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Capítulo 37


—Se parecía mucho a ti—comento Demian mirando seriamente a Noah.

—¡Gracias, Alek, ahora está delirando! —se acercó hasta Demian para mirar mejor sus heridas—Mira tú bello rostro—suspiro dolido ante el enorme moretón en el ojo de su amado. No pudo evitar besar la frente del alfa como si de un niño se tratara, pero simplemente no podía hacer más por él.

—No estoy delirando —tomó la mano de Noah con fuerza—Era un omega, toda la casa olía a sus feromonas, era idéntico a ti, pero con el cabello negro, y en cuánto lo vi tu madre se volvió loca.

—Tal vez se trate de un amante—excusó tratando de encontrar lógica en el argumento de su pareja.

—Un amante no desprende feromonas tan intensas a no ser que esté marcado—explicó Demian sin dejar de explicar lo que había sucedido.

Todos los adultos en la sala se quedaron pensativos. Noah, Ellio y Amber estaban marcados por sus parejas, sabían perfectamente que el aroma de las feromonas se volvía más intensas una vez estuvieran en lazados a sus compañeros, por lo que la teoría de Demian no sonaba como una mentira.

—¿Qué es lo que sabes de tu padre, Noah? —preguntó Amber con voz calmada.

—Que probablemente mi madre se lo comió —suspiro rascándose la nuca en señal de incertidumbre—Tengo muy pocos recuerdos de él, solo sé que es un alfa que no estuvo presente en mi vida.

—Los embarazos entre alfas son muy extraños—Comentó el doctor terminando de guardar su botiquín—La mujer alfa tiene la posibilidad de dar a luz, sin embargo, se necesitaría de una pareja más dominante que ella—explicó dejando en el centro de la mesa un par de medicinas—Creo que es más creíble lo que dice Demian.

Ellio notó como Alek se había mantenido en silencio desde hace mucho, por lo que sabía que estaba procesando y uniendo cabos en el asunto.

—Bien —habló en voz baja nuevamente Noah —Suponiendo que, si fui parido por un omega, ¿En qué afectaría mi vida?

—En mucho—comentó finalmente Alek, poniéndose de pie para entregar nuevamente las copias del contrato matrimonial con las cláusulas subrayadas —El contrato estipula que Nicholas Ivanov se casará con un omega nacido de dos alfas, además, si encontramos rastros de agresión a su pareja es más probable que manden a la cárcel a esa mujer.

—Es una ridiculez—comentó Noah sin dejar de sostener la mano de Demian—¡El único omega que reconozco como mi mamá es Ellio, y me niego a pensar que exista otro!

—Noah, es una teoría—pronuncio Demian tratando de calmar el ánimo de su pareja.

—Exacto, hay cosas más importantes que sentarse y hablar de una persona a la que nunca le he interesado y que nunca ha visto por mi vida—articuló separándose de su alfa para caminar rumbo a la salida de la habitación.

—¿A dónde vas? —pregunto Ellio con un tono preocupado.

—¡A poner fin a esto de una vez! —respondió sin dejar de paso firme.

Demian ni siquiera pudo terminar de ponerse de pie debido al dolor en su abdomen, por suerte, Alek había corrido hasta la puerta antes de que Noah la cruzará.

—¡Quítate! —ladro el rubio tratando de abriste paso sobre el cuerpo del alfa castaño.

—Tienes que conservar la calma—indicó sin dar oportunidad a que el omega pasará por la puerta—Tenemos un plan, no puedes ignorarlo solo porque tu novio fue golpeado y sospechamos de algo de lo que aún no tenemos pruebas.

—¡Mi madre dijo que lo mataría, de no haberse defendido a tiempo otra historia hubiera sido! —exclamó guardando distancia entre él y el alfa—¡Ya no tiene suficiente con maltratarme, ahora también jode la vida de las personas que amo! ¡¿Hasta cuándo tengo que soportar sus amenazas?!—apenas y podía retener el aliento, sus ojos ya se encontraban húmedos y su cabeza dolía como una mierda—¡¿Cuánto más, Alek?!—volvió a resonar su voz por toda la casa.

Alek no pudo con la desesperación de Noah, tampoco era bueno en reconfortar al chico, su única forma de apoyarlo había sido de manera legal, pero su corazón no podía al ver nuevamente como Noah acudía a él vuelto en llanto.

—No lo sé, Noah—hablo apenado ante la respuesta tan inconforme tanto para él como para el joven frente a él, sin embargo, a falta de palabras, Alek decidió envolver en sus brazos a Noah buscando consolarlo—Solamente sé que no te abandonaremos y que mientras haya aire en mi pecho yo seguiré siendo tu padre—musitó sintiendo como sus ojos también se llenan de lágrimas al sentir como el pequeño omega en su pecho temblaba mientras sollozaba silenciosamente—Haré lo imposible para que pague por el dolor que te han hecho padecer, de eso me encargo yo...

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—Yo me encargo—afirmó Cameron momentos antes de cruzar la puerta de la casa Miller—Te notificaré cuando todo haya acabado, mientras asegúrate de no ser vista, mientras menos apariciones tengas menos pruebas podrán tener.

—Gracias, Cameron—habló con una voz seria y poco afectuosa—Envíame una foto cuando hayas terminado...

—¿Y qué lo usen como prueba? —cuestionó fingiendo molestia—Tratándose de Luttrel el infeliz sería hasta capaz de eso, mejor confórmate con saber que se está asfixiando en el auto en este momento.

Y era verdad, el supuesto plan de Cameron era hacerle creer a su madre que Liam moriría a falta de aire en lo que llegaban al siguiente estado del país, una región poblada de grandes árboles y bosques frondosos en donde había siempre casos de omegas enterrados ahí, se trataba de un cementerio clandestino, por lo que no podrían encontrar el cuerpo entre tantos, por otro lado, la realidad sería que Liam sería llevado al departamento de Cameron para después buscar la manera de mandarlo a Escocia con su pareja.

—Vendré una vez haya terminado todo—y sin aportar más a la conversación, subió a su auto y condujo lo más lejos posible de la casa de su madre.

Una vez estuvo fuera, tomó una de las carreteras menos transitada hasta llegar a su edificio. Con un nudo en la garganta abrió el cofre de su auto para encontrarse a Liam completamente dormido, está vivo, obviamente había mantenido la cajuela ventilada y con una abertura que daba a los asientos traseros, pero el cuerpo de su mamá aparentemente estaba terriblemente débil.

Lo cargo y envolvió en una sábana hasta taparlo por completo. No quería llamar la atención por lo que uso el elevador del estacionamiento hasta llegar a su departamento, ya estando ahí, llevo a Liam hasta su habitación para que pudiera descansar, pero sabía que eso no bastaría para sanar las heridas que tenía su cuerpo, por lo que necesitaría hacer una llamada.

Pasaron casi dos horas cuando su prometida, Molly Dillinger había llegado con un botiquín de primeros auxilios. La omega no hizo ninguna pregunta, simplemente entro en la habitación, de no ser por sus nervios de acero, resultado de sus años como enfermera, habría sentido náuseas con solo ver el estado del cuerpo de Liam.

No tardó más y se apresuró a conectar un respirador portátil para asegurar la oxigenación del omega, inyectó adrenalina y analgésico para posteriormente sanar las heridas físicas a simple vista.

—Está muy débil —comentó la omega terminando de poner el suero con diferentes medicamentos entre la delgada vena del brazo de Liam—No solo necesita alimento e hidratación, sino también un abogado.

—Tengo entendido que mi hermano quiere demandar a mi madre—argumento avergonzado por el estado en el que se encontraba su madre—Creo que es tiempo de que conozca la verdad.

—¿Le dejarás todo al hermano del que nunca hablas? —dijo sarcástica no muy contenta con las decisiones de su prometido—Será mejor que tenga un buen amigo en la policía, de lo contrario yo llamaré a uno.

—No puedes hacer eso—avanzó hasta ella hasta tomarla del brazo—Trato de salvarlo, de regresarle su vida, ¿No sé supone debes de apoyarme?

—Lo estoy haciendo—contestó apartándose del agarre de su prometido—Pero esto...—señaló el durmiente cuerpo de su suegro—Esto es inhumano.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Al día siguiente las cosas parecían más optimistas. Maya y Amber Anderson iban en camino a la residencia de los Ivanov, ansiosas y nerviosas, ellas eran el último recurso para poner fin a la disputa, de lo contrario tomarían las acciones legales correspondientes.

Habían pedido que asistieran el matrimonio Ivanov y el Miller, sin embargo, al llegar se encontraron solo con Vladímir, su esposa, Nicholas y la madre de Noah.

—Buenos días—argumento Maya llegando a la residencia.

Al instante todos los alfas se pusieron de pie y saludaron amistosos a las recién llegadas para posteriormente tomar asiento. Maya ayudó a su esposa a sentarse en la mesa para después tomar su asiento al lado de ella. Se trataba de un almuerzo elegante, sin embargo, la tensión entre las familias era notoria.

—Posiblemente, se pregunten la razón por la que los hemos citado—comenzó Maya con un tono de voz autoritario y firme.

—Varios aquí presentes podemos darnos una idea—gruñó Nicholas sin dejar de sostener con sus manos la copa de vino ya casi vacía, de igual forma, se podía notar un penetrante olor a licor emanando de su ser.

—Mi esposa y yo somos conscientes de que nuestro hijo, Demian, visitó a Nicholas y a la señora Miller para llegar a un acuerdo sobre el acta matrimonial que existe en el contrato que compromete a Noah con Nicholas—habló la matriarca Anderson, tratando de llevar la conversación lo más civilizada posible—Sin embargo, los hemos llamado aquí debido a que será nuestra última intervención para que las cosas se resuelvan de la forma más erudita posible, después de todo, los Anderson y los Ivanov comparten una amistad histórica, sería una lástima que esta amistad se pierda a causas de la discordancia entre nuestros hijos.

Si, Maya era una alfa muy seria y formal, tenía sus periodos en donde podía ser igual que una niña pequeña, pero cuando se trataba de su familia siempre estaba seria y le gustaba tener el control de todo, por lo que los cabezas de familia decidieron aceptar sus términos y proseguir con la charla.

—Perdona mi ignorancia, Maya—habló finalmente Vladímir—¿Por qué se tendría que discutir sobre el compromiso entre Nicholas y Noah? Ese es un tema que solo compromete a los Miller con los Ivanov.

—Por varias razones, en realidad, comenzando con que mi hijo es destinado de Noah, siguiendo con que sabemos que hay alteraciones en el contrato que no son justas para Noah, porque ustedes se han encargado de agredirlo, física, psíquica y sexualmente—explicó sacando un folder que Alek les había proporcionado.

—Qué estupideces—comentó enfurecido Nicholas antes de dar un trago amargo a la bebida—¡Aquí nadie ha lastimado a nadie, son ustedes los que interfieren con mi matrimonio con Noah y solo tiene de excusas a un maldito cuento de hadas!

—Le pediré más respeto al hablar, joven Nicholas, no olvide que estamos siendo civilizados—recordó la alfa notando lo desequilibrado que se encontraba el pelirrojo frente a ella—Por cierto, contamos con pruebas de que Noah Miller fue drogado por orden suya, que la señora Miller lo golpea desde que tiene memoria y que fue abusado sexualmente cuando tenía solo doce años.

—Q-Qué ridículas—rio nervioso Vladímir sin dejar de mirar a Maya.

—Concuerdo completamente—comentó finalmente la madre de Noah, haciendo que tanto Maya como Amber se pusieran alerta—Señora Anderson—se dirigió a Maya con un tono de elegancia en su voz—Soy una mujer de negocios, mi fuerte no es la violencia—mentía, pero era lo mejor que sabía hacer—En cambio, mencionar que su hijo es destinado de Noah es una prueba muy poco creíble, sobre todo porque los destinados son casi una fantasía—rio ante el último comentario—Sin embargo, reitero que soy una mujer de negocios, por lo que si en estos momentos ustedes ofrecen una oferta que sobre pase la de los Ivanov, con gusto permitiré que su hijo se case con Noah.

—¡Imposible! —protestó Vladímir celoso de lo que escuchaba. Noah era suyo, quería tenerlo de nuevo entre sus manos, ansiaba más que nada volver a sentir su piel, acariciar su intimidad, lamer su sudor y morder su cuello. Noah Miller era suyo, no importaba quedarse en la ruina con tal de volver a hacer suyo a ese omega.

—La vida de una persona, sea omega o no, está lejos de ser negociable—argumentó Maya extendiendo la carpeta—Por última vez, permitan que Noah Miller sea libre de cualquier compromiso y decida por su propia cuenta, de lo contrario, tomaremos medidas legales.

Todos al rededor se quedaron callados, cada no sabía los pecados que habían cometido con Noah, sabían perfectamente de lo que se les acusaba, pero no iban a aceptarlo frente a ellas, la única manera en la que permitiría que Demian se quedara con Noah era mediante la protesta o un nuevo contrato, aunque las matriarcas Anderson no querían comprometer a Noah a un nuevo contrato matrimonial, no, ellas más que nada querían que Noah tomara las riendas de su propia vida con el apoyo de su hijo.

—Esta conversación no parece llegar a ningún lado—Maya suspiró desilusionada de que ninguno de los presentes se redimiera de sus atrocidades, por lo que extendió una copia del acta del fiscal—Los vemos dentro de una semana en el jurado, llevaremos pruebas sobre los abusos que Noah ha recibido por su parte, les aconsejamos que lleven a un buen abogado, en caso de no presentarse irán a la cárcel, pero si no tienen nada que ocultar y de verdad son inocentes entonces podrán hacer de Noah lo que les plazca, por mientras, estará hablo nuestra protección y alejado de personas asquerosas como ustedes—se puso de pie dejando en claro que se retirarían—Oficialmente la familia Anderson y la familia Ivanov dejan de ser socios comerciales, te condenaste, Vladímir, —comentó en un gruñido—El dolor que ocasionaste en el pasado, finalmente caerá sobre tus hombros. De eso, me encargo yo.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—Ma-ma —balbuceaba el pequeño Zaid mientras extendía sus manos para zafarse de los brazos de Noah y volver a los de su madre.

—¿Cuándo aprendió a hablar? —rio ante el intento de que el pequeño inquiero no cayera y no se ganara una golpiza de Ellio.

—Hace unas semanas —cargó nuevamente a su pequeño para que gateara y se pudiera de pie a su conveniencia, estaban sentados en la cama de la habitación de Demian, por lo que estaba en un lugar seguro—Repite diferentes palabras como: mama, papa, agua, teta, toto —compartió jugueteando con los pequeños pies de su hijo—Lo último significa 'tonto' y se lo dice mucho a Dylan y a Alek.

—¿No será difícil cuidar a tres bebés? —cuestionó mirando el ya enorme vientre de Ellio, el cual, crecía de manera exponencial.

Los embarazos en omegas masculinos eran rápidos, sin embargo, al tratarse de gemelos solo se podía esperar una enorme panza.

—Soy perfectamente capaz de hacer lo que sea, yo solo mantuve a mi familia al mismo tiempo que administraba mi empresa—comentó estoico y orgulloso como siempre—Además, su hermanito mayor de seguro será de mucha ayuda —guiño el ojo haciendo referencia a Noah.

—Olvídalo, los bebés son adorables, pero no podría liar con los pañales y la baba todo el tiempo —comentó tratando de zafarse de su obligación como hermano menor de los pequeños torbellinos, aunque claro, realmente amaba a esos niños como si fueran sus hermanos menores.

Cuál fuera el caso, Noah fue salvado por Demian entrando apurado a la recámara con un plato lleno de brownies.

—Perdonen, voy de salida, solo quería dejarles unos bocadillos—comentó dejando el plato en la cama junto con un beso en los labios de Noah.

—¿A dónde vas? —preguntó Noah haciendo notable su noto preocupado. Los últimos días había estado más demandante en la atención del alfa, por lo que le dolía en el corazón que este lo abandonara, así como si nada.

—Tengo una cita con el director de mi carrera—comentó acomodando su laptop junto con una libreta de apuntes en su mochila.

—¿Y qué? —soltó con un tono arisco repentino—¿Te gusta o por qué tienes una cita con él?

Ellio trató de no reír y de concentrarse más en cumplir con sus antojos, pero Demian no pudo evitar sonreír ante la ingenuidad y los inocentes celos que se presentaba en su omega.

—Perdona, debí decir 'reunión académica' —explicó terminando de empacar sus cosas—Ya en serio, algunos maestros notaron mis inasistencias, así que debo ir a hablar para que me dejen continuar con mis estudios.

—Cierto...—suspiró melancólico—Me gustaría ir contigo, pero Alek ya dejó en claro que no debo de salir.

Noah se sentía culpable, si no hubiera sido por él, Demian no hubiera descuidado sus estudios tanto tiempo. El azabache estaba a punto de conseguir su título, por lo que su carrera dependía de la conclusión que se llegara esa tarde.

—No tardaré, amor—volvió hasta Noah para volver a besarlo, poco le importaba que Ellio estuviera presente, por lo que el beso comenzó a subir poco a poco de tono. Tuvieron que tener mucha fuerza de voluntad para dejarse ir, aunque Demian tenía una última petición

—Más te vale—articuló sin dejar de ver los labios de su novio. Realmente quería sacar a Ellio y al bebé para poder follar con Demian, pero debía de calmar su calentura y fingir ser un humano medianamente decente.

Demian solo sonrió y dejó un beso en la frente de Noah.

—Ellio, disculpa, ¿puedo hablar contigo un momento, a solas? —cuestionó llamando por completo la atención del omega mayor.

—Emm...—expresó confundido—Claro, en seguida vuelvo—comentó poniéndose de pie para dejar a su hijo en brazos de Noah para que pudieran salir de la alcoba.

Llegaron hasta el principio de las escaleras, pero Demian decidió tomar la conversación ahí debido a que Ellio veía con pesadez a los infinitos escalones.

—Perdona, es solo que no quiero que Noah se entere—se sonrojó ante lo incómoda de la situación.

—Puedes contarme lo que sea—trató de alentarlo a conversar—Pero te advierto que, si le fuiste infiel a Noah, te aventaré por las escaleras y doblaré tu cuello.

—No se trata de eso—se apresuró a explicar—Es solo que... —el sonrojo se hizo más intenso—Es un tema algo bochornoso.

Ellio admitía que Demian era un chico lindo, entendía perfectamente por qué Noah no lo dejaba salir de la habitación.

—Cariño, tengo la franquicia de sex-shop más importante y famosa de la tierra, no existe nada bochornoso para mí, prácticamente yo inventé el sexo—argumentó con orgullo y sin pelos en la lengua. Era una de las mejores aptitudes de Ellio, todo lo que hacía y decía era fabuloso.

—Pues, Noah me contó sobre su vida sexual antes de conocerme—comenzó tratando de poner en contexto al omega para que el consejo fuera más acertado—Últimamente he pensado que él está acostumbrado a otro ritmo, siempre me desmayo o termino teniendo un ataque de asma, por lo que temo no estar satisfaciéndolo como se debe.

—Cielo, no debes de compararte con el hijo de perra de Dimitri, es cosa del pasado—comenzó tratando de quitar todas las ideas erróneas de la cabecita del joven frente a él—Noah estás loquito por ti, es normal que se emocione, solo deben de encontrar el ritmo para que ambos estén satisfechos, deberías de tener más autoestima.

—Mi autoestima está bien, el problema es que no puedo satisfacerlo como sé que le gustaría—reconocido abiertamente—Necesitó de una posición, algún tipo de respiración, algo, lo que sea, haré lo que sea.

Ellio conocía a lo que se refería Demian, de cierta forma, le agradaba el hecho de que Demian quisiera complacer en todos los aspectos posibles a Noah, por lo que decidió darle un consejo un poco inusual.

—Bien, casi no doy este tipo de información, pero te ayudaré—sacó su celular para mandar un mensaje a su secretario—Quiero que vayas a mi oficina, preguntes por mi secretario, dile tu nombre, él sabrá quién eres—comentó seriamente sin dejar de escribir en su celular—Tenemos varias líneas de pastillas estimulantes, no son drogas, solo hormonas, pero estamos trabajando en una y necesitamos sujetos de pruebas.

—¿Quieres que sea tu conejillo de indias?

—Dije 'sujetos de prueba', legalmente tengo prohibido llamarte así aunque eso seas—recalcó terminando de mandar su mensaje—Suerte—sonrió inocente para volver a la habitación con sus cachorros.

A Demian le sonaba peligroso y algo dañino para su salud, pero debía de hacer el mayor esfuerzo para poder complacer a su omega. Sí, había cosas más importantes como el hecho de que se iban a enfrentar al contrato matrimonial entre Nicholas y Noah, pero debía de cumplir con las demandas de su pareja.

Y mientras Demian salía en su auto rumbo a su universidad, Ellio regresaba a la habitación, encontrándose a Noah cargando a su hijo mientras el mayor miraba por la ventana como su novio se iba sin él. Era una vista melancólica, como si Demian realmente se hubiera ido a una guerra.

—Tranquilo, volverá—bromeó acercándose para tomar al bebé entre sus brazos.

—Es que... —suspiró recargando su frente en el cristal mientras veía como el auto de Demian se alejaba—Me gustaría poder acompañarlo, siento que volví a mi cuarto de la infancia donde solo estaba encerrado.

—Sabes que Alek no quiere comprometerte—señaló tomando de nuevo entre sus brazos a su bebé—Si Nicholas, su padre o tu madre te ven por la calle no lo pensarán dos veces para obligarte a consumar el matrimonio—explicó volviendo hasta la cama.

—Ojalá pudiera ser invisible—suspiró melancólico cayendo de nuevo hasta su cama.

—O no, no necesariamente tienes que serlo—soltó sin dejar de ayudar a su bebé a ponerse de pie, ya se sostenía y daba pasos con más libertad, pero Ellio prefería tenerlo en la cama para evitar que cayera y se lastimara.

—¿Ahora de qué hablas?

—De que para todo tengo soluciones mágicas—contestó con soberbia y el pecho inflado—Dime, ¿A Demian le gustan los azabaches?

—¡No me pintaré el cabello de negro! —exclamó mirando seriamente a Ellio—Prefiero quemarme el cabello siguiendo con mis decoloraciones a volver a mi tono natural.

—Oh tranquilo mi querido cachorro—lo tomó de la mano para con la otra cargar su bolso e hijo para salir a toda prisa de la casa—Iremos a mi casa, te explicaré en el camino.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Parecía que todos estaban ocupados en sus propios asuntos, excepto Milo, quien había decidido tomarse el día libre de su trabajo e ir al cine con Dominique. El francés había dejado sus asuntos pendientes para ir a recoger al omega y pasar parte de la tarde con él.

Milo no le había contado a Dominique lo vivido esa tarde en donde Nicholas había aceptado que solo reconocía a Noah como su omega, por lo que esperaba que eventualmente la conversación saliera en la cita, aunque no sabía si debía de considerarlo una cita.

Como fuera, la película estaba entretenida, pero su concentración se vio interrumpida cuando su celular vibró en el bolsillo de su pantalón. Casi deja caer el dispositivo móvil cuando vio el nombre de Nicholas en la pantalla.

—Ho-Hola—musitó al contestar nervioso.

—¡¿Dónde estás?!—exclamó con un notable tono molesto.

—Emm...—suspiró desviando la vista para no toparse con la mirada de Dominique.

—¡Contesta, por una mierda!

Ese grito fue audible por casi toda la sala de cine, Milo terminó haciéndose pequeño en su asiento mientras sentía sobre él las miradas ajenas inmersas en la oscuridad.

—En el cine del centro comercial—contestó tratando de hablar lo más suave posible.

—Voy para allá, y más te vale que no te encuentre con ese hijo de perra.

Sin más, Nicholas colgó la llamada, pero al mismo tiempo Milo sentía una presión en su pecho junto con unas enormes ganas de vomitas. No, era más que eso, más bien, todo el mundo le dio vueltas, su cuerpo se estremeció y sentía como su estómago se contraía. No esperó ni un segundo más cuando se encontraba abandonando la sala, obviamente, Dominique salió detrás de él y logró alcanzarlo debido a que Milo se había detenido a vomitar en pleno pasillo.

—¡Milo! —se acercó rápidamente a ayudarlo a recargarse para que no cayera sobre su fluido—¿Estás bien? ¿Te sientes mal?

El rubio ni siquiera podía contestar, su cuerpo estaba regresando sus alimentos y solo haciendo pausas para respirar. Dominique no se sintió asqueado para nada, todo lo contrario, tan pronto como Milo pareció terminar lo llevó al baño del cine le ayudó a enjuagar su boca.

—Tranquilo, no pasa nada—habló con voz serena al mismo tiempo que seguía cargando con el peso del joven.

—Perdóname...—susurró avergonzado por lo que había pasado, ni siquiera podía levantar su rostro del lavamanos para poder mirar al alfa a su lado—Soy desagradable, lo sé—mordió su labio tratando de contener las lágrimas.

—¡No, no lo eres! —tomó de los hombros a Milo para que este finalmente lo viera a la fuerza—Fue Nicholas el que te llamó, ¿vérité?

—Perdón...—ahogó un gemido lastimoso mientras se aferraba a la ropa de Dominique—Lo arruiné, perdóname.

—Milo, tú no arruinaste nada—trató de controlarlo y para eso lo abrazó—Si te sientes mal podemos ir al médico, después podrás reunirte con él.

—¡N-No! —tembló en el pecho del francés—¡S-Si lo hago, s-se va a enojar! —tartamudeó haciendo notable su ansiedad y temor al carácter de Nicholas.

Détends-toi—expresó en su idioma natal, acariciando el cabello del omega—Quiero que cierres los ojos—susurró sin dejar de mimar al rubio—Respira conmigo—hablo con cariño inflando su pecho para ir soltando el aire poco a poco. Milo apretó la camisa del alfa e imitó su ritmo respiratorio.

Tardaron un poco, pero Milo finalmente pudo sentirse más relajado, inclusive, llegó sentirse adormilado, ni siquiera se dio cuenta cuando estaba abrazando con normalidad a Dominique, pero se sentía seguro y protegido.

—Dominique —suspiro recargando su rostro en el pecho del alfa—Tus feromonas huelen bien—divago sin dejar de olfatear la agradable esencia que emanaba el más alto.

Ese comentario hizo sonrojar al francés, sabía perfectamente que el omega entre sus brazos estaba marcado por otro alfa, por lo que era extraño que reaccionara agradablemente a feromonas ajenas a las de su pareja.

No dijo nada, solo se quedó abrazando a Milo para que se calmara, estaban cómodamente merecidos en el silencio, sin embargo, ninguno de los dos supo en qué momento sus labios se encontraron.

Los labios de Dominique eran suaves, besaban cómo se suponía debía de besar un hombre, con confianza y cariño. Había olvidado la última vez que había sido besado con tanta suavidad, por lo que se dejó sentir los tres segundos que sus labios besaron los de alfa como si se tratara de una infinidad.

Lamentablemente, la infinidad duró solo esos tres segundos gracias al teléfono de Milo con la llamada entrante de Nicholas.

De un momento a otro el omega se separó por completo del alfa y lo empujó sin llegar a moverlo tanto. Enseguida se limpió los labios y comenzó a llorar por lo que acababa de hacer, no le cabía en duda de que Nicholas lo mataría.

—Perdóname—salió de prisa del baño, aun tambaleándose debido a lo débil que estaba su cuerpo por el reciente esfuerzo que había hecho al vomitar.

—¡Milo, attend un moment! —expreso aturdido por el repentino reaccionar del Omega. Corrió detrás de él nuevamente con la esperanza de aclarar lo sucedido, de calmarlo y sobre todo cerciorarse que no colapsara por lo recién ocurrido en el pasillo del cine.

Milo solo sentía como el corazón resonaba en su cabeza, seguía con las ganas de vomitar y comenzaba a escuchar un pitido en sus oídos. Caminó hasta llegar al estacionamiento del centro comercial, esperando que Nicholas estuviera en la puerta, aunque ni siquiera podía ver sin que el mundo le diera vueltas, pese a eso, pudo ver el auto de Nicholas esperándolo a un par de metros.

S'il vous plaît patienter—suplicó sin darse cuenta de que estaba hablando en su idioma natal—E-Espera, por favor—tradujo dejando salir su acento francés—Estás enfermo, por favor deja que te lleve a un doctor.

—¡Milo! —exclamó Nicholas saliendo de su vehículo al notar la presencia del alfa extranjero.

El recién nombrado solo se estremeció ante el grito de Nicholas, no supo cómo reaccionar, pero no quería problemas, no quería que Dominique saliera lastimado, por lo que se apresuró a llegar hasta su alfa.

—Nicholas...—trató de no tartamudear su nombre—Déjame explicarte, él no...—ni siquiera tuvo oportunidad de hablar cuando el pelirrojo lo tomó de las muñecas y lo metió a la fuerza al auto—¡Nicholas! —exclamó tratando de abrir la puerta, pero le fue imposible al ver que tenía seguro para niños.

—Así que eres el alfa que se ha metido entre las piernas de mi omega—gruñó caminando hasta Dominique con un tono de voz amenazante.

—Es obvio que hay un mal entendido aquí—comentó el francés tratando de guardar su distancia—Dominique Roussel—se presentó extendiendo su mano, pero su intento de diplomacia se fue al caño cuando Nicholas arrebató su rostro con un golpe a puño cerrado.

El francés solo pudo contener la respiración en un esfuerzo de calmarse. No es que su naturaleza fuera violenta, sino que su instinto exigía poner en su lugar al alfa frente a él, se trataba de una situación de dominación y sumisión, ni en sueños dejaría que un pedazo de mierda pensara que era más fuerza que él, sin embargo, al ver de reojo el rostro preocupado de Milo a punto de llorar, hizo que solo suspirara y recuperara la postura.

—¡Escúchame bien, hijo de perra! —amenazó con su voz dominante—Vuélvete a acercar a mi omega, vuelve siquiera a pensar en él y te juro que te mato.

—Deberías concentrarte en otras cosas—argumentó escupiendo la sangre que se había filtrado por sus labios. No era de su agrado, pero debía de admitir que Nicholas sabía golpear—Está enfermo, llévalo a un hospital en lugar de perder el tiempo conmigo o con otro omega que ni siquiera te ama.

El último comentario enfureció al pelirrojo, por lo que en una repuesta impulsiva intentó arremeter nuevamente con un golpe a Dominique, sin embargo, este fue más rápido, tomó su mano y como si se tratara de una rama la rompió y dobló sin la menor intención de dejarse oprimir por Nicholas.

—¡Maldito! —exclamó con dolor sosteniendo su mano con la contraria en búsqueda de que esta no re terminara de doblar.

—Fue en defensa personal—alegó Dominique despreocupado por el dolor que estaba sintiendo el alfa frente a él—Pero la próxima vez no seré tan amable—soltó con un tono de voz más dominante que el de Nicholas.

Estaba loco, para el pelirrojo era un desgraciado hijo de puta, pero no iba a enfrentarse a él, no frente a Milo. Si el omega llegaba a ver que era más débil que Dominique no dudaría de que lo perdería. En esa ocasión solo subió al auto y manejó en silencio.

Milo se mantuvo callado y aguantando las ganas de llorar ante los reclamos del pelirrojo. No había hecho nada malo, pero Nicholas le gritaba que era un prostituto, que si perdía movilidad en la mano sería su culpa, lo llamó de la forma más inhumana posible, haciendo que el corazón del omega se rompiera poco a poco. Los mareos se hicieron más y más intensos, sobre todo por la forma tan rápida de manejar del alfa, ni siquiera podía ver el camino, pues, se concentraba más en no vomitar dentro del auto.

—Llegamos—jadeó Nicholas bajando del ato y estrellando la perta para cerrarla.

Milo esperó paciente en el asiento para que el alfa pudiera abrir su puerta, y en cuanto lo hizo cayó al suelo de la baqueta y vomitó nuevamente.

—Aght—expresó disgustado por lo que veía—Qué desagradable eres—gruñó tomándolo a la fuerza y metiéndolo hasta una casa que el omega no reconocía.

—Dónd...—ni siquiera podía hablar en voz alta, pero en cuanto pudo recargarse en una de las paredes, comenzó a sentir un olor a feromonas partículas. Eran tenues, pero las había olido antes, no había duda de que Noah había estado ahí.

—Mi casa que compartía con Noah—argumentó tomándolo del brazo para llevarlo hasta el fondo de la vivienda.

—Nicholas, no me siento bien—expresó dolido, no solo por la fuerza que sentía en su brazo, sino porque no quería estar en la residencia en donde su alfa había pasado las noches con otro omega.

—¡Yo tampoco! —enfureció lanzándolo dentro de la alcoba que había compartido con Noah—¡Tu puto amante me rompió la jodida muñeca! —encaró tomándolo nuevamente sin el menor cuidado para arrinconarlo en la cama—¿Tanto disfrutas tener a dos alfas como tus putos perros? —enfureció arrebatándole del pantalón.

—¡No, Nicholas, detente! —exclamó dando patadas al aire, pero fue detenido

—Primero sentirás lo que es tener a un verdadero alfa que te folle—gruñó separando las piernas desnudas de Milo para colocarse entre ellas—¡Y después limpiarás toda la casa de arriba a abajo hasta que no quede evidencia de que Noah estuvo aquí!

—Me lastimas—lloró sobre las telas que aún olían a la presencia de Noah.

¿Así había sido? ¿Ese tipo de sentimiento había invadido a Noah cuando el padre de Nicholas lo violó? ¿Era el mismo sentimiento de miedo y tristeza el que había sentido cuando fue abusado en esa misma cama? Esa y otras mil preguntas se hizo Milo esa tarde mientras Nicholas hacía de su cuerpo lo que quería.

No supo si se había desmayado o si estaba tan débil que se quedó dormido, pero cuando abrió los ojos estaba solo, desnudo y su estómago no terminaba de sentirse mejor. Como fuera, se vistió con delicadeza y comenzó a hacer lo que le había encargado Nicholas.

Comenzó a limpiar tal y como su alfa le había ordenado, después de todo, él suponía que era una forma de remediar su muñeca rota y el haber ocultado que había besado a Dominique, sus labios aún estaban tibios ante el recuerdo tan reciente. No debía de pensar en eso, así que limpió y limpio cada superficie, lo extraño es que no había rastros de Noah, ni siquiera su ropa, pero las cosas cambiaron cuando encontró en uno de los cajones medicamentos extraños y una aguja ya usada.

No sabía lo que era, pero suponía que era a lo que se refería Nicholas que debía de ocultar, pero algo le hizo sentir que no era correcto, por lo que tomó su teléfono celular y tomó fotografías de los frascos. Procuró no dejar espacios sin documentar, sobre todo, cuando en la cocina encontró un cuchillo lleno de sangre. Lo guardó todo en una bolsa de basura, se debatía si tirarlas o utilizarlas como evidencia ante la demanda que estaba en contra de Nicholas.

—No me siento bien...—musitó recargándose en el suelo para tomar un poco de aire. Como pudo y con el ardor de sus ojos, decidió llamar a la única persona que sabía que le podría ayudar.

Salut, Milo, gracias al cielo estás bien...—contestó rápidamente al saber que se trataba de Milo, pero al escuchar el llanto del omega, supo que no lo estaba.

—Dominique—lloró aliviado de volver a escuchar la voz del alfa—Necesito tu ayuda, Nicholas, él me...—ni siquiera pudo terminar de explicar lo que había pasado, ¿cómo podía decirle a su prometido que su pareja había abusado de él?

—Mándame tu ubicación, iré por ti—colgó la llamada para salir rápidamente de su edificio en búsqueda de Milo.

No pasaron ni diez minutos cuando escuchó el auto de Dominique estacionándose en el jardín delantero. Milo salió a duras penas con la bolsa llena de pruebas y con ayuda de Dominique pudo entrar al auto, donde ni siquiera pudo hablar, solo abrazar al alfa y llorar en su hombro.

Dominique solo abrazó a Milo y notó las feromonas de Nicholas sobre él, pudo llegar a sus dolorosas conclusiones por sí solo, y en ese mismo momento, se prometió que no dejaría que Milo saliera lastimado nuevamente.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

El día parecía una pesadilla para todos, sin excepción alguna, claro, no había sido tan favorable como algunos lo habían planeado, pero Demian no estaba en condiciones para ser más exigente, sobre todo porque aparentemente tendría la oportunidad de regresar a sus estudios bajo la condición de seguir obteniendo calificaciones de excelencia, trabajo que no era sencillo, pero tampoco imposible.

Iba de regreso a su casa, estaba caminando tranquilamente por la universidad intentando no toparse con alguno de sus excompañeros para evitar explicaciones que no quería dar. Era extraño, no se sentía diferente pese a que había seguido las instrucciones de Ellio y tomado la extraña pastilla que prometía salvar su relación sexual con Noah, por lo que se tomaba con paciencia el tiempo de espera que tardaba en dar efecto.

Como fuera, solo quería regresar a casa y dormir un poco al lado de su omega. Le dolía que no pudieran pasar las tardes bajo el sol y caminando por la acera, pero sabía que dentro de muy poco, eso y más sería posible.

—Hola, guapo, ¿cómo estás? —se acercó coquetamente una chica que nunca había visto en su vida.

No solo el acto de ser tomado tan amistosamente del brazo por ella lo molestó, sino también la forma en la que había hablado. Se dio cuenta de que era una chica linda, tenía el cabello negro y muy largo, usaba una falda muy pequeña y una blusa de tirantes junto con unas medias de red blancas. Fuera cual fuera sus intenciones, Demian no estaba para nada interesado.

—Disculpa, no te conozco, ni estoy interesado en hacerlo—se soltó del agarre de la chica y caminó más rápido en dirección a su auto. No quería ser grosero, pero no tenía tiempo para lidiar con ese tipo de persona.

—Oye, no seas tan grosero—siguió detrás de él la chica con un tono risueño—Eres muy lindo, ¿por qué no de das tu número? —musitó lascivamente acercándose nuevamente hasta Demian para tomarlo de la mano, pero ese acto solo terminó fastidiando al alfa.

—Te voy a pedir que por favor te vayas—comentó molesto—Tengo un hermoso novio al cual amo con devoción, por lo que no me interesas tú ni nada lo que tengas que decir, así que por favor aléjate.

Hablaba en serio, solamente quería largarse a su casa y suponer que no estaba pasando por esa estúpida situación. Tan pronto como pudo, abrió la puerta de su auto y decidió subir para escapar sin regalarle un minuto más de su vida a esa molesta persona.

Estaba por arrancar cuando recibió una llamada del número telefónico de Ellio. Contestó rápidamente, lo curioso es que al alzar la vista se encontró con que la chica también estaba al teléfono.

—Hola amor—vio como los labios de la chica se movían, pero atreves de la bocina solo escuchaba la voz de Noah—¿Quieres jugar a 'dónde está Wally'? —rio mientras volvía a acercase al auto—Una pista, estoy usando una falda muy linda—sonrió atreves del cristal de la ventana.

—¡¿Noah!?—exclamó bajando del vehículo para ver más de cerca, encontrándose con los bellos ojos marrones de su destinado. Olía sus feromonas, también estaban disfrazadas por el perfume que estaba usando, pero estaba casi irreconocible.

—El mismo—saltó abrazando a su alfa para poder besarlo—¿Verdad que me veo bonito? —volvió al suelo para dar una vuelta haciendo que su falda se abriera con el aire—Odio estas cosas, pero Ellio me convenció de que de esta forma no me reconocerían y mi madre no me encuentre y me mate.

—¿No había una versión masculina? —preguntó tomándolo de la cintura para poder admirarlo perfectamente. Claro que era su Noah, él se veía precioso en lo que fuera y como fuera, sobre todo con ese color de cabello negro, hacía resaltar su piel blanca.

—Yo no soy responsable de los fetiches de Ellio y Alek—musitó tratando de borrar de su memoria las últimas horas de su vida—Como sea, ¿qué te dijo el director?

—Volveré a mis clases en el próximo semestre, solo necesito matarme con mis calificaciones y podré obtener mi título—no se resistió a besar a Noah, es más, se le antojaba hacerlo. Comenzó despacio, pero poco a poco pudo sentir como comenzaba a husmear con su mano el interior de la falda de su omega.

—Ouh—sonrió sin dejar de besar a su alfa. No sabía si era por el disfraz o por las intensas sesiones de sexo que habían tenido en los últimos días, pero le gustaba rozar con el lado pervertido de su novio.

—P-Perdona—se separó rápidamente para volver al auto, pero esta vez del lado del copiloto para que Noah pudiera entrar al vehículo—Vayamos a casa, rápido.

—Pensé que podríamos dar un paseo—comentó tomando lugar en el asiento. Demian rodeó nuevamente el coche para subir al asiento del copiloto, se aseguró que el aire acondicionado estuviera perfecto para que su omega no pasara calor, y también calmar el que sentía sobre su cuerpo.

—¿A dónde? —tragó saliva tratando de mirar el camino y no como los muslos de su amado quedaban a la vista en el asiento—Será mejor volver a casa.

—¡Vamos! —exclamó con desilusión dejándose caer en el respaldo del asiento—No me puse todo esto solo para volver a casa, estoy harto de solo ver las paredes de tu casa, ¿no sería más divertido tener una cita?

—Es que...—miró su reloj, aún faltaba tiempo para que la pastilla cumpliera su efecto, además, de calentarse las cosas seguramente buscaría la forma de volver a casa.

—Vamos, seré un buen niño—utilizó el mismo tono de voz de un infante consentido al que le negaban su dulce, acto que terminó convenciendo al alfa ante lo lindo que era su omega.

—Está bien, vámonos—sonrió tomando la mano de Noah para besarla.

Procuraría pasar una tarde agradable con su pareja, ambos lo necesitaban, además, debían de darle un buen uso a esa falda tan corta.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

—¿No crees que deberías de estar haciendo otra cosa? —preguntó Molly, la prometida de Cameron. Había decidido tomarse el día libre con la excusa de que estaba ayudando a un paciente cercano, aunque no era una mentira por completo.

—Estoy trabajando—comentó concentrado sin dejar de teclear en su laptop—Debo de sacarlo del país en cuanto se mejore y asegurarme de que se encuentre con su pareja.

—¿Mejore? —rio sentándose a un lado de su pareja—Ni siquiera sé si pasará la noche—soltó seria y con un notable tono de molestia—¿Cómo carajos puedes estar tan tranquilo? ¡Es tu mamá!

—¡Lo sé perfectamente! —azotó la pantalla del dispositivo contra el teclado, cerrándola abruptamente para dejarla de lado—¿Tienes idea de lo culpable que me siento? —musitó con vergüenza—Pasé años siendo cómplice de mi madre, yo mismo llegué a detestarlo, soy tan culpable como ella del sufrimiento que le ocasioné.

—¿Y qué cambio? —encaró mirándolo como si no conociera al hombre frente a ella.

Cameron entendía el enfado de su prometida, después de todo, ella también era una omega y había sufrido mucho, pero no al grado de la mamá de Cameron, sin embargo, podía sentir por su propia cuenta el mismo dolor que sufría el omega sobre la cama. Cameron se merecía el desprecio de su prometida y más, pero la amaba, y haría lo que fuera por ella.

—Te amo—confesó tomándola de la mano—Nuestro matrimonio no es más que un acuerdo entre nuestras familias, pero te amo, y es ese mismo amor el que hace que quiera protegerte, cuidarte y que nadie nunca llegue a lastimarte—confesó—Mi madre me enseñó que los omegas son inferiores a los alfas, y que por eso debemos de ponerlos en su lugar—prosiguió haciendo notable lo vergonzoso de su palabra—Ya era tarde para Liam cuando me di cuenta del sufrimiento que pasaba solo por haber nacido omega, y me prometí que sería diferente a mi madre, por ti.

Molly no terminaba de perdonar a Cameron, pero sabía que sus palabras eran honestas.

—Yo...—trató de seguir con su discurso—Sé que no hay una redención para mí al final del camino, pero puedo arreglar las cosas, puedo hacer que recupere su vida.

Se mantuvieron en silencio un largo tiempo, pero sus manos se mantuvieron juntas, como si ambos se aferraran a la esperanza de que todo saldría bien.

Liam poco a poco comenzaba a sentir como su cuerpo dejaba de sentir dolor, era más fácil respirar, parecía como si fuera la primera vez que respiraba aire fresco y no el húmedo lleno de polvo del sótano en donde ya no estaba. Se sentía frágil y ausente, como si hubiera vuelto a nacer, doloroso pero lleno de esperanza, aunque, vacío por lo que le esperaba.

Poco a poco pudo abrir los ojos y darse cuenta de que se encontraba en un lugar completamente diferente, inclusive, podía ver los árboles asomarse desde la ventana, meneando sus ramas al compás del aire como si estos le saludaran.

Era un hermoso comité de bienvenida.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Estoy sumamente agradecida con el trabajo de Cherry por darnos a nuestro bello y angelical Liam Thatcher, papá omega biológico de Noah y Cameron Miller. ¿Apoco no es hermoso?

Honestamente, creo que este es uno de los capítulos que más me ha tomado tiempo redactar, sobre todo, porque quería que tuviera muchas escenas, de hecho tuve que descartar otras dos que supongo quedarán para el siguiente, pero eso no es todo, sino que también contaremos con otras dos preciosas ilustraciones.

Recuerden que estas ilustraciones no son mías, todas son hechas con amor y dedicación por LittleCherry41 (búsquenla en Instagram y coticen un trabajo con ella, no se van a arrepentir)

Les traigo también noticias, y es que la historia ya se encuentra publicándose en Ao3, por lo que tendremos imágenes SIN CENSURA de las ilustraciones +18 que Wattpad nos bajó.

Estamos a casi nada de terminar con esta historia, por lo que les dejo varios datos randoms para no perder la costumbre:

1.- El personaje de Dominique no estaba del todo planeado, su aparición iba a ser en el prólogo de la historia, sin embargo, a la autora le pareció mejor introducirlo para que su papel no fuera tan olvidable.

2.- El apellido de Liam, Thatcher, está inspirado en la primera ministra de Inglaterra, Margaret Thatcher. Esta decisión se tomó para que se notara la locación de la historia en todo Reino Unido.

3.- Originalmente la historia iba a jugar mucho con la idea de que a Noah le gustaba vestirse de mujer, usar medias y faldas para 'molestar' a Demian, pero al cambiar el concepto de la historia también se cambió la preferencia de Noah hacia la ropa femenina.

4.- La historia da para una secuela, una precuela y un spin-off. Espero poder escribirlas, debido a que en mi anterior historia (Reencarnada) no pude cumplir con las historias que saldrían de la principal, aunque siendo honesta, me emociona más extender el mundo de Fire on fire.

5.- La autora no sabe escribir hard, solo se lee muchos mangas cochinotes y espera que todo salga bien(?

6.- Dimitri sigue viviendo cerca de la ciudad de Noah, gracias al cielo (y un poco del guion) no se han vuelto a encontrar, pero nunca digas nunca.

7.- Los antojos más raros que ha tenido Ellio son zanahorias con kétchup, uvas con picante, hotdogs con pepinillos. No siempre hace combinaciones locas, pero siempre estará pidiendo brownies.

8.- Nicholas en realidad no iba a ser tan violento, pero no puedo evitar convertir a todos mis personajes en unos desgraciados.

9.- Todas las historias que nazcan a partir de aquí tendrán títulos relacionados con el fuego.

10.- Demian nunca cortará su cabello, primero le cortar las piernas o la lengua, pero nunca su cabello, solamente lo recorta cuando siente que le molesta o se maltrata.

Muchas gracias por leer, recuerden estar atentos a mi página de Facebook, porque ahí es cuando subo más contenido. Lxs quiero mucho, que tengan un bonito día y nos vemos en el siguiente capítulo :3

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