Capítulo 28
┏━━━━━━━━━━━━┓
Fire on fire
┗━━━━━━━━━━━━┛
Uno pensaría que un adolescente de dieciséis años no podría hacerle frente a la vida, pero Noah había aprendido a hacerlo, Ellio le había enseñado la mejor forma de hacerlo, sin embargo, había noches en donde su joven cuerpo le fallaba contra los enormes alfas que lo acorralaban en los callejones.
Los tacones no habían sido hechos para correr, por lo que Noah no tardó en verse prisionero en un callejón de un grupo de alfas de apariencia no muy amable.
—Vaya, vaya, pero si se trata de la zorra de Ellio—comentó uno de los alfas acariciando el pálido rostro de Noah, quien no se permitía influir por las asquerosas palabras de ese extraño—Te habíamos perdido la pista, maldito omega.
—Oiga jefe, no es Ellio, es una puta diferente—mencionó otro de los secuaces mientras reía descaradamente. No era la primera vez que lo confundían con Ellio, la única diferencia era el cabello negro de Noah.
—Oh, pero se parece demasiado—río para sí mismo acercándose al rostro del omega—Dime hermoso, ¿cuánto cobras por chupármela?
Noah sonrió de lado, no tenía por qué sentir miedo o vergüenza por lo que le estaban diciendo esos tipos, él sólo podía defenderse y coger con el que se le diera la gana, no con el primero que se le pusiera en frente y lo amenazara.
—No te gustará el precio—sonrió arisco acercándose al alfa—Un omega de cuarta de cobraría cinco dólares y terminarías con tu pene mutilado—narró provocando una expresión rostro de repudio en el rostro del alfa—Yo por otro lado puedo hacerte sentir una descarga eléctrica con solo presionar el botón correcto—dijo con voz melodiosa y se acercó despacio al oído del alfa para susurrar lujuriosamente—Sígueme...
El hombre se quedó quieto y visualizó como Noah se retiraba tranquilamente del callejón con un contoneo sutil pero seductor de sus caderas. Ordenó a su séquito a quedarse ahí mientras él seguía como perro faldero al hermoso omega. Noah lo encaminó hasta un edificio abandonado que apenas y tenía luz, una vez solos no lo pensó dos veces para atacar la boca del alfa, sabía a cerveza y cigarros, pero eso no detuvo a Noah y siguió besándolo a su gusto, de la forma en la que él lo disfrutará, sin importarme que el sujeto metiera su asquerosa y rasposa mano en el pequeño y apretado short que cubría a escasas penas los glúteos de omega.
Noah dejó salir intencionalmente sus feromonas, las suficientes para calentar al alfa. Seguido de eso, el alfa lo tomó a la fuerza y azotó contra la pared desnuda y sin permiso le bajó la ropa inferior al omega, pero eso a Noah no le molestó.
—Oh, espera—comentó Noah suspirando con excitación—Primero ponte el condón—pidió con voz melosa, recargándose pasivamente contra la áspera pared para deleitar al alfa con sus hermosos atributos. El alfa sólo miró a Noah y soltó una carcajada antes de tomarlo por la fuerza y alinearse entre sus piernas.
—Un omega como tu sólo debe de preocuparse por tener mi verga dentro—comentó tomando a Noah por la fuerza para besarlo, pero el omega no era un tonto, por lo que mordió la lengua del sujeto haciéndolo gritar escandalosamente.
Al instante el alfa lo soltó y fue ese mismo instante en donde Noah levantó sus prendas para colocarlas nuevamente para tapar su desnudez. Se irguió y escupió con asco la sangre que se había colado en su boca.
—Gracias, pero no quiero tus ETS, querido—comentó caminando hasta la salida del edificio, pero el alfa estaba enfadado y tomó a Noah nuevamente contra otra de las paredes—¡Suéltame!
—¡No quieras amenazarme, pequeña puta! —gruñó sacando una pequeña navaja de su pantalón—¡Voy a cortarte tu pequeña garganta, voy a dejar que te desangres y cuando estes muerto voy a follarte hasta que me aburra!
—¡Dije que me sueltes! —exigió con una confianza que terminó de irritar al sujeto.
Justo cuando iba a cortar la blanca piel de Noah, el omega sacó de sus medias un cilindro que parecía ser un labial. Fueron pocos los segundos que pudo usar Noah para quitar la tapa y presionar un botón que liberó una descarga eléctrica contra el hombre. El sonido de la electricidad resonó en el edificio, el cuerpo del hombre se convulsionó y por inercia soltó el cuchillo y cayó al suelo por el dolor. Noah aprovechó esa oportunidad para escapar.
Corrió tanto como sus incómodos tacones le permitieron y volvió a la calle principal en donde se encontraban los burdeles, casinos y antros. Detuvo su velocidad tratando de calmarse un poco, miraba a todas partes tratando de estar alerta por si el hombre volvía a salir, sin embargo, su caminar se vio entorpecido y chocó con un beta más alto que él.
—¡Mira por dónde caminas, imbécil! —exclamó Noah con una voz nerviosa, por un momento pensó que se trataba de uno de los maleantes.
—El jefe te busca—mencionó el beta en un tono serio.
—¿Jeje? —preguntó fastidiado de los hombres de esa noche, por alguna razón todos solo eran una bola de inútiles.
—El señor Dimitri Harrison—aclaró—Le tiene un regalo especial.
—¡Mira! —habló en un tono lleno de coraje, su paciencia se había esfumado—¡Dile a tu jefe que puede meterse su regalo por el cul...!
—¡Ahí está el maldito! —se pudo escuchar a lo lejos la voz del alfa siendo acompañado esta vez por su grupo.
Noah ni siquiera pudo mirar atrás cuando el beta lo tomó del hombro y lo hizo caminar rápidamente hasta un auto estacionado en una de las esquinas de la calle. Por más que corrieron los otros sujetos, no pudieron evitar quedarse atrás una vez el auto arrancó y se alejó con destino a la casa de Dimitri.
—¡Esto es secuestro! —habló Noah desde el asiento trasero—¡Estás secuestrando a un menor de edad! —indagó asomándose hasta el asiento del conductor—¡No necesito de la ayuda de Dimitri, no quiero verlo, no quiero saber de él y no ocupo que me saque de aprietos! —habló escandalosamente, pero el beta ni lo volteó a ver—¡Estaba muy feliz corriendo por mi vida, te exijo que detengas el auto!
—Yo solo sigo las órdenes del señor Harrison, si quiere salir pude abrir la puerta y saltar cuando quiera—comentó el beta sin perder la vista del camino, simplemente escuchó a Noah blufear de irritación y un ruido sordo proveniente de Noah recostado a lo largo del asiento trasero. No podía usar su teaser contra el chofer, lo más probable es que eso solo provocaría que el auto perdiera el control y chocaran, por lo que decidió quedarse callado en su lugar,
El omega sabía que no debía meterse en problemas, pero siempre parecía que los problemas lo buscaban a él.
┏━━━━━━━━━━━━┓
Fire on fire
┗━━━━━━━━━━━━┛
Habían pasado casi media hora en el auto, Noah sólo podía ver la oscuridad de la carretera sin luces de la ciudad con la esperanza de que un tráiler a toda velocidad los chocara y terminara con su pesadilla. Extrañamente Noah no le temía a la muerte, en muchas ocasiones la añoraba con necesidad, pero su fantasía de paz no se vio cumplida cuando llegaron a una villa repleta de árboles que no dejaban ver la residencia Harrison, tuvieron que esperar a que una enorme reja de metal diera paso al auto, después de ahí se hicieron otros largos minutos de recorrido para llegar hasta el jardín principal de la enorme casa.
Finalmente, la puerta fue abierta y Noah bajó sin la intención de escapar, tenía claro que no había a donde huir, no iba a llegar a casa caminando, aunque le tomaran días, así que prefirió seguir adelante.
—Joven Miller, buenas noches—se acercó un hombre beta de traje y cabello canoso—El señor Harrison lo espera en la terraza, sígame por favor.
—Aich—se quejó caminando detrás del hombre.
Entró a la casa sin dejarse impresionar por la decoración costosa y cuadros que desbordaba un fetichismo por los desnudos y la sangre, pero Noah decidió no hacer caso a esas pinturas y seguir por su camino. El mayordomo lo encaminó hasta lo que parecían ser unas escaleras, pero cuando Noah estaba a punto de subir el hombre le pidió que lo siguiera hasta unas puertas de metal incrustadas en las paredes, o eso parecía hasta que el señor oprimió un botón y se abrió un extravagante ascensor. A Noah no terminaba de sorprender cuán narcisista podía llegar a ser un alfa con tal de follarse a un omega, pero siguió las reglas de Dimitri y subió por el ascensor hasta llegar a la bendita terraza, donde se encontraba el alfa sentado en una mesa de mantel blanco con platos vacíos y un par de copas de vidrio
—El joven Miller, señor—anunció el mayordomo una vez salieron del elevador.
—Gracias, puedes retirarte—habló el alfa poniéndose de pie para recibir al omega.
Una vez solos, Dimitri se acercó a Noah y extendió su mano para encaminarlo, pero el omega lo dejó ahí y se sentó por su cuenta en la ridícula mesa que daba la vista hacia los acres que rodeaban la residencia.
—Espero que hayas pasado una agradable noche—mencionó el mayor tomando asiento frente a Noah—¿Gustas? —preguntó tomando la botella de vidrio y vertiendo en una de las copas—Es una sidra muy deliciosa que contiene poco alcohol, no quisiera meterme en problemas por embriagar a un menor de edad.
—Un comentario muy hipócrita teniendo en cuenta que preparaste todo este circo esperando que yo acepte follar contigo—comentó el omega sin dejarse manipular por el alfa—Y para tu información no tuve una agradable noche, un idiota trató de golpearme, después violarme, después me secuestraron y ahora tratan de emborracharme para después atarme y azotarme para complacer a un viejo fetichista que se cree lo suficientemente pelotudo para que todos hagan lo que se le antoje—remató tomando una de las copas para beber, se deleitó con el dulce y burbujeante sabor de la bebida que le fue inevitable relajarse por lo deliciosa que estaba—Pero para tu suerte la sidra está rica.
—Te sorprendería las veces que tengo que recordarme el no subestimarte—bebió también de su propia copa—Lamento que hayas pasado una terrible noche, no me puedo imaginar lo horrible que...
—¡No, claro que no te lo puedes imaginar! —encaró dejando de lado la bebida—¿Qué quieres ahora? —preguntó defensivo mirando esos ojos penetrantes azules.
—Compartir una cena contigo—comentó sacando su teléfono y mandó un mensaje rápido para que llevaran hasta la mesa la comida—¿Porque siempre tienes que enojarte por todo lo que digo?
—Porque no tienes idea por lo que he pasado—contestó molesto—Primero me citas a tu estúpida oficina rodeado de omegas como si fueran tus perros, luego esa estúpida propuesta de coger a cambio de seguridad, y ahora me traes como si nada para según invitarme una cena—rió sarcástico por la última parte—¿Que tan estúpido piensas que soy? ¡He vivido más atrocidades a mis dieciséis años que tú a tus cincuenta años de edad! —exclamó sin titubear ni un solo segundo—¿Quieres saber por qué siempre estoy enojado con lo que dices? Porque un alfa como tú nunca sabrá lo que es vivir un infierno por el simple hecho de nacer alfa, en cambio, los omegas solo nos quedamos con toda la mierda del mundo, y tipos como tu piensan que serán nuestros salvadores por el simple hecho de pagar nuestras cogidas o casarse con nosotros.
Dimitri se quedó helado, simplemente no podía contestar ante tan buen argumento. Noah tenía sus razones para odiarlo por ser alfa, sin embargo, Dimitri nunca permitiría que esa razón fuera suficiente para ganarse el genuino odio del omega.
Pudieron seguir con la discusión, pero la cena hizo su entrada triunfal por el ascensor. La servidumbre de Dimitri se encargó de servir todo en los respectivos platos para marcharse en silencio, pero ni así Noah quiso ver el rostro de Dimitri.
—¿Eso era todo? —preguntó Noah empujando el plato lejos sin la intención de comerlo—Si eso es todo, dile a tu chofer que me lleve a mi casa para que mi madre termine de golpearme, o si prefieres encarcelarme en tu habitación sádica y hazlo tú mismo, pero no esperes que mi idea sobre ti cambie.
—Noah...—quiso acercarse a él y acariciar ese rostro afligido, pero Noah fue más rápido y acercó el teaser sin llegar a tocarlo—Wooh...
—¿Eso era todo? —volvió a preguntar sin dejar de presionar el botón que lanzaba una descarga eléctrica.
Dimitri se quedó observando al omega, quiso ver más allá de esos ojos marrones, pero Noah no era alguien fácil de leer, sabía cómo guardarse sus secretos y eso le terminó gustando al alfa.
—Veo que te puedes defender solo—sonrió sin bajar la guardia ante la amenazante descarga eléctrica que tenía frente a él—¿Tantas ganas tienes de irte?
—¿Por qué no te acercas y lo averiguamos? —amenazó acercándose más al cuerpo del alfa, quien no movió ni un solo músculo, sino que miró entretenido las chispas que salían del teaser.
—Te llevaré a tu casa y me aseguraré de que tu madre no te muela a golpes, pero solo si bajas esa cosa, comes tu cena y esperas por tu sorpresa—pidió sin perder la calma, lo cual era normal teniendo en cuenta la edad del hombre—Tienes razón, tal vez tu idea sobre los alfas no llegue a cambiar, pero no es mi intención cambiarla.
—No, tu intención es llevarme a tu cama—soltó agresivamente sin dejar de oprimir el botón.
—¿Por qué no te acercas y lo averiguamos? —preguntó acercándose con cautela hacia Noah, tomó la muñeca contraria y dejó el teaser sobre la mesa—Sigues vivo—comentó haciendo enfurecer al omega—Come, te enseñaré tu sorpresa y te llevaré a casa.
—Ja—rió sarcástico—Piensas que soy un niño.
—Deja de actuar como uno y te trataré como lo que eres.
—¿Cómo? —preguntó tomando el teaser para guardarlo debajo de su ropa—¿Un omega que nació para chuparte la verga?
—Un ser libre y soberano de su propia vida—comentó tomando de la bebida de bebiendo de ella suavemente—Insisto, por favor come.
Noah no insistió y dejó que Dimitri tuviera la última palabra, pero no por eso dejaba de considerarlo como un alfa que lo vendería por piezas al mercado negro en el primer intento que tuviera.
La cena no pasó sin pena ni gloria, solo en un tortuoso y aburrido silencio en donde ninguno quiso dar pie a una nueva charla conversacional. Noah quería comerse las deliciosas y finas carnes sobre su plato para salir con dignidad de ese lugar, pero una vez terminaron Dimitri extendió su mano para guiar a Noah dentro de la casa.
—Después de ti...—señaló a una puerta de color blanco en pleno pasillo, algo que le pareció un cliché y una escena repetida para Noah.
—¿Y entrar a tu parque de juegos? —bromeó—No gracias, quédate con tu puta sorpresa.
—Te va a encantar—advirtió dándose la libertad de tomar la mano de Noah, pero este la retiró rápidamente.
—¿Qué sino? —preguntó embustero.
—Lo puedes tirar a la basura o venderlo, hagas lo que hagas con él no tendré problemas porque en el momento en que entraste a mi auto ya era tuyo—habló calmadamente dejando a la voluntad de Noah la decisión de abrir o no la puerta.
Pero el joven Noah Miller no era tan titubeante como Dimitri lo llegaba a pensar, así que con el propósito de salir rápidamente de esa tortura abrió la puerta y se adentró a la habitación, en donde no se encontró con ningún tipo de juego sádico, sino con un tubo para pole dance anclado al techo y suelo, con luces led iluminando la habitación en un tono erótico y con sutil música que calentaba el ambiente.
—Oh, mierda...—rió Noah al tocar el frío del metal y dar una vuelta al sentir como el tubo giraba a su compás—¿Compraste esto solo para mí?—rió burló subiendo un poco al subir sin llegar a rebasar la altura de Dimitri, quien se había acercado un poco a él.
—¿Te gusta?
—Me sigue sorprendiendo cómo gastas tu dinero—contestó abrazando el tubo con sus piernas y soltándose de las manos sin llegar a caer, sus piernas lo sujetaban perfectamente—¿Qué esperas ganar con esto? —como siempre, Noah nunca contestaba a las preguntas de Dimitri, pero si cuestionaba todo lo que el alfa hacía.
—Hacerte feliz—respondió tomando el tubo al mismo tiempo, pero Noah no quiso ver al alfa así que subió hasta arriba—Ten cuidado, aún no hay un contrato que me haga responsable de ti.
—¿Hablas del contrato para follar o piensas adoptarme? —preguntó burló estirando ambas piernas de forma horizontal frente al tubo, apretando fuertemente el metal con sus muslos comenzó a encorvar su espalda hacia abajo quedando a la altura del alfa.
Dimitri se sorprendió por la fuerza y elasticidad del omega, sin duda había hecho una buena elección de su regalo. Cuando Noah quedó boca abajo su rostro quedó a la altura de la de Dimitri, algo que lo hizo sonreír.
—Por eso me encantas Noah—se acercó al rostro del omega viendo a esos ojos marrones y rostro que poco a poco se tornaba un poco rojo, pero eso se le atribuía a la sangre que llegaba a la cabeza de Noah—Eres precioso, no puedo dejar de ver la elegancia con la que tu cuerpo se mueve, estoy ante la persona más bella del universo y eso cualquiera lo puede notar.
—¿Halagando? —se burló regresando a la posición inicial en donde sus piernas estaban extendidas, pero en esta ocasión abrazó el tubo con el interior de su pierna derecha y dejó su cuerpo colgar estirando su pierna faltante para que quedara en el aire, quedando de cabeza una vez más, pero en una posición diferente—¿Qué tanto vas a suplicar para tenerme en tu puta cama?
—Yo no suplico—observó como Noah cambiaba de piernas poco a poco haciendo bajar su cuerpo con cada cambio de pierna que se abrazaba al frío metal—Ni siquiera tienes que meterte a mi cama—ese comentario llamó la atención de Noah, quien ante eso regresó una vez más a su horma horizontal y apretó sus pantorrillas en el tubo para alcanzar una mayor altura, una vez arriba, en el punto más alto, miró a Dimitri con curiosidad—Cierto, añoro tu cuerpo con una lujuria sádica, pero estas noches en donde puedo observarte me bastan para complacerme.
—¿Y para eso el tubo?
—Es un regalo—sonrió el alfa viendo como el omega bajaba dando vueltas en la barra, una vez tocó el suelo, fue el turno de Noah mirar hacia arriba para ver al alfa—A partir de hoy cada vez que salgas a ese barrio uno de mis hombres te estará cuidado, si es muy tarde, si no quieres volver a tu casa o si quieres hacer pole dance sin tener billetes en tu ropa interior puedes venir.
—¿Eso es todo?
—He contestado a cada una de tus preguntas, lo mínimo que puedes hacer es confiar en mis respuestas.
—No quiero a un acosador que me vea vender las nalgas cada vez que salgo, puedo protegerme yo mismo, lo he hecho desde que tengo doce años.
—Demasiado tarde para eso, veo que hoy no te funcionó estar solo cuando esos desgraciados te querían violar, ¿qué hubiera pasado si mi guardaespaldas no te hubiera traído? —encaró haciendo molestar a Noah, quien dio un paso hacia atrás—No te estoy preguntando nada, simplemente me preocupo por tu seguridad y te estoy brindando un lugar seguro.
—Estas marcando a tu ganado—se burló abrazándose a sí mismo—Jódete Dimitri, llévame a mi puta casa—ordenó caminando fueras de la habitación, pero antes de eso el alfa lo tomó de las muñecas, las colocó detrás de la espalda del omega y lo estampó contra una de las paredes más cercanas—¿¡Que haces maldito!?, ¡Suéltame, desgraciado hijo de puta!
—Adelante, usa tu teaser—se burló haciendo fuerza contra el cuerpo de Noah, evitando que este se moviera y solo pudiera gruñir—Defiéndete, así como te defendiste de esos desgraciados.
—¡Dimitri, hijo de perra!
—Hazlo Noah—musitó olfateando el oscuro cabello del omega—Si lo haces te daré un premio—Noah no lo vio, pero pudo jurar que el alfa detrás de él sonreía maliciosamente.
—¡Suéltame desgraciado hijo perra, mal parido, desgraciado, maldito come pijas! —exclamó Noah forcejeando para zafarse del agarre del alfa, pero lo único que hacía era cansarse poco a poco.
—Ni siquiera sé porque peleas—suspiró sin dejar de aplicar fuerza en las muñecas de Noah—Puedo satisfacerte, puedo darte todo lo que deseas a cambio de que seas solo mío.
—¡Si ese es el puto problema! —rabió intentando separar su pecho de la pared en donde Dimitri lo tenía prisionero—¡Todos los malditos alfas creen que pueden tenerme, creen que con unos sucios y malditos billetes me llevarán a sus camas y que por eso les debo la vida, pero solo son unos enfermos que piensan que por ser alfas y tener dinero pueden ser dueños de lo que quieran!
—Quiero protegerte, solo mírate—habló con un tono burlón mientras observaba como debajo de él Noah forcejeaba sin esperanzas de escapar. Y hasta cierto punto Noah sabía que no iba a poder escapar fácilmente, no cuando tenía a un hombre de treinta y siete años que lo apretaba con tanta fuerza y lo sometía ante esa voluntad—No digo que seas frágil o inútil, pero si estás desprotegido. Yo puedo cuidarte, puedo hacer que todos los jodidos alfas que vayan a ese club rueguen por ti, se inclinen para poder ser pisoteados y humillados de la misma forma que tú quieres que lo haga contigo—susurró acercándose a la ojera ya roja de Noah.
Algo que reconocía el omega era que la voz de Dimitri era muy sexy, podía prenderlo con solo escuchar esa voz grave y seductora, aunque no lo reconocería en voz alta tan fácilmente.
—No es cierto—musitó el menor dejando de pelear poco a poco—No disfruto ser pisoteado y humillado, de hacerlo preferiría quedarme en mi casa siendo golpeado por mi madre o violado por mi futuro suegro, que estar aquí contigo siendo azotado y amarrado para satisfacer tus fetiches.
—Eso es porque aún no los pruebas—olfateo la cabellera sedosa de Noah, haciendo suspirar al menos—Si no quieres mi dinero y mi protección está bien, pero cuando hablamos de sexo, tú y yo sabemos que podemos ser muy exigentes cuando hablamos de parejas.
—Me basta con que se pongan un condón en la polla—gruñó tratando de no dejarse llevar por la voz del alfa y su mano, ahora libre, que lo tomaba de la garganta como si se le fuera a arrancar.
—Te enseñaré a subir esos estándares—apretó sutilmente el cuello de Noah, haciéndolo temblar—Puedo enseñarte cómo funciona tu cuerpo, hacer que esta boquita tuya haga maravillas—suspiró cuando sus dedos tocaron el filo de los carnosos labios del menor—Puedo hacerte llegar a unos orgasmos tan buenos con solo tu respiración—volvió a apretar el cuello de Noah, pero sin llegar a lastimarlo—Y aquí...
—¡Aah! —gimió tras sentir como Dimitri masajeaba uno de sus pechos a través de la tela.
—Si te estimulo lo suficiente puedo hacer que saques leche sin la necesidad de preñarte—sonrió ante la reacción tan linda que había tenido el chico debajo de él. Simplemente no pudo evitarlo y besó la mejilla de Noah al mismo tiempo que su pierna separaba las de Noah, abriéndolo en un compás y dejando el rostro del menor contra la fría pared, en consecuencia, el trasero de Noah quedó al aire—¿No te parece perfecto? —sonrió sin dejar de sostener ambas manos de Noah—¿No te mueres por probarlo? —preguntó haciendo estremecer el pequeño cuerpo debajo de él cuando se precipitó a acariciar las redondas nalgas del omega.
Noah no sabía dónde tenía la cabeza, no podía ver algo que no fuera el suelo o la pared en la que su rostro estaba estampado, no podía dejar de temblar, la respiración de Dimitri sobre él no excitaba de una forma extraña, como si su cuerpo realmente quisiera ser mancillado por aquel hombre antes que hacer caso a su razón y no involucrarse con él.
—S-Suéltame...—murmuró balanceando sus caderas inconscientemente.
—Suéltate—se burló mientras su mano libre apretaba fuertemente la carne de Noah—Te invito a probar que tan fuerte eres—sin más, alzó su mano y la impactó contra la nalga de Noah. No pudo ser una vista más hermosa ver como la carne de Noah rebotaba ante el impacto y se tornaba de un precioso color carmesí.
—¡Aaah! —gimió ante la repentina sorpresa y el exquisito ardor que irradiaba de su piel. No supo cómo, pero terminó mojando su ropa interior—D-Dimitri, tu maldito bastar... ¡Aah... ah...! —la voz de Noah tembló, ni siquiera pudo terminar de quejarse ni de maldecir al alfa cuando la mano de Dimitri impactó nuevamente contra su piel—¡Hugh...uh! ¡Ah!
—Me encantas Noah—sonrió acariciando nuevamente la recién lastimada nalga del omega, sintiendo al mismo tiempo el ardor de su mano y el placer de verlo sonrojado que se encontraba el omega.
—Mmm también me encanta...—murmuró Noah, pero en un tono que llamó la atención del alfa—Suéltame, quiero que me toques como se debe—sonrió sofocado por la presencia dominante de Dimitri.
—¿Soltarte?—se rió sutilmente—¿Y después qué, vamos a follar en el suelo como animales o me vas a electrocutar por la espalda?—preguntó inclinándose un poco hasta llegar a la nuca de Noah, quien se estremeció tras sentir un beso en donde se suponía debía de estar la marca de un futuro alfa, pero Dimitri no quería marcar y reclamar a Noah como su pareja, solo hacerle saber que no caería en sus juegos—Además, se nota que disfrutas el dolor tanto como yo—masculló besando la clavícula contraria y permitiéndose morder la piel de Noah.
—¡Aghh! —gimoteo de dolor y placer. Noah nunca había probado ese tipo de goce al estar en la manos de un experimentado alfa—S-Si te asusta...—trató de hablar sin que su cuerpo temblara por lo embelesado que se encontraba—¡Ooh... Uggh...!—gimoteó tras sentir como el alfa tomaba el diminuto short negro y lo estiraba para dejar una mejor vista de las redondas pompas ya rojas del omega—¡Dimitri!—se apresuró a llamarlo con un tono de voz más meloso—Si te asusta que te electrocute, solo toma el teaser de mis medias y fóllame...—habló en un tono de voz tan pasivo y encantador que fue imposible para el alfa resistirse—Estoy listo, cómeme...
—No hay vuelta atrás Noah—acercó peligrosamente su pelvis hacia el trasero descubierto del omega y enmarcó entre ellas su ya erecto pene, permitiendo apretar nuevamente rosadas posaderas del omega—Te va a encantar tanto que no querrás...
—¿Quieres meterme la verga en el culo o recitar la oratoria de Martin Luther King? —encaró sin llegar a mirar a los ojos del alfa ya que aún estaba recargado en la pared—¡Vamos!, llévame al maldito cuarto rojo, átame con unas esposas, párteme en dos o sácame mis tripas, lo que sea que hagas en ese lugar.
—¿Siempre cambias de opinión tan rápido? —preguntó agachando su cuerpo para morder el glúteo izquierdo el joven, sacándole un dulce grito tras sentir el ardor que le había ocasionado el alfa.
—M-Más abajo—gimió dolorosamente mientras salivaba por el placer de sentir la respiración de Dimitri cerca de su agujero—Por favor, más abajo... Daddy.
—Good boy—jadeo Dimitri fascinado por la nueva actitud del omega.
Se permitió obedecer al joven por solo esa ocasión, ya lo tenía a su merced, solo era cuestión de que probara de lo que un hombre como él podía hacer. Noah solo podía gemir y temblar al sentir la respiración del alfa chocar con su profundidad.
—¡Mmph! —contuvo un gemido al sentir como el alfa volvía a morder sus carnosas nalgas.
Pero no era culpa de Dimitri sentir una excitante y bochornosa atracción por Noah y ese sensual trasero que se meneaba seductoramente, tentando su autocontrol. Por donde el alfa lo viera, Noah era pura perfección, un hermoso y caliente pedazo de carne que desbordaba lujuria. Dimitri nunca se había inclinado a nadie, mucho menos a un omega, pero esa noche lo hizo gustoso al ver la rosada entrada de Noah ya mojada y dilatada para él. Su respiración se agitó y babeó ante esa hermosa vista al descubierto. Lo deseaba con locura.
—Por favor Daddy...—musitó Noah bajando más su pecho y dejando al aire su trasero, gimiendo con una voz desesperada y jadeante, como si cada minuto en donde Dimitri no usurpara su apretada entrada se tratará de un infierno—¡Aah, Daddy! —jadeó crispándose al sentir como la húmeda lengua de Dimitri se adentraba en su cuerpo.
—Pero que agujero tan caliente tienes, Little boy—jadeó permitiéndote ver la dilatada entrada que había estado saboreando, y que, al mismo tiempo, no pudo evitar volver a degustar con desespero.
—¡Oh... fuck...! —gimió estremeciendo su cuerpo al grado de que sus piernas temblaron. Por alguna razón las cosas con Dimitri se sentían diferente, pero aún no sabía si de una buena o mala manera.
A medida que el alfa saboreaba los fluidos que lubricaban la entrada del omega y saboreaba el interior de esta, pudo jurar escuchar la voz de un ángel, pero solo se trataba de la aterciopelada y melosa voz de Noah que volvía loco a Dimitri.
—Solo mírate...—murmuró Dimitri ya con sus labios rojos por la intensidad que había usado al saborear ese húmedo trasero—Que hermoso desastre eres—suspiró al ponerse de pie y visualizar en todo su esplendor las nalgas rojas llenas de chupetones y mordidas que mancillaban sublimemente la blanca piel del niño frente a él.
Noah finalmente pudo ponerse firme y enfrentar al rostro a Dimitri, la parte inferior de su cuerpo se encontraba desnuda y bañada en fluidos tanto propios como del alfa, pero eso no le importaba a Noah. Había surgido un cambio en la promesa que le había hecho a Milo, tal vez se podía permitir jugar un poco con el alfa y salir con dignidad de ese lugar.
—Entonces...—caminó hasta llegar frente a Dimitri—¿El chofer, la cena y el tubo fueron solo para poder chuparme el culo? —se rió a medida que se ponía de puntitas para abrazar por el cuello al alfa—Deberías practicar tu técnica de seducción, ¿qué pasará el día que te guste un omega que sea piromaníaco?, ¿serías capaz de prender fuego a tu lujosa casa con tal de coger con él?
—No sabes de lo que soy capaz—musitó queriendo probar los labios del omega. Noah lo notó y se alejó antes de que esa fantasía se viera realidad.
—Muéstrame Daddy—musitó alejándose el alfa.
Tomó el short con el que había llegado y caminó sin pena ni pudor por el pasillo de la casa, algo que excitó demasiado al alfa. Era muy de noche, pero la servidumbre aún recorría los pasillos de su mansión preparándose para el día siguiente, obviamente notarían una presencia tan hermosa y sensual como la de Noah.
Celoso, salió de la habitación en dirección del omega, algo completamente nuevo para Dimitri, estaba acostumbrado a traer a omegas detrás de él a gatas sujetos en correas y arneses. Pero algo en ese omega lo seducía y despertaba sus instintos más primitivos.
Noah en realidad caminaba sin un rumbo exacto por el pasillo de la inmensa casa, solo con el fin de seguir seduciendo al alfa detrás de él con el contoneo de sus caderas. Poco a poco fue bajando, quitándose la prenda superior y dejándola en el suelo con una elegancia angelical. Dimitri sintió como su respiración era arrebatada por la hermosa silueta de Noah completamente desnudo frente a él.
El omega ni siquiera pudo exclamar un solo sonido cuando fue levantado por Dimitri y cargado sobre su hombro hacia la habitación. En el acto una risa se le salió a Noah, por lo que el alfa decidió castigarlo dándole una fuerte nalgada que hizo estremecer al omega. Simplemente era excitante sentir la mano fuerte y fuera de Dimitri mancillando su piel.
El recorrido terminó en la cama de Dimitri, dejando al omega caer contra el cómodo colchón, haciéndolo rebotar un par de veces en el acto. La hermosa sonrisa de Noah iluminaba la habitación al mismo tiempo que su pequeña risa al sentir la emoción del momento.
La hermosa y tentadora vista de las piernas de Noah siendo separadas al mismo tiempo que separaba sus nalgas fue suficiente para hacerlo perder la cordura.
—¡Ponte en cuatro! —gruñó el alfa quitándose su playera.
El omega pareció quedarse sordo porque solo pudo quedarse observando el endiosado cuerpo que tenía Dimitri. No podía creer que un alfa tan estúpido, egocéntrico e hijo de puta pudiera tener un cuerpo tan jodidamente bueno.
—Perdón, me perdí en el lavadero que tienes en lugar de abdomen—trató de no reír por lo estúpido que había sonado eso—¿Quieres cuatro qué? —preguntó ingenuo.
—A ti...—musitó con voz grave al mismo tiempo que tomaba el cuerpo de Noah y lo giraba sin el mayor esfuerzo.
Noah solo pudo sentir su pecho tocando la suave tela de las sábanas y como sus caderas eran alzadas por Dimitri. Se mantuvo tranquilo y sumiso al mismo tiempo que el alfa se encargaba de atar sus muñecas con un lazo.
—Que belleza—murmuró Dimitri al ver a Noah tan vulnerable, con el trasero tan rojo que parecía una manzana de la cual quería morder—Lo voy a meter...—anunció sacando su pene de su pantalón y colocando un preservativo transparente a la vez que se estimulaba ligeramente con la imagen del dilatado ano de Noah. Estaba listo para ser follado por él, y Dimitri iba a disfrutarlo demasiado—Si en algún momento sientes que es demasiado grita 'amarillo' y bajaré la intensidad, pero si quieres detenerte definitivamente grita 'rojo'
—Qué palabras de seguridad más aburridas y trilladas—bostezó al notar que el alfa se estaba tardando más de lo debido—Hay que cambiarlas—sonrió coqueto—'Watter' para bajar la intensidad y 'Fire' para que te detengas.
—Perdona, mi juego, mis reglas—anunció apretando las nalgas de Noah mientras alineaba su pene—Pero es algo que podemos discutir cuando firmes tu contrato.
—¿Contrato? —rió sin darle importancia la acción del alfa—Pensé que esta era tu metodología para negociar—habló con voz melosa mientras colocaba su cabeza en el colchón y dejaba que su cabello cayera sobre su rostro.
—Solo por hoy...
La primera embestida no se hizo esperar después de eso. Noah exclamó un fuerte y melodioso gemido que pudo escucharse hasta el final del pasillo. El grosor del alfa entraba y salía del omega con una rudeza que Noah desconocía, sin embargo, no le desagrada.
Sin dar tregua el hombre mayor continuó balanceando su pelvis contra el culo del omega, penetrando una y otra vez satisfaciéndose mutuamente. Las penetraciones se hicieron más placenteras cuando Dimitri bajó un poco su mano hasta llegar a la espalda baja de Noah y presionándolo contra el colchón, provocando que el hermoso cuerpo del joven hiciera un hermoso arco y al mismo tiempo su culo quedara a toda la disposición del alfa.
—¡Aah! —gemía Noah—¡Se siente tan rico! —suspiró excitado al sentir como la cama se movía al mismo tiempo que era penetrado—¡Aah... Dios santísimo! —gritó tras sentir como el pene de Dimitri lo golpeaba una y otra vez en su próstata—¡Ooh...!
Las cosas para Dimitri también se volvían más excitantes a medida que aceleraba la velocidad y profundidad de las embestidas. La forma en la que Noah se contraía y apretaba su pene dentro de él lo hacía enloquecer, ninguno de sus amantes había puesto tanta resistencia, por lo que el sexo con Noah se volvía más delicioso.
—¿Te gusta perrita? —preguntó Dimitri sin dejar de penetrar esa estrecha entrada que se mojaba a medida que su falo era introducido con mayor intensidad.
—¡Me encanta papi! —gimió encantado.
El sonido de sus pieles chocando entre ellas y de los fluidos que bajaban por la entrada del omega provocaban un ambiente más erótico. Estar debajo de un hombre como Dimitri era tan sofocante que Noah se estremecía al ser cubierto por la sombra contraria, su pecho subía y bajaba con una respiración jadeante sin llegar a controlar sus propios gemidos.
—¡Trágatelo perrita! —jadeo el alfa sin dejar de mover sus caderas—Disfruta de mi polla, siente como me encargo de abrirte como ningún otro alfa lo ha hecho...
—¡Mierda! ¡Aah...! —gimió sintiendo como una de las manos de Dimitri tocaba su uno de sus pezones—¡Ah...! ¡Si! ¡Justo ahí! —se estremeció al sentir la otra mano del alfa oprimiendo su orificio de la uretra, retrasando así su eyaculación.
—No olvides esta sensación—se acercó al oído de Noah y gimió a medida que se acercaba más al clímax—No olvides la forma en la que estoy entrando, la forma en la que te lleno, el dolor y el placer—su amo abandonó el pezón de Noah y sin previo aviso le proporcionó una nalgada que hizo gritar de placer al omega con una voz tan aguda que parecía el de una mujer—Agradéceme.
—¡Gracias Daddy! —mintió. Nunca se iba a permitir darle gracias a alguien como Dimitri, pero al menos estaba pasándola bien—¡Por favor Daddy, déjame montarte, quiero sentirlo más profundo!
Eso era poco usual cuando Dimitri entablaba relaciones sexuales, sus parejas siempre lloraban por que parara. Sabía que Noah era un adolescente hormonal que había sido obligado a comenzar una vida sexual, pero también sabía que no debía tratarlo como un recién nacido.
—Ven aquí—Dimitri lo tomó de los hombros y sentó sobre su entrepierna. Los gemidos de Noah no se hicieron esperar, había sido penetrado limpia y profundamente al grado que pudo sentir cómo el pene de Dimitri hacía presión sobre su estómago.
Se acomodó un poco y quedó frente a frente del alfa, se permitió respirar un par de veces para de la nada comenzar a subir y bajar su cuerpo sobre el enorme pedazo de carne que lo hacía temblar. Apretó más su interior para proporcionar placer al causante de sus escandalosos gemidos. Dimitri gruñó y con el fin de también hacer retorcer al omega comenzó a masturbar el rosado pene de Noah.
—¡Si! —jadeó moviendo sus caderas al compás de las de Dimitri. Rebotando una y otra vez sobre el pene del alfa, sin dejar de verlo a los ojos, robándole cada suspiro que su ronca y masculina voz exhalaba.
—¡Abre la boca! —ordenó con rudeza sin dejar de acelerar sus movimientos.
Noah obedeció con una sonrisa. En cuanto abrió la boca la lengua de Dimitri lo invadió y dio inicio a un desesperado y húmedo beso. Las lenguas de ambos de entrelazaban sin dar tregua a respirar, porque, ¿quién necesitaba aire cuando se estaban asfixiando en sexo?
—¡Aah... Daddy... se siente bien!
—¡Córrete! —exclamó desesperado. Dimitri era muy resistente, pero la estrechez de Noah lo estaba volviendo loco, contrario al omega que por más que fuera bruscamente penetrado y estimulado no mostraba indicios de estar a punto de venirse.
—¡Daddy! —expresó con voz melodiosa sin dejar de subir y bajar a su placer—¡Mis entrañas están palpitando, se siente increíble! —su voz pareció temblar un momento, pero simplemente se trataba de Noah disfrutando tener el control sin que el alfa se diera cuenta—¿Vas a llenarme papi, acaso quieres dejarme preñado?
—¿Q-Qué estupideces dices? —gruñó apretando más fuerte el pene de Noah, sacándole un delicioso gemido al omega, quien sonrió excitado ante esa acción. Dimitri ni siquiera sabía porque un chico de dieciséis años no se había corrido aún ante un hombre mayor como él, pero de algo estaba seguro, que pronto iba a correrse.
—¡Lléname Daddy! —clamó con pasión balanceando su pecho contra el de Dimitri, tumbándolo en el colchón y dejando a Noah sobre él montándolo descontroladamente—¡Aah..! ¡Ugh! Jaja—se carcajeó al mismo tiempo que sentía como Dimitri se hacía más grande en su interior.
—Mierda...—gruñó irritado por la sonrisa de Noah, odiaba la idea de que fuera él quien se estuviera corriendo en el interior del omega en lugar de ser ensuciado por el blanco elixir de niño sobre él.
—¡Oh...! —al sentir como Dimitri se corría dentro de él fingió un orgasmo seco, arqueando su espalda y cantando escandalosos gemidos que retumbaban en toda la habitación.
Noah cayó contra el pecho de Dimitri y trató de controlar su respiración. Apenas y había logrado sudar con todo el ajetreo, pero cuando levantó la mirada se encontró con el rostro lleno de placer del alfa, sus ojos seguían cerrados, como intentando controlar el nudo que apenas se estaba formando debajo de él. Cuando el bulto comenzó a formarse fue una señal para Noah de sacar el pene del alfa y abalanzarse para besarlo mientras seguía con la vista cubierta.
Dimitri solo pudo saborear los labios de Noah por un momento cuando sintió como el omega se ponía de pie, intentó sujetarlo para regresarlo a la cama, pero cuando menos se dio cuenta no podía mover sus manos.
—¿¡Qué carajos!?—expresó sorprendido de cómo sus manos se encontraban atadas al respaldo de su cama con el mismo lazo con el que había sujetado al omega. Se había cerciorado de que quedara inmóvil, sin embargo, Noah se movía con total libertad por toda la habitación.
—Oh, perdona que te atara sin tu permiso, 'daddy'—sonrió a lo lejos mientras buscaba por todos los cajones y gabinete que había en los muebles—No creas que no disfruté tu pene en mi culo, sino que sigo en pie con que odio que un bastardo como tu haga lo que le plazca—habló encontrando unas esposas en uno de los cajones.
—Como si no lo hubieras disfrutado—gruñó con el ceño fruncido mientras veía observaba como el omega se acercaba para colocarle unas esposas como un doble seguro para que no se liberara.
—¿Oh, te refieres a mis gemidos? —preguntó tomando el rostro de Dimitri—¡Más daddy... quiero que me llenes con tu enorme y gruesa verga! —exclamó con el mismo tono de voz lujurioso y libidinoso que había usado momentos antes—¿Te gusta? —rió sutilmente—Ellio me enseñó a fingir gemidos y orgasmos secos.
—¡Maldito mocoso! —trató de levantarse, pero solo logró sentarse en la cama, por lo que Noah se puso de pie y siguió buscando algo para mantenerlo postrado—¿Te divierte esto? —gruñó dirigiendo su vista a Noah.
—Aja—asintió encontrando un par de grilletes en un baúl repleto de cadenas y otras cosas que parecían pertenecer a una feria renacentista.
Con cuidado de no lastimarse, tomo uno por uno y las sujetó a los tobillos de Dimitri.
—¿Cómo demonios te soltaste? Hago ese nudo desde hace años.
—Magia—contestó acercándose nuevamente al rostro de Noah—Gracias por el chofer, la cena, el tubo y por la cogida, espero que la hayas disfrutado porque será la última—beso los labios de Dimitri—Me llevaré la llave de las esposas como recuerdo de esta noche. Si te vuelves a acercar a mi te cortaré las pelotas con mis dientes—amenazó para después salir por la puerta
┏━━━━━━━━━━━━┓
Fire on fire
┗━━━━━━━━━━━━┛
Noah ni siquiera supo cómo demonios pudo salir de esa habitación sin que sus piernas le fallaran, realmente nunca pensó que Dimitri fuera tan salvaje en la cama, ningún algo lo había penetrado tan profundamente, podía jurar que aún lo sentía dentro de él al caminar.
Conforme regresaba sobre el pasillo recogía sus prendas y se vestía para recuperar un poco de su dignidad y salir triunfante de esa casa del terror.
Cuando finalmente llegó al patio delantero visualizó al chofer que lo había traído fumando solo. Se acercó lentamente con tal de no provocar un escándalo, el panorama estaba despejado y lo último que necesitaba era una escandalosa fuga.
—Hola guapo—saludó con un tono coqueto y una sonrisa pícara—Disculpa, sé que fui grosero hace unas horas, pero necesito un favor—se acercó al hombre que seguía con una postura rígida, Noah lo notó y tomó el cigarro de la poca del hombre y le dio una pequeña calada sintiendo el sabor del tabaco bajar hasta sus pulmones y exhalando lentamente en el rostro del chofer—¿Qué te parece una mamada a cambio de las llaves del auto en el que me trajiste?
Solo bastó una sonrisa del hombre para que aceptara el trato y al cabo de quince minutos Noah ya se encontraba conduciendo rumbo a su hogar.
┏━━━━━━━━━━━━┓
Fire on fire
┗━━━━━━━━━━━━┛
Dimitri se quedó quieto, observando como el omega salía desnudo de su vista. Solo le quedó suspirar tratando de reflexionar sobre ese caluroso pero desafortunado evento, supuso que desde un principio que Noah iba a ser testarudo, pero nunca pensó que iba a jugar a tal grado con él, ninguno de sus sumisos tenía el descaro de fingir placer, siempre complacía al grado de que suplicaban que se detuviera, pero ni siquiera pudo hacer que el omega se corriera. ¿Cómo un niño tan pequeño podía ser tan desgraciado?
—¿Señor? —se escuchó la voz de uno de sus mayordomos entrar a la habitación—Disculpe señor, el joven Miller hizo...—trató de explicar la situación, pero al tratarse de un hombre mayor y conservador ni siquiera sabía por dónde empezar a explicar.
—¿¡Que carajos pasó!?—exigió saber tratando de levantarse de la cama, pero los grilletes no ayudaban.
—Bueno, el joven Miller salió de la casa y pudimos visualizar por las cámaras de seguridad como le hacía una felación oral al órgano reproductor del conductor.
—El hijo de puta le hizo una mamada a mi chofer—gruñó.
—No es todo—aclaró el mayordomo acercándose a Dimitri con una segueta para cortar el metal de las esposas—Al ver que la reja no se abría estrelló el auto una y otra vez hasta que finalmente fue abierta, llegará a su destino en un par de horas, ¿desea que sea rastreado?
—No—contestó esperando a que el señor terminará su trabajo y finalmente quedará libre—Tengo el presentimiento de que nos volveremos a encontrar
┏━━━━━━━━━━━━┓
Fire on fire
┗━━━━━━━━━━━━┛
Estuve desde la mañana editando este capítulo ajajaja y es que perdonen la tardanza. Lamento mucho no haber podido actualizar, la verdad me estanqué un poco y necesitaba relajarme, además, este 8 de febrero fue mi cumpleaños y dije 'me lo merezco' ajaja.
Estoy muy agradecida con que lean esta historia, les prometo que no la voy a dejar abandonada, yo estoy muy al pendiente de quienes comentan, agregan esta historia y los que votan, por lo que estoy sumamente agradecida con todos ustedes.
Espero que hayan disfrutado este capítulo, que en realidad eran dos capítulos separados, pero decidí unirlos porque honestamente me da algo de ansiedad que la historia lleve tantos capítulos y apenas vayamos en un cuarto de la historia. Fire on fire es una parte de mi alma, tuve que someter este capítulo a 3 editores de textos y mi lector beta tuvo que hacer un doble análisis, tanto es mi deseo de compartir una historia de calidad que hasta uso mi correo universitario para poder editar más meticulosamente.
Los quiero mucho, espero la próxima semana traerles una sorpresa de las manos de nuestra querida ilustradora LittlerCherry41 (búsquenla en Instagram por favor)
¡QUE TENGAN UN PRECIOSO FIN DE SEMANA!
¡NOS VEMOS PRONTO!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro