el pórtico en donde había pasado mil horas con su amado. Noah podía verlo en los ojos de su mamá, finalmente había vuelto a su hogar.

Ninguno se atrevía a tocar la puerta. Noah sostenía fuertemente la mano y brazo de Liam, como si quisiera sostenerlo y al mismo tiempo aferrarse a algo para no caer. Bastaron solo tres golpeteos en la madera para hacer notar su presencia.

Los segundos después de eso parecían una eternidad, inclusive, pareció que la puerta se abrió con una lentitud sofocante, para finalmente, después de casi veintiún años, revelar a Bastian, de pie en el umbral, con un ramo de rosas en su mano y vestido elegantemente casual. Su rostro, marcado por el tiempo, era indistinto para Liam. Definitivamente, estaba frente a su Bastian, el amor de su vida.

—L-Liam—susurró Bastian con voz quebrada ante la emoción.

Liam no pudo contenerse más. Suspiró un lamento y dio un brinco para terminar abrazando a su alfa, con una fuerza que llevaba veintiún años acumulando. Bastian lo abrazó con la misma intensidad, las rosas que había cortado para su amado habían caído al piso, pues ni un millón de rosas podían semejarse a la divinidad de tener a Liam entre sus brazos.

—Te extrañé tanto—dijo Liam entre sollozos y su rostro enterrado en el hombro de su pareja.

Bastian lo envolvió en sus brazos, sintiendo como el peso de los años que estuvieron separados desaparecen en el acto.

—Y yo a ti, mi amor, todos los días, te extrañé infinitamente.

Demian se acercó a Noah y lo abrazó, no hacía falta verlo a los ojos para saber que estos ya se encontraban llenos de lágrimas. El azabache limpio las lágrimas de felicidad de su omega y juntos contemplaron el reencuentro del matrimonio mayor.

Pero la escena no terminaba ahí. En el confort del abrazo, Bastian alzó la vista y sus ojos se encontraron con su hijo. Al instante todo se volvió en un silencio abrumador, el corazón de Noah sintió una calidez abrazadora en cuando sus miradas se cruzaron.

Noah se separó un poco de los brazos de Demian y dio un paso adelante, sintiendo como inconscientemente su cuerpo se arqueaba por la timidez que era acercarse a su padre por primera vez.

—H-Hola—musitó Noah jugando con sus dedos por los nervios—Soy...

—¡Noah! —exclamó Bastian soltando ligeramente a Liam para extender el abrazo hasta el omega menor.

Lo primero que percibió Noah fue el aroma de Bastian, era cautivador, algo que ni siquiera había logrado identificar la primera vez que vio a Demian. Se sentía como volver al origen de todo, como si hubiera estado en un sueño durante todo este tiempo.

Bastian terminó rendido en lágrimas sin soltar a su hijo, oliéndolo, sintiendo su delgado cuerpo, siendo rodeado por el suyo.

—Te extrañé tanto mi pequeño capullo—expresó nombrándolo como le decía a su hijo cuando apenas estaba en el vientre de Liam—Lamento tanto no haber hecho más para salvarlos, es un dolor que me carcome y entiendo el no merecer tu perdón.

—Padre...—expresó Noah, sintiendo también las lágrimas desbordarse por sus ojos. Visualizó frente a él a su mamá omega, recargándose en la pared mientras lloraba desconsoladamente. Podía sentir que el dolor de estar separados finalmente se aliviaba.

Noah se separó un poco de Bastian, lo miró a los ojos, y encontró el amor paternal que tanto le había hecho falta. Tomó la mano de su padre y la de su papá y finalmente los unió a los tres en un abrazo.

—Empecemos de cero—dijo Noah llorando mientras unía con sus delgados brazos a su familia.

Demian observó a la familia desde el umbral del pórtico, podía ver en el rostro de Noah la felicidad desbordar al sentir a su familiar nuevamente unida. Se terminó uniendo en cuanto Noah extendió su mano, acercándolo al círculo que habían formado de amor y reconciliación. En ese momento, el tiempo pareció detenerse, y las heridas causadas por la vida, empezaron a sanar.

La familia, finalmente reunida, se quedó ahí, abrazada en el umbral de su antigua casa, sintiendo la calidez y el amor que los rodeaba. Las paredes que una vez fueron testigos de su felicidad ahora resonaban con promesas de un nuevo comienzo. Unidos por un amor que el tiempo no pudo borrar, sabían que, a partir de ese momento, enfrentarían el futuro juntos, más fuertes que nunca.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Una parte de no poder actualizar es no querer, realmente esta historia ha sido una parte crucial en mi vida y ahora estoy a punto de decirle adios.

Es dificil cerrar un ciclo, más cuando ha sido algo que te ha costado mucho hacer. Cada personaje es unico, complejo y personal, por lo que darles un cierre a cada uno de ellos sería demasiado dificil.

Estos meses he revalorado la historia y el rumbo que debe seguir, por lo que lamento si he tomado mucho tiempo en actualizar, pero realmente quiero darles un final que todos se merecer, pero sobre todo, un final feliz.

La vida nos ha dado ya demasiados finales trsites y no quiero ser una sumatoria que nos recuerde lo amarga que es la vida, creo que esta historia lo ha sabido reflejar perfectamente.

Sin más, espero volver pronto y con un final que les emocione y cautive, además, de más historias que compartir.


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