─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Amber y Maya se habían tomado el día libre para poder atender a la visita que recibiría. En parte la omega estaba más que emocionada de conocer a uno de sus diseñadores favoritos, mientras que Maya trataba de ordenar sus pensamientos ante cualquier catástrofe que fuera a suceder.

Noah había llamado temprano para que la familia Luttrel pudiera tener una cena con los Anderson y saber cómo proceder para poder librarlo de su matrimonio arreglado, por lo que el matrimonio se había esmerado en tener todo preparado para que pudieran sentirse lo más cómodos posible. Ambas dieron un brinco cuando el timbre de la puerta sonó, obviamente tratándose de la familia Luttrel.

—Yo iré, tú busca a los niños—comentó Maya secándose las manos con una toalla cercana.

—No, será más apropiado si ambas los recibimos—se excusó Amber sin lograr ocultar su entusiasmo por conocer a Ellio Luttrel.

—Claro—aceptó con un tono de ironía, pues sabía perfectamente que esas no eran las verdaderas intenciones de su esposa, avanzando hacia la puerta junto con ella—No lo sé, de paso podría confeccionar un traje solo para ti—murmuró en el oído de su amada haciéndola sonrojar. Después de todo, aún tenían pendiente lo de la noche anterior.

Finalmente, abrieron la puerta encontrándose no sólo con Ellio y Alek Luttrel, sino con cinco hermosos cachorros tratando de comportarse bajo la amenaza de su madre de que los regresaría a patadas a la casa de no portarse bien.

—Buenas tardes—comentó Alek agachando la cabeza en un cordial saluda a la pareja frente a ellos—Soy Alek Luttrel, él es mi esposo Ellio y nuestros cinco hijos, Magnolia, Dylan, Connor, Brook y Zaid—los nombró en un orden en donde cada uno saludó respetuosamente al matrimonio frente a ellos—Muchas gracias por abrirnos las puertas a de su casa—saludó estirando su mano para hacer del el encuentro aún más formal y civilizado.

—Es todo un placer tenerlos en nuestro humilde hogar—estrechó la mano fuertemente en señal de confianza—Yo soy Maya Anderson y la hermosa omega a mi lado es mi esposa, Amber, ambas somos madres de Demian—saludó también para después abrir el paso hacia la morada—Por favor entren.

—Muchas gracias—agradeció esta vez Ellio, quien tenía un rostro preocupado y pensativo.

No esperaron más y entraron a la residencia Anderson hasta el patio trasero en donde ya estaba preparada una mesa con deliciosos bocadillos que hizo salivar al omega. El embarazo iba con normalidad, aún no podía hacer tantas actividades libremente, pero su única debilidad en los últimos días había sido la comida, sobre todo porque estaba comiendo por tres personas muy golosas.

—Por favor tomen asiento—sonrió Amber indicando unos lugares libres en donde podrían sentarse—Los niños pueden jugar en el patio sin problema, no se preocupen.

—Son realmente muy amables—comentó Ellio tomando asiento junto a Alek mientras pasaba a Zaid a los brazos de su esposo. El pequeño retoño había dado sus primeros pasos hace unas semanas, pero aún no podía caminar largas distancias por lo que lo mantenían junto a ellos.

—Es un honor tenerlos en nuestra casa—siguió Amber—Personalmente soy una fan de sus diseños, me preocupó un poco cuando se anunció que se retiraría temporalmente de la administración de su empresa.

—Bueno, mi doctor insistió —respondió tratando de fingir una sonrisa—Y en realidad, ambos les queremos agradecer por darle un techo a Noah, también por haber criado a un chico tan responsable y amoroso como Demian—confesó tomando la mano de su esposo, señalando que el sentimiento de gratitud era de ambos—Ha sufrido mucho, el hecho de que haya confiado en alguien más aparte de nosotros nos hace pensar que su vida puede tomar un rumbo diferente.

—Hablando de Noah y Demian, ¿dónde están? —comentó Alek meciendo a su cachorro para evitar que llorara por no estar en los brazos de su madre—Necesitamos proceder y para eso los necesitamos.

—Noah se sentía algo débil por unas heridas que sufrió cuando tuvo su último encuentro con su madre, por lo que lo mandamos a descansar con Demian en su habitación—comentó Maya poniéndose de pie lentamente—Iré a llamarlos, por favor coman lo que gusten—sonrió para después entrar de nuevo a la residencia.

La otra pareja de jóvenes estaba en la habitación de Demian, cuidando principalmente las heridas de Noah y la nueva marca en su cuerpo. La marca para un omega era el lazo que lo unía a su alfa, era más grande que cualquier acuerdo matrimonial existente, sin embargo, el cuerpo del omega debía de acostumbrarse a estar unido a otra persona, por lo que el apetito sexual de los omegas se incrementaba y disminuía drásticamente, sin embargo, el caso de Noah era demasiado caliente para el pobre de Demian.

—No-Noah...—tragó seco al sentir como su omega dejaba de lado la película que estaban viendo para recostarse sobre él y mover su cadera contra su pelvis en busca de algo más—Mira los dinosaurios, ¿n-no son bonitos? —tartamudeó en un intento de regresar su atención a la televisión.

—Mmmph—ahogó un gemido mientras sus manos bajan los holgados shorts que estaba usando el alfa para poder sentir el semi erecto pene entre sus posaderas—Solo un poquito ¿Si? —suplicó mientras besaba los labios de su amado con lujuria y pasión.

—Mierda...—gruñó mordiendo el labio de Noah para amasar sus glúteos haciendo que la punta entrará en

Para Demian era imposible resistirse a su omega pidiéndole que lo follara, decidió no hacerlo esperar más y con la fuerza de sus brazos insertó por completo su

—¡Oh! —gimió ante la sorpresa de sentirse lleno con la brutal embestida que su novio había ocasionado. No podía dejar de jadear y retorcerse en el pecho de su amado mientras sentía como las grandes manos de Demian apretaban sus nalgas marcando un lento, pero delicioso ritmo en donde el pene del alfa entraba y salía a su placer—¡Si, que rico! —gimió poniéndose su parte al flexionar una de sus piernas para subir y bajar sus caderas con mayor libertad—Demian... me encanta—suspiro dejando a la vista sus mejillas enrojecidas y rostro libidinoso.

Siguió gimiendo escandalosamente hasta que se escucharon pasos a lo lejos. Los jocosos sonidos de placer de Noah se vieron interrumpidos bruscamente cuando la mano de Demian se posó sobre su boca y nariz, haciendo que no solo se quedará sin hablar, sino también sin aliento, haciendo que todos sus sentidos se agudizaran, y, en consecuencia, provocando una mayor sensibilidad ante las estocadas que el alfa no dejaba de hacer.

—Shh...—silenció Demian esta vez apretando con su otra mano uno de los glúteos de Noah para que detuviera el compás de sus caderas—No te muevas—ordenó con una voz grave y dominante que hizo estremecer al omega, frustrándolo por no poder moverse bajó la orden de su alfa.

Si, Noah se había jactado por mucho tiempo de ser quien dominará a los alfas, pero en ese momento recordó lo jodidamente bien que se sentía ser sometido por un alfa.

Noah permaneció quiero en la espera de que Demian le permitiera respirar, pero en cuanto escuchó como la puerta de la habitación se abría le fue imposible brincar del susto.

—¡M-Madre! —presionó el cuerpo de Noah contra el suyo y aprovechó la oscuridad del cuarto y el ruido de la película para disimular su agitada voz.

—¿Todo está bien? —preguntó Maya entrando a la habitación sorprendida de encontrar a su hijo abrazando y cubriendo a Noah con una manta.

—Noah estaba cansado y se quedó dormido, pero parece estar teniendo una pesadilla, está temblando mucho—se excusó, justificando también el cuerpo temblante del omega que en realidad buscaba aire.

—Eso explica las feromonas—señaló las abundantes feromonas que se encontraban cubriendo la habitación, claro, se trataba principalmente por la calentura de aquellos jóvenes, pero también era normal que los alfas usaran sus feromonas para calmar a sus omegas—Pobre chico—suspiro tomando nuevamente la manija de la puerta—Será mejor que despierte, los Luttrel llegaron y tu madre parece entrevistadora de canal de espectáculos—bromeo por el escenario pasado—Bajen rápido.

Sin más, Maya desapareció de la habitación y fue entonces cuando Demian soltó su mano del rostro de Noah haciendo que esté jadeara en búsqueda de aire mientras Demian empujaba su pelvis contra la entrada de Noah.

—¡Tsk... Ah... Aaah! —gimió agudo dejando escapar lágrimas por sus ojos y su esencia sobre el abdomen de su amado—¡Santo cielo! —lloró ante lo placentero que había sido ese desliz momento.

Demian pareció también volver a la normalidad, pues se mostró nuevamente sonriente y juguetón repartiendo dulces y cálidos besos sobre el rostro de su pareja.

—¿Estás feliz? —cuestionó el alfa sin dejar de besar el cuerpo del omega.

—M-Mucho—suspiro atrapando los labios del alfa para dejarse amar y consentir ante el íntimo contacto—Te pondré más películas de dinosaurios tontos—bromeó volviendo a besar el rostro de Demian mientras este lo acariciaba con la ternura de costumbre.

—¿Fui muy brusco? —cuestionó sin dejar de sobar el trasero de Noah con devoción.

—Te diré cuando sea así —río atacando los labios del pelinegro.

—Creo que deberíamos bajar—sugirió sin dejar de responder a los labios del rubio sobre los suyos.

—Si...—introdujo su lengua en la boca del pelinegro comenzando nuevamente a moverse lujuriosamente—Deberíamos...

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La interacción de los Luttrel con los Anderson había resultado muy bien, salvo por Alek, quien había terminado poniéndose de pie para ayudar a su cachorro menor a caminar por el césped del patio, su espalda le cobraría cuentas más tarde, pero disfrutaba pasar el tiempo con sus hijos. La plática entre Ellio y Amber no estaba muy lejana a una entrevista de un programa de televisión, la omega estaba realmente emocionada y no perdería esa oportunidad, por lo que cuando Maya regresó se propuso calmarla para no hacer de sentir incómoda a la visita, sin embargo, la atención de todos cambió de un momento a otro cuando Noah y Demian cruzaron el umbral de la puerta.

—E...—ni siquiera pudo terminar de pronunciar el nombre de Ellio. En cuanto lo vio su vista se tornó borrosa ante la precipitación de sus lágrimas. Apretó fuertemente el brazo de Demian para no salir corriendo a abrazar al rubio frente a él, pero para su suerte, el omega mayor se le adelantó.

—¡Noah! —exclamó levantándose de su asiento y corriendo a los brazos de su cachorro.

En cuanto tomó a Noah entre sus brazos ambos estallaron en lágrimas. Se abrazaron como si tuvieran miedo a separarse nuevamente, dejaron que sus corazones consolaran al otro y la ansiedad desapareciera al notar que no se trataba de un sueño.

—¡Noah! —exclamaron todos los cachorros de la familia Luttrel al notar de nuevo al omega. Todos corrieron hasta llegar a su madre para formar parte del abrazo.

Se separaron para limpiarse las lágrimas y Noah pudiera ver a los demás niños.

—Oh cielos—trató de calmar sus lágrimas, pero no podía estar feliz de por fin volver a ver a todos—Miren a estos torbellinos—río acariciando las cabelleras de Connor y Magnolia al ser estos los más altos—Los extrañé mucho, a los siete—volvió a abrazar a Ellio notando que sus feromonas estaban más dulces que de costumbre.

—Nueve—brincó Brook señalando con sus deditos la cantidad mencionada.

—Cierto, ahora somos nueve—comentó Magnolia llamando la atención de Noah, separándose entonces del abrazo de Ellio.

—¿Qué? —preguntó con ingenuidad.

—¡¿Qué!?—alzó la voz Amber con un tono de fanatismo poco sutil—¡No puede ser, no puede ser! — soltó emocionada sabiendo de lo que hablaban los menores.

—Cariño—soltó Maya tratando que su esposa se tranquilizara.

Noah no entendió por completo al instante, pero bastó ver el rostro sonrojado de Alek y Ellio para unir los hilos poco a poco, para finalmente terminar viendo las manos del omega posadas en su vientre ligeramente abultado.

—¡No otra vez! —exclamó dando un paso atrás.

—Lo mismo dijimos—suspiró Connor tratando de consolar a Noah.

—Me desaparezco un momento y te embarazas otra vez—soltó sorprendido, sin embargo, el orden de esas palabras no le hizo gracia al rubio—Están viejos, no pueden con estos cinco y quieren agregar a la carga otros dos, ¿cómo pueden ser tan irresponsables?

—¡El burro hablando de orejas! —exclamó Ellio regalándole un zape en la cabeza al menor, haciendo que al instante los hijos de Ellio retrocedieron al notar el enfado de su madre—¿Por qué no llamaste, porque no lo hiciste? Sabes que debes de venir a nosotros cuando estás cosas pasan, nos preocupamos cuando vimos que la propuesta se había hecho oficial.

—Ellio...—Alek se apresuró a llegar hasta su esposo aún con el menor de sus hijos en brazos. Debía de calmarlo o de lo contrario su enojo podría comprometer la salud de los bebés.

—¡No, Ellio nada!—gruñó ante la presencia de su esposo—Me preocupaste, pensé que te habían hecho cosas malas de nuevo, si algo malo te hubiera pasado se me hubiera roto el corazón, no sé hasta cuando podré soportar que te lastimen—soltó igual molesto, pero esta vez más calmado, algo que le estaba costando con sus entrañas, pues realmente estaba furioso, pero alegre por volver a ver a Noah—No sé, son todas las hormonas del embarazo, pero lo que quiero decir es que, me da gusto que estés bien, y estamos aquí para apoyarte en lo que sea.

—Gracias Ellio—sonrió para volver a abrazar al omega.

—Será mejor que tomemos asiento—comentó Demian, quien había estado observando desde atrás al igual que sus madres.

Los niños volvieron a jugar en el patio, esta vez bajo la amenaza de que su madre podría darles un zape al igual que Noah, mientras que los adultos tomaban asiento en la mesa.

—Bien, después de estar estudiando y analizando el contrato matrimonial de Noah, me di cuenta de que existen condiciones para que este se lleve a cabo—comentó Alek entregando copias a cada uno de los participantes, había trabajado mucho para conseguir copias, pero eran necesarias para que todos estuvieran en el mismo contexto.

—Condiciones estúpidas—musitó Noah dejando de lado las copias en la mesa y tomando un par de bocadillos. Se sabía que ese contrato de memoria, después de todo, había sido la sentencia de su vida.

—Parte de ellas lo son—comentó serio—Si lo abren las verán subrayadas, las cuales son: ser un omega de sangre pura nacido de dos alfas, no haber pasado su celo con cualquier otro alfa, entregar su integridad física y vincular solo al alfa al que está comprometido, haber cumplido la educación doméstica de la familia Berrycloth y que los Ivanov paguen una asquerosa cifra monetaria.

—Son diferentes a las condiciones de antes—comentó Amber al ver que la lista se extendía a la par que hojeaba las páginas. Ella también había sido parte de los matrimonios arreglados, pero lo único que se pedía era ser de familia adinerada.

—Y algunas no las cumple Noah—comentó Alek llamando la atención del recién nombrado—No lo tomes a mal, la razón por la que los Ivanov aceptaron el trato es porque obviamente nunca fallarías a estas cláusulas cuando eras un niño, pero como tu abogad, y padre putativo—susurró esa última parte haciendo que Noah levantara una de sus cejas incrédulo— Sé perfectamente que has pasado tus celos con alfas que no son Nicholas, se nota que estás vinculado a Demian y según tengo entendido solo fuiste a una clase doméstica en la mansión Berrycloth y la reprobaste.

—Hice lo que pude—sonrió con inocencia.

—Agreguemos la orden de restricción del padre de Nicholas, Vladímir Ivanov—suspiró—Honestamente tu madre está tan desesperada por querer que esta unión prosiga, prácticamente no hay nada que los Ivanov ganen con este matrimonio.

—Claro que sí—gruñó Ellio arrullando a Zaid—Lo mismo que ganó en el primer celo de Noah.

Maya y Amber sabían que se referían al abuso que Noah había recibido por el patriarca de los Ivanov, pero no sabían que uno de sus principales socios comerciales estuviera tan enfermo como para abusar de un menor y seguir obsesionado con él tras el pasar de los años.

—Por teléfono dijiste que querían demandar por lo que sucedió antes y por cosas que pasaron con Nicholas ahora que estuvieron juntos, ¿qué tipo de cosas pasaron? —comentó Alek hacia la pareja más joven.

—Mi madre me golpeó y encerró en el sótano de la casa, el cual no sabía que existía, para después obligarme a mudarme en casa de Nicholas donde también me golpeó, intenté defenderme, pero solo logró llamar al mismo doctor que me violó horas antes de compartir techo con él para drogarme y asistir a esa estúpida fiesta en donde anunciamos nuestro compromiso.

—¡Desgraciados! —exclamó Ellio tratando de no alterarse.

—Opinamos lo mismo—comentó Amber tomando la mano de Maya. Les daba pena pensar que los Ivanov y los Anderson habían compartido mucho tiempo juntos, cuando en realidad estaban conviviendo con abusadores.

—¿Tienes pruebas? —preguntó Alek tomando notas de lo recién mencionado.

—No, Alek, estaba ocupado tratando de no morirme—suspiró—Agrégale que quedé temporalmente ciego por la droga

—Yo sí tengo pruebas—comentó Demian haciendo que su rostro se volviera rojo—Le tomo fotos a Noah cuando duerme—musitó haciendo que Noah soltara un suspiro ante la ternura de su alfa—En algunas fotos se ven sus heridas, además, creo ser el testigo necesario, yo personalmente curé sus heridas.

—Las necesitaré para adjuntarlas en el caso, también necesitaré a más testigos, es muy difícil que un jurado decline a la demanda de un omega hacia un alfa, esta sociedad es asquerosa—comentó serio, una faceta le encantaba a Ellio—Supongo que tu cuerpo desechó las sustancias, pero sugeriré un examen de sangre por si acaso.

—Espere—dijo Maya deteniendo el parloteo del alfa castaño—¿Cuál es el punto de todo esto?

—Primero dialogaremos tanto con los Ivanov como la madre de Noah para que desistan de continuar con el matrimonio, de no ser así procederemos con la demanda a daños morales, físicas y obviamente psicológicas a mi cliente, claro—señaló a Noah con orgullo—El juez por su cuenta tendrá que ver las evidencias de las agresiones que sufrió Noah, iremos también a hacer inspecciones al sótano en donde te encerró y cuestionaremos a los involucrados, tengo las órdenes de cateo necesarias, pero como dije, primero trataremos de ser diplomáticos.

—¿Diplomáticos con ellos? —preguntó con sarcasmo el omega menor—Te puedo apostar a qué en el instante en el que me vean me arrastraran a la primera capilla para casarme con la zanahoria de Nicholas Ivanov.

—De hecho...—Alek hizo una pausa tratando de formular la oración correcta—Necesito que Demian lo haga por su cuenta.

—¿Eh? —sonó sorprendido y confuso.

—¡No! —se negó el omega.

—Tú mismo lo dijiste, no podemos arriesgarnos a qué te vean, han postergado mucho tiempo el matrimonio, te puedo asegurar que en cuanto el padre de Nicholas te ves no querrá dejarte ir, tampoco nos arriesgaremos a que tu madre te tome cautivo nuevamente—explicó Alek.

—Tiene razón—apoyo Demian haciendo que el semblante de Noah se tornará con preocupación—Los Ivanov y los Anderson comparten una amistad histórica, estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo civilizado.

—Apoyo a Demian—comentó positivamente su madre, haciendo sentir a su hijo aceptado—En caso de que una disputa comience nosotras personalmente hablaremos con Vladímir.

—Bien—habló nuevamente Alek, esta vez sacando un par de órdenes de cateo para Demian—No te preocupes, estaré con él en todo momento, no dejaré que tu madre lo mate.

—Más te vale—gruñó el omega con un notable tono de enfado—De lo contrario te voy a castrar con mis propias manos.

Alek río nervioso mientras que el matrimonio Anderson solo que quedaba en shock por el tan poco censurado lenguaje del omega de su hijo.

—¿Qué es castal, mami? —preguntó Brook recién llegada a la mesa en búsqueda de agua.

—¡Noah Miller! —exclamó Ellio tapándole los oídos a la menor de sus hijas.

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Finalmente, después de muchas semanas lleno de dudas y ansiedades, por fin Milo había podido ver a Nicholas en su departamento.

El alfa lo había llamado mientras estaba en el cine con Dominique, pero en cuanto le pidió que lo fuera a verlo a su departamento le pidió a su acompañante que lo dejara en la dirección del pelirrojo. Algo que le había sorprendido a Milo era lo abierto que era Dominique sobre el tema de Nicholas, pero en los últimos días había llegado a verlo más como a un amigo que como su futuro esposo, aunque no estaba del todo seguro que esa unión se llegara a completar.

Se había esperado otro tipo de bienvenida, suponía que Nicholas lo había extrañado mucho, pero encanto se encontraron el alfa lo llevó a la habitación y tuvieron sexo hasta que el superior quedó satisfecho. Una vez concluyó el impotente acto, Milo decidió ayudar un poco en la limpieza del hogar, el cual, estaba hecho un desastre con vidrios rotos y muebles desacomodados.

—¿Todo bien en el trabajo? —preguntó Nicholas desde la mesa en la espera de la comida que se encontraba haciendo Milo en la cocina.

—¡Si!—contestó feliz por el interés del alfa hacia él—La jefa me tiene más confianza y me dio un aumento, hago las mismas horas y tengo más responsabilidades—narró sin dejar de lado la preparación de los alimentos—Los niños de preescolar ya saben colorear, son muy lindos, incluso me llegaron a hacer retratos, aunque me veía un poco raro en ellos—río ante el recuerdo de las ilustraciones de los cachorros de la guardería—Es más difícil cuidar de ellos que con los recién nacidos, pero hay menos vómito y pañales sucios, por lo que es un alivio.

El silencio de Nicholas no hacía sentir mejor a Milo, más bien, sentía que estaba hablando solo, pero una parte de él intentaba justificar la distancia del alfa por los sucesos ocurridos recientemente en la vida de Nicholas. Fuera como fuera, en cuanto la comida estuvo lista la sirvió en el plato del alfa y la llevó hasta la mesa.

—Como siempre delicioso—sonrió finalmente dejando un beso en una de las manos de Milo—Siéntate—ordenó señalando la silla al lado de él, una vez tomó asiento comenzó a comer y Milo pudo servirse también un poco de lo que había preparado—¿Qué hay del estúpido alfa? —indagó directamente sin dejar de comer.

—¿Perdona?

—No te hagas el tonto, sabes bien a quien me refiero—gruñó sin dejar de comer, pero ni siquiera podía mirar a Milo.

—Dominique—habló pensativo—Me trata bien—comentó mientras su respiración se tornaba pesada ante el miedo de que algo de lo que dijera estuviera mal o provocara el enfado de su alfa.

—¿Qué tan bien? —preguntó con un tono que incomodó al omega—¿Te besa y abre tus piernas?

—No—se adelantó a responder sintiendo como sus piernas temblaban—No me ha tocado nunca, apenas hablamos—mintió, pero debía de hacerlo—Me refiero a que no es relevante en mi vida.

—Pero te casarás con él—gruñó tomando el vaso con agua que Milo había servido—Un omega que sirve a dos alfas es lo mismo a una puta en un callejón, no son más que animales que se arriman al primero que les dé de comer.

—Nicholas, él no...—lo llamó dolido por lo que escuchaba salir de la persona que más amaba.

—¿Lo vas a defender? —preguntó risueño dando otro sorbo al agua con disgusto—Mejor tráeme una cerveza, rápido.

Milo no protestó, quería que Nicholas dejara de tomar, el alcohol lo estaba volviendo alguien inestable, pero tampoco quería ganarse el odio de su alfa. Caminó hasta la cocina en un silencio sumiso, pero en cuanto tomó la bebida escucho como alguien tocaba la puerta principal del departamento.

—Yo iré—hablo Nicholas levantándose de su asiento.

Milo estaba a punto de salir, pero al ser el amante de Nicholas lo último que debía de hacer era ser visto con él en el mismo departamento, por lo que se quedó en la cocina en la espera de que los recién llegados no se quedarán tanto tiempo.

Nicholas no esperaba visitas, pero mientras más rápido los mandara al diablo más rápido llevaría a Milo a la cama.

—¿Anderson? —habló confundido al ver a Demian Anderson en la puerta de su casa junto a otro alfa que no conocía.

—Hola Nicholas, ha pasado un tiempo.

Demian estaba tenso, se estaba ahorrando las ganas de golpear al maldito frente a él, sin embargo, debía de cumplir su promesa con su madre de ser lo más diplomático posible, sobre todo ante la presencia de Alek acompañándolo.

—¿Podemos pasar? Necesitamos hablar contigo de un tema muy importante—cuestionó al pelirrojo.

Nicholas no contestó, solo se hizo a un lado dejando el camino libre a los dos alfas. El ambiente estaba tan denso que podía cortarse con un par de tijeras. A Nicholas no me gustaba que otros dos alfas se encontrarán en su hogar mientras su omega estaba en la cocina a expensas de salir en cualquier momento.

—¿Se encuentra en compañía? —preguntó Alek al notar sobre la mesa del comedor un segundo plato de comida.

—Una disculpa por eso—suspiro con un tono apenado, aunque claro, lo fingía de maravilla—Mi prometido no se siente bien y estaba a punto de llevarle la comida a la habitación, sino mal recuerdo, la familia Anderson estuvo invitada al anuncio del compromiso.

—Así fue—contestó Demian en un tono serio—Por lo que sé de primera mano que tu prometido no se encuentra aquí.

Nicholas se quedó plasmado, no entendía lo que estaba sucediendo, no solo estaba confundido, sino también irritado ante la pedante presencia de Demian en su hogar, hablando de tonterías y tocando temas delicados como la ausencia de Noah Miller, de la cual, nadie sabía salvo la familia Miller e Ivanov.

—¿Qué quieres decir? —pregunto haciendo notar esta vez su enfado—Vienes a mi hogar con un desconocido, interrumpen mi alimento y ahora hablas estupideces de algo que no te concierne.

—Me concierne mucho—aclaro clamado, a diferencia de Nicholas quién ya estaba fuera de sus casillas—He venido a pedirte de la manera más humilde que por favor, pongas fin al arreglo matrimonial.

Alek esperaba otro tipo de oración, pero sabía que la naturaleza tranquila de Demian le impedía hablar con naturalidad, por lo tanto, dicha petición hizo reír a Nicholas al grado de sacarle una lágrima de sus verdes ojos.

—Debes de estar bromeando—continuó carcajeándose en el rostro estoico de Demian—Había olvidado lo gracioso que eres, sin embargo, te pediré que salgas de mi casa antes de que llame a la policía.

—Me temo que estoy hablando en serio—comentó haciendo que se borrara la sonrisa del rostro del alfa contrario—Sé que tu compromiso con Noah no es por intereses románticos, también sé que tu familia se ha encargado de lastimarlo de formas inhumanas...

—No sé de qué estás hablando—gruñó con voz tosca y grave. Era normal que los alfas hicieran eso para mostrar el grado de dominación y superioridad que llegaban tener sobre otros, pero ese acto no afectó a los alfas frente a él.

—¿Ya olvidaste de cómo lo golpeaste en cuanto él intentó escapar de la casa que compartía contigo? —cuestionó haciendo que el rostro de Nicholas cambiara por completo—¿O de cómo lo dejaste solo con el doctor que supuestamente curaría sus heridas, pero lo terminó violando? —las preguntas de Demian se volvían cada vez más fuertes junto a su tono de voz—Tal vez de cómo tu propio padre lo violó cuando era niño.

—Estás diciendo estupideces—gruñó irritado por la conversación tan pedante—¡Lárgate de mi casa! —exclamó en protesta.

—¿O ya olvidaste de como contrataste a ese mismo doctor para drogarlo y no pudiera escapar de la fiesta de compromiso? —volvió a cuestionar.

—¿Quién te dijo...? —no pudo terminar su pregunta, simplemente su paciencia no le permitió seguir ante el rostro sereno del alfa frente a él. Obviamente, había sido Noah quien le había contado esos sucesos, la razón por la que no había dado con el paradero de Noah era porque Demian Anderson lo había llevado lejos. Sin más se abalanzó contra el azabache y lanzó un golpe contra su rostro.

Alek solo estaba detrás de Demian, no porque estuviera asustado, sino porque debajo de su ropa llevaba una grabadora en donde estaba registrando evidencia, si es que Nicholas lograba confesar algo no dudaría en usarlo en su contra.

Milo por su parte estaba en la cocina escuchando todo, temblando sin poder creer lo que escuchaba. Conocía a Nicholas perfectamente, sabía que no era una persona violenta, nunca lastimaría a nadie, se caracterizaba por ser tranquilo y tener todo bajo control, sin embargo, Milo sabía de primera mano que los días compartidos con Noah no habían sido precisamente los más pacíficos para el alfa.

—¿Dónde está? —preguntó en un gruñido, pero ante el silencio de Demian se desesperó y lo tomó por la fuerza de su playera—¡Tú te lo llevaste! —escupió en el rostro del pelinegro.

—Por supuesto—confesó con rabia al estar tan cerca del rostro que había lastimado tanto a Noah—¿Se suponía que debía de dejarlo con uno de los infelices que más lo ha lastimado?—empujó a Nicholas para zafarse de su agarre—Te lo pediré una última vez—jadeó aire tratando de calmarse—Rompe con el contrato matrimonial que tienen, redime el daño que le han hecho a Noah, sé que también tienes una pareja que sufre por esta unión, ¿no quieres estar con él así como yo quiero estar con Noah?—preguntó calmado y casi suplicante porque pusiera fin a la disputa.

Milo escuchó eso último, estaba implorando con todas sus fuerzas que Nicholas aceptara en ese momento, que se olvidara de Noah, que lo dejara en paz y finalmente pudieran hacer una vida juntos. Demian Anderson le estaba preguntando abiertamente a cuál de los dos omegas prefería Nicholas, por lo que llorando y contra la puerta de la cocina, Milo estaba orando a Dios porque su amado lo eligiera a él.

—Noah Miller es mi omega—ladró—¡Tú eres el único que se interpone a esta unión, así que aléjate con tus sentimientos y cuentos de hadas antes de que te lleve a la morgue!

Demian suspiró, algo no estaba bien en Nicholas, no era precisamente la respuesta más inteligente que podría esperar de alguien como él, pero cuál fuera el caso, ya había firmado su sentencia.

—Alek...

—Claro—musitó sacando de su saco un folder con la orden de un juez—Mi cliente Noah Miller esperaba que esto se llevara de la manera más diplomática posible, pero ante la agresión de su pareja se nota que no será así, lo esperamos en dos semanas en el tribunal, por favor preséntese a la hora acordada, de lo contrario la policía aparecerá en su puerta, le sugiero buscar a un buen abogado.

—¡Largo! —exclamó por última vez.

Esta vez Demian y Alek salieron de la casa de Nicholas, pero Milo, él seguía llorando en la cocina, temblando, con miedo a lo que su alfa le haría una vez saliera con la cerveza que le había pedido en primer lugar, pero, sobre todo, con su corazón roto al ver que en esa ocasión el amor había perdido ante la codicia.

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—¿Seguro que quieres hacer el resto solo? —cuestionó Alek estacionando su auto en la calle que daba a la casa de Noah.

—Llevo la grabadora por cualquier cosa, además, no creo que me den otro golpe en el día—comentó mirando por uno de los espejos del auto el hematoma en su rostro.

—Eso espero—suspiró apretando el volante del auto—Temo que la vasectomía no será necesaria en cuanto Noah te vea el rostro.

Demian río ante la broma de Alek, sin embargo, dejó de hacerlo en cuanto se dio cuenta de que se trataba más de una afirmación que de una broma.

—Bien—habló nervioso saliendo del auto para caminar hasta la entrada de la mansión Miller.

Un ambiente se sentía pesado, Demian no era fiel creyente de las energías, pero debía de admitir que la sensación que le dejaba estar frente a la puerta de la casa de Noah era espeluznante. Tocó a la puerta varias veces, no obtuvo respuesta de inmediato, tocó y tocó hasta que sus nudillos comenzaron a sentir ardor ante la insistencia del golpeteo contra la firme madera.

Estaba a punto de desistir cuando la puerta fue abierta por una alfa pelinegra de cabello largo, era mucho más alta que Demian y sus feromonas daban la impresión de superioridad.

—Buenas tardes, señora Miller—habló con la voz seca y respirando para controlar sus nervios—Perdone la molestia, soy Demian Anderson, temo que necesito hablar de un tema muy importante.

La madre de Noah se impresionó ante la presencia del joven frente a él. Sabía quiénes eran los Anderson, conocía perfectamente que se trataba del clan más poderoso en toda Europa, sus estirpes se remontaban a las últimas monarquías rusas finalizando en sectores económicos multimillonarios. Eran mucho más ricos y poderosos que los Miller y los Ivanov juntos.

—Demian Anderson—sonrió terminando de abrir la puerta de su morada —Me complace finalmente conocerlo.

Ambos alfas caminaron al interior de la morada. Demian al instante sintió un abrumante olor a feromonas, se parecían un poco a las de Noah, pero no podía identificarlas.

—Disculpe Madam, pero temo que mi visita será rápida—excuso parando su caminar haciendo que la mujer girase con elegancia.

—¿Tan rápida que ni siquiera podré ofrecerle una copa de vino? —cuestiono analizando el lenguaje corporal del joven. Hasta un ciego podía ver lo rígido y alerta que estaba.

No importaba, ella también quería que saliera lo más pronto posible de su hogar para terminar con lo que estaba haciendo.

—Mi presencia se resume a negocios, señora Miller—comentó llamando la atención de la alfa—Esta tarde asistí a la residencia de Nicholas Ivanov para pedir que se anulara el matrimonio arreglado que tiene con su hijo, Noah—suspiró tratando de llevar la conversación lo más civilizado posible—Sé perfectamente que la vida de Noah no ha sido fácil, sobre todo porque personas como usted no lo han hecho fácil, pero estamos dispuestos a olvidar eso, no poner cargos a la familia Miller si solo nos permite que Noah tenga una vida libre de su contrato.

—Pff—soltó divertida ante las palabras cursis que salía de un alfa como Demian Anderson—Que ridículo—se carcajeó hasta quedar sin aliento.

—Si, yo también pensaría que obligar a alguien a casarse con una persona que lo maltrata, encerrarlo en un sótano y torturarlo hasta dejarlo ganas de vivir es una ridiculez—comento serio—Pero temo que es la realidad para Noah, por lo que pido que reconsidere la unión.

La alfa se estaba fastidiando de la palabrería de que estaba escuchando, sobre todo porque finalmente tenía frente a ella al amante de Noah, el alfa que había frustrado sus planes, pero como mujer inteligente que era, sabía que podía sacar provecho de la situación, o de lo contrario, matar al joven con sus propias manos.

—¿Está sugiriendo una protesta? —comentó con un tono irónico—Creo que la familia Miller y los Anderson podemos beneficiarnos en esta unión, pero temo mencionar que el precio que dieron los Ivanov no fue nada pequeño, espero que haya traído una buena oferta.

—Perdóneme señora Miller, pero no voy a orillar a Noah a otro acuerdo matrimonial, no permitiré que se le siga tratando como al ganado—expresó decepcionado de la respuesta de la alfa—Por última vez, desista de esta unión y deje en paz a mi destinado.

—¿Tu destinado?—cuestionó molesta, haciendo que el semblante de la mujer cambiara drásticamente—Creo que no entiende su posición, joven Anderson, es usted el que se interpone en la unión de los Ivanov con los Miller, el que con sus absurdas palabras sobre violencia y mil cuentos cuestiona un futuro matrimonio—alzó la voz poco a poco, pero Demian no llegó a sentirse intimidado—El destino es una fantasía para los tontos optimistas que no conocen su lugar en el mundo—se acercó cada vez más a Demian—Alfas como nosotros no necesitamos del destino, nacimos teniendo el mundo en nuestras manos, mientras que los omegas se inventan un destino que no les pertenece porque aspiran a levantarse del suelo y ser algo más que basura.

Demian solo podía respirar pesado, las feromonas de la alfa se volvían cada vez más pesadas, sentía que se asfixiaba en ellas.

—Dígame, joven Anderson—musitó tomándolo del rostro con sus afiladas uñas—¿Es tan tonto como para creer en el destino? —dijo soltando una socarrona risa que irritó al pelinegro.

Sin embargo, antes de que Demian pudiera contestar se escuchó un estruendo venir de la parte superior de las escaleras junto con una pequeña sombra. Demian desvió la mirada un poco para encontrarse con una imagen espeluznante.

—Aah... Aahh...—no sabía si se trataban de jadeos, gemidos o su intento desesperado por pedir ayuda, pero a Liam no le importaba.

Demian se quedó sin aire, estaba viendo a un omega idéntico a Noah salvo que esté tenía el cabello negro, sus pómulos se notaban, estaba sumamente delgado, podía apostar que sus brazos eran más gruesos que las piernas de aquel hombre que olía a sangre y a lágrimas, vestía solo un camisón sucio lleno de sangre seca. Sin embargo, antes de que Liam pudiera siquiera pronunciar algo cayó al suelo resultado de la falta de alimento y la reciente violación que había sufrido por su supuesta esposa.

La matriarca no esperó más y tomó a Demian del cuello para estrellarlo contra la puerta de su casa. No le dio oportunidad de defenderse cuando insertó sus filosas uñas en el abdomen de Demian, quién, solo alcanzó a quejarse del dolor al recibir el golpe, agregándole la falta de aire ante la presión que la mujer ejercía sobre su cuello.

—Me disculpo, no debió ver eso—lamió sus labios al ver la sangre del alfa en su mano. Demian trataba de buscar oxígeno, pero únicamente lograba soltar arcadas—Pero no se preocupe, me aseguraré que no se lo diga nadie —musitó apretando más el cuello de Demian haciendo presión contra la pared para que su cuello cediera, necesitaría solo de un crujido y la vida de Demian Anderson acabaría.

La matriarca Miller pudo hacer cometido su objetivo de matar con la vida del alfa frente a él, pero había olvidado una cosa y es que, a diferencia de Noah y Liam, Demian también era un alfa.

—¡Aaght! —exclamó la mujer al sentir cómo las manos de Demian tomaban una de las suyas y la doblaban como si se tratara de una hoja de papel—¡Hijo de perra!

El pelinegro no esperó una invitación cuando se empujó tras recargar uno de sus pies en la puerta para quitarse de encima a la mujer. La alfa solo retrocedió dos pasos, pero para Demian fue suficiente para correr a la puerta y salir huyendo. Ni siquiera sentía el ardor de sus heridas o de su garganta volviendo a conducir aire hasta los pulmones de Demian.

Corrió hasta llegar al auto de Alek, quién estaba tranquilamente visualizando sus redes sociales hasta que sintió como el alfa subía al auto con una expresión moribunda.

—¡Arranca! —exclamó casi ladrando con un ardor en la garganta.

Alek no lo pensó dos veces y arrancó su auto rumbo a la carretera principal de la ciudad.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

La casa de los Anderson se había vuelto un desastre en el momento en el que Alek y Demian llegaron tras la visita de Nicholas y la madre de Noah. Las madres de Demian estaban preocupadas, Maya estaba envuelta en ansiedad al ver las heridas de su hijo mientras que Amber intentaba inútilmente consolarla. Ellio estaba en la sala con Alek poniéndose al tanto de lo que había pasado mientras sus hijos jugaban en el comedor con el gatito de Noah, el cual aún no tenía nombre, pero de eso se encargarían los cachorros.

Todos los adultos se encontraban en la sala en la espera de lo que el doctor Johan Nowak revisaba las heridas de Demian.

—Un día difícil, ¿no? —preguntaba el doctor con una tranquilidad que hacía enfadar a Noah.

—Suegras—musitó Demian siguiendo la corriente del doctor.

—¡Cállate! —exclamó Noah enfadado por lo relajados que se encontraban—¿Cómo carajos se te ocurre ir a enfrentar a esa mujer hija del demonio por tu propia cuenta?

Demian no contestó, ni siquiera podía ver a los ojos al omega, de cierta forma le daba vergüenza.

—Fue mi culpa—comentó Alek con un par de papeles en su mano.

—¡Si, claro que lo es! —exclamó enfurecido Noah—¡De no ser mi maldito abogado te demandaría!

El ambiente estaba tenso, pero en parte era porque Noah estaba furioso con todos los que estaban en la habitación. Demian a pesar de que había prometido a que las cosas estarían bien, había regresado a casa con un moretón en la cara, una hemorragia en la nariz, marcas en su cuello y heridas en el abdomen como si lo hubieran apuñalado.

—Vivirás—suspiró el doctor terminando de vendar el abdomen de Demian—Las uñas de una mujer alfa son tan gruesas y afiladas como las de un lobo si es que no se cuidan y se liman, por lo que esa mujer solo te creó un feo rascuño—comentó analizando también el rostro golpeado del joven alfa—Se inflamó—musitó sacando de su maletín una compresa fría para ponerla sobre la zona afectada—Tu nariz sangrará un par de días, no creo que el tabique esté roto, lo más probable es que se haya abierto una herida con el golpe, pero si el sangrado en abundante necesitarás cirugía.

—¡Cirugía! —exclamó Noah poniéndose de pie solo para caminar en círculos—Esto fue una mala idea—musitó frustrado llevando sus manos a su cabeza—Sabía que esto pasaría, esto es mi culpa...—su voz comenzó a quebrantarse al grado de que sus lágrimas comenzaron a salir.

—Noah...—habló Ellio tratando de calmarlo.

—No es tu culpa—agregó Maya en un gruñido. No podía pensar que tras años de amistad Nicholas Ivanov pudiera haber golpeado a su hijo.

—Sabíamos que Nicholas es un hijo de puta, pero estaba fuera de control cuando fuimos a verlo—comentó Alek terminando de enviar los audios grabados a la fiscalía como evidencia.

—Y ni hablar del omega fantasma de tu casa—comentó Demian en un desliz de la conversación.

—¿Omega? —cuestionó Noah—En mi familia nunca ha existido un omega, todos son nacidos de alfas mujeres.

—Bueno, aunque no lo parezca ahora, mi vista estaba lo suficientemente nítida cuando vi a un omega esquelético saliendo de las escaleras de tu casa—comentó Demian sintiendo un escalofrío en la nuca al recordar dicha escena—Se parecía mucho a ti...

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

Cameron llegó corriendo a la casa de su madre, sentía la sangre helada ante lo que había escuchado por teléfono, sabía perfectamente que debía de mantenerse sereno y de parte de su madre, aunque en realidad, lo único que quería era proteger a su mamá omega.

Entro hasta la habitación de su madre, sentía las feromonas de Liam desde antes de entrar, no había duda de que su mamá estaba en celo, por lo que él abuso de su madre se tornaba más violento.

—¿Todo en orden? —comento con un tono sereno sin dejar que la imagen del Omega encadenado y moribundo le afectará. El pequeño movimiento de su pecho subiendo y bajando le daba algo de calma, todo iba a estar bien mientras Liam estuviera respirando.

—Nada lo está —resonó molesta haciendo temblar al Omega en el suelo—Demian Anderson es el miserable alfa que se acostó con tu hermano, no conforme con eso le exigió cancelar el matrimonio con los Ivanov, además, la sabandija de su mamá decidió salir de su madriguera y fue visto por él —escupió sobre las heridas del pelinegro—Tiene una orden de cateo, necesitamos eliminar todo—señaló el cuerpo de su esposo—Limpia el sótano —ordenó acercándose a la mesa de noche para sacar de uno de los cajones una pistola.

Cameron sabía lo que su madre insinuaba, pero no dejaría que la vida de Liam terminará así, había hecho la promesa de devolverle su vida, por lo que antes de que su madre tirará del gatillo se interpuso sereno.

—Espera...—dijo con voz grabé y sin ningún tipo de expresión—Si lo matas aquí se darán cuenta, no importa si tiramos todos los muebles, sus feromonas nos delatarán—explico haciendo que la alfa frente a él bajara el arma.

—¿Qué sugieres? —cuestiono verdaderamente intrigada. Sabía que su hijo era inteligente y leal, por lo que valía la pena retrasar sus ganas de matar al Omega con sus propias manos.

—No harás nada, te quedarás en casa, mientras menos te muevas menos sospechosas serás, limpiaremos y abarrotaremos el sótano de manera que les sea imposible encontrar una sola pista, mientras que él...—miró a su progenitor—Deja que me encargue de él.

Cameron tenía un plan, uno en dónde se conseguiría la libertad de su hermano y su mamá omega.

─── ❝ Fire on fire ❞ ───

¡Feliz Julio!

Honestamente este capítulo iba a durar menos y ya lo tenía listo desde hace dos semanas, sin embargo han pasado muchas cosas en mi vida. Me alegra decir que estamos en la recta final, yo creo que dentro de poco la historia habrá atando cabos jsjsjs además, tengo planeado que regrese un personaje muy emblematico junto con uno nuevo que de seguro les ganará sus corazones.

El capítulo 37 ya va por la mitad, si es que no me la vivo ocupada este mes espero traer más capítulos en menos tiempo, aunque no prometo nada jajaja (esté capítulo se subió sin la supervición de mi lector beta xd)

Estén pendientes en mi página de Fb 'Humano 47- Mi mundo wattpad' porque se notificará de las nuevas ilustraciones que tendremos de Cherry, recuerden que las +18 se enuentras unicamente en Booknet (hasta que me funen xd)

Tengo la idea de pasar esta historia a Webtoon, asi que necesito su opinión ¿les gustaría ver la historia como una novela grafica? tambien ¿Les gustaría un chat de WhatsApp o Messenger en donde puedan estar en contacto conmigo? Espero sus respuestas en los comentarios :3

Los quiero mucho, gracias por todo, perdón por tan poco.

Nos vemos en la siguiente actualización y en mi página de facebook (link en mi perfil)