Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 43

Esa mañana, Alek se despertó en el hospital a un lado de Ellio. Se veía tranquilo, durmiendo, apenas cómodo, entra una montaña de almohadas que le permitía descansar su enorme barriga. No quería dejar a su omega, su instinto le decía que el pato estaba cerca, demasiado cerca como para que su corazón le permitiera salir de esa habitación de hospital. Sin embargo, Alek tenía muchas cosas más de las cuales preocuparse.

Ese día, era el día decisivo. El día donde finalmente se daría un juicio tanto a la matriarca Miller, como a Nicholas Ivanov.

Salió de la habitación, no sin antes, dejar un beso en los labios de su bello durmiente, y dejando instrucciones a las nodrizas de sus cachorros para que el día saliera lo mejor posible. Fue rápidamente a casa a tomar un baño y un café supercargado, dispuesto a finalizar con la pesadilla de Noah, por una buena vez.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—Espero que hayas dormido bien—habló Noah, quien salía de la ducha con una bata nueva, proporcionada por Ethan.

Milo solo lo observaba desde abajo. Inferior y mediocre, como siempre había hecho sentir a Noah por tantos años.

Un castigo merecido, tanto así, que de la vergüenza no pudo responder.

—Alek llegará en unos minutos, almorzaremos rápido y arreglaremos todo—dio instrucciones, pero solo su mamá y Milo tomaron atención.

Ethan seguía profundamente dormido en el sofá. El cuarto era tan pequeño, que apenas podían respirar.

—Mamá—se acercó Noah a Liam—¿Estás seguro de estar bien? —lo abrazó con cariño—No quiero obligarte a ver a Miller, sé que después de la pesadilla que pasaste, podrías sentir miedo.

—Cariño—acarició el rostro de su cachorro—Nada me había dado más miedo que imaginar una vida infeliz para ti.

—Esto termina hoy—posó su mano sobre la de Liam—Te lo prometo, estaremos junto a nuestra familia de nuevo.

Milo seguía recostado en el suelo escuchando la conversación. Se preguntaba profundamente si algún día la vida le daría la oportunidad de formar una familia como la que Noah estaba formando. Parecía difícil y doloroso, pero ya había pasado por un dolor similar, al menos este, valdría la pena.

No pasó mucho tiempo cuando se tocó a la puerta con un ritmo en particular que fácilmente identifico Noah. Fue en ese momento en el que Ethan finalmente despertó, justo cuando Alek Luttrel entró al cuarto.

—¿Están listos para...? —dijo Alek terminando de entrar, visualizando a Milo Relish recostado en el suelo—¿Qué hace él aquí? —señaló al rubio natural.

—Vino anoche pidiendo asilo—contestó Noah poniéndose de pie para ayudar a que Milo también lo estuviera—Trajo evidencia de que Nicholas me drogó y violentó durante mi estancia con él, además, el muy hijo de perra también lo agrede.

—¿Eso es cierto, Milo? —dijo Alek acercándose a Milo.

El omega asintió con vergüenza.

—Nicholas me obligó a deshacerme de la evidencia, de cómo Noah intentó escapar y defenderse usando un cuchillo, de la droga que le administraron y de como uno de sus doctores de confianza lo violó—comentó Milo con voz suave—Tengo todo en esa bolsa de basura—dijo señalando la bolsa a su costado—Además, si se le acusa de Noah de violar contrato matrimonial por quedar marcado y embarazado por Demian Anderson, entonces Nicholas está en la misma situación.

—¿En serio estás embarazado? — cuestionó Alek.

—¿Acaso no lo ves más gordo? —dijo esta vez Noah, con un tono burlón, haciendo sentir aún más humillado a Milo.

—¡Noah! —regañó Liam y Alek al mismo tiempo.

—E-Está bien—tartamudeó Milo—Yo no fui la persona más amable con Noah cuando estaba en mi relación con Nicholas. Y sí, estoy embarazado, pero temo que Nicholas tenga en sus planes hacer con mi bebé lo que tiene planeado si no lo meten a la cárcel.

—¿A qué te refieres? —comentó Alek.

—Nicholas dijo que haría que Noah perdiera al bebé. Tengo miedo de que eso le pase a mi hijo—dijo Milo, con voz nerviosa y decaída—No hubiera venido aquí de no estar desesperado.

Alek suspiró. No importaba que tan confiado saliera a la calle, siempre el drama lo encontraba.

Sin embargo, veía en esa complicada situación una verdadera oportunidad.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Noah podía sentir los ojos de su madre y de Nicholas sobre sí mismo. El ambiente en el tribunal estaba tenso y lleno de expectativas ante la exposición de la parte acusatoria. Mientras, Milo y Liam, se mantenían resguardados en un cubículo de seguridad proporcionado por Alek para que nada les pasara.

—Reciban de pie a la jueza del distrito veinticuatro—resonó en la recámara la voz del oficial a mando.

Noah casi tiembla al ponerse de pie, de no ser porque Alek llegó a tiempo para apoyarlo.

—Tranquilo—musitó sin dejar de mirar al frente—Ellos ya mostraron todo su armamento, es nuestro turno de enterrarlos en el maldito infierno de donde no debieron salir.

—Jamás podré terminar de agradecer todo lo que has hecho por mi Alek—dijo Noah igual en un tono bajo, mientras observaba como el protocolo judicial se llevaba a cabo.

—No me agradezcas a mí—comentó Alek—Ellio no quería que te dejara desamparado, de no ser por él, no estaría aquí, tu mamá no hubiera reaparecido en tu vida ni Ivanov hubiera sido encarcelado, así que cuando todo esto termine, quiero que hagas esos brownies que tanto le gustan a mi esposo y le des una disculpa.

—Claro, tienes toda la razón—sonrió tímido.

La jueza terminó de leer el protocolo y todos volvieron a tomar asiento en silencio.

—El caso de hoy corresponde a los demandantes —anunció con soberanía—Señor Luttrel, por favor, llame a sus testigos.

—Si su señoría—contestó Alek poniéndose de pie—Llamo al estrado a Nicholas Ivanov.

Noah suspiró pesadamente. Sabía que Alek iba a ser certero y directo como una bala, pero aún le daban náuseas sentir la mirada de Nicholas sobre él.

Entonces, el abogado de la parte acusadora se acercó al acusado, Nicholas, con una mirada penetrante que intentaba desentrañar la verdad oculta tras sus palabras.

—Señor Ivanov—dijo Alek—¿Podría recordarnos a todos por qué estamos aquí?

—Porque Noah Miller rompió nuestro contrato matrimonial teniendo de amante de Demian Anderson—gruñó resentido—Sin mencionar que en el proceso fue marcado y embarazado por ese mismo alfa.

—Interesante respuesta—comentó con una sonrisa confiada—¿Y usted cumplió los lineamientos de dicho contrato?

—Por supuesto—contestó Nicholas, rápidamente.

—¿Podría repetirme cómo fue que mi cliente se escapó? —preguntó Alek con voz firme.

Noah miraba con una admiración descomunal a Alek, era como un depredador que acechaba a una presa. Estaba llevando a Nicholas justo a donde quería.

—Estábamos en la fiesta de beneficencia en donde anunciamos nuestro compromiso, me tuve que retirar un momento y cuando me di cuenta, ya había escapado con Demian Anderson—narró sin dejar su voz ácida y petulante.

—Podría comentarnos, ¿por qué se retiró esa noche?

—Surgió una emergencia—contestó sin especificar.

—Aparentemente, una emergencia que hizo que le tomara una semana buscar a mi cliente—agregó Alek—¿Qué tipo de emergencia hace que deje olvidado a su prometido a merced de otros alfas?

Nicholas se quedó callado. Esa misma noche, Milo lo había llamado porque había entrado en celo, había pasado esa semana encerrado con él, sin embargo, no podía confesar eso.

—Uno de mis colaboradores reconoció una desvío de los fondos recaudados, tuve que atenderlo—se excusó sin dejar que su voz temblara—Volví esa noche, pero no lo encontré, pasé hasta el último día buscándolo—dirigió su mirada esta vez a Noah—No podía vivir sin el remordimiento de no tener a mi omega a mi lado.

Noah miró con repudio a Nicholas.

Detestaba que, aun siendo su última oportunidad para redimirse, Nicholas prefería mantener su papel de víctima. Entonces comprendió, que hay personas que, por más erradas que estén, harán de cuenta que el mundo es el equivocado, pues si, aparentemente, es más fácil fingir que el mundo está en tu contra, que aceptar un error tuyo.

De cierta forma, sentía lástima, pues ese tipo de personas no tienen lugar en el mundo, mucho menos, en su vida.

—Señor Ivanov—dijo Alek sin dejar de ser firme—¿Conoce lo que es la feriocainda? —preguntó extendiendo un archivo con la definición científica.

—Soy actuario, no doctor—contestó a la defensiva haciendo reír a los que encontraban de su parte—Obviamente, desconozco de lo que me habla.

—¿Está seguro? ¿Podría confirmar que jamás ha usado o pedido a alguien usar la feriocainda? Porque tenemos pruebas todo lo contrario—dijo Alek, atacando fuertemente. Como siempre manteniendo las riendas del asunto.

Fue entonces que Alex extendió su brazo con un control remoto que proyectaba imágenes de evidencia, en específico, la imagen de la jeringa con la droga que se le había suministrado a Noah para dejarlo ciego y débil la noche que Nicholas anunció su compromiso.

El alfa pelirrojo se quedó pasmado. Sabía que esas pruebas no debían de existir, era imposible, se había asegurado que Milo limpiara todo tipo de evidencia que lo inculpara, sin embargo, sus ojos no mentían, estaba viendo la prueba evidente de que Noah había sido drogado bajo sus órdenes.

—Puedo ver por su expresión que reconoce las imágenes—articuló Alek tomando nuevamente el documento—Según la OMS, la feriocainda, es una droga que altera la emisión y suspensión de los sentidos tanto en alfas como en omegas, privándolos por un lapso de tiempo de sus sentidos y sus feromonas, haciendo que entren en celo una vez los sentidos sean recuperados—dijo Alek paseando confiado y entregando a la jueza el documento que mostraba que dicha medicina había sido proporcionada por Nicholas a Noah—Según las declaraciones tanto de mi cliente y del señor Demian Anderson, la noche que ellos se fugaron, mi cliente estaba débil, y según el tiempo establecido por la droga, cuando mi cliente recuperó su conciencia se encontró en celo, un celo que pasó con su pareja destinada y concluyó en la marca que porta ahora y en el bebé que lleva en su vientre.

La corte empezó a murmurar, pues parecía que todas las piezas del rompecabezas finalmente se juntaban.

—Obviamente, usted no pudo estar en el celo debido a, según sus palabras, 'surgió una emergencia'—Alek justificó audazmente su argumento, dejando desarmado a Nicholas—Y si drogar a una persona no es delito suficiente, en las mismas imágenes podemos encontrar prendas y armas blancas con sangre de mi cliente que demuestran un abuso de su parte.

Con eso bastaba, Noah podía ver en los ojos de la jueza su compasión. Poco a poco, el peso de sus hombros se sentía más liviano, inclusive, se sentía feliz de que se demostraba su inocencia.

—Antes de finalizar—habló nuevamente Alek—Me gustaría preguntar, ¿ha tenido alguna pareja antes, durante o después del contrato con mi cliente? —indagó Alek, como si quisiera terminar de exhibir todas las mentiras de Nicholas.

—No—contestó sin titubear—Solo he amado a un omega, y ese, es Noah.

—Bien—sonrió triunfante Alek—Eso es todo su señoría, sin embargo, ahora llamo al estrado a mi primer testigo.

—Claro—argumentó la jueza tomando en sus manos una carpeta con los expedientes y testigos.

Nicholas se puso de pie y fue llevado por un guardia su asiento. En su mente, había sido suficientemente convincente para engañar al jurado, sin embargo, esa confianza desapareció al escuchar la voz de la jueza nombrar al primer testigo de Alek Luttrel.

—El tribunal llama al estrado a Milo Relish, testigo de la parte demandante—exclamó la jueza.

Fue entonces cuando se pudo observar todo moverse en cámara lenta.

El silencio era casi palpable cuando Milo Relish entró a la habitación, caminando lentamente y con la mirada en el suelo, misma mirada que en un desliz se encontró con los ojos esmeraldas de Nicholas, haciendo que este suspirara con temor, mientras sentía como con cada paso que daba su omega en la habitación, su corazón latiera con menor ritmo. Era inevitable sentir la tensión en la sala, simplemente, era abrumadora.

Después del juramento, Milo tomó su lugar y Alek comenzó con el interrogatorio.

—Señor Relish, ¿puede confirmar ante la corte su posición de información relevante sobre los eventos que nos llevaron a este juicio?

Noah sostuvo la respiración. No confiaba en Milo, ni un solo segundo de su vida había confiado en él, por lo que temía que Milo se doblegara ante la presencia de Nicholas y testificara en contra suya a favor de su amante.

—Si—contestó tímidamente—Tengo información crucial para esclarecer este juicio.

Nicholas se sentía atrapado en una maraña de emociones contradictorias. Por un demonio, todo su ser le gritaba que se levantara y tomara a la fuerza a su omega, pero simplemente, su cuerpo permanecía congelado, la ira lo carcomía en el interior, sentía que en cualquier instante saltaría del asiento para comerse vivo a Milo Relish.

—¿Podría comentarnos cuál es su relación con el señor Nicholas Ivanov?

El corazón de Milo latía con una intensidad abrumadora. Era una mezcla entre ansiedad, remordimiento, culpa y una extraña determinación que agolpaba en su interior mientras se acercaba el momento de la confesión. El miedo a las consecuencias era claro. Sabía que su confesión iba a cambiar su vida, sin embargo, era un cambio que estaba dispuesto a hacer con tal de que su bebé viviera.

—He compartido gran parte de mi vida con Nicholas Ivanov. Desde niños siempre hemos tenido un cariño especial por el otro, he sido su amigo por mucho tiempo, hasta que el tiempo mismo nos llevó a la madurez en donde nos manifestamos como alfa y como omega, respectivamente—habló con voz dócil y mirando a Nicholas con tristeza—Desde el momento en que supe que era omega, he sabido que Nicholas Ivanov es mi destinado, y fue ese mismo destino el que nos mantuvo como pareja.

—¿Quiere decir, que usted ha sido pareja de Nicholas Ivanov mucho antes de que el contrato matrimonial con Noah Miller se llevara a cabo? —preguntó Alek, hablando con un tono más calmado, intentando que Milo no colapsara por el temor.

—A-Así es...—contestó Milo tramando de que la voz no se le quebrara.

—¿Conocía del contrato del señor Ivanov con mi cliente?

—Si—dijo Milo desviando la mirada al suelo—Nicholas tenía un acuerdo en donde nos veíamos a escondidas de Noah, inclusive compró un departamento para vernos cuando él lo solicitara, tenía pensado en tenerme en Italia cuando su matrimonio se pudiera consumar.

—Dicho departamento que está a su nombre, como se puede observar en la prueba C-19—agregó Alek mostrando en la pantalla dicho documento—Señor Milo, ¿usted se encontraba en la fiesta de compromiso del Nicholas Ivanov y Noah Miller?

—El único que asistió fue mi padre, pero yo no pude asistir—comentó Milo, sabiendo perfectamente a dónde se dirigía el interrogatorio.

—¿Podría comentarnos la razón de su ausencia?

—Entré en celo—confesó haciendo que Nicholas se quedara congelado.

—¿Qué hace normalmente durante sus celo?

—Desde mi primer celo, he compartido el ciclo con mi pareja—confesó muriendo de la vergüenza, pero sabía que era necesario.

—Se refiere a Nicholas Ivanov, ¿estoy en lo correcto? —trató Alek de esclarecer la respuesta de Milo.

—Sí—contestó calladamente—Esa noche, llamé a Nicholas para que me ayudara, llegó en un corto plazo de tiempo y pasamos una semana en celo debido a que nuestra compatibilidad hizo que también entrara en celo. Al poco tiempo me propuso seguir siendo su pareja, aún si se mantenía casado con Noah, me pidió seguir a su lado, inclusive, me entregó esta sortija—terminó de confesar Milo, mostrando al mundo el anillo que decoraba su dedo y que le había regalado Nicholas.

—¡Eso mentira! —exclamó Nicholas poniéndose de pie.

—¡Silencio en la corte! —ordenó la jueza dando un martillazo—Le advierto, señor Ivanov, no permitiré ese tipo de conducta en medio de tan deslumbrante interrogatorio.

—¿Deslumbrante?—dijo Nicholas atónito ante la preferencia de la jueza ante Milo—Está alterando la realidad, su señoría, está mintiendo para hacerme quedar mal.

Milo sostuvo la respiración, como si con eso quisiera retener por un momento más las lágrimas de sus ojos. Le dolía que aún en ese momento, Nicholas fuera tan egoísta y egocéntrico.

—Una palabra más y será encarcelado por evadir la autoridad—advirtió la jueza con voz firme—Proceda—ordenó a Alek.

—Si, su señoría—dijo Alek retomando la mirada a Milo—Quiero recordar a todos los presentes, que según la cláusula cuatro del contrato, sección dos, dice: 'Pese a la fecha concebido el acuerdo, ambas partes de los involucrados, se mantendrán en exclusividad el uno al otro, únicamente, permitiendo que las partes se relacionen sexualmente hasta verse culminado el matrimonio o llegada la madurez del omega'—leyó claramente, dejando en claro a lo que quería llegar—En síntesis, no sólo mi cliente viola este acuerdo, sino que Nicholas Ivanov fue el primero, al no respetar la exclusividad del contrato y mantener en secreto una relación romántica, sentimental y sexual con Milo Relish—expuso con firmeza sin dejar de señalar en la pantalla el sexto leído—¿Acaso estoy en lo correcto, señor Relish?

—Así es—contestó.

—Por último, quisiera preguntar—volvió a hablar Alek—¿Podría descubrir su cuello?

Milo suspiró con pesadez, dejando caer con tristeza finalmente unas lágrimas sobre sus pálidas mejillas. Y al instante, negó con su cabeza.

—No puedo—lloró al mismo tiempo que temblaba del miedo—Mi collar no se puede quitar sin las huellas dactilares del que me lo puso.

Nicholas contuvo la respiración por un segundo. Sintiendo como todos en la sala lo miraban juzgonamente.

Recordaba con claridad el día que le puso ese collar a Milo. Que un alfa le regalara un collar a un omega, significaba, 'aquí estoy, te tengo y jamás te dejaré ir'. Sin embargo, jamás pensó que ese collar que en alguna ocasión significó su devoción a Milo, llegaría a ser su karma.

—La corte le ordena a Nicholas Ivanov desactivar el collar—ordenó la jueza con voz firme.

Milo no quería que Nicholas se acercara, tenía miedo de que su ira lo poseyera y agrediera nuevamente en contra suya. Sin embargo, en cuanto vio al alfa levantarse con ayuda de los policías y caminar hacia él, sintió como el mundo, su mundo, se caía pilar a pilar.

¿En qué momento el hombre que tanto había amado, se había convertido en un monstruo? Se preguntaba con remordimiento el joven Milo Relish. ¿Cómo es que, de esa relación tan tóxica, había salido un fruto tan hermoso como el que Milo guardaba en su vientre?

Milo deseaba volver al momento en que todo cambió, regresar en el tiempo y enmendar todo, evitar las acciones que los llevaron a esa situación. Sin embargo, sabía que por más que reescribiera la historia, Nicholas haría que terminaran justo en el punto en donde se encontraban. En ese mismo instante, en el momento preciso en donde Nicholas ponía sus dedos sobre el collar de Milo, y lo miraba con repudio, al mismo tiempo que el collar caía al suelo, dejando a la vista, la marca que el alfa había hecho desde que Milo se había manifestado como omega.

—¡La corte encuentra a Nicholas Ivanov, culpable de rompimiento de contrato, mentir en el testimonio de un juicio, violencia de género y desacato a la autoridad! —sancionó la corte, haciendo que los policías presentes, tomaran a la fuerza al alfa.

—¡Ya estarás contento! —exclamó Nicholas a Milo, antes de ser llevado a cabina donde se le prepararía para privarlo de su libertad.

Culpable, así se le había llamado a Nicholas Ivanov. En eso reflexionaba mientras su rostro reflejaba un sentimiento de dolor y traición a medida que avanzaba por el corredor sin apartar su mirada de Milo, una mirada que, a pesar de sus esfuerzos de mantener la calma, reflejaba su realidad aplastante.

El sonido de las esposas chocando entre sus muñecas solamente dejaban en vista su culpabilidad. El crujir de las pesadas puertas del tribunal abriéndose lentamente hicieron que el encuentro entre las miradas de ambos se acortara.

Y al mismo tiempo que Nicholas atravesaba esas puertas y se cerraban a sus espaldas, dejando caer un sonido sordo y metálico, Milo sentía como se libraba de un terrible peso. El eco de su condena resonaba en la sala del tribunal, dejando atrás una sensación de finalidad y justicia para aquellos afectados por sus acciones.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

La corte había tomado un descanso, y vaya que lo necesitaban después de tan intenso juicio. Sin embargo, aun con Nicholas en prisión, Noah sentía que el alma de Milo no estaba en calma.

—Relish, cálmate, recuerda que hiciste esto por tu hijo—comentó Noah acercándose a Milo para calmarlo—No tienes por qué sentir culpa.

—Lo sé...—musitó suavemente por la mirada perdida—Su mirada...

—¿Su mirada? —preguntó Noah confundido. Sabía que Milo estaba en shock, pero realmente parecía desconectado de la realidad.

—Jamás me había mirado así—terminó de hablar Milo—Tantos años a su lado, perdidos en menos de una hora.

Noah suspiró con pesadez, suponía que le iba a tomar más tiempo de lo planeado a Milo, superar a Nicholas, sin embargo, esperaba que pronto lo hiciera.

—¿Qué harás ahora? —preguntó Noah mientras se terminaba de recostar en la banca donde estaban sentados.

—Iré a Francia—contestó decidido—Mi padre me comprometió con un chico de mi edad, es muy lindo y está decidido en criar a mi bebé como suyo, parece ser la mejor opción.

—Ja—río Noah mientras suspiraba—¿Acaso tienes otra opción?

Milo no contestó, pues, la respuesta era obvia. Sin embargo, estaba decidido de que Dominique Roussel, era la mejor opción de todas.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Era el momento decisivo. El aire estaba cargado de tensión y eso solamente lograba erizarle la piel a Noah, como si cada respiración en su pecho fuera un recordatorio de lo real que se sentía ese momento.

Noah podía sentir como cada mirada de los presentes estaba sobre él. Nunca, ni en un millón de años, se había esperado que un omega mandara a dos alfas a prisión al mismo tiempo, sin embargo, Noah sabía que quedaba un cabo suelto, y era la mujer que había causado su sufrimiento desde el día uno.

—Su señoría, sé que los testigos que justifican y defienden a mi cliente han sido bastos, sin embargo, pido autorización para llamar al estrado a la cabeza de familia Miller—dijo Alek acercándose a la jueza con una orden que justificaba su petición.

—Lo permito—contestó la jueza, sabiendo que Alek Luttrel no actuaba por actuar, y esperaba ansiosa el desenlace.

Tras el juramento de rutina, Miller tomó lugar en el estrado y esperó a que Alek empezara con su interrogatorio.

—Señora Miller—habló Alek—¿Dónde está su esposo?

La mujer solo sonrió, a su ver, parecía que Luttrel se estaba quedando sin ideas.

—Mi esposo no ha estado presente en los últimos meses, me temo que me ha abandonado—contestó sin expresar ningún tipo de emoción.

—¿Qué tipo de esposo era antes de cometer este tipo de negligencia?

—Un alfa dominante con un papel funcional en la familia Miller, aunque, siempre sumergido en su trabajo, debo de admitir, que su ausencia fue lo único relevante en nuestro matrimonio.

—¿Había amor?

—Que pregunta más ridícula—contestó a la defensiva—Por supuesto, como en cualquier matrimonio, pero luego desapareció y ahora, mi hijo también, solo necesito a mi hijo de vuelta con su familia, mi familia.

—Me alegra que toque el tema de su hijo—sonrió Alek tomando otra carpeta de su portafolio—Dígame, ¿recuerda el nacimiento de su tan amado hijo? —cuestionó, dejando caer al final un tono de sarcasmo.

—Como olvidar ese día—suspiró con remordimiento. Por supuesto que recordaba ese día, los horribles e insoportables lamentos de Liam mientras pujaba y el olor de sangre manchando sus sabanas apestaban su habitación. Jamás había sentido tanto asco por un omega como ese día—Yo misma di a luz, imposible olvidar el día más feliz de mi vida—sonrió falsamente.

—Me alegra que así haya sido—sonrió igual de falso Alek—¿Podría mostrarnos su cesárea?

—Imposible—rio la alfa—Di a luz de manera natural, dudo mucho que los presentes gusten ver tan provocadora escena.

Al unísono todos los presentes, a excepción de Noah rieron.

—Comprendo señora Miller—rio igual Alek—Pero también es imposible ver esa escena debido a que usted no dio a luz—aportó haciendo que por fin la sonrisa de Miller se desvaneciera—Como se sabe, un embarazo entre una pareja de alfas heterosexuales es altamente riesgosos, además, dudo que su esposo haya permitido un alumbramiento natural debido a la cultura de salvaguardar la vida de un alfa antes que cualquier cosa, aún, si se trataba de su hijo.

—Di a luz sola—contestó firmemente Miller—Reitero, mi esposo estuvo ausente en mi matrimonio.

—¿Y cómo es posible que no existan fotografías de mi cliente recién nacido?

Alek sabía lo que hacía. La estaba acorralando.

—No se preocupe, señora Miller, yo puedo contestar a eso—dijo Alek sin dar permiso de que la mujer contestara, pues sabía que no había respuesta—No existen fotografías, ni cesárea, porque no existe un padre alfa y usted no es madre de mi cliente—declaró en voz alta extendiendo otra hoja con pruebas a la jueza—Su señoría, lo que tiene en sus manos es la prueba 32-A, donde se muestra el acta de nacimiento de mi cliente, en el cual, se asegura haber nacido en un prestigioso hospital, pero dicho registro no aparece en ningún hospital de nuestra localidad ni de nuestra nación—explicó mostrando las pruebas en la pantalla—Sin embargo, en la prueba 32-B, podemos ver una acta de nacimiento que muestra que el nacimiento de mi cliente fue en su domicilio y bajo apellido de un tercer involucrado.

Alek hizo una pausa para mostrar el acta de nacimiento real de Noah, haciendo que Miller respirara pesadamente.

—Dígame, señora Miller—miró seriamente a la alfa—¿Conoce a Liam Thatcher?

La mujer entonces torció el ceño y se mostró enfurecida, inclusive sus feromonas habían cambiado unas más fuertes, haciendo que Noah sintiera náuseas.

—¡No sé de quién me habla! —exclamó alterada.

—Sorprendente de que no lo recuerde—rió Alek—Used lo secuestró hace veintidós días en su viaje a Escocia, lo obligó a casarse y lo mantuvo cautivo como su juguete ce celo y tuvo un hijo alfa con él, Cameron Miller—dijo Alek dejando en exhibición el monstruo frente a él—Porque Noah no es su hijo, y usted lo sabe, por eso mandó a matar a Demian Anderson, porque él sabía la verdad, al igual que mandó a matar a Liam Thatcher y a su pareja cuando tuvo la oportunidad, porque como Noah no es su hijo ni nacido de un matrimonio de dos alfas, el contrato matrimonial no podía llevarse a cabo.

—¡Objeción, señoría! —exclamó desesperada la mujer—¡Esta maldita escoria de alfa está delirando!

—¡Tengo un testigo su señoría! —alzó la voz Alek antes de que la jueza deliberara una orden—Solo su presencia es necesaria para mostrar ante todos, que esta mujer, es la verdadera escoria.

Noah podía ver el mismísimo infierno en los ojos de Miller. Por suerte, todo estaba a su favor y de alguna manera, el temor ante esa mujer, desaparecida con cada segundo que corría.

—La corte concede la petición del señor Luttrel.

—Llamo al estrado a Liam Thatcher—habló Alek con la respiración contenida.

Fue entonces cuando la confianza de Miller terminó de esfumarse.

El rostro de Liam Thatcher entrando a la habitación fue prueba de la genética que compartía con Noah. Eran como dos gotas de agua, estaba claro quién decía la verdad. Sin embargo, aun con toda la verdad en clara luz, no se podía evitar sentir su rostro lleno de trauma y tensión acumulada por los años.

—Señor Thatcher, ¿reconoce a la mujer que está frente a usted? —cuestionó Alek una vez Liam tomó asiento en el tribunal.

—Sí, ella es la mujer que me mantuvo cautivo por casi veintiún años, me obligó a parir un heredero alfa y me mantuvo como juguete sexual en cada uno de sus celos.

—¿Puede confirmar qué usted fue secuestrado por la acusada?

La sala se sumió en un silencio agónico, mientras todas aguardaban la respuesta. Fue entonces cuando Liam miró a Miller con una mezcla de dolor y resentimiento antes de responder con voz firme.

—Sí, fui secuestrado por ella mientras realizaba una visita a Escocia, ella quería casarse conmigo, pero yo ya estaba en una relación y llevaba en mi vientre a mi hijo Noah—comenzó a narrar—Una vez se dio cuenta de que Noah no era un alfa, como ella quería, se encargó de separarme de él y me mantuvo en un tortuoso confinamiento para satisfacerla en sus celos. Pueden ver que intentó marcarme, pero no lo logró debido a que ya tengo una pareja, en Escocia.

—El tribunal apela a que muestre la evidencia—habló uno de los presentes en las butacas.

—Con mucho gusto—expresó Liam dándose la vuelta y dejando en evidencia las grotescas cicatrices en su cuello alrededor de la marca.

—Por si fuera poco, su señoría—expresó Alek—contamos con pruebas de ADN que demuestran que no existe ningún lazo sanguíneo entre mi cliente y la acusada, dejando a la luz una serie de crímenes en contra de esa mujer—señaló a Miller, victorioso.

—¡Miente! —exclamó la alfa desesperada—¡Ese no es Liam Thatcher, él murió!

—¿Cómo podría estar muerto? —cuestionó Liam mirando fijamente a esa mujer—Tú te encargaste de mantenerme con vida para hacer de mi existencia una tortura, privándome de mi libertad, poniendo a mi hijo en mi contra y escondiéndome de la sociedad.

—¡¿Una tortura?!—gritó exaltada—¡Tienes razón! —ladró poniéndose de pie haciendo que las autoridades se pusieran alerta! —¡De saber que ibas a ser tan mal agradecido, debí de encargarme por mis propias manos de matarte en lugar de decirle a Cameron que lo hiciera, debí matarte como lo hice con Demian Anderson!

Los miembros del jurado se miraron entre ellos, intercambiando expresiones de sorpresa y desconcierto. Miller al instante se quedó petrificada, había terminado de confesar la verdad. La audiencia, expectante, estaba absorta por completo de la inesperada revelación.

—¡Orden en la sala! —ordenó la jueza, pero era inevitable—¡Alguacil, tome a la acusada en custodia! —ordenó haciendo que Miller intentara salir por la fuerza del lugar.

Un par de policías tuvieron que detenerla a la par que luchaba con todas sus fuerzas para librarse de la prisión. Liam no dejó de mirarla, quería quedarse con el rostro desesperado de la mujer que lo había hecho sufrir, sentir como, de alguna manera, los papeles habían dado un giro.

Mientras, finalmente, Noah podía respirar.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Los siguientes días fueron igual de pesados, pero, extrañamente, Noah se sentía tan ligero como una pluma. Tanto Ivanov, Miller y Nicholas habían tenido una sentencia llena de karma, Noah llegaba a pensar que se trataba de un castigo divino.

Sin embargo, sabía que, aunque era libre, aún había un largo camino para retomar su nueva vida. Había tomado todas sus pertenencias de ese horrible cuarto en donde estaba confinado y decidió hacer su primera visita una vez en libertad.

Se sentía ansioso, las mariposas en su estómago se incrementaban ante la sensibilidad de su vientre cargando a su bebé. Sentía que cada paso en el hospital era más difícil, pero por suerte, no estaba solo.

—Gracias por venir, Noah—saludó con amabilidad y cariño Amber al recibir con un abrazo al omega en la sala de espera.

—Perdón por tardar tanto—lloró ante la vergüenza de ver a sus suegras—Perdón por el sufrimiento que están pasando.

—Oh, cariño—Amber consoló a Noah con una voz suave y tierna—No es tu culpa—limpió con amor las lágrimas que bajaban por la mejilla de Noah—Alek nos explicó todo, esto fue solamente una sucia trampa—Lo que Demian necesita ahora es tenerte a tu lado.

—O alejarse definitivamente—habló Maya haciendo temblar a Noah.

—¡Maya! —exclamó Amber haciendo notorio su molestia ante el comentario de su esposa—Eso no es justo.

—¿Opinas lo mismo, Noah? —cuestionó la alfa hacia el omega rubio—¿Crees que todo lo que ha pasado mi hijo es justo?

—N-No—musitó—Sé que he sido el causante de todos los problemas de Demian, sé que atento contra la vida de nuestro hijo y que le mentí a él como a ustedes de mi relación con los Ivanov. Sin embargo, una vida sin él, sin mi alfa, sería injusta—prosiguió dolido—Sé que no merezco su confianza y que he lastimado a su hijo, pero lo último que deseo en estos momentos, es vivir un segundo más sin él—lloró desconsoladamente.

—Noah, tranquilo, piensa en tu bebé—dijo Amber tratando de calmar a su yerno.

—Curioso, porque gracias a ti, mi hijo podría tener menos de un segundo para vivir. Desde que se conocieron lo has inundado de problemas, conflictos, deudas y escasez, mi hijo ha dado todo por ti a cambio de miseria—gruñó enfurecida acercándose a Noah—Así que dime, Noah, ¿qué estás dispuesto a sacrificar para que yo permita que formes parte de la vida de mi hijo?

Noah apenas y podía pensar. Nunca se imaginó que las madres de Demian serían tan duras con él, aunque de alguna manera, sabía que se merecía semejante interrogatorio.

—No tengo mucho, señora Anderson, mejor dicho, no tengo nada—respiró profundamente para que el llanto no estropeara sus palabras—Pero Demian jamás se rindió conmigo, por lo que tenga por seguro, que yo jamás me rendiré por él—miró fijamente a su suegra—Tendré a mi alfa, a mi destinado, el padre de mi hijo y al amor de mi vida, sin importar si lo aprueba o no.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Noah estaba hecho un mar de lágrimas. Jamás pensó que su reencuentro con Demian sería tan doloroso. Se sentía como una quemadura que se extendía por su cuerpo, consumiendo su piel, dejando abierta su carne y quemándola en un ardor insoportable que lo llevaban a la locura.

Tras la charla con las madres de Demian, se había llegado a un acuerdo, pero todo dependía de si Demian podía aceptarlo.

Y ahí estaba Noah, estático en la puerta de esa habitación de hotel, con los ojos enrojecidos y respiración lenta, sintiendo, no solo el frío de la habitación, sino las feromonas de su alfa. No pudo evitar volver a llorar, había extrañado tanto la esencia de Demian, su aroma, su calor, su presencia. Cada paso a la camilla se sintió como una bala al corazón, poniendo a Noah frágil y débil, feliz y emocionado, ansioso y con temor.

Lo primero que pasó al ver a Demian tendido en la cama de hospital, conectado a máquinas, con su rostro pálido y marcado con heridas, fue que su corazón se rompiera. Noah contuvo un sollozo para evitar hacer un escándalo.

Tenía un infinito miedo de tocar a Demian, parecía que en cualquier momento se iba a esfumar de sus manos. Tomó con cuidado la meno de su alfa y la sostuvo entre las suyas, transmitiendo su amor y calor a través del contacto.

—Mi amor—sollozó llevando la mano a su mejilla—Aquí estamos...

Su voz se quebró en un adolorido llanto, apenas y podía respirar con normalidad. Se moría en vida al ver como las cosas habían resultado para la persona más buena y pura de todo el mundo.

—Aquí estamos tu hijo y yo—pronunció acariciando delicadamente el pálido rostro de su amado—Debes de recuperarte, no pedo hacer esto sin ti—limpió sus lágrimas—Miller, Ivanov y Nicholas están en la cárcel—habló disimulando una sonrisa—Lo logré gracias a ti, mi amor—gimió sin despegar su mirada de Demian—De no ser por ti, seguiría sufriendo en ese infierno donde me encontraba, desde que te conocí, mi vida solo ha mejorado. Ahora tengo mi libertad, a una familia y un hijo al que voy a mar con toda mi alma—sonrió—Pero me faltas tú—dijo sintiendo como nuevamente las lágrimas bajaban—Te necesito como no tienes idea, hoy más que nunca sé que puedo vivir una eternidad sin aire, pero ni un segundo más sin ti...

El sonido de las máquinas monitoras creaban un constante murmullo en la habitación, la habitación era tan fría que le calaba en los huesos a Noah, pero cuando sintió el apretón de la mano de Demian sobre la suya, fue como recibir una ola cálida de amor.

—Y yo recibiría un millón de balas por ti, y por nuestro hijo...—musitó Demian, abriendo los ojos lentamente.

Noah exhaló conmovido. Parecía un milagro, el corazón de Noah latía desbocado mientras observaba con cariño esos preciosos zafiros que irradiaban vida. Su mano comenzó a temblar, a lo cual, Demian acarició con bondad, los ojos de Noah lloraban descontroladamente.

—D-Demian—musitó con un nudo en la garganta que apenas y le permitía hablar.

—Te extrañé tanto, mi amor—confesó Demian mientras sentía como su vista se tornaba borrosa ante sus lágrimas desbordándose.

Noah sonrió y se acercó débilmente a su alfa.

—Dios...—suspiró posando su frente sobre la de su alfa—Ni siquiera te desperté con un beso, como en mis cuentos.

—Eso se puede arreglar—habló bajo, dejándose cubrir por las feromonas de su omega.

Entonces Demian lazó un poco la mascarilla que le ayudaba a respirar, Noah por su parte, trató de detenerlo, pero el alfa no iba a permitir que nada se interpusiera entre él y los labios de su amado.

Y justo como en los cuentos de hadas que tanto le gustaban a Noah, el príncipe despertó después de un beso de amor verdadero.

Parecía que la historia de Noah, iba a tener un final feliz después de todo.

─── ❝ Fire on fire ❞ ─── 

¡¡Hola muy buenas noches!!

¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ AÑO NUEVO!

Este capítulo fue muy pero muy difícil de concluir, realmente me desvelé escribiéndolo, pero me enorgullece decir que Noah y Demian finalmente vuelven a estar juntitos.

Me alegra ver el apoyo que he recibido en la historia, no saben cuánto valoro su apoyo, sobre todo porque estos meses han sido difíciles para mí, pero ustedes me recuerdan que escribir es algo que me hace feliz.

¡VAMOS CON UNOS DATOS RANDOMS! (Ya extrañaba esta sección)

1.Los gemelos que está por dar a luz Milo serán muy importantes en el futuro

2. La supuesta madre de Noah no tiene ni tendrá nombre. En mi cabeza debía de ponerle un nombre para que cuando Noah dijera la palabra 'mamá' o 'madre' se refiriera únicamente a Liam, pero al final, decidí que se quedara como 'Señora Miller'

3. Liam siempre estuvo planeado, sólo que quería centrarme más en la historia de amor de Noah y Demian, por lo cual, decidí introducir a Liam cuando Noah más se acercara a su libertad.

4. El anillo que Nicholas le da a Milo en realidad se tenía planeado que fuera de madera, pero pensé que sería extraño, así que lo puse de plata, aunque quiero retomar la idea de que sea de madera, como símbolo de que, para Nicholas, su relación con Milo era como un juego en donde el anillo era un juguete.

5. Aunque en la historia hablo de destinados (un termino que amo mucho del omegaverse) en mi versión los omegas se pueden casar con quienes quieran independientemente de que sean sus destinados o no, es más complicado por las hormonas, pero con los cuidados médicos adecuados, pueden vivir feliz y plenamente.

6. Si, Noah y Cameron son medios hermanos, pero en realidad no comparten ningún tipo de lazo, por lo que, a partir de este arco, no volverán a hablarse. Dudo mucho que Noah perdone a Cameron y sé que Cameron no espera nada de Noah, sin embargo, todo lo que hizo fue para tratar de ganarse el amor de Liam, quien, a pesar de ser agredido por su hijo, jamás dejó de amarlo.

7. La idea de que Miller incitara a Cameron a maltratar a Liam (aun siendo este su mamá biológico) vino de un documental que vi de niña en donde los hijos varones apedrean a sus madres como castigo social, algo que si es real y pasa en sociedades. A este castigo se le llama 'lapidación' y se lleva en países con leyes islámicas, como Irán.

8. A Noah sólo le queda un secreto por revelar a Demian, pero eso se verá en un próximo capítulo (Será muy divertido)

9. Ethan en realidad iba a ser coreano, pero esto fue cambiado al darme cuenta que en el futuro su apellido iba a ser algo complicado, ya que tengo planeado más apariciones de este personaje al igual que Dimitri. Este matrimonio pareciera muy desastroso, pero en realidad es muy funcional, el mayor anhelo de Dimitri y Ethan es tener un hijo, ya que ambos han perdido a uno.

10. En todo este arco de leyes, abogados, demandas, Alek ha sido el personaje que más ha resaltado, esto debido a que es un abogado muy famoso y aclamado que jamás ha perdido un caso, aunque irónicamente, no puede ganarle una discusión a Ellio, aunque eso podría cambiar muy muy pronto.

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER!

NOS VEMOS PRONTO...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro