Capítulo 35
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
—Domingo—habló Noah acariciando al gatito que dormía en su regazo mientras sentía el viento alborotar su melena.
—Eso sería confuso—rio sin dejar de apartar la vista del camino, debía de ser un conductor responsable—¿Qué tal Shadow?
—¿Podríamos por favor elegir un nombre que no sea otaku? —suspiró recostándose en el asiento hasta que sus pies tocaron el fondo del auto— No podemos seguir llamando al gatito polizón.
—Da gracias que no he sugerido 'Goku'—bromeó riendo ante el rostro lleno de cringe de su omega. Le dio un beso para calmarlo para después seguir con sus propuestas—¿Qué te parece wichis? —comentó tratando de ser lo más original posible.
—Lindo, pero sería difícil regañarlo sin reírme—respondió riendo al mismo tiempo. Era un nombre divertido.
—Aún hay mucho camino para pensarlo, no debemos preocuparnos por eso ahora—suspiró relajando los hombros y bajando sus manos sutilmente en el volante.
—¿Entonces por qué cosas deberíamos de preocuparnos? —suspiró sin dejar de acariciar al gatito—¿Sobre cómo enfrentaremos a los Ivanov o sobre que tu madre te quiere matar?
—No sabía que teníamos tantas opciones—suspiró con un rostro afligido—¿Tienes noticias de Alek?
—No—suspiró—Perdí mi celular cuando mi madre me encerró en el sótano de la casa—comentó con un ligero gruñido—Pero podemos ir con él directamente.
—No lo sé, supongo que aún no sabe cómo proceder, de hacerlo debió de haber tratado de contactarse por lo menos conmigo—comentó el alfa robando un poco de las golosinas que habían comprado en la última parada que habían hecho—Si vamos a hacer esto tenemos que hacerlo bien y con toda la ayuda posible.
—¿Qué sugieres?
—Necesitamos a un adulto—suspiró con pesadez. No le gustaba la decisión que estaba por tomar, pero era la única que conocía. Sabían que lo que necesitaban eran fuerzas, si iban a competir contra los Ivanov y la matriarca Miller, entonces debía de tener a toda la caballería posible.
—Demian, somos adultos...
—Otro tipo de adultos—aclaró.
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
La residencia Anderson era un caos, o al menos así lo habían descrito el matrimonio, quienes ante la noticia de que el aparente novio de su hijo estaba comprometido, y peor aún, que su primogénito había escapado.
—Creo que deberías de descansar un poco—bostezo Amber entrando a la oficina que tenía su esposa en una de las habitaciones de la casa.
Su amada esposa se encontraba con todos los periódicos de la ciudad en donde se hablaba sobre el matrimonio de Noah Miller con Nicholas Ivanov, así como también una libreta en donde analizaba el caso a profundidad. Se trataba de una ardua investigación para una mujer empresarial que no tenía ni la mínima idea de leyes.
—Descansaré cuando haya matado a tu hijo—gruñó furiosa arrugando el periódico que tenía en la mano—Si es que vuelve, claro...
—No seas dramática—encaró caminando hasta el escritorio. Si, la comunicación entre ellas había decaído un poco ante la noticia que a medias se sabía.
Los Anderson y los Ivanov eran como socios de hace muchos años, por lo que su hijo se viera envuelto en un estúpido e innecesario triángulo amoroso complicaba la amistad de entre las familias. Maya Anderson estaba frustrada, no sabía por dónde empezar, una parte de ella estaba preocupada de que su hijo hubiera hecho una estupidez que lo comprometiera y al mismo tiempo otra parte de ella estaba furiosa por no poder hacer algo sin que las cosas terminaran en un caos.
—Perdóname cariño—suspiró poniéndose finalmente de pie para poder besar a su querida omega—No te mereces esto—suspiró abrazándola de la cintura, a lo que la rubia solo rio y besó nuevamente los labios de su alfa.
—Eres una tontita—bromeó apretando las mejillas de la pelinegra—Deberíamos de disfrutar nuestro tiempo solas, pero solo te la pasas encerrada—hizo un puchero acomodando su larga cabellera rubia de lado, dejando ver la marca de su cuello de forma insinúa—Demian debe tener las cosas bajo control, deberías de concentrarte en algo más...
—Bueno...—sonrió de lado apretando la cintura de su esposa, acercándola a ella y mirándola con deseo—Hay un par de cosas en las que me quiero concentrar ahora mismo—musitó en el oído de su esposa con un tono lujurioso al mismo tiempo que sus manos subían provocativamente a la altura de sus pechos.
Ante la iniciativa de la alfa, Amber solo pudo reír nerviosa, se abalanzó contra los labios de su esposa hasta llegar a recargarla en el escritorio en donde la aprisionó comenzando a quitarle la bata que llevaba puesta. No había algo que disfrutaran más que reconciliarse haciéndose el amor, ambas vivían ocupadas en sus respectivas carreras que momentos íntimos como esos eran casi escasos, aunque también debían de ser realistas, ya no eran el par de adolescentes que no salían de la habitación.
—Te amo—suspiró la alfa arrancándole también la bata a su esposa dejándola desnuda de la parte superior del cuerpo. Una de sus manos acarició suavemente la fina piel de la italiana mientras que con su otro brazo la tomaba prisionera de sus besos.
—T-Te amo...—la omega ya excitada con el simple tacto de su amada, a veces olvidaba lo brusca que podía ser en comparación a como la mimaba en el día a día.
Estaban listas para demostrarse cuanto se podían llegar a amar, pero se vieron interrumpidas cuando escucharon el timbre de la puerta resonar.
—No abras—suplicó jugueteando igual con filo de los pantalones de su esposa, tentando entre bajarlos y degustar un poco de la esencia de su alfa.
—No iba a hacerlo—acaricio el rostro de su querida esposa, dando señal a que le quitara el pantalón y se aventurara en darle placer. Amber no tardó en hacerlo, sin embargo, ninguna de las dos pudo concentrarse ante el insistente sonido del timbre de la casa—¡Voy a matar a esos malditos! —gruñó acomodarse su bata para caminar velozmente hacia la entrada de la casa para golpear a quien fuera que molestara la intimidad con su esposa.
Demian y Noah no sabían hacia donde otro lugar recurrir más que a la casa en donde residían las madres del alfa, principalmente, porque sabían que eran las únicas personas con la mente abierta y centrada que podría ayudarlos en su caso.
—Creo que no están—habló inquieto Demian. Sus madres siempre respondían a la primera llamada, aunque las luces de la oficina de su madre anunciaban otra cosa para el omega.
—Deben de estar—siguió tocando el timbre con en gatito en manos, el cual, aún no tenía nombre.
No tardaron ni treinta segundos cuando Maya Anderson abrió la puerta con un notable rostro de enfado. La pareja de jóvenes se espantó al ver la expresión de la alfa, suponían que serían regañados por sus actos, pero les sorprendía que ni siquiera habían dicho una palabra cuando ya recibían odio por parte de la progenitora de Demian.
—Ho-Hola madre—saludó Demian con un tono nervioso.
—Demian—musitó la alfa desviando la mirada hacia el omega. Un sentimiento de preocupación y enfado se apoderó de ella, quería estamparle la puerta a su hijo y al mismo tiempo jalarlo de las orejas hasta su habitación como si de un niño se tratara, pero ante ella solo había un hombre con su pareja pidiendo ayuda, por lo que, sin más, terminó de abrir la puerta y los dejó pasar.
Ambos pasaron en silencio, solo se podían escuchar sus respiraciones agitadas y sus pasos en la habitación. Llegaron hasta la sala de estar en donde se sentaron en silencio en lo que la alfa buscaba a su esposa en la plata superior.
—Relájate—musitó Noah al notar como la pierna de su alfa se movía con impaciencia, así mismo, tomó su mano para tratar de controlarlo y al sentirla notó que estaba sudada, aunque realmente poco le importaba.
—No la conoces—suspiró recargándose por completo en el sillón—Me matará, se asegurará de recordarme lo irresponsable que soy para después decirme que está decepcionada de mí.
—Es tu madre—trató de calmar su pensamiento negativo.
—Eso lo hace peor—gruñó al sentir de nuevo la presencia de la alfa.
Esta vez, Maya entró a la habitación junto con Amber vistiendo ambas ropas más decentes, casual, pero decente. La omega no pudo evitar emocionarse al ver que en efecto se trataba de su hijo junto con Noah. Al instante se pusieron de pie y fueron abrazados fuertemente por la rubia.
—¡I miei figli! —exclamó al borde de las lágrimas, realmente era una alegría para su corazón ver a sus niños intactos—¿Dónde estabas? —preguntó esta vez dirigiéndose hacia su hijo, al cual acarició el rostro cerciorándose de que no tuviera ni un solo rasguño—¿¡Tienes idea de lo preocupadas que estábamos cuando vimos esa estúpida nota en tu departamento!?—esa última pregunta había sonado más molesta, aunque el tacto de sus manos seguía siendo amoroso.
—No quería preocuparlas—tomó la mano de su madre y volvió a abrazarla para calmarla—Perdóname—musitó separándose nuevamente—Perdónenme las dos—se dirigió también a su madre alfa—Pero Noah no estaba bien y necesitábamos tiempo a solas para poder saber que rumbo tomaría nuestra relación.
—Lamento todos los inconvenientes señoras Anderson—se disculpó dirigiéndose al matrimonio—Amber—nombró a su suegra omega—Lamento también todo el inconveniente, tenía razón, debía de decirles en primer lugar sobre mi compromiso con la familia Ivanov, pero temía perder a Demian si él sabía la verdad—soltó con un tono de vergüenza—Pero tenía razón y ahora ambos hemos tomado la decisión den enfrentarnos a este matrimonio arreglado.
—¡Espera! —exclamó molesta Maya—¿Lo sabías? —cuestionó a su esposa.
—En una ocasión encontré a Noah en celo y lo ayudé a encontrar refugio, fue ahí donde mencionó sobre su matrimonio arreglado, aunque, omitió la parte de que se trataba de Nicholas Ivanov—aclaró sentándose en el sillón que quedaba de frente de la joven pareja—Cuál fuera la razón eso ya no importa ahora, lo que importa es qué van a hacer al respecto con esta situación.
Ambos jóvenes se quedaron en silencio, como si estuvieran siendo regañados cual dos niños pequeños. Por su parte, las otras dos adultas solo querían una respuesta a sus dudas, aunque solo recibían los rostros sudorosos y nerviosos de los jóvenes frente a ellas.
—Bien...—suspiró Demian sin soltar la mano de Noah—Antes de decirles lo que haremos al respecto con el matrimonio arreglado entre Noah y Nicholas, hay varias cosas que debemos dejar en claro, cosas de las que Noah y yo estuvimos hablando durante nuestro tiempo a solas y en el camino de regreso a aquí.
—Cuando tenía doce años mi madre se encargó de comprometerme con Nicholas Ivanov, aunque a esa edad realmente no tenía conocimiento sobre lo que estaba ocurriendo, se puede decir que fue a la fuerza—musitó tratando de mantener la vista en la pareja, aunque eventualmente sus ojos terminaron desviados en el suelo, sin soltar la mano de Demian y de acariciar al gatito en su regazo—En una ocasión el padre de Nicholas llegó a abusar de mí, en ese entonces Alek Luttrel me ayudó a aplicar una orden de restricción que era más un acuerdo debajo del agua que lo mantendría alejado sin que su empresa tuviera problemas legales—narró con un amargo sabor de boca, sin embargo, notaba que en esa ocasión le era más fácil hablar sobre su pasado—Mi madre no es una buena persona, antes de que el matrimonio se hiciera público me mantuvo encerrado en el sótano de nuestra casa, me golpeó, privó de alimento y me amenazó con matar a Demian si lo volvía a ver o si planeaba escapar, por lo que me resistí a escapar, aunque los días con Nicholas tampoco fueron pacíficos, por lo que terminó drogándome para que no comprometiera el anuncio...
Demian sabía que estaba omitiendo ciertas cosas, había destacado que había pasado por brazos de muchos alfas abusadores y sobre su ex pareja, pero al ver el rostro afligido y preocupado de sus madres supo que con eso sería diferente.
—P-Perdonen—tartamudeo cubriéndose la vista en señal de vergüenza, a lo que Demian respondió y lo llevó hasta su pecho.
—Cuando vi a Noah en la fiesta de compromiso charlamos un poco a solas y me puso al tanto de lo que le estaba pasando y del porqué no me lo había dicho, por lo que decidimos aislarnos para que él pudiera recuperarse—terminó de narrar sin dejar de abrazar a su omega—Uno de los efectos secundarios de la droga era que Noah entrara en celo, por lo que se pueden imaginar lo que Nicholas haría con él una vez el efecto comenzara.
—Pero Nicholas es un buen alfa...—musitó Amber impactada por lo que escuchaba—O eso parecía.
—Es manipulable—gruñó Noah—Su padre ve el matrimonio como una oportunidad para seguir abusando de mí a espaldas de su hijo, por lo que semanas antes a que me aprisionaran le pedía a Alek Luttrel que se ayudara a cerrar el contrato matrimonial, aunque en todo este tiempo no he podido comunicarme con él, además, algunas cosas pasaron en nuestro tiempo a solas.
La pareja mayor se podían hacer una idea de las 'cosas' a las que se referían, aunque sus bocas fueron calladas antes de lograr pronunciar algo cuando Noah bajó un poco la tela que cubría su cuello para dejar a la vista la marca que le había hecho Demian hace tan solo dos días. El matrimonio no pudo creer lo que veían, a lo cual tuvieron reacciones completamente diferentes. Mientras que Amber sonreía fascinada con que su hijo al fin se había unido a Noah, Maya por su parte, se puso de pie y tomó a Demian fuertemente para mirarlo desafiante.
—¡¿Qué!?—encaró molesto Demian ante el abrupto e innecesario forcejeo.
—¿Te parece sensato? —contestó molesta su madre—¿Marcar a un omega para después casarte con él? ¿Ese es tu plan? —gruñó sin la mínima intención de soltarlo.
—¡Yo le pedí que lo hiciera! —exclamó Noah poniéndose igual de pie frente a la alfa—A-Ambos entremos en celo, Demian trató de calmarme, pero yo no quería, intentó de muchas formas, ¡yo solo quería ser su compañero! —trató de explicar lo que había sucedido.
—¡Maya! —trató de calmarla también su esposa, pero la alfa solo podía mirar molesta a los menores.
—¿¡Y tienen la madurez necesaria para tomar esa decisión!?—gruñó hacia el omega—Solo son dos jóvenes imprudentes, además, joven Miller—pronunció entre dientes sin borrar su rostro fruncido—¿De querer ser el compañero de nuestro hijo, no supuso que debía comentarnos primero a nosotras sus madres?
—No seas tonta Maya—habló Amber tomando a su esposa del hombro—Son destinados, no un tonto acuerdo matrimonial.
—¡Somos lo suficientemente maduros! —agregó Demian alejando la mano de su madre de su ropa—¿Cómo podría no serlo? ¡Si no hubiera llevado a Noah conmigo hubiera entrado en celo con Nicholas y esta historia hubiera sido completamente diferente! —alzó la voz—Madre, es necesario que dejes de verme como a un niño y deposites confianza en mí.
—¡Deja de comportarte como un niño y te dejaré de tratar como uno, chert voz'mi! —exclamó en su lengua natal guardando su distancia al mismo tiempo.
Ambos alfas se quedaron en silencio por un rato solo mirándose en silencio. Noah estaba inquieto, lo último que quería era darle problemas de Demian, pero había resultado que no había forma en la que la matriarca Anderson no se molestara. Era una locura, se sentía culpable por involucrar a una familia entera en sus problemas, aunque en el fondo sabía que la preocupación de Maya Anderson se debía al temor de perder a su hijo.
—Creo que estamos algo exaltados—suspiró Amber obligando a su esposa en sentarse—Noah, eres muy valiente por contarnos todo lo que has pasado y ten por seguro que la familia Anderson Fossati te dará la bienvenida a nuestro hogar, además, me alegra el corazón de que finalmente estén juntos—sonrió con un sentimiento afligido en su pecho—Vayan a dormir, todos dormiremos y mañana dejaremos de lado nuestros prejuicios y buscaremos la solución a esto.
—¡No, de solucionar algo lo haremos ahora! —protestó su esposa.
—¡Todos iremos a dormir! —encaró sacando finalmente su frustración en un tono de voz molesto. Dicha reacción hizo que Demian saltara sobre su asiento, eran pocas las veces que veía a su madre enojada, por lo que era mejor no probar suerte.
Demian y Noah subieron a la habitación del alfa, se turnaron para ducharse y cuando estuvieron limpios se recostaron en la que era la cama de alfa. Ni siquiera sabían si podían dormir, pero esperaban que al menos el día siguiente fuera más prometedor.
—Lamento que las cosas con tu madre se pusieran así—lamentó en el pecho de Demian. La situación le traía nostalgia, después de todo, la primera interacción que había compartido con su alfa había sido en esa misma recámara.
—No es tu culpa—suspiró con los ojos cerrados por el cansancio, a lo que Noah comenzó a acariciar el cabello húmedo del alfa—Ella siempre ve cualquier oportunidad para reprocharme, sé que lo hace con buenas intenciones, pero hay veces en donde solo me fastidia—se dejó consentir por su amado—No existe un manual para ser padre, por lo que parte de ser hijo es aprender a perdonar y a dejar de cargar con las expectativas de tus padres.
Noah sonrió ante ese pensamiento. Obviamente, su caso era diferente, no podía pensar en perdonar a su madre por las atrocidades que le había hecho vivir o por las expectativas que tenía de él, además, ni siquiera recordaba correctamente a su otro padre, por lo que solo le quedaba olvidar y seguir adelante junto a Demian.
—Tú serías un estupendo padre—bostezó subiendo al cuerpo de su alfa para regalarle un par de besos llenos de pasión y cariño—Y sería un bello hijo, con tu cabello negro y ojos azules—volvió a besar esta vez dejando que su lengua se abriera paso por la boca de Demian—Esa si sería una familia—se alzó un poco para lograr ver los ojos contrarios y delinear con sus dedos los labios de su pareja.
—Cuando logremos cancelar tu matrimonio y pongamos a tu madre en la cárcel, casémonos y tengamos una familia—musitó alzando su mano hasta llegar a la nuca del omega en donde se encontraba su marca, el tacto hizo estremecer a Noah y cuando menos se dio cuenta el alfa lo había atraído hasta él para volver a besarlo.
No supieron como detenerse, o tal vez no querían, fuera cual fuera el caso dejó de importar cuando Noah comenzó a desvestirse sobre el cuerpo del alfa, quien solo pudo perder el aliento ante la silueta desnuda de su amado. Con cuidado, Demian recostó a Noah en la cama, cerciorándose de que estuviera cómodo entre las almohadas, se quitó la camiseta y comenzó a besar a Noah mientras acariciaba la entrada del omega.
—Aah—suspiró abrazando a Demian del cuello para poder sentir el calor de su cuerpo.
—Solo será una vez—dejó en claro al mismo tiempo que bajaba el elástico de su ropa interior para dejar a la vista su ya erecto pene.
—Oh, cariño—gimió sonriente mientras separaba sus piernas—Suerte con eso.
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
Demian debía reconocer que había sido una noche interesante, era la primera noche que compartían sin estar en celo y se sorprendía que hubiera sobrevivido al hambre carnal de su pareja. Estaba pensando seriamente a dejar en baloncesto para entrar a un gimnasio donde pudiera adquirir un poco más de resistencia física, de lo contrario, temía que Noah lo dejara por alguien más.
—Debemos de bajar—anunció Noah saliendo de la duche recién bañado y cambiado con el pantalón que había llevado a la fiesta de compromiso, pero usando la típica playera de Demian.
—No sé si podré ponerme de pie—bromeó aún desnudo sobre su cama mirando el abismo del universo que se formaba en su techo.
—Muy gracioso—vaciló caminando hasta el viejo armario de Demian, encontrándose con varios posters de anime y cajas con figuritas. Ese escenario le pareció tierno a Noah, después de todo, en esa misma habitación había crecido y convertido en el hombre que era ahora—Anda, rápido—ordenó volviendo a la cama lanzando un cambio de ropa sobre el cuerpo del alfa y salió de la habitación con intención de ayudar a sus suegras con el desayuno, pero en cuanto llegó a la cocina todo ya estaba listo.
—Buenos días—comentó Maya sirviendo tazas de café en la mesa cercana a esta.
—Buenos días—respondió con algo de pena. No había sido la noche más callada de su vida, por lo que tenía el remordimiento de que sus suegras lo hubieran escuchado.
—Siéntate tesoro, ya casi terminamos—comentó Amber terminando de colocar un par de huevos fritos en los platos que tenía sobre la barra. Se trataba de un tradicional desayuno británico de huevos estrellados, frijoles, salchichas, pan tostado y tocino, por lo que suponía que tendrían energía para el arduo día que les esperaba.
Al poco tiempo Demian bajó con el cambio de ropa de Noah le había apartado, seguía viéndose casual, aunque para el gusto de su madre alfa se veía decente. Los cuatro integrantes de la casa se sentaron a comer, inclusive el gatito ya estaba comiendo uno de los sobres que habían comprado con anterioridad, por lo que solo era cuestión de tiempo para que alguien hablara.
—Te debo una disculpa, hijo, no era mi intención ofenderte o marcar que habías hecho algo malo—comenzó Maya terminando de beber un poco de su café—Pero espero que ambos entiendan que el proceso y las decisiones que van a tomar tendrán todo tipo de consecuencias, tanto buenas como malas.
—Lo sabemos, madre—contestó Demian apretando la mano de Noah debajo de la mesa.
—Comentaste que Alek Luttrel lleva tu caso—se dirigió hacia Noah.
—Él fue quien se encargó de la orden de restricción cuando el padre de Nicholas abusó de mí, por lo que conoce perfectamente mi situación, además, también había intentado adoptarme, pero se necesitaba de la presencia de mi madre y eso nunca iba a pasar—habló calmado sintiendo el tacto de Demian que le daba paz—El contrato que firmé sigue siendo el mismo, por lo que de seguro perdió poder con el tiempo que ha transcurrido, por lo que espero que Alek pueda ofrecer algo que ayude a romperlo.
—¿Y qué pasaría si él no encuentra nada? —esta vez la pregunta fue por parte de Amber, lo cual sorprendió a todos en la mesa, ya que ella siempre trataba de ver lo positivo y esperanzador en las cosas, pero esta vez estaba siendo negativa.
—No tendrá otra opción, es el mejor abogado del país—se excusó el omega, aunque realmente no era una respuesta.
—Lo siento terroncito, pero la vida no es así—suspiró la omega—Los Ivanov son cercanos a nuestra familia, se darán cuenta en un par de días de que nuestro hijo está enlazado con el prometido de Nicholas, ustedes no pueden volver a huir y me temo que un proceso legal que se abre a las especulaciones puede tomar mucho tiempo—Amber trataba de hacer entrar en razón a los dos cachorros frente a ella, pero no estaba segura de continuar hablando por el semblante de preocupación que mostraron los rostros contrarios.
—Cuando tu madre y yo nos conocimos estaba a punto de firmar su matrimonio con otro alfa—comenzó a narrar ese día de sus juventudes—Supe al instante que era mi destinada, por lo que momentos antes de que ella firmara pedí una protesta para poder darle más tiempo.
—En nuestro caso no fue tanto tiempo al común, pero es importante que sepan que es más rápido que el proceso legal que ustedes proponen.
Si, Noah sabía que era un método más rápido al que tenían previsto, aunque la idea de dejar un matrimonio por otro no lo terminaba de convencer, no porque no amara con Demian con su alma o porque no estuviera dispuesto a casarse, sino porque apenas tenía veintiún años.
—Noah y yo hablamos sobre eso en el tiempo que estuvimos ausentes—Demian lo regresó a la realidad con aquella voz tan dulce y masculina que le encantaba—Más que poder estar juntos quiero que Noah pueda ser libre de ese contrato, de los abusos de su hogar y de la familia Ivanov, lo cual es algo que una protesta no puede garantizar al cien por ciento.
—Tienes razón—respondió Maya, orgullosa de que su hijo defendiera a su pareja y se mostrara como un adulto—Además son muy jóvenes para casarse, primero deben de terminar tus estudios y después hablaremos de una boda cuando haya pasado todo esto—bebió su café nuevamente.
—Podemos decir que la protesta es nuestro último recurso—comentó Noah también queriendo dar de su parte—Prometo no ser una carga, ayudaré a Demian en todo lo que pueda y seré un miembro importante de esta familia—alzó la vista con confianza y un brillo en los ojos que ambas mujeres reconocieron como valor.
—Il mio bellissimo bambino—comentó con dulzura Amber en su idioma natal, poniéndose de pie hasta llegar a Noah para poder abrazarlo—Tú ya eres de la familia—besó incontables beses el rostro del omega menor, haciendo que el rubio se sonrojara ante tal muestra de afecto—Y algo que debes de saber de nuestra familia es que no nos damos por vencidos tan fácil.
Eso era verdad. Noah recordó como Demian nunca se había dado por vencido con él, aun cuando se había enterado por su propia cuenta de su matrimonio arreglado, aun cuando le contó sobre las atrocidades que había vivido y las decisiones que había tomado, el alfa nunca lo abandonó ni se dio por vencido. Noah supo entonces que las cosas estarían bien, aun con su sangre en su contra, y tenía a una familia que lo apoyaría en todo, pero mientras, necesitaba hacer una llamada.
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
—La 'P' con la 'E'...—hablaba lentamente Ellio en la enorme mesa del comedor junto a Brook, la cual, estaba testaruda a no hacer la tarea que le habían encargado.
—P...—comenzó a pronunciar—¡Pe! —terminó pronunciando ganándose un aplauso por parte de Ellio.
—¡Muy bien! —alzó la mano para que su hija terminara chocando los cinco en modo de celebración—Solo tomó media hora, pero vas muy bien—suspiró recargándose en la mesa mientras continuaba dibujando las silabas para que su hija pudiera terminar su tarea—Ahora, la 'L' con la 'O'...
—¡Lo! —exclamó igual señalado los recortes que estaban en su cuaderno.
—¡Excelente! —acaricio el cabello rubio de su cachorra y siguió señalando las vocales para que ella continuara—Ahora regreso, tú sigue con lo demás—besó la mejilla de la niña y caminó hasta el otro extremo de la mesa en donde Dylan y Connor estaban jugando con bolitas de papel—Déjenme ver—comentó con un tono más serio al que utilizaba con su hija mejor, pero al ser dos niños traviesos debía de ser más estricto—¿Seguros que estas fracciones están bien?
—No—contestó Connor honestamente.
—¡No entendemos! —se quejó Dylan recargándose en la silla y pateando la mesa con sus cortas piernas, a lo cual Ellio regañó con la mirada haciendo que se detuviera al instante.
—Si entienden, son mis hijos, ambos son inteligentes por naturaleza—regañó regresando los cuadernos a la mesa para continuaran haciendo sus ejercicios.
—¿No podrías explicar mamá? —comentó Connor con un tono entre suplicante y agobiado, realmente no entendía nada de lo que estaba en el cuaderno.
—No, esperen a su padre—contestó saliendo del comedor con la mínima idea de cómo resolver esas endemoniadas fracciones.
Los días en el hogar eran un caos, aunque se había alejado del trabajo aún debía de seguir cuidando a sus hijos, tomar sus medicamentos y producir alimento para los dos gemelos en su vientre y el pequeño Zaid que seguía aferrado a su pecho. Aun así, no podía odiarlo, él mismo había traído al mundo a cada uno de sus hijos, por lo que pasar tiempo con ellos era una bella agonía.
Atacó el refrigerador en búsqueda un par de golosinas, pese a que el embarazo aún estaba en su primera etapa los antojos por cosas dulces comenzaban a manifestarse, aunque tras terminarse un par de chocolates su atención se dirigió a su teléfono móvil.
—¿Desconocido? —leyó en la pantalla del aparato. Estuvo a punto de colgar, pero una corazonada le dijo que debía de contestar—¿Aló? —se llevó el celular a su oído para poder escuchar del otro extremo la voz que pensó no volver a escuchar en mucho tiempo—¿N-Noah?
─── ❝ Fire on fire ❞ ───
Lamento mucho tardar en actualizar ajajaja, lo bueno es que nuestros bebés ya con todo contra todos, y créanme, si piensan que hasta ahora hay drama, no saben lo que les espera.
Se suponía que este capítulo iba a tener más escenas deliciosas, sin embargo, no las vi del todo necesarias, aunque les prometo que ese par de puertos no podrán mantener tanto tiempo las manos quietas, tengan por seguro que junto al drama se vienen escenas cochinotas.
En fin, estamos en el tercer arco de la historia, en este se cerrará todo, hablaremos sobre Milo, el matrimonio arreglado, el embarazo de Ellio, Liam Thatcher y personajes del pasado. No me quiero ir sin antes agradecer por todo lo que han hecho con esta historia, gracias por sus comentarios y paciencia, espero de alguna forma poder redactar a la altura.
Sin más que decir, muchas gracias y espero tener el siguiente capítulo dentro de pronto.
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