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Capítulo 38

No estaba muerta, o bueno, algo así...

Capítulo dedicadao a  Mjvi4562florflor40 y  peirac 

Muchas gracias por su apoyo y bellos comentarios, espero disfruten de la lectura.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Milo estaba en una camilla con una intravenosa encajada en su brazo. Le habían puesto un suero e inyectado algo para el mareo, sin embargo, Dominique había insistido en que le realizaran análisis para cerciorarse de cualquier cosa.

El omega aún no se atrevía a decirle lo que había pasado momentos antes con Nicholas, pero sabía que Dominique era consciente. No podía evitar sentirse avergonzado, triste y decaído. No cabía duda de que las cosas no estaban saliendo como él quería o como lo habían planeado, se suponía que no importaba el costo, Milo siempre seguiría siendo la pareja de Nicholas, aunque los recientes eventos lo llevaban a pensar en que las cosas estaban pasando por una mala etapa.

Dominique solo levantaba la vista de vez en cuando de sus documentos, no podía evitar darse cuenta como Milo miraba la pared, inmerso en sus pensamientos, pero no sin acariciar el anillo que, suponía, había sido un regalo de su pareja. Inconscientemente, suspiró ante las imágenes de Milo siendo abusado sexualmente por el mismo hombre que se había atrevido a golpearlo momentos antes. Estaba enojado, terriblemente molesto, pero debía de mantenerse sereno para no perder los estribos, después de todo, solo era un amigo de Milo.

—Buenas noches—comentó la doctora del hospital entrando con los análisis.

—Buenas noches, doctora—respondió Dominique acercándose a la cama en donde se encontraba Milo.

—Veo que tiene un mejor semblante—habló mirando el suero ya casi terminado—¿Sigue sintiendo mareos? —se dirigió a Milo, pero este solo contestó negando con la cabeza—Eso es perfecto, en cuanto el suero termine podrá descansar unas horas y volver a su casa, sin embargo, recomiendo descanso por una semana, algunas vitaminas y también desinflamatorios para sus heridas.

—Disculpe doctora, no termino de entender—sonó preocupado—Estábamos perfectamente bien cuando de repente comenzó a vomitar y a sentirse mal.

—Bueno, muchas veces los omegas son más sensibles ante el estrés, por lo que debe de llevar varios días preocupado por algo—explicó haciendo que Milo se sintiera avergonzado—No es nada fuera de lo normal, únicamente asegúrese de que no vuelva a estresarse, de lo contrario el bebé podría sufrir en el embarazo.

Milo sintió como el aire se le escapaba de los pulmones y su estómago formó un nudo, la mirada sorprendida de Dominique hacia él tampoco ayudaba. Parecía una broma, pero el rostro serio de la doctora solo hizo todo aún más confuso.

—¿Qué? —musitó temblando con los ojos llorosos.

—Su embarazo—repitió entregando la hoja de los análisis al alfa—Tiene cuatro meses de gestión, por lo que en los siguientes meses su vientre comenzará a ser notorio—explicó detalladamente ante la notable sorpresa en el rostro de la pareja.

Milo se quedó en silencio, estaba tan silencioso que por unos segundos pareció desaparecer de la habitación, pero no porque fuera una mala noticia, sino porque era la noticia más maravillosa para él.

—Recomiendo que descanse estos días y con gusto podemos agendar una cita con uno de nuestros ginecólogos más profesionales—prosiguió la doctora notando como el omega parecía tener otro semblante, inclusive, llegó a percibir feromonas emanando de él—Por el momento le puedo asegurar que el bebé está bien, pero deben de tener cuidado con los episodios de estrés, de lo contrario podría haber dificultades en el camino—terminó de explicar con voz calmada—¿Alguna pregunta?

—Creo que necesitamos un tiempo a solas—comentó Dominique haciendo que la doctora entendiera el mensaje.

—Claro—sonrió caminando hacia la puerta—Por cierto, muchas felicidades.

Tan pronto como la puerta fue cerrada, el alfa tuvo que meditar un poco sobre lo que iba a pasar. Obviamente, el hijo no era de él, obviamente no tenía voz ni voto en ese tipo de decisiones, pero lo que más quería era que ese bebé fuera suyo, que la noticia de un niño creciendo en el vientre de Milo también le causara alegría y furor, pero las cosas no eran así. No importaba que estuvieran comprometidos, sabía que Milo estaba lo suficientemente ciego como para no abandonar a Nicholas, por lo que el miedo de perderlo comenzó a apoderarse de él.

—Milo...—quiso decir unas palabras, pero al darse la vuelta se encontró con el omega llorando en silencio mientras apretaba su vientre con una sonrisa.

—Es mío...—suspiró limpiando las gotas que caían por sus mejillas—Mi bebé—tartamudeó mirando a Dominique finalmente, pero esta vez su rostro era de agonía—Y-Yo lo quiero, pero Nicholas me hará...

Ni siquiera podía terminar la frase, era tan doloroso y frustrante. Milo soñaba con un hijo, con una familia a la cual cuidar y proteger, pero eso no podía ser una realidad.

—Milo...

—Tiempo atrás Nicholas me dijo que cualquier hijo que naciera de nosotros sería un bastardo—lloró con amargura. Dominique sintió como su corazón se estrujaba—Yo pensé que estaría feliz con solo servirle, pero ya no puedo, no importa cuánto me esfuerce, no importa cuánto me entregue, soporte o lo ame—soltó quebrándose al hablar—Nunca me elegirá.

Dominique abrazó con delicadeza a Milo, no podía soportar la idea de que la noticia más esperada del omega se tornara siniestra y amarga. No lo soportaba, no lo aceptaba ni aguantaría un minuto más ver lo infeliz que era el rubio.

—Yo te elegí a ti—musitó tomándolo de la misma mano en donde se encontraba situado el anillo que Nicholas le había regalado—Y yo te haré feliz, viviré para servirte, me esforzaré, me entregaré y te amaré sin importar nada—sobó el dorso de su mano.

—N-No, Dominique—trató de protestar—No te puedo hacer algo, tu familia se dará cuenta de estoy embarazado, no querrán que te unas a un omega que ya fue marcado por otro alfa.

—Si aceptas tú serás mi familia—suplicó tratando de que Milo no se sintiera ansioso—Y yo...—su rostro comenzó a pintarse de carmesí—Yo sería un excelente padre.

Eso le robó el aliento a Milo, inclusive lo hizo reír ante lo ridículo que sonaba.

—Oye, no te rías—soltó avergonzado haciendo que Milo soltara más fuerte su risa—Por si no lo has notado, soy un magnífico partido.

—No es eso—suspiró sin borrar su sonrisa—De hecho, es una idea fantástica—se recargó en el hombro del alfa—Pero es solo una fantasía.

Milo se quedó en silencio sin dejar de acariciar su aun plano vientre. Sabía que tenía menos de un mes para que el embarazo fuera notorio, por lo que tenía que hacer un último esfuerzo para que Nicholas se olvidara de Noah, aunque en el fondo sabía que eso era casi imposible.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—¿Todo bien? —preguntaba Demian sin dejar de prestar atención a la calle por la que conducía, pero no podía evitar notar la incomodidad de su omega ante algo que desconocía.

—Huele extraño—musitó recargándose en el vidrio de la ventana del auto—Me estoy mareando.

—¿Quieres que apague el aire acondicionado?

—No es eso, es solo ese asqueroso olor—se quejó cerrando los ojos para tratar de calmar las repentinas náuseas que su cuerpo sentía.

Trato de no darle importancia, en serio trato con todas sus fuerzas de resistir ante en nefasto aroma del auto de Demian, pero cada vez que respiraba su agonía aumentaba

—Detén el auto—ordenó quitándose el cinturón de seguridad.

—Estamos en carretera, espera un poco, ya casi llegamos—trato de calmar a Noah, no tardó en apagar el aire acondicionado y bajar las ventanas, esperando que así el mareo fuera menor.

—¡No! —se desesperó tomando bruscamente los aromatizantes de auto.

—¡Noah! —expresó hostil al ver cómo el omega lanzaba los aromatizantes por la ventana.

—¡Listo! —suspiro finalmente sintiendo como el aire fresco volvía sus pulmones.

Demian se preocupó un poco. El comportamiento de su amado había sido exagerado, pero empezaba a sospecha a que se debía a las feromonas que estaba emanando, comenzaba a sentir calor sobre su cuerpo y no importaba cuánto se esforzara, no podía dejar de mirar a esos carnosos y antojables muslos que se asomaban por la falta del omega.

—Muy bien—suspiró tomando el volante del auto para cambiar de carril repentinamente.

El mareo de Noah empeoró ante el brusco movimiento que lo sacudió sobre su asiento, era tanto su malestar que ni siquiera se preocupó por el rumbo que estaba tomando su pareja. No supieron cuánto tiempo hicieron en el camino hasta llegar a una arboleda cercana a la carretera. Parecía un paso para llegar a un campamento, aunque por el notable escaso uso de esta parecía un lugar perfecto para estar solos.

—¿Qué haces? —enunció quitándose de una buena vez el cinturón de seguridad que apretaba su cuello.

—Ya no puedo—musitó para sí mismo sin dejar de apretar el volante, su cabeza se reposó en este como si tratara de apartarse de la frustración que comenzaba a formarse en sus pantalones—¿Acaso quieres volverme loco?

—Demi...

—¡Noah! —exclamó fuertemente alzando la mirada para enfocar hacia el omega. El recién nombrado solamente se pudo estremecer al ver como los ojos azules del alfa brillaban en un aura erótica, como su pecho subía y bajaba con desespero, los tensados de sus músculos y como los mechones de su largo cabello se posaban en el bello rostro de su novio.

—Dime—gimió sintiendo como la atmósfera cambiaba a medida que el semental se acercaba a él.

—Tu falda—lo tomó de las mejillas y lo acercó suavemente hacia sus labios—¿Crees que logre cubrirme?

—¿Eh? —estaba embobado esperando que los labios de Demian tocaran los suyos, sin embargo, la acción que tomó el alfa sobrepasó las expectativas del omega—Haa... D-Demian—tembló al sentir como el asiento era inclinado por el azabache para después colocarse debajo de la penda—¡A-aah! —gimió al sentir como la respiración de Demian chocaba contra su intimidad, le fue imposible no ponerse duro como una piedra.

Demian no sabía lo que hacía, pero no le importaba descubrirlo, lo único que lograba cautivarlo era escuchar los gemidos de su amado, los cuales, fueron en aumento al bajarle la ropa interior y comenzar a chupar con devoción su miembro.

—¡Demian! —exclamó dejándose vencer por el placer hasta terminar recostado en el asiento. No podía con su felicidad, todo malestar había desaparecido al notar que estaban a punto de tener sexo en el auto de Demian en una zona transitada.

La emoción de ser vistos solo hizo del momento más excitante, la emoción de sentir como Demian introducía sin problema su pene en su húmeda y caliente garganta, la forma en la que chupaba y besaba de una manera tan jodidamente bien, la deliciosa forma en la que su saliva bajaba por su miembro y como los dedos de este apretaban sus muslos de una forma tortuosa. Estaba en el cielo y ni siquiera se había esforzado para pedirlo.

—Ooh si, así mi vida...—jadeó al sentir como Demian ejercía más rapidez en su mamada, era dulce pero desesperante, fuerte pero deliciosa, el punto exacto entre el sufrimiento y el placer—A-Amor... ¡Me gusta!—gimió en agonía por sentir como comenzaba a correrse en la boca del alfa, sin embargo, su placer se vio interrumpido cuando el alfa salió de su escondite y se posicionó encima del asiento, tomando con fuerza las muñecas del omega, colocándolas en parte superior del asiento y con sus rodillas separando las piernas del rubio.

—Oh no, no mi amor—sonrió ladino—Debes de ser un buen niño—cantó acercándose a los labios del menor.

Noah abrió sus labios en la espera de un dulce y encantador beso, pero los labios contrarios se desviaron a su cuello, encajando sobre su piel los filosos colmillos del azabache, haciendo de esto una marca junto con un par de chupetazos.

No, no era dulce, mucho menos gentil. Demian literalmente estaba devorando a su placer el cuerpo de Noah, sin dar la oportunidad de que este se quejara o defendiera debido a la inercia en sus brazos.

—Precioso—pasó sus dedos sobre las recientes mordidas, subiendo el cuello del omega haciendo que su ahora pequeño y frágil cuerpo se sintiera vulnerable—¿Sabes de qué tengo antojo?

—¡Aght! —expresó al sentir como los dedos de Demian se introducían en su boca,

—No muerdas—musitó dejando un beso en la mejilla del omega—¿Sabes de qué tengo antojo, amor? —volvió a cuestionar esta vez sacando y metiendo sus dedos en la garganta del omega.

—¡Mmhg... Nfth... Aaah! —gemía al sentir como su boca era invadida por los largos falanges de su amado, ni siquiera tenía la oportunidad de responder, estaba concentrado en lo dominante que estaba siendo el pelinegro.

—De verte llorar—río si soltar en ningún momento el pequeño cuerpo del omega.

—¿Eh?

Noah no sabía lo que pasaba. Le gustaba, claro que sí, le encantaba la rudeza que podía tomar su pareja sobre él, que una parte de él tratará de satisfacer sus fetiches, sin embargo, su Demian no podía ser capaz de expresar esas palabras, nunca en un millón de años su novio podría proponerse lastimarlo. La reciente expresión del alfa hizo preocupar al rubio, sin embargo, al sentir cómo las grandes manos del pelinegro le arrebataban la ropa lentamente comenzó a despejar sus dudas.

El asiento del copiloto era pequeño, pero era la misma estreches la que permitía que estuvieran juntos. Podía sentir como la sombra de Demian lo cubría cálidamente a la par que este se encargaba de besas y morder fuertemente el cuello del omega, como si su instinto le susurrara que era su deber volver a marcarlo para que no quedara duda de a quien pertenecía.

El aire de la cabina comenzó a sentirme caliente a costa de sus jadeos, los labios de Demian no soltaban a los de Noah, su mano apretaba la cintura contraria asegurándose que este no se escapara, mientras que con la otra preparaba su entrada a su placer.

—¡Ahí! —gimió Noah tras sentir como su punto G era estimulado, casi se corre con solo sentir los dedos de Demian hurgando en su interior—Aah...

Sin embargo, el placer duró poco cuando sintió como con la misma mano que apretaba su cintura, Demian le daba vuelta dejándolo boca abajo del asiento, con la vista de sus nalgas descubiertas al levantarse la falda. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Noah al sentir como la mano de Demian bajaba por su espalda hasta bajar y apretar uno de sus glúteos. Le fue imposible no gemir ante la fuerza que había empleado, dolía, pero al mismo tiempo le emocionaba nunca había pensado que un chico tan tierno y dócil como Demian podía tornarse tan sádico de la nada.

Un escandaloso gemido resonó en el vehículo cuando Demian regresó a la acción de introducir sus dedos en la entrada de Noah, el omega solo trataba de respirar para no correrse tan rápido, era vergonzoso, apretaba sus piernas para evitar tan bochornoso escenario, sin embargo, su esfuerzo se fue al caño tras sentir como repentinamente Demian estrellaba su otra mano contra sus nalgas.

—¡Aagh! —gritó por la sorpresa—¡Mierda...! —exclamó sintiendo como la acción se repetía.

Demian solo jadeaba y respiraba ruidosamente mientras estrellaba con una fuerza sobre humana su palma contra los carnosos y ahora rojizos glúteos de su amado, el cómo esa sensual y diminuta falda de deslizaba por su espalda y lo dejaba vulnerable a él.

—Quédate quieto—ordenó sin dejar de penetrarlo con sus dedos ya empapados por sus fluidos. Estaba tan dilatado que no costaría nada meter su pene para follarlo, pero quería más, empezaba a disfrutar él ardor en su mano por las nalgadas que le proporcionaba a su amado, por lo que decidió alzar más sus caderas y continuar con cada una de las nalgadas.

El sonido de sus pieles estrellándose, el palpitar acompañaba el ardor y la preciosa vista de Noah inmóvil, sumiso a él y con su cuerpo sonrojado, era como estar en el maldito paraíso.

—¿Duele? —musitó en el oído de Noah, pero este apenas podía responder algo que no fueran gemidos y suspiros—¿Cómo algo tan doloroso puede dejarte duro? —pareció burlarse, más cuando comenzó a masturbar el pene de Noah, el cual estaba al límite, comenzando a gotear fluido anticipando su clímax.

—¡No! —gimió vulnerable, gozando la crueldad y dulzura de su alfa—N-No me quiero correr aun—sollozó aguantando su orgasmo, parecía que Demian estaba cumpliendo su promesa de hacerle llorar.

—Tranquilo—musitó besando la mejilla de Noah—No planeo dejar que te corras tan pronto—apretó el pene del omega haciendo que este se retorciera sobre el asiento.

En el pasado Noah contaba o recitaba poesía en su cabeza para no correrse, pero con Demian era diferente, realmente disfrutaba cada tacto de él, le emocionaba escuchar su voz ronca, sus enormes manos molestándolo y haciéndolo sentir vulnerable. Amaba cada maldita sensación que creaba de él.

—Dime amor, ¿qué se siente? —susurró besando dócilmente el cuello del omega, encajando sus dientes en la cicatriz de su marca.

—Ugh... Ah... Caliente—se estremeció sintiendo los húmedos labios de Demian perforando su piel.

—¿Qué más? —habló con voz ronca penetrando más fuerte con sus dedos.

—¡Waah! —exclamó—¡Se siente rico! —jadeó tratando de mirar los bellos ojos azules de Demian—Fóllame—suplicó babeando por su desespero—No puedo aguantar más.

El cuerpo de Noah se estremeció al sentir como los falanges de su alfa lo abandonaba.

Con cuidado y asegurándose de no lastimarse, cambiaron posiciones a los asientos traseros. Demian se sentó y dejó a Noah sentado en sus rodillas. Era precioso, estaba temblando, sus hombros estaban colorados, su piel blanca hacía un precioso contraste con sus partes más íntimas. Tan pronto como Noah se posicionó sobre él el auto comenzó a tambalearse por la fuerza de las penetradas de Demian.

—¡Ah...! —gimió aferrándose a la espalda de Demian—Ah...Ahh

Las caderas de Noah se contoneaban al placer de ambos, las manos de Demian apretaban sus glúteos marcando el ritmo de ambos. No separaban sus miradas del otro, sus labios entreabiertos dejaban salir sus gemidos, se les antojaban y no se limitaron en besarse, sus lenguas se juntaron con desespero, sus quejidos se vieron interrumpidos por esta acción, sin embargó, duró poco al sentir como Demian embestía más profundamente.

—¡Ugh... Ahhh... Haa! —finalmente sintió como eyaculaba sobre el abdomen de Demian. Lágrimas de felicidad salieron de sus ojos al sentir todo el placer que estaba recibiendo su cuerpo.

Demian no tardó de volverle a devorar la boca mientras salía de él haciendo que su semen chorreara por el auto, poco él importaba, después lo limpiaría, en esos momentos, lo único quería demostrarle a su omega que era capaz de satisfacerlo.

No tardó mucho cuando recostó a Noah poca arriba del asiento y se coló entre sus piernas para volverlo a penetrar sin tregua a su amado. Ambas piernas de Noah quedaron en los hombros de Demian, dejándolo expuesto y dando más oportunidad a que este lo follara profundamente.

—¡Haa...! —gritó ante la repentina brutalidad que el alfa ejercía sobre él—¡Ohh...! ¡Si! —se aferró a las muñecas de Demian sin dejar que este lo humillara, después de todo, había demostrado mil veces que su resistencia era demoniaca, por lo que estaba dispuesto a demostrarlo.

—Eres tan bonito—gimió a la par Demian mientras continuaba corriéndose en el interior de su omega—¡Mierda! —gruñó al sentir como su nudo comenzaba a formarse en el interior de su amado.

—¡Auh! —exclamó derramando lágrimas de logro—¡Duele! —jadeo con desespero aferrándose a los brazos de Demian. No estaban en la posición más cómoda para un nudo, pero el placer era tanto que sus cuerpos no podían evitar sucumbir a sus instintos—¡Duele alfa! —chilló.

—Shh...—lo calló besándolo para distraerlo. No podía bajar las piernas de sus hombros pues eso causaría un desgarre, pero se encargaría de que su precioso omega no sintiera dolor—Después de que baje el nudo iremos a un lugar más cómodo.

Noah asintió en silencio mientras se dejaba adorar por los labios del alfa. Se quedaron quietos un par de minutos cuando Demian llevó el auto de nuevo a la carretera en busca de cualquier motel decente para bajar su calentura. Una vez pudieron conseguir una habitación siguieron con el acto hasta que el efecto de las pastillas desapareció, aunque no pasó lo mismo con el apetito sexual del omega pasadas las horas.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—¡Otra vez! —expresó Noah mientras jadeaba en un intento desesperado de recuperar su aliento.

Su corazón se estrellaba fuertemente contra su pecho, retumbaba en sus oídos y sus mejillas comenzaban a calar ante la enorme sonrisa que sostenía sobre su rostro, su mirada solo se enfocaba en el techo mientras trataba de calmarse, mientras que, por otro lado, Demian parecía como si le hubieran chupado el alma.

—¡Me encantó! —expresó con regocijo sin poder ocultar su exaltación—¡Fue exquisito! Cada fibra de mi cuerpo se estremeció—río fascinado mientras se abalanzaba sobre los labios del alfa, pero este apenas y podía sentir dicho beso—¡Te amo! —proclamó sin dejar de besar a su amado—¡De nuevo! —deslizó la sábana que lo cubría para quedar nuevamente desnudo sobre el rendido hombre de sus sueños.

—No, poph...—ni siquiera tenía fuerza sobre su lengua, hablar se le hacía no solamente difícil, sino hasta inhumano—No, por favor—tuvo que respirar un par de veces para poder terminar su frase.



—¡Demian! —lo tomó del rostro notando como este se tornaba pálido—¿Estás bien? ¿Quieres tu inhalador?

—Estoy bien—sonrió acariciando las suaves manos de Noah sobre su rostro—Creo que es solo un efecto secundario, tomaré un descanso y podremos continuar en unos veinte años—bromeó haciendo referencia de su agotamiento.

—¿Efecto secundario? —bajó del cuerpo del alfa para sentarse a su lado. La conversación solo hacía preocupar más y más a Noah.

—Ay...—suspiró dándose cuenta de que se había delatado a sí mismo—Perdona, quería sorprenderte.

—¿Usaste drogas? —cuestionó preocupado—¡Demian, eso está mal! —exclamó inquieto mientras se creaba un mar de ideas absurdas sobre la salud de su novio—Eres asmático, tienes antecedentes médicos.

—No consumí drogas—tomó la mano de Noah para besarla—Ellio dijo que iba a lanzar un nuevo 'medicamento' y que necesitaba sujetos de prueba—respondió desviando la vista ante la vergüenza—Quería sorprenderte y satisfacerte.

Noah no podía, realmente estaba a punto de llorar por lo romántico que podía ser su amado. Nunca nadie se había preocupado al nivel de Demian, no había existía ser más perfecto sobre la faz de la tierra que pudiera hacerle competencia, simplemente Demian era la persona más perfecta que iba a encontrar en su vida, y estaba feliz de estar enlazado a él.

—Amor—su voz tembló ante la conmoción, no pudo resistirse a volver a besar a su príncipe—No necesitas tomar nada para satisfacerme—tomó su mano con cariño—Todos los días me besas con devoción, me tocas con ternura, hablas con amor y sacrificas más de lo que podría pedirte. Todos y cada uno de los días me satisfaces, me haces sentir vivo, que por primera vez estoy amando con genuinidad, ¿qué tan satisfecho debo de estar como para querer compartir toda mi existencia a tu lado? —musitó dejando un último beso en la mano su amado.

Demian se sonrojó, sus ojos brillaron de emoción y no supo de dónde sacó la fuerza, tal vez del poder del amor, pero cuando menos se dio cuenta, Noah ya estaba debajo del alfa siendo devorado por sus labios.

—Wou—sonrió encantado por la repentina acción y fuerza de su amado—¿Lo ves? —soltó una risilla encantadora mientras tomaba dulcemente el rostro de su amado y plantó un sonoro beso—Tú me satisfaces.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Una vez más calmados, volvieron a la casa Anderson, por lo que al entrar todos los presentes se quedaron sorprendidos. Habían perdido la noción del tiempo, tanto hasta el punto de haber olvidado que habían quedado esa misma noche en discutir la estrategia legal para el juicio del día siguiente.

—Llegan tarde—habló severa la madre de Demian al notar como su yerno había desobedecido la orden de no salir de la residencia.

—Perdonen nos—entró a la sala principal dejando a un costado la mochila que había llevado a la universidad, sin embargo, había aprovechado para también ocultar la ropa femenina del omega.

—¿Se puede saber dónde demonios estaban? —cuestionó áspera sin dejar de juzgar el aspecto acelerado de los jóvenes

—Noah quería comer algo en la calle—contestó haciendo que el rubio se ahogara con su risa. Definitivamente, había comido algo muy delicioso en la calle.

—Ya no importa—cambió rápidamente de tema sin saber que le estaba dando a Demian la respuesta a sus plegarias. Podía hacer que su madre dejara de regañarlo si daba insinuaciones de su vida sexual.

—Pueden hablar de eso más tarde—habló Alek tomando su lugar en la escena mientras arrullaba al menor de sus hijos, Ellio por su parte, estaba arriba descansando junto a sus otros cachorros—Debemos hablar sobre mañana, Los Ivanov y Miller's están enterados y no se quieren ir a la cárcel, por lo que los veremos en el tribunal, aunque, mi equipo de investigación se encuentra investigando la casa de Noah, la casa Miller y la casa en donde Noah convivió con Nicholas—explicó—Están buscando las últimas pistas, aunque sospechamos que algunas escenas hayan sido modificadas.

—Dudo que el idiota de Nicholas se haya molestado en limpiar su desorden—reprochó el omega para tomar asiento al lado de su amado.

—Sea lo que sea no hay que subestimarlos a ninguno de ellos—habló con voz calmada al ver como su cachorro se movía entre sus brazos, trató de calmarlo para que no se despertara sin dejar que este lo desconcentrara del tema principal—Deben de prometer ser lo más firmes posibles, no cedan ante lo que digan, si todo sale bien no solamente Noah será libre de su contrato matrimonial, sino que se hará justicia.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Era de noche, y mientras Alek alistaba a Noah para el juicio del día siguiente, Molly continuaba cuidando de su suegro aun tendido en la cama.

—Eres muy hermosa—comentó Liam viendo atentamente como la prometida de su hijo curaba sus heridas con cariño y preocupación.

—Gracias—sonrió tímida—Me sorprende lo resistente que es, otro hubiera muerto con estas heridas.

—La convicción de que todo acabará es alentador—suspiró halagado por el comentario de la chica—El problema es que las personas olvidan que el sufrimiento tiene un final.

—La muerte es un tipo de final—expresó cubriendo las heridas con un vendaje para que pudiera sanar más rápido.

—Bueno—vaciló—Nunca dije si era un final feliz—bromeó sintiéndose encantado de volver a tener una conversación normal.

El ambiente en la habitación se sentía cálido, inclusive Molly había peinado y cortado el cabello de Liam para que se viera más estético, poco a poco comenzaba a recuperar color sobre su rostro y hablar se había vuelto menos complicado.

—¡Todo listo! —entró Cameron a la habitación, indiferente, pero aprisa debido al sobre que tenía entre sus manos—Tengo los boletos y tu identificación para sacarte de aquí, tomarás un vuelo a Escocia y una vez llegues, Bastian estará esperándote—explicó extendiendo el sobre con los documentos de su traslado.

—¿Quién es Bastian? —preguntó Molly sin dejar de administrar los medicamentos a su suegro.

—El destinado de Liam—contestó secamente a su prometida, limitando la información, ya que ese tema le incomodaba un poco.

—Quieres decir...—titubeó la omega ante la novedad de su futuro esposo—¿Tu padre biológico?

Cameron sabía que no era la intención de Molly hacerle sentir el remordimiento en su pecho, sobre todo porque era ignorante del retorcido tema que era su familia, pero supo que debía de hablar al ver el rostro triste de su mamá omega.

—No—expresó frívolo—Solo es el padre de mi hermano, pero tuve la dicha de nacer de una bruja como mi madre—gruñó caminando hasta la cama donde se encontraba Liam.

—Eso no importa—expresó el omega mirando a su hijo menor—Eres mi hijo, Cameron—trató de consolarlo y recordarle que era parte de él, así como Noah.

—Si—afirmó sin expresar más de lo que sus labios habían pronunciado—Como sea, Bastian te esperará y él te ayudará a reubicarte.

Liam podía saltar de la emoción, no podía ocultar su sonrisa al imaginar volver a los brazos de su pareja. ¿Cómo se vería? ¿Habría dejado crecer su barba o su cabello tendría canas? No podía esperar para volver a verlo. La emoción de miedo y añoranza se sentía tan extraña que hasta parecía bueno.

—Pero...—volvió a la realidad—¿Qué pasará con Noah? —cuestionó preocupado ante la idea de no ver a su primogénito.

—Olvídalo, él puede defenderse solo—exclamó seco sin importarle la desilusión en los ojos de su mamá.

—¿Olvidarlo? —suspiró dolido—ni siquiera pude cargarlo cuando nació—su rostro se vio frustrado e irritado ante el comentario tan insensible de su hijo menor—Se me negó mi maternidad, pasé años y años encerrado viendo solo a Noah por fotografías, sin tocarlo, sin limpiar sus lágrimas—habló frenéticamente con desespero mientras su pecho dolía al sacar tanta frustración—¡No puedo simplemente olvidarlo!

—Noah va a llevar a mi madre a un tribunal—explicó con tono mesurado—Buscará apelar a los abusos que ha sufrido por los Miller y los Ivanov podrás verlo cuando todo haya acabado, cuando tu salud esté mejor, cuando la repulsiva de mi madre esté en un a asquerosa celda pagando todo lo que te ha hecho.

—¡No ganará sin mí! —recalcó sin saber cómo su voz estaba siendo tan fuerte—Soy un testigo importante, soy la evidencia necesaria, ¡soy su mamá!

—¡Y no serás nada si mi madre descubre que estás vivo! —condenó usando su ronca voz para igualar el nivel de su mamá.

Su mano se extendió hacia Liam, pero este solamente miró el sobre con tristeza y frustración. Estaba a pocos centímetros de su libertad, de recuperar su vida, volver a su nación y a los brazos de su amado, no había tanta distancia entre él y su oportunidad de regresar a su vida con el amor de su vida, pero no a costas de uno de sus hijos.

—Querida—se dirigió a Molly—Dame lo necesario para poder ponerme de pie.

—¡Estás loco! —protestó el alfa arrugando en su puño los tan valiosos papeles.

—Y tú—miró seriamente a Cameron—Llama al abogado de tu hermano y consigue una silla de ruedas.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—¿Estás listo? —preguntó Demian en el asiento del copiloto en el estacionamiento del tribunal. Estaba vestido de un traje elegante y sus cabellos estaban peinados hacia atrás dejando a la vista su linda frente y terminando en una pequeña trenza.

Estaban a pocos minutos de comenzar el juicio y Noah apenas había podido dormir la noche anterior, se le notaba en su rostro angustiado y pensativo, Demian también lo estaba. En pocos instantes vería nuevamente los rostros que tanto dolor le había provocado al amor de su vida, solo esperaba ser lo suficientemente firme como para ser el soporte de su precioso omega.

—Vamos—musitó tomando la mano de Demian para después salir a la par del vehículo.

Caminaron por el estacionamiento tomados de las manos, entraron al edificio sin soltarse ni un solo segundo, llegaron al estrado unidos por su tacto, hasta que llegó el momento de que Noah tomara su lugar en el tribunal en una pequeña mesa frente al estrado al lado de Alek.

—Reciban de pie a la jueza del distrito veinticuatro—resonó en la recámara la voz del oficial a mando.

Todos en el juzgado se pusieron de pie al recibir a la alfa mayor y tomaron asiento una vez ella lo hizo.

—Fecha trece de septiembre del año dos mil veintidós—expresó la juez una vez se le dio paso a la sala donde se encontraban ambos bandos—El caso treinta y dos entra en sesión, dando conocimiento de la demanda de Noah Miller a las familias Ivanov y Miller de presunta violación, agresión, privacidad de su libertad integral y marital por pate de los acusados antes mencionados—comenzó leyendo el protocolo—Señor Luttrel—llamó al alfa castaño—Usted representa al señor Miller y a todas sus desafiantes acusaciones.

—Correcto su señoría—contestó poniéndose de pie para posteriormente volver a tomar asiento.

—Señor Dutton—señaló la otra mesa en donde se encontraban Vladímir, Nicholas y la madre de Noah con su respectivo abogado—Usted representa a los acusados y defiende de los daños señalados.

—Si su señoría, sobre todo, defender—contestó el alfa que defendía a los alfas nombrados, hablando con elegancia y soberbia.

Alek conocía a Dutton, era solo otro alfa adinerado que presumía los pocos logros que había conseguido en su carrera, sin embargo, era inteligente, obstinado y terco como una mula por lo que subestimarlo sería un error.

—Seño Luttrel, abra el caso—ordenó la alfa sobre su enorme silla e imponente postura.

—Gracias su señoría—se puso de pie y se colocó frente al estrado y tomó un control remoto que pertenecía a una televisión postrada en la pared que era visible para todos los presentes—En el año dos mil diez, el potencial de violencia hacia omegas aumentó un siete por ciento, lamentablemente, mi cliente no solo forma parte de la cifra, sino que ha vivido en carne propia el sufrimiento familiar, social y prematrimonial en manos de los acusados ya nombrados con anterioridad.

Comenzó firme y audaz sin llegar a más rodeos. Ser el primero en exponer el caso no solo era frustrante, sino que también era la oportunidad para dejar en claro quien mandaba y ganar ventaja ante la juez.

—Mi cliente no solo fue obligado a firmar por su madre un acuerdo matrimonial cuando aún era un infante, sino que ha sido su propia madre la que ha impartido violencia física, verbal y psicológica sobre mi cliente—oprimió el botón dejando sobre la pantalla una fotografía de Noah pequeño con el rostro lleno de moretones y el labio partido. Había una foto que Ellio había tomado hace muchos años—Prueba A—señaló la fecha en la fotografía—Mi cliente a los doce años de edad, después de que su madre descubriera que era omega—explicó dando seguimiento a las fotografías.

Cada una de las imágenes hacía estremecer el cuerpo de Noah, temblaba de miedo por visualizar nuevamente las atrocidades que había vivido y que aún sentía sobre su piel. Mientras que su madre, se mantenía inerte observando con atención el rostro mancillado del omega. La mujer estaba tratando de no ser expresiva, aunque en el interior, se sentía orgullosa de todas sus acciones.

—Lamentablemente, estas agresiones no se quedan aquí y continúan hasta llegar a las agresiones y violaciones por parte Vladímir Ivanov—hizo una pausa para dirigirse hasta el público—Miembros activos del jurado, recomiendo discreción ante lo que están a punto de presenciar.

Tan pronto como terminó de hablar oprimió el botón del control dejando a la vista las horripilantes fotografías de Noah pequeño. La sala se llenó de gemidos de sorpresa, reproches y protestas ante lo que contemplaban en sus ojos. Noah pudo ver como la transición de fotos cambiaba lenta y tortuosamente hasta llegar a desviar la mirada.

Estaba en el pasado, pero ningún hombre podía escapar de él, mucho menos cuando en la fotografía se dejaba a la vista al infante omega en una pose vulnerable y pornográfica para cualquier depravado, con su diminuto cuerpo bañado en semen, lágrimas y sangre. Y mientras la mayoría de los presentes se repugnaban, para el patriarca Ivanov, esa foto era su trofeo más preciado. Ningún niño lo había llenado tanto su lívido como Noah lo había hecho. El volver a ver el cuerpo de Noah bañado en su esencia solamente logró despertar su apetito.

—Las fotografías más actuales son resultados de Nicholas Ivanov—siguió proyectando, ahora las imágenes de los golpes que Demian había documentado—Su señoría, mi cliente ha sufrido, pero en su sufrimiento encontró a una persona que lo ama y respeta, por eso, únicamente esperamos que se haga justicia y que mi cliente tenga opciones para una mejor vida, porque nuestras leyes no distinguen los privilegios de los que gozan los alfas, porque en un sistema justo todos tenemos el derecho de vivir dignamente.

La jueza tragó en seco, Casi no veía casos de omegas contra algas, pero en muy poco tiempo había quedado estupefacta.

—Señor Dutton—señaló al abogado contrario para que comenzara con su exposición.

—Por supuesto, su señoría—habló arrogante poniéndose de pie hasta llegar al centro del que para él era un escenario. Sin embargo, sólo necesitó abrir su bocota para hacer irritar a Alek—Miembros activos del jurado—se acercó al público—En la actualidad la sociedad no sufre de ninguna brecha, se ha comprobado por sociólogos que el ochenta y siete por ciento de los omegas que corresponden a un acuerdo matrimonial son los más felices y seguros debido a las estipulaciones dentro de los contratos, sin embargo, hemos de recordar que no hay nada legal en el proceso que el señor Anderson está llevando a cabo, sobre todo porque de querer un futuro con el omega debe de reconocer que existen leyes como la protesta que ayudan a hacer esto más civilizado—explicó paseándose por todo el corredor—Mis clientes, en cambio, no solo desmiente las acusaciones del omega, sino que también exigen que la ley se emplee de manera justa.

—¡Bien! —exclamó la alfa—Los interrogatorios se llevarán a cabo en dos días, la corte ordena una serie de exámenes de sangre para la confirmación de cualquier sustancia en su organismo—ordenó firmando a mismo tiempo una orden para que se llevará a cabo—Se levanta la sesión.

Todos los presentes se levantaron a la par al escuchar el golpeteo del martillo como señal de que la sesión había terminado. Todos pasaron a retirarse, todos salvo Noah, quien permanecía estático. Sabía que sus fotografías iban a ser expuestas, pero al revivirlas regresó su inseguridad y vulnerabilidad.

Todos se habían ido, inclusive la madre de Noah, quien había aprovechado los últimos segundos en la cámara para mirar con repulsión a su hijo. Sin más caminó hasta la salida topándose silenciosamente con Demian mientras este volvía hacia su amado. El roce de sus presencias fue tan tenso que podía llegar a cortarse con un par de tijeras oxidadas.

Algo muy especial tenía planeado esa señora para Demian, únicamente debía de asegurarse de que todo pareciera un accidente. Mientras, el alfa entraba para recoger a su omega, pero quedó embelesado por lo precioso que se veía perdido en sus pensamientos, aunque en el fondo sabía que no eran pensamientos precisamente positivos.

—Amor—lo llamó, pero no pareció escucharlo ante la inmutación del rubio.

Demian se quedó en silencio viendo cómo el pecho de Noah subía y bajaba, como si tratara de centrarse en su respiración para que de sus ojos no se desbordaran las cristalinas lágrimas que se asomaban en sus marrones ojos. El pelinegro no dijo nada, pero algo hermoso de Demian era que no necesitaba de palabras, porque sus acciones hablaban por él. Tomó la mano de Noah y lo encaminó para salir del tribunal.

El omega iba atontado en sus pensamientos, sumido en sus errores y pecados, pero seguía caminando sin saltar la mano de Demian.

Así serían los días para Noah, algo fríos y duros, permanecería luchando con sus demonios, pero avanzando, siguiendo adelante al lado de Demian.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

La familia Luttrel había llegado finalmente a su hogar tras al ajetreado día que habían tenido todos. No solo Alek y Ellio, sino también los cachorros de la familia tras haberse quedado en la mansión de la abuela bajo la supervisión de una niñera que apenas había podido sobrevivir a la noche.

Tan pronto como atravesaron la puerta los gritos y risas no se hicieron esperar, Ellio apenas y podía caminar gracias a su enorme vientre, su embarazo se estaba acelerando a un ritmo alarmante, pero continuaba saludable, aun así, no espero para dejarse caer sobre el asiento más grande y esponjoso de su extensa sala.

—¿Quieres té? —preguntó Alek acercándose a él para ayudarle a quitarle los tenis y a la par sobar un poco sus hinchados talones.

—Que los niños coman primero—musitó mientras disfrutaba el placer de los dedos de su esposo haciendo un delicioso masaje.

—Ok—besó el dorso de uno de sus pies y se propuso a ir a la cocina—¡Dylan! —llamó a uno de sus hijos.

—¿Qué? —exclamó con el mismo tono hasta llegar al lado de su padre.

—Acomoda la mesa—ordenó alborotando la rubia cabellera del infante para después acomodar los ingredientes sobre la barra de la cocina.

—¿Por qué yo? —se quejó haciendo notable su molestia—Tienes otros cuatro hijos.

—Porque te amo, tu madre está agotado y sé que fingiste malestar estomacal para visitar al nuevo enfermero de tu escuela—sentenció con un tono de voz que rozaba con lo amenazante, pero que fue suficiente para callar al menor.

—¡Rayos! —hizo caso a la orden su padre.

Alek se ocupó de preparar la cena para su familia cuando de repente una llamada interrumpió su acción.

—¿Aló? —contestó esperando una respuesta del otro lado de la llamada.

—Hola—se escuchó una voz frágil, pero extrañamente gentil—Soy Liam Thatcher y tengo información.


Pues bueno, pasaron muchas cosas en mi vida jaja entre ellas que me dio una recaida gracias a que volví a clases presenciales, pero realmente no dejé de escribir, sino que cambien mi formato y volví a escribir entre clases jeje lo único malo es que batallé en transcribir este episodio porque tenía como tres versiones diferentes.

Nos estamos acercando al final de esta bella trama, y pues solamente puedo agradecerles por la paciencia  y su amor, los adoro tanto que les quiero compartir algunas ilustraciones que compré en algunas kermeses (fiestas mexicanas) y convenciones de anime en donde conocí a algunos de mis idolos:



Que se note que Demian es mi hijo favorito jsjskasj los quiero mucho, nos vemos en el siguiente episodio en donde se viene el dramooon del siglo.

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